FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias No.5, noviembre 2000 - Page 6

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AFRICA CENTRAL

CAMERUN (6 de noviembre)

Tras unas lluvias copiosas y generalizadas, a partir de principios de octubre las precipitaciones cesaron en la parte septentrional del país, pero en la parte meridional, en cambio, siguieron siendo muy abundantes. En el norte se han recolectado los cereales secundarios. En el sur, la cosecha de maíz se está desarrollando satisfactoriamente.
La situación del suministro de alimentos es en general satisfactoria. En el Camerún septentrional hay refugiados congoleños. Las importaciones de cereales para uso interno y para reexportaciones durante la campaña comercial de 2000 se estiman en 290 000 toneladas, principalmente trigo y arroz.

CONGO, REPUBLICA DEL* (6 de noviembre)

Unas lluvias copiosas y generalizadas recibidas en octubre beneficiaron a los cultivos, salvo en las zonas del litoral. Tras el cese de hostilidades acordado por el gobierno y los partidos de oposición en diciembre de 1999, la situación de seguridad mejoró y ahora se puede llevar asistencia humanitaria a todas las zonas, con excepción de las que están situadas en el norte, en las que residen refugiados de la RDC. La mayor parte de las 810 000 personas desplazadas por la guerra ha regresado a sus hogares. La situación del suministro de alimentos ha mejorado notablemente, principalmente en las zonas urbanas. Pero el sector agrícola todavía no se ha recuperado.

En las zonas septentrionales, principalmente en Betou, cerca de la frontera con la República Centroafricana, hay alrededor de 100 000 refugiados de la provincia ecuatorial (RDC). También hay 5 000 refugiados rwandeses y 8 000 angoleños. El PMA está proporcionando alimentos a unas 120 000 personas en Brazzaville, Pointe Noire y otras ciudades principales, y últimamente ha emprendido una nueva operación de urgencia para prestar asistencia a 50 000 refugiados de la RDC durante un período de 6 meses.

CONGO, REPUBLICA DEMOCRATICA DEL* (8 de noviembre)

La situación del suministro de alimentos continúa deteriorándose con la persistencia de la guerra civil que ha trastornado todas las actividades económicas y agrícolas y desplazado a alrededor 1,8 millones de personas.

En reacción a esta creciente crisis económica y de seguridad alimentaria, el gobierno de la RDC pidió a la FAO que enviara una misión para evaluar la situación de Kinshasa, la capital, y de las provincias circundantes de Bas-Congo y Bandundu, que cubren una parte importante de las necesidades alimentarias de la ciudad. No pudo realizarse una evaluación de la situación en todo el país debido a la guerra en curso.

La misión de la FAO visitó el país del 20 de septiembre al 10 de octubre de 2000. Partiendo de un análisis de los datos disponibles acerca del suministro y las necesidades de alimen-tos del país, la misión estimó el déficit de alimentos en 2000 en 1 millón de toneladas, com-parado con las 954 000 toneladas en 1999. La ayuda alimentaria que se proporciona actual-mente se orienta a los grupos más vulnerables, como los niños y las personas desplazadas a causa de la guerra, mientras que las personas afectadas por el hambre y la pobreza deben arreglárselas por su cuenta. Se han agotado ya todos los mecanismos de supervivencia, como el comer menos en cada comida, comer menos comidas y producir hortalizas en las parcelas familiares. El 70 por ciento de la población, estimada actualmente en 6-7 millones de habitantes, no está en condiciones de invertir ni siquiera un dólar diario en alimentos. La malnutrición crónica afecta al 18 por ciento de los niños del casco urbano y a más del 30 por ciento de los de los barrios de la periferia en los que se han ido asentando las personas desplazadas a causa de la guerra.

Entre los factores principales que limitan el suministro de alimentos a Kinshasa cabe mencionar los siguientes: el pésimo estado de la infraestructura caminera, particularmente las carreteras que unen Kinshasa con Matadi y Kinshasa con Kikwit, así como los caminos secundarios; el asedio de la policía y los militares a las empresas de transporte, los comerciantes y los agricultores; la interrupción del suministro de alimentos en la zona ecuatorial y las Provincias orientales debido a la guerra en curso; la escasez de combustible debida a la falta de divisas; la sobrevaluación del tipo de cambio oficial que está empujando las transacciones comerciales hacia el mercado paralelo.

La misión recomendó que el Gobierno hiciera respetar sus directivas contra el asedio de la policía y los militares y contra la imposición de gravámenes ilegales en los puestos de control caminero, los puertos y los mercados. Segundo, que unificara los tipos de cambio oficiales y paralelos mediante la devaluación del franco congoleño. Todo lo cual debería traducirse en un aumento de los ingresos fiscales y en el suministro de moneda fuerte al sistema bancario y, como consecuencia, en la provisión de productos importados que escasean actualmente, como el combustible.

Como la refacción de la infraestructura total del transporte constituye una labor a largo plazo, entre tanto los donantes deberían prestar asistencia al Gobierno para la reparación urgente de algunos tramos críticos de las carreteras principales que conducen a Kinshasa, asignando prioridad al tramo que une Bangu con Tumba (109 km) sobre la carretera de Matadi, y los tramos de Mosango a Masimanimba y de Kwango a Kenge que totalizan 80 km de la carretera de Kikwit. Con esto se daría un paso importante hacia la normalización del flujo de alimentos a la capital. Además, debería incrementarse considerablemente la asistencia a las autoridades provinciales y las comunidades locales para el mantenimiento de los caminos secundarios.

La comunidad internacional debería también instar al Gobierno y a los grupos rebeldes a que establezcan corredores humanitarios mientras duren los conflictos, para que se puedan reanudar la distribución de alimentos y otras actividades comerciales entre Kinshasa y las provincias orientales y septentrionales. El establecimiento de un corredor entre Kinshasa y la Provincia ecuatorial tendría para la capital el efecto benéfico inmediato del suministro de alimentos, ya que en aquella provincia hay grandes cantidades de yuca, maíz y aceite de palma.

GABON (6 de noviembre)

Tras un tiempo estacionalmente seco en su mayor parte durante julio y agosto, a principios de septiembre se reanudaron las lluvias, que en octubre llegaron a ser copiosas y generalizadas. Los principales cultivos alimentarios son la yuca y el plátano, pero también se produce algo de maíz (alrededor de 25 000 toneladas). El país importa comercialmente la mayor parte de su necesidad de cereales, estimada en alrededor de 82 000 toneladas en 2000.

GUINEA ECUATORIAL (6 de noviembre)

Tras un tiempo estacionalmente seco en su mayor parte durante julio y agosto, en septiembre se reanudaron las lluvias, que en octubre llegaron a ser muy superiores a lo normal. Los cultivos básicos son la batata, la yuca y el plátano. La necesidad de importación de cereales para la campaña comercial de 2000 se estima en 9 000 toneladas de arroz y de trigo.

REPUBLICA CENTROAFRICANA (6 de noviembre)

Tras unas lluvias copiosas y generalizadas recibidas durante la estación de las lluvias, las precipitaciones comenzaron a decrecer a mediados de octubre desde el norte hacia el sur. Se han empezado a recolectar los cereales secundarios, con perspectivas favorables.

Gracias a unas buenas cosechas consecutivas, la situación del suministro de alimentos sigue siendo satisfactoria. La necesidad de importación de cereales para la campaña comercial de 2000 se estima en 29 000 toneladas, principalmente trigo.


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