FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias No.2, abril 2001 - Page 3

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SITUACION DE LOS CULTIVOS Y DEL SUMINISTRO DE ALIMENTOS

PANORAMA GENERAL

En muchos países sigue habiendo dificultades para el suministro de alimentos, no obstante que hayan mejorado en algunas partes las perspectivas para las cosechas. En el Africa oriental, pese a unas condiciones atmosféricas en general mejoradas, escasean los alimentos en el oeste y el sur del Sudán debido a la sequía, agravada por una guerra civil que se viene prolongando desde hace mucho tiempo. Kenya, Etiopía, Eritrea y Tanzanía todavía no se han recuperado plenamente de los efectos de la grave sequía registrada últimamente. En la subregión considerada en su conjunto, unos 18 millones de personas continúan necesitando asistencia alimentaria. En el Africa austral, una combinación de rachas secas prolongadas y lluvias excesivas ha perjudicado a los cultivos alimentarios de 2001 y se pronostica un marcado descenso de la producción total de cereales. Unas grandes inundaciones producidas en algunas partes han contribuido al descenso de la producción, además de desplazar a numerosas familias y causar daños a la infraestructura. En el Africa occidental, algunas partes de Burkina Faso, el Chad y el Níger están haciendo frente a graves escaseces de alimentos debidas a la mengua de las cosechas del año pasado, y los Gobiernos han formulado llamamientos pidiendo la asistencia de los donantes.

En Asia, preocupa seriamente la crisis alimentaria en el Afganistán, causada por varias sequías y rigurosos inviernos consecutivos, y agravada por la persistencia de los conflictos civiles. Más de 3 millones de personas necesitan asistencia alimentaria de urgencia. Hay una gran preocupación por la seguridad alimentaria en Mongolia, que ha sufrido dos rigurosos inviernos consecutivos y la pérdida de millones de cabezas de ganado, importante medio de subsistencia, y en la RPD de Corea, debido a la mala cosecha del año pasado y al invierno de este año, el más frío en 50 años. En otras partes, las perspectivas para la cosecha de trigo son en general desfavorables, con grandes descensos en la India y el Pakistán debidos a una grave sequía, y en China como consecuencia de una notable disminución de la superficie plantada. En los países de la CEI situados en el centro de Asia, debido a las cosechas reducidas por la sequía del año pasado, particularmente en Armenia, Georgia y Tayikistán, la escasez de semillas ha limitado las siembras de trigo de invierno, atenuando de esa manera el ritmo de las actividades de recuperación. Alrededor de 4 millones de personas continúan necesitando asistencia alimentaria.

En América Latina, condiciones climáticas favorables de crecimiento durante los próximos meses serán decisivas para determinar el éxito de los cultivos de América Central y el Caribe, que sufrieron una serie de desastres en los últimos doce meses, entre ellos el huracán "Keith", sequías y terremotos. En otras partes, las perspectivas para las cosechas son en general favorables.

En Europa, las perspectivas para las cosechas de cereales de invierno siguen siendo desfavorables en los países balcánicos y los países de Europa oriental, en los que la falta de humedad del suelo continúa siendo motivo de gran preocupación. En la CE, todo parece indicar que la superficie total de cereales ha descendido significativamente, debido a una notable contracción de la superficie sembrada con trigo blando. En los países de la CEI situados al oeste de los Montes Urales, las perspectivas para las cosechas son marcadamente mejores que en el mismo período del año pasado.

En América del Norte, la producción de trigo en los Estados Unidos podría disminuir ulteriormente este año después de que las plantaciones del trigo de invierno descendieron a su nivel más bajo desde 1971. En el Canadá, las cosechas de trigo y cereales secundarios se siembran principalmente en mayo y junio, y, según los primeros indicios, las superficies plantadas aumentarán algo con respecto al año pasado.


SITUACION POR REGIONES

Africa

En Africa oriental, unas cosechas favorables de cereales de la temporada secundaria obtenidas en algunas partes y los pronósticos de precipitaciones cercanas a lo normal en la mayor parte del Africa oriental durante el período de marzo a mayo de 2001, han mejorado las perspectivas para el suministro de alimentos. Sin embargo, los efectos de las devastadoras sequías registradas recientemente y en el pasado o de los constantes disturbios y conflictos civiles continúan poniendo en peligro la seguridad alimentaria de alrededor de 18 millones de personas.

En Kenya, la grave sequía del año pasado comprometió seriamente la seguridad alimentaria de cerca de 4,4 millones de personas. Debido al fracaso de la reciente estación de "lluvias cortas" persiste todavía en las partes septentrionales y orientales la grave escasez de agua y pastizales que dio lugar a grandes pérdidas de ganado. En Eritrea, sigue siendo inestable la situación alimentaria de más de 1,8 millones de personas afectadas por la guerra con el vecino país de Etiopía y la sequía. El desplazamiento en gran escala de los agricultores de Gash Barka y Debub, regiones ricas en agricultura que representan más del 70 por ciento de la producción de cereales, comprometió la campaña agrícola de 2000. Las perspectivas para la de 2001, que está a punto de comenzar, son poco prometedoras ya que los agricultores todavía no pueden volver a sus explotaciones, y grandes extensiones de tierra resultan inaccesibles debido a las minas terrestres. En el Sudán, escasean gravemente los alimentos en las partes occidentales y meridionales debido a la sequía, agravada por una guerra civil prolongada que impide que las familias rurales puedan cultivar sus tierras. En Etiopía, pese a la cosecha favorable de la campaña "meher", dependen de la asistencia alimentaria unos 6,5 millones de personas afectadas por una serie de sequías consecutivas y por la guerra con la vecina Eritrea. En Somalia, los resultados satisfactorios de una campaña secundaria ("deyr") precedida por una cosecha principal ("gu") favorable han mejorado las perspectivas alimentarias en general. Por consiguiente, el número de las personas que necesitan asistencia alimentaria ha pasado de 750 000 a 500 000. En Tanzanía, la situación del suministro de alimentos ha mejorado en general después de las cosechas de la estación de las "lluvias cortas". Sin embargo, varios años consecutivos de precipitaciones deficientes han reducido gravemente la producción de alimentos en las regiones septentrionales y centrales del país, haciendo necesaria una asistencia alimentaria para alrededor de 1,3 millones de personas en 11 regiones. En Uganda, la situación del suministro de alimentos se mantiene estable, pero en Gulu, Kitgum y Bundibugyo sigue habiendo dificultades alimentarias, debidas principalmente a una situación de inseguridad. Alrededor de 1,1 millones de PDI, refugiados, y personas afectadas por la sequía dependen de la asistencia alimentaria. En Burundi, la situación alimentaria se presenta difícil para 324 000 personas desplazadas en el interior y para las personas afectadas por la sequía en las provincias de Karuzi, Gitega, Kayanza y Muyinga. En Rwanda, pese a la cosecha satisfactoria de la primera temporada de 2001, se necesita asistencia alimentaria para 267 000 personas de las provincias sudorientales afectadas por la sequía.

En Africa austral, está a punto de comenzar la recolección de las cosechas de cereales de 2001. Se prevé que la producción disminuirá de forma pronunciada con respecto a la buena cosecha del año pasado. Ello se debe a una reducción de las plantaciones y de los rendimientos causada por la sequía de mitad de temporada a la que siguieron, en algunas partes, lluvias excesivas e inundaciones. La cosecha principal de maíz se pronostica en 13,5 millones de toneladas, 28 por ciento menos que el año pasado y un volumen muy inferior a la media. Se prevén reducciones de más de una tercera parte en las producciones de cereales de Sudáfrica, Zimbabwe y Namibia, debido a las malas condiciones del tiempo unidas a una disminución considerable de las superficies plantadas. También se pronostica un descenso de la producción de maíz en Malawi y Zambia, como consecuencia de las excesivas precipitaciones caídas durante la campaña. Es probable que disminuyan las cosechas de cereales de Botswana, Lesotho y Swazilandia o que se mantengan en torno a los niveles bajos de 2000. En cambio, en Mozambique, se pronostica una cosecha de cereales en torno al buen nivel de la cosecha del año pasado, a pesar de las graves pérdidas de cosecha causadas por las inundaciones en las partes centrales.

Las grandes inundaciones de febrero y marzo se tradujeron en pérdidas de vidas humanas, desplazamiento de un gran número de personas, graves daños a la infraestructura de transporte y considerables pérdidas de cosecha en algunos países. Se estima que cerca de 1 millón de personas resultaron afectadas por las inundaciones, incluidas 563 000 en Mozambique, 346 000 en Malawi, 30 000 en Zimbabwe y 30 000 en Zambia. Los Gobiernos de estos países han formulado un llamamiento pidiendo asistencia alimentaria para las poblaciones más afectadas. En Angola, la persistencia de la guerra civil ha provocado el desplazamiento de 2,5 millones de personas, y el número sigue aumentando. Se necesita asistencia alimentaria de urgencia para 1,5 millones de las personas desplazadas.

En Africa septentrional, las perspectivas para las cosechas de cereales de la subregión en 2001 son en general favorables. Se prevé una fuerte recuperación de la producción con respecto a la cosecha menguada a causa de la sequía del año pasado, siempre y cuando predominaran condiciones atmosféricas normales en los meses venideros. En Argelia y Túnez, las plantaciones se han retrasado en algunas zonas a causa de las insuficientes precipitaciones recibidas al comienzo del período vegetativo, pero las condiciones han mejorado gracias a unas lluvias generalizadas recibidas en enero y febrero en las principales zonas productoras. En Marruecos, las precipitaciones han sido en general abundantes este año en la mayoría de las zonas productoras, salvo en la zona saheliana del país. Según los informes, la situación de los cultivos es buena y los embalses de agua se están reconstituyendo. En Egipto, las condiciones de crecimiento para los cereales de invierno, principalmente de regadío, son satisfactorias.

En Africa occidental, predominan condiciones secas estacionales en el Sahel. Las perspectivas para las cosechas fuera de estación o de aluvión de Mauritania y el Senegal son menos favorables que el año pasado debido al descenso de los niveles de agua del río Senegal. Las estimaciones oficiales más recientes cifran la producción total de cereales de 2000 de los nueve países miembros del CILSS en 8,9 millones de toneladas, alrededor de 21 por ciento menos que la producción récord de 1999 y 8 por ciento menos que la media de los últimos cinco años. Para Burkina Faso, el Chad y el Níger se estiman producciones inferiores a la media, mientras que en Malí y Mauritania la producción estuvo cercana a la media; en Cabo Verde, Guinea Bissau y el Senegal fue superior a la media, y en Gambia alcanzó un nivel sin precedentes. En Burkina Faso, el Chad y el Níger se comenzaron a distribuir alimentos subvencionados o gratuitos a las poblaciones gravemente afectadas, y los Gobiernos han formulado llamamientos a los donantes pidiendo asistencia.

En los países costeros del Golfo de Guinea, la estación de las lluvias ha comenzado en Côte d'Ivoire, Ghana y Togo, donde se ha empezado a sembrar. En Guinea y Sierra Leona, las recientes hostilidades han afectado a las actividades agrícolas y comerciales y causado nuevos desplazamientos de la población, especialmente en la zona de Parrot's Beak y alrededores, y trastorna también los programas de socorro. En Liberia, la plantación del arroz comienza en mayo con la llegada de las lluvias estacionales. Sin embargo, el país sigue sufriendo todavía los efectos de la guerra civil. Los tres países dependen decisivamente de la asistencia alimentaria internacional.

En Africa central, la campaña agrícola ha comenzado en condiciones normales en el Camerún y la República Centroafricana, mientras que en la primera quincena de marzo se registraron precipitaciones superiores a lo normal en la República del Congo. En este último país, la producción de alimentos se está recuperando gradualmente después de los disturbios civiles de los últimos años, y se sigue prestando asistencia alimentaria a las personas desplazadas en el interior y a los refugiados, principalmente de la República Democrática del Congo, Rwanda y Angola. En la República Democrática del Congo, los conflictos civiles han provocado el desplazamiento en el interior del país de unos 2 millones de personas, cuya situación alimentaria y nutricional es extremadamente grave, pero la distribución de asistencia humanitaria se ve impedida por la inseguridad. El número de las personas desplazadas en el interior se estima actualmente en 2 millones.

Asia

En la región de Asia, las principales actividades agrícolas son la producción de trigo de invierno en los principales países productores de China, la India y el Pakistán, y la producción de arroz de la temporada principal en los países del hemisferio sur de Indonesia y Sri Lanka, donde los cultivos se plantan con la llegada del monzón nordoriental. Las perspectivas para el trigo son en general desfavorables previéndose una fuerte disminución debida a un descenso significativo de la superficie plantada en China y a una grave sequía en la India y el Pakistán. En China, los pronósticos actuales indican una cosecha de trigo de invierno de alrededor de 92,5 millones de toneladas, aproximadamente 500 000 toneladas menos que la cosecha reducida a causa de la sequía del año pasado, mientras que la producción de la India debería disminuir en alrededor de 5 a 7 millones de toneladas respecto a la cosecha récord del año pasado (75,5 millones de toneladas). Una sequía generalizada en el Pakistán dará lugar también a una cosecha significativamente menor de trigo, situada en torno a los 17,5 millones de toneladas, frente al volumen récord de 21 millones de toneladas producidas en 2000. En otras partes, las perspectivas de recuperación de la cosecha de trigo de este año en la República Islámica del Irán siguen siendo todavía inciertas, tras dos años consecutivos de graves sequías, en 1999 y 2000, en los que la producción descendió de manera significativa. Las perspectivas para el arroz de la temporada principal en Indonesia y Sri Lanka y las del arroz de la estación seca en Tailandia, Laos, Camboya y Viet Nam son en general satisfactorias. Las preocupaciones principales en torno a la seguridad alimentaria en la región de Asia se concentran en Mongolia y la RDP de Corea, que experimentaron rigurosas condiciones invernales al principio del año, que agravaron los problemas alimentarios crónicos de los grupos vulnerables, y en algunas partes del noroeste y centro de la India y el Pakistán donde una nueva sequía ha dado lugar a una grave escasez de alimentos y de agua.

En algunos países del Cercano Oriente, una sequía grave y prolongada seguida de un invierno inclemente en algunas partes ha afectado los medios de subsistencia de millones de personas. En el Afganistán, unas temperaturas congeladas han causado la pérdida de vidas humanas y empeorado la crisis alimentaria provocada por dos años consecutivos de sequía y continuos conflictos civiles. La sequía ha afectado gravemente a los cultivos y al ganado en todo el país, dejando a más de 3 millones de personas en urgente necesidad de asistencia. En el Iraq, dos años de sequía han menguado gravemente la producción de alimentos, mientras que en Jordania la sequía ha afectado considerablemente a los cultivos y los pastizales, dejando a miles de pastores en necesidad de asistencia.

En los ocho países de la CEI situados en Asia, las perspectivas globales para las cosechas de cereales de 2001 dependerán de las de Kazajstán, el productor principal, donde la mayoría de los cereales se siembra en mayo. Las perspectivas iniciales para los cereales de invierno son variadas. La escasez de semillas determinada por las cosechas menguadas a causa de la sequía de 2000 ha limitado las superficies que podrían sembrarse con trigo de invierno en algunos países, principalmente Armenia, Georgia y Tayikistán. La superficie sembrada con cereales de invierno aumentó ulteriormente en Azerbaiyán, pero las precipitaciones de invierno recibidas en la región del Cáucaso han sido inferiores a lo normal e insuficientes para reponer las reservas de humedad para un crecimiento sostenido de las plantas y el abastecimiento de agua para riego. Se necesitan buenas precipitaciones en abril y mayo y aún después para que se normalicen las superficies y los rendimientos de los cultivos de primavera, al menos para compensar la reducción de las superficies sembradas con trigo de invierno. En otras partes, como en los países asiáticos de la CEI, las fuertes nevadas caídas en el invierno de este año han contribuido a reponer los suministros de humedad. En Uzbekistán, las informaciones más recientes indican que la superficie sembrada con trigo de invierno puede que se haya mantenido estable. En cambio, en Turkmenistán, la superficie sembrada aumentó ulteriormente, y el objetivo de producción excede ha aumentado con respecto a producción récord del año pasado (1,8 millones de toneladas).

Las perspectivas actuales indican una cosecha total de cereales algo mayor, de alrededor de 22 millones de toneladas, aproximadamente 1 millón de toneladas más que en 2000, debido principalmente a un aumento de la producción en Turkmenistán, una recuperación de la de Uzbekistán, y la producción estable de Kazajstán. La mayor parte del aumento se registraría en la producción de trigo, pero la de arroz podría recuperarse en Uzbekistán. La producción de cereales en Armenia, Georgia y Tayikistán podría seguir siendo inferior a la media por segundo año consecutivo.

En los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos de la CEI afectados por la sequía principalmente Armenia, Georgia y Tayikistán alrededor de 4 millones de personas continúan necesitando asistencia de socorro internacional. Además, para que se produzca una recuperación significativa de la producción de alimentos de este año hará falta una asistencia ulterior con el suministro de insumos. En Azerbaiyán, a pesar de una cosecha mejorada, sigue siendo un problema para los segmentos más pobres de la población el acceso a alimentos suficientes. En el norte de Uzbekistán, las poblaciones vulnerables de Karakalpakstan han sufrido graves pérdidas de cosechas e ingresos debidos a la sequía y necesitan socorro.

América Latina

En América Central y el Caribe, la siembra de los cultivos de cereales secundarios de la primera temporada se está realizando en condiciones atmosféricas en general secas. Unas condiciones favorables en los próximos meses serán decisivas para que las cosechas de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua se recuperen de los daños causados por los desastres naturales del año pasado que afectaron no sólo a los cultivos alimentarios sino también a los importantes cultivos de exportación, como el café y la caña de azúcar. No se registran todavía signos de "El Niño", y se pronostica una estación de las lluvias normal para la subregión. En México, la sequía registrada en Sonora durante enero y febrero no favoreció el desarrollo de los cultivos de trigo, y ahora se pronostica que la cosecha, que se está recogiendo actualmente, será ligeramente inferior a los 3,3 millones de toneladas previstos al comienzo de este año.

En América del Sur, se pronostica que la producción total de cereales en 2001 aumentará el 4 por ciento respecto del año pasado gracias a una excelente cosecha de maíz. Unas lluvias abundantes caídas durante el verano en las zonas productoras de cereales del MERCOSUR (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) favorecieron el desarrollo del maíz y el sorgo. Y unos chaparrones aislados recibidos en el nordeste del Brasil están favoreciendo actualmente el desarrollo temprano de las cosechas de maíz de la segunda temporada (zafrinha). Ha comenzado en el Brasil la recolección de las cosechas de maíz de la primera temporada y, con los 34 millones de toneladas pronosticados, el país se transformaría en un exportador neto por primera vez. En cambio, la producción de maíz de la Argentina debería descender ligeramente debido a una reducción de la superficie plantada. También ha comenzado en el MERCOSUR la recolección de las cosechas de arroz, previéndose una disminución de la producción total de alrededor del 4 por ciento respecto del año pasado debido a los precios deprimidos a causa del descenso de la demanda del Brasil. En Bolivia, la comunidad internacional está prestando asistencia a las comunidades locales afectadas por las intensas lluvias que han ido cayendo desde enero. Se han registrado daños a los cultivos, como el maíz, los frijoles y las papas, causados por inundaciones localizadas y deslizamientos de tierra. Las lluvias intensas están también causando daños localizados a los cultivos de cereales en el centro de Chile y en las zonas del litoral del Ecuador.

Europa

Las informaciones más recientes continúan indicando una reducción general de la superficie sembrada con cereales en la CE para la cosecha de 2001, debido principalmente a una contracción significativa de la superficie de trigo blando de invierno. En consecuencia, se pronostica que la producción de cereales de 2001 disminuirá respecto al nivel excelente del año anterior. Las perspectivas para las cosechas de cereales de invierno siguen siendo desfavorables en los países balcánicos, en los que el déficit de humedad del suelo continúa siendo la preocupación principal. Rumania, Bulgaria y la República Federativa de Yugoslavia (Serbia y Montenegro) siguen siendo los países más afectados, con unas precipitaciones acumulativas para el período de diciembre a febrero situadas, respectivamente, en un 60, 50 y 20 por ciento, respectivamente, por debajo de lo normal. La sequía se ha visto agravada por unas temperaturas en general más cálidas de lo normal. Más al norte, las precipitaciones han sido más frecuentes y regulares en Polonia, la República Checa, Eslovaquia y Hungría. Aunque en muchas zonas la cubierta de nieve ha sido limitada, las temperaturas benignas han hecho que el riesgo de la destrucción de los cereales de invierno a causa de las heladas fuera reducido.

En los países de la CEI situados al oeste de los Montes Urales (Belarús, Moldova, Federación de Rusia y Ucrania), las perspectivas son marcadamente mejores que en el período correspondiente del año pasado, particularmente en Ucrania. Es probable que aumente la producción gracias a las buenas condiciones de crecimiento y reservas de humedad del suelo registradas hasta ahora en la mayor parte de las zonas de la Federación de Rusia y Ucrania, y al aumento previsto de la superficie total sembrada con cereales. La superficie total sembrada con cultivos de invierno ha aumentado hasta en 2 millones de hectáreas, y la situación de la mayoría de los cultivos es entre buena y satisfactoria. En esta fase inicial, las perspectivas indican un aumento de 10 millones de toneladas de la producción total de cereales de 2001, a alrededor de 109 millones de toneladas, siempre y cuando las condiciones de crecimiento se mantuvieran normales hasta la terminación de las cosechas.

En Belarús, la cosecha de cereales de 2001 podría aumentar algo respecto a los 4,4 millones de toneladas obtenidos en 2000 a pesar de la persistencia de los problemas económicos. En Moldova, también es probable que se produzca alguna recuperación respecto al nivel reducido a causa de la sequía de 2000 (2 millones de toneladas), dadas las condiciones normales del tiempo. En la Federación de Rusia, la superficie sembrada con cultivos de invierno aumentó a 14,7 millones de hectáreas y también se prevé una expansión de la superficie sembrada con cultivos de primavera debido a la buena demanda de cereales y a unas buenas reservas de humedad del suelo. En Ucrania, a diferencia de los últimos dos años, las perspectivas iniciales para las cosechas de cereales son favorables. La superficie sembrada con cultivos de invierno ha aumentado, hasta 1,4 millones de hectáreas en el caso de los cereales, y la situación de los cultivos es en general satisfactoria. Las reservas de humedad del suelo se han reconstituido en todas las zonas, salvo en el sur, y también se prevé un aumento de la superficie sembrada con cultivos de primavera. En Zarkapatia, las inundaciones causaron pérdidas de vidas humanas y de viviendas, pero es probable que su efecto en los cultivos sea limitado. La producción de cereales y legumbres podría aumentar en 7 millones de toneladas a cerca de 30 millones de toneladas.

En los países Bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) las condiciones de hibernación han sido en general satisfactorias hasta el momento. En los tres países, la cosecha de cereales de 2000 se recuperó de forma pronunciada, alcanzando los 4,2 millones de toneladas frente a los 3,3 millones de toneladas de 1999, debido principalmente a un mejoramiento de los rendimientos. En Lituania, la producción aumentó 0,6 millones de toneladas a 2,6 millones de toneladas, mientras que en Letonia y Estonia la producción de cereales aumentó 0,1 millones de toneladas a 0,9 y 0,6 millones de toneladas, respectivamente. En la presente campaña agrícola las precipitaciones han sido en general inferiores a lo normal en los países Bálticos e insuficientes para reponer las reservas de humedad del suelo.

En la República Federativa de Yugoslavia (Serbia y Montenegro), las perspectivas para las cosechas de cereales de 2001 se han ensombrecido por los efectos de una sequía persistente. Es probable también que los problemas económicos de los agricultores y la crítica escasez de fertilizantes reduzca considerablemente los rendimientos. La producción podría recuperarse algo respecto a la mala cosecha de 5,4 millones de toneladas del año pasado, pero manteniéndose de todas formas por debajo del nivel medio. En Croacia, las perspectivas para la cosecha de cereales de 2001 son también inciertas debido a una reducción de la superficie sembrada con trigo y a la falta de humedad. En Bosnia y Herzegovina, también escasean los suministros de humedad del suelo.

En la Federación de Rusia, las perspectivas para los cultivos de Chechenia no son buenas. Las personas desplazadas y las que quedaron sin vivienda como consecuencia del conflicto, tanto en Chechenia como en las Repúblicas adyacentes, continúan necesitando asistencia. Durante los meses de invierno las condiciones son particularmente difíciles. También en los Balcanes continúan necesitando ayuda las poblaciones vulnerables de la República Federativa de Yugoslavia y los países adyacentes.

América del Norte

La producción de trigo en los Estados Unidos podría disminuir ulteriormente este año tras el descenso de las plantaciones de trigo de invierno a su nivel más bajo desde 1971. Las perspectivas iniciales para las plantaciones de trigo de primavera también indican una reducción de la superficie, y la producción total en 2001 se pronostica provisionalmente en alrededor de 60 millones de toneladas, aproximadamente un 1 por ciento menos que en 2000. Según los primeros indicios relativos a la plantación de cereales secundarios de primavera, la superficie plantada con maíz disminuirá un 4 por ciento pero la de sorgo aumentará un 2 por ciento. La superficie sembrada con arroz debería registrar una expansión del 4,2 por ciento. En el Canadá, las cosechas de trigo y cereales secundarios se siembran principalmente en mayo y junio. Todo parece indicar que las intenciones de siembra se orientan a un aumento de las superficies sembradas con trigo y cereales secundarios en comparación con el año anterior.

Oceanía

La plantación de las cosechas principales de trigo y cereales secundarios de 2001 de Australia comenzará en mayo. Los pronósticos oficiales iniciales indican un aumento de las superficies sembradas con trigo y cebada. Se ha comenzado a recoger la cosecha menor de cereales secundarios de verano de 2001 con una merma de la producción debida a la sequía imperante durante el período de siembra. La cosecha de arroz de 2001 ha comenzado antes de lo previsto debido a las buenas condiciones del tiempo reinantes durante el período de maduración. En las Islas Salomón, un gran número de personas estimado en 50 000 se ha visto obligado a abandonar sus hogares durante los conflictos civiles y siguen estando desplazadas. Estas personas desplazadas en el interior del país, así como los repatriados, están luchando por satisfacer sus necesidades básicas de alimentos, agua potable y viviendas. Además del colapso de la economía nacional y de los servicios esenciales, las intensas lluvias recibidas últimamente han agravado la situación de las personas que viven de una agricultura de subsistencia. En Tonga, el ciclón "Paula" de principios de marzo causó daños a las propiedades y a la infraestructura, así como algunos daños localizados a los cultivos.


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