Capítulo 27. Zonas ecológicas de Europa

Figura 27-1. Zonas ecológicas de Europa del Norte, Central y del Sur

En la Figura 27-1 y la Figura 27-2 se presenta la distribución de las zonas ecológicas de Europa. En el Tabla 27-1 figuran las estadísticas relativas a las zonas según las subregiones, y en el Tabla 27-2 se indica la proporción de bosques en cada zona por subregiones.

BOSQUE SECO SUBTROPICAL

En Europa, los bosques secos subtropicales están situados en la región del Mediterráneo por debajo de los 800 m de altitud, lo que abarca la Península Ibérica (con excepción de su parte septentrional), la Cuenca del Ródano, la Península apenínica, Dalmacia y Grecia, así como todas las islas europeas del Mar Mediterráneo, estando sus límites definidos en modo aproximado por la distribución de Olea europaea y Quercus ilex.

El clima mediterráneo ofrece veranos secos y cálidos e inviernos fríos y húmedos sin heladas de mayor trascendencia. El nivel máximo de precipitaciones se registra habitualmente en noviembre/diciembre y febrero/marzo, si bien las pronunciadas variaciones en la altitud de los relieves da lugar a marcadas diferencias a nivel local. Así pues, la pluviosidad media anual oscila entre 400 y 900 mm, y muy rara vez es superior a 1 200 mm (p. ej., en Kerkira) o inferior a 400 mm (como en el sudeste de España, o de sudeste de Creta). El nivel de las lluvias disminuye ligeramente hacia el este. La temperatura media durante el mes más caluroso se sitúa entre 25° y 28° C y la del mes más frío entre 6° y 13°C.

La vegetación original de la zona consistía en bosques esclerofíticos de hoja perenne, pero en su mayoría se han visto afectados por factores antropogénicos. Por lo general, la composición de las especies arbóreas es más bien uniforme, y una sola especie suele predominar en la cubierta de copas, tratándose con frecuencia de una de las especies de robles de hoja perenne. En los lugares húmedos y subhúmedos la especie Quercus ilex y sus varias subespecies están igualmente presentes. Por debajo del estrato arbóreo con cubierta de copas densa de 15 a 18 m de altura se encuentra un estrato arbustivo de 3 a 5 m de altura.

SISTEMA MONTAÑOSO SUBTROPICAL

Esta zona abarca las montañas ibéricas (cordillera Cantábrica, sistema Central, sistema Ibérico, cordillera Penibética, Pireneos), los Apeninos, las montañas griegas (Pindo, Olympus, el Peloponeso, Creta), así como las montañas de Córcega y Cerdeña. La zona se extiende desde una altura inicial de unos 600 a 800 m hasta 2 000 m, y localmente hasta 3 500 m.

Figura 27-2. Zonas ecológicas de Belarús, República de Moldova, Federación de Rusia y Ucrania

La región se caracteriza por lluvias más abundantes y un período de sequía en el verano de menor duración frente a lo que acontece en la región de tierras bajas adyacente. Las temperaturas son más bajas y las heladas más frecuentes.

A diferencia de los bosques secos esclerofíticos, la vegetación de esta zona suele albergar especies de robles caducifolios, y los bosques por lo general son cerrados y sombrosos. En los lechos de roca de silicio de la península Ibérica, predominan bosques de Quercus pyrenaica, mientras que en los suelos más ricos crecen individuos de Q. faginea. En los Pireneos, y hacia el este, abundan ejemplares de Quercus pubescens y otras especies de robles. En las altitudes mayores, los robledales caducifolios se ven reemplazados por bosques cerrados y sombrosos de Fagus sylvatica, que en algunos lugares albergan individuos de Abies alba o Picea abies, y localmente de Betula pubescens. En las montañas Pindo (Grecia), la especie Abies borisii-regis sustituye la especie Abies alba y suele prevalecer en esa zona. En las elevaciones aún mayores, los robledales y bosques de hayas dejan espacio a bosquecillos de enebros y cipreses (Juniperus thurifera, J. excelsa, J. foetidissima, J. polycarpos, Cupressus sempervirens) o de pinos (Pinus nigra), así como a bosques de abetos (Abies pinsapo en la península Ibérica, y A. cephalonica en Grecia).

BOSQUE OCEÁNICO TEMPLADO

La zona del bosque oceánico templado reúne áreas aisladas entre sí y abarca la costa entre Portugal y España (Galicia, Asturia, Cantábrica, Euskal), las islas Británicas (con excepción de las tierras altas escocesas y las regiones montañosas), Francia (con excepción de las zonas sudorientales montañosas y mediterráneas), Europa central, al oeste de un límite imaginario trazado entre las ciudades de Gda_sk, Erfurt y Viena, y el sur de los Alpes, incluida la llanura del río Po. También están comprendidos en esta zona Escandinavia, la totalidad de Dinamarca, el extremo sur de Suecia y una pequeña faja a lo largo de la costa de Noruega. Pertenecen además a ella algunos fiordos abrigado hasta 64°N.

El clima se ve afectado por la corriente del Golfo y la cercanía del océano. Esta influencia disminuye hacia el interior y es reemplazada en la llanura del Po por un parámetro climático distinto si bien con efectos similares. La temperatura media anual varía de 7° a 13°C y las precipitaciones anuales oscilan entre 600 y 1 700 mm. Mientras que la temperatura durante el mes más frío en las zonas costeras no baja de 0°C, en el interior suele situarse localmente por debajo de 0°C.

La vegetación predominante está integrada por bosques de diversos tipos de hayas (Fagus sylvatica) y bosques mixtos de hayas. Éstos son más extensos en Alemania y los países vecinos. Los bosques compuestos únicamente por hayas son relativamente densos. En las zonas oceánicas, el sotobosque se caracteriza por la presencia de la especie Ilex aquifolium. En los suelos ácidos y de bajo contenido de nutrientes las hayas suelen estar parcialmente aunadas a Quercus robur y Quercus petraea en la cubierta de copas, y estos rodales poseen pocas especies. En la actualidad, gran parte de los bosques naturales de hayas se han transformado en tierras de cultivo o en bosques mixtos de robles y carpes. También se han repoblado amplias áreas con piceas (Picea spp.) y abetos Douglas (Pseudotsuga spp.).

Los suelos ricos y a menudo calcáreos que se encuentran fuera de la zona de distribución de hayas, albergan bosques de robles y fresnos (Quercus robur, Fraxinus excelsior) con individuos de Corylus avellana. Los bosques de robles y carpes (Quercus petraea, Carpinus betulus) predominan periódicamente en los suelos húmedos, y a menudo poseen una característica estructura vertical formada por una cubierta de copas y un estrato inferior de cubierta de copas. Al sur de los Alpes, pueden hallarse poblaciones de Quercus cerris así como de robles y carpes. En la parte sudoccidental de esta zona, los bosques de Quercus pubescens ocupan las áreas con un clima más moderado.

Tabla 27-1. Europa: extensión de las zonas ecológicas

Nota: Datos obtenidos de la superposición de los mapas mundiales de la cubierta forestal y las zonas ecológica del FRA 2000.

Tabla 27-2. Europa: proporción de bosques por zona ecológica

Nota: Datos obtenidos de la superposición de los mapas mundiales de la cubierta forestal y las zonas ecológica del FRA 2000.

BOSQUE CONTINENTAL TEMPLADO

Esta zona posee una forma de triángulo irregular, cuyos ángulos se sitúan en Oslo, Sofía y Ufa. La conforman el sur de Suecia, Europa oriental al sur de un límite imaginario trazado entre Helsinki, Novgorod y Perm y al norte de la línea que une Bucarest, Charkov y Ufa. Forman asimismo parte de esta zona la mayor parte de la península Balcánica y las estribaciones de los montes de Crimea y del Cáucaso.

Debido a una menor influencia de la corriente del Golfo, la pluviosidad anual de esta zona disminuye gradualmente desde el oeste (unos 700 mm) hacia el este (unos 400 mm). Los veranos son calurosos y los inviernos fríos en la mayor parte de la región; las temperaturas medias anuales oscilan entre 6° y 13°C en el oeste hasta disminuir hasta 3° a 9°C en el este. Durante el mes más frío del año, la temperatura puede bajar de 0°C en Escandinavia o situarse cerca de 0°C en los Balcanes, hasta descender por debajo de -10°C en los Montes Urales. En las porciones más septentrionales de esta zona, durante más de dos meses al año se registra una temperatura inferior a 0°C. Además, las precipitaciones disminuyen desde el noroeste (más de 700 mm) hasta el sudeste (400 mm). Localmente, en las estribaciones del Cáucaso, las lluvias son muy abundantes.

Esta zona cuenta con diversos tipos de bosques, los cuales están distribuidos local y regionalmente de acuerdo con gradientes climáticos y guardan relación con la disponibilidad de nutrientes. En las zonas septentrionales, los bosques mixtos de coníferas y latifoliadas conforman una faja paralela al círculo de la latitud. La cubierta forestal está integrada fundamentalmente por bosques de piceas (Picea abies), que en los suelos más ácidos y áridos se ven reemplazados por pinares.

Más hacia el sur, los bosques caducifolios de latifoliadas están constituidos por poblaciones mixtas de robles y carpes y de tilos y robles, que comprenden ejemplares de Quercus robur, Quercus petraea, Carpinus betulus y Tilia cordata. Otras especies importantes son Fraxinus excelsior y Acer campestre. Al este del límite de distribución de los bosques mixtos de robles y carpes se encuentran bosques mixtos de tilos y robles. En el estrato arbóreo prevalecen poblaciones de Quercus robur y Tilia cordata; no obstante, el desmonte ha destruido gran parte de este tipo de bosques.

Los bosques de robles albar, arechas (Quercus petraea) y robles (Quercus spp., Quercus spp.) se hallan principalmente en Europa sudoriental y en los países balcánicos. Se trata de bosques más abiertos, mixtos y ricos en especies, en los que prevalecen individuos de Quercus cerris y Quercus frainetto, y que ocupan la parte central de la península Balcánica. Hoy día, estos bosques, originalmente densos, han sufrido una drástica reducción y forman áreas aisladas como consecuencia de una prolongada explotación con fines agrícolas y mediante el tratamiento en monte medio.

En toda la zona existen pequeños trechos de humedales y pantanos, y áun quedan amplias áreas de este tipo de vegetación en las tierras bajas de Polonia y Belarús. En los lugares permanentemente húmedos la especie arbórea dominante es Alnus glutinosa en conjunción con Picea abies.

La vegetación de las llanuras aluviales predomina en las secciones centrales y en los cauces inferiores de los grandes ríos (Rin, Elba, Oder, Vistula, Pripet, Desna, Volga, Save y Danubio). Debido a las prolongadas inundaciones, los bosques aluviales de sauces y álamos poseen muy pocas especies (Salix alba, Salix fragilis, Populus nigra y Populus alba). Por su parte, la vegetación de frondosas de las llanuras aluviales cuenta con una estructura muy variada, y alberga poblaciones de Quercus robur, Fraxinus excelsior, Ulmus minor, Ulmus laevis y Fraxinus angustifolia (en Europa sudoriental). La regulación de los ríos y la construcción de terraplenes han conllevado un grave deterioro del hábitat cuasi-natural, y en la actualidad quedan tan sólo algunos fragmentos de los bosques aluviales originales.

SISTEMAS MONTAÑOSOS TEMPLADOS

Esta zona comprende las zonas montañosas del área templada, con inclusión de los montes Cantábricos, los Pireneos, el macizo Central, los montes Jura, los Alpes, los lugares de mayor altitud de las montañas de las islas Británicas, las tierras altas de Europa Central, los Carpacios, los Alpes Dináricos, los montes Balcánicos, las montañas de Rhodope, el Cáucaso septentrional y meridional y las estribaciones de las montañas de Talish, así como los Urales meridionales.

La región montañosa es la faja de mayor altitud de la zona templada, y se caracteriza por lluvias generalmente más abundantes y temperaturas menos elevadas; además, su clima es sumamente variado. Las precipitaciones oscilan entre menos de 500 mm y más de 3 000 mm. El promedio de las temperaturas anuales oscila entre -4° y 8°C (y localmente hasta 12°C) y en enero se registra una fluctuación en las altitudes más elevadas entre -10° y -4°C.

La vegetación de la faja inferior de esta región está integrada por bosques de hayas (Fagus spp.), particularmente bosques mixtos de Abies alba, Picea abies, Acer pseudoplatanus, Fraxinus excelsior y Ulmus glabra. Al igual que en la región oceánica, los bosques formados únicamente por hayas en las altitudes mayores son relativamente densos. Allí, adquieren mayor prominencia otras especies arbóreas: en el este, la subespecie Fagus sylvatica subsp. sylvatica da paso a la subespecie Fagus sylvatica subsp. moesiaca y más hacia al este a la subespecie F. sylvatica subsp. orientalis.

En las zonas de altitud aún mayor, los bosques de abetos y piceas (Abies alba, A. borisii-regis, A. nordmanniana, Picea abies, P. orientalis y P. omorika) sustituyen los bosques de hayas, y en ellos pueden predominar tanto poblaciones de Abies como de Picea. Las especies Pinus sylvestris, Fagus sylvatica, algunos Quercus robur, y especies pioneras como Sorbus aucuparia, Populus tremula y Betula pendula desempeñan un papel de menor importancia. Cerca del límite de la vegetación arbórea pueden encontrarse formaciones y matorrales de pinos montanos Pinus mugo o Rhododendron spp. En las alturas mayores, estos matorrales y bosques achaparrados dan paso a praderas alpinas, diversos tipos de arbustos enanos y vegetación de rocas y peñascos desde la faja alpina hasta la zona nevosa.

En los Urales, la distribución según las elevaciones inicia con bosques de tilos y robles (Quercus robur, Tilia cordata) en el nivel inferior, seguidos por bosques de abetos y piceas y gran abundancia de hierba (Abies sibirica, Picea obovata) con árboles de frondosas como Ulmus glabra y Tilia cordata, así como pinares (Pinus sylvestris) con poblaciones de Larix sibirica.

BOSQUE BOREAL DE CONÍFERAS

Esta zona abarca algunas partes de Noruega, la mayor parte de Suecia, casi la totalidad de Finlandia, el norte de Escocia y una amplia zona en la región occidental de la Federación de Rusia al sur del círculo polar ártico, así como la región meridional de Islandia. Comprende además amplias áreas de las regiones orientales de la Federación de Rusia. También encontramos una pequeña isla de bosques boreales de tierras bajas en el extremo oriente de Rusia, al norte del río Amur.

La parte occidental de esta zona registra un clima frío-templado y húmedo de tipo oceánico en el oeste y subcontinental en el interior y el este. La temperatura media anual suele ser baja y oscila entre 8°C en Escocia a poco más de 1°C en las regiones septentrionales de la Federación de Rusia. El régimen de precipitaciones oscila entre más de 900 mm en el oeste y 400 mm en el este, con extremos de 1 200 y 300 mm. Un rasgo de esta zona es la presencia de un breve período vegetativo (menos de 120 días). La evaporación es baja y los períodos de sequía prolongados son raros. En el invierno, la nieve suele cubrir el terreno por diversos meses.

El clima de Siberia occidental boreal está sometido a la influencia de la cantidad de energía solar, el Océano Atlántico en el oeste y el poderoso anticiclón de invierno de Siberia oriental que procede del oriente. El clima de la región septentrional sufre la influencia de los procesos atmosféricos del Ártico. Hacia el sur, la baja temperatura invernal contrasta con las temperaturas relativamente altas que se registran en el verano. El nivel máximo de precipitaciones (500 mm en promedio) se da en la parte central de la llanura (unos 60oN), mientras que hacia el norte y el sur este nivel baja. En toda la zona, la pluviosidad se concentra durante el período vegetativo o la estación cálida. La cubierta de nieve desempeña una importante función en Siberia, pues en invierno define la profundidad de los suelos helados y en el verano determina las características hidrológicas.

En Siberia occidental, la temperatura media anual es de unos -4°C (en enero, -22° a -24°C; en julio, 16° a 17°C), la estación de crecimiento dura cerca de 85 días, el período de cubierta de nieve unos 190 a 200 días y las precipitaciones anuales oscilan entre 410 y 450 mm. En el sur, el clima se vuelve considerablemente más cálido: en el área comprendida entre los ríos Irtish y Yenisey, la temperatura media anual registra un incremento de -0.4° a -1°C (en enero, -18° a -21°C; en julio, 16.5° a 18°C), la estación de crecimiento dura 100 a 115 días, la cubierta forestal 175 a 190 días y las lluvias oscilan entre 410 y 550 mm.

En la taiga que se encuentra en forma esparcida en la porción oriental de la Meseta Siberiana central hay un clima continental, con escasas precipitaciones, primaveras secas e inviernos rígidos. Cada año el promedio de la temperatura varía de -11° a -13°C (en enero, -38° a -43°C; en julio, 14° a 17°C), el período vegetativo abarca 63 a 73 días, la cubierta de nieve dura 228 a 237 días y las precipitaciones oscilan entre 200 y 290 mm. Gran parte de esta zona está cubierta de hielos permanentes, que en el norte alcanzan grandes profundidades (hasta 600 m) y temperaturas muy frías (-8° a -12°C), lo que tiene un impacto crucial en la estructura y funcionamiento de los ecosistemas forestales. El estrato de fusión varía de 0.2 a 0.5 m en las tierras húmedas y de 0.5 a 0.8 m en los terrenos avenados.

Los glaciares de Europa septentrional prácticamente barrieron la tierra de la mayoría de las especies de plantas. Esta perturbación natural de enormes proporciones sigue manifestándose en la diversidad de las especies y la vegetación de la región, pues en casi todos los bosques boreales predominan solo unas pocas especies arbóreas de coníferas, principalmente piceas (Picea abies) en los suelos más húmedos y pinos (Pinus sylvestris) en los de mayor aridez. Al este del Mar Blanco, en las proximidades de los Montes Urales, también pueden hallarse especies de coníferas siberianas como Pinus sibirica, Abies sibirica y Larix sibirica. Las especies caducifolias como el abedul (Betula spp.), el álamo temblón (Populus tremula), el aliso (Alnus spp.) y el sauce (Salix spp.) son típicas de las etapas tempranas de sucesión forestal (especialmente el abedul y el álamo temblón) y pueden además formar rodales más pequeños entre las especies de coníferas. Las masas de árboles deciduos van unidas a la existencia de hábitats especiales, que con frecuencia se ven alterados por incendios o inundaciones, o pueden ocupar suelos de características particulares.

El cieno da lugar a singulares elementos paisajísticos en forma de mosaicos en los que figuran diversos tipos de bosques. En algunas zonas del norte de Finlandia, el cieno cubre casi la mitad de la superficie terrestre. En la parte meridional de esta zona pueden encontrarse turberas altas, que constan de un área central elevada de turba. Los pantanos en terrenos llanos o ligeramente en declive suelen constituir el tipo de cieno más común de la región boreal, y con frecuencia se entremezclan con extensiones más reducidas de aguas abiertas, turberas altas y terrenos firmes y más secos. Muchas de esas áreas, en particular en Escandia, se han avenado y en algunos casos en ellas se han construido zanjas con fines agrícolas o forestales. Las tecnologías modernas ofrecen la posibilidad de reestructurar y transformar los bosques boreales y el paisaje en gran escala.

En las zonas orientales de la Federación de Rusia, la distribución de la vegetación está determinada por la zonalidad y continentalidad del clima. La mayor humedad de la región occidental favorece la formación de bosques oscuros de coníferas (en los que prevalecen piceas y abetos) mientras que la mayor aridez y continentalidad de la parte oriental de esa zona estimulan el crecimiento de bosques de coníferas claros (principalmente de alerces, pero también de pinos en el sur).

Los pantanos y ciénagas dominan la taiga septentrional de la llanura siberiana occidental, y los bosques están restringidos a los valles fluviales bien avenados. En ellos crece prevalentemente el pino cembro de Siberia (Pinus sibirica), con una mezcla de abetos de Siberia (Picea obovata), abedules (Betula pendula) alerces siberianos (Larix sibirica) en el norte y abetos de crecimiento lento (Abies sibirica) en el sur. También se dan zonas extensas de bosques secundarios de abedules.

En la taiga central prevalecen turberas altas y de transición; y en los valles crecen habitualmente bosques esparcidos de cedros y poblados de abedules. En el sur, las tierras húmedas disminuyen considerablemente. En la taiga central y meridional, las tierras altas están cubiertas por bosques de cedros y piceas o de cedros, piceas y abetos. Hacia el sur, se observa un incremento de las formaciones de abedules (Betula pendula) y álamos temblones (Populus tremula). Asimismo, en las arenas drenadas crecen pinares con liquenes.

En la parte oriental del río Yenisey, la taiga de coníferas oscura deja paso a bosques de coníferas claros poblados de pinos y alerces. En el norte, y específicamente en la cuenca del río Podkamennaja Tunguska, predominan bosques de alerces y pinos y pinares con musgos. En los valles fluviales se hallan bosques de piceas y cedros, con poblaciones de abedules y álamos temblones. Montículos de turba cubren áreas de importantes dimensiones; y en el sur, prevalecen los pinos. En la cuenca del río Angara crecen los bosques más productivos de las especies asiáticas de pinos, y en los sitios más favorecidos el volumen de existencias en formación puede alcanzar 500 a 600 m³ por hectárea.

En la parte oriental, en Yakutia central, el alerce es la especie más importante. Las otras especies, sobre todo pinos y abedules, ocupan menos del 10 por ciento de las áreas arboladas. Hacia el norte, en la parte noroccidental de Yakutia y en parte de Evenkija y del distrito nacional de Taimir, bosques de alerces de la taiga septentrional se encuentran esparcidos en cerca del 95 por ciento de la superficie forestal. El pino enano (Pinus pumila) cubre un 4 a 5 por ciento de la superficie, y los abedules se encuentran muy rara vez. En el sur son frecuentes los bosques de alerces, que albergan en forma esparcida cubiertas de copas bajas de abetos de Siberia (Picea obovata).

MONTE CLARO DE TUNDRA BOREAL

En Europa, el monte claro de tundra boreal constituye una estrecha faja en la península de Kola y a lo largo del círculo polar ártico hasta los montes Urales. Más allá de los Urales, la zona se ensancha y se extiende hacia la costa del Pacífico. En esta zona, vastas áreas de tundra y vegetación cenagosa se alternan a bosques y arbustos esparcidos y poco productivos. La parte septentrional de la zona, que posee una anchura de 100 a 250-300 km, representa una "faja desarbolada inducida por el hombre" en la que se considera que la ausencia de bosques es consecuencia de una alteración natural o de carácter antropogénico, principalmente incendios.

El clima es frío pero húmedo. En la porción europea, el nivel medio de precipitaciones anuales oscila entre 700 mm en la península de Kola y 500 a 550 mm al este del río Pechora. En la península de Kola, la temperatura media anual es de -1° a -2°C (en enero, -10° a -12°C; en julio, 9° a 12°C). Los hielos permanentes son frecuentes aunque discontinuos.

Hacia el este, el clima sufre la fuerte influencia de masas de aire continentales y parcialmente marítimas procedentes del Ártico, que adquieren un carácter moderado sólo en el extremo oriental de esa zona. El invierno se torna aún más severo desde la costa hacia el interior, donde todos los territorios están sometidos a la presencia continua de hielos permanentes. El clima es todavía más rígido en Siberia central (entre los ríos Yenisey y Lena) pues allí la temperatura media anual disminuye entre - 12° a -15°C (en enero, -31° a -42°C; en julio, 11° a 14°C). Las temperaturas más bajas pueden alcanzar -58° a -65°C. El período vegetativo es muy corto y puede durar 35 a 60 días. Las precipitaciones anuales oscilan entre 240 y 400 mm, y en su mayor parte ocurren durante el período caluroso.

La vegetación de la porción europea de esta zona comprende montes claros de árboles bajos, que en su mayor parte alcanzan una altura de 4 a 6 m. Los rodales están integrados fundamentalmente por Betula pubescens subsp. czerepanovii y Picea obovata. Mientras que en el norte de la llanura rusa y en los Urales predomina la especie Picea obovata, poblaciones de Betula pubescens subesp. czerepanovii conforman los montes claros de las áreas suboceánicas de Europa nordoriental. Más hacia el este, en los suelos arenosos se dan montes abiertos de Larix sibirica en forma de pequeños rodales aislados. Con frecuencia, el cieno ocupa las depresiones húmedas y montes claros de tundra cubren las laderas y otros sitios bien avenados.

Al este de los Urales, suelen hallarse montes abiertos en los terrenos de menor altitud, que por lo general están mejor drenados, junto con tundra y cieno. En la parte meridional de esa zona, bosques esparcidos de coníferas se extienden paralelos a los valles fluviales, formando fajas de unos cuantos kilómetros de ancho. En la mayoría de los casos, los árboles tienen formas irregulares, y poseen troncos torcidos, con copas desiguales de forma abanderada, y a veces se asemejan a las plantas arbóreas rastreras. Los procesos criogénicos del suelo a menudo ocasionan el fenómeno del "bosque borracho". En los típicos bosques dispersos de Siberia occidental, la especie predominante es el alerce siberiano (Larix sibirica) junto con individuos de abetos de Siberia (Picea obovata). En Siberia central, predomina la especie Larix gmelinii y la picea constituye la cubierta de copas secundaria. En el este, y concretamente en la cuenca de los ríos Indigirka y Kolyma, las principales especies son Larix gmelinii y L. cajanderi. Esta última sustituye la especie L. gmelinii en la parte oriental del río Lena. Allí abundan pinos enanos (Pinus pumila) y formaciones espesas de sauces (Salix udensis, S. schwerin) y la superficie que ocupan sobrepasa a la de los bosques altos. En los valles fluviales crecen el álamo mongol (Populus suaveolens) y Chosenia arbutifolia. El límite septentrional de la vegetación arbórea se extiende a lo largo de los tramos del río Kolyma hacia el norte a unos 69°N y a cerca de 65°N en Chukotka, y se caracteriza por la presencia de álamos, Chosenia arbutifolia y poblaciones espesas de alisos.

SISTEMAS MONTAÑOSOS BOREALES

La zona montañosa boreal consiste en seis regiones montañosas aisladas (las tierras altas de Islandia, las tierras altas escocesas, las montañas de Escandinavia, los Montes Urales, la parte septentrional más alta de las tierras altas de Siberia central y los vastos territorios montanos que ocupan el sur de Siberia y cubren la mayor parte de Yakutia y el extremo oriente de Rusia).

En las montañas de Europa septentrional, la temperatura media anual se sitúa en casi todos los lugares en menos de 4°C. Únicamente en las zonas costeras del sur de Noruega alcanza 7°C. Las precipitaciones anuales ascienden a unos 400 mm en el este para aumentar hacia el oeste, si bien la precipitación orográfica a nivel local puede sobrepasar con creces este límite. En la parte oriental de la Federación de Rusia, el clima de esta zona es extremadamente variado pero por lo general severo. La cubierta de nieve suele ser abundante y perdura por un lapso considerable. Asimismo, predominan profundos hielos permanentes y continuos. El clima más áspero se registra en las tierras altas de Siberia central y las montañas de la zona nororiental de la Federación de Rusia. Allí, la temperatura media anual varía de -11° a -14°C, y en enero puede bajar entre -35° a -43°C, con temperaturas mínimas de hasta -50° a -60°C. Las temperaturas en el mes de julio oscilan entre 13° y 16°C, pero el período vegetativo en esas regiones dura solo de 60 a 80 días. Las precipitaciones anuales ascienden a 200-300 mm, principalmente en forma de nieve. Las condiciones son menos severas que en otras zonas de montaña, particularmente las que registran temperaturas mínimas (en enero) más elevadas. El volumen de precipitaciones es muy variable; así, por ejemplo, el Atai occidental, de mayor altitud, recibe hasta 2 000 mm de lluvias, que, junto con condiciones climáticas más bien cálidas, favorecen el crecimiento de bosques de coníferas oscuros. En el Altai oriental, de menor altitud, las precipitaciones disminuyen visiblemente, estimulando así el desarrollo de bosques de alerces.

Los montes claros de abedules se hallan ampliamente distribuidos en la porción europea de esta zona ecológica, y se componen de bosques abiertos en menor o mayor grado de Betula pubescens subesp. czerepanovii, y parcialmente de pinos (Pinus sylvestris) en las áreas orientales. Más allá del límite de la vegetación arbórea la vegetación forestal se ve reemplazada por vegetación boreal alpina así como por vegetación nevosa y subnevosa. En Islandia, las alturas de mayor altitud albergan en forma esparcida vegetación pionera montañosa, mientras que en las tierras altas escocesas turberas, brezales y vegetación arbustiva enana cubren las colinas cercanas. En los montes Urales, son comunes los bosques de coníferas (Picea obovata, Pinus sibirica y Abies sibirica).

En los vastos territorios montanos de la parte oriental de la Federación de Rusia, la distribución de la vegetación forestal, la composición de las especies y la productividad de los bosques presentan muchas variaciones. En particular, las variaciones en la localización de la vegetación y los bosques, dependen de factores como la ubicación geográfica, el clima, la altura de los sistemas montañosos, la orientación de las laderas, etc. Si bien en el norte la temperatura representa un factor restrictivo importante, el volumen de las precipitaciones y la humedad del aire determinan la distribución de los bosques según la altitud.

En la meseta siberiana central, crecen bosques de alerces (Larix gmelinii) a una altura de 750 a 850 m en la parte meridional y de 450 a 600 m en las laderas septentrionales que dan hacia el sur. En las zonas centrales y septentrionales de la meseta, los bosques cubren solo pequeñas áreas en las desembocaduras de algunos ríos. La taiga de coníferas oscura predomina en el Altai occidental, la cordillera de Salair, Kusnetsky Ala-Tau y la parte norte de Sajan occidental. Por encima de los bosques de álamos temblones situados en las estribaciones y poblados también de abetos (Abies sibirica) encontramos una faja de taiga de abetos ("chernevaja") a una altura que oscila entre 400-600 a 800-900 m, con álamos temblones en las partes más bajas y pinos cembra de Siberia (Pinus sibirica) en las zonas de mayor altura. En las elevaciones superiores (hasta 1 400-1 500 m) se hallan los típicos bosques de coníferas oscuros en los que predominan el cedro y el abeto, junto con una reducida población de piceas. Los bosques de cedro ocupan una faja subalpina en las alturas entre 1 500 y 1 800 m. La faja forestal más elevada (1 800 a 2 400 m) está por lo general compuesta de bosques de cedros y alerces. En el Altai oriental se observa una zona muy desarrollada de bosques de alerces. Los bosques de la región de Tuva están poblados principalmente por alerces, que cubren el piedemonte y las montañas de altura mediana (hasta 1 400 m). Más arriba de esos bosques, se halla una estrecha faja de cedros, que por lo general se da en la parte oriental de Tuva (hasta 1 700 a 1 900 m).

En el paisaje montañoso que rodea el lago Baikal el alerce suele prevalecer en forma absoluta, y por lo general va unido al cedro y la picea (Picea obovata), con ejemplares de Pinus pumila en el sotobosque. El pino enano y el aliso conforman una faja subalpina. En los valles fluviales crecen pinares, y hacia el este abundan los pinos y abedules mientras que hay escasas especies de coníferas oscuras. En el este pueden encontrarse bosques de alerces y pinos considerablemente productivos, en particular en las cadenas montañosas más cercanas a la costa del Pacífico.

Por lo que se refiere a las montañas de la parte sudoccidental de Rusia asiática, en el norte la vegetación forestal adquiere la forma de bosques de alerces en los suelos fríos y de piceas (Picea ajsnensis) en los suelos más cálidos, con mezclas de poblaciones suplementarias de Abies nephrolepis, Betula platyphylla y Pinus sylvestris. En la faja inferior son comunes los álamos (Populus maximoviczii), los cerezos alisos (Padus asiatica y P. maackii) y otros árboles. La especie Pinus pumila está ampliamente distribuida en las zonas montañosas altas. Hacia el sudeste, la vegetación forestal comprende piceas (Picea ajanensis) y abetos (Abies nephrolepis), con algunas poblaciones suplementarias de pinos rodenos (Pinus koraiensis) y algunas especies de frondosas. El pino, junto con la picea, el abeto y varias especies de frondosas, incluida la Tilia amurensis, y algunos arces (Acer spp.), entre otras, constituyen un tipo de bosque corriente. Mezclas adicionales de Fraxinus mandshurica, Ulmus laciniata y Juglans mandshurica forman una faja de bosques mixtos de coníferas y latifoliadas de considerables proporciones, en su mayor parte situados en los valles fluviales y las zonas bajas de las montañas. Los bosques de Pinus koraiensis se han reducido significativamente en los pasados decenios debido a una inadecuada manejo. Las tierras bajas de los cursos inferiores del río Amur están cubiertas de bosques de piceas y abetos, que conforman una de las áreas principales del cinturón forestal de Sikhote-Alin septentrional y central.

En el nordeste de la Federación de Rusia (tierra alta de Yukagir), existen amplias áreas cubiertas de bosques esparcidos de alerces (Larix cajanderi), poblados de una única especie, o en conjunción con poblaciones de Betula cajanderi. Asimismo, en los valles fluviales crecen ejemplares de Chosenia arbutifolia y álamos. Por su parte, el pino enano (Pinus pumila) se da tan sólo en un área de pequeñas dimensiones a causa de la severidad del clima. En la zona central, en la que predominan los sistemas montañosos de Vekhojansky y las cadenas de Chersky, a una altura de 1 400 a 1 800 m está presente una zona subalpina de Pinus pumila. En las laderas meridionales, algunos bosques de alerces forman una faja a una altitud comprendida entre 500 y 1 400 m, mientras que las zonas de menor altura y los valles fluviales están cubiertos de bosques con una población relativamente abundante de alerces, cuya productividad se ve con frecuencia disminuida como consecuencia de los incendios forestales. En la zona costera del mar de Okhotsk pueden observarse a diferentes altitudes cuatro fajas principales, las cuales consisten, partiendo de la menos elevada, en bosques poblados de alerces (en promedio hasta 400 a 500 m); bosques esparcidos de alerces con individuos de Pinus pumila (desde unos 400-500 m hasta 700-1 200 m); una zona subalpina en la que predomina la especie Pinus pumila (por lo general por encima de 700-1000 m hasta 900-1 400 m), que cubre más del 50 por ciento de la superficie; y tundra de montaña. Hacia el oeste, en la tierra alta de Oimjakon, la continentalidad del clima registra un notable incremento. La especie Pinus pumila desempeña un importante papel en la zona subalpina, en la que las precipitaciones son más abundantes. También la especie Larix cajanderi es una de las principales especies forestales, y a veces se halla mezclada con abedules y álamos.

En los bosques de la zona costera de Kamchatka, que registra un clima moderado, frío y muy húmedo, prevalecen el abedul de Erman (Betula ermanii) que da forma a particulares bosques abiertos parecidos a parques. En la costa oriental pueden hallarse pinos enanos (Pinus pumila), alisos espesos (Duschekia kamtschatica) y turberas herbáceas de Sphagnum con poblaciones de Myrica tomentosa; mientras que la costa occidental alberga turberas altas de Empetrum sibiricum, Myrica tomentosa y Carex middemdorfii. En las depresiones montanas a lo largo del río Kamchatka, sus fondos y estribaciones están cubiertos de bosques de alerces y, en algunas zonas de dimensiones reducidas, de piceas. Cuesta arriba hay una zona de bosques de abedules parecidos a parques, acompañados de Pinus pumila y Duschekia kamtschatica. Los picos están cubiertos de tundra de montaña. En la parte septentrional de la isla de Sakhalin predominan los bosques de alerce (Larix kurilensis), mientras que en la costa y en el límite de la vegetación arbórea hay bosques de Pinus pumila y formaciones esparcidas de Betula ermanii. Además, en la parte central de la isla crecen bosques muy productivos de piceas (Picea ajanensis) y abetos (Abies sachalinensis). En la zona meridional existen elementos de flora nemoral, como Quercus mongolica, Fraxinus mandshurica y otras especies. Los sotos de bambú (Sasa kurilensis) cubren áreas considerables, especialmente en la parte meridional de la isla, como resultado de los intensos incendios forestales ocasionados por los humanos.

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