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Capítulo 44. América del Sur no tropical


Figura 44-1. América del Sur no tropical: mapa de la cubierta forestal

1. Argentina

2. Chile

3. Uruguay

4. Islas Malvinas o Falkland

Islas Malvinas o Falkland también se sitúan en esta subregión. Argentina es el país más grande, con una superficie de la tierra que alcanza un total de 2.73 millones de kilómetros cuadrados, le sigue Chile, con 0.74 millones de kilómetros cuadrados y Uruguay[55] con 0.17 millones de kilómetros cuadrados. El total del área de la tierra es de 3.66 millones de kilómetros cuadrados. Esta región de América del Sur, se sitúa sobre y al sur del Trópico de Capricornio, y alberga ecosistemas subtropicales y templados. El clima de la mayor parte de la subregión tiene cuatro estaciones bien definidas, siendo los inviernos frescos y los veranos cálido, como es típico en la zona templada. La parte sur de Chile y Argentina, a través del estrecho de Magallanes, pertenece a la zona Antártica y alberga vastas áreas cubiertas de nieve permanente o hielo (Figura 44-1).

Varias especies de árboles de coníferas y latifoliadas, típicas de las zonas templadas forman parte de la flora nativa, pero las plantaciones forestales manejadas de manera intensiva, establecidas en el curso de las últimos tres decenios están reemplazando las formaciones forestales naturales. La actividad humana efectuada desde que se establecieron los asentamientos coloniales, entre ellos grandes haciendas y granjas establecidas desde principios del siglo veinte, también ha cambiado el paisaje de vastas áreas que originalmente estaban recubiertas de bosques naturales y formaciones arbustivas. La estepa templada, que se localiza principalmente en la parte sur de Argentina, constituye la ecozona dominante de ese país. Los bosques oceánicos templados son muy importantes en la parte centro-meridional de Chile. Algunas de las áreas meridionales de Chile y Argentina forman parte de la ecozona de bosques polares. Las partes septentrionales de Argentina, Chile y Uruguay están recubiertas de bosques subtropicales y de formaciones arbustivas.

En Argentina, se pueden identificar cuatro climas diferentes, asociados a formaciones forestales correspondientes. La primera está constituida por las montañas templadas del sur de los Andes, las cuales son muy montañosas y frías. La segunda es la formación del chaco situada en la frontera entre Paraguay y Bolivia (una zona subtropical típicamente semiárida). Las así llamadas pampas, que constituyen una zona sin árboles muy plana, situada en la parte central del país, en donde se ubican las grandes haciendas ganaderas. La zona de la Patagonia tiene estepas desoladas y suelos pobres.

Chile cuenta con tres ecozonas contrastantes: la parte norte del desierto de Atacama; la parte central de los Andes del sur templados; y, la parte sur, de clima boreal recubierta de bosques boreales.

Los pastizales predominan en las partes central y sur del Uruguay mientras que la parte norte se encuentra predominantemente recubierta por las llamadas serranias que cuentan con montañas bajas o colinas. Casi el 90 por ciento del área del país está ocupada por granjas agrícolas o ganaderas.

RECURSOS FORESTALES

La cubierta forestal total estimada (bosques y otras tierras boscosas) en 1990 era de 68 453 000 ha, de las cuales 43 283 000 ha se situaban en los bosques (densos y abiertos), que representan aproximadamente el 12 por ciento del total de la tierra. En 2000, el total de la cubierta de bosques se estimó en 51 476 000 ha. Los bosques naturales de la subregión representan aproximadamente el 5 por ciento del total de bosques de América del sur, es decir el 0.85 por ciento de bosques del mundo. Este porcentaje equivale al 10 por ciento de los bosques templados del mundo, pero los bosques naturales ya no constituyen el principal recurso maderero en esta parte del mundo, en donde, como mencionamos anteriormente, las plantaciones forestales están remplazando rápidamente a los bosques nativos. Sin embargo, en las áreas rurales pobres de Chile y Argentina, la leña proveniente de la vegetación leñosa natural aún proporciona entre el 35 y el 50 por ciento de la energía que se consume en forma de leña. Las plantaciones forestales estimadas en la región alcanzan un total de 3 575 000 ha. Chile tiene el área de plantaciones más basta, más de 2 millones de hectáreas Figura 44-2, Tabla 44-1).

Tabla 44-1. América del Sur no tropical: recursos forestales y manejo

País/área

Área de la tierra

Área del bosque 2000

Cambio del área 1990-2000 (total de bosques)

Volumen y biomasa por encima del suelo (total de bosques)

Bosques bayo a plan de manejo

Bosques naturales

Plantaciones forestales

Total de bosques

000 ha

000 ha

000 ha

000 ha

%

ha/cápita

000 ha/año

%

m3/ha

t/ha

000 ha

%

Argentina

273 669

33 722

926

34 648

12.7

0.9

-285

-0.8

25

68

-

-

Chile

74 881

13 519

2 017

15 536

20.7

1.0

-20

-0.1

160

268

-

-

Uruguay

17 481

670

622

1 292

7.4

0.4

50

5.0

-

-

99

8

Islas Malvinas o Falkland

1 217

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

Total de América del Sur no tropical

367 248

47 911

3 565

51 476

14.0

0.9

-255

-0.5

67

130

-

-

Total de América del Sur

1 754 741

875 163

10 455

885 618

50.5

2.6

-3 711

-0.4

125

203

-

-

TOTAL MUNDO

13 063 900

3 682 722

186 733

3 869 455

29.6

0.6

-9 391

-0.2

100

109

-

-

Fuente: Apéndice 3, Tablas 3, 4, 6, 7 y 9.

El sector forestal en Chile aporta más del 10 por ciento del PIB. Las exportaciones han alcanzado un total de cerca de US$2 mil millones anuales durante los últimos tres años, principalmente productos como pulpa, papel y madera aserrada (pino). La política forestal nacional en Chile está dirigida a integrar las plantaciones forestales y el manejo de los bosques nativos en sistemas productivos como parte del patrimonio natural del país (FAO 2000).

Argentina se encuentra seriamente preocupada por la situación de su cubierta forestal natural, la cual ha sido reducida a menos del 13 por ciento de la superficie total de la tierra. Se está llevando a cabo un inventario forestal, con el fin de evaluar la situación de manera exhaustiva, y se espera que los resultados finales estarán disponibles a mediados de 2001. Las plantaciones forestales están recibiendo un fuerte apoyo por parte del Gobierno, mediante la Ley No. 25.080 aprobada recientemente (FAO 2000) asimismo, este desea revertir el flujo de déficit actual en materia de productos forestales (US$1 mil millones en 1999).

Uruguay cuenta con la cantidad más pequeña de cubierta forestal en América del sur, sólo el 5.72 por ciento de su área total. La política forestal actual en Uruguay es similar a la de Argentina, por ejemplo, preservar los bosques naturales, al tiempo que se amplían las áreas reforestadas del país. En ambos casos, los gobiernos están proporcionando algunos incentivos económicos o subsidios, especialmente para la reforestación (FAO 2000).

Las plantaciones son definitivamente la actividad forestal más importante en estos tres países, los cuales proporcionan más del 90 por ciento de la madera para el consumo local y para la exportación. Chile prácticamente compensa la deforestación anual de los bosques naturales con las plantaciones, pero éstas se establecen utilizando especies exóticas tales como el Eucalyptus spp. y Pinus radiata, que comprenden respectivamente, el 17 el 83 por ciento del área plantada en total. El mismo porcentaje se aplica aproximadamente al Uruguay. En lo que se refiere a Argentina, el 50 por ciento de las plantaciones son coníferas, el 30 por ciento Eucalyptus spp., el 16 por ciento Salix spp. y Populus spp. y el 4 por ciento está constituido por otras especies. Estos tres países cuentan con incentivos económicos o fiscales para las plantaciones, los cuales subsidian parte de los costos de la reforestación, poda y aclareo.

Entre 1992 y 1998, se sembraron 220 000 ha de bosque, proporcionando 35 000 nuevos empleos y representando una inversión de más de 1.2 mil millones de dólares EE.UU. en el sector de la industria forestal. Mientras que especies valiosas y especies nativas forman parte del plan de reforestación, los subsidios concedidos representan un 20 por ciento adicional.

La biomasa forestal por hectárea es considerablemente menor que en las plantaciones, alcanzando un promedio de 60 toneladas por hectárea, mientras que las plantaciones alcanzan más de 120 toneladas por hectárea.

MANEJO Y USOS DE LOS BOSQUES

Uruguay fue el único país situado en América del sur no tropical que proporcionó información de índole nacional acerca del área de bosques naturales sujetos a manejo, según se informa en la reunión de la Comisión Forestal de la FAO para América Latina y el Caribe realizada en 2000 (Tabla 44-1). Uruguay informó que 99 000 ha, que equivalen al 8 por ciento de su área total de bosques en 2000, estaba sujeta a manejo. Sin embargo, se llevaron a cabo esfuerzos considerables para comenzar a establecer el marco de trabajo para la ejecución en el campo de prácticas de manejo forestal sostenible en la subregión y casi todas las áreas sembradas fueron consideradas como sujetas a manejo bajo la vigilancia de los servicios forestales.

Chile está iniciando un programa muy interesante para el manejo de los bosques naturales. El plan contempla someter 35 000 ha de bosques naturales a manejo sostenible dentro de los próximos cinco años, a partir de 1998. Sin embargo, al final de 1999, habían sido aprobados más de 30 000 ha y 640 planes de manejo, los cuales representan el 86 por ciento de la meta establecida. Un proyecto especial denominado Bosque Modelo Chiloe tuvo inicio en 1998 como proyecto piloto para promover la conservación de bosques y el uso sostenible de los bosques naturales y sistemas asociados. Después de terminar el inventario forestal nacional, que es financiado por el Banco Mundial, Argentina está tomando en seria consideración la ejecución de un programa de manejo sostenible de los recursos naturales. Uruguay está planeando incorporar el 20 por ciento de toda el área de bosques naturales al manejo sostenible a mediano plazo. Durante 1998-1999, más de 16 000 ha fueron incorporadas al manejo forestal sostenible. La segunda fase de elaboración del mapa de los bosques mediante imágenes de satélite TM casi se encuentra terminado (INFOR 1992).

Figura 44-2. América del Sur no tropical: área de bosque natural y plantaciones forestales en 2000 y variaciones netas del área entre1990 y 2000

Otra característica común de estos países es el marco de la propiedad. Prácticamente toda la tierra es de propiedad privada, incluyendo los bosques naturales. Sólo las reservas nacionales y las unidades equivalentes pertenecen al estado o se encuentran dentro del ámbito público.

Argentina terminará su primer inventario nacional de las plantaciones forestales, junto con un inventario nacional de las formaciones de bosque natural en 2001. Chile recientemente completó el Catastro Forestal Nacional, que proporciona una información muy detallada sobre los bosques naturales y sembrados en todo el país, provincia por provincia, región, tipo de bosque, especie, extensión etc. (Universidad Austral de Chile et al. 1999).

Los incendios forestales constituyen un problema. En Argentina, más de 2 000 incendios hicieron arder 171 277 ha durante el período comprendido entre 1997 y 1998. Las áreas más seriamente afectadas fueron las formaciones naturales (el 57 por ciento eran áreas de arbustos y pastos, el 41 por ciento bosques nativos y el 2 por ciento plantaciones). Las plantaciones de las especies Populus y Salix también fueron gravemente atacadas por pestes de insectos. En Chile, más de 84 000 ha de bosques naturales fueron afectados por los incendios hasta 1998 y más de 56 000 ha lo fueron en 1999. No existen informes sobre incendios ocurridos en las plantaciones. No se han registrado problemas debidos a incendios forestales o pestes en Uruguay durante los últimos años (FAO 2000).

Cuando las actividades de conservación de suelos no constituyen el principal objetivo, en estos tres países la conversión de los bosques naturales o bosques nativos a tierras agrícolas requiere de una autorización especial por parte de las autoridades forestales. En Chile, se autorizó para que más de 10 000 ha de bosques naturales fueran convertidas a la agricultura durante los últimos dos años (1998 and 1999).

El total de extracciones anuales fue superior a 50 millones de metros cúbicos, la mayor parte de las cuales provenía de las plantaciones. Chile está talando más de 15 millones de metros cúbicos y produce 4.5 millones de metros cúbicos de madera aserrada, 2.2 millones de metros cúbicos de pulpa y 0.64 millones de metros cúbicos de papel y cartón. Argentina está cortando aproximadamente 10 millones de metros cúbicos de madera a partir de las plantaciones forestales y produce 0.87 millones de metros cúbicos de madera aserrada, 0.75 millones de metros cúbicos de madera en chapa, 0.72 millones de metros cúbicos de pulpa y, 0.98 millones de metros cúbicos de cartón. La cosecha anual total en Uruguay asciende a 1.1 millón de metros cúbicos de madera industrial y 1.7 millones de metros cúbicos de leña.

CONCLUSIONES Y TEMAS

Los tres países situados en la zona templada de América del sur han actualizado constantemente su marco de trabajo en materia de políticas forestales, especialmente en lo que se refiere a la promoción de la reforestación a través de incentivos económicos o subsidios al sector privado. Esto produjo la siembra de más de 150 000 ha anuales de bosques nuevos en el curso del último decenio. Más del 90 por ciento de las extracciones anuales y del suministro de madera proviene de las plantaciones forestales, a excepción de la leña, que proviene, en su mayor parte, de las formaciones naturales (FAO 2000).

Las formaciones de bosques naturales se redujeron drásticamente durante y después del período colonial, especialmente desde el principio del siglo veinte. Vastas áreas de tierras forestales, particularmente en Argentina y Uruguay, fueron convertidas en tierras agrícolas y de pasto. En Chile, la conversión de los bosques nativos a tierras agrícolas fue un fenómeno predominante y, en algunos casos, los bosques naturales fueron remplazados parcialmente por las plantaciones forestales. De acuerdo a las políticas adoptadas recientemente y a los marcos de trabajo legislativos vigentes en estos países, la deforestación de los bosques naturales tiene que detenerse o ser drásticamente reducida. Es necesario conceder una alta prioridad a la preservación de las áreas naturales y la restante cubierta forestal. Se propuso la realización de inventarios forestales detallados de alcance nacional, tanto para los bosques naturales, como para las plantaciones. Los planes de manejo sostenible tienen que ser ejecutados junto con el sector privado y con la activa participación de la población local y de los agricultores. Según esta nueva política, las actividades forestales deberían ser incorporadas a los sistemas agrícolas (FAO 2000).

En lo que se refiere a porcentajes, la tasa de deforestación es muy baja (Chile) o la reforestación es superior a la deforestación (Uruguay). Sin embargo, esto se debe al hecho de que los recursos naturales fueron reducidos a una cantidad mínima y las plantaciones forestales se han vuelto la actividad primaria en el sector forestal durante los últimos tres o cuatro decenios (FAO 2001).

Los esfuerzos realizados recientemente por Argentina, Chile y Uruguay a fin de evaluar sus recursos forestales en el ámbito nacional y el desarrollo de planes de manejo sostenible demuestran la seria preocupación de estos países por el estado en que se encuentran sus bosques. La adopción de criterios e indicadores de acuerdo al Proceso de Montreal también tiene una alta prioridad, junto con el fortalecimiento de la conservación de los bosques naturales y ecosistemas.

BIBLIOGRAFÍA

FAO. 2000. National reports of Argentina, Chile and Uruguay. Latin American and Caribbean Forestry Commission (LACFC), 21st session, September 2000, Bogota.

FAO. 2001. Forest cover assessment in the Argentinean regions of monte and espinal, by D. Altrell. Roma.

FAO. In press. Causas y tendencias de la deforestación en América Latina, by J. Malleux. Roma.

Instituto Forestal de Chile. INFOR. 1992. El sector forestal en Chile. Santiago.

Universidad Austral de Chile & Universidad Católica de Temuco. 1999. Catastro y evaluación de recursos vegetacionales nativos de Chile. Santiago, Corporación Nacional Forestal (CONAF)-Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA).


[55] Para mayores detalles por país, consulte www.fao.org/forestry

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