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15. INFORME SOBRE EL DESARROLLO DE LA ACUICULTURA EN VENEZUELA

por

Manuel Martinez Espinosa
Coordinador Encargado del Programa de Producción Agrícola Pesquera
Dirección de Producción Agrícola
Universidad Simón Rodriguez
Apdo. 47253, 1041-A Caracas

y

Juan José Salaya
Jefe del Departamento de Estudios Ambientales y de la
Sección de Tecnología Pesquera y Acuicultura de INTECMAR
Universidad Simón Bolivar
Apdo. 80659, Caracas 108

15.1 Breve historia

Las primeras actividades de acuicultura en Venezuela se iniciaron en 1937 con la importación de la trucha y su cultivo en los Andes. Esto generó una pequeña producción y algunos trabajos de investigación. En 1960, el Instituto Oceanográfico de la Universidad de Oriente (UDO) y el Centro de Investigaciones Pesqueras del Ministerio de Agricultura y Cría (MAC), en Cumaná, comenzaron a prestarle atención al cultivo del mejillón (Perna perna) y de la ostra (Crassostrea rizophorae), desde el punto de vista científico y tecnológico, lo cual determinó el desarrollo del cultivo comercial del mejillón.

El Proyecto MAC/PNUD/FAO/VEN/72/017 “Investigación y Desarrollo de la Pesca y la Piscicultura Continental” que funcionó desde 1974 hasta 1977 le dio el primer impulso de importancia a la investigación en piscicultura de aguas cálidas, centrando su tarea en la estación de piscicultura de Guanapito (Estado Guárico), en las especies cachama (Colossoma spp.), palometa (Mylossoma duriventris), y coporo (Prochilodus spp.). En esta misma época el Ministerio de Agricultura y Cría inició un programa de investigación sobre el cultivo de la ostra (Crassostrea virginica) en los caños de Guariquén, Edo. Sucre.

En 1975 se realiza en Caracas la Primera Reunión Consultiva Regional de Planificación de la Acuicultura, organizada por PNUD/FAO y el MAC. En 1976 inicia sus actividades la estación de investigación de piscicultura de la Universidad de la Región Centro Occidental “Lisandro Alvarado” (UCOLA), que pone énfasis en la reproducción de la cachama y la palometa. En este mismo año comienza a funcionar la estación de investigación de piscicultura Don Bosco (privada), en Carrasquero, Edo. Zulia.

En 1977 se establece la mención acuicultura marina dentro de la licenciatura en Biología que otorga la UDO, Núcleo Nueva Esparta, y se comienzan proyectos de investigación de diferentes especies marinas susceptibles de ser cultivadas, entre las que destacan el camarón (Penaeus spp.), lisa (Mugil curema), lebranche (Mugil liza) y pámpano (Trachinotus spp.). En este mismo año se realiza en Maracay el Primer Simposio de la recién creada Asociación Latinoamericana de Acuicultura (ALA).

En 1978, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT) auspició en Cumaná la Primera Reunión de Trabajo sobre el Desarrollo de la Acuicultura en Venezuela. En el mismo año se pone en marcha un proyecto piloto para el cultivo comercial de la ostra (Crassostrea virginica) que dio buenos resultados con respecto a la producción pero fracasó en la comercialización y el mercadeo. El cultivo de mejillón también sufrió un duro revés en este año debido al problema del turbio o marea roja que prácticamente paralizó esta actividad sin que hasta la fecha se haya podido hallar una solución adecuada.

En el año 1978 se inició un proyecto de piscicultura extensiva que en conjunción con estudios del recurso pesquero de la zona, ha dado hasta ahora resultados muy alentadores. Dicho proyecto fue adelantado por la Corporación Venezolana de Guayana, en el área de su influencia.

En 1980 la Fundación La Salle, en su estación de investigaciones marinas del Estado Nueva Esparta, comenzó un proyecto que estudia la posible introducción para su cultivo, del camarón de agua dulce (Macrobrachium rosenbergii).

Durante el período 1975–1982, otras instituciones, además de las citadas, han venido realizando esfuerzos en el campo de la investigación y la docencia en el área de la acuicultura. Son estas la Universidad Simón Bolívar, Universidad Simón Rodríguez, Universidad del Táchira y Fundación Científical Los Roques.

En el campo comercial destaca en 1982 la instalación de la primera granja en el país con este tipo de orientación. Aquafin es una empresa privada que funciona en Boca de Aroa, Estado Falcón, y tiene en la actualidad 22.5 ha de espejo de agua que ha sembrado con cachamas.

Por último cabe mencionar que a fines de 1982 se celebró la Primera Reunión de la Asociación Venezolana de Acuicultura (AVEA), en la que se presentó una sinopsis del estado actual de la acuicultura en Venezuela, en lo referente a las técnicas de cultivo y de las especies con las que se ha trabajado hasta la fecha, así como los principales problemas encontrados.

15.2 Instituciones que trabajan en acuicultura a nivel de investigación o comercial, y superficie bajo cultivo

En investigación, entre las instituciones públicas se encuentran: Universidad de Oriente, Universidad Simón Rodríguez, Universidad Simón Bolívar, Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado, Universidad Central de Venezuela, Universidad del Táchira, Instituto Agrario Nacional, Corporación Venezolana de Guayana, Ministerio de Agricultura y Cría.

Entre las privadas: Fundación La Salle de Ciencias Naturales, Fundación Científica Los Roques, Granja Don Bosco.

La superficie total bajo cultivo es de aproximadamente 25 ha entre lagunas y tanques. Existen tres criaderos de truchas y cuatro de especies de aguas cálidas dedicadas casi exclusivamente a la cachama.

Referente a la acuicultura comercial, cabe distinguir el sector de agua dulce del marino. En agua dulce existen cuatro truchifactorias en producción, Santo Domingo, Moconoque, Monterrey y Paraíso. En aguas cálidas hay dos granjas que cultivan cachamas en forma intensiva, Aquafin, Estado Falcón y Pablo Rodríguez, en el Estado Aragua. A nivel extensivo hay una serie de lagunas sembradas en la zona del Orinoco (CVG) y un cierto número de pequeños proyectos piloto en diferentes partes de Venezuela.

La superficie utilizada hasta este momento en cultivo intensivo es de unas 50 ha, y el resto, que incluye la explotación extensiva y los proyectos piloto, ocupa otras 50 ha.

En la acuicultura comercial marina existen dos empresas mejilloneras privadas que ocupan unas 5 ha y una cooperativa que cultiva ostra en unas 10 ha y otra empresa de índole privada que abarca 5 ha.

15.3 Recursos humanos

Se estima que hay aproximadamente 40 profesionales trabajando en el área de la acuicultura, 35 en el campo de la investigación y 5 en el sector comercial. Igualmente se estima en 120 personas el número de involucrados en esta actividad a nivel técnico. De ellos, 70 trabajan en investigación y 50 en el sector comercial.

15.4 Nivel de financiamiento

Se ha estimado en 40 millones de bolívares la inversión realizada hasta la fecha en acuicultura. De estos, el 50 por ciento corresponden a actividades de investigación y el 50 por ciento a las comerciales.

15.5 Planes operativos en preparación a corto o mediano plazo (nivel comercial)

(a) Aquafin. Granja de piscicultura intensiva de cachama, en producción, situada en Boca de Aroa, Estado Falcón. En la actualidad tiene 22.5 ha sembradas y ha programado llegar a las 50 ha para 1985.

(b) Pablo Rodríguez. Granja de piscicultura intensiva de cachama, en producción, situada en el Estado Aragua. En la actualidad tiene 4 ha sembradas, y está orientada principalmente a la venta de alevines, con planes de expansión.

(c) González y Linares. Granja en fase final de construcción para el cultivo de cachama, ubicada en El Vigía, Estado Mérida. En la actualidad tiene 12.5 ha de espejo de agua.

(d) Asociación de piscicultores en la zona del Estado Táchira. Grupo de lagunas artificiales que suman unas 10 ha destinadas al cultivo de cachama.

(e) Proyecto piloto de cultivo de camarón (Penaeus spp.). En la actualidad se está gestionando un crédito para la fase piloto experimental por un monto de 1,2 millones de bolívares, que se llevará a cabo utilizando la infraestructura existente en la Universidad de Oriente, Núcleo Nueva Esparta. Para la subsiguiente fase de producción se prevé la construcción de una granja de 250 ha con una inversión del orden de los 50 millones de bolívares.

15.6 Existencia de acuerdos de colaboración y asistencia técnica con otros países

En la actualidad no existe ningún acuerdo de asistencia técnica. En años anteriores ha habido los siguientes convenios:

  1. Proyecto MAC/Gobierno francés

  2. Proyecto MAC/FAO/PNUD (VEN/72/017)

  3. Proyecto MAC/FAO/PNUD (VEN/77/008)

  4. Proyecto MAC/FAO/PNUD (VEN/79/002)

  5. Fondo de Inversiones de Venezuela - Sr.J. Broom (Selección de sitios y factibilidad para el cultivo de Penaeus spp.)

  6. Corpozulia/Expertos coreanos (Factibilidad técnica para el cultivo de Crassostrea virginica)

  7. Corpozulia/Groton Bio Industries (Factibilidad del cultivo de Penaeus schmitti).

Los tres últimos convenios no serán comentados puesto que tan sólo generaron informes de factibilidad que todavía no han sido implementados.

15.7 Evaluación personal de la efectividad de la asistencia técnica recibida hasta la fecha

Los aspectos positivos de la asistencia externa en relación a los proyectos MAC/PNUD/FAO podrían resumirse en los siguientes puntos:

Como aspectos negativos, en relación al proyecto MAC/Gobierno francés:

15.8 Problemas encontrados en el desarrollo de la acuicultura

(a) Planificación

No existe una planificación que oriente el desarrollo de la acuicultura en el país. El presente trabajo es parte de un esfuerzo que en la actualidad se está haciendo en ese sentido.

(b) Problemas biológicos

Contaminación biológica por efecto de la marea roja o turbio producida por los dinoflagelados (Gesnerium mochimaensis y Noctiluca scintillans) que ha incidido negativamente en el cultivo de mejillón.

Fijación, competidores y fragilidad de la concha en el cultivo de la ostra (Crassostrea rizophorae). Estos problemas no se presentan en el cultivo de Crassostrea virginica.

Enfermedades que se presentan en el cultivo de diferentes especies, y que se deben casi siempre a factores nutricionales y de manejo.

(c) Especies exóticas

En Venezuela sigue vigente la ley que prohibe la introducción, transporte y cultivo de especies exóticas. El comienzo de la investigación para el posible cultivo de Macrobrachium rosenbergii, ha vuelto a traer a la palestra la vieja discusión sobre este delicado tema. Creemos que además de las importantes consideraciones de tipo ecológico, el resultado de la política de prohibición ha evitado una distribución de esfuerzos humanos y materiales que hubiera podido afectar negativamente el desarrollo de técnicas para el cultivo de nuestras especies. La cachama constituye el primer caso de una especie autóctona que sí sirve para el cultivo en contra de una supuesta evidencia científica que pretendía haber agotado los estudios dirigidos a ese fin, y afirmaba que dentro de nuestra variadísima fauna, no existían especies adecuadas para el cultivo. Las excepciones que pudieran surgir deberían ser el resultado de la aplicación de criterios que deben ser cuidadosamente discutidos y definidos.

(d) Mercadeo

En la actualidad el mercadeo de los productos de la acuicultura es realizado por el sector privado, sin una organización central y con muy poco control estatal. No existe ningún control efectivo de precios a nivel de productor ni de consumidor. Este problema ha sido determinante en el caso del mejillón y la ostra y en menor grado, en el caso de la trucha. La demanda de las especies cultivadas es relativamente baja y esto hace que los márgenes de ganancia a nivel de detallista sean menores que los que se obtienen con otros productos pesqueros. En este sentido, es importante la promoción para el aumento de la demanda de los productos cultivados.

(e) Económicos

En el caso particular del cultivo de la trucha, el alto costo del alimento concentrado, que a su vez es consecuencia de la pequeña demanda que hay de este insumo.

El alto costo del movimiento de tierra así como el de los demás componentes de la infraestructura incide negativamente en la relación costo-beneficio y coloca al sector en desventaja ante otras posibles inversiones.

Puede decirse que en general existe capacidad financiera para un desarrollo moderado de la acuicultura. Constituye una fuerte limitación la inexistencia de mecanismos adecuados capaces de dirigir estos fondos hacia los posibles beneficiarios. Esto se debe, en gran parte, a que estos organismos financieros no tienen el personal técnico para evaluar la factibilidad técnica de los proyectos.

(f) Legislación

Nuestra legislación pesquera data de 1944 y ni siquiera nombra a la acuicultura. Es de suponer que habrá problemas a medida que crezca el sector. El uso de plaguicidas ya constituye uno de ellos. También debe tomarse en cuenta para la necesaria puesta al día de esta legislación, la reglamentación para el uso de los Parques Nacionales, a menudo subutilizados por actitudes ultraconservacionistas.

(g) Formación de recursos humanos

En la actualidad se carece de personal especializado en acuicultura a los diferentes niveles. Esto es el resultado del poco desarrollo que ha tenido esta actividad no sólo en Venezuela sino en toda América Latina, lo que nos ha obligado a formar personal en el exterior, con frecuencia bajo esquemas ajenos a nuestra realidad. El paulatino desarrollo de la acuicultura productiva está llamado a romper este círculo. La creación de centros de capacitación, como el CERLA en Brasil, puede asimismo contribuir a solucionar el problema.

(h) Comunicación

No existen hoy en día mecanismos eficaces para conectar adecuadamente a los acuicultores a nivel nacional y latinoamericano. Con la edición de la Revista Latinoamericana de Acuicultura (SELA), así como la de las Memorias de las reuniones de la Asociación Latinoamericana de Acuicultura (ALA) se ha solucionado parcialmente este problema. A nivel nacional creemos que contribuirá a mejorar la situación, la creación de la Asociación Venezolana de Acuicultura, que tiene entre sus planes una reunión anual y la publicación periódica de un boletín informativo.

(i) Investigación

Es obvio que no se puede planificar la investigación cuando no se ha planificado el desarrollo. Aun así, y dentro de los límites que este hecho impone, creemos que en Venezuela se ha entendido plenamente la necesidad prioritaria de demostrar que la acuicultura sirve como actividad dirigida a la producción de alimentos. Debemos adoptar una política estratégica que nos aleje por igual de los dos peligros, el empirismo y el cientificismo. De otra manera, no recibiremos el necesario reconocimiento por parte de los sectores públicos y privados llamados a financiar y apoyar este desarrollo.

15.9 Conclusiones generales

Del análisis de la información que aquí se reseña, se pueden sacar algunas conclusiones que nos permitan ubicarnos en la problemática y delinear ciertas acciones.

Hasta la fecha ha habido un esfuerzo creciente de investigación en el campo de la acuicultura, que, sin embargo no se ha traducido todavía en un desarrollo del sector. Creemos que las principales causas son las mismas que afectan al sector agropecuario en general, y que hacen que en la actualidad importemos un 60 por ciento de los alimentos que consumimos.

No existe una planificación del desarrollo de la acuicultura que establezca la modalidad que se debe impulsar en forma prioritaria con las características tecnológicas y socio-económicas diferenciadas de acuerdo a la realidad de cada región.

La situación económica que actualmente vive el país determina una priorización y jerarquización del sector productivo de alimentos. La acuicultura está llamada a contribuir significativamente en esta tarea.

Dentro de esta realidad no es aventurado pensar que el tipo de acuicultura intensiva, manejada con criterio empresarial recibirá mayor apoyo que la modalidad de cultivo extensivo. No obstante, no debe descartarse el tipo de cultivo que se practica como una actividad más de la explotación agropecuaria en concordancia con las tendencias de explotación integral que prevalecen hoy en día.

Con respecto a los convenios de asistencia técnica, debe lograrse un grado de concertación entre el país y los organismos que lo brindan, que garantice un mayor aprovechamiento de los mismos en la dirección que nosotros mismos hemos ido definiendo.

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