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Bioenergía y generación de empleo

J. Domac

Julije Domac es el coordinador del Programa de utilización de biomasa en Croacia (BIOEN) y jefe del Grupo 29 de Bioenergía de la AIE en el Instituto de la Energía Hrvoje Pozar de Zagreb, Croacia.

Las oportunidades de empleo generadas por la dendroenergía varían en función del contexto y la escala de las actividades.

La diversidad de condiciones y la falta de datos pertinentes hace difícil aplicar métodos normalizados para evaluar el empleo y los ingresos procedentes de la bioenergía, especialmente cuando se aplican teorías más complejas, como aquellas que incluyen efectos inducidos y efectos multiplicadores.

Las oportunidades de empleo en el sector formal comprenden el empleo directo (puestos de trabajo relacionados con la producción de combustible o cultivos, la construcción, la explotación y mantenimiento de plantas de transformación y el transporte de biomasa) y el empleo indirecto, que abarca los puestos de trabajo generados en la economía como resultado del gasto relacionado con los ciclos del biocombustible (Faaij, 1997).

El volumen de trabajo humano necesario para producir recursos de biomasa es casi cinco veces mayor que el que debe aplicarse para la producción de combustibles fósiles. Un estudio realizado en Brasil ha puesto de manifiesto que la producción de carbón vegetal contribuye al empleo nacional con la creación de 200 000 a 300 000 puestos de trabajo (de Carvalho Macedo, 2002).

Las oportunidades de empleo varían en función de la escala de la operación. Un agricultor que utilice un sistema de calefacción alimentado con leña para calentar la casa familiar y los edificios de la granja probablemente recogerá el combustible en la propia arboleda de la explotación y utilizará mano de obra familiar. No hay salarios que pagar, sino únicamente el esfuerzo del trabajo compartido. El mismo agricultor podrá beneficiarse de la venta de madera o del alquiler del equipo para la producción. En muchos países, se está generalizando la actividad agrícola forestal y los árboles comienzan a considerarse como un cultivo más, junto a los cereales, las hortalizas o los cultivos forrajeros (Hector, 2000).

Cabe preguntarse si los sistemas de bioenergía proporcionan niveles de ingresos suficientes como para movilizar recursos locales para ponerlos en práctica. Se considera, por lo general de forma acertada por lo que respecta al entorno rural, que algunos de los recursos necesarios (por ejemplo, la mano de obra, las máquinas, los bosques o los residuos forestales, la tierra, la infraestructura y la capacidad de gestión) quedarían de otro modo sin utilizar. Además, generalmente el trabajo no se lleva a cabo mediante contratos de empleo, sino que lo realizan agricultores autónomos, propietarios de bosques o contratistas locales cuyo interés radica en conseguir ingresos con independencia de la fuente (ya sea el trabajo personal, el alquiler de maquinaria o la venta de biocombustible).

La creación de empleo en el sector de la bioenergía comporta un costo de inversión relativamente reducido. Los estudios realizados en Brasil han indicado que las industrias de bioenergía requieren una inversión de entre 15 000 y 100 000 dólares EE.UU. por empleo, frente a 800 000 dólares EE.UU. en la industria petroquímica y más de 10 millones de dólares EE.UU. en el sector de la energía hidroeléctrica (Carpentieri, Larson y Woods, 1993) (Cuadro 1).

Aunque el empleo relacionado con la biomasa tiene incidencia principalmente en las zonas rurales los países en desarrollo, también es importante en las ciudades y en los países desarrollados. Los responsables de políticas europeos reconocen que las fuentes de energía renovables (en este caso la bioenergía) tienen un potencial de creación de empleo, además de producir beneficios ambientales. El sector de las energías renovables es el que presenta un mayor crecimiento en Europa. Un estudio realizado en 1998-1999 preveía que en 2020 se habrá duplicado con creces la utilización de tecnologías de energía renovable, incluida la bioenergía, en la Unión Europea y que ese crecimiento supondrá la creación de más de 800 000 puestos de trabajo en el sector para esa fecha (Dirección General de Energía de la Comisión Europea, 1999). El uso de biomasa para producir energía podría crear 323 000 puestos de trabajo hasta 2020, al tiempo que se podrían crear otros 515 000 empleos en el suministro de cultivos energéticos o residuos forestales o agrícolas para su utilización como combustible. Estos efectos sobre el empleo son mucho mayores que los de otras fuentes de energía renovable (Cuadro 2). En el estudio citado se establecía que la expansión de las fuentes de combustible biológico tiene lugar sin destruir empleo en la agricultura y la silvicultura convencionales. Sin embargo, será necesario superar las limitaciones relacionadas con el importante costo de capital (Sims, 2002), el elevado costo en materia educativa y la disponibilidad de tecnología comercial.

Por último, en el plano local, la producción y utilización de bioenergía puede tener otras repercusiones importantes además del aumento de empleo y los beneficios monetarios (desde el punto de vista social, cultural y ambiental) que no pueden ser objeto de un análisis cuantitativo y que, en consecuencia, se omiten normalmente en las evaluaciones del impacto.

CUADRO 1. Costo de inversión del empleo en diferentes sectores energéticos, nordeste del Brasil


CUADRO 2. Efectos previstos de la bioenergía y otras tecnologías de energía renovables sobre el empleo, Unión Europea (nuevos empleos netos a tiempo completo en relación con el año de referencia 1995)

En Brasil, la producción de carbón vegetal supone una contribución importante a la creación de empleo. En la fotografía, productores de carbón vegetal en la región Tailandia

DEPARTAMENTO DE MONTES DE LA FAO/CFU000587/R. FAIDUTTI

Bibliografía

Carpentieri, A.E., Larson, E.D. y Woods, J. 1993. Future biomass-based electricity supply in Brazil. Biomass and Bioenergy, 4(3): 149-179.

Dirección General de Energía de la Comisión Europea. 1999. The impact of renewables on employment and economic growth. Disponible en Internet: www.eufores.org/FinalRep.PDF

Faaj, A.P.C. 1997. Energy from biomass and waste. Utrecht, Países Bajos, Universidad de Utrecht.

Hector, B. 2000. Forest fuels – rural employment and earnings. SE-750 07. Uppsala, Suecia, Universidad de Ciencias Agrícolas de Suecia, Departamento de Gestión y Productos Forestales.

Sims, R.E.H. 2002. The brilliance of bioenergy – in business and in practice. Londres, James & James Ltd.

de Carvalho Macedo, I. 2002. Biomass energy in Brazil: a general overview. Texto presentado en el taller internacional sobre sistemas sostenibles de producción de bioenergía: repercusiones ambientales, operacionales y sociales, Belo Horizonte, Brasil, 28 de octubre-1º de noviembre.

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