FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias No.1, febrero 2002 - Page 3

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SITUACION DE LOS CULTIVOS Y DEL SUMINISTRO DE ALIMENTOS


PANORAMA GENERAL

Desde mediados de febrero de 2002 los países que enfrentan graves situaciones de escasez de alimentos son 29, aunque en algunas subregiones la situación ha mejorado notablemente con respecto a 1999/2000.

En Africa oriental, la recolección de las cosechas secundarias de cereales está casi terminada en la mayoría de los países, salvo en Etiopía, donde se está por comenzar a sembrar. En Kenya, las perspectivas alimentarias son favorables gracias a unas precipitaciones suficientes recibidas durante la campaña. En Somalia, las perspectivas para la cosecha han mejorado con las lluvias recibidas durante la temporada principal. En cambio, en Tanzanía son ambiguas debido a la sequía imperante en algunas partes. En Uganda, se prevé una merma de la producción de maíz como consecuencia de las dificultades para comercializar la cosecha abundante de la primera temporada. En Burundi y Rwanda se han obtenido cosechas buenas a pesar de las lluvias excesivas caídas en algunas partes.

En general, la situación del suministro de alimentos en la subregión es mejor que en el mismo período del año pasado, si se exceptúan Somalia, donde la cosecha de la temporada principal fue muy escasa debido a la sequía, y las zonas pastorales de Etiopía y Kenya, que aún no se han recuperado de la sequía de los últimos años. En Eritrea, a pesar de las lluvias recibidas durante el verano, muchos agricultores de las principales zonas productoras de cereales siguen estando desplazados.

Hay numerosas personas en la subregión, con inclusión de los refugiados, las personas desplazadas, las afectadas por la sequía y otras personas vulnerables, que necesitan asistencia para hacer frente a las dificultades alimentarias. Según las estimaciones, son 5,2 millones en Etiopía, 2 millones en el Sudán, 1,5 millones en Kenya, 1,3 millones en Eritrea, 500 000 en Somalia, 300 000 en Uganda y alrededor de 120 000 en Tanzanía.

En Africa austral, las perspectivas para las cosechas de cereales de 2002, que se recogerán a partir de abril, son variadas. Las lluvias caídas en enero han sido suficientes para aliviar la situación de los cultivos de zonas afectadas anteriormente por una racha seca, principalmente en Zambia y Swazilandia. En cambio, persiste el tiempo seco en Zimbabwe, Madagascar y Namibia, así como en algunas partes de Botswana y Mozambique. Lo cual constituye una amenaza importante para la producción de alimentos en esos países. En Sudáfrica, las perspectivas para la cosecha de maíz de 2002 son favorables, gracias al aumento de la superficie sembrada y a unas condiciones atmosféricas que han sido buenas hasta ahora. En la subregión tomada en su conjunto, escasean los suministros alimentarios debido a la menguada cosecha de maíz de 2001. Los precios del maíz han aumentado de forma pronunciada, particularmente en Malawi, Zambia y Zimbabwe, donde comenzaron a escasear gravemente los alimentos.

En Africa central, la situación alimentaria es satisfactoria, salvo en la República Democrática del Congo, donde la producción se ve constantemente trastornada por una guerra civil interminable. Hay más de 2 millones de personas desplazadas en el interior del país, pero debido a la inseguridad no se les puede hacer llegar asistencia humanitaria.

En Africa septentrional, la siembra de los cultivos de cereales de invierno de 2001/02 ha terminado. En Argelia, las perspectivas iniciales son favorables gracias a unas lluvias abundantes recibidas en noviembre en las principales zonas productoras de cereales. En Egipto, la recolección comenzará en abril, y las perspectivas son favorables. En cambio, en Marruecos, unas lluvias inferiores a lo normal retrasaron la siembra y se señala una disminución de la superficie sembrada. En Túnez, donde la recolección comenzará en junio, las perspectivas son desfavorables a causa de que las principales zonas productoras recibieron precipitaciones inferiores a lo normal.

En Africa occidental, la producción total de cereales de los nueve países sahelianos en 2001 se ha estimado en un volumen récord de 11,7 millones de toneladas, alrededor de 2,4 millones de toneladas más que el año anterior. La producción fue apreciablemente superior a la media en todos los países, excepto Mauritania. En los países costeros del Golfo de Guinea, la producción total de cereales se estima en torno a los 30 millones de toneladas, volumen superior al del año anterior y a la media. Pero en Guinea, Liberia y Sierra Leona la situación alimentaria sigue siendo difícil debido a los disturbios civiles pasados o en curso.

En Asia, las perspectivas para el trigo de invierno son desfavorables en China debido a una grave sequía imperante durante el período de siembra que obligó a una reducción de más de 2 millones de hectáreas de la superficie sembrada. En cambio, son favorables las perspectivas para el trigo de invierno en la India, el Pakistán, Bangladesh y el Nepal, en los que se prevé una cosecha superior a la media. En Mongolia, la situación del suministro de alimentos sigue siendo extremadamente difícil, especialmente para los pastores nómadas que se han empobrecido por las pérdidas de ganado sufridas a causa de unos inviernos excepcionalmente rigurosos. En Camboya, la producción de la cosecha principal de arroz de la temporada húmeda obtenida en diciembre de 2001 fue buena y contribuyó a estabilizar la situación del suministro de alimentos en el país, que se había deteriorado después de las intensas lluvias monzónicas e inundaciones de agosto. En Indonesia, las lluvias torrenciales y las inundaciones de finales de enero y principios de febrero han afectado a la mayor parte del archipiélago y se está prestando socorro de urgencia a las poblaciones damnificadas. En la República Popular Democrática de Corea, se seguirá necesitando asistencia alimentaria en 2002 para satisfacer las necesidades alimentarias mínimas del país, no obstante la significativa recuperación de la producción arrocera registrada en 2001. En Sri Lanka, de perdurar las actuales condiciones atmosféricas favorables cabría esperar una importante recuperación con respecto a las cosechas afectadas por la sequía del año pasado.

En el Cercano Oriente, las precipitaciones caídas últimamente y el manto de nieve que cubre la mayoría de los países han mejorado las perspectivas para los cereales de invierno que se recogerán a partir de mayo de 2002. En cambio, en el Afganistán y el Iraq las perspectivas son desfavorables debido a la escasez de insumos agrícolas y, en el primer caso, a las operaciones militares que coincidieron con el período de siembra del trigo, el alimento básico principal. La situación alimentaria sigue siendo grave, a pesar de la calma relativa reinante en el país que ha mejorado la distribución de la asistencia alimentaria. Años de disturbios civiles sumados a tres años consecutivos de sequía han sumido millones de personas en la miseria. En el caso del Iraq, una sequía prolongada sumada a las sanciones económicas han causado la inseguridad alimentaria de numerosas personas que actualmente necesitan asistencia. También es motivo de grave preocupación la difícil situación alimentaria de la Ribera Occidental y la Faja de Gaza.

En la CEI asiática, varios países han experimentado una escasez de alimentos debida a la sequía, a la falta de agua para riego y a una contracción económica general. Los países más afectados son Tayikistán, Uzbekistán, Armenia y Georgia. Las nevadas, una fuente importante de agua para riego de los cereales de invierno de 2001/02, han estado nuevamente por debajo de la media.

En América Central y el Caribe, la situación del suministro de alimentos continúa siendo difícil, particularmente en El Salvador y Guatemala. Los cultivos de la primera temporada sufrieron los efectos de una sequía grave y prolongada, situación que empeoró con la llegada del huracán "Michelle" hacia el final del año. En 2002, la situación del suministro de alimentos en la subregión dependerá principalmente del rendimiento de los cultivos de la primera temporada que se sembrarán en abril y se cosecharán a partir de agosto. En el Caribe, en 2001 se han obtenido cosechas entre medias y superiores a la media en Cuba, la República Dominicana y Haití.

En América del Sur, se ha terminado de recoger la cosecha de trigo de 2001 en los países australes. En la Argentina, la producción se estima en 15,3-15,5 millones de toneladas, alrededor de 500 000-700 000 toneladas menos que el año pasado, debido a las excesivas lluvias e inundaciones registradas en las principales zonas productoras. En el Brasil, la producción fue de 3 millones de toneladas, volumen superior a la media pero inferior a las estimaciones anteriores, como consecuencia de las lluvias fuertes. En Chile, por el contrario, las condiciones atmosféricas favorecieron a los cultivos de trigo y se estima provisionalmente una cosecha cercana a los 1,8 millones de toneladas, un nivel sin precedente. En el Uruguay, la producción se recuperó con respecto al año anterior pero fue inferior a la media. En los países andinos, se han comenzado a sembrar los cultivos de cereales de la primera temporada en Bolivia, el Perú y el Ecuador, con perspectivas en general favorables. En Colombia y Venezuela, la recolección del maíz está prácticamente terminada y se esperan producciones superiores a la media.

En Europa, los primeros indicios sobre los cereales de invierno de 2002 en la CE apuntan a una notable recuperación de la superficie sembrada con trigo tras la disminución de las siembras del año pasado. En los países de Europa central y oriental las condiciones invernales han sido en general satisfactorias.

En la CEI europea situada al oeste de los Urales la cosecha de cereales y legumbres aumentó apreciablemente en 2001 con respecto al nivel medio de las cosechas de los últimos seis años. En la Federación de Rusia, la producción total de cereales y legumbres de 2001 aumentó 20 millones de toneladas con respecto al año anterior; en Ucrania, alrededor del 56 por ciento, mientras que en Moldova se duplicó.

En los Balcanes, la producción de cereales aumentó más de 5 millones de toneladas en 2001 con respecto a la producción media de los últimos cinco años. La recuperación fue particularmente notoria en la República Federativa de Yugoslavia. Se prevén aumentos en la producción de cereales de este año en la región, debidos al mejoramiento de las condiciones meteorológicas y a una mayor disponibilidad de insumos agrícolas, pero ello dependerá de las condiciones atmosféricas imperantes durante la primavera y el verano, que es cuando se produce la mayoría de las inundaciones.

En América del Norte, las perspectivas para el trigo de invierno de los Estados Unidos no son tan buenas. La superficie total sembrada con trigo de invierno ha vuelto a disminuir marginalmente, varias zonas siguen sufriendo a causa de un exceso de sequedad, y algunas partes han tenido temperaturas extremadamente frías sin la protección de una cubierta de nieve. En el Canadá, los cereales se siembran principalmente en mayo y junio. Muchas zonas todavía siguen sufriendo las consecuencias de la sequía del año pasado, pero unas precipitaciones suficientes que cayeran en las próximas semanas podrían reponer los niveles de humedad antes de la siembra.

En Oceanía, la cosecha de cereales de invierno de 2001 ha terminado últimamente en Australia, y las estimaciones más recientes cifran la producción de trigo en alrededor de 23 millones de toneladas, volumen marginalmente inferior al del año anterior. Se estima que la producción de cereales secundarios de invierno (principalmente cebada y avena) se ha mantenido en torno a los 8 millones de toneladas, aproximadamente, del año anterior.

Una tormenta tropical azotó las Islas Cook en diciembre causando daños a las viviendas y a la infraestructura. Los cultivos se ven amenazados por las infestaciones de moscas (la mosca de los frutos), una plaga muy destructiva para las frutas y las hortalizas. Tonga sufrió el violento embate de un ciclón tropical a principios de enero que causó enormes daños a la infraestructura urbana y rural y afectó a los cultivos alimentarios y comerciales.


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