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APÉNDICE D - Declaración inaugural del representante del Director General de la FAO


Distinguidos delegados y observadores, Excelencias, señoras y señores,

Es para mí una inmensa satisfacción darles la bienvenida, en nombre del Mr. Jacques Diouf, Director General de la FAO, a esta primera reunión del Subcomité de Acuicultura del Comité de Pesca.

La FAO está reconocida al Gobierno de la República Popular China por la asistencia financiera que ha proporcionado y por hospedar esta reunión inaugural del Subcomité de Acuicultura, primer foro intergubernamental mundial de todos los tiempos para examinar cuestiones relacionadas con el desarrollo sostenible y la gestión de la acuicultura en esta histórica ciudad de Beijing.

Quisiera aprovechar también esta oportunidad para manifestar mi agradecimiento por la asistencia financiera proporcionada por el Gobierno de Italia para la organización de esta reunión. Esta asistencia ha permitido que participen en esta primera reunión del Subcomité delegados de algunos países en desarrollo.

Excelencias, señoras y señores

La acuicultura, incluidas las pesquerías basadas en el cultivo, es un sector importante para el suministro de proteínas animales de alta calidad y muy necesarias, por lo general a precios que pueden pagar incluso los segmentos más pobres de la sociedad. Es también un sector valioso como proveedor de empleo, ingresos en efectivo y divisas. La importancia de la acuicultura para los países en desarrollo se refleja en el hecho de que más del 90 por ciento de la producción mundial procede de los países en desarrollo.

Si bien las prácticas industriales y comerciales de la acuicultura orientadas a la exportación aportan divisas, ingresos y empleo, formas más amplias de este sector de producción fomentan los medios de subsistencia de los pobres mediante un mejor suministro de alimentos, la reducción de la vulnerabilidad a catástrofes naturales incontrolables en la producción acuática, el empleo y el aumento de los ingresos.

Como pueden ver, la acuicultura adopta múltiples formas. El mejoramiento de las pesquerías que utilizan viveros para almacenar crías de peces y pececillos en aguas naturales, las mejoras de los hábitats como las de cercar bahías costeras y lagunas, la incorporación de malezas y otros substratos, proporcionan asimismo grandes posibilidades para que las personas con escasos recursos puedan beneficiarse de una mejor utilización de los recursos acuáticos.

En el último decenio el aumento de la aportación de la acuicultura al desarrollo humano se ha reconocido debidamente y una de las más significativas confirmaciones de este reconocimiento es la creación de este Subcomité de Acuicultura del Comité de Pesca.

Históricamente, la mayor parte de las prácticas acuícolas en todo el mundo han proporcionado considerables ventajas sociales, económicas y nutricionales, con un costo ecológico mínimo. El cultivo de muchas especies acuáticas herbívoras y alimentadas por filtración ha constituido un medio eficaz de producir proteínas de alta calidad. Sin embargo, el debate público reciente relativo a las repercusiones ambientales y sociales negativas ha concentrado también su atención en el sector.

Algunas acusaciones tienen cierto fundamento. En ciertas partes del mundo y en determinados sectores acuícolas se han aplicado algunas formas de acuicultura insuficientemente planificadas e inadecuadamente administradas que han suscitado graves problemas sociales y ambientales.

Habitualmente estas repercusiones derivan a menudo de unos marcos reguladores deficientes y de un desarrollo excesivamente rápido relacionado con el enorme potencial comercial de algunas especies muy valiosas. Nos incumbe la responsabilidad de adoptar medidas colectivas para mejorar nuestra comprensión de las consecuencias y causas reales con el fin de que el sector de la acuicultura sea ambientalmente más sostenible y socialmente más aceptable.

La necesidad de elaborar y adoptar políticas y prácticas que garanticen la sostenibilidad ambiental impone la obligación de utilizar tecnologías y sistemas piscícolas ecológicamente idóneos basados en sólidos conocimientos científicos. En este empeño la ciencia y los métodos científicos desempeñarán una función esencial. Pero ahora, nuestra ciencia abarcará no sólo la ciencia de la producción, sino la ciencia de la economía, la ciencia del análisis de riesgos/beneficios, la ciencia de la ética, la ciencia del funcionamiento de los ecosistemas e incluso la ciencia de cómo hacer frente a la incertidumbre y a la falta de información.

Señoras y señores

El Subcomité no se formó de la noche a la mañana. Ha habido debates sobre la creación de un subcomité de acuicultura desde hace casi diez años. El Comité de Pesca, en su 24º período de sesiones acordó establecer un subcomité de acuicultura. La recomendación del Comité de Pesca fue aprobada por el Consejo de la FAO en su 120º período de sesiones, celebrado en junio de 2001. Como resultado de esta decisión, todas las cuestiones importantes relacionadas con la acuicultura se examinarán principalmente en el Subcomité.

Nos enfrentamos ahora a la ardua tarea de aprovechar lo mejor posible esta posibilidad de contribuir con eficacia y prudencia al desarrollo sostenible de la acuicultura abordando los aspectos tanto positivos como negativos y formulando pautas y recomendaciones adecuadas para el desarrollo racional y una gestión mejor de la acuicultura.

En la Declaración y la Estrategia de Bangkok que se aprobaron durante la Conferencia sobre la Acuicultura en el Tercer Milenio, en el año 2000, se destaca la necesidad de que el sector de la acuicultura siga desarrollando su pleno potencial y aporte una contribución neta a la disponibilidad mundial de alimentos, a la seguridad alimentaria nacional, al crecimiento económico, al comercio y al mejoramiento de los niveles de vida.

Para que logre este potencial:

- La acuicultura debe constituir parte integrante del desarrollo de la comunidad.

- Es preciso crear unos entornos que propicien la optimización de los beneficios potenciales y la aportación que la acuicultura y las pesquerías basadas en el cultivo pueden hacer al desarrollo rural, a la seguridad alimentaria y a la mitigación de la pobreza.

- Las políticas y los reglamentos acuícolas deben promover una piscicultura práctica y económicamente viable y formas de gestión que sean ecológicamente sostenibles y socialmente aceptables y equitativas.

Además, en una era de mundialización y de liberalización del comercio, los cambios previstos no deben concentrarse únicamente en el aumento de la producción. Deben también prestar atención a la producción de un producto que sea nutritivo, asequible, aceptable, inocuo y accesible a todos los sectores de la sociedad.

No obstante, hace falta una considerable voluntad política para lograrlo y habría que prestar más atención a la creación de capacidad, el fortalecimiento institucional y la capacitación a nivel local, en la forma que proceda, para atender a las exigencias de una gestión descentralizada cuando esto sea deseable.

El aumento de la eficiencia en la utilización de los recursos y de la productividad en las granjas contribuye considerablemente a la sostenibilidad del sector. La adopción de un ‘enfoque sistémico’ de la gestión, el mejoramiento de la gestión de los recursos hídricos, mejores estrategias de alimentación, piensos más favorables al medio ambiente, poblaciones genéticamente adecuadas, sistemas mejorados de gestión sanitaria, la integración con la agricultura, etc., son instrumentos importantes.

Señoras y señores

En el plano mundial, la acuicultura sigue siendo predominantemente rural y produce especies que ocupan un lugar bajo en la cadena alimentaria, que requieren poca inversión en insumos y en capital. Esto significa que la acuicultura contribuye de manera importante a mejorar las condiciones de vida de los sectores más pobres de la sociedad.

En estas circunstancias la presión para proceder a una explotación excesiva de los recursos no ha sido tan importante en el desarrollo de la acuicultura como lo ha sido históricamente en la pesca de captura. Con todo, conviene examinar las lecciones aprendidas de la experiencia y elaborar estrategias para mejorar la sostenibilidad de este importante sector.

Se debería alentar a todos los que participan en el sector a que procuren reducir las externalidades y las repercusiones sociales y ambientales negativas y aumentar la eficiencia de la utilización de los recursos y la productividad en las granjas.

En cierto modo, tenemos la suerte de que el Código de Conducta para la Pesca Responsable, que se aprobó en el 28º período de sesiones de la Conferencia de la FAO en 1995 contiene disposiciones relativas a esas intervenciones. En consecuencia, tenemos la responsabilidad de aplicar esas disposiciones de la mejor manera posible, en los planos nacional, regional y mundial.

En el momento en que empezamos la reunión de este Subcomité, debo recordarles el compromiso que asumió la comunidad mundial en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, celebrada en Roma en 1996. La “Declaración de Roma” nos pide que reduzcamos a la mitad, para el año 2015, el número de personas crónicamente desnutridas de la Tierra. Debo asimismo recordarles que el avance hacia esa meta ha sido lento y que debemos intensificar nuestros esfuerzos. El desarrollo de una acuicultura responsable nos ayudará a este respecto. En esos esfuerzos debemos recabar la cooperación y colaboración de nuestros socios, como los organismos de las Naciones Unidas, las organizaciones no gubernamentales, los bancos internacionales de desarrollo y otras organizaciones de la sociedad civil. Ninguna organización puede realizar sola estas tareas y me complace observar que muchos de esos grupos participan en este Subcomité.

El Subcomité de Acuicultura, que se creó a petición suya, nos brinda la posibilidad de examinar y debatir todas las cuestiones relacionadas con el sector acuícola y formular recomendaciones al órgano de que depende, es decir, al Comité de Pesca de la FAO. Confío en que las conclusiones de su reunión proporcionarán un marco adecuado para la labor futura del Subcomité y contribuirán al desarrollo de la gestión responsable de la acuicultura.

Les deseo una agradable estancia en la hermosa ciudad de Beijing.

Muchas gracias.


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