FAO/SMIA - Perspectivas alimentarias No.3 - julio 2002 p.4

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CRISIS ALIMENTARIA EN ÁFRICA AUSTRALEXIGE UNA RESPUESTA INTERNACIONAL INMEDIATA1/

Tras dos años consecutivos de malas cosechas en la mayoría de los países del África austral, ha surgido en la subregión una crisis alimentaria que requiere una respuesta internacional inmediata. En el plano mundial, 31 países están experimentando graves escaseces alimentarias y necesitan asistencia internacional.

En el África austral, las cosechas de cultivos alimentarios resultaron gravemente menguadas por segundo año consecutivo debido principalmente a una grave sequía pero también al exceso de lluvias caídas en algunas partes. Los efectos del mal tiempo se vieron agravados por una ulterior contracción de la superficie sembrada en el sector comercial en Zimbabwe debida a actividades relacionadas con la reforma agraria. Unas misiones conjuntas FAO/PMA de evaluación de los cultivos y el suministro de alimentos realizadas recientemente estimaron que hay 12 780 000 personas vulnerables en Zimbabwe, Malawi, Lesotho y Swazilandia que necesitan asistencia alimentaria de urgencia. En Mozambique, pese a una cosecha en general buena, la producción se vio menguada por la sequía en las regiones meridionales y centrales, en las que, según se estima, alrededor de 515 000 personas necesitan asistencia de socorro. En Angola, el acuerdo de cesación del fuego firmado en abril entre UNITA y el Gobierno dejó al descubierto el alcance de los sufrimientos de la población atrapada en las zonas rurales a causa del conflicto, de las cuales 500 000 se encuentran en una situación nutricional crítica. En el África oriental, pese a una situación en general mejorada de los suministros alimentarios en algunos países, millones de personas siguen dependiendo de la asistencia alimentaria debido a la persistencia de los efectos de las devastadoras sequías registradas recientemente y de los conflictos pasados o actualmente en curso. Además, las recientes inundaciones y los derrumbes verificados en algunas partes provocaron pérdidas de vidas y la destrucción de cultivos y propiedades. En Eritrea, la situación alimentaria sigue siendo difícil debido al desplazamiento de numerosas personas a raíz de la reciente guerra con Etiopía y la sequía de 2000. Según los informes, cerca de 600 000 personas dependen de la asistencia alimentaria. En Somalia, la escalada del conflicto ha agravado la ya inestable situación alimentaria y trastornado las actividades agrícolas en algunas partes. Se ha desplazado un gran número de personas, y la mayor parte huyó a los países vecinos. En Kenya, las intensas lluvias, inundaciones y derrumbes registrados en abril y mayo de 2002 provocaron muertes y la destrucción de cultivos y propiedades. Además, un gran número de personas, principalmente pastores, siguen dependiendo de la asistencia alimentaria por la persistencia de los efectos de una grave sequía registrada últimamente. Las fuertes precipitaciones caídas en algunas partes del sur de Tanzanía y oeste de Uganda también han causado la pérdida de vidas humanas y daños localizados a los cultivos y propiedades. En Etiopía, pese al mejoramiento de la situación alimentaria global, la insuficiencia de las precipitaciones recibidas en algunas partes se tradujo en una menor disponibilidad de pastizales y agua para el ganado. En conjunto, se estima que alrededor de 5,2 millones de personas están enfrentando una grave escasez de alimentos. En el Sudán, la reciente escalada del conflicto y los trastornos que impiden el acceso humanitario a la población afectada ha agravado una situación alimentaria ya inestable, en la que se estima que cerca de 3 millones de personas necesitan asistencia alimentaria. En el África occidental, Sierra Leona, Liberia y Guinea continúan necesitando asistencia alimentaria internacional debido a los disturbios civiles pasados o actuales. En Mauritania, la situación del suministro de alimentos es difícil a raíz de una mala cosecha. En el África central, la situación alimentaria continúa siendo grave en la República Democrática del Congo (RDC), donde la producción de alimentos sigue viéndose perturbada por una guerra civil prolongada. En la República del Congo, la reanudación de las hostilidades ha causado nuevos desplazamientos de la población y está afectando a las actividades agrícolas. En Burundi, pese a una producción de alimentos satisfactoria durante la primera temporada de 2002, un número significativo de personas vulnerables necesitan asistencia alimentaria.

En Asia, gracias a unos donativos confirmados recientemente a la República Popular Democrática de Corea, se ha reanudado la asistencia alimentaria a los beneficiarios que antes habían sido excluidos de la distribución de alimentos debido a la insuficiencia de recursos. Se necesitan, sin embargo, nuevas promesas de cereales para garantizar la continuación de la distribución de alimentos a los grupos necesitados. En Mongolia, otro invierno riguroso y unos fuertes temporales de nieve durante la primavera volvieron a minar la seguridad alimentaria de los pastores nómadas. Unas inundaciones extremas han causado la pérdida de vidas y daños a las infraestructuras y cultivos en el oeste y centro de China, el nordeste de la India y Bangladesh. En el Irán, un violento terremoto castigó las zonas nordoccidentales al final de junio, causando más de 200 muertes y dejando sin vivienda a miles de personas. Las organizaciones nacionales de socorro están prestando asistencia, a la vez que también se ha pedido asistencia internacional. En algunos países de la CEI asiática la situación del suministro de alimentos es difícil debido al mal tiempo, y en Tayikistán, Uzbekistán y Georgia, los países más afectados, se necesita asistencia alimentaria de urgencia. Además, Tayikistán ha sufrido recientemente una invasión de langostas, además de lluvias torrenciales e inundaciones, que han destruido grandes extensiones de tierras cultivadas.

En el Cercano Oriente, sigue siendo grave la situación en el Afganistán, no obstante la calma relativa que reina en el país y el mejoramiento de la distribución de la asistencia alimentaria. Una plaga de langostas, la peor en 30 años, y las inundaciones registradas en algunas partes han afectado a las perspectivas para la cosecha. El déficit de financiación de los organismos humanitarios es motivo de grave preocupación. La situación alimentaria sigue siendo grave en la Ribera Occidental y la Faja de Gaza debido a las continuas violencias y los toques de queda. En América Central y el Caribe, el descenso espectacular de los precios internacionales del café ha agravado la difícil situación alimentaria en algunas partes de El Salvador y Guatemala. En Europa se sigue necesitando asistencia alimentaria selectiva para los refugiados, las personas internamente desplazadas y las poblaciones vulnerables de la República Federativa de Yugoslavia y en Chechenia (Federación de Rusia).

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1/ Este artículo actualiza las informaciones publicadas en el número de Cosechas y Escaseces de junio de 2002. Los países que se encuentran afrontando emergencias alimentarias excepcionales aparecen subrayados.


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