1.1 ANTECEDENTES
La biomasa se puede convertir en energía a través de medios tradicionales y nuevos y, por lo tanto, tiene el potencial de ser una importante fuente de energía actual y futura. Se puede convertir en combustibles sólidos, líquidos y gaseosos que pueden substituir combustibles fósiles a bajos niveles de inversión e interesantes niveles de rentabilidad. Un estudio reciente ha estimado que la biomasa podría proveer alrededor de un quinto de la energía eléctrica y dos quintos del uso directo de combustibles alrededor del año 2050, principalmente en los países en desarrollo.
Más del 60 por ciento de la población mundial vive en áreas rurales de los países en desarrollo y sus posibilidades dependen principalmente de las actividades agrícolas. Lamentablemente, oportunidades de empleo inadecuadas en combinación con ingresos muy bajos generados en formas tradicionales de agricultura, tienen una marcada influencia en la pobreza. Esta es una de las causas principales de la migración urbana. Este fenómeno ha adquirido una tasa alarmante en los países en desarrollo con consecuencias altamente negativas para un desarrollo sano tanto del sector rural como del urbano.
Los sistemas de biomasa para energía, descentralizados por naturaleza, pueden proveer una oportunidad única para una distribución más racional de la riqueza y, por lo tanto, de acrecentar la equidad del desarrollo entre las áreas rurales y urbanas. En la actualidad, la mayoría de los pobladores rurales de los países en desarrollo están privados de sus necesidades básicas de energía tales como electricidad y suministro de agua.
La falta de energía es considerada también como la principal barrera para proveer medios básicos de cuidado de la salud. Los sistemas energéticos descentralizados son probablemente la única respuesta para los serios problemas energéticos que enfrenta más del 50 por ciento de la población mundial.
Los intentos por modernizar el sector agro-alimentario tradicional de los países en desarrollo se centrarán en gran parte en la disponibilidad de portadores de energía de alta calidad. Los sistemas de cultivo de bajos insumos, en vez de aquellos intensivos, pero sostenibles, son una de las razones más importantes detrás de los bajos y erráticos rendimientos de los cultivos en los países en desarrollo. Una combinación moderada de energía y servicios relacionados con la energía puede dar origen a una transformación rural significativa en términos de reducir la presión sobre la tierra para la producción de alimentos y aumentar la provisión neta de alimentos a través de un tratamiento mejorado de post-cosecha de productos básicos alimenticios, y de su distribución y mercadeo.
La experiencia tanto en países industrializados como en algunos en desarrollo con políticas sanas de suministro de energía guiada hacia las necesidades energéticas de la agricultura, han producido resultados que verifican los efectos del uso de energía en el aumento de los rendimientos, ingresos y seguridad alimentaria. La importante contribución de suministros energéticos rurales adecuados en varios países en desarrollo ha fortalecido sus esfuerzos por lograr la autosuficiencia alimentaria, y requiere reconocimiento. Son imperativos intentos por replicar experiencias similares en otros países que sufren déficit alimentario.
De acuerdo a la FAO alrededor de 800 millones de personas, aproximadamente 15 por ciento de la población en los países en desarrollo, son desnutridos. Son necesarias muchas medidas para eliminar este flagelo, tales como eliminación de la pobreza a través de una mejor distribución de la renta e incrementar la producción de alimentos. Varias de estas medidas están fuertemente ligadas a la energía y siendo así, los componentes energéticos de estas medidas tienen que incorporarse en las estrategias de desarrollo, y no deben considerarse en forma aislada.
Todas las etapas de la producción de alimentos requieren insumos energéticos de varias formas. Estas etapas comprenden, además de otras, la preparación del suelo, la siembra y cosecha, energía para el riego, fertilización, transporte, procesamiento y conservación. La energización de la cadena de producción de alimentos en términos cuantitativos y cualitativos es necesaria para alcanzar la seguridad alimentaria.
Durante la Reunión Regional sobre Generación de Electricidad a Partir de Biomasa que se llevó a efecto en Montevideo, Uruguay, en octubre de 1995, organizada en el marco de la Red Latinoamericana de Cooperación Técnica en Dendroenergía, auspiciada por la Oficina Regional de la FAO, y el Grupo Latinoamericano y del Caribe sobre Energización para un Desarrollo Rural Sostenible, GLAERS, en colaboración con la Dirección Nacional de Energía de Uruguay, se examinaron los aspectos relevantes de la generación de electricidad a partir de biomasa. Se concluyó que se abren nuevas oportunidades importantes para el sector forestal y agrícola para insertarse en el panorama energético nacional a niveles de inversión relativamente bajos. Algunos casos concretos analizados en dicha oportunidad, se refieren al uso de la biomasa como fuente de energía para la producción de alimentos y casos de producción combinada de energía eléctrica y alimentos, como sucede en los ingenios azucareros.
En noviembre de 1996 se estableció la Secretaría Permanente del GLAERS, con sede en UTE, Administración Nacional de Usinas y Trasmisiones Eléctricas. En dicha reunión que se llevó a cabo en Montevideo, Uruguay, con participación de miembros de la Red Latinoamericana de Cooperación Técnica en Dendroenergía, se acordó la realización de una reunión conjunta GLAERS/RED para analizar el tema de la generación de de energía a partir de biomasa para la producción de alimentos.
En este marco, conscientes de la responsabilidad enfrentada por los países para implementar nuevos enfoques para tratar el tema de la energización rural y lograr la seguridad alimentaria, se quiso abordar la generación de energía a partir de biomasa para la producción de alimentos. La reunión constituyó además una actividad en el marco del Plan de Acción aprobado en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación que se realizó en Roma, Italia, en la Sede de la FAO, del 13 al 17 de noviembre de 1996.
Cuba fue elegida como país anfitrión de la Reunión en virtud de los grandes progresos alcanzados exitosamente para promover el uso racional y eficiente de materiales biomásicos, tales como bagazo de la caña de azúcar, biomasa forestal, residuos de la agroindustria en general y de la actividad pecuaria para la producción de energía y alimentos.
El Ministerio de Agricultura y la Agencia de Ciencia y Tecnología de dicho país accedieron gentilmente a hospedar la Reunión y cubrir todos los aspectos organizativos locales.
1.2 OBJETIVOS
El objetivo general de la Reunión fue ofrecer la oportunidad, en el contexto de la Región, de discutir los problemas y las potencialidades técnicas, económicas y sociales de la producción de energía y alimentos a partir de biomasa resultante de actividades agrícolas, forestales y pecuarias e intercambiar informaciones, datos y experiencias relativas a los últimos desarrollos del tema en la Región.
Cabe señalar que la reunión focalizó las discusiones en el análisis de soluciones tecnológicas maduras, confiables, económicamente factibles y ya en uso comercial en la Región.
Los objetivos específicos fueron:
Examinar los programas actuales y futuros de producción de energía y alimentos a partir de biomasa para la Región e identificar las principales barreras que impiden el desarrollo del potencial bioenergético en la Región.
Analizar los aspectos institucionales, legales, técnicos, económicos, sociales y ambientales del uso de la biomasa para la producción de energía y alimentos.
Presentar y examinar casos específicos de producción de energía y alimentos a partir de biomasa en los países de América Latina y el Caribe.
Identificar y definir las acciones requeridas a niveles nacionales y regional para promover y estimular la implementación y explotación comercial de sistemas de producción de energía y alimentos a partir de biomasa, y de cómo tanto la Red Latinoamericana de Cooperación Técnica en Dendroenergía como el GLAERS pueden contribuir a ello.
Identificar acciones específicas de colaboración con otras instituciones activas en la temática de la energización, la dendroenergía y la bioenergía.
Analizar la marcha de la Red Latinoamericana de Cooperación Técnica en Dendroenergía y las actividades prioritarias a desarrollar.
Analizar el Plan de Trabajo 1997/1998 del GLAERS.
1.3 ORGANIZACION
La Reunión fue organizada conjuntamente por la Oficina Regional de la FAO y por la Secretaría Permanente del Grupo Latinoamericano y del Caribe sobre Energización para un Desarrollo Rural Sostenible, GLAERS, en el marco de las actividades de la Red Latinoamericana de Cooperación Técnica en Dendroenergía y del Programa de Acción del GLAERS, en co-operación con el Ministerio de Agricultura y la Agencia de Ciencia y Tecnología de Cuba, y en colaboración con la Dirección de Productos Forestales y el Servicio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Sede de la FAO. Se contó además con la cooperación del Proyecto FAO/Países Bajos, Apoyo a los Programas Forestales Nacionales de América Latina y el Caribe.
1.4 PARTICIPANTES
En la Reunión participaron los Coordinadores Nacionales de la Red Latinoamericana de Cooperación Técnica en Dendroenergía de: Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, República Dominicana, Uruguay y los miembros del Comité Asesor de la Secretaría Permanente del GLAERS. Además estaban presentes representantes de la Organización Latinoamericana de Energía, OLADE y de la Administración Nacional de Usinas y Trasmisiones Eléctricas de Uruguay, UTE y otros especialistas de la Región y de Europa.
La sede de la FAO estaba representada por los señores, Gustavo Best, Coordinador Principal de Energía de la Unidad de Coordinación para el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible y Miguel Trossero, Oficial Principal Forestal Madera para Energía, de la Dirección de Productos Forestales. La Oficina Regional de la FAO estaba representada por el Sr. Torsten Frisk, Oficial Principal Forestal y Secretario Técnico de la Red Latinoamericana de Cooperación Técnica en Dendroenergía. En total participaron 50 personas y estuvieron presentes 20 países. La lista de participantes se incluye en el Anexo 2.
1.5 DESARROLLO DE LA REUNION
La Reunión se realizó del 3 al 6 de noviembre en la Sala Yara del Capitolio, La Habana, Cuba. El programa del evento se incluye en el Anexo 1.
La ceremonia de inauguración se inició con las palabras de bienvenida de la Sra. Soledad Díaz Otero, Presidenta de Ciencia y Tecnología, Cuba. A continuación hicieron uso de la palabra el Representante de FAO en Cuba, Sr. Jairo Fernando Robayo Rodríguez y el Sr. Elías Linares Landa, Director Forestal del Ministerio de Agricultura, Cuba.
El evento se desarrolló en seis sesiones mediante conferencias plenarias, grupos de trabajo para la formulación de las conclusiones y recomendaciones de la reunión y una visita técnica a terreno.
1.6 SEGUIMIENTO
La Red y la Secretaría Permanente del GLAERS promoverán el seguimiento de las conclusiones y recomendaciones que emanan de la Reunión.
