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3 Bosque nativo

3.1 Introducción

En el capítulo 2 se ha descripto el bosque implantado, que es la principal fuente de riqueza económica proveniente del sector forestal de hoy en la Argentina.

En este capítulo se va a describir el monte nativo y se van a hacer referencias al uso industrial de la madera proveniente del mismo.

Un punto fundamental, con el que se va a comenzar, es el del inventario de los bosques nativos, al tiempo que en las dos cuencas principales se van a plantear, en la medida de lo posible, un esquema comparativo de oferta sustentable y consumo industrial.

En lo que hace a las existencias volumétricas del monte nativo, no hay en la Argentina, en el año 2003, una referencia que pueda tomarse como válida. Sin embargo, la finalización de la primera etapa del Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos, permite tener una aproximación menos intuitiva que antes a los valores reales.

3.2 Inventario Nacional de Bosques Nativos

El país cuenta, desde fines del año 2002, con un producto parcial del primer inventario realizado sobre la base de los bosques nativos de la República Argentina, que involucra a la cartografía y a la superficie. Las regiones analizadas son la Selva Misionera, el Parque Chaqueño, la Selva Tucumano Boliviana, los Bosques Andino Patagónicos, el Monte y el Espinal. En el caso de la Selva Misionera se cuenta con un inventario. Anteriormente, sólo se contaba con información provincial no homogénea entre provincias y estimaciones parciales.

La superficie total relevada fue de 33.2 MM de hectáreas, mientras que el número aproximado que se manejaba con anterioridad era de 36 MM de hectáreas. En la Tabla 22 se incluyen los resultados resumidos por regiones forestales.

Tabla 22. Superficie de las distintas regiones forestales de monte nativo (ha)

Superficie

Selva Misionera

Selva Tucumano Boliviana

Bosque Andino Patagónico

Parque Chaqueño

Monte Espinal

Total

Tierras Forestales

914.823

3.697.483

1.985.495

22.040.637

2.488.066

31.126.504

Bosques Rurales

538.558

29.352

-

1.327.347

168.681

2.063.983

Total Superficie Bosque Nativo

1.453.381

3.726.835

1.985.495

23.367.984

2.656.747

33.190.442

Fuente: Primer Inventario Nacional De Bosques Nativos- SAyDS ( UMSEF)

La existencia de este inventario se considera una fuerza impulsora del desarrollo del sector, porque gracias a su existencia va a ser posible la planificación de políticas y el análisis de impactos, tal como fueron descriptos en los objetivos del mismo.

3.2.1 Objetivos del inventario

Los objetivos del Inventario Forestal Nacional, clasificándolos en generales y específicos, son los siguientes:

Generales:

• Obtener información básica de los recursos forestales nativos del país para la formulación de políticas forestales;

• Crear y mantener actualizada una base de datos de dichos recursos forestales;

• Reforzar la capacidad operativa de la SAyDS para el manejo de la base de datos;

Específicos:

• Obtener información confiable sobre la ubicación, extensión y estado de los bosques;

• Crear una base de datos que constituya el Sistema Nacional de Evaluación Forestal;

• Proporcionar información estadística adecuada a los requerimientos de la demanda;

• Proporcionar el marco de referencia a fin de disponer de un sistema de evaluación y monitoreo permanente;

• Aportar las herramientas para una futura política de restauración y conservación de las masas nativas;

• Fortalecer la competencia de la SAyDS para almacenar, analizar, recuperar, publicar datos e información confiable acerca de los bosques nativos de la Argentina.

3.2.2 Áreas a analizar

En el contexto de este trabajo de Tendencias y Perspectivas, de acuerdo con la opinión del director de Bosques Nativos, se intentaron analizar para su proyección las siguientes áreas:

i. Selva Misionera

ii. Parque Chaqueño

iii. Bosque Andino Patagónico

iv. Selva Tucumano Boliviana

No se le restó importancia al resto de las áreas, sino que se consideró que las cuatro mencionadas son las que van a provocar mayor impacto de aquí al año 2020, que es el objeto de estudio de este trabajo. Cabe destacar, asimismo, que entre la Selva Misionera y el Parque Chaqueño se explica la mayor parte de la oferta maderera actual de la Argentina.

Además, sobre la base de la orientación del director de Bosques Nativos, debe hacerse notar que existen datos de inventario y estadísticas de consumo de madera para la Selva Misionera, pero no hay datos completos de inventario para las otras regiones. En el caso del Chaco, hemos podido acceder, aparte de los datos de superficie del inventario, a un viejo estudio que da alguna indicación acerca de la proporción de especies existentes por hectárea en el Chaco3.

Los datos del inventario serán tenidos en cuenta en consonancia con los objetivos planteados para el mismo: tener una referencia firme para la planificación de la política forestal para los bosques nativos y para el análisis de los impactos que los mismos podrían tener.

Selva Misionera

Siguiendo la metodología del inventario, los límites de la región denominada Selva Misionera coinciden con los de la Provincia de Misiones, aunque en la realidad, esta región incluye una pequeña parte del Noroeste de la Provincia de Corrientes.

Descripción general

El subsuelo forma parte del Macizo de Brasilia, una de las formaciones de mayor antigüedad del continente. Durante el periodo Triásico de la Era Mesozoica, este substrato básico fue recubierto por sucesivos mantos de lava basáltica (roca ígnea).

La alimentación de los ríos de la Provincia es esencialmente pluvial. Por ello, la variación de caudales coincide en gran medida con los histogramas de precipitación.

Las unidades taxonómicas más importantes han sido reagrupadas según tres conjuntos: tierras coloradas, suelos pedregosos y suelos pardos.

Las tierras coloradas se refieren a suelos rojos, profundos y bien drenados que se encuentran principalmente en la Meseta Central Preservada y en el Pediplano Parcialmente Segmentado. Los suelos rojos conocidos como ‘tierra colorada’ ocupan 962.408 ha, equivalente al 32,2% de la superficie provincial.

Los suelos pedregosos cubren un poco más de un tercio de la Provincia y se trata de un conjunto de suelos muy poco evolucionados. Estos suelos son poco profundos y ocupan sitios con fuertes pendientes. Estos suelos ocupan una superficie de 1.029.731 ha, o 34,5% de la superficie de la Provincia.

Los suelos pardos ocupan una zona geográfica específica ubicada en el escalón que separa al Pediplano del Paraná de la Zona Montañosa. Cubren una superficie de 651.952 ha (21,8% de la Provincia).

Los suelos considerados como aptos para cultivos agrícolas cubren cerca del 57% (1.706.929 ha) de la superficie de la Provincia. Sin embargo, debido a sus características y limitaciones estos suelos requieren prácticas de manejo y de conservación difíciles de aplicar y mantener. Las tierras sin aptitud agrícola ocupan el resto del territorio y cubren una superficie de 1.238.809 ha, o 41,5% de la superficie total de la provincia.

La Provincia de Misiones cuenta con 1.249.025 ha de tierras consideradas como aptas o potencialmente disponibles para la implantación de bosques con fines comerciales. En más del 99% de los casos, la profundidad efectiva del suelo es la limitación más importante, mientras que en el resto de las tierras el factor limitante es drenaje impedido.

Sobre las tierras consideradas aptas (A1) para la implantación forestal, todas las especies mencionadas pueden lograr un alto crecimiento con expectativas para Pinus elliottii y P. taeda del orden de 22-30 y 28-40 m3/ha/año respectivamente, para Eucalyptus grandis de 40-50 m3/ha/año y para Araucaria angustifolia de 22-26 m3/ha/año.

Sobre las tierras moderadamente aptas, limitadas por profundidad, las expectativas de crecimiento son las siguientes: Pinus elliottii y P. Taeda de 25-30 m3/ha/año; Eucalyptus grandis y E. dunnii de 30-40 m3/ha/año.

El clima de la región es de tipo húmedo, caracterizado por una abundante precipitación propicia para las actividades agrícolas y rara vez hay escasez de agua. El promedio anual de las precipitaciones varía entre 1.500 mm en el Sur y 1.900 mm en el Noroeste de la Provincia. El régimen pluviométrico es isohigro, es decir que la precipitación anual se distribuye en forma más o menos uniforme durante todo el año. La temperatura media anual es de cerca de 20 grados centígrados y las temperaturas máximas alcanzan los 40 grados centígrados. Sin embargo, durante el invierno pueden presentarse heladas en algunas noches con temperaturas bajo cero.

El tipo predominante de vegetación en la Selva Misionera se caracteriza por una densa vegetación y abundante flora, y el clima es cálido y húmedo. Dentro de la Selva Misionera se distinguen dos zonas: “Las Selvas Mixtas” (Selva Misionera o Zona de Monte o Bosque) y “Los Campos” (Parque Mesopotámico o Zona de Campo).

La gran riqueza faunística de la Provincia está íntimamente ligada a las características de su flora, relieve y a la diversidad de elementos naturales que le dan abrigo y sustento en diferentes hábitats. Según la misma fuente, existen 554 especies de aves, 120 especies de mamíferos, 79 especies de reptiles, 55 especies de anfibios y más de 200 especies de peces. Además, se han registrado unas 200 especies arbóreas autóctonas de las cuales sólo se aprovechan aproximadamente unas 20 especies.

En 1994, existían 29 áreas protegidas, de las cuales 2 eran de jurisdicción nacional y 27 de jurisdicción provincial. La superficie de las primeras sumaba 68.200 ha y la de la segunda cubría 118.728 ha para un total provincial de 186.948 ha, equivalente al 6,26% del territorio de la Provincia. Dentro las 24 provincias del país, Misiones ocupa al decimocuarto rango.

La principal ola de inmigraciones europeas a la Provincia de Misiones se produjo entre 1869 y 1895, y la mayor parte se asentó en la Zona de Campo. Esta colonización coincidió con la crisis de la agricultura tradicional europea junto con la explosión demográfica que conoció en esa época el viejo continente. Los campesinos de origen ucraniano fueron los que dominaron esta primera ola, y para 1903, sus explotaciones ya estaban en plena producción.

La colonización prosiguió en el intervalo de las dos guerras mundiales, concentrándose en las tierras a lo largo del Río Paraná y por el centro de la Provincia hasta la localidad de Oberá. Las décadas del 50 y 60, se caracterizaron por el crecimiento de las colonias existentes que se extendieron especialmente por la espina dorsal de la Provincia (Ruta Nacional 14). A fines de los años 70, la colonización, compuesta mayormente por germano-brasileros y polaco-brasileros se desplazó hacia el oriente de la Provincia. Esta última colonización se caracterizaba por la agricultura migratoria o de “roza”.

En 2001, la población de la Provincia era de 964 mil (INDEC-Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001).

La propiedad privada de la tierra domina en la provincia de Misiones, tanto en superficie (84%) como en cantidad (65%) de unidades agropecuarias.

La superficie total implantada de la provincia de Misiones cubre 587.103 ha, equivalente al 25,7% de la superficie total de las EAP. Los cultivos (excluidos los forestales) totalizan 264.336 ha (45,0% del total implantado). Los grupos de cultivos más importantes económicamente son los forestales e industriales. Los cultivos industriales cubren 190.334 hectáreas. La superficie ocupada por la yerba mate (133.719 ha) representa el 70% de todos los cultivos industriales de la Provincia y el té llega en segunda posición con 40.706 ha, 21% de los cultivos industriales.

En el año 2002 la Provincia contaba con aproximadamente 350.000 ha de plantaciones forestales. Tres especies son particularmente importantes: Araucaria, eucalipto y Pino; esta última representa alrededor del 80% del total. Se estimaba que había más de 217.000 cabezas distribuidas en unas 17.393 EAP, mientras que la superficie forrajera cultivada permanente era de 45.000 hectáreas.

Industria

En 1999, las industrias manufactureras producían bienes por un valor de $681 millones, en tanto que las actividades agrícolas aportaban $364 millones.

En la Tabla 23 se han destacado en celeste aquellos sectores que corresponden a la actividad forestal y representaban a 1999 un 50 por ciento del total. La siguiente actividad en importancia es la elaboración de Yerba Mate. Cabe considerar que, aún cuando no hay datos disponibles, el dinamismo del sector forestal sobre el total de la actividad provincial, marcó en los últimos años un mayor grado de liderazgo. Aumentaron la producción de papel, de pastas, de madera aserrada, de remanufacturas y de tableros MDF, antes no elaborados en la provincia.

A su vez, para comprender el impacto de proyectos de capital intensivos del sector forestoindustrial, al inaugurarse la primera planta de celulosa al sulfato de fibra larga a principios de la década del 80 en Misiones, el PB industrial se incrementó en un 74 por ciento. En la actualidad la participación del producto del sector sobre el total de la industria de la provincia supera el 50%.

Tabla 23. Detalle de la actividad industrial en la provincia de Misiones (PBG). Miles de pesos de 1993.

Fuente: Instituto Provincial de Estadística y Censos (IPEC)-Misiones

Metodología del inventario

La Selva Misionera fue una de las más analizadas en el Inventario realizado hacia fines del año 2002.

Los pasos que se siguieron fueron: a) clasificar las tierras en áreas de bosque y no bosque; y b) dentro de lo considerado bosque, en separar bosque inventariable de bosque no inventariable, mediante interpretación visual. A su vez se delimitaron estratos preliminares dentro de las áreas de bosque inventariable con lo cual se obtuvieron los mapas preliminares que sirvieron de apoyo para las tareas de campo.

Estando definida la superficie de bosque inventariable, obtenida en la estratificación preliminar, el área de cartografía generó una grilla básica de puntos equidistantes 10 km. entre sí. Esta grilla al ser superpuesta con los límites del bosque inventariable permitió realizar la selección de la muestra que consiste en todos los puntos de grilla que quedan incluidos en áreas de bosque inventariable. Una vez obtenida la lista de puntos se procedió a realizar el muestreo y su correspondiente control de calidad. En las tareas de campo también se realizaron labores para el análisis de fustes.

Los datos de las unidades primarias de muestreo (UPM) fueron compilados para obtener datos de área basal y densidad, y esta información fue utilizada, en conjunto con las imágenes satelitales, para ajustar la metodología de clasificación final de los bosques inventariables en la postestratificación. A partir de los criterios surgidos de la postestratificación, se procedió a delimitar los estratos de bosque inventariable mediante interpretación visual. Las superficies por estrato, más los modelos de volumen obtenidos a partir del estudio de análisis de fustes, junto con los datos de las UPM, fueron compilados para la obtención de los resultados por estrato que se incluyen en la base de datos.

En el área de teledetección durante la etapa de estratificación final las superficies de bosque no inventariable fueron separadas en Otras Tierras Forestales (cañaverales y bosque en galería) y Tierras Mixtas (mosaico de agricultura con fragmentos de bosque), las áreas no boscosas se denominaron Otras Tierras. Tanto Otras Tierras como Otras Tierras Forestales fueron delimitadas mediante técnicas de interpretación visual. Las Tierras Mixtas fueron procesadas mediante técnicas de clasificación supervisada de imágenes satelitales y se confeccionó un índice de caracterización. Como resultado de la estratificación final se obtiene el mapa forestal que fue evaluado mediante la elaboración de una matriz de error.

Utilizando la superficie de cada estrato de bosque inventariable, los modelos de volumen y los datos del muestreo, se efectuó la compilación final de la región almacenando los resultados de número de árboles, área basal y volúmenes en la base de datos del inventario. Para la codificación final de los estratos y la leyenda del mapa forestal se utilizó la clasificación de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), Programa de Evaluación de Recursos Forestales (FRA 2000), adaptándola al contexto argentino.

Finalmente, los datos espaciales (estratos forestales y SIG250 del IGM) conjuntamente con los datos tabulares, provenientes del inventario de campo, se integran conformando un sistema de información geográfica dando origen al Sistema Nacional de Evaluación Forestal.

Descripción del Muestreo

En total, se establecieron 108 UPM que posteriormente fueron asignadas a cuatro estratos finales para los efectos de la compilación de volumen. Los cuatro estratos son los siguientes:

• Selva protegida del Parque Iguazú;

• Selva de cobertura cerrada;

• Selva de cobertura variable; y

• Selva de cobertura abierta.

En la Tabla 24 resume la distribución del muestreo según estrato y según espaciamiento.

Tabla 24. Distribución del muestreo en la selva misionera

Estratos

10 km. grilla

5 km. grilla

2,5 km. grilla

TOTAL

Selva protegida del Parque Iguazú

4

   

4

Selva de cobertura cerrada

10

 

6

16

Selva de cobertura variable

64

6

3

73

Selva de cobertura abierta

11

4

 

15

Total de UPM

89

10

9

108

Fuente: Inventario Nacional Forestal

Tal como lo indica el cuadro, el inventario básico consistió en 89 UPM que fueron sistemáticamente seleccionadas en la grilla de 10 kilómetros. Éstas luego fueron complementadas con 19 unidades adicionales de las cuales 10 fueron seleccionadas aleatoriamente de un total de 34 muestras potenciales en la grilla de 5 km. y 9 fueron seleccionadas de un total de 16 muestras potenciales en la grilla de 2,5 kilómetros.

El trabajo de campo empezó en noviembre de 1998 y terminó en marzo de 1999.

Base de datos del inventario

La información del muestreo del inventario está contenida en tres tablas: una presenta la información para cada UPM, otra presenta los datos para cada parcela y la última tabla presenta la información detallada para todos los árboles. Estas tres tablas se han enlazado al Sistema de Información Geográfica. Así mismo, el sistema de codificación utilizado en el inventario y estudio de árboles, tanto para la toma de datos como para el procesamiento, es almacenado en 23 tablas de códigos.

Resultados

La superficie total de la región fitogeográfica Selva Misionera es de casi 3 millones de hectáreas (2.960.857 ha). Se encontró que 31% de la región, o 914.823 ha consisten de áreas de bosque denso y relativamente continuo que fueron clasificados como bosque inventariable e incluidos en el inventario detallado de campo del presente proyecto.

Tabla 25. Superficie de los estratos (ha)

Estratos

Superficies

Selva protegida del Parque Iguazú

40.238

Selva de cobertura cerrada

111.948

Selva de cobertura variable

686.543

Selva de cobertura abierta

76.094

Subtotal inventariable

914.823

Fuente: SAyDS- Dirección de Bosques- UMSEF

Para todos los estratos combinados se calcula una existencia de 1.408 árboles por hectárea, de los cuales 600 árboles (43%) se consideran especies comerciales o potencialmente comerciales. En la región se encontraron 6 árboles muertos por hectárea; estos árboles muertos pueden ser un componente importante de la biodiversidad. Pueden poseer flora y fauna asociada y jugar un papel determinante en la presencia de especies de líquenes, hongos, plantas epífitas, insectos y la nidificación de aves. En el Parque Iguazú se encontró un total de 726 árboles por hectárea, o 52% menos que las existencias en los demás estratos.

Mientras existe un total de 96 especies identificadas, 50% de los árboles pertenecen a sólo 9 especies y 75% de los árboles pertenecen a 21 especies. La mayor diversidad de especies se encuentra en la Selva de cobertura variable donde existen 89 especies identificadas, y la menor diversidad se encuentra en el Parque Iguazú con sólo 46 especies identificadas.

La estructura de rodal en la Selva Misionera con relación a una clasificación por clases diamétricas de 10 en 10cm dibuja una “J” invertida, común en los bosques húmedos tropicales. Comúnmente, los bosques que se caracterizan por una estructura de rodal que resultan en pueden describirse mediante un modelo exponencial negativo y con un cociente de disminución “q”.

La regresión hallada en el Bosque Misionero en el informe regional de la Selva Misionera dentro del Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos en la relación entre los árboles por hectárea y la clase diamétrica fue:

Arb/ha = 386,91e-0,0666x, con un coeficiente de correlación de 0,9755.

El promedio de área basal para el total de árboles vivos se estima en 19,7 m2 /ha. Los árboles muertos sólo representarían 0,7 m2 adicionales por hectárea. El Parque Iguazú soporta el área basal más grande con 25 m2/ha mientras que en los demás estratos, a medida que disminuye el nivel de cobertura de copa, el área basal disminuye a un mínimo de 17,1 m2/ha en la Selva de cobertura abierta.

Las especies más comunes, de acuerdo con el inventario, son laurel negro, laurel amarillo, lanza blanca, yvirá-itá, maría preta, holba alecrín, loro blanco, guatambú blanco, guatambú, canela do brejo, anchico colorado, aguay y vasouriña.

Consumo de madera del bosque nativo

La explotación forestal fue la principal actividad económica desarrollada en la Selva Misionera entre el inicio del siglo pasado hasta el fin de los años de la década del 50. Una intensa extracción selectiva condujo al empobrecimiento de todos los bosques de la región, a excepción de algunos escasos vestigios de selva intacta en áreas poco accesibles en el Norte y el Este de Misiones.

En el año 2001, la extracción de productos forestales nativos (rollizos) fue de 232.505 metros cúbicos. Cerca del 94% de estos productos (sobre la base de metros cúbicos) provienen de bosques privados.

Tabla 26. Extracción de madera de bosque nativo de Misiones por tipo de propietario. 2001.

Concepto

Rollizos

m3

tn.

Total general

232505

206770

Bosques privados

218555

194364

Bosques fiscales

13950

12406

Fuente: SAyDS- Dirección de Bosques- Programa Nacional de Estadística Forestal

Tabla 27. Extracción de madera de bosque nativo de Misiones por especie. 2001.

Especie
Forestal

Rollizos

m3

tn.

Subtotal Nativas

232505

206770

Anchico colorado

54485

59116

Guatambú amarillo

20239

18822

Ibirá peré

19463

18393

Ibirá puita í

14894

13479

Cedro

18672

13070

Azota caballo

15380

12150

Laurel

13330

9598

Incienso

8198

8198

Ibirá puitá

7296

7515

Guayaibí blanco

7429

7058

Otras

53119

39371

Fuente: SAyDS- Dirección de Bosques- Programa Nacional de Estadística Forestal

Desde el punto de vista del consumo, como se señaló en la Tabla 27, las especies más comunes, por orden de importancia, son Anchico colorado, Guatambú amarillo, Ibirá peré, Ibirá puita í, Cedro, Azota caballo, Laurel, Incienso, Ibirá puitá y Guayaibí blanco.

El volumen neto total del bosque inventariable de la región fitogeográfica Selva Misionera se estima en 139 millones de metros cúbicos con corteza y 113 millones de metros cúbicos sin corteza.

La Selva de cobertura variable, que es el estrato más extenso, contiene la mayor parte del volumen total. Este estrato alcanza a 100 millones de metros cúbicos con corteza, o un poco más de 80 millones de metros cúbicos sin corteza, lo que representaría más del 71% del volumen total de la Selva Misionera.

Si se consideran sólo las especies con mayor consumo, de acuerdo con las estadísticas de la SAyDS, en la Selva de cobertura variable hay 45 millones de metros cúbicos netos con corteza. En la superficie total analizada, tomando sólo la proporción de estas especies y un crecimiento anual uniforme de 3 m3/ ha año, la disponibilidad sin afectar el capital forestal acumulado sería de cerca de 2 millones de metros cúbicos, en tanto que el consumo registrado de estas especies no alcanza a los 500 mil metros cúbicos.

Informantes calificados del sector estiman que un máximo de consumo no registrado podría llegar al 50% adicional, lo que llevaría el valor de consumo real a 750 mil metros cúbicos. Esta estimación del consumo de madera no registrado está incluido en el Plan Maestro Forestal de la provincia, tal como puede observarse en la página 61.

También podría preverse que no toda la selva se encuentre en producción. Si sólo el 50 por ciento estuviese en esta condición, estaríamos con una oferta de 1 millón de metros cúbicos y un consumo de 750 mil metros cúbicos como máximo.

En cuanto a los demás estratos, en la Selva de cobertura cerrada se observa el mayor volumen con casi 21 millones de metros cúbicos con corteza y un poco más de 17 millones de metros cúbicos sin corteza y finalmente, en cuanto al Parque Iguazú y a la Selva de cobertura abierta, cada uno tiene alrededor de la mitad de este volumen.

Tabla 28. Especies más comunes en consumo con referencia a códigos de inventario

Código

Nomenclatura de inventario

Científico

Nomenclatura de estadística

PARRI

Anchico Colorado

Parapiptadenia rigida

Anchico y Anchico colorado

BALRI

Guatambú Blanco, Guatambú

Balfourodendron riedelianum

Guatambú, Guatambú Amarillo y Guatambú blanco

RUPLA

Marmelero, Viraró, Virarú

Ruprechtia laxiflora

Ibirá puitá í

CEDFI

Cedro Misionero, Cedro

Cedrela fissilis

Cedro

LUEDI

Azota Caballo

Luehea divaricata

Azota caballo

NECLA

Laurel Amarillo

Nectandra lanceolata

Laurel

NECME

Laurel Negro, Ayuí-Hu

Nectandra megapotamica

Laurel

MYRFR

Incienso

Myrocarpus frondosus

Incienso

PELDU

Ibirá-Pitá, Caña Fístula, Ivirá-Pitá

Peltophorum dubium Ibirá puitá

Ibirá puitá

PATAM

Guayaibí, Guayayví

Patagonula americana

Guayaibi, Guayaibí blanco

BASDE

Loro Blanco

Bastardiopsis densiflora

Loro blanco

CORTR

Peteribí, Afata, Loro Negro

Cordia trichotoma

Peteribí

APULE

Apule Grapia

Apuleia leiocarpa

Grapia, ibirá Peré

TABAL

Lapacho Amarillo

Tabebuia alba

Lapacho

TABHE

Lapacho Negro

Tabebuia heptaphylla

Lapacho

TABPU

Lapacho Amarillo

Tabebuia pulcherrima

Lapacho

Fuente: Elaboración propia sobre información de la SAyDS (Programa de Estadística y UMSEF)

Estadísticas informales de madera del bosque nativo

Dentro del bosque nativo la actividad no registrada se presume que es grande, aunque hay pocos datos en los cuales apoyarse para sacar conclusiones precisas.

Entre los estudios realizados se comenta el de la Administración de Ingresos Públicos sobre Producción y Comercialización de Carbón Vegetal

La AFIP, hacia el año 2000, realizó un estudio sobre el carbón vegetal, cuya finalidad era estimar el nivel de evasión que registraba en la cadena desde su elaboración hasta que se comercializa, sea en el mercado doméstico o en los externos.

Las estadísticas oficiales de los volúmenes producidos toman como fuente de datos a las guías emitidas en cada provincia con los registros de cada productor, tipo de producto que ampara, pesaje de la carga, fecha de emisión, etc. (por ejemplo, 289.948 toneladas de carbón vegetal para el año 1997). En este estudio se señala que de acuerdo con la experiencia recogida y a las versiones extraoficiales expresadas por personas vinculadas a la actividad, tales como asociaciones, sectores gremiales y académicos, los guarismos oficiales se encuentran muy desviados de la realidad, dada la marginalidad manifiesta de esta actividad. Estos sectores coinciden en que el nivel actual de producción de carbón vegetal se sitúa en el orden de 1 a 1,1 millones de toneladas por año en todo el país. Esto es, más de tres veces los valores estadísticos oficiales. De hecho, la AFIP estimó que sólo el uso doméstico de carbón vegetal, relacionado con el consumo de carnes elaboradas “a la parrilla”, se sitúa en el orden de 700.000 toneladas.

Con el objeto de hacer una estimación de qué especies incrementar en explotación del monte nativo y en qué regiones, vale la pena tomar en cuenta las sugerencias que la AFIP realiza en el presente estudio.

• Las localidades de Ceres o Rafaela (ambas en la provincia de Santa Fe), sobre la Ruta Nacional N° 34, que concentra el tránsito hacia el sur del carbón que proviene de Santiago del Estero, con destino a Buenos Aires, Gran Buenos Aires, Rosario, y otras ciudades.

• La localidad de Jesús María (en la provincia de Córdoba), sobre la Ruta Nacional N° 9, que concentra el tránsito hacia el sur del carbón que proviene de Santiago del Estero y de Catamarca, con destino a Córdoba, San Luis, Río Cuarto, y otras ciudades.

• La localidad de Termas de Río Hondo (en la provincia de Santiago del Estero), sobre la Ruta Nacional N° 34, que concentra el tránsito hacia el norte del carbón que proviene de Santiago del Estero, con destino a los centros urbanos de Tucumán, Salta y Jujuy, a la vez de controlar el carbón proveniente de esas provincias hacia el sur.

• La localidad de Presidencia Roque Saenz Peña (en la provincia de Chaco), sobre la Ruta Nacional N° 16, que concentra el tránsito hacia el oeste del carbón que proviene de Santiago del Estero (región norte y este) y Chaco (región oeste), con destino a Resistencia, Formosa, Corrientes, y otras ciudades.

• Las localidades de Recreo o Santa Fe (en la provincia de Santa Fe), sobre la Ruta Nacional Nº 11, que concentra el tránsito hacia el sur del carbón que proviene de Santiago del Estero, Santa Fe, Chaco y otras provincias del norte, con destino a Santa Fe, Paraná, Rosario, Buenos Aires y otros centros de consumo.

Nótese que un total de aproximadamente 700 mil toneladas de extracción no informadas, sobre un total de aprovechamiento del monte nativo en toda la Argentina para todos los usos de 3.257.947 toneladas (considerando que cada tonelada de carbón declarado fue hecha con 5 toneladas de leña), es un porcentaje muy importante (más del 20% sobre el total).

De acuerdo con los análisis de la AFIP, el principal diferencial debiera darse en Santiago del Estero, segunda provincia productora nacional de acuerdo con las cifras oficiales. De hecho, en el marco de la SAyDS se está llevando adelante un proyecto de fiscalización para controlar la evasión en el área de la industria de la madera junto con Gendarmería Nacional.

En este sentido, cabe destacar que la producción de carbón en Santiago del Estero está declarada como desarrollada con Quebracho blanco, mientras que en Chaco se realizaría con especies varias; esto es, sin usar quebracho blanco, por ejemplo.

Tabla 29. Provincias con producción de carbón y leña con especies nativas. Año 2001

Jurisdicción

Carbón

Leña como tal

* Leña para elaborar carbón

Leña total

Total

293585

970901

1467925

2438826

Buenos Aires

Sin información

Misiones

Sin información

Chaco

173568

644270

867840

1512110

Sgo. del Estero

65295

18356

326475

344831

Córdoba

28208

50354

141040

191394

Catamarca

13053

10383

65265

75648

Salta

6660

7692

33300

40992

San Luis

876

36099

4380

40479

Jujuy

1625

31894

8125

40019

Corrientes

-

36460

-

36460

Chubut

-

26341

-

26341

Formosa

3513

5611

17565

23176

Tucumán

2

19807

10

19817

La Rioja

168

18246

840

19086

La Pampa

104

15611

520

16131

Neuquén

-

15573

-

15573

Santa Fe

513

6623

2565

9188

P. Nacionales

-

7402

-

7402

Río Negro

-

6908

-

6908

Mendoza

-

6002

-

6002

Entre Ríos

-

4006

-

4006

Santa Cruz

-

1763

-

1763

Tierra del Fuego

-

960

-

960

San Juan

-

540

-

540

Fuente: SAyDS - Dirección de Bosques- Programa Nacional de Estadística Forestal

Para hacer una estimación de la producción posible, se estimó que un monte o bosque virgen, para la zona del Parque Chaqueño, por ejemplo, produce alrededor de 100 metros cúbicos de leña para carbón por hectárea. Un monte de rehache en la misma formación boscosa (es aquel que ya fue explotado y se dejó luego descansar para la regeneración natural del bosque) produce entre 23 y 30 metros cúbicos de leña para carbón por hectárea. La productividad de la leña para hacer carbón va a depender de la calidad del bosque, oscilando entre el valor de 5 toneladas, mencionado anteriormente, y 8 toneladas.

En el caso de los otros usos de la madera del bosque nativo, también es de presumir la existencia de economías informales y no registradas, que aumentarían el uso del mismo por sobre las cifras oficiales.

Entonces, sobre la base de las estadísticas elaboradas por la SAyDS, se ha hecho un análisis de la evolución de la extracción de madera desde el monte nativo. Asimismo, se ha hecho un análisis pormenorizado del material informativo disponible en el inventario realizado en la Selva Misionera y, finalmente, se ha hecho una comparación primaria entre la oferta sustentable de la Selva Misionera para las distintas especies y el consumo promedio registrado para cada una de ellas.

Plan Maestro Provincial de la Selva Paranaense

El Plan Maestro Forestal Capítulo Selva Paranaense fue concebido como la estrategia del Sector Forestal de la Provincia de Misiones que contiene las directrices de una política forestal global sobre los bosques nativos. Su proceso de elaboración se generó sobre una base intersectorial, interdisciplinaria, participativa y permanente. En él se describen la Finalidad del mismo, sus Objetivos Estratégicos y los Planes de Acción específicos.

El texto fue realizado en abril del año 2000; es decir, antes de la presentación del Primer Inventario de Bosques Nativos, que fue particularmente profundizado en el caso de la Selva Paranaense, dentro del territorio misionero.

El objetivo que se persigue en un plazo de 20 años (hasta el año 2020) es promover el desarrollo sustentable de la Provincia de Misiones desde el Sector Forestal, entendiendo como desarrollo sustentable lo siguiente: “el que satisface las necesidades del presente sin comprometer la posibilidad de que las futuras generaciones satisfagan sus propias necesidades”, de acuerdo con los criterios de la Comisión Mundial para el Ambiente y Desarrollo, Informe Brundtland de 1987.

En lo que hace específicamente al monte nativo, el objetivo es planificar e implementar estrategias de desarrollo económicamente viables, socialmente benéficas y con impactos ambientales mínimos o benignos, equilibrando necesidades presente y futuras. Al mismo tiempo, este objetivo se entronca con impulsar el desarrollo de los bosques cultivados; propender al desarrollo de la industria forestal primaria, secundaria y terciaria en combinación de PyMES y grandes proyectos y posicionar al sector forestal de Misiones en el ámbito de la competitividad internacional.

De acuerdo con el PMF, la producción de rollizos de los bosques de la selva paranaense es del orden de los 400.000 m3/año. El frente de aprovechamiento forestal de los bosques naturales es de 600.000 has. y si todas entraran en explotación, acorde a una renta promedio de 3 m3/ha./año, el volumen aprovechable será del orden de 1.800.000 m3/ha./año. Debe considerarse, sin embargo, que ese cálculo no toma el total de la superficie, dado que siempre quedan áreas inexplotadas por ubicación, decisión del propietario o cuestiones fortuitas. Por este motivo, en el análisis básico realizado en el punto 6.2.3.11, desarrollado en la página 72, se ha tomado una cantidad de hectáreas similar, coincidente con la superficie de la Selva de cobertura variable. De hecho, en el PMF mismo se señala que es probable que la producción en volumen de los bosques naturales disminuya en el tiempo debido a que las áreas de bosques secundarios no producen crecimientos de madera en cantidades similares comparadas con áreas del primer corte. También, se espera que en el tiempo más propietarios se decidan a reducir la explotación de madera y manejen los bosques nativos con otra valoración como conservación, turismo y secuestro de carbono.

Al mismo tiempo, se destaca que es probable que el dato real sea más alto porque parte de la madera de los bosques nativos se comercializa fuera de la economía formal. De hecho, los registros de madera para leña no se están llevando actualmente adelante en las estadísticas de la SAyDS. Se señala que el sistema actual de guías forestales es ineficaz para informar los volúmenes de cosecha de las áreas de bosque nativo. Una de las acciones que se presentan dentro del PMF está orientada a disminuir este problema con un plazo que se extiende entre el año 2002 y el 2004. Una estimación indica que la economía en negro en el sector forestal esté entre el 40% al 60%4

Sin embargo, se señala que la importancia de la producción maderera de la Selva Paranaense irá disminuyendo. Esto hará posible la puesta en valor de otros componentes de productos y servicios de los bosques de la selva paranaense. En el siguiente cuadro pueden apreciarse, en parte, la complejidad y la diversidad de la Economía de los bosques de la Selva Paranaense.

Tabla 30. Aspectos de la Economía de los bosques de la Selva Paranaense –

Productos – servicios

Usuarios

400.000 m3/año trozas madereras

230 Aserraderos – Mercado interno

75.000.000 m3/año de agua consumo

1.000.000 de Misioneros

Cataratas del Iguazú – Saltos del Moconá

Turistas Argentinos y del Mundo

15 especies del primer estrato de la selva para cestería

Comunidades Guaraníes

20.000 has. de Araucaria Angustifolia cultivadas

500 Aserraderos

176.000 has. cultivadas con Yerba mate

Consumidores Argentinos y del exterior

Fuente: PMF

Criterios de sustentabilidad para la Selva Paranaense.

En lo que hace a la sustentabilidad de la provisión de madera de la selva, se señala que mientras las reglas existentes determinan que árboles pueden apearse, no determinan qué árboles necesitan permanecer. Esto último es importante para asegurar que el bosque puede recuperarse en el largo plazo sin un cambio significativo en la producción en volumen y la composición de especies. Por lo tanto, se concluye que deben seguir profundizándose los criterios en este sentido.

Fuera de lo normativo, en lo que se refiere a la ocupación ilegal de tierras que en lo general atentan contra la sustentabilidad, en el PMF se señala que han percibido que las autoridades municipales locales, empresas tabacaleras privadas y líderes de la iglesia han ayudado y han incitado para que este fenómeno se profundice. Si continua, esta situación mina el respeto por el derecho a la propiedad y por la ley en general, aunque se señala la crisis económica y la satisfacción de necesidades básicas de pobladores locales en contraposición con propietarios que viven fuera de la región, sea en Argentina o fuera de ella, y que no desarrollan ningún tipo de actividad sobre estas superficies y tampoco declaran su propiedad como reserva.

En este contexto, dentro de una de las acciones propuestas en el plan que se incluyen en la página 62, se encuentra la de promover la certificación internacional (FSC en combinación con ISO 14001) de áreas manejadas para la producción de madera, con fecha prevista para el período 2002-2006.

Necesidades de infraestructura

Transporte Fluvial

La región cuenta con la disponibilidad del Río Paraná como vía de transporte, lo que ayudaría a amortiguar, en caso de un aumento sustancial de tráfico, la capacidad de la ruta nacional número 12.

Al mismo tiempo, el costo del transporte fluvial es, en general, menor a otras alternativas. Cualquier reducción en los costos de transporte produciría márgenes de ganancia mayores para los fabricantes o permitiría que se puedan pagar precios más altos por los rollos.

Hasta qué punto el sector forestal usará el transporte por el río Paraná, si estuviera disponible, dependerá del producto y su destino. Es probable que el transporte por el río sea muy barato para productos de grandes volúmenes como pulpa de madera, papel y MDF. Mientras la mayoría de las empresas de procesamiento de madera recibiría con agrado el desarrollo de la opción de transporte por río, deberían profundizarse los estudios para confirmar que los aserraderos pequeños y medianos y las remanufacturas usen esta opción. Los productos de madera sólidos para el mercado doméstico requieren a menudo entregas en corto plazo y generalmente consisten en envíos mixtos. Los requisitos de servicio de cliente impedirían el transporte fluvial de estos productos a menos que la empresa posea capacidad de almacenaje en una situación corriente abajo.

Envíos para exportación, incluyendo cargas de productos de madera sólida, podrían beneficiarse mucho del uso de barcazas para transporte por el Río Paraná. Cargando el barco de ultramar directamente de la barcaza ahorraría almacenamiento en el puerto y costos de carga.

Existen también varias opciones con respeto del desarrollo del transporte por el Río Paraná. Dos opciones mencionadas por representantes de la industria forestal fueron:

Transporte por camión hasta un puerto en Eldorado y por barcazas a través de las compuertas de la represa de Yacyretá, y de allí hasta Ituzaingó, donde se podrían juntar más barcazas para transporte río abajo. Esta opción necesitaría asumir que la propuesta represa de Corpus posea compuertas para permitir el paso de barcazas.

Transporte por camión hasta un puerto en Ituzaingó y juntar varias barcazas para transporte río abajo.

Probablemente, planta de pulpa y papel planeada por Papelera del Plata usaría un puerto en Ituzaingó.

Además deben ser consideradas mejoras físicas en el río. Éstos son el dragado de algunas porciones poco profundas del río y la colocación de ayudas a la navegación donde se requieran.

Otros posibles impedimentos son las reglamentaciones y las exigencias de los sindicatos con respecto a niveles de tripulación en las barcazas. Estas reglamentaciones y demandas podrían hacer el uso barcazas poco atractivo.

Productos forestales no madereros

Dentro del PMF se incluyen los productos forestales no madereros, como alimentos, medicinales, aromáticos, fibras, textiles, ornamentales, exudantes, aceites, esencias, utensilios y artesanías, junto con los servicios del bosque: servicios ambientales (conservación, protección, fijación de carbono), servicios sociales y culturales (estética, paisajismo, recreación, turismo, educación, investigación, valores históricos, culturales y espirituales). El objetivo es establecer un verdadero uso múltiple del bosque con un horizonte de plan de acción hasta el año 2020.

Producción industrial sobre el bosque nativo

Sobre la base de lo incorporado en las estadísticas de la SAyDS se ha hecho un análisis tendencial del consumo de las principales maderas provenientes del monte nativo desde 1980 hasta 2001. El resultado se vuelca a continuación.

Se observa un aumento del anchico colorado y azota caballo, pero ninguna modificación sustancial. Asimismo, en lo que hace al consumo total, se observa lo siguiente:

Ilustración 16. Consumo industrial porcentual de maderas de la Selva Misionera 1980-2001

Fuente: Elaboración propia en base a información suministrada por la SAyDS - Dirección de Bosques- Programa Nacional de Estadística Forestal

En primer lugar, se percibe una tendencia decreciente, pero que nadie ha podido asegurarnos, fuera del análisis numérico, si tiene un efectivo correlato en la realidad. Una proyección de esta serie indicaría una disminución tendencial de los consumos, al margen de los dos puntos de la serie que ofrecen valores alejados del resto para arriba(1987) o para abajo (1993).

Para hacer estos análisis se ha hecho un trabajo intenso y conjunto con las profesionales responsables de cada sector de ambas Secretarías y se nos ha informado lo siguiente. La elaboración de las Estadísticas Forestales es una responsabilidad de los Organismos Nacionales competentes en la materia, pero la disolución del Instituto Forestal Nacional (IFONA) ocurrida en el año 1991 y los cambios de tipo político e institucional realizados con posterioridad tuvieron influencia en el seguimiento y en la producción de datos estadísticos.

Ellos se vieron afectados por subestimaciones que se puedan observar en las series provocadas por pérdida de información tanto de los Servicios Forestales Provinciales como de empresas privadas del sector forestal. Con el fin de salvar los datos disponibles y de no interrumpir las series históricas, en ciertas provincias en particular durante el año 1990, solo se pudieron estimar datos de producción en el ámbito de totales provinciales pero no por especie, como es la desagregación tradicional que se registraba en los Anuarios del ex – IFONA.

Ilustración 17. Consumo total de maderas de la Selva Misionera (m3 scc/año)

Fuente: Elaboración propia en base a información suministrada por la SAyDS - Dirección de Bosques- Programa Nacional de Estadística Forestal

Por otra parte, ciertos saltos de las series pueden ser explicados por cambios metodológicos que en su momento fueron positivos, porque permitieron corregir las subestimaciones como el caso de la leña en los años 1984 y 1985 en las provincias de Misiones a través de una encuesta a papeleras y secaderos y en Buenos Aires a través del cómputo del porcentaje de hectáreas aprovechadas que se destinaba a la leña.

Esta mejor participación, según los responsables de las estadísticas en el nivel nacional, fue interrumpida por decisiones de las autoridades provinciales, produciendo nuevamente oscilaciones numéricas significativas.

El Sistema de Información Forestal también fue afectado por el Régimen de Promoción Forestal al suprimir las provincias que se acogen al mismo, el instrumento estadístico de captación, que son las guías forestales. Asimismo estas provincias no generaron mecanismos confiables de estimación, como método alternativo de la supresión de las guías, afectando de esa forma la interpretación de las series históricas.

Los antecedentes demuestran la imperiosa necesidad de preservar la uniformidad y continuidad de los Sistemas Estadísticos de Información Forestal, más allá de los cambios políticos e institucionales, ya que ellos proveerán la materia prima básica indispensable para toda planificación y realización de estudios sectoriales.

Comparación de oferta y demanda

Una vez más, al igual que muchos otros estudios, hemos debido concluir que, al menos de acuerdo con los datos actuales, similares desde 1980, no es el uso industrial el responsable de la disminución de las existencias forestales.

Tabla 31. Inventario por especies en la Selva Misionera. Basado en muestras. (m3). Comparación con consumo.

Especie

Clase En estadística

Capital en pie

Crecimiento anual

Consumo medio

Cons vs Crec

 

10-30

30-50

50-70

70-100

D100+

Total general

(m3)

(m3 / año)

m3 / año

% s/oferta sust.

Anchico y Anchico colorado

0.5

1

2.4

0.8

0.6

5.3

3,638,678

162,926

63145

39%

Azota caballo

0.1

0.9

1.1

1.1

0.9

4.1

2,814,826

126,037

26372

21%

Cedro

0.9

1.2

0.5

0.1

 

2.7

1,853,666

83,000

28498

34%

Grapia, ibirá Peré

0.2

1.5

0.6

0.4

 

2.7

1,853,666

83,000

24874

30%

Guatambú, Guatambú Amarillo y Guatambú blanco

2

2.6

0.1

0

 

4.7

3,226,752

144,481

22695

16%

Guayaibi, Guayaibí blanco

0.3

1.4

2.6

3.5

0.8

8.6

5,904,270

264,370

16029

6%

Ibirá puitá

0.1

0.1

0

0

1.4

1.6

1,098,469

49,185

18255

37%

Ibirá puitá í

0.2

0.9

1.3

0.5

 

2.9

1,990,975

89,148

9860

11%

Incienso

0.5

1.1

0.8

0.2

 

2.6

1,785,012

79,926

10496

13%

Lapacho

0.1

0.1

0.2

0.1

0.6

1.1

755,197

33,815

7012

21%

Laurel

4.9

11.9

5.5

1

 

23.3

15,996,452

716,259

9214

1%

Loro blanco

1.2

2.7

1.8

0.2

 

5.9

4,050,604

181,370

4540

3%

Peteribí

0.5

0.9

0.1

0

 

1.5

1,029,815

46,111

3885

8%

Total general

11.5

26.3

17

7.9

4.3

67

45,998,381

2,059,629

244875

12%

Fuente: Elaboración propia en base a información suministrada por la SAyDS (Programa Nacional de Estadística Forestal y UMSEF)

Para la oferta de madera, sobre la base de los datos del inventario, se ha tomado como referencia la Selva de Cobertura Variable, que es la que presenta una mayor superficie. Luego, se consideraron los datos volumétricos de las parcelas muestrales, asociando los nombres similares utilizados por los Programas de Estadística y de Inventario respectivamente. Ese volumen fue multiplicado por las hectáreas de Selva de Cobertura Variable y se obtuvo lo que sería la oferta sustentable.

Finalmente, se compara lo que sería la oferta sustentable (con un crecimiento de 1; 1,5 y 3 m3) para ver cuánto se estaría consumiendo (sin mercado negro) en comparación con aquella. Para el consumo se tomó el promedio de los últimos 10 años de estadística. Hay una simplificación en considerar que todas las especies tienen el mismo crecimiento volumétrico, dado que no se han obtenido ni trabajos ni referencias que permitan hacer una diferenciación. Además, las especies varias que no están en el cuadro, por la simplificación, habrían quedado como "sin crecimiento" porque el total es absorbido por las que sí están expuestas en el cuadro (los 3 m3, por ejemplo). Pero al mismo tiempo, hay alrededor de 300 mil hectáreas que no están siendo consideradas en esta comparación, lo que implicaría una potencial adicional de oferta. Esto se observa en la Tabla 31. Inventario por especies en la Selva Misionera. Basado en muestras. (m3). Comparación con consumo.

En la Tabla 32 se pueden distinguir los porcentajes de aprovechamiento legal respecto de lo que sería la oferta anual bajo las distintas tasas medias de crecimiento del bosque nativo. Bajo estos resultados, sólo en el escenario bajo (1 m3) se estaría aprovechando un valor cercano a la renta anual del bosque.

Por otro lado, el manejo del bosque nativo puede impulsar una mayor oferta sustentable por hectárea. Un trabajo realizado por los ingenieros Enrique Riegelhaupt y Rodolfo Burkart se hicieron ensayos con distintas tareas.

Tabla 32. Porcentaje de utilización de la renta anual de la Selva Misionera. Análisis de sensibilidad.

Especie

1 m3

1.5m3

3 m3

Anchico_colorado

78%

47%

39%

Azota_caballo

42%

25%

21%

Cedro

69%

41%

34%

Grapia_Ibirá_Peré

60%

36%

30%

Guatambú

31%

19%

16%

Guayaibí

12%

7%

6%

Ibirá_puitá

74%

45%

37%

Ibirá_Puitá_i

22%

13%

11%

Incienso

26%

16%

13%

Lapacho

41%

25%

21%

Laurel

3%

2%

1%

Loro_blanco

5%

3%

3%

Peteribí

17%

10%

8%

Subtotal

24%

14%

12%

Fuente; Elaboración propia en base a información suministrada por la SAyDS (Programa Nacional de Estadística Forestal y UMSEF)

Se buscó medir la productividad de un monte en descanso forestal (post-extracción) y confrontarla con la respuesta a labores de manejo. En un ensayo realizado en el establecimiento Forestal Montreal (dentro de la Reserva de Biosfera Yabotí), analizaron el crecimiento de los árboles en cuatro parcelas de 0,64 ha netas (0,96 ha con áreas de borde) en un bosque recientemente explotado y sometido a tres tratamientos de manejo: A) raleo de árboles sobremaduros, enfermos y dominantes de especies no comerciales, B) limpieza del sotobosque por corte de las tacuaras y lianas, C) tratamiento combinado de raleo más limpieza. Mientras tanto, se mantuvo un testigo sin tratamiento. Las mediciones de incremento diametral se realizaron con dendrómetros permanentes, instalados en todos los árboles de especies comerciales de DAP mayor a 10 cm. El crecimiento registrado (incluyendo a los árboles reclutados y excluyendo a los muertos en cada uno de los años) se resume en la Tabla 33.

Tabla 33. Ensayo de manejo post-explotacion forestal Convenio FUCEMA/Forestal Montreal, 1994-2000. Incrementos netos (en % del AREA BASAL)

Tratamientos

1996

1997

1998

1999

2000

Raleo + Limp.

2.04

2.91

3.14

2.59

3.10

Limpieza

2.24

2.63

2.62

2.56

3.07

Raleo

1.49

2.65

3.00

1.98

2.64

Testigo

1.10

1.48

1.59

1.50

1.65

Fuente: Riegelhaupt y Burkart

En los tratamientos “Limpieza” y “Raleo + Limpieza”, el incremento corriente anual (ICA) del Area Basal duplicó al registrado en el testigo durante los cinco años siguientes a la instalación de los ensayos. Estos datos, advierten los autores, sólo pueden ser considerados como indicativos, debido a que el ensayo incluía una única parcela para cada tratamiento y, aunque el número de árboles medidos es considerable (entre 75 y 115 por parcela), hay diferencias importantes entre las áreas basales de las parcelas.

Los resultados de este ensayo indican que el crecimiento de la masa forestal residual aumenta si después de la explotación comercial se practica un moderado raleo de individuos sobremaduros o enfermos, que el obraje no toca por carecer de valor. En este caso, se raleó un total de 6 m2/ha o el 30% del AB del bosque explotado. Lo sorprendente fue comprobar que el crecimiento había aumentado mucho más en las parcelas con limpieza de tacuaras y lianas, tanto donde se realizó limpieza sola como combinada con raleo.

Esto sugiere que la competencia del sotobosque con los árboles tiene un efecto más intenso que la competencia entre los árboles después de la explotación comercial. Una posible explicación es que las tacuaras y lianas, por su rápido crecimiento, son capaces de ocupar los espacios liberados por la extracción comercial antes que lo logren los árboles remanentes, secuestrando los nutrientes liberados por la descomposición de las copas de los árboles abatidos. La diferencia entre el crecimiento del tratamiento combinado y el testigo es muy amplia, y probablemente significativa.

Conclusión

La Selva Misionera ha sido la más industrializada del país en función de su superficie. Además, no sólo ha dado sustento a la economía de la provincia, sino que ha sido la puerta de entrada para la idiosincrasia de una provincia que se diferencia sustancialmente del resto de la Argentina. Esto posibilitó que se diese entrada a una pujante industria forestal que se basó en montes implantados y que fue sustituyendo el aprovechamiento de las forestas nativas.

Tardó mucho en instalarse en el mundo una conciencia acerca de la finitud de los recursos naturales, pero el escaso desarrollo económico regional permitió que no se barriese con el total de la superficie del monte nativo, como sí ocurrió detrás de las fronteras, tanto en Paraguay como en Brasil.

Gracias a esto, que fue en parte obra de la propia dinámica de la provincia y del país y no conclusión de una planificación, se cuenta aún hoy con un importante recurso renovable que puede dar sustento a la economía provincial en complementación con el monte implantado y las otras actividades económicas que se desarrollan en la provincia.

En la actualidad la conciencia del impacto de la actividad del hombre sobre el uso de los recursos naturales y la comprensión de la utilidad de conservar y utilizar racionalmente estos bienes comunes ya están instalados. Así, la provincia cuenta con un Plan Maestro, con un inventario de los bosques nativos y de los implantados, con un censo de la industria instalada, con estudios particulares sobre el potencial de los aserraderos chicos y medianos y con una política de ordenamiento de las masas forestales nativas.

Se observa que hay una política en desarrollo que está encaminada. La existencia de planes de promoción para el bosque nativo ayudaría a lograr un mejor aprovechamiento de la masa nativa que, hoy por hoy, tal vez no cuente con un plan industrial de respaldo que no sólo asegure su perpetuidad, sino que también se constituya en un eficiente modo de vida de los pobladores de la región.

En este último sentido, el Ingeniero Frangi, quien realiza trabajos con pobladores locales por intermedio del INTA, señala que hay una conciencia creciente en los pequeños propietarios forestales de bosques nativos, de que tienen una reserva económica a ser utilizada en el momento que la necesidad lo indique.

En lo que hace a los productos, la Argentina tiene la característica especial de tener la mayor parte de sus bosques implantados y nativos de mayor uso actual a una distancia tolerable, desde el punto de vista de costos y competitividad, como para permitir la elaboración de productos mixtos que aprovechen en forma sinérgica uno y otro bosque. Este punto puede ser una fuerza impulsora de un desarrollo particular de la Argentina que va a precisar la realización de políticas que busquen alcanzar alternativas viables para aprovechar esta característica natural.

En síntesis, existe un Plan Maestro y tareas pendientes que ya están siendo llevadas adelante.

Chaco y Formosa

Teniendo en cuenta la estadística sobre superficies ocupadas por bosques en la Argentina, el Chaco es la mayor área forestal del país. Esto debería significar que su potencial de producción de madera, frutos del monte y otros servicios forestales, podrían mantener una jerarquía equivalente en cuanto a volúmenes de producción y a valores de intercambio.5

La región se encuentra sometida a un proceso acelerado de pérdida de su aptitud forestal, proceso en el que se conjugan los desmontes para la agricultura, la explotación forestal de carácter minero y las consecuencias negativas sobre los renovales de la ganadería de monte.

1) Desmontes para la agricultura. Una parte importante de los bosques chaqueños ha sido históricamente transformada en terrenos agrícolas. En la actualidad, dicho proceso continúa, particularmente en el Centro-oeste de la Provincia del Chaco, Este de Santiago del Estero, y en el oriente salteño y tucumano. El permanente conflicto entre la necesidad de habilitación de nuevas tierras para la agricultura y los argumentos a favor de la conservación de los bosques, se resuelve a favor de la agricultura, sin que existan criterios previos de evaluación ni de la aptitud productiva de las tierras, ni de la implicancia de los desmontes en la conservación de la biodiversidad. Por otra parte, la cruda realidad de los mercados inmobiliarios, indica claramente que el precio de una hectárea desmontada, puede ser el triple o el quíntuple de una hectárea con bosque.

Una forma de lograr que dentro de estas reglas de juego el bosque conserve su lugar es generar dentro de él un valor económico derivado de su explotación sustentable, compatible con los múltiples servicios que prestan al hombre y a la estabilidad de los ecosistemas de la región.

2) Explotación forestal minera. La mayor parte de los bosques chaqueños ha estado sometida a un proceso esencialmente extractivo, que no se acompañó por medidas básicas de manejo forestal, como son la ordenación o el enriquecimiento. Durmientes para ferrocarriles, producción de tanino, postes para alambrados, leña y carbón y más recientemente los muebles de algarrobo, han sido y siguen siendo sectores que provocaron la extracción de grandes cantidades de madera, generando un marcado empobrecimiento en las masas forestales.

El resultado, es la repetición de ciclos de producción, hasta que se agota el recurso. Por el contrario, la experiencia de los grandes países forestales del mundo, indica que la adopción de medidas de manejo forestal, permite contar cada vez con mayor volumen de madera y otros productos del bosque, pero al mismo tiempo, contabilizar más y mejores bosques. El valor de mercado que tiene la madera y los demás bienes y servicios que puede ofrecer un bosque bien manejado, genera beneficios para las comunidades que viven en su entorno, lo que es un argumento decisivo a la hora de enfrentar la alternativa de los desmontes. Más importante aún, es la suma de servicios derivados de la presencia del bosque, en particular los que se refieren a las condiciones de vida de la población rural que vive en ellos.

Cabe destacar que, por un lado, la provincia en el año 2003 ya está encarando proyectos de manejo de los bosques nativos y que algunas de las empresas consumidoras están procurando el manejo del recurso e, incluso, ensayando con plantaciones de las especies nativas que utilizan. Asimismo, la fortaleza del Parque Chaqueño se puede observar en su capacidad de recuperación y en el hecho de que la falta de éxito de políticas que implicaban su desplazamiento por otros usos del suelo haya fracasado.

Un esquema de manejo que se está desarrollando en forma incipiente en la zona, es, de algún modo, similar al descripto en el trabajo realizado por los ingenieros Riegelhaupt y Burkart, pero con agregados descriptos de función social. En el monte chaqueño se está encarando el manejo, extrayendo aquellos ejemplares que tienen poco desarrollo por dominación o que no son actualmente de utilización industrial o que están enfermos. Con esa apertura, se fomenta el crecimiento de los ejemplares que quedan, por tener una menor competencia. Esa misma característica permite el pastoreo del ganado y el uso como leña de lo que se extrae. Ambas acciones son de suma utilidad para los habitantes locales que están apreciando las ventajas de este tipo de manejos. Incluso, en las plantaciones que se están realizando, una vez que las plantas logran cierta altura, es posible y conveniente, también, la entrada de ganado porque ayuda al control de malezas. Los animales no consumen los quebrachales pequeños por ser duros en comparación con la maleza.

3) Ganadería de monte. La presencia del ganado dentro de los montes chaqueños, presenta en la casi totalidad de los establecimientos, un perfil tecnológico muy bajo. En general el apotreramiento es mínimo o nulo, lo que implica que las rotaciones entre potreros son igualmente restringidas. La actividad ganadera no es incompatible con la producción forestal como lo prueban los diversos esquemas silvopastoriles. Precisamente una de las claves de los sistemas silvopastoriles, es la rotación entre potreros, lo que permite un uso más eficiente de los recursos forrajeros. La rotación permite también manejar los renovales de las especies de interés forestal. Por el contrario, la presencia casi permanente del ganado en las áreas forestales, es uno de los factores que atenta contra la renovación del bosque. La pérdida de renovales de los quebrachos colorados, especie emblemática del bosque chaqueño, es un claro ejemplo de esta interacción negativa. El sobrepastoreo afecta a las características físico-químicas del suelo, lo que contribuye a la degradación de los bosques. La quema incontrolada de pastizales por su parte, es el origen de numerosos incendios forestales.

La Red Agroforestal Chaco, ha encarado la recuperación de los bosques de la región, como un elemento que siente las bases para conservar la biodiversidad, a través de tecnologías apropiadas, entre las que se deben destacar:

• Manejo del Bosque nativo

• Prácticas y Sistemas Agroforestales y Silvopastoriles

• Valorización de los productos del monte (alimenticios, medicinales, artesanales e industriales) y los procesos para su transformación.

• Captación, conservación y manejo del agua

• Introducción de especies promisorias para el Chaco.

• Importantes tasas de secuestro de CO2 atmosférico como resultado de la recuperación de ambientes degradados, de la fijación de materia orgánica en los suelos y del desarrollo de la actividad forestal.

El recurso forestal

El recurso forestal en el Chaco es vital para mantener la mayoría de los ambientes Chaqueños en una situación estable y a la vez productiva en el largo plazo.

Amén de su valor económico, los bosques contribuyen a la conservación y estabilización del suelo, a regular el régimen hídrico, a amortiguar las temperaturas extremas, estabilizar el macroclima y a conservar la biodiversidad. Sin embargo, la percepción que tiene la mayoría de los habitantes del Chaco, con relación al rol del bosque es, en general, baja. Tienen poca conciencia de los roles ambientales del bosque y del grado de degradación existente, el impacto que realizan sus sistemas productivos y su valor económico potencial.

La fragilidad del Chaco es relativa, ya que con tecnologías y manejos apropiados a sus características, pueden tenerse sistemas altamente productivos y sustentables. Las perspectivas de mantener el recurso forestal como sustento natural económico y social, sin embargo, están amenazadas. Las causas de fondo están vinculadas, la mayoría, con la especulación inmobiliaria, el relativo valor económico y ambiental actual de los bosques frente a las actividades agrícolas y ganaderas tradicionales, los subsidios muchas veces encubiertos y el afán de lucro a corto plazo, que desprecia las consecuencias sociales y ambientales de los pobladores locales. Se suma a esto, la falta de alternativas tecnológicas vinculadas al desarrollo sustentable y de planificación integral regional.

En las entrevistas mantenidas con distintos actores del sector se visualizan diferencias en los puntos de vista. Por un lado, quienes plantan e industrializan el bosque implantado interpretan que la oferta de madera alternativa a la del bosque nativo defiende su existencia. Por el otro, quienes trabajan con el monte nativo cuestionan esta aseveración dado que entienden que, si bien la demanda de madera del monte nativo puede bajar, también puede hacerlo su importancia económica para la industria y, por lo tanto, para el empleo regional. Entonces, las alternativas que hoy se imponen y empujan al poblador local a sustituir monte nativo por otras actividades, van a tener todavía mayor preponderancia.

El Ing. Jorge Menéndez, Director de Bosques, como otros actores importantes del sector, interpretan que debe cambiarse radicalmente la visualización del monte nativo, porque la rentabilidad global actual no asegura su subsistencia. Manifiesta que debe pensarse en nuevos productos y en el uso más integral de las especies.

En igual sentido, el Ing. Pablo Delvalle señala que si la explotación forestal se concentra sólo en algunos especies, en tanto que el resto se transforma en residuo o en material de muy bajo valor, la rentabilidad global también es muy difícil de establecer. Al mismo tiempo, el bajo aprovechamiento de la madera en la industria del aserrío, se señala en un informe de Cerpyme, hace que el precio que se pueda abonar al propietario del monte sea bajo.

En este sentido, se puede señalar que en Misiones, la madera aserrable proveniente del bosque implantado tenía un sobreprecio del 20% respecto de la pulpable en los finales de la década de los ochenta. En la década de los noventa ha habido un importante proceso de inversión en la industria de la madera, incorporándose la clasificación de rollos, el secado, la clasificación por grado, la mejora de calidad en los cortes y las remanufacturas, con lo que la renta generada sobre esta materia prima en el aserradero comenzó a distribuirse hacia el bosque, llegándose a la situación actual en que existen varias clases diamétricas con precios diferenciados, con un valor de los rollizos de mayor diámetro que supera en 5 o 6 veces a los despuntes o raleos.

Entonces, es posible, en vista del ejemplo citado, generar cambios que produzcan una mayor eficiencia en la cadena foresto industrial que permita dar un mayor valor agregado a los productos del bosque y, consecuentemente, distribuir más beneficios entre los distintos actores. El hecho de que se pueda pagar más la madera, como fue citado recientemente, está relacionado con la mayor eficiencia en su industrialización (por la clasificación de los rollos, por ejemplo) o con el mayor valor final por el producto obtenido. Como no toda la madera es apta para lograr ese valor final superior, la que sí lo es tiene una mayor demanda y obtiene así un precio más alto. Ante la ausencia de ese plus de valor y calidad, el que pierde, siempre, es el eslabón más débil de la cadena: habitualmente, el forestador. Es decir, que al forestador, sin dudas, le conviene tener detrás en su cadena productiva a un empresario que sepa sacar el máximo provecho de la materia prima y que la misma no sufra un claro proceso de sobreoferta que empuje hacia abajo los precios de la madera.

Los problemas que enfrenta el monte chaqueño son:

• El aumento de las áreas agrícolas en secano de medianas y grandes empresas con producción y tecnología tradicional, incompatible con el bosque nativo y de relativo valor social y económico regional. La tendencia de la agriculturización se acelera a partir de los años 1970 dados las buenas precipitaciones y precios internacionales de los productos primarios y valores inmobiliarios, pasando del millón de hectáreas a 3 millones en el año 2000. De éstas, en promedio, están en producción sólo la mitad, oscilando según precios y lluvias, entre el 25% al 75% de superficie en producción. La tendencia es el aumento, al mismo ritmo, de la superficie agrícola con avance sobre las áreas más secas del semiárido. Se encuentra al borde de la pérdida total de sus bosques la subregión semiárida, límite Sur (Norte de Córdoba) y con graves pérdidas de bosques, en los límites Oeste y Este del Chaco Semiárido.

• La continua degradación, lenta pero sostenida, en las áreas más secas del semiárido con sistemas ganaderos extensivos cada vez menos productivos, resultando en pérdida de renovabilidad del bosque nativo. La superficie en estas condiciones es de unas 15 millones de hectáreas. La tendencia en 20 años es la pérdida de posibilidad de renovación de las principales especies forestales nativas en esta gran región.

• El aumento de la salinización de los suelos por malas prácticas agrícolas y de riego, sobre todo en los límites entre el Chaco Semiárido y el Húmedo y en las áreas tradicionales bajo riego. Están afectadas unas 400.000 has con productividad decreciente.

• La gran superficie y alta frecuencia de incendios por la escasa prevención, se presentan en todas las Subregiones, con importantes pérdidas de bosques y pastizales, siendo graves en el Chaco Serrano con sus 300.000 has incendiadas todos los años, con pérdidas de su capacidad de regulación hídrica.

• El aumento de las inundaciones en áreas de relieve más bajas, debido sobre todo a las malas prácticas agrícolas de zonas adyacentes, afectando unas 500.000 hectáreas, en especial en la Subregión húmeda.

• El aumento de la contaminación por más uso y abuso de Agroquímicos en áreas agrícolas (soja, algodón, arroz, etc.) con expansión de sus efectos vía hídrica a ambientes circundantes.

• La desaparición casi total de los recursos naturales en las nuevas áreas bajo riego, en especial en las áreas más secas del Chaco. Es preocupante la tendencia del mal uso de los recursos hídricos subterráneos.

• El Chaco Argentino presenta pocas Áreas Naturales Protegidas, con muchos ambientes no representados, muchas con escaso control y participación de la población circundante. Solo existen unas 300.000 has de Áreas Protegidas "oficiales" (Nacionales y Provinciales), que representa escasamente el 0,5% de la superficie del Chaco. En contraste, el Chaco Boliviano y Paraguayo superan con creces el 12% recomendado por los Organismos Internacionales vinculados a la Conservación.

Aplicación de prácticas sustentables

Aunque todavía escasas y dispersas, se observa una amplia gama en tecnologías apropiadas, sistemas de producción alternativos, etc., en mayor grado fruto del trabajo de organizaciones campesinas y aborígenes, organizaciones no gubernamentales, agencias de cooperación, universidades, iglesias, organismos técnicos y gubernamentales. Existen algunas experiencias productivas sustentables al nivel de empresas grandes y medianas.

Se debe partir de estas prácticas y conocimientos, difundirlos y validarlos a través de la relación y coordinación de las distintas organizaciones e instituciones que trabajan en la región. Este acervo de experiencias no sólo posee un gran contenido esperanzador, sino que puede marcar un rumbo cierto y concreto para perfilar un proyecto de desarrollo para la región.

La Región Chaqueña, manejada y utilizada con criterio de sustentabilidad, tiene un potencial productivo que está muy por encima de los valores actuales, pudiendo en poco tiempo, con los conocimientos y tecnologías existentes, llegar a triplicar por unidad de superficie, la productividad forestal, ganadera y agrícola. Esto es, subir la renta anual del bosque de 1 m3 a 3 m3 por hectárea y por año.

Asimismo, existen ya plantaciones hechas con quebracho colorado chaqueño que tienen crecimientos de 5.45 m3 por hectárea y año, lo que permite tener rollos de más de 50 cm en punta fina en cincuenta años. Además, también se han realizado plantaciones de algarrobo, que ofrecieron tasas de crecimiento de entre 8 y 9 m3 por hectárea y año. Nótese que el precio obtenible por tonelada de madera de algarrobo es mayor que el que se obtiene en el pino. Luego, recuérdese que el proceso de eficientización del polo maderero de Misiones permitió multiplicar el precio de los mejores rollos, gracias a que por el producto final, secado y sin nudos muertos, es posible obtener mayores precios.

Uno de los ejes, para lograr las potencialidades antedichas, pasa obligadamente por esquemas de recuperación de los recursos, creando sistemas productivos múltiples que mantengan a su vez, el máximo de diversidad biológica posible.

Muchos de tales sistemas productivos pueden y deben estar compuestos por estructuras forestales, combinando actividades pecuarias, agrícolas y forestales, logrando diversidad de productos con ambientes más estables. Esta estrategia permite amortiguar las oscilaciones climáticas futuras. También permite defenderse mejor frente a las variaciones económicas y políticas. Todas condiciones necesarias para cualquier proyecto de desarrollo.

Estas estrategias productivas se logran mejor si son encaradas por los productores organizados. Tal organización permite mancomunar esfuerzos y recursos para alcanzar los fines deseados.

También es importante lograr el rescate de los conocimientos existentes y generar nuevos conocimientos con relación al funcionamiento y uso de los recursos naturales, en especial, de aquellos vinculados con el bosque. Apuntar a “crear” una verdadera cultura forestal es uno de los objetivos mayores a lograr, el cual se nutre fundamentalmente de aquellos habitantes que viven en estrecho contacto con el medio natural.

Los procesos de deterioro ambiental y degradación de los recursos naturales, cuando existen alternativas industriales que resultan de un modelo de desarrollo adecuado, donde se valora el crecimiento económico, la sustentabilidad en la economía del producido, se valúan adecuadamente los recursos naturales y su función social global, son inexplicables.

En la provincia del Chaco desde hace muchas décadas se produce la explotación del quebracho colorado para la elaboración de tanino. Además, hay una industria del mueble creciente sobre la base del algarrobo, que podría extenderse a otras especies en el futuro, que no sólo abastece al mercado interno, sino que también, aunque en forma incipiente, se está dirigiendo al mercado externo: Estados Unidos y Europa. Más adelante, en el título 6.2.4.3.4 de la página 86, se describe el estado actual y la potencialidad de este sector industrial, incluyendo un resumen de los trabajos que ya se están llevando adelante para impulsar al mismo.

Avanzar con los modelos que se están aplicando hasta el día de hoy, en términos generales, produce ciertos avances en el crecimiento, aunque genera desigualdades territoriales, desequilibrios y desertizaciones demográficas, problemas medioambientales e inadecuadas concentraciones urbanas.

Transformar estas tendencias requiere de cambios, tanto en los marcos políticos e institucionales, como en los propios planteos tecnológicos y comerciales en que se fundamentan los actuales procesos productivos. Esto solo será posible a partir de una nueva base de conocimientos e información que permita identificar, evaluar y desarrollar las nuevas alternativas.

El Ingeniero Romano señala que uno de los factores principales para la degradación del bosque es una ganadería vacuna y caprina sin ningún tipo de manejo, lo cual incide negativamente en la regeneración natural, y esta ganadería, que es solo de subsistencia del grupo social muy empobrecido que allí sobrevive, se lleva adelante sin asistencia social por parte del Estado.

Para tales fines es necesario:

• El desarrollo de los mercados y de los productos que los mismos podrían consumir con valores remunerativos y canales comerciales que no fagociten el valor agregado generado.

• Desarrollar Metodologías para medir el valor de los servicios de los ecosistemas, y el uso de los mismos.

• Diseñar Modelos de Sustentabilidad, tomando en cuenta aspectos productivos, ambientales, sociales, culturales y políticos.

El cambio de las economías y sociedades de base agraria, ya sea por expansión de la frontera agrícola o por el avance de la dominancia urbana industrial turística, pone en marcha toda una serie de mecanismos que alteran con profundidad los sistemas territoriales, económicos y sociales sobre los que se apoyaba la organización de las zonas más marginales, zonas cuyo paisaje es el fruto de acusadas interdependencias y de frágiles equilibrios entre hombre y naturaleza.

El conflicto se ha acentuado por las carencias y lagunas de políticas económicas y territoriales, de fuerte componente sectorial, donde existe una pobre valoración económica de los recursos naturales y se olvida que a esta región hay que entenderla como un espacio dinámico y multifuncional que ofrece un potencial ecológico diferenciado. Sin la identificación y valoración diferenciada de los recursos ecológicos, económicos, culturales, ambientales, paisajísticos, será difícil poner en marcha programas de desarrollo local.

Hay que aplicar una lógica de interpretación y valoración global que sirva para detectar las claves de la dinámica socioterritorial como paso previo para identificar unidades de intervención y perfilar estrategias de ordenación y promoción.

Perjudican al alcance de estos objetivos la falta de diálogo entre interlocutores que supuestamente tienen intereses divergentes. En el sector público y en las organizaciones no gubernamentales puede interpretarse que al sector industrial privado no le interesa la sustentabilidad del recurso. Pero cuando en esa sustentabilidad va la subsistencia de su propia industria, el empresario está tanto o más interesado en asegurar el aprovechamiento continuo del recurso.

Además, es innegable que las industrias son demandantes directas e indirectas de mano de obra, tanto para la cosecha ordenada del producto que va a utilizar, como para el transporte y procesamiento de los materiales y para la provisión de servicios que esa masa de gente precisa.

Cuanto más invierta un industrial para el aprovechamiento de una materia prima, más interesado va a estar en su sustentabilidad. Además, el agregado de valor en el producto final, incluyendo la cadena de comercialización, es lo que permite volcar la riqueza en la región. En este sentido, el incipiente trabajo que se observa en el aprovechamiento del algarrobo para la fabricación de muebles y las exportaciones con venta sin intermediación de grandes cadenas comerciales en países con capacidad adquisitva, acercan cada vez más recursos a la región. No sería de extrañar que el desarrollo continuo de este accionar conduzca al enriquecimiento del monte nativo, a plantaciones comerciales de especies autóctonas y a una diferenciación en precio por calidad de la materia prima que va a permitir elaborar más y mejores productos que se vendan más caro en el mercado final.

Se observa una cierta coincidencia en sectores cercanos a la producción que un futuro paso de suma significación es la incorporación de técnicas de secado y adecuados dimensionamientos, orientando la producción a bienes que combinen maderas nativas de buena apariencia con maderas exóticas provenientes del bosque implantado. De hecho, este proceso ya se está dando, dado que los actuales muebles de algarrobo contienen partes internas de eucalipto que proviene de la provincia de Corrientes, aún cuando el producto final se industrializa en Chaco.

Entonces, la aparente diferencia radical de conceptos entre distintos actores responsables del sector, pueden transformarse, en realidad, en la necesaria sintonía fina que permita lograr un beneficio global proveniente de un responsable accionar individual.

La empresa UNITAN ha encarado un trabajo denominado Antecedentes y situación actual del cultivo del Quebracho Colorado en el Chaco Argentino, que fue llevado adelante por el Ingeniero Wilfredo H. Barrett.

En este trabajo, en coincidencia con lo expresado en el Estudio Integral de la Región del Parque Chaqueño ya citado, se señala que la regeneración natural del quebracho colorado es abundante y que cuando fracasa se debe a factores antropogénicos. Asimismo, se vuelve a producir una opinión sobre la utilidad o no para el bosque nativo de la existencia de plantaciones; en este caso, de quebracho colorado en suelos que no sean arcillosos. Esta postura puede coincidir si se superponen la mayor productividad por hectárea que pueden ofrecer suelos feraces para el quebracho colorado con la generación de una mayor superficie de reservas. Pero el bosque nativo que no sea reserva va a ver cerrada una puerta económica más en su posible desenvolvimiento.

Además, el uso de quebracho colorado como materia prima para el tanino ha ido disminuyendo en el tiempo en forma significativa, como consecuencia de la aparición de materiales sintéticos que cumplen su misma función con un costo menor. En cuanto a la dinámica sucesoria, se señala que en la regeneración natural el quebracho no puede competir con el lapacho negro o el urunday. Suele sí imponerse frente a la presencia de grandes hechos, lo que puede ser observado a partir de la coetaneidad de ejemplares en tierras altas y albardones.

A pesar de un cierto concepto generalizado, entonces, la plantación de quebracho colorado chaqueño es posible, aunque debe ser realizada con un espaciamiento de 3x3 y en suelos no arcillosos que, en general, pueden ser utilizados también en agricultura. Frente a condiciones favorables se ha establecido que pueden obtenerse rollos con un DAP de 50cm en cincuenta años con un IMA de 5.45 m3/ ha año. Unitán ha logrado hacer 130 ha. con esta especie.

El costo de plantación no ha sido bajo y ha alcanzado en el año 2001 los $250 por hectárea, incluyendo los plantines. Dado el gran espaciamiento y los ciclos de corta largos, las alternativas que se presentan son la utilización intercalar de otras especies, como el pino, o de explotaciones agrosilvopastoriles.

Regionalización del monte chaqueño

Si bien el monte chaqueño es una formación única, tiene dentro de su extensión áreas con características propias que se describen a continuación.

Chaco Húmedo.

Esta Subregión abarca los sectores del este de las provincias de Formosa y Chaco, el norte de Santa Fe y un pequeño sector del sudeste de Santiago del Estero.

Chaco semi árido

Esta Subregión es la de mayor superficie de todo el Chaco argentino, representando aproximadamente un 40 % del mismo. Abarca sectores de las provincias de Formosa, Chaco, Salta, Santiago de Estero, Tucumán y Córdoba. Está limitado por el Chaco Húmedo, al este, y el Chaco Serrano y Árido, al sur y oeste. Al norte se continúa en el Chaco paraguayo y Boliviano.

Es en esta Subregión donde el bosque chaqueño alcanza su mayor expresión, tanto en relación con la extensión y continuidad espacial de la masa boscosa como en la presencia de las especies más importantes de la Región Chaqueña. Un claro ejemplo de ello es el área ocupada por el denominado impenetrable que se encuentra en una de las Zonas más extensas de esta Subregión, la de Depósitos del río Juramento. El bosque más típico es rico en especies xerófilas semi-caducifolias, adaptadas tanto a las importantes fluctuaciones de disponibilidad hídrica y a las variaciones térmicas como a la herbivoría.

Una de las principales subregiones del Chaco semi árido desde el punto de vista forestal, entonces, es la de los Depósitos del río Juramento. Esta Zona es muy extensa e incluye sectores de varias provincias. En Chaco incluye a los departamentos de Almirante Brown y Gral. Güemes.

Esta subregión se ve favorecida por un aumento de las precipitaciones, las que alcanzan valores entre 650 y 900 mm anuales. Las temperaturas son altas, si bien un poco atemperadas con respecto a la llanura chaqueña por la mayor nubosidad y altura. La media del mes más cálido es de más de 27°C y la del mes más frío de 14°C, en el Norte y 25°C y 12°C en el sur. No existe déficit teórico-climático de agua en el suelo durante los meses de verano y principios del otoño. Está formada por la acumulación de material eólico loéssico, sobre depósitos coluvio-aluviales.

La vegetación es de alternancia entre vegetación de Chaco y Bosque de transición. La vegetación típica es un bosque alto cerrado formado por la asociación de cebil y quebracho colorado. También hay áreas estabilizadas de quebracho colorado y blanco, guayacán, mistol, etc., y abundancia de arbustos o fachinal en los derrames anegables.

Las condiciones climáticas dificultan la agricultura a secano, siendo la actividad más importante la ganadería de cría y la forestal extractiva para leña, carbón, postes y durmientes. La expansión de la agricultura ha producido desmontes. En los suelos desmontados y puestos en producción se observa un deterioro generalizado de las propiedades físicas y de la fertilidad.

Otra de importancia es la de los Antiguos Cauces. Ocupa el Noreste de Santiago del Estero y Centro oeste de Chaco (INTA, 1982). En la provincia de Chaco abarca al sector sur de los departamentos de Almirante Brown y Sudoeste de Gral. Güemes y una franja de la parte oriental de los departamentos de Moreno, Alberdi y Copo de Santiago del Estero.

La precipitación media anual va de 600 a 800 mm. La temperatura media del mes más cálido es de 27,5º C y la del mes más frío (Julio) 15.2º C. El período medio libre de heladas cubre entre 300 y 325 días al año. Por su parte, las características generales de estos suelos son: texturas predominantemente limosa, buen drenaje, pocos desarrollados y pobres en materia orgánica.

El modelo fisonómico es totalmente forestal, predominan las leñosas en una proporción mayor al 50% sobre las herbáceas, excepto los cauces que están ocupados por pastizales, incluso en sus lechos. El quebrachal presenta bosques altos o muy altos con fuerte densidad de Trithrinax biflabellata (carandilla).

Existen también isletas de bosques bajos abiertos, asentados sobre suelos semejantes a los del monte fuerte, pero descabezados. Están dominados por Prosopis alba y Prosopis nigra, Geoffroea decorticans (chañar) y carandilla como elemento importante.

Es una de las zonas más rica en quebracho santiagueño (Schinopsis lorentzii) de la provincia del Chaco. En el norte del departamento de Almirante Brown (Chaco) y Copo (Santiago del Estero) el tipo forestal que predomina son los quebrachales de quebracho santiagueño, los brotales de teatín, sinqui, iscayate, tala chica y garabato. Existen también especies leñosas colonizadoras como teatín, Mimosa detinens (sinqui), Cercidium australe (brea) y Prosopis nigra (algarrobo negro).

En el este hay abras producidas por incendios, que lignifican rápidamente, el monte que se quema es el quebrachal con carandilla.

En el resto de la zona el tipo forestal dominante es el Monte Fuerte, bosque alto de maderas tanínicas, y los fachinales de itín (Prosopis kuntzeii). Las especies colonizadoras presentes en el área son Garabato blanco, tusca, quebracho blanco, quimil, tusca e itín. El fuego es un elemento modelador muy importante en la zona.

Chaco Árido

Esta Subregión ocupa parte del territorio de varias provincias en el sector sudoeste de la Región: Catamarca, La Rioja, San Luis, Córdoba y el sudoeste de Santiago del Estero.

Chaco Serrano

Esta Subregión forma la mayor parte del límite oeste de la Región Chaqueña que en este tramo se separa de las Yungas y el Monte, y se encuentra ocupando sectores de las provincias de Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Luis y Córdoba. Está formada por serranías del grupo de las Sierras Pampeanas y las áreas más bajas de las Subandinas.

Consumo de madera del bosque nativo

Como fuera dicho, la provincia del Chaco es el principal productor maderero del Parque Chaqueño. Teniendo en cuenta el nivel de extracción de madera del monte, es la segunda provincia en importancia en el ámbito nacional luego de la de Misiones.

En el caso de la provincia del Chaco, al igual que en la de Misiones, existen políticas en marcha que se orientan en la dirección de marcar la sustentabilidad en el aprovechamiento del recurso y en ofrecer un medio de sustento a los propietarios y pobladores locales. En este sentido, es importante la existencia del Decreto provincial 2347/00 de "Manejo del monte nativo", instrumentado mediante la resolución 074/01.

El Gobierno del Chaco estableció que todas las explotaciones en bosques nativos deberán ser sometidas a trabajos de ordenamiento en porcentajes del 25, 50, 75 y 100% desde el año 2002 hasta el 2005. De ser así, para el año 2020 más del 75% de la superficie boscosa del Chaco estará ordenada y manejada.

Chaco tiene un inventario que fue ordenado por el Decreto 2345/00. En una primera fase se relevó una superficie de 5.4 MM de ha, lo que implica un 54% de la superficie total. Sin embargo, el inventario nacional dio cifras menores, tal como fuera incluido en la Tabla 22, incluido en la página 50, aunque incorporado dentro del total de lo que es el Parque Chaqueño. En este inventario el valor fue de 4.5 MM de ha.

El crecimiento en condiciones naturales oscila en 1.5 m3/ha año. Si se realiza un ordenamiento del mismo, se logran al 4° año 3 m3/ha año y, de acuerdo con las especies, puede llegar a 5 o 6 m3.

En la política provincial se manejan permisos para la explotación del bosque nativo, metodología que se utiliza también para los bosques privados.

Permisos forestales de Chaco

Los permisos forestales son de distinto tipo y se los clasifica de la siguiente manera:

El aprovechamiento forestal integral que incluirá un Plan de aprovechamiento y un Plan silvícola. La superficie máxima a autorizar es de 500 ha boscosas y se autorizará por tramos que no excedan las 100 ha de superficie boscosa.

Aprovechamiento forestal selectivo. En este caso se trata del aprovechamiento de algunas especies. Las tareas de extracción son acordadas sobre la base de los datos y conclusiones del inventario forestal. La superficie máxima es de 150 ha y cada tramo no excederá las 50 ha.

Aprovechamiento forestal de maderas muertas, que como su nombre lo indica es un permiso para extraer este tipo de maderas.

Regulación de la frontera agropecuaria, que está orientado a realizar una política de uso del suelo y controlar el avance de la misma sobre el monte nativo.

Control de especies invasoras. En este caso, se trata de la extracción de especies que han ocupado una antigua chacra.

Permisos para realizar mejoras, lo que incluye sistematizaciones como picadas, alambrados y aguadas que afectan la masa boscosa parcialmente.

Por último, se incluye al consorcio caminero que es el aprovechamiento de las masas forestales vinculado con la realización de caminos.

En la Tabla 34 se incluye un detalle de la cantidad de planes solicitados para cada una de las modalidades y las superficies involucradas. Se puede observar en la misma que el aprovechamiento integral es el que abarca la mayor cantidad de planes y superficies, en tanto que el avance de la frontera agrícola es lo que explica el paso siguiente.

Tabla 34. Detalle de los permisos otorgados por la provincia de Chaco en 2001.

Permisos

Cantidad

Superficie

Integral

535

55385

Selectivo

34

2251

Maderas muertas

30

4034

Frontera agrícola

188

18825

Control especies

11

312

Mejoras

71

4722

Consorcio caminero

2

45

Total

871

85574

Fuente: Dirección de Bosques de Chaco. Año 2001.

Debe destacarse que el año 2001 fue el menor de los cuatro años que van del 1998 al 2001, habiendo sido la superficie en el año 2000 de 131 mil hectáreas para el aprovechamiento integral y 143 mil para el total.

También se observa que los departamentos de Almirante Brown y General Güemes, por sí solos, explican el 47 por ciento de la superficie con permisos otorgados en el año 2001, pero si lo que se considera son aquellos que fueron otorgados para aprovechamiento integral, estos dos departamentos explican el 50 por ciento del total.

Extracción de Chaco

Los productos primarios, dentro de la estadística de la provincia del Chaco, se clasifican de la siguiente manera:

Clase A que son rollos que se extraen del bosque y se transportan a aserraderos y carpinterías dentro del territorio provincial, donde se hacen procesos de primera y segunda transformación mecánica.

Clase B son los rollizos de quebracho colorado para procesos termo-químicos para la producción de tanino y furfural.

Clase C son las leñas que se extraen y luego se comercializan dentro o fuera de la provincia.

Clase D incluye a los postes y rodrigones.

Lo extraído del bosque se distribuye, en el año 2001, de acuerdo con los datos incluidos en la Tabla 35. Se observa allí que el rubro con más tonelaje es la leña, aún cuando su valor comercial sea similar al de los rollizos que, como se señaló, son los que se utilizan para la elaboración de tanino.

Tabla 35. Productos primarios por categorías en el Chaco. Volúmenes y valuación. Año 2001

Categorías

Toneladas

Valor comercial

Rollos

161

7.9

Rollizos

177

10.3

Leña

644

11.6

Postes

21

2.5

Total

1004

32.3

Fuente: Dirección de Bosques de Chaco. Año 2001.

Como para advertir la dinámica de los últimos años de los volúmenes de extracción, se incluyen en el estudio los valores de la Tabla 36 que muestran la forma en que la extracción de rollos y rollizos han sufrido los coletazos de la larga crisis económica que vivió la Argentina durante esos años.

Tabla 36. Volúmenes de extracción. Serie 1998-2001. (miles de toneladas)

Categorías

1998

1999

2000

2001

Rollos

277

238

209

161

Rollizos

263

185

186

177

Leña

645

624

605

644

Postes

25

24

21

21

Totales

1210

1072

1022

1004

Fuente: Dirección de Bosques de Chaco. Año 2001.

Es claro que esa caída en los volúmenes se ve reflejada también en los valores comerciales que se incluyen en la Tabla 37. Cabe señalar la mayor caída en el valor comercial de los rollos, lo que indica una caída adicional a la del volumen.

Tabla 37. Valor comercial. Serie 1998-2001 (miles de pesos)

Categorías

1998

1999

2000

2001

Rollos

14993

11707

10704

7900

Rollizos

15336

10840

10592

10300

Leñas

11689

11481

11500

11600

Postes

2918

2800

2481

2500

Totales

44936

36827

35277

32300

Fuente: Dirección de Bosques de Chaco. Año 2001.

Consumos de madera

Los consumos de madera se clasifican en la estadística de acuerdo con los procesos industriales que los transforman.

A los procesos mecánicos se los clasifica como de primera y de segunda transformación. Dentro de los de primera transformación se agrupa a los productos derivados del aserrío de rollos. En la segunda transformación se incluyen a aquellos con procesos de carpintería para darles una mejor terminación, moldurado o armado.

Los coeficientes utilizados, de tonelada a pie cuadrado son 423,76 de metro cuadrado a pie cuadrado, 6,354 para machimbre y parquet y 8,472 para pisos tarugados.

Por su parte, la relación de metro cúbico a tonelada es de 1:1,25 para el quebracho colorado, el lapacho, el itín y el guayacán y de 1 para el resto de las especies. Dentro de los procesos termoquímicos se comprende a los productos que se logran por la transformación el rollizo de quebracho colorado para la obtención del extracto de tanino y el furfural. Asimismo, se consideran las leñas de carbonización y de despuntes de costaneras de aserrío.

Hacia el año 2001 el total facturado por la industria registrada en la provincia fue de 95.6 millones de pesos. Este valor fue volcado en el capítulo en el que se destaca la importancia económica presente y potencial del bosque nativo en la página 97.

De ese total, el mayor valor es aportado por la extracción de tanino del quebracho colorado por 51.5 millones (54%), luego, en orden de importancia, se ubican el carbón vegetal del sub-bosque con 12.1 millones, los muebles de algarrobo, con 9,3 millones, el furfural del quebracho con n4.8 millones, los durmientes de quebracho colorado con 4,2 millones, el dimensionado de quebracho colorado con 1.9 millones, las aberturas de algarrobo con 2.8 millones, los tirantes de quebracho blanco con 3 millones, el dimensionado de algarrobo con 0.9 millones y las tarimas de quebracho blanco con otros 0.9 millones.

Descripción del complejo mueblero del Chaco y Formosa

En la actualidad, los rollizos de quebracho colorado siguen abasteciendo a las fábricas de tanino, pero, además, se ha conformado un polo maderero con centro en Machagay, que comienza en Presidencia de la Plaza, con ramificaciones en numerosas ciudades y pueblos a lo largo de la Ruta Panamericana.

CERPYME junto con la Unión Europea está desarrollando un trabajo que promueva la asociación y la mejora en la productividad y uso del recurso nativo y de allí se han tomado datos descriptivos que se vuelcan a continuación.

Tabla 38. Establecimientos madereros en el Chaco dentro del polo mueblero

Localidad

Establecimientos (nº)

Participación (%)

Machagay

97

14,47

Quitilipi

82

13,08

Resistencia

66

10,53

P. Roque Sáenz Peña

51

8,13

Villa Ángela

35

5,58

Charata

24

3,83

P. La Plaza

22

3,51

Fuente: CERPYME.

Se trata en general de establecimientos pequeños, poco tecnologizados y fuera del circuito de la economía formal en una proporción importante.

Para ellos, en la explotación de la madera no se valora el interés de su conservación, reposición, y racionalización técnica y económica, de forma que con carácter general, la actividad forestal y las de transformación y mejora descansan en la explotación del patrimonio natural sin repercutir este coste, como tampoco el de su conservación y su ampliación, en el cálculo económico.

Además, la organización de la producción está muy afectada por la competencia de la actividad informal originada en la situación de atraso económico y social de la Provincia, y acentuada por el declive económico de otras actividades, especialmente de la producción de algodón.

Por ejemplo, no existe un mercado claro ni para la madera ni para los productos terminados. Al momento de llegar el camión con la madera se estaciona en las inmediaciones pidiendo un precio mayor al que en definitiva se venderá la madera, varios días después, como mecánica normal de la negociación.

También, el precio del producto ya elaborado está en relación con el pago de jornales a los trabajadores; esto es, cerca de las fechas de pago la negociación con el comprador es más suave y los precios bajan porque es necesaria la liquidez para hacer los pagos.

En síntesis, son muy pocos los criterios de eficiencia industrial y eficiencia en el uso del recurso natural que se observan en la región, al tiempo que las prácticas comerciales tampoco son elaboradas y no dan señales claras para la toma de decisiones.

Un camino por tomar es el de la asociación, lo que ya se está llevando adelante y se está incentivando por medio del programa CERPYME, que cuenta con soporte financiero de la Unión Europea.

Otro camino sería el de promover la llegada de empresas más estructuradas que puedan actuar en conjunto con la actual estructura productiva. Lo cierto es que para desarrollar la industria de la zona, sin lugar a dudas, hace falta un cambio, lo que va a repercutir en beneficio de los forestadores, trabajadores, empresarios y proveedores de servicios de la zona porque se va a dejar de perder en ineficiencias. Esas pérdidas van a poder ser volcadas en beneficio de alguno o algunos de los actores sociales.

En el caso de Formosa los comienzos de la industria del mueble se remontan a la década del 70 y tiene una de sus primeras manifestaciones, en forma ininterrumpida, con la instalación, en la localidad de Palo Santo (a 130 Km. hacia el Oeste de la Ciudad Capital) de un Empresario uruguayo, Rodolfo García, quien percibe en el algarrobo (Prosopis alba y Prosopis nigra), una madera apta para el maquinado; noble, dura, resistente, de singular belleza y por sobre todo, con baja tendencia a la deformación, aún recién cortada; por lo que comienza a desarrollar muebles de buena de calidad y aplicando algún grado de diseño.

A partir de allí, la mayor parte de los aserraderos que realizaban procesos de primera transformación (aserrío de maderas, tirantería en general, varillas para alambrado, etc.) e incluso industrias que trabajaban con productos, en segunda transformación (pallets, piezas parte, etc.) utilizando maderas de quebracho blanco, palo blanco, guayaibí, urunday, etc., se vuelcan casi inmediatamente a la fabricación de muebles de algarrobo, motivados principalmente por constantes demandas que comenzaban a generarse desde diferentes lugares del país.

La evolución y transformación de esta actividad tuvo un desarrollo sostenido durante la segunda mitad de los 70, pero fue en la década del 80 cuando tomó un impulso descontrolado, principalmente por la apertura de mercados importantes como Buenos Aires, Rosario y Córdoba, que comenzaron a requerir muebles de este tipo, cualquiera fuera su característica constructiva, diseño o calidad.

En este período se comenzó a generar un polo mueblero en toda la Provincia con la instalación de pequeñas industrias a todo lo largo de la Ruta Nacional Nº 81. Sobre esta vía de comunicación, que arranca en Formosa Capital y llega hasta la provincia de Salta, podemos encontrar ciudades y pueblos madereros - muebleros importantes como (Pirané - 107 Km. de la Capital), Palo Santo (135 Km.), Cnte. Fontana (180 Km.), Ibarreta (200 Km.), Estanislao del Campo (230 Km.), Pozo del Tigre (280 Km.) y Las Lomitas (300 Km.), así como otras dos poblaciones de menor importancia que se mantuvieron con el tradicional aserrío de madera, Laguna Yema ( 390 Km.) e Ing. Juárez ( 495 Km. de Formosa Capital). En otras ciudades y pueblos de la Provincia también se dedicaron a desarrollar esta actividad, pero en menor magnitud. El Colorado y Villa 213, en el Centro Sur de Formosa y Laguna Banca, Espinillo y General Belgrano en el Centro Norte de la misma son muestra de ello.

La Industria más importante del Sector por esos tiempos en la Provincia y considerada la más grande de la Región, Hijos de Alejandro Fridman (hoy Cooperativa El Pucu Ltda.), es la primera que comienza a exportar muebles a Estados Unidos, diseñados y producidos en Formosa. Se trata de la primera experiencia de este tipo realizada en toda la región, con muebles de algarrobo.

Todas las industrias que se radicaron en ese período o aquellas que adaptaron sus instalaciones para elaborar muebles, mostraron las mismas falencias y vicios. Se abocaron a fabricar productos con muy poca experiencia o sin tener conocimientos básicos de diseño, calidad, tecnología, costos y mercados.

Muchos se volcaron a la actividad, copiando modelos de aquellos que ya estaban desarrollando algún producto, armaban listas de precios basados casi exclusivamente y tomando como parámetros, valores de la competencia, sin conocer sus costos propios; compraban máquinas por intuición, o bajo el asesoramiento de algún vendedor oportunista de máquinas que les indicaban equivocadamente cual era el equipo más adecuado a incorporar, o simplemente adquirían lo mismo que su competencia.

Pero uno de los hechos que complicó verdaderamente la natural evolución de la industria del mueble en Formosa, fue la falta de mano de obra calificada.

En esa primera etapa, los empresarios incorporaban a la producción, operarios de aserraderos que muy pocas veces o nunca habían visto un mueble de algarrobo o personal que no tenían conocimientos de carpintería y no poseían experiencia mínima para lograr un mueble de mediana calidad. En otros casos se desarrollaban y fabricaban productos bajo el asesoramiento de los mismos dueños, tomando como único parámetro, su propio gusto.

Los pocos carpinteros existentes en la zona, aportaban su escasa sabiduría sobre el tema, pero con ella también, transmitían sus errores. Esto trajo aparejado que Formosa desarrollara su industria sobre la base de mano de obra escasamente preparada y poco calificada, sin ningún tipo de diseño preestablecido, situación que, en general, perdura hoy, con algunas pocas excepciones.

Es importante destacar, que hoy casi todo el personal con mayor capacidad técnica en el área de carpintería o armado de muebles, trabaja dentro de las principales empresas del mueble de Formosa. Este hecho representa una complicación para la expansión del conocimiento hacia otras industrias más pequeñas de la zona, por la escasa solidaridad que se percibe entre los empresarios del Sector, que no permiten a sus contratados transmitir conocimientos o experiencias relacionadas a la actividad.

En este marco fue creciendo, en forma vertiginosa, sobre el territorio de Formosa y durante toda la década del 80, el mueble de algarrobo. La moda, el auge y una demanda permanente, hicieron que, durante esa época, se vendiera lo que se producía, más allá de su calidad, precios y plazos de entrega.

Durante todo este período, las empresas incorporaron máquinas, equipos, mano de obra y generaron la mayor expansión de su reciente historia de la industria del mueble. Las firmas más importante se fueron despegando de las pequeñas y desarrollaron su máximo potencial en esta década.

Los últimos años de los 80, encontraron a muchas Empresas del Sector consolidadas, con mueblerías propias distribuidas por todo el País (es el caso de EXPO-ALGARROBO, MADER-VENT, MUEBLES EL ALGARROBO, entre las más representativas); industrias en pleno crecimiento y desarrollo, con nuevas tecnologías incorporadas.

Pero también encontró a pequeñas empresas, a las cuales comerciantes oportunistas les venían a comprar desde los grandes centros de consumo y que aprovechándose del desconocimiento comercial de esos pequeños empresarios y de su necesidad de vender, para pagar precios irreales. Es justo mencionar, que gran cantidad de esas pequeñas industria, entregaban mercadería (con relación a calidad y diseño), en condiciones realmente lamentables. En otros casos, pedidos pactados con anticipación y pagados, no se entregaba en plazos y condiciones preestablecidas. A pesar de todas estas circunstancias, esas pequeñas empresas, obtenían márgenes importantes de ganancia y seguían adelante.

Pero se ingresaba a una década (la de los 90), que traería cambios realmente asombrosos, no solo para la industria del mueble de Formosa, sino para toda la Industria Nacional y también, de algún modo, para todo el comercio mundial. Se iniciaba la década de la globalización y la apertura de los mercados.

A partir de esos años, y durante toda la década, se desarrollan cambios trascendentes e importantes en materia de comunicaciones, informática, comercio internacional, etc. Nuestro País acepta las reglas de juego impuestas por el mundo moderno y sin una preparación previa de Empresas y Empresarios, se establece la apertura económica, entrando de lleno y sin protección, a competir en un mundo globalizado. Pero además durante esos primeros años de la década la Argentina comienza a experimentar serias dificultades, a consecuencia de un factor desconocido hasta el momento en nuestro País: la estabilidad monetaria y económica.

La Industria Nacional recibe un fuerte sacudón y las PyMES de Formosa no se quedan atrás. Los Empresarios comienzan a tener dificultades para vender, porque ahora se hacía necesario salir a buscar los clientes que antes venían a comprar; los precios se mantienen estáticos por largos períodos y la especulación en ese sentido llega a su fin; aparecen productos sustitutos de otros países con buena calidad y precios asombrosos; de la noche a la mañana hay que competir con precio, calidad y volumen. Aumentan los costos fijos y disminuye abruptamente, la rentabilidad.

Las Empresas no están en condiciones de sobrellevar toda esta carga y comienzan las dificultades y los problemas para muchas Industrias.

A mediado de los 90 algunas firmas líderes de la Provincia, ante serias dificultades que se presentaban en el mercado interno, empiezan a mirar el comercio exterior como una alternativa válida. Se lanzan a desarrollar emprendimientos aislados (viajes exploratorios, misiones comerciales, presentación de productos en Ferias y Exposiciones internacionales, etc.) que les generan un gran esfuerzo económico y resultados, por lo general, poco satisfactorios.

Estas Empresas salieron al mundo con mucho entusiasmo y determinación, pero sin una perspectiva clara o conocimientos adecuados con relación a mercados, diseños, calidad, lustres, packaging, marketing, etc. También se ignoraban las exigencias que presenta el mercado internacional en cuanto a modalidades de compra, cumplimiento de plazos, formas de cotización, características de las muestras, despachos, etc. Esto trajo aparejado gastos importantes, varias frustraciones y algunas experiencias amargas que en muchos casos desalentaron a los industriales.

En esa época, otras empresas más pequeñas de Formosa, sin la alternativa de exportar, se quedaron luchando en el mercado interno, donde la recesión se agudizaba y el interés de la gente por los muebles decrecía día a día. Comenzaban a percibir además, por esa época, que el mueble de algarrobo perdía prestigio, interés y valor por parte del consumidor. El mueble de roble boliviano lo estaba sustituyendo por precio y calidad. Muchas de estas pequeñas firmas comenzaron a desaparecer o se redujeron a su mínima expresión, dejando máquinas paradas, gente sin trabajo y mucha desesperanza.

Con este panorama se llega al final de la década. Empresas importantes que no han encontrado en forma definitiva el camino de la exportación como salida válida, con achicamiento en su plantel de operarios, pocas ventas en el mercado interno, enfrentando elevados costos fijos, poca o nula rentabilidad, con una capacidad instalada, importante y a su vez escasa producción, sin demanda real y un futuro que se hace incierto. Y con micro o muy pequeñas firmas, que se ven totalmente desbordadas, sin un horizonte claro, esperando algún tipo de solución mágica o simplemente desaparecer.

Es de esperar que mediante la presencia del plan que está llevando adelante CERPYME junto con la Unión Europea esta situación vaya mejorando. Además, en el mes de junio de 2003, mientras se estaba realizando la última revisión de este trabajo, se dio a conocer un plan de apoyo de la GTZ de Alemania para ayudar a dar más valor a la materia prima proveniente del parque chaqueño.

FormoExport

El “Programa de Exportación de Muebles Formoseños” fue promovido por el Gobierno de la Provincia y el Consejo Federal de Inversiones, con la finalidad de apoyar iniciativas privadas destinadas a vender en el exterior, muebles fabricados en Formosa.

A través de un pedido formal de fabricantes locales, se constituyo un Consorcio de Exportación denominado “FormoExport”. Lo conforman El Pucú Cooperativa de Trabajo (Nueva Raíz), Antueno Hnos. y Auro Nort, de Formosa Capita; y Mader Vent e Inducom Muebles, de la ciudad de Pirané. Las cinco empresas ya habían incursionado de manera individual, aunque advirtieron que la crisis nacional y las perspectivas del mercado europeo aconsejaban la acción conjunta.

En consecuencia, FormoExport inició una agresiva campaña de promoción en la Unión Europea, participando con su amplia gama de productos en la feria “Semana Verde” de Silleda, una de las más importantes de Galicia. El conjunto de muebles de madera expuesto tuvo una alta receptividad por su excelente calidad, destacándose las cualidades del algarrobo y la fina terminación lograda.

Esta presentación constituyó una puerta de entrada a la Unión Europea que coincidió con la apertura de un local de ventas en la zona franca de Vigo, uno de los centros industriales y comerciales más importantes de la comunidad gallega.

También se debe destacar que este trabajo conjunto permite, además, intercambiar tecnologías y conocimientos de producción y terminación, de modo tal de afrontar con mayores posibilidades las distintas oportunidades comerciales que se vayan presentando.

FormoExport se ha creado conciencia de que la calidad es una premisa no negociable y que los esfuerzos deben ser permanentes para fabricar productos de primera calidad y sobre todo basados en los gustos y la demanda de los clientes europeos.

El Programa Exportador ha iniciado en Noviembre de 2001 su segunda etapa. La primera etapa, que se llevó a cabo en el año 2000, consistió en la apertura de la boca de expendio mencionada en Vigo (España); y el aporte de capital de trabajo. La segunda etapa finalizó en el primer semestre del 2002. En esta etapa se realizaron trabajos de: marketing, procesos industriales y normas de calidad y gerenciamiento

Este Programa Oficial, es altamente complementario con la intervención de Cerpyme, por cuanto pone de manifiesto el interés de las autoridades de la provincia y de las Asociaciones Empresarias del sector, realizando la etapa previa de adecuación de las empresas y sus productos para acceder al mercado internacional. Al mismo tiempo, sin perjuicio de futuras incorporaciones, ha identificado un grupo de empresas elegibles de acuerdo con los lineamientos previstos por Cerpyme.

Una vez hecha la descripción cuantitativa y cualitativa del esquema productivo del complejo mueblero de Chaco y Formosa, se pasa a hacer un análisis más macro que permita comprender el presente y el futuro posible de la oferta sustentable de madera del parque chaqueño en comparación con su demanda industrial.

Proyección del consumo de madera en la provincia del Chaco

En Ilustración 18 se incluye la serie de la extracción de madera del bosque nativo de la provincia del Chaco. En ella se observa que hay, al contrario que en el caso de la provincia de Misiones, una tendencia creciente, excepción hecha de los años 1999-2001 que estuvieron signados por una caída importante en la actividad económica nacional. Igualmente, por los dichos de quienes conocen el área y quienes realizan las estadísticas, no puede descartarse que haya algunas distorsiones en las series como producto de la falta de registro.

Sin embargo, esta serie no sería proyectable porque es de esperar que haya cambios en los futuros años en el comportamiento de los actores sociales sobre el bosque nativo. De seguir esta tendencia, de aprovechamiento estancado o decreciente en Misiones y creciente en el Chaco, esta última provincia pasaría a ser la principal industrializadora de monte nativo de la Argentina.

Ilustración 18. Extracción de maderas nativas de la provincia de Chaco (m3 scc)

Fuente: SAyDS- Dirección de Bosques – Programa Nacional de Estadística Forestal

Ilustración 19. Extracción de madera de quebracho en el Chaco (m3 scc)

Fuente: SAyDS- Dirección de Bosques – Programa Nacional de Estadística Forestal

Nótese el importante crecimiento que ha tenido la extracción de algarrobo entre el promedio de los años 1980-1986 y el resto de la serie observando la Ilustración 20. Es de prever que, superada esta crisis económica que vivió la Argentina desde 1998 hasta el 2003, la tendencia se recupere.

La diferente tendencia que mostraron el quebracho colorado y el algarrobo en el Chaco, obviamente, se visualiza en la proporción del consumo que ocupan una y otra especie. El quebracho, de un máximo de 80% en 1984, se ubicó en un 55%, cuando el algarrobo alcanza su máxima extracción en 1998. Por su parte, el algarrobo, de porciones menores al 5%, llegó a valores cercanos al 25%. Nótese, aún así, que la proporción de quebracho colorado sigue siendo muy mayoritaria. La tercera especie en importancia es el quebracho blanco y el resto tienen posiciones marginales, aunque no despreciables desde el punto de vista de su potencial.

Ilustración 20. Extracción de madera de algarrobo en el Chaco (m3 scc)

Fuente: SAyDS- Dirección de Bosques – Programa Nacional de Estadística Forestal

En el análisis de estas especies es necesario tomar en cuenta lo que acontece en Formosa, dado que su formación leñosa y la característica de su industria son similares a las del Chaco, aunque en menor escala.

Ilustración 21. Principales especies extraídas en el Chaco (% s/m3 scc)

FUENTE: SAyDS- Dirección de Bosques – Programa Nacional de Estadística Forestal

Ilustración 22. Extracción acumulada de madera de algarrobo en Chaco y en Formosa (m3 scc)

Fuente: SAyDS- Dirección de Bosques- Programa Nacional de Estadística Forestal-

En el caso de Formosa, tomando el total de la serie histórica, también la especie principal es el quebracho colorado, pero si se observan sólo los últimos años (1996-2001), el algarrobo ya tomó el papel principal en la extracción de esa provincia. En la Ilustración 22 se incluye la suma de la extracción del algarrobo en ambas provincias.

La participación por especies en Formosa se puede observar en la Ilustración 23, donde se puede advertir la participación creciente del algarrobo, que casi alcanza al 60% del total y la baja porcentual de otras dos especies importantes, aparte del quebracho colorado, como lo son el quebracho blanco y el urunday.

Ilustración 23. Participación por especies de extracción en Formosa (% s/m3 scc)

Fuente: SAyDS- Dirección de Bosques- Programa Nacional de Estadística Forestal-

En lo que se refiere al volumen total, como fuera dicho, el de Formosa es muy inferior al del Chaco y tuvo, durante los últimos veinte años, una tendencia declinante, mientras que el Chaco tuvo una tendencia levemente creciente. Entonces, en el caso de Formosa se conjuga una extracción decreciente total y una creciente del algarrobo.

Ilustración 24. Extracción de maderas nativas de Formosa (m3 scc)

FUENTE: SAyDS- Dirección de Bosques- Programa Nacional de Estadística Forestal

Comparación entre demanda de madera y oferta sustentable en el Chaco

No se encontraron antecedentes de proyección de oferta de madera del bosque nativo argentino en ninguna de sus áreas geográficas. En el caso del Chaco, al igual que en Misiones, se harán algunas cuentas primarias, cuya validez es relativa, con la aclaración de que se cuenta todavía con menos datos que para el caso de Misiones, porque en aquel había un inventario con parcelas muestrales que permitían inferir la proporción de especies en cada una de las categorías clasificadas. En este caso, no se encontró un dato actualizado que cumpla una función semejante.

El resultado de las sucesivas consultas parecía que conducía a alguna referencia más sólida, pero, lamentablemente, ésta no ha llegado al momento de terminar este estudio en mayo de 2003 con tiempo suficiente como para elaborar sobre ese dato.

Como se ha dicho anteriormente, el inventario nacional de bosques nativos señala que en el Chaco hay una superficie de 4.5 millones de hectáreas forestales, distribuidas entre el húmedo, el y el semiárido, que de acuerdo con la descripción que hiciéramos del Chaco, desde la página 81 a la 83 son los que tienen mayor presencia en esta provincia.

Se ha supuesto que sólo el 50% de esa superficie esté disponible para ofrecer madera en forma sostenida y que el crecimiento anual del monte sin manejo es de 1.5m3 por hectárea y por año.

Respecto de la distribución de superficies se ha establecido, a partir del diálogo con actores regionales, que podría considerarse una distribución como la expresada en la Tabla 39.

Tabla 39. Distribución de especies para el Chaco

Proporciones por especie

%

Quebracho Colorado

35%

Algarrobo

10%

Quebracho Blanco

25%

Varias

30%

Fuente: Elaboración propia

Las fuentes que sirvieron de base para hacer esta distribución advirtieron que no era la mejor metodología para hacer estas estimaciones, pero no había método alternativo disponible.

Sobre esta base: superficie, disponibilidad, crecimiento sustentable y distribución por especies, se ha llegado a una suerte de oferta anual sustentable que fue comparada con la demanda. El resultado de este cálculo es volcado en la Tabla 40.

Tabla 40. Comparación de oferta sustentable de madera del Chaco y la demanda (m3 scc/año).

Especies

Oferta

Demanda

Demanda / Oferta

Quebracho Colorado

1.189.408

220.322

19%

Algarrobo

339.831

80.686

24%

Quebracho Blanco

849.577

63.552

7%

Varias

1.019.492

644.270

63%

Total

3.398.308

1.008.830

30%

Fuente: Elaboración propia sobre SAyDS

De acuerdo con estos cálculos muy primitivos, existiría, por lo menos, una oferta de madera del parque chaqueño del Chaco de 3.4 millones de m3 scc por año y una demanda de 1 millón (incluyendo rollizos, rollos, leña, etcétera). El aumento en la explotación del algarrobo observada durante los últimos años invitaba a pensar que probablemente se estaba amenazando la sustentabilidad de este recurso, pero los números, que deben ser tomados en forma no estricta por lo poco sólido de los datos y de la metodología, no estarían indicando eso.

Aparte, de acuerdo con información del ingeniero Delvalle, existen en las provincias de Chaco y Formosa plantaciones de macizo de algarrobo con crecimientos de alrededor de 8 m3 scc. Se insiste, igualmente, en las provincias que lo más sustentable y conveniente sería el enriquecimiento con estas especies y no las plantaciones en macizo, aunque las mismas no quedan descartadas. Igualmente, ya fueron comentadas las potencialidades del quebracho colorado chaqueño para las plantaciones en macizo.

Finalmente, cabe recordar que de acuerdo con lo expresado, en el Chaco, en cuatro o cinco años, la totalidad de la masa forestal productiva debiera estar ordenada, por lo que es de esperar que la oferta de las especies maderables sea superior a los números tomados en este cuadro que, de cuerdo con el consenso de los profesionales del área, debiera pasar de los 1.5 m3 scc a 3 m3 scc.

En este sentido, el ingeniero Romano señala respecto del potencial del parque Chaqueño y en función del trabajo realizado sobre bosques modelo que el bosque meta u óptimo del Parque Chaqueño es de 70 tn. por hectárea, pero en la actualidad tiene 10 Tn/ha sobre la base del estudio científico que se realizó con la colaboración del JICA.

Cabe destacar la capacidad de recuperación que tiene el Parque Chaqueño, lo que puede observarse en la cantidad de renovales que se pueden ver de quebracho colorado, algarrobo y otras especies, respetando siempre la cadena sucesoria de este importante ecosistema. Se señala, en este sentido, que el quebracho colorado chaqueño es una especie pionera que se desarrolla mejor en condiciones de exposición solar. En otras circunstancias puede ser dominada por otras especies y su condición de ser intolerante a la sombra le quita posibilidades de desarrollo.

Una información, si bien antigua pero de utilidad, da otra descripción acerca de la presencia de especies por hectárea en el parque chaqueño. La cita original del trabajo remite al ingeniero Lucas Tortorelli dentro del trabajo Maderas y Bosques Argentinos.

En él se presentan dos tablas, una para la zona húmeda y otra para la zona seca.

Tabla 41. Presencia de especies en el monte chaqueño, zona húmeda.

Especie

Tn/ha

Urunday

7.4

Quebracho colorado

5.9

Guayaibí

5.7

Guayacán

5.2

Guaraminá

4.9

Palo Amarillo

3.6

Lapacho negro

3

Quebracho blanco

2.5

Espina corona

2.5

Alecrín

1.1

Ibirá puitá guazú

1.8

Total

43.6

Fuente: Ing. Lucas Tortorelli

Tabla 42. Presencia de especies en el monte chaqueño, zona seca.

Especie

Tn/ha

Quebracho blanco

5.4

Quebracho colorado santiagueño

4.2

Itín

1.2

Guayacán

0.5

Misto

0.5

Total

11.8

Fuente: Ing. Lucas Tortorelli

Como se puede ver en las tablas, la proporción de superficies no se asemeja a la informada por informantes calificados para el año 2002. No aparece, de hecho, entre las especies más importantes desde el punto de vista de la presencia el algarrobo. Entonces, se lo tomó como un elemento importante a tomar en cuenta como antecedente, pero se mantuvo el cálculo realizado sobre la aproximación.

Proyecto Federal del "Diseño Argentino6"

Otra alternativa interesante que se abrió recientemente para el Sector del Mueble, es el Proyecto Federal del "Diseño Argentino" Se trata de un proyecto impulsado por emprendimientos públicos y privado (RINERGOLD S.A.), destinado a exportar muebles de nuestro país a EE.UU. y que actualmente en marcha, ya cuenta con el apoyo de la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales y Cooperación de la Provincia de Buenos Aires, la Fundación Exportar y algunas provincias como Santa Fe y Córdoba.

Significación del bosque nativo y el implantado

En general se aprecia claramente el aporte que el bosque implantado hace a la economía nacional y se olvida parcialmente el hecho de que el bosque nativo no sólo tiene un enorme potencial como sostén de economías regionales utilizado en forma sustentable, sino que también tiene un presente. El mismo fue volcado en forma comparativa en la Tabla 43, en el que se pude advertir que la actividad forestal basada en el monte nativo, sin considerar utilizaciones posteriores de la madera como muebles, implica un valor económico de 175 millones de pesos.

Tabla 43. Aproximación a la significación económica del monte nativo y su comparación con el bosque implantado.

Producto

Producción

Valoración

Valor

Unidad

Precio unit.

Unidad

MM U$S

Papel 1

1.2

MM tn

700

U$S/tn

840.0

Pulpa 2

0.2

MM tn

550

U$S/tn

130.4

Recortes 3

0.7

MM tn

200

U$S/tn

140.0

Tableros

1.2

MM m3

180

U$S/m3

216.0

Madera Aserrada

         

Implantado

1.6

MM m3

180

U$S/m3

288.0

Subtotal Implantado

       

1474.4

Madera Aserrada

         

Nativo Chaco

21.6

MM p2

1.23

U$S/pie2

26.6

Nativo Misiones

41.2

MM p2

1.23

U$S/pie2

50.7

Tanino y furfural

56

Mil tn

1000.00

U$S/tn

56.0

Carbón Chaco

173

Mil tn

73.41

U$S/tn

12.7

Carbón Resto

120

Mil tn

73.41

U$S/tn

8.8

Leña Chaco

644

Mil tn

17.86

U$S/tn

11.5

Leña Resto

356

mil tn

17.86

U$S/tn

6.4

Postes Chaco

21

mil tn

119.05

U$S/tn

2.5

Subtotal Nativo

       

175.2

Fuente: Elaboración propia sobre AFCP, SAGPyA, SAyDS y Estadística Forestal de Chaco.

1 Debe tenerse en cuenta que sólo el 50% del papel se origina en pastas de madera
2 Se elimina la usada para hacer papel a fin de no duplicar valores.
3 No se lo incluye en las sumas

La comparación con los valores obtenidos del bosque implantado deja ver una brecha importante. Una interpretación posible de ella es que aún queda mucho por hacer en los montes nativos argentinos. En particular, el Parque Chaqueño es un fenomenal recurso renovable que tiene intacta su potencialidad, aún a pesar de los objetivos de colonización que tan razonables parecían treinta años atrás.

Lo que se quiere destacar, entonces, con estos datos, es la importancia del bosque nativo, la necesidad de profundizar su utilización racional y la necesidad de que se convierta definitivamente en el sostén de economías regionales que permitan mejorar la condición social de sus pobladores.

Conclusión

En Chaco y Formosa, principales provincias productoras de madera y sus manufacturas dentro del Parque Chaqueño, existe un desarrollo industrial incipiente basado en la producción tradicional del tanino, de la reciente elaboración de furfural y de un conjunto de pequeñas empresas orientadas, las más relevantes, a la industria del mueble del algarrobo.

El recurso con que se cuenta en las provincias es enorme pero la cadena industrial y logística tiene varios pasos para mejorar. Hay programas vigentes que ya están trabajando en mejorar el gerenciamiento y la capacidad de cooperación entre las empresas y se entiende que ese es el camino que hay que profundizar, promoviendo, tal vez, la incorporación de nuevos industriales con experiencia en el sector maderero pero que tengan una tradición industrial más arraigada. La presencia de tal liderazgo podría empujar al resto de la actividad a crecer con competitividad y tomando plena ventaja del enorme recurso natural que lo rodea.

Existe un cierto consenso en la región en que hay que profundizar las líneas de producción actuales y procurar la utilización de otras especies que oportunamente fueron desplazadas por el algarrobo. Asimismo, continuar en la línea de mezclar maderas de monte nativo con las de bosque implantado con beneficio de competitividad y costo.

Pero básicamente, más allá de la existencia de políticas y programas de apoyo que cumplen una función importantísima en el accionar sectorial, se precisa la presencia de un plan estratégico que de marco al funcionamiento de la región, junto con una coordinación adecuada entre Nación y provincias, incluyendo a las universidades y a los actores de las provincias.

Por ejemplo, en la instrumentación de los bosques modelo hay distintos puntos de vista sobre la forma de llevarlo adelante, pero en cuanto a los resultados esperados, enumerados por el ingeniero Romano, se destacan los que se incluyen a continuación, sobre los que no debiera haber muchos desacuerdos:

• Elevar la calidad de vida del hombre

• Los recursos forestales y las tierras relacionadas con ellos serán manejados para atender a las necesidades sociales, económicas, ecológicas, culturales y espirituales de las generaciones presentes y futuras.

• Promover un manejo ambiental responsable, socialmente beneficioso y equitativo, y económicamente viable.

• Propiciar la certificación del manejo forestal en el marco del Consejo Mundial Forestal (FSC) para Bosques Pequeños.

También es importante pensar en lograr el secado de aquellas maderas que más lo precisen para ganar en estabilidad y la certificación de los bosques de modo de facilitar su comercialización internacional. Se puede considerar como un antecedente el hecho de que Bolivia tiene sus bosques nativos certificados.

La instrumentación para lograr tales objetivos parece ser la dificultad manifiesta y para ello es necesario un trabajo en conjunto que está pendiente de ser realizado, dentro de un marco general de planificación forestal para la Argentina.

3.2.3 Bosque Andino Patagónico

Lamentablemente no fue mucho lo que se ha analizado de este importante recurso forestal argentino, dado el mayor hincapié que se ha hecho en otras áreas de bosque nativo y del bosque implantado.

Con la colaboración del Ingeniero Manfredi del CIEFAP se elaboró un FODA para la región que se vuelca a continuación.

Análisis FODA de la región

Fortalezas

• La región patagónica dispone aproximadamente del 20 % (4 millones de ha) de la superficie potencialmente apta para el desarrollo de plantaciones en el ámbito nacional, presentando las siguientes características:

• baja competencia de usos alternativos de la tierra,

• extensas superficies con aptitud forestal (sin bosque),

• tierras bajo distintos grados de erosión que pueden ser recuperadas mediante actividades de forestación,

• bajos costos de plantación,

• estructura parcelaria favorable para el desarrollo de plantaciones en extensas superficies,

• muy bajo nivel de carbono de la línea base y alta capacidad de captura y almacenamiento de carbono mediante forestaciones (13 tn/ha CO2eq),

• importante superficie para el desarrollo de plantaciones mixtas (protección-producción) ubicada en cabeceras de cuencas que aportan al abastecimiento local y regional de agua y al sistema de producción hidroeléctrico regional y nacional.

• Bajo costo de forestación, en comparación con otras regiones.

• Bases técnico-científicas desarrolladas para la creación y manejo de plantaciones

• Disponibilidad de recursos humanos y técnicos en el campo de la investigación y transferencia de tecnología de carácter nacional y regional.

• Infraestructura de caminos, pasos de acceso y distancias accesibles a puertos de aguas profundas en las costas del océano Pacífico y del Atlántico.

• Desarrollo de capacidades técnicas y experiencias de campo en la implementación de proyectos de carbono

• Paulatina consolidación de la “Lenga” en el mercado de las maderas nativas de calidad(esta dentro de las cinco especies de mayor volumen comercializado), apoyada en sus características tecnológicas, teniendo esta especie la ventaja de provenir de bosques de monoespecíficos, de estructuras relativamente simples, que facilitan el desarrollo de tecnologías de manejo sustentable, tanto desde el punto de vista productivo como ambiental.

Debilidades

• Barreras causales de la baja tasa de forestación en Patagonia:

• Falta de financiamiento del productor para cubrir los costos de forestación, hasta obtener los reintegros del incentivo 18 meses después.

• Fuerte dependencia de los sistemas de incentivos nacionales y provinciales

• Largos plazos involucrados hasta percibir los primeros ingresos (raleos: 21 y 28 años; turno: 35 años).

• Cultura ganadero extensiva

Oportunidades

• La inclusión de las actividades de forestación y reforestación como Mecanismo para un Desarrollo (MDL) pueden generar un nuevo mercado que mejore el financiamiento y la rentabilidad de las plantaciones, y con ello aumentar la tasa de plantación a un nivel más acorde al potencial regional. En este contexto Patagonia presenta ventajas comparativas para el desarrollo de proyectos MDL.

• Incremento de la valoración social a escala local y regional de la producción de servicios ambientales y productos no maderables

Amenazas

• Retraso en el pago de los incentivos

• Pago del reintegro a las exportaciones

• Vulnerabilidad e inestabilidad económica

• Alta presión impositiva que genera una tendencia a la evasión que se traduce en una competencia desleal

Análisis del consumo de madera

Una de las principales especies industrializadas en el bosque andino patagónico es la Lenga en la provincia de Tierra del Fuego. Si bien el volumen anual es importante, la comparación con Chaco o Misiones hace que su significancia económica sea algo menor.

En la Ilustración 25 se puede observar la serie histórica que presenta un valor medio de 50 mil metros cúbicos con un máximo que sobresale de la tendencia de la serie en el año 1987. En lo que hace a su proyección no se observa una tendencia definida que permita inferir conclusiones contundentes.

En el área desde hace varios años está presente el proyecto de la firma Lenga Patagónica, que también tiene su correlato en Chile, pero distintos trámites de habilitación fueron postergando la instalación de la misma.

Ilustración 25. Volumen de extracción de Lenga en Tierra del Fuego (m3 scc)

Fuente: SAyDS- Dirección de Bosques- Programa Nacional de Estadística Forestal-

Otra provincia con significación en la extracción de maderas de monte nativo para su industrialización es Chubut. Veinte años atrás el nivel de extracción de Chubut era similar al de la Lenga en Tierra del Fuego, pero mientras ésta mantiene sus niveles, en Chubut ha habido una clara tendencia decreciente en el uso del monte que, tampoco es posible de ser proyectada, como se puede observar en la Ilustración 26.

Ilustración 26. Volumen de extracción de madera en Chubut (m3 scc)

Fuente: SAyDS- Dirección de Bosques- Programa Nacional de Estadística Forestal-

Cabe aclarar que si bien en Tierra del Fuego la única especie signficativamente extraída es la Lenga, en Chubut también se extraen otras especies como se pude observar en la Ilustración 27: Ciprés y Cohiue.

Ilustración 27. Proporciones por especies de extracción de madera en Chubut (m3 scc)

Fuente: SAyDS- Dirección de Bosques- Programa Nacional de Estadística Forestal-

Conclusión

El bosque andino patagónico, si bien en una dimensión menor, tiene un aporte importante por hacer al desarrollo regional. Este aporte no se limita al aserrío, sino que incluye también la certificación de captura de carbono, para lo cual, por medio del CIEFAP y otras instituciones, ya se ha logrado una importante experiencia.

3.2.4 Selva Tucumano Boliviana

Otra zona forestal de significación es la selva tucumano boliviana. De acuerdo con los datos del Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos, la superficie que abarca es la segunda más importante del país, luego del Parque Chaqueño, dado que tiene 3.697.483 ha de tierras forestales.

Bosque nativo de la región

En este caso, el Inventario define a las tierras forestales como aquellas que están en paisajes naturales con una cobertura boscosa continua, cuyos árboles pueden alcanzar una altura mínima de 7 metros a su madurez. En esta categoría se incluyen también aquellas superficies continuas de bosque superiores a 1000 hectáreas que se encuentran en paisajes agrícolas.

Un detalle más pormenorizado de la superficie y las provincias que abarca la Selva Tucumano Boliviana se incluye en la Tabla 44.

Tabla 44. Superficie en la Región Selva Tucumano-Boliviana (hectáreas)

Provincias

Tierras forestales

Otras tierras forestales

Bosques rurales

Total general

Catamarca

32.048

0

0

32.048

Jujuy

833.524

76.890

14.202

924.617

Salta

2.291.457

96.897

12.898

2.401.251

Tucumán

540.455

10.383

2.252

553.089

Fuente: SAyDS - Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos – UMSEF

Se observa allí que en superficies la provincia de mayor significación es Salta, seguida por Jujuy. Sin embargo, el aprovechamiento del bosque nativo es muy limitado, de acuerdo con las estadísticas oficiales. La provincia con más extracción del monte nativo, dentro de la Selva Tucumano Boliviana es Salta, y la serie para los años 1960-2001 se incluye en la Ilustración 28.

Al igual que en otras regiones se observa una tendencia declinante, dejando de lado algunos valores de la serie como el señalado en la Ilustración con un círculo.

En lo que se refiere a las especies más importantes cabe mencionar al Curupay, Palo Amarillo y Cedro. Puntualmente, dentro de la serie, hubo momentos en que fueron importantes el Algarrobo y el Quebracho Blanco. Cabe mencionar en este sentido que el pico de aprovechamiento de 1995 coincide con una participación puntual importante del Algarrobo.

Ilustración 28. Volumen de extracción de nativas en Salta (m3 scc)

Fuente: SAyDS- Dirección de Bosques- Programa Nacional de Estadística Forestal

Ilustración 29. Proporciones por especies de extracción de madera en Salta (m3 scc)

Fuente: SAyDS- Dirección de Bosques- Programa Nacional de Estadística Forestal

Bosque implantado de la región

Por su parte, en lo que se refiere al bosque implantado de la región, la superficie es escasa y está concentrada en la propiedad de empresas grandes, según lo incorporado en el Inventario Nacional de Plantaciones Forestales de la SAGPyA.

Valores actualizados al año 2002 dan cuenta de las cifras que se encuentran en la Tabla 45.

Tabla 45. Superficie de bosque implantado en la región. Hectáreas.

Provincias

Coníferas

Eucaliptos

Salicáceas

Otras

Totales

Jujuy Salta y Tucumán

6.898

16.054

204

756

23.912

Fuente: Inventario de Plantaciones Forestales- Area SIG -Actualización Area de Economía e Información- SAGPyA

En lo que se refiere a la extracción de madera del bosque implantado, sólo se registran consumos en la estadística de la provincia de Jujuy, de acuerdo con datos del área de Economía e Información de la SAGPyA.

Tabla 46. Extracción de madera de bosque implantado de Jujuy. Toneladas

Especies

Rollizos

Postes

Total

eucalipto

5.638

265

5.903

Pino

7.927

 

7.927

TOTAL

13.565

265

13.830

Fuente: Área de Economía e Información de la SAGPyA

Conclusión

Se trata de un área ecológicamente importante que incluye la zona de yungas. El aprovechamiento de la misma es muy limitado, como quedó visto en los números incluidos en este capítulo.

Igualmente, el bosque implantado de la región tiene escasa relevancia, aunque abastece a una de las plantas de pulpa de la Argentina. Esta planta industrial, últimamente, ha pasado por períodos de paradas prolongadas y de producción. Luego de la devaluación argentina, esta planta ha sido puesta en marcha nuevamente.

El desplazamiento de la Selva por otras actividades se ha visto destacada hacia junio de 2003 por actividades vinculadas al sector forestoindustrial, dado que una empresa que fabrica papeles, pero sobre la base de bagazo, ha solicitado el desmonte de 1400 ha para ampliar su base de abastecimiento de recurso fibroso.

No se advierte que exista en este área un objetivo claro para la utilización de los recursos forestales nativos o implantados. Se puede advertir, sin embargo, que su potencial es muy importante, impulsado por la posible convivencia de bosque nativo e implantado.

3.2.5 Bienes no madereros

Una vez hecha una descripción de los bosques y de sus productos madereros, se hará un análisis de los bienes no madereros que se generan o se les da albergue en los bosques. Se hará una descripción de su presente y, en la medida de lo posible y basados en medidas que ya se están tomando, se hará una proyección.

No sólo madera se extrae de los bosques nativos. Existe una gran cantidad de oferta de productos naturales desde los bosques de los cuales la madera es, generalmente, el más utilizado. Para dar una dimensión del potencial puede consultarse la Tabla 47, originada en la Base de Datos de Productos Forestales no Madereros, realizado por Ing. Agr. Cristina Résico, Lic. Mariana Burghi, Lic. Inés Kasulin de la Dirección de Bosques, Programa Productos Forestales No Madereros, Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable.

Tabla 47. Detalle de productos forestales no madereros y posibles usos (unidades de especies)

Usos no madereros

Selva misionera

Selva tucumano boliviana

Selva en galería

Parque chaqueño húmedo

Parque chaqueño seco

Espinal

Monte

Bosque andino patag.

Total (*)

nº sp con algún uso

254

247

406

299

353

298

262

137

728

nº sp endémicas

1

10

1

1

12

11

16

8

21

aceite esencial

28

29

35

32

37

25

17

5

58

cera

10

2

7

7

9

5

6

0

12

composición química

143

139

209

179

203

154

120

28

309

construcción

4

0

7

1

0

4

3

1

8

goma

7

9

14

12

14

9

9

0

18

gomoresina

5

4

6

5

4

4

3

2

9

insecticida

7

2

9

8

4

4

2

0

10

insectífugo

2

4

5

4

5

3

4

0

6

látex

20

12

25

24

19

20

13

3

32

ornamental

90

65

109

92

91

74

41

9

158

planta melífera

16

10

38

33

35

18

21

2

49

fijación de terrenos

5

5

8

6

8

7

4

0

10

religioso

5

6

9

8

8

8

7

3

13

resina

17

12

26

24

24

11

12

1

37

servicios

9

8

26

23

24

16

15

0

33

tanino

26

27

37

36

38

24

14

4

48

uso alimenticio

92

104

144

121

150

119

95

71

271

uso aromático

14

16

19

18

20

15

12

6

30

uso artesanal

10

11

22

16

20

15

13

1

28

uso curtiente

29

25

48

46

45

30

19

4

62

uso farmacéutico

44

47

72

65

70

61

46

9

96

uso forrajero

48

43

91

79

81

63

45

5

115

uso medicinal

177

155

295

216

225

217

175

82

451

uso textil

16

15

19

17

19

11

5

2

26

uso tintóreo

44

50

79

74

86

57

55

14

112

uso veterinario

11

24

32

30

33

26

21

2

38

otros usos

54

59

82

67

89

62

58

14

131

(*) Varias especies habitan en más de una región, razón por la cual el total no corresponde a la sumatoria de las regiones.

Fuente: SAyDS- Dirección de Bosques- Programa Productos Forestales No Madereros-

Algunos de esos productos, como el loro hablador, el lagarto o la harina y el café de algarrobo, han tenido programas o desarrollos especiales que vale la pena destacar en este estudio.

Harina y café de algarrobo

En la actualidad, la SAyDS está desarrollando con una cooperativa de productores de Pres. Sáenz Peña, en el Chaco, un programa de desarrollo de estos productos. Con anterioridad a ello, el Ing. de Montes Yago de Miguel García, Pasante de la Diputación de Córdoba (España), bajo la dirección de la Ing. Agr. Cristina Résico y la colaboración de la Lic. Inés Kasulín en la Dirección de Bosques, realizó un trabajo sobre la Situación actual y posibilidades del mercado de la harina de algarrobo (Prosopis alba) en la Argentina.

En este estudio se llega a la conclusión de que este producto, la harina de algarrobo, es poco conocido y que se comercializa muy por debajo de sus posibilidades, por lo que es necesaria una mayor difusión de sus propiedades nutricionales, características dietéticas y posibles usos para incrementar su consumo. Con ello se cree que se ampliaría el empleo rural, mejorando las condiciones socioeconómicas de la población vinculada al recurso y contribuyendo a la conservación del bosque nativo. Para ello, se señala, es necesario normalizar el producto mediante la homogeneización de los procesos necesarios para su obtención y registrarlo de manera apropiada en los nomencladores y códigos que sea necesario, pues se ha detectado una falencia importante al respecto.

Se indica en el estudio que la chaucha de algarrobo siempre fue consumida por los habitantes de la región del noroeste y considerada un alimento de gran valor. La cosecha de la algarroba (algarrobeada), consistente en recolectar las vainas, en forma colectiva, formándose para ello verdaderas caravanas de hombres, mujeres y niños, representaba el período anual de abundancia y daba lugar a celebraciones y fiestas. Es decir, que ya existe un respaldo idiosincrásico para la elaboración de este producto que podría extenderse a los consumidores de otras regiones.

En lo que hace a la productividad, hay fluctuaciones entre 50-100 Kg/árbol (La Rioja, Catamarca), 20-40 (Chaco semiárido) y 10-20 (Sta. Fe). El árbol suele comenzar a producir a los siete años, si bien se han reportado métodos para adelantar la fructificación cortando las raíces superficiales o realizando autoinjertos sobre la misma especie.

Hacia el año 2000, al nivel de mayorista la harina se vendía a 2$/Kg., mientras que el precio promedio de venta al consumidor era del doble. El destino principal era las industrias de galletitas, budines y otros panificados, a veces elaborados por particulares de forma casera y luego distribuidos a través de dietéticas o similares.

El estudio, por último, señala que la harina de algarroba tiene un gran potencial de mercado si se lo transforma en alimento de calidad. Para ello, es necesario abrir los mercados, posicionar los productos, de sabor y características únicas, e informar sobre su valor nutritivo y múltiples usos. Es importante mejorar la imagen y ampliar el mercado para la harina de algarrobo, sacándola de su condición de producto "rústico" y típico, para convertirla en un artículo atractivo para los mejores supermercados, hoteles y restaurantes, no sólo nacionales, sino también internacionales.

En lo que hace al café no hay un estudio semejante al realizado para la harina, pero se están desarrollando acciones con algunas cooperativas.

Loro hablador

En la Dirección de Fauna y Flora Silvestres, de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, el ingeniero Ricardo A. Banchs ha realizado el “Proyecto Elé” para la conservación y aprovechamiento sustentable del Loro hablador en Argentina.

En 1989, la Dirección de Fauna Silvestre de Argentina inició estudios sobre la biología y comercio del Loro Hablador. Seis años más tarde, y con fondos gestionados por la Secretaría CITES y administrados por la Fundación Vida Silvestre Argentina, se realizó un proyecto para evaluar la posibilidad de aprovechar la especie de manera sustentable. A partir de los conocimientos y la experiencia obtenidos, hacia fines de 1997, se implementó oficialmente el “Proyecto Elé”, para la conservación y manejo de la especie en la Argentina.

El objetivo central de este Proyecto es contribuir a la conservación de los ecosistemas chaqueños y sus habitantes a través del aprovechamiento sustentable de una especie silvestre: el Loro Hablador (Amazona aestiva). Es decir, que el uso de esta especie sea un instrumento efectivo para la conservación de la especie y su hábitat y redunde en beneficios significativos para los habitantes locales. En tal sentido, se pone un énfasis particular en alcanzar dos metas fundamentales:

1) los propietarios u ocupantes legales de las tierras donde se colectan pichones deben ser los principales beneficiarios del aprovechamiento del recurso. Se debe lograr que su renta aumente lo suficiente como para que reduzcan actividades productivas de alto impacto sobre el ecosistema chaqueño (principalmente el uso forestal intensivo y el desmonte para cultivos).

2) debe incrementarse la superficie de hábitat bajo protección.

Como resultado del trabajo realizado, se obtuvieron los siguientes logros:

• Se alcanzó uniformidad en los criterios de conservación y manejo de la especie entre las nueve administraciones provinciales donde se encuentra distribuida la especie.

• Se tiene capacidad de control efectiva sobre las distintas etapas del sistema, especialmente en lo que se refiere al cumplimiento de los cupos y modalidades de extracción de ejemplares de las poblaciones silvestres.

• Se implementó un “Fondo para la Conservación del Loro Hablador” a partir de la obligatoriedad que tienen los exportadores de aportar una suma de dinero cada vez que exportan ejemplares de esta especie. Estos fondos cubren todas las necesidades del Proyecto (control, investigación e implementación de nuevas áreas protegidas) por lo cual el mismo también es sustentable desde el punto de vista económico.

• Mediante una gestión especial del Proyecto se han creado dos reservas de hábitat para el Loro Hablador. La reserva “Loro Hablador”, de 19.500 hectáreas de bosque chaqueño, está ubicada 40 km. al sur de la localidad de Fuerte Esperanza, Provincia del Chaco. La reserva “Pintascayoc”, de 13.000 ha, está ubicada a 20 km. de la localidad de Aguas Blancas, Provincia de Salta. La Reserva “Las Lancitas” de 10.000 ha, está ubicada en cercanías del Paraje Villamonte en el Dpto. de Santa Bárbara. Estas reservas están siendo implementadas con una suma de dinero anual proveniente del “Fondo para la Conservación del Loro Hablador”.

• Al extenderse el Proyecto y habilitarse propiedades para la colecta de pichones en zonas donde tradicionalmente existía un significativo comercio ilegal, la cantidad de ejemplares efectivamente colectados en esas zonas se redujo en más de un 50 %. Esto significa que, aunque cada año se amplía la zona y el cupo de extracción legal, en la práctica se extraen de la naturaleza cada vez menos ejemplares. Actualmente se verifica una disminución acumulativa anual en la extracción ilegal de aproximadamente 600 ejemplares.

Adicionalmente, se ha intervenido en la forma de comercialización de los animales desde los lugareños hacia los exportadores, elevando en varias veces el precio (en origen de $5 a $35). Asimismo, los pobladores mismos, al aprender a extraer las crías con arneses y sin voltear los árboles, comprendieron las ventajas, por ejemplo de saber dónde se ubicaban los nidos que quedan en posiciones fijas de año en año.

En las conclusiones del trabajo realizado se destacan factores que merecen ser volcados textualmente. "Este plan para la conservación y aprovechamiento del Loro Hablador surge como una respuesta a la insuficiencia de las medidas de conservación tradicionales que, en la mayoría de los casos, sólo contemplan medidas de protección de especies o áreas naturales.

"En los países en desarrollo, y en particular en Argentina, la mayor causa de la destrucción de ecosistemas es su degradación o reemplazo total por sistemas productivos tradicionales que buscan incrementar su rendimiento para compensar la cada vez más profunda crisis económica. En este cuadro de situación, el desafío es concretar experiencias de aprovechamiento sustentable de la vida silvestre que, como condición necesaria para obtener rentabilidad, obliguen a conservarla. Para que estas experiencias tengan éxito es indispensable que los consumidores (individuos y países) identifiquen, distingan y tengan preferencia por los productos que reúnen tal condición en desmedro de aquellos que no lo hacen. Además, y dado que los procesos de producción de un sinnúmero de bienes de consumo impactan negativamente sobre los ecosistemas naturales, creemos que todos los productos -y no sólo aquellos que provienen directamente de la vida silvestre- deberían ser analizados desde este punto de vista".

Lagartos o iguanas

Con los lagartos e iguanas también se han desarrollado trabajos con las comunidades locales. Si bien las especies del género Tupinambis sp no se encuentran en peligro y son susceptibles de uso comercial (en los niveles actuales), hasta el presente este uso no ha involucrado en forma directa a la conservación del hábitat de las mismas. Para ello, se ha encarado un trabajo que concluyó en un acta de compromiso firmada en el año 2000 para lograr este objetivo.

En el acta se incluyó lo siguiente como orientador del trabajo.

Este trabajo se realizará en forma progresiva, hasta alcanzar una cantidad de ejemplares equivalente al 10 % del cupo anual de exportaciones. Este será un valor de referencia, pudiendo algunas provincias ampliar esta cantidad, proponiendo más áreas de conservación dentro de sus posibilidades efectivas. Está previsto cubrir el territorio hasta alcanzar el mencionado cupo en el plazo de 3 (tres) años.

Las exportaciones promedio de los últimos años se ubican en el orden de los 400.000 – 500.000 cueros anuales, muy por debajo del cupo autorizado. Esto permite estimar que la cantidad propuesta de cueros provenientes del Proyecto es una cantidad viable, teniendo en cuenta también el precio que se fijaría para los mismos: 7 $ (siete pesos) para los cueros de medida (ancho del cuero seco mayor e igual a 30 cm), contra entrega al cazador.

Los exportadores se comprometen a comprar la totalidad de este cupo diferencial a precio regulado.

Se implementará en estrecha colaboración con las agrupaciones comunitarias y otras organizaciones no gubernamentales locales. Estas servirán así de vehículo para canalizar la propuesta, brindando una oportunidad laboral a los pobladores de la región y aprovechando la experiencia de las mismas.

Se espera que un mayor valor de las iguanas como recurso constituirá un estímulo económico para la conservación de las especies y sus hábitats. Se promoverá así el uso de la fauna silvestre como actividad de bajo impacto ambiental, en comparación con otros usos tradicionales de la tierra. En definitiva, se espera que estos mecanismos llevarán a reforzar el actual sistema de áreas protegidas y alentando la creación de nuevas.

Se continuará con el sistema actual de monitoreo de cueros, tanto para las áreas tradicionales como para las áreas que se incorporen al nuevo Proyecto.

Se continuará con las tareas de investigación sobre la biología de la especie, con el fin de retroalimentar el modelo y hacer los ajustes sucesivos que correspondan. En definitiva, se plantea un esquema que encuadraría en los conceptos de manejo adaptativo.

Cabe aclarar que ambos programas están en vías de ser unificados.

3.2.6 Conclusión

No sólo existe un gran potencial en el uso racional de los recursos no madereros del bosque nativo, sino que existe una realidad en marcha que no sólo involucra importantes valores económicos para las economías regionales y sus pobladores, sino que también pone atención a sus necesidades y al uso sustentable del recurso.

Esta línea debe profundizarse y, dentro de lo posible, formar parte de un plan forestal maestro que involucre a las áreas de gobierno que puedan prestar atención a este tipo de programas.

La valuación de la exportación de estos productos se incluye en el capítulo de Comercio Exterior que comienza en la página 151.

1 Inventario de Plantaciones Forestales y Establecimiento de un Banco de Datos. Informe Final. Volumen I. Marzo de 2001.
2 Costos de Producción Forestal Estándar. Asociación Forestal Argentina. Setiembre de 1988, 2° Edición.
3 CONSULTORÍA DEL PLATA S.A., Estudio de las industrias de la madera y del carbón y bases para su reordenamiento. Provincia del Chaco. Marzo de 1970.
4 Informe PF Olsen del PMF.doc, pág. 34.
5 Estudio Integral de la Región del Parque Chaqueño. Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente Secretaría de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental. “Proyecto Bosques Nativos y Areas Protegidas” Préstamo BIRF Nº 4085 – AR. Informe General Ambiental. Red Agroforestal Chaco Argentina. 2ª. Edición, Diciembre 1999
6 FIEL. Informe sobre el sector de muebles de madera. 1999.

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