FAO/SMIA - Cosechas y escaseces alimentarias No.2, mayo 2004

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SITUACIÓN DE LOS CULTIVOS Y DEL SUMINISTRO DE ALIMENTOS

PANORAMA GENERAL

Hasta mayo de 2004, el número de países que enfrentaban situaciones graves de escaseces de alimentos en todo el mundo era de 35: 24 en África, 5 en Asia, 5 en América Latina y 1 en Europa. Las causas son variadas, pero predominan los disturbios civiles y el mal tiempo, sobre todo la sequía. En muchos de estos países, uno de los factores que más contribuyen es la pandemia del VIH/SIDA. Los informes de las evaluaciones conjuntas de la FAO y el PMA sobre los cultivos y el suministro de alimentos publicados últimamente destacan este factor http://www.fao.org/giews/english/alertes/sptoc.htm.

En el África oriental, el mejoramiento de las cosechas de la primera temporada, unido a las actuales lluvias favorables de la temporada principal recibidas en la mayor parte de la región, ha impulsado las perspectivas para el suministro de alimentos. Constituyen, sin embargo, un motivo de preocupación los daños causados por las inundaciones en Kenya y Djibouti y las alertas sobre la posibilidad de inundaciones en el sur de Somalia por la altura del nivel del agua en la cuenca del río Shabelle.

En Eritrea, las perspectivas alimentarias son más bien sombrías debido principalmente a los escasos resultados de las lluvias "azmera" (marzo-mayo) que normalmente facilitan la preparación de la tierra y la reposición de los abastecimientos de agua y de los pastizales. Además, las lluvias que normalmente caen en las zonas orientales y costeras de Eritrea entre noviembre y febrero fracasaron en gran medida por cuarto año consecutivo.

El conflicto civil de consecuencias devastadoras desatado en la parte occidental del Sudán (Darfur) ha dado lugar a un desplazamiento de más de 1 millón de personas, y a la destrucción de activos y propiedades en gran escala. La población afectada ha visto gravemente reducido el acceso a los alimentos y a la satisfacción de otras necesidades humanas básicas. Dada la persistencia del conflicto, el próximo período de siembra que está por comenzar se ve comprometido.

En el África austral está terminando la campaña agrícola 2003/04. En Angola, Lesotho, Malawi, Mozambique y Swazilandia han comenzado las misiones conjuntas de evaluación de los cultivos y el suministro de alimentos del PMA y la FAO. También dio comienzo en Zimbabwe una misión reducida, cuyos resultados se obtendrán en junio. En esta subregión, la primera mitad de la campaña se caracterizó por el retraso, la insuficiencia y la irregularidad de las lluvias. Mejoraron las perspectivas para las cosechas gracias a unas precipitaciones más favorables recibidas durante la segunda mitad de la campaña (entre febrero y abril). Sin embargo, las intensas lluvias recibidas en este período en algunas partes de Zambia y Angola causaron el desbordamiento de muchos ríos que provocaron graves inundaciones en la parte occidental de Zambia y en algunas partes de Angola, Namibia, Botswana y Zimbabwe, causando daños a los cultivos y determinando una necesidad urgente de alimentos de socorro. En enero, febrero y marzo Madagascar se vio azotado por ciclones que causaron cuantiosos daños a 774 000 personas y a unas 300 000 hectáreas de vainilla, arroz y otros cultivos. Las perspectivas para las cosechas en Zimbabwe, Sudáfrica, Lesotho, Swazilandia, y en algunas partes de Malawi y Angola son desfavorables debido a la sequía registrada especialmente durante la primera mitad de la temporada. Por otro lado, Zambia, Botswana y Namibia están esperando cosechas entre normales y superiores a lo normal. La pandemia del VIH/SIDA está agravando los problemas de seguridad alimentaria en la mayoría de los países.

La situación alimentaria en Zimbabwe es potencialmente crítica ya que las estimaciones iniciales indican una cosecha inferior al volumen reducido de 2003. El déficit de alimentos en 2004/05 (abril/marzo) podría llegar hasta 1 millón de toneladas, que deberá colmarse mediante importaciones comerciales y ayuda alimentaria

En la Región de los Grandes Lagos, comenzará dentro de poco la recolección de la cosecha de la segunda temporada, principalmente sorgo, maíz y frijoles. La producción de alimentos obtenida en Rwanda en la primera temporada se ha estimado en alrededor del mismo volumen del año pasado. En Burundi, la producción total de cereales, leguminosas, raíces y tubérculos, y bananos y plátanos se estima en 1,1 millones de toneladas, alrededor de un 2 por ciento más que el año anterior pero todavía por debajo del nivel medio anterior a la crisis (1988-93). En la República Democrática del Congo, la inseguridad alimentaria y la malnutrición siguen siendo problemas graves debido a una persistente inestabilidad, particularmente en el este y nordeste.

En África central, la inseguridad alimentaria en la República Centroafricana sigue siendo grave para las poblaciones desplazadas por el conflicto .

En el África septentrional, las langostas del desierto continúan representando una grave amenaza a la seguridad alimentaria para algunos países, a pesar de las operaciones de lucha acometidas. Hasta el momento los daños causados a los cultivos son limitados, pero la situación podría empeorar si los enjambres se desplazaran hacia los países sahelianos del sur al comenzar la campaña agrícola. A pesar de la ayuda prestada por la FAO y algunos donantes a algunos países afectados en África septentrional y occidental, las operaciones de lucha continúan viéndose impedidas por la insuficiencia de recursos. En Argelia, Egipto, Marruecos y Túnez, sin embargo, las perspectivas para las cosechas de cereales invierno siguen siendo favorables como consecuencia de unas condiciones atmosféricas propicias y una disponibilidad suficiente de insumos.

En África occidental, predominan en el Sahel las condiciones secas propias de la temporada. La situación de las langostas del desierto es muy grave en Mauritania, donde las operaciones de lucha se ven impedidas por la falta de recursos. En general, sin embargo, la situación del suministro de alimentos es satisfactoria en el Sahel gracias a las buenas cosechas obtenidas en 2003. La producción fue notablemente superior a la media en todos los países, salvo en Cabo Verde y Guinea-Bissau. La estación de las lluvias ha comenzado en los países costeros del Golfo de Guinea donde se ha empezado a sembrar.

En Asia, está en marcha la recolección de la cosecha de cereales de invierno, y ha comenzado la siembra de las cosechas de arroz y cereales secundarios. Algunos países recibieron precipitaciones insuficientes, pero con repercusiones limitadas en la producción global dado que los cultivos de invierno son en general de regadío. El suministro de cereales ha sido difícil en la región debido al alza de los precios de los cereales principales desde el último otoño. En China continental el total de la superficie sembrada y de la producción de cereales ha disminuido, entre 1998 y 2003, en más del 15 y 17 por ciento, respectivamente. Sin embargo, se prevé que la superficie sembrada de arroz aumente en 2004 debido a las políticas gubernamentales. En la India, la superficie y producción de trigo de 2004 se estiman muy superiores a las del año pasado y a la media de los últimos cinco años. La India es el segundo productor mayor de trigo después de China.

En la RPD de Corea persiste una grave crisis humanitaria atribuida a las escaseces crónicas de alimentos y a la catastrófica explosión de un tren ocurrida últimamente. Gracias a la reciente llegada de donativos de maíz y trigo, casi todos los 600 000 beneficiarios principales recibieron sus raciones completas de cereales del PMA en abril. Se necesitan urgentemente nuevas promesas de alrededor de 123 000 toneladas de productos variados para cubrir las necesidades durante los próximos seis meses.

Pese a un invierno mejor experimentado en 2003/04, Mongolia continúa dependiendo de la asistencia alimentaria internacional debido a las catástrofes naturales y limitaciones económicas. En Timor-Leste , se estima que las cosechas de los principales cultivos aumentarán significativamente con respecto a las afectadas por la sequía del año pasado debido a un tiempo más favorable. La sequía registrada en Sri Lanka durante la temporada Maha, especialmente en los distritos de Kurunegala, Anuradhapura y Puttalam, se tradujo en una producción arrocera notablemente reducida, y miles de personas necesitan ayuda alimentaria.

En el Afganistán, el tiempo excepcionalmente caluroso imperante durante la primavera y al final del invierno produjo un deshielo temprano que ha atenuado algo las esperanzas de igualar la cosecha récord del año pasado.

En el Cercano Oriente, los problemas de seguridad en el Iraq y la posterior evacuación de la mayor parte del personal de las ONG internacionales presentes en el sur y el centro han perjudicado los programas de asistencia humanitaria.

En la CEI Asiática, las condiciones atmosféricas han sido en general favorables para la producción agrícola, y se tienen noticias de que la situación de las cosechas de cereales es buena. Se ha sembrado de cereales un total de alrededor de 19 millones de hectáreas. Las precipitaciones y temperaturas registradas al final de la primavera y en el verano serán un factor decisivo para la producción de los cultivos en la región. Suponiendo condiciones atmosféricas favorables y un flujo de agua suficiente en los principales ríos de la región, se pronostica provisionalmente una producción total de cereales de más de 28 millones de toneladas.

En América Central y el Caribe, las lluvias torrenciales y graves inundaciones registradas en Haití y la República Dominicana han causado pérdidas de vidas humanas y daños a los activos y propiedades. La recolección de la tercera cosecha de cereales y frijoles apante ha terminado, y se han empezado a sembrar las cosechas de la primera temporada (principal) de 2004/05. La producción total de cereales en 2003/04 se estima en 36,4 millones de toneladas, alrededor de 1,0 millones de toneladas más que la media de los últimos cinco años, debido sobre todo a las buenas cosechas obtenidas en México, Honduras y Nicaragua. El pronóstico inicial para 2004/05 apunta a una merma de la producción de cereales, atribuida principalmente a las perspectivas desfavorables para el trigo en México. El sector cafetero, la fuente principal de divisas, sigue sufriendo las consecuencias de la baja de los precios internacionales. Se continúa prestando asistencia alimentaria a los grupos rurales vulnerables de los países centroamericanos. En Haití, la comunidad internacional ha reanudado la entrega de ayuda alimentaria, especialmente en el departamento nordoccidental gravemente afectado por la sequía de marzo.

En América del Sur, está en curso la recolección de la cosecha de maíz de 2003/04. En Argentina, se prevé que la producción de maíz disminuirá notablemente debido a la sequía imperante durante la siembra. En el Brasil, la sequía también está afectando a las cosechas de maíz "safrinha" en los estados meridionales y a la cosecha de maíz de verano en los estados del centro sur. Está por comenzar la siembra de trigo en las partes meridionales y centrales del América del Sur y las intenciones de siembra apuntan a un aumento de la superficie en un 3 por ciento. En el Uruguay, ha comenzado la recolección del arroz y la producción se estima en el nivel sin precedentes de 1,3 millones de toneladas. En el Perú y el Ecuador, la sequía imperante en los primeros meses de 2004 afectó gravemente a las cosechas de arroz y maíz.

En Europa, las condiciones atmosféricas para las cosechas de cereales de 2004 siguen siendo en general favorables en toda la región. Se pronostica que la producción de cereales en la UE-25 aumentará considerablemente con respecto al año pasado, con mejoras significativas experimentadas tanto en los países de la UE-15 como en los nuevos países miembros de Europa central. Las superficies sembradas han aumentado y se esperan rendimientos mejores gracias a una disponibilidad de humedad en general suficiente en los que va de la temporada. También se pronostican mayores cosechas en los países balcánicos y en el sudeste de la región, gracias a un tiempo en general favorable registrado después de la sequía del año anterior.

En la CEI europea, las heladas de marzo y abril han causado daños a cerca de 3 millones de hectáreas de cereales, principalmente en la Federación de Rusia y Ucrania. Además, la falta de acceso a insumos agrícolas suficientes impidió a muchos agricultores de los dos grandes países productores alcanzar los altos niveles de superficie sembrada en 2001 y 2002. En la región se ha sembrado un total de alrededor de 61 millones de hectáreas de cereales. Si predominaran condiciones atmosféricas favorables durante el final de la primavera y el verano, la producción total de cereales en la región se pronostica provisionalmente en alrededor de 115 millones de toneladas, incluidos aproximadamente 59 millones de toneladas de trigo y alrededor de 55 millones de toneladas de cereales secundarios.

En América del Norte, se prevé que la producción de trigo en los Estados Unidos descenderá de forma pronunciada en un 11 por ciento con respecto al año pasado, situándose en 56,6 millones de toneladas, debido a una notable disminución de las siembras de invierno y a las perspectivas de una disminución de la superficie sembrada con trigo de primavera. Además, las condiciones atmosféricas han sido en general menos favorables durante la campaña actual, especialmente en las regiones productoras del sur, en las que predomina la sequía que ha afectado al potencial de rendimiento de los cultivos. Sin embargo, las condiciones atmosféricas registradas el mes pasado favorecieron la siembra de los cereales secundarios de verano dando lugar a un importante incremento del pronóstico relativo a la producción de 2004, situándolo en 284,3 millones de toneladas, un 3 por ciento más que la cosecha del año anterior y casi un 8 por ciento más que la media de los últimos cinco años. En Canadá, se estimaba que al 10 de mayo se había sembrado el 26 por ciento de los principales cultivos de cereales de 2004 había alcanzado, frente al 20 por ciento que es lo normal para la fecha correspondiente. Se prevé que la superficie total sembrada con cereales disminuirá en 2004 a causa de la utilización de la tierra para cultivos no cereales. Con todo, se pronostica un ligero aumento de la producción de trigo a causa del incremento de los rendimientos previstos para el trigo duro, mientras que la producción de cereales secundarios debería de decrecer marginalmente.

En Oceanía, tras un comienzo satisfactorio del período de siembra de cultivos de invierno en los primeros meses de este año, la vuelta a condiciones atmosféricas más secas al final de abril y principios de mayo, especialmente en las regiones orientales, atenuaron las esperanzas de una producción abundante para este año. Los agricultores de Australia sudoriental están retrasando la siembra esperando recibir más lluvias antes de junio, durante el período en que todavía se puede sembrar.


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