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3. PRINCIPALES CAUSAS DEL CAMBIO DE COBERTURA FORESTAL-CONCLUSIONES GENERALES

Esta sección resume los resultados de la información consultada acerca de las causas del cambio de cobertura forestal en Nicaragua. La mayoría de las fuentes citan como causa principal el avance de la frontera agrícola. A través del tiempo nuevos problemas han surgido que han agudizado el problema y contribuido a la degradación y destrucción del recurso forestal.

La información fue obtenida de entrevistas con expertos de diversas organizaciones tanto locales como nacionales. La información que apoya estas conclusiones fue sumarizada como bibliografía comentada. También se indican las referencias que apoyan cada causa.

3.1 CAUSAS PRINCIPALES

3.1.1 Avance de la frontera agrícola y expansión de ganadería

Esta ha sido identificada como la principal causa de la pérdida de cobertura boscosa. La deforestación se inicia en el bosque tropical seco del pacífico y se remonta al período precolombino por la presión poblacional y de la actividad agrícola de los indígenas. Continuó en el período colonial y se agudizó a mediados del siglo pasado, con la expansión de cultivos agroexportables como el café y la caña de azúcar y por el acelerado crecimiento urbano.

La introducción acelerada de la actividad algodonera y de caña en el pacífico ocasionó el deterioro del sistema tradicional campesino de producción, esto obligó a la población que no fue absorbida por los nuevos cultivos a emigrar a las partes altas de la región hacia los principales centros urbanos y hacia la denominada frontera agrícola. Este flujo se dirigió especialmente a las tierras del trópico húmedo en el Atlántico, donde las actividades agropecuarias han ocasionado severos daños a los recursos naturales.

El proceso de colonización se agudizo con el avance de la frontera agrícola por las grandes migraciones campesinas a través de los programas de ocupación dirigida impulsados por el programa de reforma agraria entre mediados de la década de los sesenta y principios de los setenta. En los años sesenta y hasta principios de los ochenta este proceso continúa en forma acelerada debido a las políticas crediticias que otorgan mayor valor a tierras con “mejoras” (sin bosque) y el financiamiento se dirige a la ganadería extensiva y a los cultivos agroexportables. En los últimos años de la década de los ochenta la deforestación disminuyó debido a la guerra y al abandono de cultivos agrícolas especialmente en la región del atlántico sur. Sin embargo en los noventas la deforestación tomo un nuevo impulso por la colonización dirigida a través de la asignación de tierras a los desmovilizados y excombatientes de ambas partes.

El avance de los agricultores o frontera agrícola consiste en penetrar y limpiar el bosque para cultivar la tierra. Después de la roza y quema los agricultores cosechan granos dos o tres veces antes de agotar la fertilidad de los suelos. Forzado a limpiar nuevas tierras el agricultor vende el terreno generalmente a un productor de ganado quien los usará para pastoreo. El nuevo dueño puede utilizar el terreno por un tiempo limitado hasta que compre un terreno más hacia el este. La cadena de eventos da como resultado una corriente migratoria donde el precio de la tierra es mas bajo mientras más al este se encuentren (limite de frontera agrícola).

La frontera agrícola está siendo impulsada constantemente hacia el este por dos factores principales: la expansión de la ganadería que continúa siendo la actividad más rentable y la insostenibilidad del sistema agrícola de roza y quema.

El proceso migratorio involucra cuatro principales grupos:

El desarrollo agrícola y ganadero ha incorporado áreas extensas de tierra (6.3 millones de ha) en un período corto (1960-1998), de las cuales el 20% corresponde a cultivos y pastos. Actualmente la tasa de deforestación se estima entre 125000 y 150000 ha anuales. Se ha calculado que la tasa de deforestación en el período 1965-85 fue de 100000 ha/año; para el período 82-87 se estimaba en 50000 ha/año y ya en el período 88-89 se nota una tendencia ascendente llegando a 65 a 70000 ha/año, llegando a 150000 ha/año en 1991-92. Durante este periodo el área agrícola y ganadera se ha incrementado en un porcentaje similar. Las áreas de pastos se incrementaron en 3.5 millones de ha entre 1965-77 hasta cerca de 5 millones entre 1978-91.

En 1991 se estimó de 150000 a 200000 ha deforestadas con un volumen total aproximado de 17,000,000 m3 de madera quemada con un volumen industrial de 2,800,000 m3 cuyo valor en pie perdido se calcula en 56,000,000 US$ (20% del total de exportaciones) Referencias : (2), (11), (12), (14), (16),(17), (18), (20), (21).

3.1.2 Dependencia de leña para consumo energético

En Nicaragua como en otros países tropicales la leña es el principal uso asignado al bosque representando de 10 a 15 veces el consumo asignado a la industria forestal. En 1983 el consumo anual de madera para combustible ascendía a 3.7 millones de m3 (2.6 millones de toneladas), siendo el consumo por habitante de 0.85 toneladas por año.

A pesar de la importancia de la leña en la economía nicaragüense la política energética del país no la ha considerado como alternativa de fuente renovable de energía. La política energética ha sido basada en una diversificación de fuentes pero sobre todo en un aumento del consumo de hidrocarburos.

En 1990 la leña representó el 55% del consumo neto de energía final, el carbón vegetal el 1% y los derivados del petróleo un 27%. El consumo de leña se estimaba en 3.3 millones de m3 de madera, equivalente a 1,500,000 a 1,800,000 tm. El 89% se consumió en zonas residenciales y comerciales, un 5% en el sector industrial y el 6% restante en la producción de carbón vegetal. Se estima que 1.8 millones de personas utilizaron leña como combustible principal. El consumo individual es de 2.3 kg/hab/día en el pacífico, 2.6 en la región central y 3.0 en el atlántico. Otra característica del consumo de leña es la baja eficiencia en el uso del poder calórico (leña 8% y carbón 12%) debido principalmente al uso de cocinas de fogón abierto.

El análisis de la oferta y demanda de leña indica que existen 42,000 km2 de áreas con situación deficitaria crítica a muy crítica (35% del territorio nacional). La leña y el carbón provienen casi en su totalidad del bosque natural, y el tipo de aprovechamiento aplicado no asegura una producción forestal sostenida. La mayor potencial de bosque nativo para fines energéticos se encuentra en las regiones de la costa atlántica y central del país, en su gran mayoría bosque tropical húmedo. Por otro lado la población consumidora se encuentra en la región del pacífico, existiendo un desequilibrio entre oferta y demanda de leña.

Referencias: (2), (3), (11), (12), (14), (15),(21).

3.1.3 Industria Forestal Ineficiente

La industria forestal tuvo su mayor auge en la década de los 70, cuando las exportaciones alcanzaron un máximo de 31.5 millones de dólares en 1976 y el sector mostró un crecimiento del valor bruto de la producción forestal. Esta situación favorable se mantuvo hasta 1981-82, último año que se registró una exportación favorable de más de un millón de dólares. En esa época la mayoría de estas industrias se encontraban en propiedad de extranjeros.

Con el cambio de dueño en los ochenta muchas empresas pasaron a formar parte del área de propiedad del pueblo (APP) administradas por la corporación forestal del pueblo (CORFOP). A pesar del apoyo de organismos internacionales y de la cooperación sueca en desarrollo industrial el sector se desarrollo por iniciativa propia sin mostrar cambios sustanciales en el tiempo.

Se estima que actualmente existen unos 76 aserrios con una capacidad instalada de 300,000 m3 de madera. La producción en 1990 fue de 70 a 90000 m3 y en 1991 de 100,000 m3 con una capacidad ociosa de 65 a 76%. Las industrias son en general de pequeña escala, con una capacidad máxima de procesamiento de 15,000 m3 anuales. Además de los aserrios existe una fábrica de plywood con una capacidad instalada de 20,000 m3 de contrachapados por año.

La mayoría de los aserrios poseen maquinaria de la década de los 50 y 60 y únicamente 4 tienen líneas de producción que incluyen reaserradoras y canteadoras. Las sierras principales son en su mayoría circulares con dientes postizos. Esta industria nunca ha sido dueña de bosque, su maquinaria ha sido diseñada para el procesamiento de diámetros grandes y en general ha actuado como explotador del bosque sin invertir en su manejo.

Otro factor que obstaculiza el desarrollo industrial sostenible es la ubicación de la mayoría de las industrias en la zona del pacífico y no en las zonas atlántica y central que contienen la mayor parte del recurso forestal. Esto aumenta los costos de transporte y producción.

La industria forestal se encuentra en un estado de deterioro, con maquinaria obsoleta, alto grado de desperdicio y falta de recursos humanos con conocimientos gerenciales con experiencia y visión para operaciones modernas compatibles con los mercados de exportación Referencias (2), (12), (17), (21).

3.1.4 Tenencia de la tierra

Uno de los factores que más han afectado el desarrollo agrícola del país y consecuentemente el estado actual del recurso forestal ha sido la tenencia de la tierra.

A partir de 1950 se inició un proceso de concentración de la tierra con mayor productividad en pocas manos y con ello el desplazamiento de los campesinos a tierras montañosas del este. Estos campesinos que veían en la tierra su medio de sobrevivencia inician un proceso de deforestación, creado un severo desequilibrio ambiental cuyas secuelas son fáciles de observar hoy en día.

En 1961 se creo el Instituto Agrario Nicaragüense (IAN) que impulso los procesos de colonización que aceleraron el avance de la frontera agrícola. En la década de los 80 con la creación del sector reformado se redujo el latifundio. Las fincas mayores de 500 manzanas (360 ha) se redujo del 41% en 1970 al 7.5% en 1988. La producción privada con fincas mayores de 200 manzanas paso de 52% de la tierra a 20.5% en 1988. El sector reformado favoreció a 113,000 familias que ocupaban en 1988 el 34.3% de la tierra.

En los noventa el gobierno continuó otorgando tierras. Se han entregado más de 500,000 ha a campesinos individuales, estimándose en unos 100,000 el número de campesinos demandantes de tierra. El gobierno disponía en 1984 de 1.1 millones de ha mientras que en 1991 solo administraba 0.16 millones, que equivale al 2.8% de tierras en fincas.

El total de áreas en fincas se estima en 5.7 millones de ha. El resto de tierras (6.3 millones) son tierras estatales, comunales y municipales, aunque gran parte carecen de títulos. Aquí se encuentran la mayoría de bosques y tierras de vocación forestal.

La propiedad de la tierra es uno de los mayores problemas del sector agrícola y forestal. Según investigaciones realizadas el 75% de las tierras en Nicaragua enfrentan problemas de titulación. Esto afecta el desarrollo de un manejo forestal sostenible y aún más el establecimiento de nuevas plantaciones forestales. Referencias: (2), (3), (12), (21).

3.1.5 Legislación forestal

La constitución de Nicaragua garantiza la conservación del ambiente natural. Declara que los recursos naturales forman parte del patrimonio nacional y que el Estado es el responsable por su conservación y la regulación de su uso para propósitos privados.

La legislación forestal en Nicaragua es bastante amplia en leyes vigentes desde 1905, 1958, 1967, 1972, hasta los últimos decretos como el reglamento forestal (decreto 45-93). Existen 18 leyes y reglamentos que se refieren explícitamente a los recursos forestales y su conservación. Todo esto se presenta como un cuerpo legal incoherente, incompleto, a veces contradictorio y con un espíritu preservacionista que no ha promovido las actividades de producción forestal y tampoco ha contribuido a frenar el avance de la frontera agrícola. Esto confirma que no bastan leyes para frenar el problema si no se atacan las verdaderas causas.

Una de las mayores debilidades de la legislación vigente es la dualidad de la tenencia de la tierra y bosque, definiendo todo el bosque natural como propiedad del estado independientemente de quien sea el dueño de la tierra. Si este problema no es resuelto no se promoverá el interés de invertir en el manejo del bosque natural. Referencias: (2), (12).

3.1.6 Falta de Coordinación interinstitucional

La falta de coordinación entre las instituciones encargadas del ordenamiento del territorio y de la actividad forestal del país ha dificultado el manejo de los recursos naturales. Este problema subsiste desde los años 80 hasta la fecha.

El Instituto Nacional de Energía (INE), el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARENA), el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y el Ministerio de economía (MEDE) no han coordinado sus políticas en referencia al uso actual de los bosques naturales y de la plantaciones forestales.

MARENA ha formulado el Plan de Acción Ambiental (PAA-NIC) y el Plan de Acción Forestal (PAF-NIC) como lineamientos para el desarrollo sostenible y el MEDE ha formulado un Plan de Reconversión de la Industria Manufacturera que no considera las pautas planteadas por los dos planes anteriores. En el plan de MEDE la industria forestal no se considera prioritaria ni generadora de divisas. Otro ejemplo de la falta de coordinación entre MEDE y MARENA es el otorgamiento de concesiones mineras y/o camaroneras sobre áreas de reserva y/o bajo manejo forestal.

Otro ejemplo lo constituyen los subsidios remanentes a los precios de los derivados del petróleo y gas butano por parte del INE; además que no permite la libre competencia de los precios de energía producidos por empresas privadas a partir de biomasa es contradictorio con la política de fomento de plantaciones energéticas de MARENA.

La política de INRA/MAG de favorecer el desarrollo de polos de población y economía en determinados puntos de la frontera agrícola no ha considerado el componente forestal (manejo de bosques y plantaciones) como generador de estabilidad y sostenibilidad. Consecuentemente los resultados han sido tala y quema de grandes áreas de bosque, con implicaciones negativas para el ambiente y la economía. Referencia: (2)

3.1.7 Incendios Forestales

En Nicaragua el fuego es utilizado como una herramienta para el aprovechamiento agropecuario, que incluye practicas como el despale, deshierbe, preparación de la siembra, rejuvenecimiento de pastos, e inclusive la reducción del riesgo de incendios. Durante cuatro temporadas (1996 a 1999) se han registrado los incendios a través de teledetección. Durante 1998 ocurrió el mayor número de incendios, debido a las sequías ocasionadas por el fenómeno del niño. Referencia: (12), (14), (11).

3.1.8 Desastres Naturales

El territorio nicaragüense se ubica en una zona susceptible de ser azotada por huracanes y tormentas tropicales. El mas reciente fue el huracán Mitch que produjo daños en cerca del 5.6% del suelo de uso agropecuario y forestal, equivalente a 313,234 ha. Estimaciones preliminares indicaron que el costo de la tierra afectada, asciende a US$ 84.12 millones. Referencia: (9).

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