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3 Investigación de las actitudes del consumidor frente a los productos

Aspectos principales en el Capítulo 3
Investigación de las actitudes del consumidor frente a sus productos

Antes de dar comienzo a la producción comercial se debe tener seguridad de que los consumidores querrán comprar los productos. El capítulo analiza ...

  • cómo hacer las encuestas y las entrevistas a los consumidores para determinar qué compran, dónde y cuándo;

  • diseño de los cuestionarios para las encuestas a los consumidores;

  • organización de pruebas de degustación respecto a preferencias en relación con el sabor, aroma, textura, etc;

  • examen de la reacción de los consumidores respecto al tamaño de envase y al etiquetado.

Es importante examinar las reacciones de la gente frente a los productos antes de proceder a producir a la máxima escala.

 

INTRODUCCIÓN

Tal como se ha visto en el Capítulo 2 y como se analizará de nuevo en los siguientes capítulos, mucha información de mercados puede ser obtenida de la observación que se haga de la situación existente en las tiendas y de interrogar a los minoristas y a los mayoristas. Sin embargo, este tipo de investigación se perderá si, cuando se llegue a vender los productos, la gente no los compra. Antes de invertir en una fábrica se debe tener seguridad de que la gente querrá comprar lo que se va a producir, y que continuará comprándolo. Para lograr este grado de confianza es deseable tanto hacer encuestas entre los consumidores como hacer los preparativos para que los consumidores degusten los productos y den su opinión.

 

ENCUESTAS DE OPINIÓN DE LOS CONSUMIDORES

Las encuestas de opinión de los consumidores se usan para determinar:

Los cuestionarios para los consumidores se usan principalmente cuando el tipo de producto que se va a vender ya está bien posicionado en el mercado. Si la gente nunca ha probado ni usado la clase de producto que se planea producir, será difícil para ella responder a las preguntas que se le hagan sobre el mismo. Para un producto con el que la mayor parte de la gente esté familiarizada, tal como jugo o mermelada, es relativamente fácil hacer las preguntas y obtener información útil.

Realización de una encuesta

Antes de llevar a cabo una encuesta de consumidores potenciales es necesario decidir a quién se va a encuestar y cómo se va a llevar a cabo la encuesta. Si se decide usar cuestionarios, también es necesario diseñar los mismos de forma tal que provean la información que se necesita.

En países desarrollados se hace frecuente uso de las entrevistas por teléfono. Sin embargo, esto rara vez es adecuado para países en desarrollo. Normalmente se tiene que entrevistar personalmente a los consumidores, bien en forma individual o como miembros de un grupo. Para procesadores pequeños y medianos posiblemente es más fácil hacer entrevistas individuales que prepararse para agrupar gente, lo que generalmente es más difícil. Este capítulo se concentrará en entrevistas individuales, si bien se puede pensar en invitar grupos de personas para que asistan a reuniones en las cuales se puedan analizar las actitudes hacia los productos de los competidores. Estos grupos también pueden ser aprovechados para analizar posibles «marcas» para los productos propios (ver Capítulo 6).

Evidentemente, no es posible entrevistar a todos los clientes potenciales. Por esta razón, será necesario tomar una muestra. El tema del muestreo es bastante complejo y objeto de mucho debate entre los profesionales de la investigación de mercados. Para organizaciones pequeñas es suficiente observar unas pocas reglas básicas[4]:

Asegúrese de hacer las entrevistas en forma sistemática. Pararse en la calle o en una plaza de mercado y hablarle a la gente que se ve allí puede producir resultados sesgados. Por ejemplo, si el entrevistador es un hombre, puede preferir entrevistar a las mujeres más atractivas; al contrario, una mujer puede inclinarse a entrevistar a los hombres más guapos. Probablemente ninguno de los dos enfoques pueda dar una visión precisa sobre la opinión de la gente acerca del producto que se planea producir. Es necesario decidir con anticipación cómo se seleccionará la gente que se va a entrevistar, usando sencillas técnicas de muestreo (ver abajo).

Haga las entrevistas en una localidad que sea representativa. Si no se tiene idea acerca de dónde será posible vender el producto, entonces es probable que se necesite hacer una encuesta al azar de toda la población en una zona particular. Sin embargo, si se planea vender el producto a través de supermercados puede ser buena idea entrevistar a las personas cuando salen de éstos.

Use técnicas simples de muestreo. El método más simple consiste en entrevistar en forma estructurada a la gente. Por ejemplo, si se decide entrevistar el diez por ciento de toda la gente que sale de un supermercado en un día determinado, entonces se podría entrevistar al primero que sale, al undécimo, al vigésimo primero, al trigésimo primero, etc. Esta técnica elimina el posible sesgo que puede causar el entrevistador al decidir entrevistar a una persona sólo porque le parece simpática o porque luce amable y dispuesta a cooperar. Sin embargo, el problema con este método es que es difícil entrevistar a alguien y al mismo tiempo contar la gente que sale de la tienda, lo que puede exigir emplear dos entrevistadores.

Las entrevistas sistemáticas, como interrogar a cada décima persona ...

... evita el riesgo de que el entrevistador seleccione la gente más atractiva para las preguntas.

Limite las entrevistas a clientes potenciales. Las entrevistas deben concentrarse en la gente que se percibe como más dada a comprar los productos de nuestro interés. Por ejemplo, es probable que la mayor parte de las compras de helados de chupete sean hechas por niños (deben confirmarse las ideas que se tengan acerca de los clientes potenciales hablando previamente con los tenderos) o por los padres para sus niños. Es más útil entrevistar niños, solos o con sus padres, cuando ellos salen de la tienda. Más obvio aún, como es poco probable que los niños compren cerveza, es poco útil entrevistarlos sobre cerveza. En los ejemplos anteriores, por tanto, debería entrevistarse cada décimo niño acerca de los helados de chupete y cada décimo adulto sobre la cerveza.

Muestras estratificadas. Supóngase que se entrevista a cada décimo niño que sale de un supermercado con el fin de hacerle preguntas acerca de los helados de chupete. Al final del día se tendrá que se han entrevistado quince niñas y cinco niños. Puede haber razones para esto que nada tienen que ver con los helados. Por ejemplo, puede ser que la tienda esté en la vecindad de una escuela de niñas o que los padres acostumbren pedir a sus hijas que les hagan compras (es posible que las niñas vayan a la tienda a comprar otros artículos). Sin embargo, es probable que una muestra de quince niñas y cinco niños no sea representativa de todos los niños que compran en todas las tiendas en donde se pueden vender los helados. Este problema puede superarse tomando una muestra estratificada en la cual se planee entrevistar diez niñas y diez niños. Se empieza entrevistando cada décimo infante hasta cuando se haya conversado con diez niñas. Hecho esto, se entrevistan únicamente niños. Otras formas de estratificar incluyen edad e ingresos. Por ejemplo, se puede hacer una ulterior estratificación de la muestra de niños planeando entrevistar cinco niños y cinco niñas menores de once años y cinco de cada grupo de edad superior a los once años.

Reduzca al mínimo los costos. La cantidad de investigación que podremos hacer sobre el consumidor está, por supuesto, relacionada con el tamaño esperado del negocio. El número de entrevistas que se necesita hacer dependerá de qué tan grande es el área que se pretende abastecer y de la cantidad de dinero y tiempo que se puede permitir en entrevistas. Es claro que si el producto no es comprado por mucha gente será necesario hacer más entrevistas que en el caso en que el producto es adquirido por mucha gente. Por ejemplo, si se entrevistan cincuenta personas quizá se encuentre que casi todas comen pan y que solamente diez toman yogur. Después de un tiempo, se descubrirá que no es mucha la información útil que se va a obtener haciendo más entrevistas y que es el momento de detenerse. Entrevistar gente en un lugar público es más eficiente en términos de costo que visitarlos en sus hogares, pero si se requiere hacer bastantes preguntas las entrevistas en los hogares son más indicadas (es poco probable que la gente quiera permanecer de pie en la calle respondiendo preguntas por más de unos pocos minutos). El muestreo al azar de la gente de acuerdo con sus direcciones es oneroso por los costos que representa ir de un hogar a otro. Las entrevistas pueden concentrarse en pocas zonas escogidas al azar (es decir, muestreo por conglomerados)[5] o se pueden hacer entrevistas sólo en aquellas partes de la ciudad en donde se crea que será posible vender el producto.

Diseño de los cuestionarios[6]

Éste debe ser diseñado en forma tal que la información que se obtenga de cada entrevista pueda ser comparada con otras y que buena parte de ella pueda presentarse en forma de cuadros de datos. Si se está planeando un pequeño negocio y el propietario de este es el encargado de hacer las entrevistas, de todas maneras es necesario preparar una guía. Si se va a emplear gente para hacer las entrevistas, estas personas deben recibir un cuestionario muy claro con instrucciones para hacer las preguntas de forma que correspondan de la manera más exacta posible a como están escritas. El cuestionario debe ser claro y fácil de entender, así como tan breve como sea posible. Aparte de unas pocas preguntas iniciales de cortesía, no debe contener interrogantes que no sean útiles para la planeación del negocio.

En la planeación del cuestionario es necesario:

Las clases de preguntas que se pueden hacer incluyen:

Preguntas introductorias. Son preguntas de cortesía que se hacen al comienzo para dar confianza a la persona que se va a entrevistar. Por ejemplo ...

«Estamos haciendo una investigación acerca de los jugos de frutas que la gente desea comprar. ¿Tendría inconveniente en ayudarnos respondiendo unas pocas preguntas?»

Preguntas cerradas. Estas preguntas tienen como respuesta un «sí» o un «no» y pueden ser usadas para establecer aspectos básicos. Por ejemplo ...

«¿Bebe usted jugo de naranja?»

Preguntas de selección múltiple. Exigen que la persona entrevistada escoja una respuesta de una lista de posibles respuestas que se han seleccionado previamente. Por ejemplo, la pregunta ...

«¿Con qué frecuencia compra jugo de naranja?»

permite varias respuestas, entre las cuales están ...

más de una vez por semana

___

aproximadamente una vez por semana

___

una o dos veces al mes

___

menos de una vez al mes

o se puede preguntar ...

¿Cuál jugo de naranja le gusta más?

Jugo ABC

___

Jugo XYZ

___

Jugo Don José

Preguntas con varias opciones. Estas son un tipo preguntas de selección múltiple en que las personas entrevistadas pueden dar respuestas enmarcadas en una escala de posibilidades, tales como ...

horrible

malo

bueno

muy bueno

fantástico

___

___

___

___

Es posible pedir a la gente que clasifique la importancia de una característica del producto. Por ejemplo ...

«El contenido de azúcar en el jugo de frutas es para mí»

sumamente importante

muy importante

importante

no muy importante

nada importante

___

___

___

___

Otros enfoques pueden incluir ...

«El jugo ABC es»

excelente

muy bueno

bueno

regular

malo

___

___

___

___

o ...

«El jugo ABC es mejor que el jugo Don José»

firmemente de acuerdo

de acuerdo

ni de acuerdo ni en desacuerdo

en desacuerdo

firmemente en desacuerdo

___

___

___

___

Nota: Las preguntas de selección múltiple tienen la ventaja de que simplifican el análisis estadístico del cuestionario. Tienen la desventaja de que obligan a la gente a dar respuestas que quizás realmente no quieren dar. Por ejemplo, para responder la pregunta sobre cuál jugo se prefiere algunas personas pueden querer decir «Me gusta el jugo ABC, lo mismo que el jugo Don José, pero el jugo XYZ es horrible» (En este caso el problema puede evitarse cambiando la pregunta por «¿cuál de los siguientes jugos le gusta?», aunque, por supuesto, la información obtenida no será exactamente la misma.)

Preguntas abiertas. Estas son preguntas en las que el entrevistador escribe la respuesta que da quien responde. Es difícil hacer un análisis estadístico de las respuestas a tales preguntas pero ellas pueden suministrar información útil, por ejemplo, revelando aspectos sobre los cuales no se había pensado antes.

Combinación de preguntas abiertas y de selección múltiple. Estas preguntas se parecen a las de selección múltiple pero tienen un espacio en blanco para una respuesta no prevista al momento de diseñar el cuestionario. Por ejemplo, puede suceder que haya respuestas a la pregunta distintas a las anotadas en la lista:

«¿Cuál es la razón por la cual compra jugo ABC?»

___

el sabor

___

el precio

___

el empaque

___

el prestigio de la compañía ABC

otras les gusta a mis hijos


______________________

Es necesario que el cuestionario siga una secuencia lógica. Por ejemplo, antes de preguntarle a la gente qué clase de jugo compra se necesita establecer si en realidad la gente compra jugo de frutas. La secuencia lógica es la siguiente ...

1. ¿Bebe usted jugo de frutas?

2. ¿Qué marca de jugo de frutas consume normalmente?

3. ¿Qué es lo que le gusta de esta marca?

4. ¿Qué le haría considerar comprar una marca diferente?

... comparativamente, la secuencia siguiente no es lógica y es más difícil de manejar ...

1. ¿Qué le haría considerar comprar una marca de jugo de fruta diferente a la que compra actualmente?

2. ¿Qué le gusta de la marca que consume normalmente?

3. ¿Qué marca consume normalmente?

Una vez que se ha diseñado el cuestionario es preciso ensayarlo primero con algunos amigos. ¿Entienden ellos las preguntas? ¿Pueden responder las preguntas sin dificultad? ¿Estarían dispuestos a permanecer de pie durante el tiempo que toma responder las preguntas? Una vez se haya hecho esta prueba con amigos, el cuestionario debe corregirse, si es necesario, antes de decidirse a ponerlo en práctica en un mercado o en las afueras de una tienda.

Nota: En el Anexo 2 se da un ejemplo de un cuestionario para consumidores.

 

PRUEBAS DE DEGUSTACIÓN

Cuándo hacer pruebas de los productos

Es buena idea hacer encuestas a consumidores antes de organizar la degustación. La encuesta puede decir mucho acerca de lo que la gente espera de un producto y puede permitir cambiar la fórmula del producto para satisfacer las preferencias del consumidor.

La necesidad de hacer pruebas de degustación dependerá de la clase de productos que se planea comercializar. Los productos que tienen más o menos el mismo sabor en todas partes requieren pocas o ninguna prueba de degustación previa, pero los alimentos que dependen de la fórmula y de diferentes ingredientes sí las requieren. Algunos aspectos que es necesario considerar son:

Organización de las pruebas de degustación

A menos que ya se disponga de una planta de procesamiento y sólo se planee agregar otro producto a la gama de los ya ofrecidos, los productos que se preparen para propósitos de degustación tendrán que ser elaborados, probablemente, en una cocina experimental, si es que ya se tiene una, o en la cocina de la casa de algún pariente. Por esta razón, el sabor de estos productos no será exactamente igual al que tendrán cuando se dé comienzo al procesamiento a escala comercial. En consecuencia, es preciso tratar de crear una situación en la cocina experimental tan cercana como sea posible a la producción a escala comercial. Por ejemplo, si se cree que la fruta que se va a usar va a tomar dos días para llegar desde los productores hasta la planta, no se debe usar fruta recientemente cosechada para hacer los ensayos. Si eventualmente la planta va a usar sacos grandes de azúcar suministrados por el proveedor, es necesario tener seguridad de que este azúcar es de la misma calidad del que se utilizó en los productos experimentales. Deben usarse utensilios de cocina del mismo metal de los que se van a usar en la fábrica. Hay muchos factores que pueden afectar el sabor de los alimentos procesados.

Las pruebas de degustación que se organicen dependerán de los productos que se proyecta producir. Por ejemplo, si se va a producir mermelada, producto con el cual la mayor parte de la gente ya está familiarizada, puede pedirse a la gente que lo comparen con otras mermeladas que también ya hayan comprado (Figura 2). Por otra parte, si se piensa producir un producto que es desconocido en la zona, se necesitará determinar no solamente si a la gente le gusta sino también si estaría dispuesta a comprarlo.

Figura 2
Ejemplo de un formulario para prueba de degustación*

Señale las siguientes características con una marca en la columna de la mejor mermelada

Mermelada A

Mermelada B

Sabor



Cuerpo



Contenido de fruta



Color



Señale con dos marcas la mermelada que más le gusta y con una la que menos le gusta



Señale con una marca la mermelada que pensaría comprar y con un signo + la que no compraría



* Aun cuando este formulario muestra una prueba para mermelada, puede usarse para cualquier producto

Hay varios aspectos importantes que se deben tener en cuenta cuando se organiza una degustación:

UNA SUGERENCIA
Los comerciantes deben tener la oportunidad de probar los productos

Cuando se visite a los mayoristas o minoristas es conveniente tomar muestras del propio producto. Generalmente, los comerciantes tienen una buena idea de lo que atrae a los consumidores y pueden aconsejar sobre si el producto podría ser apreciado en la zona o no.

Reacción de los consumidores ante el empaque y la etiqueta

Las pruebas de degustación deben hacerse en las etapas iniciales del desarrollo del negocio ya que no vale la pena hacer nuevas inversiones si a la gente no le gustan los productos que se piensa producir. Es improbable que en esta etapa ya se hayan tomado decisiones sobre el empaque y es casi seguro que no se haya diseñado una etiqueta. Sin embargo, se podría hacer a los degustadores una o dos preguntas acerca del empaque a fin de mejorar la planeación. Si hay opciones alternativas de tipos de empaque se puede preguntar «¿en qué clase de empaque preferiría usted comprar este producto?» En el caso de los jugos de fruta, por ejemplo, las posibles respuestas podrían ser botellas plásticas, botellas de vidrio, cajas de cartón o latas.

Después de que se haya decidido continuar y fabricar el producto, se necesita finalizar los planes respecto del empaque y la etiqueta (ver Capítulo 4). Una vez escogido el tipo de empaque que se desea usar y se tenga un boceto del diseño de la etiqueta, se puede considerar la realización de más investigaciones del consumidor a fin de determinar si a la gente le gustan estos planes. Si es posible, se deben dar a la gente dos o más opciones para escoger, antes que ceñirse a preguntar simplemente si les gusta la propuesta o no. De igual manera, debe disponerse de muestras de empaques de los competidores y pedir a la gente que compare estas con prototipos propios.

 

LLEGAR A CONCLUSIONES

El entrevistar a los consumidores y llevar a cabo pruebas de degustación deben dar una buena idea acerca de:

Entonces se puede llegar a conclusiones tales como:

Una vez que se haya determinado que la gente querrá comprar el nuevo producto entonces habrá que dedicar atención a conseguir información detallada sobre el mercado, tal como se describe en el capítulo siguiente.


[4] Las grandes empresas que desean entender este tópico con mayor profundidad pueden referirse al Capítulo 7 «El muestreo en la investigación de mercados», FAO, 1997 (ver «Lecturas adicionales»).
[5] Ver FAO, 1997 página 74.
[6] Ver Capítulo 4, FAO, 1997 para mayor detalle.
[7] Ver argumento en el Capítulo 2, página 21
[8] Ver Coetzee, H., 2001 en donde se encuentra un interesante artículo sobre la degustación de nuevos productos alimenticios entre consumidores analfabetas o semi analfabetas.

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