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3 EXAMEN DEL COMERCIO ALIMENTARIO Y AGRÍCOLA


Lo más difícil del AsA es saber si tuvo una repercusión real en las corrientes comerciales. ¿Los instrumentos de acceso a los mercados, las disciplinas sobre las subvenciones a la exportación y las subvenciones internas, y los intentos realizados para lograr una certeza y transparencia mayores en el funcionamiento de las normas sanitarias y fitosanitarias se han traducido en un mejoramiento de las oportunidades de exportación para los países en desarrollo? ¿Los compromisos asumidos por los países en desarrollo en materia de consolidaciones arancelarias y ayuda interna redundan en un aumento de las importaciones de alimentos por parte de esos países? Cabría esperar que una liberalización efectiva del comercio diera lugar a un aumento de las exportaciones e importaciones, de ahí la importancia de preguntarse sobre lo que ha pasado realmente en la balanza global del comercio agrícola como consecuencia del Acuerdo. ¿Ha mejorado o empeorado? En todo caso, ¿cuáles fueron los efectos en la seguridad alimentaria de esos países tanto a nivel nacional como familiar?

Mientras es posible cuantificar la situación real de las corrientes comerciales antes y después del Acuerdo, es mucho más difícil determinar el efecto que éste tuvo en ellas. El problema metodológico ya se ha examinado en la Introducción. Habría que aislar los efectos del AsA de muchos otros acontecimientos simultáneos que afectaron también a las corrientes comerciales. Pero ésa sería una labor demasiado compleja para realizarla en este volumen. En esta síntesis y en los estudios de casos se adoptó el método sencillo utilizado en el estudio anterior de la FAO, que consiste en comparar el valor medio del comercio alimentario y agrícola de 1995-2000 con el de 1990-1994, simplemente para constatar si el comercio ha crecido o no. Todos los estudios de casos analizaron las experiencias de los países en forma más desglosada, centrándose por separado en los cinco o seis productos principales de exportación e importación, e identificando además el origen de las variaciones registradas en el volumen y los precios. Algunos de los estudios intentaron relacionar las variaciones observadas en las corrientes comerciales con determinados factores, como por ejemplo el acceso a los mercados preferenciales, las modificaciones arancelarias, las medidas MSF/OTC y el incremento de la productividad interna.

En la presente sección se examina la experiencia global con respecto a las exportaciones agrícolas totales, las importaciones totales de alimentos y la relación entre las importaciones de alimentos y las exportaciones agrícolas. En los distintos estudios de casos se proporcionan más detalles.

3.1 Exportaciones agrícolas

El Cuadro 4 muestra que el valor de las exportaciones agrícolas en 1995-2000 fue mayor que en 1990-1994 para 20 de los 23 países, con un incremento que va de 4 a 185 por ciento. Para siete de ellos (Uganda, Perú, Costa Rica, la India, Sri Lanka, Indonesia y Côte d’Ivoire), las exportaciones aumentaron un 50 por ciento o más. De los tres países en los que no se registró incremento alguno, las exportaciones se mantuvieron sin variaciones en Bangladesh y Honduras, mientras que el Senegal fue el único país que experimentó un descenso significativo del valor de las exportaciones (18 por ciento).

Cuadro 5. Exportaciones totales de productos agropecuarios en 1990-1994 y 1995-2000

País

Tendencia decenal (1985-94)a

Valor medio anual (valor en precios corrientes) (millones de dólares EE.UU.)

Variación porcentual

1990- 94 (a)

1995- 2000 (b)

Tendencia extrapolada 1995-2000b (c)

(b-a)/ (a) precio corriente

(b-a)/ (a) precios en 1989-91

(b-c)/ (c) precio corriente

Bangladesh

-

134

131

75

-2,6

28,3

75,3

Botswana

+

91

120

105

33,0

10,8

14,8

Brasil

+

9 614

14 244

11 188

48,2

55,7

27,3

Costa Rica

+

1 022

1 822

1 342

78,3

42,4

35,8

Côte d’Ivoire

-

1 548

2 336

1 068

50,9

27,0

118,6

Egipto

-

426

526

277

23,4

17,5

90,0

Fiji

+

194

202

236

4,4

-15,8

-14,3

Guyana

+

152

219

208

44,8

65,2

5,7

Honduras

-

526

519

412

-1,4

-24,9

25,8

India

+

3 083

5 303

3 739

72,0

56,2

41,8

Indonesia

+

3 558

5 437

4 704

52,8

22,8

15,6

Jamaica

+

242

293

307

21,2

8,9

-4,5

Kenya

+

832

1 151

983

38,4

-18,9

17,2

Malawi

+

357

447

407

25,5

27,2

9,8

Marruecos

+

601

821

708

36,6

15,1

15,9

Pakistán

-

962

1 110

975

15,4

57,1

13,9

Perú

+

332

675

376

103,1

58,7

79,6

Filipinas

+

1 334

1 676

1 511

25,6

7,6

10,9

Senegal

+

140

115

144

-17,8

-29,1

-20,5

Sri Lanka

-

572

940

426

64,5

-8,1

120,7

Tailandia

+

6 210

8 127

8 559

30,9

-2,5

-5,0

Uganda

-

146

416

-

184,9

24,5

-

Zimbabwe

+

764

1 025

1 014

34,1

5,0

1,1

a Los signos más y menos indican la pendiente de la tendencia lineal adaptada para 1985-1994.

b Promedio de los valores extrapolados para 1995-2000, basado sobre la tendencia lineal adaptada a los datos de 1985-94.

Fuente: Cálculos basados en datos de FAOSTAT.

En el período decenal anterior al AsA, las exportaciones habían ido aumentando en 16 de los 23 países del muestro y decreciendo en siete de ellos. En el período posterior al AsA las exportaciones fueron superiores a lo previsto en base a la tendencia de 1985-1994 en 18 países e inferiores en sólo cuatro países. En este último grupo figuran las Islas de Fiji-14 por ciento; Jamaica -5 por ciento; Senegal -21 por ciento; y Tailandia -5 por ciento. Sólo en un país la desviación negativa respecto de la tendencia fue relativamente significativa. Pero, por las razones aducidas anteriormente, de estas cifras no se pueden sacar conclusiones acerca del efecto directo atribuible al AsA. Además, aunque es necesario utilizar promedios quinquenales (1990-94) y sexenales (1995-2000) para resumir un cúmulo de datos, ello podría encubrir importantes puntos de inflexión. En algunos países, por ejemplo Perú, Malawi y Costa Rica, la tendencia ascendente alcanzó su nivel máximo en torno a 1997-1998, como resultado de la crisis asiática o por otras razones.

Sobre la actuación exportadora de los países en desarrollo se pueden tener ideas más claras examinando la variación de los valores de exportación en precios constantes, una medida que sirve para determinar la contribución de las variaciones en volumen a las variaciones registradas en los valores de exportación. Aquí el cuadro que se presenta es menos favorable. En seis de los 23 países, los volúmenes de exportación bajaron en el período posterior al AsA. Esto significa que el mejoramiento de los valores de exportación en precios corrientes en el período posterior al AsA se debió, en cierta medida, al mejoramiento de la relación de intercambio más que al aumento de los flujos de volumen. Los precios de muchos productos agrícolas fueron más altos en 1995-2000 que en 1990-1994. En cinco casos (Bangladesh, Brasil, Guyana, Malawi y Pakistán), la evolución de la relación de intercambio tuvo un efecto negativo, aunque en el caso de Brasil y Malawi, las diferencias están totalmente dentro del margen de error de la comparación. Informaciones más detalladas de estas variaciones pueden encontrarse en cada uno de los estudios de casos[8].

Lo que estas cifras globales encubren, pero que surge claramente de muchos de los estudios, es la extraordinaria diversificación de la cesta de productos agrícolas de exportación que muchos países han logrado en el decenio pasado. En Egipto, la proporción del algodón, que en 1985-1989 representaba el 60 por ciento de las exportaciones agrícolas, había descendido a 30 por ciento en el período posterior al AsA. En el Perú, el valor de las exportaciones no tradicionales superó al de las exportaciones tradicionales por primera vez en 1996, y su proporción continúa aumentando. El Senegal ha diversificado los cultivos, pasando del maní al algodón, a las frutas y hortalizas, y a los cueros y pieles. In Zimbabwe, la composición de las exportaciones ha pasado de los cereales a los cultivos comerciales, particularmente tabaco y productos hortícolas. En Uganda, la diversificación de las nuevas exportaciones se benefició de la devaluación de la moneda y de la liberalización del comercio regional a través del Mercado Común para África oriental y África austral (COMESA). Las exportaciones de frutas y hortalizas, productos de floricultura, peces de cultivo y mariscos han estado entre los sectores más dinámicos en este proceso de diversificación. En otros países, como Costa Rica, la diversificación ha asumido una forma vertical, para descender en la cadena del valor añadido. Pero los intentos de diversificación tanto horizontal como vertical en los países en desarrollo todavía tropiezan con muchos obstáculos al acceso a los mercados.

Pese al crecimiento general de las exportaciones agrícolas registrado en la mayoría de los países, pocos estudios de casos pudieron establecer su vinculación con un mejoramiento del acceso a los mercados en el marco del AsA. En algunos países, la mejora de las exportaciones en el período posterior al AsA se debió a un mejoramiento de las condiciones internas o a la coyuntura del mercado mundial, independientemente del AsA. En 1996, Brasil suprimió los impuestos a la exportación de soja, lo cual tuvo un efecto importante en las exportaciones de soja y ningún efecto negativo en las exportaciones de harina o aceite, debido al parecer a un notable crecimiento de la productividad en el sector de la soja. Las exportaciones ugandesas mejoraron a causa del alza de los precios internacionales del café (que representa el 70 por ciento de las exportaciones agrícolas del país) y de la recuperación de las granjas después de la devastación sufrida a causa del marchitamiento del café. Algunos países se beneficiaron de la depreciación de la moneda (Brasil, después de 1999), mientras que otros, del mejoramiento de las condiciones atmosféricas. En la India, las reformas unilaterales que redujeron la protección de la fabricación, e introdujeron la convertibilidad de la rupia en la balanza comercial y plasmaron una política de exportación relativamente más abierta, tuvieron efectos mucho mayores en la exportación de productos agrícolas que el AsA.

En los países en los que mejoró el acceso a los mercados, ello se debió al parecer a acuerdos comerciales regionales o a los esquemas de preferencias (como en el caso del crecimiento de las exportaciones hortícolas de Zimbabwe) más que a la RU. Algunos estudios buscaron pruebas irrefutables de que la diversificación del mercado de exportaciones derivaba de las nuevas oportunidades de acceso a los mercados, pero no aparecieron. Por el contrario, el estudio brasileño señaló que, aunque la UE sigue siendo el mercado más importante para las exportaciones brasileñas (54 por ciento en 2001), las exportaciones a otras partes del mundo fueron creciendo más rápidamente, debido probablemente a las medidas de protección aplicadas en los mercados tradicionales.

Algunos estudios han insistido en las consecuencias negativas de las reducciones arancelarias NMF para los países que son objeto de preferencias comerciales en el marco del Sistema generalizado de preferencias (SPG) u otros planes de comercio preferencial (Egipto, Jamaica, Fiji, Malawi). Estos problemas se sienten sobre todo en los países que dependen mucho de un producto o de pocos productos que se benefician de dicho trato preferencial. Un fenómeno inverso fue señalado por otros países en desarrollo que indicaron los problemas que habían surgido en cuanto a las oportunidades de acceso a los mercados a raíz de la asignación preferencial de contingentes arancelarios (la India), o a la forma en que la ampliación de las preferencias a determinados grupos de países en desarrollo había minado su competitividad y aumentado la competencia de las exportaciones en determinados mercados (Tailandia).

En algunos estudios se han documentado restricciones continuas en materia de acceso a los mercados y de la competencia subvencionada. Las subvenciones a la exportación determinaron una competencia desleal para algunos países (la India, en el caso de sus exportaciones de cereales [trigo], productos lácteos y, en cierta medida, azúcar). Un estímulo ulterior para las exportaciones competidoras deriva de las importantes subvenciones internas otorgadas en los países desarrollados. El aceite de maní del Senegal ha de hacer frente a la competencia de otros aceites, algunos de los cuales subvencionados. El estudio de casos brasileño recalca los daños potenciales derivados de la ley agraria de los Estados Unidos que han aumentado la ayuda interna particularmente para productos de interés del Brasil, como la soja, los cereales y el algodón.

Sobre la importancia de los obstáculos al acceso a los mercados se hizo hincapié en el estudio de casos indio, entre otros. Entre los obstáculos figuran los problemas constantes de las crestas arancelarias y la progresividad arancelaria, sobre todo en el caso de las exportaciones no tradicionales, como las de productos lácteos, frutas y hortalizas y sus preparaciones, carne y alimentos elaborados. Vale la pena señalar, sin embargo, que el estudio de casos indonesio demostró, en base a un estudio anterior de la FAO, que la RU dio lugar a una reducción de la progresividad arancelaria para casi todos los productos agrícolas indonesios en los mercados de la UE, el Japón y los Estados Unidos, aunque para los productos de exportación de interés de Indonesia la reducción fue menor que para todos los productos agrícolas en general.

En algunos estudios se señalaron también problemas en el acceso a los contingentes arancelarios. Desafortunadamente, se dispone de información muy limitada acerca de las experiencias de los países en desarrollo relativo a los contingentes arancelarios abiertos por otros países, especialmente los países desarrollados. No se dispone de información estadística al respecto, porque son los comerciantes los que hacen los negocios. Con todo, a juzgar por el consenso que se observa en los estudios de casos en los que los países están buscando un acceso a los contingentes arancelarios más transparente y no discriminatorio, los países en desarrollo exportadores consideran que les es difícil acceder a los contingentes arancelarios y que otros exportadores tienen un acceso más preferencial. Lo cual no sorprende, dado que algunos países desarrollados convirtieron sus contingentes de acceso preferencial anteriores en contingentes arancelarios, y no hubo promesas de mayor acceso a los mercados.

Hubo pocos casos documentados de medidas antidumping adoptadas contra exportaciones agrícolas de los países en desarrollo del muestreo. Indonesia hizo frente a la aplicación de medidas antidumping a las exportaciones de salsa de tomate a Australia, de sorbitol a la UE y de hongos en conserva a los Estados Unidos. Otras medidas se habían adoptado contra sus productos de cuero y fibras naturales de elaboración avanzada.

Obstáculos MSF

La mayoría de los estudios de casos de 2002 informaron que las medidas MSF adoptadas por los mercados de los países en desarrollo habían perjudicado sus exportaciones. En algunos de los estudios también había indicios de que algunas de esas medidas habían ido aumentando constantemente con el tiempo (en el caso de Indonesia, por ejemplo, desde menos de diez órdenes de retención dictadas contra sus exportaciones de alimentos elaborados a Australia en 1993-1995 a 40 en 2001). En algunos casos se aceptó que esas medidas estaban justificadas. Se adoptaron medidas a nivel nacional y, en algunos casos, se buscó asistencia técnica para superar el problema. En Uganda, por ejemplo, el subsector de la pesca sufrió contratiempos en 1999 como consecuencia del envenenamiento de los peces y de los informes sobre condiciones antihigiénicas en los lugares de desembarque que dieron lugar a una prohibición de las exportaciones de pescado a la UE que duró 18 meses. Los expertos veterinarios de la UE trabajaron con oficiales de Uganda para rectificar la manipulación del pescado desde los lagos, desde las fábricas de elaboración de productos pesqueros, y antes de la exportación. La asistencia se extendió al departamento de pesca para mejorar la inspección y vigilancia del pescado. Tailandia tuvo un problema de VRE en las exportaciones de pollo congelado a la República Checa, que se reanudaron una vez resuelto el problema. En estos casos, entre los problemas figuran las fallas en la supervisión interna, la falta de conocimiento, por parte de los exportadores, de los requisitos del país importador, y el problema de la compatibilidad entre las normas sanitarias y fitosanitarias nacionales y las de los países importadores. El estudio de casos de Costa Rica señaló la sinergia existente entre un sistema nacional de MSF bien desarrollado y la penetración en los mercados de exportación. Como consecuencia de una aplicación interna rigurosa de las normas, las exportaciones de los productos costarricenses a los mercados extranjeros tienen un índice muy bajo de rechazo por razones fitosanitarias.

Los países tienden a tener normas diferentes sobre las restricciones MSF, tales como la inspección de los productos importados, el tratamiento o elaboración específicos de los productos, la fijación de los niveles máximos de residuos de plaguicidas permitidos o el uso permitido de ciertos aditivos específicos en los alimentos. Las flexibilidades permitidas en el acuerdo sobre las MSF dejan un margen amplio de discreción. Además, las normas MSF se están volviendo cada vez más complejas. Lo cual hace que a veces los productos sean tratados diversamente en los diferentes mercados. En 1997, después del descubrimiento de algunos envíos contaminados con bacterias de Salmonella y Vibrio cholera, la India tuvo que hacer frente a una prohibición de las exportaciones de productos marinos a la UE. Pero durante el mismo período exportaba productos marinos a los Estados Unidos. En algunos casos, estos problemas surgen a causa de la falta de un mutuo reconocimiento de las inspecciones y normas (dándose el caso de que varios grandes países importadores pedían a menudo “identidad” y no “equivalencia” en el proceso. Y así, los bananos de Filipinas, que son aceptados en el Japón en base al principio de equivalencia substancial, no tienen acceso a Australia. Para persuadir a Australia de que entablara un diálogo sobre las exportaciones de bananos y piñas, en 1999 Filipinas suspendió la emisión de certificados de cuarentena veterinaria para las exportaciones de ganado vivo de Australia. Hasta ahora el problema no se ha resuelto en espera de los resultados de la evaluación de riesgos por parte del gobierno australiano por lo que concierne a las exportaciones de bananos.

Otro problema parece ser el ritmo lento con que las autoridades encargadas de la aplicación de las MSF en los países importadores aprueban los servicios de elaboración para la exportación. El estudio de casos tailandés señaló que las exportaciones de carne de aves de corral a Filipinas y Australia se habían visto impedidas porque las autoridades pertinentes se habían retrasado en hacer los informes. Fiji perdió sus mercados hortícolas cuando en 1990 dejó de aceptarse el uso del dibromuro de etileno químico como régimen de cuarentena. Para hacer frente a ese problema Fiji adquirió una tecnología de aire a presión de alta temperatura, y hoy dispone de un servicio industrial de cuarentena viable y de una industria floreciente en la exportación de productos expuestos a la mosca de la fruta. Desafortunadamente, las iniciativas emprendidas por Fiji para adoptar las tecnologías necesarias para facilitar las exportaciones no se han visto correspondidas por las autoridades reglamentarias de los países importadores que todavía tienen que conceder permisos de importación para las exportaciones de fruta de Fiji.

Hubo también algunos ejemplos documentados en los que las medidas MSF parecían arbitrarias y no justificadas. Brasil, por ejemplo, se enfrenta con restricciones a la exportación de frutas tropicales, principalmente en los Estados Unidos y el Japón, a causa de la existencia de la mosca de la fruta. Se están realizando procedimientos costosos para garantizar que frutas como el mango y la papaya se ajusten a las normas de esos países. Hay casos en los que los costos son aumentados indebidamente a causa de requisitos exagerados, como el que exige que un empleado del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) supervise la producción en el lugar a expensas de los productores o comerciantes internos. Las exportaciones de alimentos tailandeses a los Estados Unidos experimentan una proporción mayor de detenciones, en relación con su cuota de importaciones, que cualquier otro proveedor de los Estados Unidos, excepción hecha de la India. El estudio de casos reconoce que hay problemas para determinar si las detenciones y demandas contra las importaciones de alimentos de los países en desarrollo se deben a problemas reales en materia de MSF o si son simples obstáculos no arancelarios (ONA) so capa de medidas MSF y OTC.

En algunos casos, la falta de recursos y de competencia técnica por parte de las autoridades encargadas de la aplicación de las MSF en un país en desarrollo ha sido un problema para el cumplimiento de las normas sanitarias y fitosanitarias de los mercados de los países importadores. En la mayoría de los países en desarrollo no se cuenta con la tecnología necesaria para las pruebas básicas y la certificación de los productos. En el caso de las exportaciones hortícolas de Fiji, la industria local denuncia que los responsables del régimen de cuarentena han sido lentos en facilitar los datos requeridos por los países importadores, y cuando los ofrecen no lo hacen en el formato requerido. Incluso en los casos en que se admite que las medidas se justifican, los países en desarrollo tropiezan con problemas cuando las normativas cambian por razones de inversión. Las investigaciones realizadas en el estudio de casos tailandés indicaron que el equivalente arancelario de los obstáculos sanitarios y fitosanitarios a las exportaciones tailandesas alcanzaba un promedio de 29 por ciento, oscilando entre un 4 y 55 por ciento. Para asegurar el establecimiento de una ayuda financiera hace falta una asistencia técnica de gran envergadura y un programa de capacitación acompañado de las estructuras necesarias.

Más allá de la importancia que revisten ciertamente las continuas barreras comerciales, en algunos países no se lograron aprovechar las oportunidades de acceso a los mercados debido a las limitaciones internas. Entre los problemas con que se enfrentaban los exportadores egipcios que trataban de aumentar las ventas al exterior cabe mencionar los siguientes: insumos internos de baja calidad, regímenes engorrosos en materia de reembolso de derechos de aduana y de admisión temporal, excesiva burocracia, pago de derechos y retrasos en los controles aduaneros y otras inspecciones durante las exportaciones y las importaciones; trabajadores con capacitación deficiente; insuficientes incentivos a la exportación; y falta de acceso a la información sobre los mercados extranjeros y las normas acerca de los productos. Al explicar los escasos resultados de la actuación comercial del país, el estudio de Malawi hace hincapié en los problemas debidos a la falta de infraestructura de mercado y de infraestructuras materiales así como a los riesgos de inversión y al deficiente acceso al crédito y a los servicios de extensión. La actuación exportadora de Indonesia ha sido decepcionante, debido sobre todo a la enorme depreciación de la rupia después de 1997. En parte se debió también a la baja de los precios internacionales de los productos y al colapso estructural del sistema comercial y financiero de Indonesia. En Honduras, la conjugación de factores como el huracán Mitch, las altas tasas de interés real y los bajos precios agrícolas, a causa de los precios bajos del mercado mundial agravados también por un tipo de cambio sobrevalorado, ha provocado una considerable crisis financiera en el sector agrícola. En Filipinas, las inversiones en la agricultura han sido limitadas en los últimos años a causa de las consecuencias de la crisis financiera de 1997 y de los ajustes estructurales políticos y económicos en curso. Las experiencias presentadas en los estudios de casos recalcan la importancia de contar con normativas internas apropiadas para que los exportadores puedan aprovechar las nuevas oportunidades de comercio.

En resumen, casi ninguno de los estudios de casos estableció una vinculación entre el mejoramiento de la actuación exportadora y el AsA. Muchos han observado expresamente que la aplicación del AsA no había influido sensiblemente ni en la composición ni en los volúmenes del comercio de productos agrícolas. Lo cual no significa necesariamente que los compromisos recibidos en la RU por los países en desarrollo de parte de sus asociados comerciales fueran inútiles. Hubo dificultades para estimar la importancia que tuvieron en el crecimiento de las exportaciones las reducciones arancelarias efectuadas así como el aumento de la seguridad y la transparencia en materia de acceso a los mercados. A medida que crecen los volúmenes de exportación, las disposiciones del AsA aumentan la seguridad del acceso (particularmente para los productos de exportación más recientes derivados de la diversificación de los cultivos) a los mercados en los que la competencia con los productores de los países desarrollados suele ser mayor que en el caso de los productos de exportación tradicionales de los países en desarrollo.

3.2 Importaciones de alimentos

Comparando los períodos anterior y posterior al AsA, los gastos correspondientes a las importaciones de alimentos (excluidos los productos pesqueros) aumentaron significativamente en casi todos los países del muestreo, salvo en Malawi y Zimbabwe (Cuadro 6). Las importaciones de alimentos se duplicaron con creces en valor entre 1990-1994 y 1995-2000 en siete países (Bangladesh, Costa Rica, Honduras, India, Indonesia, Filipinas y Uganda); de hecho, la cifra ugandesa aumentó más del triple. Como en el caso de las exportaciones agrícolas, es posible desglosar por productos lo que el aumento de los volúmenes y de precios de las importaciones contribuyó al aumento de los gastos. Excepción hecha de cuatro países (Côte d’Ivoire, las Islas de Fiji, Malawi y Tailandia), en los que el crecimiento del volumen de las importaciones fue mayor que el de los gastos de las importaciones de alimentos, en general los países pagaron más por unidad de sus importaciones de alimentos en 1995-2000 que en 1990-1994. En muchos de los estudios de casos las procedencias de las importaciones de alimentos se desglosan por productos, distinguiendo las variaciones registradas en el volumen y los precios.

En el decenio transcurrido hasta 1994 el valor de las importaciones de alimentos registró una tendencia ascendente en todos los países, salvo en Bangladesh, Egipto y la India. Para la mayoría de los países en los que el crecimiento de las importaciones registrado en el período posterior al AsA fue una continuación del crecimiento anterior, cabe preguntar si en ese período el valor de las importaciones era superior a la tendencia o no. En el período posterior al AsA las importaciones fueron mayores en 16 países y menores en siete países de lo que se había previsto en base a la tendencia registrada en el decenio 1985-94. Al igual que en el caso de las exportaciones agrícolas, de estas cifras no se pueden sacar conclusiones sobre el efecto directo del AsA. Como se dijo en la Sección 2, en muchos países la liberalización de las importaciones había comenzado por otras razones.

Las consecuencias derivadas de este crecimiento de las importaciones de alimentos pueden ser positivas o negativas. Si las importaciones de alimentos aumentan la producción y la disponibilidad de alimentos del país, las consecuencias para la seguridad alimentaria pueden ser positivas. También pueden ser positivas incluso allí donde las importaciones de alimentos desplazan la producción interna, siempre y cuando las personas desplazadas sean absorbidas en empleos más productivos en el sector no agrícola. Pueden preverse efectos negativos allí donde las importaciones de alimentos desplazan la producción interna de alimentos y los desplazados quedan cesantes o subempleados. Esta cuestión se retoma en la sección siguiente en la que se examinan con mayor detalle los efectos del AsA en la seguridad alimentaria.

3.3 Las importaciones de alimentos en relación con las exportaciones agrícolas

Dado que tanto las exportaciones agrícolas como las importaciones de alimentos fueron creciendo en la mayor parte de los países del muestreo en el período posterior al AsA, es importante preguntar cuál fue, en definitiva, la experiencia de cada uno de esos países con respecto al comercio agrícola. Igual que en el estudio anterior de la FAO, esta pregunta puede responderse examinando la tendencia de la proporción entre el total de las importaciones de alimentos y el total de las exportaciones agrícolas. El incremento de la proporción indicaría una experiencia negativa (al crecer el costo total de las importaciones de alimentos más deprisa que los ingresos derivados de las exportaciones agrícolas). Esta proporción se usa para resumir la relación existente entre las dos variables que se analizan con más frecuencia en el contexto del AsA. No se pretende indicar la capacidad de importación de alimentos de un país, que suele describirse en función de la proporción entre las importaciones de alimentos y las exportaciones totales, incluidos los servicios[9].

Cuadro 6. Valor de las importaciones de alimentos en 1990-1994 y 1995-2000

País

Tendencia decenal (1985-94)a

Valor medio anual (en precios corrientes) (millones de dólares EE,UU,)

Variación porcentual

1990-94 (a)

1995-2000 (b)

Tendencia extrapolada para 1995-2000b (c)

(b-a)/ (a) precios corrientes

(b-a)/ (a) precios en 1989-91

(b-c)/ (c) precios corrientes

Bangladesh

-

549

1 132

479

106,1

98,5

136,4

Botswana

+

211

299

310

41,9

32,9

-3,7

Brasil

+

2 304

4 283

3 230

85,9

50,3

32,6

Costa Rica

+

167

355

264

111,8

90,0

34,3

Côte d’Ivoire

+

357

474

363

32,5

50,3

30,6

Egipto

-

2 086

2 852

1 611

36,7

26,3

77,0

Fiji

+

88

109

116

23,1

26,1

-6,3

Guyana

+

35

47

52

34,3

9,2

-9,3

Honduras

+

110

267

161

142,0

64,9

65,5

India

-

883

2 245

705

154,1

134,5

218,2

Indonesia

+

1 310

3 070

2 050

134,3

110,3

49,8

Jamaica

+

222

336

270

51,7

7,0

24,6

Kenya

+

250

371

397

48,5

26,7

-6,5

Malawi

+

123

69

226

-44,1

-45,0

-69,6

Marruecos

+

699

1 197

932

71,4

58,8

28,5

Pakistán

+

999

1 483

1 204

48,4

22,5

23,2

Perú

+

737

1 029

1 037

39,7

26,8

-0,7

Filipinas

+

965

2 069

1 466

114,4

87,0

41,2

Senegal

+

322

412

408

27,9

21,2

0,9

Sri Lanka

+

429

644

505

50,2

44,8

27,4

Tailandia

+

639

1 164

1 050

82,1

109,9

10,8

Uganda

+

42

148

72

251,8

208,1

105,7

Zimbabwe

+

140

138

245

-1,1

-35,4

-43,6

a Los signos más y menos indican la pendiente de la tendencia lineal adaptada para 1985-1994.

b Promedio de los valores extrapolados para 1995 a 2000, en base a la tendencia lineal adaptada con datos de 1985-94.

Fuente: Cálculos basados en datos de FAOSTAT.

Cuadro 7. Proporción entre el valor total de las importaciones de alimentos y el valor total de las exportaciones agrícolas

País

Tendencia decenal

Promedio de la proporción

Variaciones entre 1995-2000 y 1990-94

(1985-94)a

1990-94

1995-2000

Cifras absolutas

%

Bangladesh

+

4,12

8,92

4,80

116,4

Botswana

+

2,32

2,51

0,19

8,1

Brasil

+

0,24

0,30

0,06

25,9

Costa Rica

+

0,16

0,19

0,03

20,8

Côte d’Ivoire

+

0,23

0,20

-0,03

-11,5

Egipto

+

4,94

5,47

0,53

10,6

Fiji

+

0,46

0,55

0,09

19,9

Guyana

+

0,24

0,22

-0,02

-8,9

Honduras

+

0,22

0,55

0,33

148,7

India

-

0,28

0,43

0,15

52,1

Indonesia

+

0,36

0,57

0,20

55,4

Jamaica

-

0,92

1,15

0,23

25,6

Kenya

+

0,30

0,32

0,03

9,2

Malawi

+

0,37

0,15

-0,22

-58,2

Marruecos

+

1,20

1,47

0,28

23,3

Pakistán

+

1,08

1,36

0,28

25,4

Perú

+

2,26

1,55

-0,71

-31,5

Filipinas

+

0,72

1,25

0,53

74,0

Senegal

+

2,46

3,78

1,31

53,4

Sri Lanka

+

0,78

0,69

-0,09

-11,1

Tailandia

+

0,10

0,14

0,04

41,4

Uganda

+

0,38

0,37

-0,02

-4,0

Zimbabwe

+

0,22

0,13

-0,09

-38,9

a Los signos más y menos indican la pendiente de la tendencia lineal adaptada para 1985-1994. El signo positivo indica que las importaciones de alimentos crecieron más deprisa que las exportaciones agrícolas.

Fuente: Cálculos basados en datos de FAOSTAT.

El Cuadro 7 muestra que en 1995-2000, 14 de los 23 países tenían una proporción inferior a uno, lo que indica que los ingresos derivados de las exportaciones agrícolas sobrepasaron el costo total de las importaciones de alimentos; en los nueve países restantes el costo total de las importaciones de alimentos excedió de los ingresos derivados de las exportaciones agrícolas (la proporción de Perú sería inferior a uno si se incluyeran las exportaciones de productos pesqueros). Pero la proporción para 1995-2000 fue mayor que la de 1990-1994 para 16 de los 23 países. Las excepciones fueron Côte d’Ivoire, Guyana, Malawi, Perú, Sri Lanka, Uganda y Zimbabwe. Muchos países arrojan grandes aumentos porcentuales de la proporción pero a menudo a partir de una proporción inferior a uno. Bangladesh es un país en el que en el período anterior las importaciones de alimentos cuadruplicaban el valor de las exportaciones agrícolas, y en el período posterior al AsA fueron 8 veces superiores. También aumentó la proporción para el Senegal, del doble a casi el cuádruplo. El aumento de las proporciones entre las importaciones de alimentos y las exportaciones agrícolas continuó su tendencia anterior al AsA. En el período decenal 1985-1994 la tendencia era ascendente, salvo para la India y Jamaica.

3.4 Estabilidad

Pocos estudios de casos hicieron observaciones sobre la estabilidad de las exportaciones e importaciones. Muchos comentaristas suponían que la aplicación del AsA, y especialmente la arancelización, induciría a una mayor estabilidad en los precios del mercado mundial. Cabía esperar que esto contribuiría a una mayor estabilidad en los ingresos de exportación y en el costo total de las importaciones de alimentos, aunque las variaciones de las cantidades contribuyen también a la inestabilidad de las corrientes comerciales. Las cifras correspondientes a la India muestran una mayor estabilidad de las exportaciones y, en particular, de las importaciones, si se comparan los períodos anterior y posterior al AsA, pero en los estudios de casos había un número insuficiente de experiencias nacionales como para sacar conclusiones generales al respecto.


[8] En las tendencias influyen también los períodos de tiempo que se utilizan. Por ejemplo, Indonesia experimentó un deterioro de la relación de intercambio de sus exportaciones entre 1994-1996 y 1998-2000, aun cuando la experiencia entre 1990-1994 y 1995-2000 había sido positiva.
[9] En la sección siguiente se presentan algunos datos sobre las proporciones de la capacidad de importación de alimentos tomados de los estudios de casos.

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