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3. Principales causas del cambio de cobertura forestal. Conclusiones generales

Esta sección resume los resultados de la información consultada acerca de las causas del cambio de cobertura forestal en Honduras. La información cita diversas causas del cambio de cobertura entre las principales están: crecimiento poblacional, avance de frontera agrícola y ganadería extensiva, políticas agrícolas y forestales, tenencia de la tierra, demanda de leña etec. Los esfuerzos por detener estos procesos no han dado los resultados esperados y en algunos casos han agudizado el problema.

La información fue obtenida de entrevistas con expertos de diversas organizaciones tanto locales como nacionales. La información que apoya estas conclusiones fue sumarizada como bibliografía comentada. También se indican las referencias que apoyan cada causa.

 

3.1 CAUSAS PRINCIPALES

3.1.1 Agricultura migratoria y expansión de ganadería

Se estima que más de la mitad de las zonas originalmente boscosas han cambiado de uso de la tierra para dedicarla a la agricultura y ganadería. La mayor parte de la población rural hondureña se encuentra en laderas de vocación forestal. Los campesinos se dedican al cultivo de granos básicos como maíz y frijoles, cultivos semipermanentes como el café y la caña de azúcar y la ganadería. La productividad en por ha en estos suelos es baja en la mayoría de los cultivos. Los cultivos alimenticios en particular alcanzan rendimientos que representan 1/3 de los que se obtienen en los Estados Unidos de América. Además las actividades ganaderas usan mas tierra de la necesaria y son productores altamente deficientes. El uso de la tierra agrícola para pastizales limita la disponibilidad de un recurso escaso, forzando a los pequeños productores a tierras marginales y de ladera, ampliando la frontera agrícola hacia los bosques.

En el proceso de ocupación y cambio de uso forestal por agrícola y ganadero no se consideran pendientes, productividad del suelo y cercanía a fuentes de agua. En las prácticas que se utilizan para el cultivo de granos básicos predomina el sistema de limpias, quema, cultivo a favor de la pendiente y pastoreo de rastrojos. Esto agrava el problema de degradación ambiental en suelos de ladera. El área erosionada fue estimada en 2.3 millones de ha en 1987 y la pérdida del suelo en algunas áreas ha alcanzado 500 ton/ha/año. Según estas estimaciones se indica que para el año 2000 el 40% del territorio estaría erosionado.

Un estudio realizado por el Programa de manejo de cuencas en colaboración con la OEA reporta que la tasa de deforestación del país es de 87,596 ha/año. Este estudio compara el mapa forestal de FAO en 1964 con imágenes de satélite de 1990. Se estima que casi el 30% de la superficie con cobertura forestal ha sido deforestada, lo que equivale a 2.2. millones de hectáreas. Los Bosques latifoliados son los que acusan una mayor pérdida calculada en 1.4 millones de hectáreas (65% de su superficie), mientras que en los pinares la pérdida asciende a 774,10 hectáreas (35% de su superficie).

En general la perdida en bosques latifoliados se calcula en 65,00 hectáreas/año debido principalmente a la agricultura migratoria para luego incorporar estos terrenos a ganadería extensiva. Los bosques latifoliados han recibido poca atención de parte del Estado que ha enfocado sus esfuerzos en Bosques de pino, por ello las poblaciones los han visto como reservas de tierras para cultivo sin tomar en cuenta su valor.

Los bosques de pino han sido sometidos a una explotación más intensiva afectando su calidad y densidad por lo que actualmente se encuentran degradados. Estos bosques han sido sometidos a la acción ganadera bajo tres formas principales:

Corte total del bosque para la siembra de pastos.

Raleo del bosque para permitir espacio para pastos.

Pastoreo del ganado bajo bosque.

En todas las formas el uso del fuego es la herramienta generalizada y práctica para renovar pastos. Tanto en bosques de pino como en las áreas descombradas en bosques latifoliados se observan grandes extensiones de terreno altamente compactadas y en proceso acelerado de degradación.

Los bosques nublados han sido mas afectados por la caficultura que por las otras formas de cambio de uso. El 46% de la superficie plantada con café está localizada en áreas arriba de los 1200 msnm por lo cual afecta mucho mas a bosques nublados y de pino arriba de los 1000 msnm. La destrucción de los bosques nublados es de particular importancia no solo por la diversidad de especies sino por su función en la producción de agua y protección de cuencas hidrográficas.

En cuanto a los bosques secos poco se sabe acerca de su superficie y composición florística. La agricultura migratoria y el consumo de leña los han reducido a pequeños rodales aislados en la zona sur del país. Referencias : (3), (11), (12), (13), (14).

 

3.1.2 Población y Colonización del Bosque

De acuerdo a las condiciones climáticas y geológicas prevalecientes en Honduras, se puede decir que el país desde antes de las culturas aborígenes pre-hispanas, estaba cubierto en su totalidad por bosques. Los asentamientos humanos aborígenes y después de la conquista y sometimiento por los españoles, han formado el paisaje actual de uso inadecuado del suelo y el recurso forestal.

Para los indígenas los bosques no tenían la importancia comercial que los pusiera en peligro por su uso. Además estas poblaciones se asentaron en los valles cerca de ríos dedicándose a la agricultura caza y pesca. Con el descubrimiento de Honduras y el sometimiento de los aborígenes entre 1502 a 1530 por parte de los españoles, se inicia el proceso de disminución de las superficies forestales, primero en los bosques secos de los valles interiores y planicies costeras y luego en las áreas de pinares de la zona occidental y central.

Las explotaciones forestales han sido para la exportación. Por ejemplo las explotaciones de Caoba (Swietenia macrophyla) en siglo XIX por los ingleses. Por otro lado las compañías bananeras promovieron el clareo de los bosques latifoliados en las planicies y valles del litoral atlántico y sus vecindades con el fin de instalar plantaciones de banano, abastecerse de madera para construcción, construcción de línea férrea y madera para exportación con lo cual se inicia la industrialización primaria a través de la instalación de aserríos mecanizados. Años después se instalaron otras empresas de capital extranjero produciendo madera para la exportación. La explotación se intensificó en los bosques de pino en las áreas accesibles a los puertos de embarque en las zonas central, atlántica y sur del país.

Las extensas superficies de bosques latifoliados de la parte norte de la zona central, zona atlántica y zona oriental permanecieron deshabitadas por su inaccesibilidad hasta los años de la década de los sesenta. Es hasta los setenta cuando se inicia el proceso de colonización inducida por la reforma agraria y en forma espontánea por migraciones de la zona sur, central y occidental. La importancia del bosque no era su explotación sino la ocupación de tierras para actividades de agricultura y ganadería.

El bosque no ha tenido importancia relevante para la sociedad hondureña en aspectos silvícolas y de manejo. Su uso se ha limitado al consumo de leña y construcción de viviendas. La población ha registrado un alto crecimiento con tasas que oscilan entre 2.7 y 3.6% anual. Esta aumentó de 700.811 habitantes en 1926 a 4.376.839 habitantes en 1989.

El 60% de la población vive en áreas rurales, de los cuales el 70% viven en una pobreza absoluta. La población rural vive en centros de menos de 2,000 personas. Estos pequeños centros llamados cabeceras municipales, aldeas y caseríos están distribuidos en todo el país en las zonas occidental, sur, central y atlántica y en menor proporción en la zona oriental. Las aldeas y caseríos surgen espontáneamente en el territorio sin que exista ningún ordenamiento básico. Según datos de 1988 existían 3,725 aldeas y 27,397 caseríos.

La población rural se caracteriza por tener un bajo nivel de alfabetismo, escasos medios de sobrevivencia, poco o ningún acceso a tenencia de tierras, bajo conocimiento en técnicas de cultivos apropiadas y poca o ninguna fuente de trabajo. De tal manera que esta población por sus condiciones de miseria y sobrevivencia del único recurso al que pueden tener acceso es descombrar el bosque para obtener alimentos básicos y por lo tanto cualquier tipo de tierra sin importar su accesibilidad o cobertura es ocupada para tal fin.

Esta forma de ocupación inició en los pinares, con excepción de la Mosquitia, en las zonas central, sur y occidental, pero desde hace unos 25 años la colonización se trasladó hacia las zonas atlántica y norte de la zona central en un avance del oeste y sur hacia el norte y oriente. De tal forma que los bosques latifoliados han servido como válvula de escape para una población en gran crecimiento, insuficientes tierras de vocación agrícola y alta concentración de tierras agrícolas en pocos propietarios. Referencias : (3), (11), (12), (16).

 

3.1.3 Tenencia de la tierra

En un estudio sobre tenencia de la tierra realizado en 1993 por la Secretaría de Planificación (SECPLAN) se determinó que existían 317,199 fincas ocupando una superficie de 3,337.08hectáreas; de estas el 72% estaban constituidas por unidades menores de 5 ha (minifundio), las que concentraban el 11.6% de la superficie total censada. El 0.12 % correspondía a fincas de 500 o más ha que abarcaban el 12.4% de la superficie. La mayor acumulación de fincas (24.6%) se reportó en estrato mayor de 5 ha y menor de 50, las que totalizan el 35.3% de la superficie. Generalmente la tierra de los valles está en manos de pocos terratenientes y empresas, por lo que los campesinos se ven obligados a instalarse en las tierras de ladera de vocación forestal, a fin de lograr su sobrevivencia.

La ocupación de la tierra se agudiza en los bosques latifoliados donde la tenencia es irregular, sin títulos de propiedad, con parcelas que oscilan entre las 4 y 35 ha por familia. Casi todos estos bosques se encuentran en tierras estatales. La gran mayoría de los parcelarios se dedican a la agricultura de subsistencia o a la ganadería extensiva de pequeña escala en subparcelas que son utilizadas en un promedio de 1.8 años y dejadas en descanso aproximadamente por dos años.

La inestabilidad en la tenencia de la tierra es quizás el factor más determinante en la problemática del sector forestal. El campesino considera que tiene mas valor un terreno deforestado que un terreno con bosque. Un terreno con bosque es del Estado, pero sin bosque el campesino puede empastarlo y venderlo con " mejoras" al ganadero.

Los campesinos que talan y descombran los bosques y ocupan estas tierras no tienen en términos estrictamente legales " dominio pleno" ni " privado", pero sí " dominio útil" por lo cual se autodenominan dueños de la tierra. Bajo este patrón de tenencia de la tierra, gran cantidad de bosques tropicales han pasado de mano de agricultores migratorios a ganaderos.

Los ganaderos, en su afán de ampliar la ganadería le proporcionan motosierras a los campesinos para que descombren grandes áreas de hasta 200 hectáreas continuas. Cuando es el campesino el que inicia la colonización sigue el proceso siguiente:

Referencias : (3), (11), (12).

 

3.1.4 Dependencia de leña para consumo energético

La leña constituye la principal fuente de energía para consumo doméstico e industrial del país. Un estudio realizado por CATIE/COHDEFOR en 1982 llegó a las siguientes conclusiones:

Actualmente el consumo de leña presenta una tasa de crecimiento medio anual de 3% con un consumo de 7.000.000 de m3/año. La mayoría de este volumen proviene de bosques latifoliados con poco o ningún control en su aprovechamiento.

En 1990 y 1993 del volumen total de la extracción de madera (8.145.000 m3) la leña aportó el 92% (7.5 millones de m3) y la madera en rollo registrada para uso industrial solamente un 8% (645,000 m3). Esto indica la importancia que las autoridades forestales deben prestarle a la leña en la formulación de planes y políticas a largo plazo. Referencias : (1), (2), (3), (13).

 

3.1.5 Industria Forestal

La industria forestal de Honduras esta dividida en:

Industria primaria: formada en su mayoría por aserraderos, con 2 fábricas de madera contrachapada y una fábrica de fósforos.

Industria secundaria: principalmente mueblerías y otras empresas dedicadas a productos secundarios como cajas y embalajes.

La mayor concentración de la industria primaria se encuentra localizada en las zonas central y occidental en función del acceso al recurso; mientras que la industria secundaria concentra su producción en las zonas central y atlántica, donde se encuentran los centros mas poblados e industrializados del país.

La industria forestal primaria ha sido manejada como una empresa familiar, por lo general deficientemente administrada. Esta industria ha concentrado sus operaciones en bosques de pino los que han sido explotados selectiva e intensivamente en detrimento de su capacidad de regeneración y calidad genética. En los últimos años se ha observado una baja en la producción de madera aserrada por el desabastecimiento de madera de pino en diámetros aserrables. La industria no ha invertido parte de sus utilidades en el manejo del bosque y el grado de utilización de la materia prima en el bosque hasta su procesamiento primario es muy bajo (menor de 40%). En bosques latifoliados se encuentra la industria menos desarrollada y con menor grado de eficiencia caracterizada por un aprovechamiento altamente selectivo de unas pocas especies de valor comercial dejando un alto grado de desperdicio en el bosque por lo que su eficiencia es muy baja.

A pesar de que la tasa de deterioro del bosque latifoliado es muy alta su contribución a al producción nacional de productos forestales alcanza apenas un 5% del total, ocupando el bosque de pino un 95% de la producción. Además de la deforestación en estos bosques se presenta otro problema: la tala ilegal. Según estudios realizados en la zona atlántica se estima que más del 80% de la madera extraída de bosques latifoliados es cortada y vendida de manera ilegal.

La industria secundaria ha sido orientada al mercado de exportación con una baja participación en el mercado nacional. La eficiencia de esta industria es de media a alta. Esta industria se abastece de materia prima de las industrias primarias, grupos agroforestales y en un porcentaje no cuantificado de madera ilegal. Referencias: (3), (12), (13), (11), (14).

 

3.1.6 Falta de coordinación entre políticas forestales y agrícolas

El marco jurídico del sector forestal lo establecen tres leyes y un reglamento:

Aunque en Honduras existe un marco legal aparentemente apropiado, existe un bajo nivel de eficiencia en la aplicación de las leyes y una gran dispersión de las normas legales y de org anismos públicos que tienen atribuciones específicas en este campo.

Además de lo anterior las políticas forestales no se han integrado de manera eficiente en las políticas nacionales por lo que no ha habido coordinación entre estas y las políticas económicas y agrarias. La actividad forestal no es favorecida por las políticas económicas del estado. Comparada con otros sectores de la economía el sector forestal no cuenta con líneas de fomento a la actividad silvícola ni de desarrollo industrial. Esta situación fue estimulada en parte por la alta intervención del estado en la mayoría de las actividades forestales, el cual desestimuló la inversión privada y por otro lado la banca privada ha considerado esta actividad como de mucho riesgo, exigiendo garantías de hasta 200% del valor del préstamo. En cambio el crédito a la ganadería, café y granos básicos, representó mas del 50% del crédito agropecuario en el período 1986-90.

En cuanto a la coordinación entre leyes se presentan muchas incongruencias que desestimulan la actividad de manejo forestal y favorecen la actividad agrícola y ganadera. La demanda de tierras del sector agropecuario para la producción alimentaria va en detrimento de la actividad forestal, se estima que la mayoría de los cultivos se realizan en áreas de ladera sin un plan de ordenamiento de acuerdo a su capacidad productiva. Mientras que para COHDEFOR los bosques son los "terrenos que sostienen una asociación vegetal dominada por árboles y arbustos de cualquier tamaño" para el Instituto Nacional Agrario (INA) estos terrenos no tienen función social y por lo tanto son sujetos a expropiación.

La importancia del sector agropecuario se refleja en iniciativas de ley como el decreto 65-89 donde se declara de interés y emergencia nacional el cultivo de granos básicos. También el decreto 78 referente a la protección de la caficultura, estimula este cultivo aún a expensas de la integridad de los bosques nublados, ecosistema de vital importancia no solo por su valiosa biodiversidad sino por su importancia en el mantenimiento del ciclo hidrológico.

Por otro lado los bosques de mangle (100% en propiedad estatal) han sido sometidos a una deforestación acelerada (83% de su superficie de 1964 a 1990) principalmente por la cría de camarón. Para construir lagunas artificiales para camaricultura, se han destruido grandes áreas de manglar, aunque el manglar es el mayor criadero de larvas de camarón. Esta actividad se ha realizado sin control del estado y se ha visto favorecida por las políticas macroeconómicas de fomento a la exportación.

Referencias: (3), (12).

 

3.1.7 Incendios Forestales

En Honduras la mayor incidencia de incendios forestales se presenta en el bosque de pino con mas de 2000 incendios anuales causando pérdidas millonarias. La mayoría de los incendios son provocados, las causas principales de estos incendios son las quemas agrícolas y de potreros por los agricultores y ganaderos que al no atender las prácticas de prevención muchas veces convierten la quema en un incendio forestal. En 1998 de los 2260 incendios combatidos y reportados por COHDEFOR el 59% fueron provocados por incendiarios y el 18% por quemas agrícolas y pastoreo.

Referencias: (1), (2), (3).

 

3.1.8 Plagas y enfermedades forestales

El mayor ataque de plagas que ha atacado los bosques del país se presentó en los años sesenta, cuando insectos como el Dendroctonus sp. e Ips sp. diezmaron cerca de 2 millones de ha de pino. Desde entonces la plaga se ha radicado de forma endémica en el país, aunque el nivel de afectación ha sido menor.

En 1962 se reportaron pérdidas por daños al bosque mayores a los 300 millones de dólares. Entre 1963 y 1964 una investigación determinó que el ataque de la plaga se había extendido por todo el país en un período de 18 meses sobre 1,700,00 hectáreas a un promedio de 3,148 ha/día.

Con el control de estas plagas se ha logrado reducir el área de incidencia. COHDEFOR reporta que en 1998 se detectaron 243 brotes de Dendroctonus frontalis y se lograron controlar 123 y dejar inactivos a 40. El volumen total afectado fue de 8,558 m3 y el volumen recuperado fue de 5,558 m3.

Referencias : (1), (2), (3).

 

3.1.9 Desastres naturales

Honduras ha sufrido experiencias dolorosas por causa de las inundaciones, especialmente cuando se da el fenómeno de los huracanes los cuales han incidido negativamente en la economía del país. El estado de deterioro de las cuencas hidrográficas causado por la deforestación ha contribuido a agravar este problema.

El desastre más reciente lo constituye el huracán Mitch (octubre 1998) con pérdidas económicas de mas de 3000 millones de dólares, afectando gravemente los cultivos y ecosistemas forestales en todo el país. Datos preliminares de COHDEFOR (1998) estiman un volumen de madera derribada por desastres naturales de 300,090 m3.

 

 

3.2 ASPECTOS POSITIVOS

Aunque las medidas para el logro de un manejo forestal sostenible no han tenido efecto a nivel nacional se destacan algunos esfuerzos seguidos como:

-Creación de ley para la modernización agrícola que devuelve la propiedad del recurso forestal al dueño, establece mayor libertad para el comercio tanto interno como externo de la madera y define un rol normativo de vigilancia y control para COHDEFOR.

-Venta de madera en pie por medio de subastas que obliga a los industriales al aprovechamiento menos selectivo tomando en cuenta la regeneración del recurso.

-Creación y legalización de áreas de protección y conservación forestal y mayor fomento a esta área.

-La nueva ley forestal establece la necesidad de que las instituciones del sector agrícola trabajen en conjunto con las instituciones forestales en lo referente al otorgamiento de tierras de vocación forestal.

-Adopción de planes de manejo por los propietarios privados, los municipios y el estado en los bosques ejidales y nacionales respectivamente.

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