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6 Escenarios alternativos del desarrollo del sector forestal

Como se ha expresado, el escenario Económico y Político que debe continuar incidiendo en todas las esferas de la sociedad cubana son el mantenimiento del bloqueo por parte del gobierno de los Estados Unidos cuyos efectos pudieran verse incrementado por otros factores como el aumento desmedido de los precios de los portadores energéticos, de los productos alimenticios, materias primas y de equipos y tecnologías además de las restricciones que por leyes extra- territoriales son impuestas a países y empresarios para que no efectúen inversiones. Las situaciones coyunturales que hoy son frecuentes en nuestro mundo tales como guerras, actos de terrorismo, etc. que sistemáticamente alteran sustancialmente los equilibrios macroeconómicas del planeta en general y de los países pobres en particular.

6.1 Escenario positivo: se atenúa el embargo (bloqueo)

Los estudios recientes sobre el reordenamiento del uso de la tierra en el país han definido que se cuente con el siguiente potencial de áreas a forestar:

• 572 000 ha de terrenos dedicadas hoy al cultivo de la caña de azúcar.

• 18 192 ha de plantaciones de café con rendimientos actuales muy bajos donde se prevé emplear métodos de reconstrucción y enriquecimiento o el manejo de la regeneración natural.

• 50 000 ha aproximadamente de áreas dedicadas a la ganadería y a cultivos varios en zonas montañosas que constituyen lugares de elevado impacto ambiental en estas frágiles regiones. En algunos lugares se prevé emplear la regeneración natural como forma de forestación.

• 100 000 ha actualmente invadidas por marabú en zonas llanas y con suelos de mediana a baja productividad que demandan inversiones fuertes por concepto de desmonte y lucha contra esta especie.

• 22 000 ha pertenecientes a las zonas de protección de los 241 embalses y 831 micropresas existentes en el país. (Este objetivo pretende lograrse en los primeros cinco años de este programa).

• 50 000 ha en las orillas de ríos y arroyos donde también puede manejarse en parte la regeneración natural.

• 70 000 ha de suelos de aptitud forestal pertenecientes al Sector Cooperativo y Campesino.

• 11 000 ha pertenecientes a Empresas Agroforestales del Ministerio de las Fuerzas Armadas.

• En total, la superficie potencialmente a forestar es de 893 000 ha al 8 % de la superficie.

Además se requiere ejecutar los siguientes niveles de actividad:

• Reforestar alrededor de 16 700 ha anuales que es la superficie de tala rasa que como promedio se prevé ejecutar en los próximos años. De estas, alrededor de 10 000 ha a reforestar por plantación o regeneración natural y 6,7 miles de ha manejadas por tallar.

• Reforestar alrededor de 1 000 ha anuales por concepto de afectaciones totales por incendios forestales.

• Colocación de no menos de 300 millones de postes vivos en cercas del Sector Cooperativo y Campesino y en Empresas Ganaderas.

• Reconstrucción y enriquecimiento de 250 000 ha de bosques naturales (43 % de la superficie que lo necesita).

• Ejecutar tratamientos silviculturales en no menos de 700 000 ha de plantaciones.

• Ejecutar 20 400 ha de podas en plantaciones con objetivo de aserrío.

Construcción y mantenimiento de 299 982 Km. de cortafuegos distribuidos en:

13 804 Km. de fajas verdes

36 278 Km. de fajas mineralizadas

249 900 Km. de trochas cortafuego

Con estas acciones se logra un índice de 120 ha de bosques por Km. de cortafuegos.

Para lograr forestar las 893 000 ha señaladas y reforestar alrededor de 11 000 ha anuales que se talan o se queman, se necesita establecer 63 500 ha de nuevas plantaciones cada año durante los próximos 17 años.

Para alcanzar este propósito asumiendo que se logren el 80 % de las plantaciones que se realicen, se requiere plantar 76 000 ha anuales, lo que representa un incremento de 187 % en relación con los niveles actuales.

En relación con lo anterior, debe destacarse el hecho de que se trabaja para que en los próximos 10 años todo el material reproductivo empleado en la producción de posturas deberá provenir de fuentes certificadas con valores genéticos superiores, incluyendo no sólo la reproducción gámica (semillas) sino también la vía agámica mediante la reproducción de vitroplantas, esquejes, estaquillas, etc.

En las plantaciones con objetivo de producción se espera lograr un aumento significativo de los crecimientos (Incremento Medio Anual) mediante la aplicación de tecnologías de punta como: el empleo de vitroplantas y fuente de material reproductivo mejoradas genéticamente, empleo de fertilización y en algunos casos de fertiriego, marcos adecuados de plantación, ejecución de podas y otros tratamientos silvícolas, etc. Se añade a esto que muchos de los suelos que serán destinados a la reforestación serán en sentido general de una mayor productividad y capacidad agrológica los cuales actualmente están destinados a otros usos agrícolas

Aspecto importante en este sentido será la modernización de la producción de posturas mediante la introducción paulatina de nuevas tecnologías como los sistemas de “raíz dirigida” (una de cuyas variantes es conocida como “tubetes”) por las ventajas económicas y silvícolas que esto implica. Se prevé que en el 2020 el 100 % de las posturas producidas de aquellas especies que no puedan manejarse por el método de raíz desnuda, sean por este u otro método avanzado.

La conversión a bosques de extensas áreas dedicadas al cultivo de la caña de azúcar, la ganadería y el café tiene una importancia adicional en el sentido de la distribución de los recursos forestales pues un número considerable de municipios que en la actualidad apenas tienen bosques por ser eminentemente agrícolas, verán incrementado su índice de boscosidad sensiblemente.

Del total de plantaciones que existirán en el 2020, 958,0 miles de ha (77,6 %) serán de categoría productor, 255,5 miles de ha (20,7 %) protectoras y 20,8 miles de ha (1,7 %), de conservación. (Tabla No6)

En resumen, se estima que en el 2020 la superficie forestal del país ascenderá a 3 457 800 ha, de esta 2 223 500 ha de bosques naturales y 1 234 000 ha de plantaciones. El índice de boscosidad será de 30,8 %, superior en 8 % al actual.(Tabla 7)

Los niveles de reconstrucción y enriquecimiento de bosques naturales degradados constituye un manejo tradicional en la silvicultura cubana que deberá incrementarse hasta alcanzar valores de 15,0 miles de ha anuales cifra aún insuficiente si se tiene en cuenta que alrededor de 583,0 miles de ha (25 % de la superficie actual de bosques naturales) requieren de este manejo.

Igualmente los niveles de poda, manejo que aún conociéndose su importancia se ha iniciado hace sólo unos pocos años en el país, debe incrementarse hasta alcanzar valores de 1 200 ha/año.

Las limpias y aclareo son manejos que han estado presentes en la silvicultura cubana de los últimos 40 años. Sin embargo, a pesar de ser actividades de importancia indiscutible, los niveles ejecutados han sido muy inferiores a las necesidades, fundamentalmente en plantaciones de pino debido entre otros factores a la carencia material y fuerza de trabajo y a una baja demanda de los productos que se obtienen de estos manejos. Esta situación debe mejorar en lo sucesivo por varias razones, entre las cuales cabe destacar:

• Es política del Estado incrementar estos manejos al máximo posible exigiendo a los administradores y tenentes de recursos forestales su ejecución.

• Se está generalizando en todo el país el empleo de espaciamientos mayores (3m. 2,5m y 3m. 3m) fundamentalmente en plantaciones de coníferas lo que disminuye las necesidades de este manejo y los surtidos que se obtienen tienen mayor demanda por ser de mayores dimensiones. Además en estos momentos se trabaja en la identificación de los marcos más adecuados de acuerdo con las especies y las calidades de sitio.

• La legislación forestal exige e incentiva la ejecución de estos manejos.

Como se expresó anteriormente, los volúmenes de producción en bosques naturales irán decreciendo hasta llegar a niveles bajos por lo que se estima que alrededor del 80% del total de madera que se extraiga provendrá de plantaciones cuyas existencias en esa fecha rondarán los 86 millones de m3 y su incremento total anual 7,4 millones m3/año, con lo cual se puede satisfacer desde el punto de vista volumétrico y de forma sostenible las demandas futuras de madera.

6.1.1 Política hacia los bosques naturales

Se considera que los bosques naturales que existen en la actualidad se mantengan y sólo se autoricen desmontes en casos puntuales de construcción de infraestructura necesaria para el desarrollo del país. Su superficie se verá incrementada ligeramente por la ejecución de un manejo silvícola prácticamente olvidado por la Dasonomía cubana y que nunca se ha utilizado a escala productiva: la regeneración natural dirigida fundamentalmente hacia terrenos dedicados hoy en día a actividades agropecuarias (áreas de pastos naturales y tierras de baja capacidad agronómica, fundamentalmente). Se estima que por este concepto se puedan lograr alrededor de 2 000 ha/año y 34 000 ha en el 2020.

Aún cuando actual y en un futuro la superficie de bosques naturales es y será mucho mayor que la de las plantaciones al igual que las existencias maderables y los incrementos (Tabla 6) la política es disminuir la presión que tradicionalmente se ha ejercido sobre los mismos e ir minimizando las actividades extractivas en las formaciones naturales. En la actualidad, se extraen de los montes naturales algo más de 950 000 m3 anuales de madera volumen que se espera disminuir progresivamente hasta alrededor de unos 600 000 m3 los que se esperan extraer fundamentalmente en:

• Pinares naturales degradados que serán reconvertidos en el mismo tipo de formación mediante la regeneración natural o la plantación así como algunos de cortas selectivas en bosques de Pinus tropicalis no muy degradados).

• Tala selectiva o en fajas en bosques latifoliados (semicaducifolios y pluvisilvas fundamentalmente) para el aprovechamiento de surtidos especiales y especies de maderas preciosas, duras y blandas de alta demanda.

• Tala rasa en bosques naturales para producción de leña y carbón manejados posteriormente por el método de rebrote (tallar) siendo la especie principal el soplillo (Lisiloma bahamensis), júcaro (Búseda búsera y la yana (Conocarpus erecta), entre otras.

• Talas selectivas en grupos o fajas en la formación manglar para la producción de madera de diferentes surtidos y para disímiles usos así como PFNM como la corteza del mangle rojo (Rizophora mangle).

Se estima que estas intervenciones en montes naturales abarquen unas 356 000 ha que bien manejados pueden proporcionar la totalidad de la madera dura, la mitad de las maderas preciosas y semiduras y el 10% del pino y seguirán siendo además la fuente principal de Productos Forestales no Madereros, tanto en diversidad como en cantidad.

6.2 Escenario “si la situación continúa”: se mantiene el embargo (bloqueo)

Un escenario alternativo y de menor complejidad es el de mantener los niveles actuales de reforestación (40,0 miles de ha) con lo cual se asegurarían las 11,0 miles de ha de forestación (tala rasa y áreas quemadas) y se incorporarían 21,0 miles de ha de nuevas plantaciones anualmente al patrimonio forestal. De esta forma, en el año 2020 se contaría con 357 000 ha de nuevas plantaciones las que sumadas al área cubierta actual haría un total de 2963,24 Mha y un índice de boscosidad de aproximadamente el 27.0 %.

6.3 Escenario negativo: se recrudece el embargo (bloqueo)

Este escenario puede, sintéticamente ser expresado de la forma siguiente:

Se mantienen y acentúan las limitaciones impuestas a Cuba por el gobierno de Estados Unidos las cuales duran más de 40 años y han costado a la economía del país perdidas por más de 65 000 millones de dólares. Todas esas acciones inciden también de forma negativa en el desempeño del sector forestal, no obstante se continuará trabajando intensamente en mantener los principios de equidad y defensa de las conquistas del socialismo, así como el estimulo a la competitividad y conjugación de los intereses del estado y la sociedad en su conjunto. Se afianza paulatinamente el conocimiento y la aplicación de la legislación forestal a consecuencia de dicho proyecto social, el cual forma ciudadanos cada vez más cultos y capacitados en nuestra rama. Esto, unido a entidades creadas relacionadas con el sector forestal, está en condiciones de asumir un papel muy dinámico en el desarrollo del mismo.

Continúa aplicando la ley de inversiones extranjeras bajo los principios establecidos de respecto a la soberanía e independencia nacional y de protección y uso racional de los recursos naturales. Las empresas del sector forestal, creadas al amparo de dicha ley, crecen en la medida en que crezcan los sectores turísticos, de la construcción, de los servicios y otras actividades que demandan los bienes y servicios de los bosques.

Continuar a un buen ritmo el proceso de perfeccionamiento empresarial, la necesidad para elevar la eficiencia del sector, sin embargo la ejecución de sus proyectos se ve afectado por la limitación de recursos financieros; estas limitaciones influyen también negativamente en el acceso a las tecnologías de punta.

Continuar creciendo en la captación de divisas mediante la diversificación de la producción y el incremento del valor agregado en los productos y junto con ello comienza un proceso de modernización de la silvicultura en el país mediante el empleo de tecnologías de punta.

Los consumidores cada vez son más exigentes con relación a la calidad y la competitividad de los precios de los productos y servicios forestales, moviéndose junto con esto una mayor captación de divisas, y todos los beneficios económicos y sociales que ello implica.

En este escenario, el crecimiento de la economía se mantiene estable a niveles bajos y en este sentido, el incremento de la eficiencia del sector forestal en el país es decisivo si se tiene en cuenta que a lo largo de más de 40 años de silvicultura en Cuba se han logrado establecer más de 340 000 ha de plantaciones de las cuales casi el 60 % son de categoría de producción y tienen volúmenes significativos de madera aprovechable. No obstante, en muchos casos la calidad de estas plantaciones no es la mejor ni las existencias maderables son las esperadas debido a que no siempre se han realizado los manejos adecuados o los mismos no se han realizado en el momento oportuno (podas, aclareos, raleos, etc.).

6.4 Escenario más probable

Un escenario alternativo y de menor complejidad es el de mantener los niveles actuales de reforestación (40,0 miles de ha) con lo cual se asegurarían las 11,0 miles de ha de forestación (tala rasa y áreas quemadas) y se incorporarían 21,0 miles de ha de nuevas plantaciones anualmente al patrimonio forestal. De esta forma, en el año 2020 se contaría con 357 000 ha de nuevas plantaciones las que sumadas al área cubierta actual haría un total de 2963,24 Mha y un índice de boscosidad de aproximadamente el 27.0 %.

6.4.1 Recursos naturales

La pequeña, larga y estrecha isla de Cuba es un pequeño estado insular que lejos de estar exenta de los riesgos que conllevan el cambio climático global, es extremadamente susceptible a los mismos. Por ejemplo el aumento de la temperatura se incrementa el riesgo de los incendios y la susceptibilidad a las plagas y enfermedades; el incremento del nivel del mar puede afectar severamente la superficie de manglar que en nuestro país es considerable y de importantes funciones.

Aun cuando esos cambios no dependen de las acciones de un solo país y menos de uno tan pequeño como Cuba, es necesario, más bien imprescindible, ejecutar medidas propias que protejan nuestros recursos forestales de esos posibles desastres.

En este sentido un aspecto imprescindible es el manejo de los bosques de forma integradora y sistemática, en pocas palabras con un enfoque de Ecosistemas donde se tengan en cuenta simultanea y coherentemente los servicios que brindan los bosques como protectores de las aguas y los suelos, la captación de CO2, la lucha contra la desertificación y la sequía y el mantenimiento de la biodiversidad entre otros servicios ambientales que estos ecosistemas brindan, incluso aquellos con objetivo de producción.

Otro aspecto de suma importancia lo constituye la desigual distribución espacial del recurso forestal como se ve en la tabla 4 lo que se agrava cuando el análisis se realiza en el ámbito de municipio.

En este sentido cobra una gran importancia las recientes decisiones de convertir tierras dedicadas al cultivo de la caña para la silvicultura lo que indiscutiblemente mejorará la distribución espacial del recurso forestal.

6.4.2 Biodiversidad

En nuestro país los mayores índices de endemismo y biodiversidad terrestre se localizan en los ecosistemas forestales que en nuestro caso se agrupan en 16 formaciones. Todas estas formaciones están representadas en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas propuesto para Cuba el cual cuenta son 263 Áreas Protegidas que cubren el 17,6 % del territorio nacional.

No obstante, existen algunos tipos de bosques que no están representados y existen otros que se consideran muy poco representados (menos del 10 % de su superficie total protegida).

De las 263 AP del sistema, 80 son de significación nacional (87% de la superficie total de AP) y el resto (183) son de significación local (tabla 12). Ya han sido aprobadas o están en avanzado proceso de aprobación 58. El resto está a nivel de propuesta y se considera que en los próximos cinco años todas estén aprobadas y en el 2010 con sus respectivos planes de manejo.

En esta propuesta existe un número reducido de AP de gran extensión que contienen los mayores valores del país y representan los principales núcleos de biodiversidad y endemismo de Cuba. El resto del sistema está compuesto por un gran número de AP de reducida superficie que intenta cubrir el mosaico de fragmentos remanentes de los ecosistemas, hábitat y valores de la naturaleza cubana como su alto endemismo y la distribución estricta y localizada de un porcentaje de ellos fuera de los grandes centros clásicos con lo que se abarca prácticamente todo el archipiélago cubano.

Es de señalar que estas cifras no son concluyentes por cuanto la dinámica de la realidad exige ajustes constantes en los límites de las áreas propuestas así como no se descarta que aparezcan nuevas AP.

6.4.3 Desertificación

Como se mencionó anteriormente, una de las principales causas de la desertificación en Cuba es la deforestación entendiéndose este término en nuestro caso como la insuficiente extensión de bosques en determinada zona.

Las áreas afectadas así como la intensidad de la degradación pudieran llegar a incrementarse hasta en un 2,9 % en los próximos 15 años de no detenerse el desarrollo de los procesos degradativos de los suelos ya mencionados.

Puede decirse que aún cuando no están específicamente cuantificadas las áreas a reforestar en cada una de las 24 zonas afectadas por este fenómeno, existe un programa de lucha contra el avance de la desertificación que contempla el establecimiento y manejo de una significativa superficie de bosques con ese objetivo.

Puede asegurarse que en las montañas los procesos degradativos de los suelos, fundamentalmente la erosión, deben disminuir significativamente si se tiene en cuenta el retroceso de la frontera agrícola en estas zonas debido a la conversión de más de 70,0 miles de ha de cafetales y potreros a bosques.

6.4.4 Normativas ambientales aplicadas a los bosques

Aún cuando la legislación ambiental en general y forestal en particular, están hoy más completas que nunca antes, son previsibles cambios conceptuales y doctrinarios que en el campo de la dasonomía ya asoman en nuestro sector.

Ejemplo de ello son la implementación de la Certificación Forestal y de los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL). En el caso de la primera, aún impracticada en Cuba, se prevé que las exportaciones de madera y de PFNM en los próximos años requieran obligatoriamente de esta acción en primer lugar por exigencia del mercado. Es propósito implementar, escalonadamente, la Certificación Forestal también para el caso de las producciones para el comercio interno como forma de garantizar el manejo sostenible de los bosques.

En el caso de los MDL y las acciones de implementación conjunta de seguro van a requerir adecuaciones en la legislación actual.

Por otro lado los procesos inversionistas en la modernización y diversificación de la industria forestal y la aparición de potentes actores en el sector forestal como el Sector Agroindustrial Azucareroy el Sector Campesino seguramente determinarán cambios en las normativas forestales y ambientales existentes que conllevará a la elaboración de códigos que regulen el accionar de todos los actores en la gestión de los múltiples bienes y servicios que brindan los bosques.

La implementación de los Criterios e Indicadores para el Manejo Forestal Sostenible es una acción en proceso pero debe acelerarse para que en el 2010 no menos del 80 % de los bosques naturales y plantaciones en los cuales se admiten talas de explotación (Productores, Protectores de Aguas y Suelos y Protectores del Litoral), estén bajo monitoreo los principales Criterios e Indicadores que definen la sostenibilidad del manejo.

Teniendo en cuenta los incrementos de producción esperados y las posibilidades de exportación de productos forestales madereros y no madereros, se prevé iniciar próximamente en el país el proceso de Certificación Forestal, tanto para los productos exportables como para los de consumo nacional. Se considera que al final del período toda la superficie de bosques naturales en los cuales se realicen talas de explotación y las plantaciones que así lo requieran, estarán bajo régimen de certificación.

6.4.5 Área social

6.4.5.1 Calidad de vida de las poblaciones localizadas cerca de los bosques

En Cuba no existen comunidades indígenas ni etnias diferentes aspectos que constituyen serios problemas sociales en no pocos países de América.

No obstante debe destacarse el hecho de que, a pesar de que todos los habitantes de la nación cubana tienen iguales derechos sea cual fuere el lugar en donde vivan y tienen además acceso a los principales servicios (educación, salud, cultura, deportes, etc.), la calidad de vida de los pobladores en zonas agrestes e intrincadas es inferior a la de las zonas urbanas.

En aras de ayudar a la permanencia de la población en el escenario rural y específicamente en las zonas forestales, la actual legislación forestal contempla una figura de excepcional importancia: el Habitante del Bosque que son las “personas que viven de forma permanente en comunidades, pequeños asentamientos o en forma aislada en el bosque”.

A pesar de ello, la mayoría de los habitantes del bosque no saben que lo son por lo que: no exigen los derechos que en relación con el aprovechamiento para uso personal ellos pueden hacer de los productos que brinda el bosque. Es necesario realizar un censo a nivel de municipio pues que se cumpla la Ley Forestal en este sentido constituye una forma, no la única, de mejorar las condiciones de vida y con ello la permanencia de estas poblaciones.

6.4.5.2 Trabajadores forestales

Es el recurso de mayor importancia del sector forestal. En nuestro caso resulta notoria la calidad de los trabajadores de la silvicultura y la industria a pesar de que no en todos los casos las condiciones de trabajo son las mejores y los salarios están por debajo de la media de los trabajadores agropecuarios.

En Cuba no existe el peligro de que la introducción de nuevas tecnologías desplace o dejen sin trabajo a los obreros. Por el contrario, se vislumbra un déficit de fuerza de trabajo en el escenario rural debido al éxodo de las personas del campo a las ciudades y al envejecimiento de la población, entre otros factores. La introducción de nuevas tecnologías y procesos por el contrario constituirá un factor de mejoría en las condiciones laborables.

El auge del movimiento de fincas forestales constituye sin duda una alternativa de las más viables para el Manejo Forestal Sostenible. Se vislumbra un crecimiento ascendentemente constante en los próximos 10-15 años que será más o menos intenso en la medida que la situación económica del país lo permita teniendo en cuenta que estas unidades implican como condición “sine qua non” la construcción y amoblamiento de una casa decorosa para el finquero y su familia.

Se prevé que para el año 2020 existan no menos de 5 000 de estas unidades las que serán la solución en muchos casos para la reforestación de lugares apartados, franjas de ríos, etc. Y la garantía de la protección de las plantaciones. Esta cifra de fincas forestales ocuparán una superficie de no menos de 300,0 miles de ha, fundamentalmente de plantaciones.

6.4.6 Uso social de los bosques

Se prevé que en el futuro, el uso social de los bosques se intensifique no sólo porque se reconozcan y apliquen los derechos de los habitantes del bosque, sino también por el cada vez mayor uso y reconocimiento por parte de la población en general de los servicios que brindan los bosques.

La intensificación de las actividades de ecoturismo y de las actividades de campismo trae consigo el mejoramiento de las condiciones de los habitantes de los lugares donde se desarrollan estas actividades y fundamentalmente de un sector de la población urbana cada día más necesitada del contacto con la naturaleza.

El aprovechamiento y comercialización de los PFNM sin dudas constituye un aspecto de relevante importancia pues la demanda de los mismos va en aumento. El nivel de uso de semillas, lianas, fibras, cortezas, etc. con fines medicinales, alimenticios y artesanales se prevé vaya en aumento.

Se considera que el mantenimiento en unos casos y la recuperación en otros de las costumbres y tradiciones locales en cuanto al uso de los bosques requiere de más estudios etnobotánicos y de capacitación.

Por otro lado, la seguridad alimentaria está indisolublemente ligada a los bosques, entre otras, por las siguientes razones:

• Una de las principales causas de la degradación de los suelos y con ello de la inseguridad alimentaria es el insuficiente índice de boscosidad.

• Los bosques de por si constituyen una fuente de alimentos, tanto vegetal como animal, en muchas ocasiones, subestimada.

• Los sistemas agroforestales y silvopastoriles, tanto los que se desarrollan en terrenos agropecuarios como en bosques constituyen una alternativa para la producción de alimentos, ecológica, económica y socialmente viable.

• La disponibilidad de agua, tanto en cantidad como en calidad para la actividad agropecuaria y el consumo humano está estrechamente ligada a los bosques.

6.4.7 Industria y aprovechamiento forestal

Como se expresó anteriormente se prevé que la producción de madera en los próximos 15 – 20 años se incremente en no menos de 2,3 veces en relación con los niveles actuales y que el 52 % de la misma sea con destino industrial mientras en la actualidad apenas rebasa el 13 %.

Cuba dispone de 10 800 hectáreas de caoba (Swietenia mahogani, S. macrophilla y Khaya sp.) y 11 400 hectáreas de majagua (Hibiscus elatus) ya establecidas, así como posibilidades para fomentar nuevas plantaciones con estas y otras especies preciosas como la teca, altamente demandadas en el mercado internacional para la producción de parquet, chapa para recubrir tableros, muebles finos y otros usos.

Por otra parte las excepcionales condiciones climáticas, tipos de suelos y rapidez de crecimiento de estas especies posibilitan obtener madera para uso industrial con una rotación final de 25 a 30 años. En perspectiva la producción de maderas preciosas tropicales descenderá a causa de la acelerada desaparición de los bosques de donde se extraen actualmente, y las restricciones que para su manejo y protección se establecen en el mercado internacional. La producción de madera de estas especies a partir de bosques plantados y su incidencia en obtener bajos costos de manejo y explotación, hacen muy atractivas las inversiones en esta esfera. Se proyecta desarrollar la producción y transformación de maderas preciosas tropicales para la exportación a partir del manejo y explotación de las plantaciones existentes y el fomento de 5 000 hectáreas nuevas con la aplicación en una silvicultura técnica y eficiente.

En este sentido, el sector forestal cubano ha lanzado una estrategia de desarrollo que prevé la modernización, ampliación y diversificación de la industria forestal y la asociación con capital extranjero para obtener financiamiento, tecnologías y mercados. Dentro de esta estrategia se han identificado un grupo de proyectos que se describen brevemente a continuación:

6.4.8 Modernización y diversificación de la industria de elaboración

En el período se planifica modernizar varios aserraderos que afectan una capacidad de 85 000 m3 de madera aserrada lo que conlleva índices de eficiencia del aserrado y calidad de la producción muy superior a las actuales. Igualmente se ampliarán capacidades en 125 000 m3 mediante la construcción de aserraderos nuevos. Esto incluye:

Desarrollo de la industria de aserríos y elaboración de maderas en la Ciénaga de Zapata que contempla elevar paulatinamente la producción hasta 30,000 metros cúbicos y producir tabloncillos, parquet, molduras, módulos de muebles y carpintería en blanco, con destino a la exportación y al mercado nacional.

Proyecto para la instalación de un aserrío de 30,000 metros cúbicos de capacidad en Pinar de Río, integrado a una planta de tableros de 80,000 metros cúbicos para aprovechar los residuos y la madera de baja dimensiones. Las producciones se destinarán al mercado interno y la exportación.

Las Empresas Guamá en Santiago de Cuba, Moa en Holguín e Isla de la Juventud tienen proyectos de inversión para aprovechar el potencial de recursos forestales que poseen de especies de madera preciosas, duras y coníferas. En estas regiones existe una magnífica infraestructura vial que la comunica con los puertos; en ellas además se desarrollan polos turísticos con una demanda creciente de madera y productos de su elaboración para la construcción de hoteles y otras instalaciones. Se instalarán tres aserríos con capacidad de 15,000 metros cúbicos de madera aserrada al año cada uno y aprovechar las capacidades de carpintería existentes o que se contempla para organizar producciones de puertas, ventanas y muebles que se destinen al mercado local o la exportación. Se requiere financiamiento del orden de los dos millones de dólares.

De acuerdo con los resultados positivos obtenidos en los últimos años con la adquisición de aserraderos portátiles, se considera que esta es una adecuada alternativa para determinadas localidades del país con lo que se logran ahorros de transportación y disminución del impacto ambiental.

Es necesario destacar que Cuba posee instalaciones de aserrío cercanas a los puertos o en zonas urbanas. Hoy se importan volúmenes apreciables de madera aserrada duras y preciosas para obras turísticas y otras actividades económicas. Hay proyectos elaborados para aprovechar, con pequeñas inversiones, la capacidad ociosa existente para el aserrado de maderas tropicales importadas en bolos o en bloques, con destino al mercado nacional o la exportación.

6.4.9 Producción de astillas de madera

Existen estudios para un proyecto que considera el fomento de 3 000 hectáreas de plantaciones de Eucalipto en Sandino, Pinar del Río, cuya madera se destinará a la exportación, de la cual se dispone del estudio de factibilidad. Este proyecto es una primera etapa de un propósito mayor que considera una planta productora de astillas de eucalipto para la exportación, que se instalará en uno de los puertos de la costa norte occidental de Cuba (Bahía Honda, Mariel o Matanzas).

Se realizó igualmente un estudio de factibilidad de un proyecto para fomentar 16,000 hectáreas de plantaciones en Camagüey - Las Tunas para abastecer una planta de 200,000 toneladas de astillas con destino a la exportación, que se instalará en el Puerto de Manatí o Nuevitas

6.4.10 Producción cooperada de semillas forestales mejoradas

El proyecto contempla la producción y exportación de semillas mejoradas de la especies Pinus caribaea var. caribaea, Pinus maestrensis e Hibiscus elatus. Se requiere financiamiento para la compra de maquinarias, insumos productivos e incentivar la fuerza laboral. Estos recursos se destinarían al manejo y protección de las fuentes semilleras y para el procesado de las semillas.

6.4.11 Producción y exportación de resina de pino y sus derivados

Se prevé desarrollar un proyecto de inversión conjunta con la infraestructura y aseguramiento que permita aprovechar el potencial de resina de los bosques y plantaciones existentes en las provincias de Pinar del Río y extenderse a los macizos de coníferas existentes en otros territorios e instalar una planta para su procesamiento industrial con una capacidad entre 3 y 5 mil toneladas anuales. Se requiere capital para el mejoramiento de la red vial existente y para la compra de equipos e insumos para la extracción de resina, así como la tecnología industrial y el mercado. Con estos niveles se satisface la demanda interna y quedaría un excedente d exportación.

6.4.12 Secado de la madera

En la actualidad existen 7 instalaciones de secado de madera con una capacidad de 850 m3 por proceso. Se prevé en los próximos años instalar 14 plantas adicionales con una capacidad de 1 165 m3 por proceso lo que permitirá secar por este método alrededor de 65 000 m3 de madera, equivalente a menos de la cuarta parte del total de madera aserrada que se produzca. Con esta acción se incrementa notablemente la calidad del producto final con el consiguiente aumento de los precios y ganancias sustantivas para las empresas forestales.

6.4.13 Dendroenergía

En Cuba históricamente la leña y el carbón vegetal constituyen una fuente importante de energía. Las estadísticas disponibles reflejan una producción de leña de 1.3 millones de metros cúbicos como promedio anual en el período 1947-58, en donde el 70% de la misma se destinaba a la producción de carbón.

En los años 1956-1957 se reportaba un consumo de 2 millones de metros cúbicos de leña, pero se estimaba que el consumo real debía ser 3-4 veces superior, calculando 1 metro cúbico de consumo percápita por año.

La producción de leña con posterioridad a 1960 y hasta 1989 osciló entre 1.0 y 1.8 millones de metros cúbicos anuales, incidiendo fundamentalmente el comportamiento de la zafra azucarera dado que era el mayor consumidor de este recurso.

La importancia estratégica de la energía para el país se hizo patente desde los primeros momentos de la Revolución, comenzando a recibir el suministro de petróleo de la antigua Unión Soviética en cantidad suficiente y en condiciones de intercambio ventajosas, situación que en general prevaleció hasta el año 1989. Con la caída de la Unión Soviética se produce una abrupta caída en el suministro de petróleo a Cuba y prácticamente en 2 años el país tuvo que reducir sus importaciones de combustibles a más de la mitad.

A partir de ese momento la lucha por la búsqueda de soluciones ha sido una preocupación central del Gobierno; sin embargo las medidas adoptadas no han logrado solucionar totalmente la carencia energética, la cual continúa siendo el problema fundamental para superar la crisis económica actual.

El reto hoy en Cuba es lograr una mayor independencia mediante la utilización de todas las fuentes nacionales de energía y la disminución progresiva de la demanda del petróleo foráneo.

Teniendo en cuenta el reordenamiento de la política energética del país y la situación emergente en los suministros de combustibles para la cocción de alimentos, sobre todo en las zonas rurales y el impacto ambiental negativo que la utilización irracional provoca en los bosques existentes, es necesario disponer de recursos, tecnologías y organización que posibiliten la implementación de los Sistemas Dendroenergéticos Optimizados que permitan el aprovechamiento racional, eficiente y sostenible del potencial de biomasa disponible y que den respuesta a las demandas de leña y carbón, no solo para los usos tradicionales sino también como alternativas de combustible para determinados sectores industriales.

El país ha desarrollado experiencia en plantaciones energéticas y actualmente mediante el apoyo de la FAO se ejecuta un proyecto dendroenergético como una alternativa sostenible en Cuba que en alguna forma, de respuesta a esta problemática.

Entre las inversiones que contribuyen a dar respuesta a esta problemática se encuentran:

Uso de astillas de madera en la industria de generación de electricidad. Inicialmente se proyectan dos plantas que podrían consumir alrededor de 130 000 ton/año de astillas y producirían 47 MW.

Cogeneración ampliada (todo el año) en tres centrales azucareros que consumirían alrededor de 141 000 ton/año de astillas de madera.

Uso de carbón vegetal (aproximadamente 2 000 ton/año) para sustituir carbón mineral y coke en la industria siderúrgica cubana.

Sustitución del Fuel Oil por astillas de madera en el proceso de secado de pienso cítrico.

Producción de alrededor de 7 000 ton/año de carbón vegetal de alta calidad para la exportación.

Otras posibles opciones del uso de madera como material energético es la sustitución de Diesel en el curado del tabaco empleando astillas lo que es técnicamente factible. En una primera etapa se proyecta un consumo de 3 300 ton /año.

Debe destacarse que la materia prima para estas producciones provendrá fundamentalmente de plantaciones dendroenergéticas y tala en menor cuantía de bosques naturales manejados por el método de monte bajo (tallar).

6.4.14 Tableros

Se considera instalar tres plantas para producir 60 000 m3 de tableros por año a partir de plantaciones de eucaliptos. Se considera la alternativa de reconvertir 6 plantas de producción de tableros existentes en la actualidad que emplean como materia prima bagazo para partículas de madera. Se ha previsto hacer los estudios de factibilidad pertinentes

6.4.15 Celulosa

Se prevé la reconversión de una planta de celulosa química que empleaba bagazo de caña como materia prima. El alto costo de esta materia y la deficiencia en calidad del producto final determinó la suspensión de operaciones. Al igual que en el caso de los tableros, se planifica realizar un estudio de factibilidad par tomar la decisión final.

Se comenzará la producción de celulosa usando fibra de eucalipto. La capacidad es de 400 ton de celulosa seca o 144 000 ton/año. Existen estudios para otras dos plantas de 20 000 ton y 50 000 ton de pulpa química de fibra larga, a partir de plantaciones de coníferas.

6.4.16 Preservación de la madera

El plan hasta el 2020 contempla alcanzar una capacidad instalada de 85 000 m3 (actualmente es de 15 500 m3 de madera aserrada y de uso directo de coníferas, fundamentalmente). Esto representa menos del 10 % del total de madera aserrada y de uso directo previsto producir índice muy por debajo de los países desarrollados.

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