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4 El escenario más probable del Sector Forestal en el 2020

4.1 Área Ambiental

4.1.1 Recursos forestales naturales

Los bosques naturales en el Perú comprenden una superficie total de 78 800 000 ha, de las cuales 74 200 000 ha se encuentran en la región de la Selva, 3 600 000 ha en la regiòn de la Costa y 1 000 000 ha en la región de la Sierra. En términos puramente económicos, los bosques de la Selva son los más importantes para el desarrollo económico del país y de las poblaciones locales asentadas en estos bosques. La principal causa de la destrucción de estos bosques en la actualidad y en el futuro es la deforestación, la misma que ha ocasionado hasta la actualidad la destrucción de 9.2 millones ha (12% de la superficie boscosa), con un promedio anual de alrededor de 261 158 ha deforestadas, a razón de 725 ha por día. La deforestación en el país se da en primer lugar por la agricultura migratoria (apertura de terrenos agrícolas), la extracción ilegal (apertura de caminos y retiro de especies valiosas), y los incendios forestales.

Si continúa el ritmo de la deforestación a razón de la tasa anual actual, los bosques naturales del Perú desaparecerían en un lapso de aproximadamente 300 años (4 generaciones). Afortunadamente, la deforestación ha venido decreciendo en los últimos años -principalmente por la falta de financiamiento para la ampliación de la frontera agrícola- y se espera que siga decreciendo aún más en el futuro, debido a una mayor cultura forestal y al cumplimiento de la normativa forestal vigente.

La faja costera del Perú es de casi 3 080 km2, donde los bosques secos constituyen la principal formación vegetal natural, de ellos la casi totalidad se encuentra en la Costa Norte, en los departamentos de Tumbes, Piura y Lambayeque, con un área que alcanza 3 230 263 ha, de las cuales el 67% se encuentra en Piura, el 19% en Lambayeque y el 14% en Tumbes. Son bosques de llanura principalmente; en el 57% de la cobertura total prácticamente han desaparecido los bosques densos (tipificados por contener más de 140 árboles por ha), predominando los bosques ralos y muy ralos (entre 30 y 70 árboles por ha). El bosque está conformado por especies como el algarrobo, hualtaco, zapote, guayacán, entre otras.

A diferencia de los bosques tropicales, de interés maderable, los bosques secos, generan una oferta principalmente de recursos no maderables, obtenidos de sus flores, hojas y frutos. Es decir que la utilización del bosque seco implica el manejo de las copas de los árboles para el desarrollo de las actividades productivas. Según los resultados de parcelas de estudios, los datos de producción y de productividad, la cobertura vegetal genera una biomasa (frutos y hojas) y una disponibilidad de recursos que no es aprovechada totalmente. En el caso del algarrobo, por ejemplo, considerando los parámetros de área de bosque, con producción de algarroba (frutos de algarrobo) de 46 kg/árbol/año, se estima una oferta de 2.3 t/ha de frutos al año, de la cual se aprovecha solamente alrededor del 15%, básicamente para la alimentación anima. Existe aquí un gran potencial para la industrialización de este fruto.

En el caso de las flores, que constituye el sustento de la actividad apícola, los volúmenes de explotación están por debajo de la soportabilidad del bosque. En la actualidad, existen alrededor de 20 mil colmenas instaladas en Lambayeque y Piura, pudiendo albergar un número de colmenas superior a las 40 mil. La producción promedio es de 25 kg por colmena por campaña.

Por las razones señaladas, este ecosistema, siendo frágil ofrece posibilidades económico productivas sostenibles para sus habitantes, sin recurrir a la explotación maderera, para leña, carbón o parquet, como ocurría hasta hace poco, destruyendo el bosque y afectándolo gravemente.

4.1.2 Plantaciones

De acuerdo al INRENA, el potencial de áreas susceptibles a programas o proyectos de reforestación en el Perú asciende a 10 500 000 ha, de las cuales 500 000 ha (4.76%) se ubican en la región de la Costa, 7 500 000 ha (71.43%) se ubican en la región de la Sierra y 2 500 000 ha (23.81%) están ubicadas en la región de la Selva. Además, se estima que en la región de la Selva existen un aproximado de 9 000 000 ha de tierras deforestadas, que podrían constituir un gran potencial para la reforestación con especies de rápido crecimiento.

Tradicionalmente en el Perú, las inversiones en plantaciones forestales no han estado acordes con el potencial que se tiene, habiendo estado la inversión privada prácticamente ausente. El mayor inversionista ha sido el Estado a través de proyectos donde la inversión económica ha estado orientada más a la generación de empleo, que a la calidad y rentabilidad de las plantaciones. Producto de esto, son las casi 710 000 ha de plantaciones que existen en la región de la Sierra hasta el año 2000, donde el departamento del Cusco ocupa el primer lugar con 96 566 ha, seguido de Cajamarca con 71 676 ha, Ancash con 61 208 ha, Junín con 60 567 ha y Apurímac con 59 491 ha, entre los departamentos más representativos. Las especies más utilizadas han sido el Eucalipto (E. globulus) en un 95% y el Pino (varias especies). El ritmo anual de plantaciones ha ido decreciendo en los últimos años, ante la falta de capacidad económica del Estado y la disminución de la cooperación internacional que recibía el país dentro de este rubro. En el año 2000, se plantaron un total de 38 627 ha.

En la región de la Selva, desde el año 1982, se viene impulsando la reforestación en las áreas otorgadas bajo contrato de estracción forestal, como una medida de reponer el volumen de madera extraido del bosque. La reforestación estuvo a cargo de los Comités de Reforestación (hoy desaparecidos) y en conjunto se logró establecer hasta el año 2000 un total de 101 017 ha, siendo el departamento de Ucayali el que cuenta con mayor superficie con 30 578 ha, seguido de Loreto con 21 185 ha, San Martín con 10 822 ha y Pasco con 5 859 ha, entre los departamentos más representativos. En la actualidad, los Comités de Reforestación han dejado de operar y se estima que la reforestación en las áreas bajo concesión forestal será realizada por los propios concesionarios, aspecto fundamental incluido dentro de los planes de manejo forestal

El costo promedio de instalación de una hectárea de plantaciones bordea entre Dólares EE.UU 300 a Dólares EE.UU 500 en la región de la Sierra, dependiendo de varios factores y puede ser aún más, dependiendo de la adversidad de las condiciones y si se hace una adecuada protección de las plantaciones.

Teniendo en cuenta que es posible reforestar un promedio de 50 000 ha al año y con una inversión promedio de Dólares EE.UU 400 por ha, la inversión anual podría estar en el orden de los Dólares EE.UU 20 000 000 lo que generaría en un periodo relativamente corto de 10 a 20 años réditos mucho mayores por la generación de nuevos recursos en forma de madera y otros servicios ambientales del bosque principalmente el ecoturismo. Además, la ocupación de mano de obra local sería importante y ascendería a unos 500 000 nuevos puestos de trabajo, con la ventaja de algunos beneficios colaterales como frenar la migración de los pobladores serranos hacia la Selva y la Costa.

La Ley Forestal y de Fauna Silvestre del año 2000, promueve la inversión privada para el desarrollo de las plantaciones forestales con fines de producción, protección y servicios ambientales, en tierras de capacidad de uso mayor forestal sin cubierta vegetal o con escasa cobertura arbórea en todo el territorio nacional, a través del otorgamiento de concesiones de tierras en superficies de hasta 40 000 ha y por periodos renovables de 40 años. Sin embargo, hasta el momento esta medida no ha sido suficiente para despertar el interés de los inversionistas privados, por lo que se estima que hay que completar esta iniciativa, con más incentivos especialmente de tipo económico financiero.

4.1.3 Oferta de madera en pie

De acuerdo a ADEX, la estimación del potencial forestal en el Perú puede ser hecha desde las siguientes perspectivas:

• Asumiendo el volumen total aprovechable a partir de 40 cm de DAP (73.7 m3/ha).

• Asumiendo el volumen aprovechable a partir de 40 cm de DAP, sólo de especies de alto, mediano y bajo poder comercial (27.7 m3/ha).

• Asumiendo el volumen aprovechable a partir de 40 cm de DAP, considerando sólo especies de alto y mediano poder comercial (18.01 m3/ha).

Se estima que el área susceptible de aprovechamiento con fines productivos es de 28.3 millones de hectáreas, equivalente al 67.39% de los bosques de producción. Sobre esta base se ha calculado el volumen potencial y obtenido 2 087 millones de m3 para la primera perspectiva, 778 millones de m3 para la segunda perspectiva y 510 millones de m3 para la tercera perspectiva. Indiscutiblemente con el tiempo muchas otras especies serán incorporadas al mercado, con lo cual se incrementará el potencial forestal del país.

El Proyecto Apoyo a la Estrategia Nacional para el Desarrollo Forestal, ha hecho un ejercicio acerca de lo que significaría el impacto económico y social de la oferta de 12 millones de hectáreas a otorgarse mediante el proceso de concesiones forestales actualmente en vigencia, bajo los parámetros de superficie, volumen, inversiones, exportaciones, mercado local, aportes al PBI, generación de empleos, e ingresos al fisco por pago de impuestos (Ver Cuadro 20).

Cuadro Nº 20. impacto económico y social de la oferta de 12 millones de hectáreas para concesiones forestales

MODALIDADES

CONCESIONES

MULTIUSUARIOS

PEQUEÑOS

TOTAL

Superficie (ha)

6 000 000

3 500 000

2 500 000

12 000 000

Volúmenes (m3/ha)

15 000 000

3 623 667

3 938 784

22 562 451

Inversiones (Dólares EE.UU)

2 966 038 366

641 545 143

997 668 360

4 605 251 868

Exportaciones (Dólares EE.UU)

999 600 482

256 701 495

274 074 711

1 530 376 689

Mercado Local (Dólares EE.UU)

1 760 640 444

365 194 148

660 600 077

2 786 434 668

PBI (Dólares EE.UU)

2 760 240 926

621 895 643

934 674 788

4 316 811 357

Empleos Impuestos & Derecho

138 042

32 457

69 116

239 616

Aprovechamiento (Dólares EE.UU)

369 415 280

78 417 780

132 693 758

580 526 818

Impuesto a la Renta (Dólares EE.UU)

113 335 949

21 927 088

15 775 540

151 038 577

Fuente: Evaluación del Efecto Multiplicador Actual y Potencial del Sector Forestal en la Economía Nacional
Convenio Cámara Nacional Forestal y Proyecto Apoyo a la Estrategia Nacional para el Desarrollo Forestal. Set.2001. Lima

A nivel de plantaciones forestales, existe un aproximado de 700 000 ha de plantaciones en la Sierra, las cuales en promedio tienen un volumen promedio de 100 m3/ha, por lo que la oferta de madera en pié de las plantaciones forestales estaría en el orden de los 70 millones de m3.

4.1.4 Biodiversidad

A la Región Andina pertenecen los países más biodiversos del mundo lo cual ofrece un potencial enorme para desarrollar negocios derivados del uso sostenible de la biodiversidad. Sin embargo, en la mayoría de los casos ésta se encuentra amenazada. En Colombia, por ejemplo, el 98% de los bosques secos del caribe, el 70% de los bosques andinos, el 48% de los humedales y el 14% de los manglares han desaparecido. Las cifras en otros países de la región no son más alentadoras. En Ecuador, el 68% de la cobertura original de la costa, el 43% de la cobertura original de la sierra y el 50% de la cobertura boscosa original de la Amazonía han desaparecido. En el Perú la situación no es diferente, aun cuando el país sigue siendo uno de los doce países del mundo considerados de megadidersidad

Se estima que el 25% de las exportaciones peruanas se derivan de productos de la biodiversidad, lo que representa un importante potencial para desarrollar este sector con criterios de sostenibilidad ambiental y social.

Perú cuenta con un importante potencial pesquero a partir de los recursos marinos, alrededor de 60 especies son ampliamente utilizadas por la industria, la cual tiene un importante impacto social y generación de empleo en el país. Actualmente se exportan más de Dólares EE.UU 1 300 millones, lo cual no quiere decir que se produzcan bajo buenas prácticas ambiéntales y sociales. Además el país ofrece un excelente potencial para el desarrollo de la acuicultura de peces y anfibios, como las ranas de Junín.

En el tema de colorantes y tintes naturales, Perú presenta un particular dinamismo, exportando anualmente alrededor de Dólares EE.UU 60 millones principalmente de cochinilla, maíz morado, achiote, harina de marigold, palillo y páprika. Para el caso de aceites esenciales y otros productos derivados de la biodiversidad, la participación de Perú en las importaciones de los principales países consumidores no ha sido tan relevante aunque superior a la de los otros países andinos. En 1999, la Unión Europea, Estados Unidos y Japón, importaron más de Dólares EE.UU 717 millones en aceites esenciales y oleoresinas, de las cuales 0.4% fue originaria en el Perú. En gomas, látex y resinas, y especies y hierbas la participación en las importaciones de estos países se redujo a 0.1% (más de un millón de dólares) para ambos casos. En plantas medicinales, su participación en las importaciones de la Unión Europea, Japón y Estados Unidos, aumentó en algunos puntos, participando con el 0.7% (más de 3 millones de dólares) pero disminuyó en el caso de extractos vegetales (mayor valor agregado) a 0.05%, exportando a estos países sólo Dólares EE.UU 259 000.

Antonio Brack ha revisado las tendencias mundiales para el siglo XXI y avizora un mayor desarrollo del Perú en base al potencial de su rica diversidad biológica. Los componentes de esa visión son los siguientes:

• En recursos hidrobiológicos: Se forja una acuicultura amazónica con 50 000 hectáreas de espejos artificiales de agua con crianza de paiche, gamitana, paco, sábalo, acarahuazú y caracol churo. Al mismo tiempo, la acuicultura andina maneja truchas en criaderos dotados de jaulas flotantes creando mucho empleo en la zona. Para ello, el Estado peruano, empeñado en la promoción de la acuicultura debe invertir fondos de promoción por Dólares EE.UU 600 millones durante 15 años.

• En recursos forestales: A través de un amplio programa de manejo de bosques amazónicos y de reforestación a nivel nacional se puede llegar a producir 25 millones de m3 de madera y registrar exportaciones anuales por Dólares EE.UU 3 000 millones dotadas de certificado verde, además de aprovecharse otros productos del bosque. Además, mediante la reforestación será posible llegar a ser grandes productores de celulosa. Por otro lado, se puede participar de un programa mundial de rescate de carbono y recibir a un millón de turistas en “lodges” construidos dentro de áreas naturales protegidas.

• En agroindustria y agro-exportación: Es posible desarrollar una próspera agricultura con riego tecnificado (venciendo las limitaciones del recurso hídrico), recuperando suelos salinizados y haciendo uso de tierras antes eriazas. Se pueden cultivar y exportar productos frescos y procesados como el pallar, algodón, pepino dulce, lúcuma, maíz morado, espárrago, cebollas, ajos, verduras, menestras y flores así como otros productos autóctonos. La sierra también es un emporio de cultivos de alto valor agregado, andinos y ecológicos, como papas, oca, olluco, mashua, yacón, kiwicha, quínua, cañihua, sauco (también como mermelada), aguaymanto, granadilla, tumbo y frijol ñuña.

• En ganadería de camélidos: Perú es el primer productor mundial con base a fibras de alpaca y vicuña. Las comunidades andinas pueden manejar un millón de vicuñas que les permiten ingresos de Dólares EE.UU 10 millones anuales.

• En agroindustria amazónica: Se puede llegar a contar con 200 000 hectáreas de pijuayo para palmito, 10 000 hectáreas de camu-camu y 100 000 hectáreas de metohuayo, inchi o maní del Inca, las cuales reemplazarán a las extensiones antaño con palma aceitera, y llevarán a las oleaginosas peruanas a niveles de gran calidad y por tanto a las mesas del mundo. Los pueblos amazónicos pueden participar en esta economía con servicios ecoturísticos y con plantas medicinales como la uña de gato, sangre de grado y tónicos y licores exóticos.

4.1.5 Desertificación

Los bosques secos en el Perú cumplen un papel importante en el control del avance del desierto, por lo que su conservación viene a formar parte de la lucha global contra la desertificación. Los bosques secos son ecosistemas frágiles, con una lenta capacidad de regeneración natural asociada a la ocurrencia del llamado Fenómeno de El Niño. La desertificación es el proceso de pérdida total de la capacidad productiva de la tierra. En el Perú, están afectadas por desertificación las tierras áridas, semiáridas y subhúmedas (38% del total nacional), ámbito en el cual residen nueve de cada diez peruanos y se desarrolla la mayor parte de las actividades económicas. En esta zona se ubican las regiones de Tumbes, Piura y Lambayeque, en las cuales se encuentran la mayor cantidad de bosques secos del país.

Este tipo de bosque se ha reducido hasta un 68% entre los años 1961 a 1994; mientras que la actividad agrícola con otros usos menores se ha incrementado en un 57%. En general, el bosque y la vegetación arbustiva son las formaciones que más han sufrido en este período (Cuadro 21).

Cuadro 21. Ocupación del suelo en la cuenca Chancay-Lambayeque
(Periodo 1961-1994)

Ocupación

Superficie deforestada (ha)

Variación
1961/1994 (%)

Año 1961

Año 1994

Pastos

82 822

48 345

-41,63

Vegetación arbustiva

65 432

33 711

-48,48

Bosque ralo

69 430

67 861

-2,26

Bosque denso

44 000

13 860

-68,49

Bosque seco en establecimiento

-------

14 361

-------

Eriazo/desértico/desnudo

162 857

151 282

-7,11

Otras ocupaciones

192 055

301 534

57,0

Total

616 596

630 954

-------

Fuente: Plan Maestro de la cuenca Chancay-Lambayeque - Proyecto Algarrobo (1996).

En estos 34 años se ha perdido para esta zona un total de 109 479 ha de vegetación arbórea y pastos por otras ocupaciones, representando una pérdida anual promedio de 3 220 ha; pero se encuentra un incremento en la recuperación del área estimada en 14 361 ha, sea por regeneración natural y establecimiento de plantaciones durante los eventos “El Niño”, en especial el de 1983.

El análisis realizado para la cuenca Chancay-Lambayeque, refleja lo que está pasando con el bosque seco, dentro de la dinámica de la foresta, entre los años 1961-1994. Se observa que el área presenta 14 361 ha con vegetación relativamente nueva, quizá debido al evento “El Niño” de 1983; pero de otro lado, se observa una reducción de la vegetación arbustiva en un 48% y del bosque denso en un 68% en el período de 34 años.

La mayor área deforestada corresponde a la ampliación de la frontera agrícola, ya que representa el 51% del total del área deforestada a 1994. En proceso de deforestación se tiene el 22% de esta área. Los procesos deben ser similares en todo el bosque seco del noroeste (Cuadro 22 y 23).

Cuadro 22. Deforestación en la cuenca chancay-lambayeque
(Período 1961 – 1994)

Causas de la deforestación

Superficie deforestada (ha)

% Deforestado con relación a 1994

Ampliación agrícola

50 326

51,7

Ampliación de pastos

6 308

6,5

Ampliación urbana

781

0,8

Sin uso

18 586

19,1

En proceso de deforestación

21 324

21,9

Sin información

10 401

------

Total

97 326

100,0

Fuente: Plan Maestro de la cuenca Chancay-Lambayeque - Proyecto Algarrobo (1996).

Cuadro 23. Serie histórica de los bosques del noroeste.

Año

Superficie (ha)

Fuente

1975

1 873 411

Mapa Forestal

1976

950 000

Vademécum Forestal

1983

1 100 000

INRENA*

1983

2 500 000

INRENA**

1988

3 031 400

INRENA***

1995

2 778 250

Mapa Forestal

1997

2 100 000

INRENA /Proyecto Algarrobo

Notas : *Estimado antes del evento “El Niño”; ** Estimado después del evento “El Niño”;

*** Estimado después del evento “El Niño”.

Las recomendaciones del Seminario Internacional “Bosque Seco y Desertificación”, reconocen que el bosque seco se reduce entre 7 000 y 14 800 ha anuales. Este bosque sólo puede ser compensado por procesos naturales como el fenómeno “El Niño”, pero bien aprovechado.

Sin considerar las áreas que son deforestadas para ser empleadas en la actividad agropecuaria en secano, se pierden 7 000 ha de bosques al año en Lambayeque y de 14 800 ha/año en Piura. Estas pérdidas de bosques sólo pueden ser compensadas por procesos naturales, como los eventos “El Niño”, los cuales para ser bien aprovechados deben ser adecuadamente administrados. La extracción de “palo santo” compromete anualmente 2 011 ha en Lambayeque y 5 231 ha en Piura, según el Proyecto Algarrobo del INRENA.

Actualmente, una serie de instituciones viene trabajando para el desarrollo de los bosques secos, incluyendo su recuperación. Estas entidades con algunos matices han generado un conocimiento y una estrategia de uso de los recursos de los bosques. Las principales son: Fundación Peruana para la Conservación de la Naturaleza (PRONATURALEZA), Universidad de Piura, Pontificia Universidad Católica del Perú, Universidad Nacional Pedro Ruíz Gallo de Lambayeque, Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), Central Peruana de Servicios (CEPESER), Asociación para la Investigación y el Desarrollo Integral (AIDER), e Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA).

4.2 Área Económica

4.2.1 Industria forestal

La explotación maderera en el Perú es selectiva, es decir, solo de especies con valor comercial. No existe una política de promoción, que acompañada de investigación, permita el desarrollo de especies alternativas, tanto para el mercado doméstico como internacional. Sin embargo, en los últimos 6 años se ha incrementado la participación de nuevas especies en el mercado nacional en productos de valor agregado, especialmente pisos y materiales de construcción, como respuesta a nuevas tendencias por maderas claras.

Según ADEX, el comercio internacional de maderas tropicales está volcando su expectativa hacia la oferta de los países de Sudamérica, como mercados nichos de maderas alternativas a las asiáticas. Este cambio en fuentes de abastecimiento y el enorme potencial maderero del Perú, le permitirá ubicarse ventajosamente a futuro en el comercio mundial de maderas tropicales, el cual supera los 150 000 millones de dólares anuales, de los cuales el Perú solo exporta 80 millones de dólares anuales, vale decir el 0,053%.

Según la FAO, una cuarta parte de la producción mundial de madera se comercializa internacionalmente. El comercio de los productos a base de madera crece más que la producción. Las cifras de las exportaciones representan el 3.1 % del comercio mundial de mercancías.

Los bosques implantados significan apenas el 3% de la superficie total cubierta por árboles. Los países desarrollados concentran el 50% de las importaciones mundiales; están implementando una política forestal de fuerte protección de sus bosques, cortando por debajo de la tasa de crecimiento de los mismos. También los países miembros de la Organización Internacional de la Madera Tropical (ITTO) se han comprometido a ajustar la cosecha de bosques nativos a niveles de rendimientos sustentables. Las perspectivas económicas de los productores forestales apuntan a una creciente demanda y a precios muy firmes y con una tendencia creciente en el futuro.

Según datos estadísticos de la FAO, la producción de productos maderables en el Perú ha tenido un comportamiento ascendente durante los últimos 10 años, pasando de 7 591 300 m3 de madera rolliza en 1991 a 9 573 443 m3 de madera rolliza en el 2001, de 499 000 m3 a 623 000 m3 en el caso de madera aserrada, de 23 300 m3 a 42 000 m3 en el caso de tablas de madera y de 3 300 m3 a 6 000 m3 en el caso de hojas de chapas. La producción de leña para combustible fue de 6 548 000 m3 a 8 646 443 m3 y de carbón vegetal de 412 835 Tn a 478 446 Tn, en el mismo periodo (Ver Cuadro 24).

Se estima que esta producción podría ser mayor en los próximos años teniendo en cuenta que se pondrán en marcha las operaciones forestales en las concesiones forestales otorgadas recientemente en los bosques de producción, las cuales suman hasta la fecha un total de 3 130 671 ha de bosques en los departamentos de Madre de Dios y Ucayali.

Los nuevas industrias a instalar para transformar toda la madera rolliza proveniente de los bosques otorgados en concesión forestal, dependerá de los estudios que se hagan en el Plan de Manejo Forestal de cada una de las áreas otorgadas en concesión.

Cuadro 24. Producción de productos maderables periodo 1990-2001

AÑO

Madera en
Rollo (m3)

Madera
Aserrada (m3)

Tablas de madera (m3)

Leña para combustible (m3)

Hojas de chapas (m3)

Carbón vegetal (Tn)

1990

7,591,300

499,000

27,300

6,548,000

3,300

412,835

1991

7,657,000

477,000

32,800

6,735,000

1,500

421,228

1992

7,822,200

500,000

38,400

6,868,000

1,000

436,868

1993

8,216,200

592,000

55,900

6,836,000

7,300

439,999

1994

9,037,800

649,300

58,500

7,519,000

8,000

434,591

1995

8,026,000

630,000

76,900

6,629,000

2,400

436,496

1996

7,914,000

693,000

82,500

6,512,000

2,000

444,451

1997

8,410,000

482,000

57,000

7,291,000

4,000

446,854

1998

9,157,000

590,000

58,000

7,328,000

1,000

456,237

1999

9,195,000

835,000

38,000

7,625,000

4,000

464,679

2000

8,704,000

623,000

42,000

7,777,000

6,000

473,469

2001

9,573,443

623,000

42,000

8,646,443

6,000

478,446

TOTAL

101,303,943

7,193,300

609,300

86,314,443

46,500

5,346,153

Fuente: FAO, página web

Un total de 195 especies se aprovechan en el Perú. Las 14 más importantes, alcanzan 1'223,645 m³, o sea el 87.3% de la producción nacional, mientras que las 181 especies restantes alcanzan 178,716 m³ (12.7%). El aserrío es la actividad industrial que insume el 84.2% de la producción de madera rolliza. Desde el punto de vista volumétrico de madera en rollo, la producción de Ucayali está conformada por tornillo (19%), lupuna (18.4%), catahua (11.8%), cumala (8%), cedro (7.1%) y caoba (3.6%); la producción de San Martín por tornillo (36.2%), higuerilla (26.7%), caoba (17.6%) e ishpingo (2.4%) y la producción de Junín encabezada también por tornillo (44.64%), roble corriente (18%), eucalipto (16.8%) y cedro (4.6%).

4.2.2 Oferta y demanda de madera para uso industrial y para leña

La demanda de productos forestales seguirá creciendo a medida que crezcan la población y los ingresos mundiales. Las proyecciones más recientes realizadas por la FAO estiman que para 2030, el consumo global de madera en rollo industrial aumentará un 60 por ciento respecto a los niveles actuales, hasta alcanzar del orden de 2 400 millones de m3. También es probable que se produzcan aumentos importantes en el consumo de productos de papel y cartón.

La producción anual de madera en troza en el mundo se ha calculado en 1.52 billones de metros cúbicos (FAO 2001), de los cuales, alrededor de las cuatro quintas partes proviene de los países desarrollados. No hay datos precisos del valor financiero total de la producción de madera en el mundo, pero la comercialización de productos industriales de madera es de alrededor de Dólares 140 billones (FAOSTAT Statistical Database 2001). A pesar del reconocimiento cada vez mayor de otros productos del bosque, la madera continúa siendo el producto económico comercial más importante de la mayoría de los bosques.

La oferta de madera en el Perú ha ido decreciendo en los últimos años como consecuencia principalmente del cierre de algunas industrias de contrachapados y láminas. La producción de madera rolliza alcanzó en el 2001 a 8.38 millones de m3, de los cuales el 87% (7.3 millones de m3) se destina para leña y carbón y el 13% (1.1 millones de m3) para madera en rollo industrial, de la cual 89.28% se destina para madera aserrada y el 21.19% para madera contrachapada.

La demanda actual de productos maderables para construcción asciende a 2 163 254 m3/año, de los cuales 2 021 917 son de madera aserrada, 100 439 de madera para pisos y 40 898 de tableros (paneles y revestimientos). Por su parte la oferta fue en el año 2000 de 758 780 m3, correspondiendo 713 053 m3 a productos de origen nacional y 45 727 m3 a productos importados.

En un futuro cercano, de ponerse en marcha las industrias forestales que se instalarán para el aprovechamiento de la madera rolliza proveniente de las áreas otorgadas en concesión forestal, la oferta y demanda de madera rolliza se incrementará notablemente en el país. Asimismo, en virtud del agotamiento de los bosques en los países asiáticos, sumado al crecimiento constante de la demanda internacional, convierte a la cuenca amazónica – incluido el Perú – en una reserva estratégica de gran importancia para la producción mundial sostenible de productos madereros.

4.2.3 Balanza comercial del sector forestal

De acuerdo a la Superintendencia Nacional de Aduanas (SUNAD) la balanza comercial del sector maderas y sus manufacturas en el Perú, ha tenido sus altas y bajas durante los últimos años. Así, mientras que en los años 1995 y 1996 las importaciones (Dólares EE.UU 22 494 000 y Dólares EE.UU 30 856 000) superaron a las exportaciones (Dólares EE.UU 16 197 000 y Dólares EE.UU 25 984 000), en el año 1997 las exportaciones (Dólares EE.UU 45 316 000) superaron en Dólares EE.UU 7 134 000 a las importaciones (Dólares EE.UU 38 182 000). En 1998, la balanza comercial estuvo prácticamente equilibrada ya que las exportaciones estuvieron en el orden de los Dólares EE.UU 52 982 000 frente a los Dólares EE.UU 53 069 000 de las importaciones.

A partir de 1999 y hasta el año 2002 la balanza comercial fue ampliamente favorable para el Perú, registrándose valores de Dólares EE.UU 71 360 000 (1999), Dólares EE.UU 78 114 000 (2000) USSDólares 86 393 000 (2001) y Dólares EE.UU 113 478 570 (2002) de las exportaciones, frente a los Dólares EE.UU 28 552 000 (1999), Dólares EE.UU 37 920 000 (2000), Dólares EE.UU 35 594 000 (2001) y Dólares EE.UU 34 121 000 (2002) de las importaciones. Es importante recalcar que el valor de las exportaciones prácticamente se sextuplicó en el periodo 1995-2002.

A nivel de productos en el año 2002, la madera aserrada representa el 68.99 % de las exportaciones con un valor de Dólares EE.UU 78 294 229, seguido de muebles de madera y sus partes con Dólares EE.UU 10 414 243 (9.17%), maderas para molduras y parquet con Dólares EE.UU 10 057 728 (8.86%), tableros contrachapados con Dólares EE.UU 7 762 904 (6.76%), manufacturas de madera con Dólares EE.UU 4 799 884 (4.23%) y madera en chapas o láminas con Dólares EE.UU 2 106 551 (1.85%), entre los productos más representativos.

Los principales mercados de destino de las exportaciones de productos de madera en el año 2002 fueron: Estados Unidos con un valor de Dólares EE.UU 69 999 374, México con Dólares EE.UU 24 655 381, Hong Kong con Dólares EE.UU 6 880 974, República Dominicana con Dólares EE.UU 4 311 634, e Italia con Dólares EE.UU 1 732 216, entre los países más representativos.

A nivel de empresas exportadoras, las principales empresas peruanas que exportaron maderas y sus productos en el año 2002 son: Maderera Bozovich S.A.C. con un valor de Dólares EE.UU 30 671 958, Maderera Vulcano S.A.C. con Dólares EE.UU 13 956 868, Procesos Industriales Madereros S.A. con Dólares EE.UU 7 529 578, Exportimo S.A.C. con Dólares EE.UU 6 877 600, Alpi Rosa S.A.C. con Dólares EE.UU 5 001 600, e Industrial Ucayali S.A.C. con Dólares EE.UU 4 557 271, entre las empresas más representativas. Es importante señalar que las tres primeras empresas prácticamente duplicaron el valor de sus exportaciones en relación con el año 2001.

En el rubro de importaciones de maderas, los tableros de partículas o tableros similares de maderas, ocupan el primer lugar en el año 2002 con un valor CIF de 8 895 751 frente a los Dólares EE.UU 7 638 150 registrados en el 2001, seguido de muebles de madera y sus partes con Dólares EE.UU 6 797 830 (Dólares EE.UU 5 804 004 en el 2001), manufacturas de madera con Dólares EE.UU 6 548 372 (Dólares EE.UU 6 332 192 en el 2001) tableros de fibra de madera u otros materiales leñosos con Dólares EE.UU 5 491 501 (Dólares EE.UU 4 398 752 en el 2001) y madera aserrada con Dólares EE.UU 3 075 234 (Dólares EE.UU 2 417 333 en el 2001), entre los productos maderables más representativos.

Los principales mercados de origen de los productos maderables importados en el año 2002 fueron: Chile con un valor de Dólares EE.UU 15 123 106 (Dólares EE.UU 12 658 703 en el 2001), seguido de Ecuador con Dólares EE.UU 5 144 874 (Dólares EE.UU 4643 938 en el 2001), Estados Unidos con Dólares EE.UU 2 614 845 (Dólares EE.UU 3 830 363 en el 2001), Brasil con Dólares EE.UU 1 720 837 (Dólares EE.UU 743 674 en el 2001) y Letonia con Dólares EE.UU 1 076 988, enre los países más representativos.

Las empresas peruanas que más importaron productos de madera en el año 2002 fueron: Madera y Sintéticos del Peru S.A.C. con un valor de Dólares EE.UU 5 546 149 (Dólares EE.UU 4 126 052 en el 2001), Fosforera Peruana S.A.C. con Dólares EE.UU 3 631 904 (Dólares EE.UU 2 889 401 en el 2001), Arauco Perú S.A. con Dólares EE.UU 3 023 447 (Dólares EE.UU 2 271 496 en el 2001), Distribuidora Peruana Novopan S.A.C. con Dólares EE.UU 2 047 548 (Dólares EE.UU 1 585 504 en el 2001) e Interforest S.A.C. con Dólares EE.UU 1 886 828 (2 573 751 en el 2001) entre las empresas más importantes.

4.2.4 Mercados futuros de los productos forestales madereros, no madereros y de servicios

Los países industrializados tendrán que responder ante la aparición de una gama de nuevos productos como resultado de las presiones ambientales y de las nuevas tecnologías de procesamiento, entre ellos numerosos productos fabricados a partir de residuos; los materiales reciclados y la madera de plantación. Emerge asimismo un nuevo, aunque todavía relativamente pequeño, nicho de mercado para productos madereros de los bosques bajo gestión sostenible y para productos forestales "naturales" especiales, no madereros, especialmente los obtenidos de los bosques tropicales. La decreciente disponibilidad de las maderas duras tropicales de buena calidad está orientando los productos hechos con los recursos remanentes hacia sectores de alto valor añadido. Por ejemplo, en los países industrializados, la reparación y renovación de edificios está a menudo asociada con la mejora de su calidad mediante el uso de materiales preciosos, como maderas tropicales para ebanistería, entarimado y mobiliario. Las organizaciones paraestatales que, en los países con planificación centralizada, estaban a cargo de colocar estos productos, han de ser sustituidos por la industria privatizada y sus organizaciones emergentes.

Según un estudio recientemente publicado por la FAO sobre la perspectiva global de los productos forestales, la demanda de todos los productos forestales seguirá aumentando. El siguiente cuadro (Nº 25) muestra en detalle el consumo actual y el proyectado de productos forestales en las regiones desarrolladas y en desarrollo.

Los combustibles leñosos forman una categoría especial de productos forestales, que tiene especial relevancia para los países en desarrollo. Son el principal tipo de producto forestal que se usa en el mundo en desarrollo, y se prevé que seguirán desempeñando un papel importante en el futuro. Tradicionalmente, la leña ha sido recolectada por los usuarios, que adquirían una parte relativamente menor a través de canales comerciales. El suministro de este combustible se hace cada vez más comercial, en la medida que la distancia entre los centros urbanos y las áreas forestales aumenta, lo que impide la recogida directa por los usuarios.

Cuadro 25 Proyección del Consumo de productos forestales por regiones desarrolladas y en desarrollo en el 2020

Tal como ocurre en los países en desarrollo, también en los países en transición aumentará la importancia de los mercados domésticos para productos forestales, en paralelo con el desarrollo global. Si los proveedores domésticos prestan una atención temprana a las nuevas oportunidades emergentes, podrán obtener ventajas particulares.

La conciencia ambiental y las exigencias de los consumidores sobre sus derechos se reforzarán y darán origen a una demanda de consumo de productos certificados, originados por la gestión sostenible de los bosques. Esta situación creará segmentos específicos de productos forestales. La participación de los consumidores en la toma de decisiones en el sector forestal continuará creciendo, y ejercerá su influencia sobre el desarrollo de productos y sobre el modo en que éstos llegan hasta los consumidores.

Los productos forestales no madereros tienen también grandes posibilidades de ingresar al mercado con éxito. Según la FAO, los siguientes factores pueden impulsar el desarrollo de estos productos en el futuro:

• El deterioro de los factores económicos internos y externos que limita las importaciones y determina que se utilicen cada vez más los recursos naturales autóctonos.

• La creciente publicidad sobre los beneficios derivados del aprovechamiento de los PFNM para la economía nacional y comunitaria y para la conservación del medio ambiente.

Las oportunidades de nuevos mercados que ha creado el movimiento verde en los países occidentales y los nuevos mercados étnicos creados por la migración de poblaciones.

La búsqueda cada vez más intensa de nuevos productos bioquímicos para elaborar productos farmacéuticos y para la industria.

4.2.5 Tratados de libre comercio en los que podría involucrarse el país y su efecto en el sector

Durante la última década, el país ha sido testigo de los esfuerzos del sector privado y del gobierno para integrarse a los distintos bloques comerciales del mundo, particularmente, en la formación del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

En ese sentido, es común escuchar que una vez establecido el ALCA, los beneficios más importantes se encontrarían en la eliminación de las restricciones arancelarias y para-arancelarias en todo el continente americano, en especial, para los sectores exportadores de mayor potencial (agroindustria, pesca para consumo humano directo, elaboración de prendas de vestir y productos forestales), mientras que los riegos provendrían de los efectos que tendría el comercio internacional en los mercados domésticos. Dentro de este contexto, los tratados de libre comercio en los que podría involucrarse el país son:

• El ALCA: La idea del ALCA nació en la Primera Cumbre de las Américas de 1994 en Miami. El objetivo es crear una Zona de Libre Comercio del continente americano para el año 2005. El ALCA cubriría 34 países, con una población aproximada de 800 millones de habitantes y un PBI de 10 billones de dólares.

El ALCA es una idea interesante y trabajaría con los diversos acuerdos de integración económica que existen en el continente americano, entre ellos: ALADI, MERCOSUR, CAN, el NAFTA, y los varios acuerdos bilaterales. El ALCA seria la culminación de todos estos acuerdos.

Hay trabajando diversos grupos de negociaciones para hacer realidad el ALCA. Los principales grupos de negociación son: El de acceso a mercados, de agricultura, de inversiones, de compras del sector publico, de derechos de propiedad intelectual, de subsidios, antidumping y derechos compensatorios, de políticas de competencia, y de solución de controversias.

En resumen, el ALCA busca no sólo la eliminación de restricciones arancelarias y para-arancelarias, sino también la liberalización de los regímenes de inversión extranjera. Pero diferentes países tienen diferentes intereses y posiciones que defender. Hay el desigual desarrollo relativo de las economías y de las legislaciones comerciales vigentes. Se espera concluir estas negociaciones el 2005.

• El MERCOSUR: El Mercado Común del Sur está formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Se firmó el acuerdo en marzo de 1991 y entró en funciones en enero de 1995. El MERCOSUR cuenta con una población de 210 millones de habitantes y un producto interno bruto mayor a los 1.1 billones de dólares. Sólo dos países, Brasil y Argentina, constituyen más del 95% de la economía y la población del MERCOSUR. Chile en 1996 y Bolivia en 1997, han firmado acuerdos comerciales especiales que les permitirían ser incorporados plenamente como socios en un futuro cercano.

• El APEC: El Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (Asia Pacific Economic Cooperation) fue creado en 1989. Agrupa a 21 economías de la Cuenca del Pacífico. Éstos comprenden 5 miembros en el continente americano: Canadá, EE.UU., México, Perú y Chile. En el lado asiático están los 16 restantes: Rusia, Japón, China, Corea del Sur, Hong Kong (China), Taiwán (Taipei - China), Singapur, Vietnam, Tailandia, Malasia, Indonesia, Filipinas, Brunei, Nueva Zelandia, Australia, y Papua Nueva Guinea.

• El APEC busca para el año 2020 formar una zona de libre comercio y de inversiones entre sus miembros (el año 2010 para los países industrializados del grupo). EL APEC hasta ahora era un foro de consulta pero desde la reunión en Filipinas en 1996 empieza la elaboración de planes y cronogramas de liberalización de sectores.

• El APEC es diferente a otros grupos de integración económica en varios sentidos: Los acuerdos se toman por consenso y no hay un ente supranacional que obligue a los miembros a hacer cumplir estos acuerdos (esto es, el cumplimiento de los acuerdos es voluntario). Se deja en libertad a sus miembros para poder adoptar y hacer cumplir los acuerdos que se hayan alcanzado, tomando en consideración su nivel de desarrollo económico, de acuerdo a sus intereses. Su objetivo es practicar un "regionalismo abierto", esto es, la liberalización comercial entre sus miembros.

• La CAN: La Comunidad Andina de Naciones, tiene como antecesor al Pacto Andino, el que nace ante el progreso limitado alcanzado por el ALALC. En 1969 a través del Acuerdo de Cartagena se crea el Pacto Andino con la participación de Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú. Venezuela se integró en 1973 y Chile se retiro en 1976. El objetivo perseguido era lograr un desarrollado equilibrado y armónico entre los países miembros, acelerar su crecimiento con la finalidad de mejorar el nivel de vida de los habitantes de la región y formar un mercado común latinoamericano. Sobre la base de estos objetivos se considero la inclusión de un programa de reducción de tarifas, o programa de liberalización, y la creación de una tarifa externa común, además de la ejecución de programas referidos a la industria, desarrollo agropecuario, transporte, etc., y el establecimiento de concesiones especiales para los países miembros más pequeños como Bolivia y Ecuador.

En marzo de 1996, se acuerda crear la Comunidad Andina de Naciones. El Perú en mayo de 1997 anunció que se retiraba de esta Comunidad pero después se retractó y permanece en ella, aunque los intereses del país apuntan más a la integración con el MERCOSUR.

4.3 Área Social

4.3.1 Calidad de vida de las poblaciones locales cerca de los bosques

En el Perú, históricamente, los pueblos cercanos a los bosques han sufrido mucho el impacto de diversas actividades extractivas: desde el aprovechamiento del árbol de la quina y el llamado boom del caucho, hasta la extracción maderera y el cultivo de hoja de coca. Los impactos no han sólo de tipo social sino fundamentalmente de tipo ambiental.

La calidad de vida de las poblaciones asentadas en los bosques amazónicos no ha sido mejorada, debido a la extracción selectiva de estos bosques por parte de pequeños extractores que tenían como objetivo el lucro inmediato, en desmedro de la riqueza del bosque y el poco aprecio por la calidad de vida de las poblaciones cercanas. Por el contrario, en la mayoría de los casos, las poblaciones nativas en estos bosques han sido por muchos años explotadas por los madereros, con la actitud pasiva del Estado, a pesar del reconocimiento a que se les hacía mención en las diferentes normas legales.

En la actualidad, con la obligatoriedad de los planes de manejo forestal para el aprovechamiento de los bosques, se abre un nuevo espacio de posibilidades para la participación y el mejoramiento de la calidad de vida de las poblaciones asentadas cercas a los bosques amazónicos, toda vez que el aspecto social está considerado como parte de los estudios que determinarán el Plan de manejo Forestal, de cada una de las áreas sometidas a aprovechamiento.

En la Costa y en la Sierra, teniendo en cuenta que uno de los objetivos primordiales del aprovechamiento sostenible de los bosques es la mejora de la calidad de vida de los pueblos cercanos a éstos, diversas instituciones han realizado trabajos en forestería con comunidades campesinas, logrando en algunos casos mejorar sus condiciones de vida. Un ejemplo concreto en sierra, es el trabajo realizado en comunidades de la región Cajamarca por la Asociación Civil para la Investigación y Desarrollo Forestal (ADEFOR) desde hace más de dos décadas. El trabajo de esta institución ha permitido establecer cerca de 20 mil hectáreas de plantaciones de diferentes especies de pino y ciprés, en terrenos en los que antes sólo existían pastos y terrenos poco productivos. Un total de 14 comunidades campesinas, con una población de 60 mil personas se han beneficiado con una oferta de trabajo aproximada de 140 mil puestos directos en labores de siembra, recolección y cosecha. Además, estas comunidades han logrado mejorar considerablemente su calidad de vida, pues ahora cuentan con árboles que les permiten obtener buenos ingresos económicos, así como obtener ingresos por otros servicios del bosque como turismo, ganadería, piscicultura, entre otros. De otro lado, la presencia del bosque les ha permitido obtener leña de fácil acceso y buena calidad para cocinar, que antes les era imposible de contar.

En la región de la costa, el trabajo realizado por instituciones como la Asociación para la Investigación y el Desarrollo Integral (AIDER) y el INRENA han permitido que la comunidad campesina José Ignacio Távara Pasapera, ubicada en el departamento de Piura, perciba beneficios económicos y ambientales mediante el manejo y uso sostenible de sus bosques secos. Además de contribuir con la conservación de estos bosques, los campesinos se han beneficiado con el manejo de su ganadería caprina así como con la venta de productos no maderables, como algarroba y miel de abeja, los mismos que se están constituyendo, en algunos casos, como el principal ingreso económico de las familias.

4.3.2 Trabajadores forestales

A diferencia de otros sectores industriales, las industrias forestales son una fuente importante de empleo, particularmente si se incluyen los puestos de trabajo que generan las actividades de esparcimiento, los productos forestales no madereros y el sector informal en pequeña escala. Las industrias forestales aportan ingresos valiosos a las poblaciones locales, en un momento en que la mecanización y la intensificación del aprovechamiento de la tierra están reduciendo el empleo agrícola. Por otra parte, algunas actividades forestales son complementarias de las labores de la agricultura, ya que se realizan en los momentos de menor intensidad de las faenas agrícolas, y algunas técnicas agrícolas son fácilmente transferibles a las actividades forestales y a la elaboración de la madera

Según la Organización Internacional de Trabajo, el empleo asalariado mundial en el sector silvícola asciende a unos 3 millones de trabajadores; aproximadamente 1 millón de ellos se hallan en países industrializados. Los trabajos de subsistencia no remunerados, que consisten principalmente en la recolección de leña, representan probablemente el equivalente del trabajo a tiempo completo de unos 14 millones de personas, el 90% de las cuales viven en países en desarrollo. Rara vez las mujeres llegan a representar a más del 10% del total de trabajadores asalariados; pero predominan en empleos de subsistencia en muchos países en desarrollo. En la mayoría de los países industrializados, la población activa en la silvicultura se ha reducido a raíz de la rápida mecanización, mientras que aumentará probablemente en varios países en desarrollo gracias a una explotación forestal más intensiva y a la plantación de árboles. Por otra parte, es probable que los empleos de subsistencia disminuyan progresivamente conforme se vaya sustituyendo la leña por otras fuentes de energía.

En el Perú, desafortunadamente, no existe información confiable acerca de las estadísticas del empleo asalariado en la actividad forestal, ni menos de aquellos que trabajan por cuenta propia o en forma de subsistencia. La idea en general es que en materia de trabajadores forestales todo está por hacer, especialmente en el campo de la extracción forestal y la industria, ya que a nivel de la silvicultura es posible contar con cierto personal calificado. En los bosques amazónicos, la demanda aparente de trabajadores forestales capacitados es grande, a fin de superar los problemas que se presentan en la extracción (ineficiencia y mal uso de los equipos y herramientas) y en la industria forestal (gran desperdicio de materia prima). Esta demanda de personal calificado tendrá que estar acorde con el cambio de mentalidad de los empresarios, quienes deberán estar dispuestos a ofrecer un salario mejor remunerado de los que se pagan actualmente, especialmente en el caso de los trabajos de extracción forestal.

A nivel de profesionales forestales, el trabajo de María Manta, docente de la UNALM, permite concluir, entre otros, lo siguiente:

• El número de profesionales forestales a fines de 1999 fue de 1 241, de los cuales el 78.3% son hombres y el 21.4% son mujeres.

• El 82.3% de profesionales trabaja en el sector público, 4% en el sector privado y el nivel de desempleados fue de 13%.

• Las áreas donde trabajan los profesionales forestales está relacionada con la silvicultura comunitaria (44.5%), la educación forestal (27.3%), mientras que 4.8% se dedica a la investigación forestal. Sólo el 1.8% de los profesionales trabaja en la industria forestal.

4.3.3 Uso Social de los Bosques en el Futuro

Los recursos de la biodiversidad tienen una serie de valores de acuerdo a los productos y servicios que ofrece a las generaciones presentes y futuras. La mayoría de éstos son usados por poblaciones locales e indígenas para su subsistencia o son intercambiados en mercados locales, nacionales o internacionales.

El mercado ha asignado un valor económico a algunos productos, por ejemplo, a las frutas, madera y productos forestales no maderables y al ecoturismo. Sin embargo, existen muchos de los productos y servicios de la biodiversidad que no poseen un valor directo de mercado, y su importancia económica depende que las sociedades lo reconozcan.

Se han desarrollado, desde distintos ámbitos, la conciencia y la necesidad de resguardar aspectos vinculados a la calidad de vida. Sin embargo, aún no está del todo claro qué implica este concepto y qué es lo que se quiere expresar con él.

En una primera aproximación podemos definirlo como sinónimo de progreso, de mejoramiento en alguna o algunas de las condiciones de la existencia del hombre. Su medición implica aspectos subjetivos y objetivos que deberán relacionarse armónicamente si se quiere alcanzar metas realizables, sensatas y viables.

Buscando precisar sus alcances podemos señalar que es un propósito hacia el cual debemos encauzar toda actividad política, económica, institucional, social y cultural; es una meta que nos propone el desafío de construir una sociedad que brinde a todos sus integrantes las mejores condiciones (deseables y posibles) para la plena realización individual y social, tanto en el terreno espiritual como en el material. Vincula factores objetivos y subjetivos relacionados con el proyecto personal de vida de cada uno de nosotros, su objetivo es configurar un nivel suficiente para llevar una vida social, cultural y económicamente digna, una vida verdaderamente humana: lo que depende de las particulares circunstancias socio-culturales que definen a la comunidad y de las aspiraciones, deseos y propuestas de sus integrantes.

En tal sentido, la necesaria transformación productiva debe incorporar la dimensión ambiental y geográfico-espacial del desarrollo buscando que aquella, no sólo se refleje en mayor bienestar de la sociedad, sino también, en bienes y servicios que mejoren el conocimiento, manejo y protección del patrimonio natural y cultural.

Es cierto que conviven distintos enfoques sobre como incluir la dimensión ambiental en las estrategias de desarrollo, visiones que entran en conflicto en función de las dimensiones de la realidad que privilegian, pero podemos afirmar que esta relación funcional es viable si se refuerza la complementariedad entre político-económico y político-social, controlando el impacto distributivo de la primera y, la eficiencia y la contribución al desarrollo de la segunda.

4.3.4 Seguridad alimentaria

Las relaciones que las poblaciones tienen con los bosques están determinadas por múltiples usos. Entre los más básicos está el uso de los productos del bosque para fines alimentarios. En países en desarrollo como Bolivia y Perú, un porcentaje importante de la población que vive en los bosques depende en gran medida de los productos que siembra, recolecta, caza o pastorea. Por otra parte, el manejo agroforestal en tierras altas contribuye notablemente a la producción de alimentos. El proceso de comercialización de productos forestales puede poner en peligro la seguridad alimentaria de las poblaciones locales.

En el Perú, los principales productos alimenticios provenientes del bosque son:

• Algarrobo: El bosque seco de la costa norte del Perú es el hábitat natural de esta especie (1 378 500 ha). La especie esta actualmente en veda pero existe una gran presión social sobre la misma, lo que genera con mucha frecuencia tala ilegal para producir leña y carbón. El sobre pastoreo es otro de los problemas serios para la conservación y el manejo de esta especie. El fruto del árbol, denominado algarroba, es utilizado como alimento por las poblaciones locales; con éste elaboran café de algarroba, mazamorra, refresco, entre otros. La producción se estima en 2’067,750 ton de fruto (1.5 ton/ha). El 60 % lo consume el ganado in situ, el 20 % se comercializa en agroindustria para producir algarrobina y los establos para alimento de ganado y el 20 % restante se pierde. Además, el algarrobo es una importante especie melífera en la zona. Esta especie es una excelente alternativa para promover el desarrollo rural integral en las comunidades campesinas de la costa mediante la formación de macizos boscosos para apoyar el desarrollo de la ganadería, la agroindustria, la apicultura y la producción de leña.

• Castaña/ Nuez del Brasil: La castaña se desarrolla naturalmente en el departamento de Madre de Dios, frontera con Brasil, y Bolivia en áreas con precipitaciones de 1,700 a 2,500 mm anuales y altitud de aproximadamente 180-350 msnm.. Se estima que en este departamento cerca de 500,000 hectáreas de bosques cuentan con esta especie. Su tala esta vedada. La producción promedio es de 41.5 Kgs por árbol, pero en ciertos años esta puede llegar hasta 132 Kgs, ya que su producción es cíclica, es decir que un año puede tener alta producción y bajar en el siguiente. La recolección de la castaña se realiza en la época de lluvias, entre los meses de diciembre y abril de cada año, período durante el cual la familia completa (hombres, mujeres y niños) se dedican a esta tarea. Históricamente el principal exportador mundial de castaña es Brasil, seguido de Bolivia y luego otros países como Perú y Paraguay.

• Palmito: El Huasaí y el Pijuayo son palmeras silvestres cuya yema terminal es utilizada para producir el palmito. En el Perú se encuentran a lo largo y ancho del bosque tropical amazónico. El fruto de pijuayo es consumido en altas cantidades por los pobladores locales y forma parte de su dieta diaria. La extracción con fines industriales se realiza únicamente en el departamento de Loreto (Iquitos) donde funcionan dos fabricas de procesamiento para atender las necesidades del mercado interno y el de exportación. En los demás departamentos de la selva (Ucayali, San Martín, Huánuco, Madre de Dios) la extracción se hace exclusivamente par el consumo local en forma directa y fresca, conociéndose en este caso, bajo la denominación de chonta. La extracción del palmito es en la actualidad depredatoria. Se realiza sin controlar los aspectos de regeneración de la especie y tampoco se aplican técnicas de manejo que garanticen la permanencia de la especie y su relación con los otros componentes del bosque. En consecuencia, de persistir este método podría ocasionar la extinción de la especie en perjuicio de las poblaciones que utilizan sus frutos como fuente de proteínas, su yema terminal como alimento directo; de los animales que se alimentan de los frutos y de las interacciones con los otros factores del medio ambiente.

• Aguaje: Los aguajales son concentraciones homogéneas de palma de aguaje en las tierras bajas inundables de la amazonía peruana. Se calcula según INRENA (1999) que la superficie total de aguajales es de 5.6 millones de hectáreas. Este ecosistema tiene gran importancia en el sostenimiento de la fauna silvestre y es utilizado ampliamente por las comunidades nativas y campesinas locales. Del genero Mauritia se reportan en Perú varias especies siendo las más importantes aquellas que alcanzan los 30 metros de altura y un diámetro de 30 a 60 cm, que producen hasta 152 kg. de frutos por palma (470 frutos por racimo / 7racimos por palma). Tiene un alto poder de regeneración (20,000 por ha) y el número de palmas adultas se sitúa en aproximadamente 275 por hectárea. El aguaje no es por el momento un PFNM comercializado en el ámbito nacional e internacional, pero su importancia es tal, que no solo garantiza el sustento de un importante segmento de la población amazónica sino también sirve como sustento y albergue de una importante fauna silvestre.

• Venado: Mamífero que vive en los bosques primarios y secundarios de tierra firme, ingresando muchas veces a las quebradas y orilla de los ríos, así como a las chacras y purmas. Se encuentran hasta los 2,000 msnm en los departamentos de Loreto, Ucayali, Madre de Díos, San Martín, Pasco, Junin, Huánuco, Cuzco y Puno. Este es uno de los venados más comúnmente cazados para subsistencia y con la finalidad de comercializar su cuero.

• Sajino: Es un artiodáctilo de piel muy apreciada para la exportación. Su carne fresca o seca tiene gran aceptación en los mercados locales y es consumida por pobladores locales. Vive en parejas formando grupos pequeños, que no sobrepasan los 15 o 20 ejemplares. Su tamaño es como el de un cerdo mediano.

Mercados locales para productos del bosque

Las oportunidades de mercado están surgiendo en el mundo como una nueva tendencia hacia la liberación económica y la descentralización gubernamental, dando a las comunidades locales una mayor participación en el manejo de sus productos forestales. Por lo tanto, estas comunidades tienen mayor oportunidad de beneficiarse con sus recursos al mismo tiempo que adquieren mayores incentivos para manejar y conservar sus recursos.

Sin embargo, el aumento en la demanda de productos forestales puede ocasionar el aprovechamiento irracional y la explotación económica de los pobladores locales, trayendo esto pobreza y degradación de los recursos. Por este motivo es importante que un producto forestal no sea solo viable económicamente sino también social y ambientalmente.

La expansión de la urbanización (como consecuencia de la migración urbana) es un factor muy importante que amplia los mercados locales, principalmente de productos forestales no madereros, puesto que crea un nuevo tipo de consumidor, quien a diferencia de los habitantes rurales, tiene que comprar para su subsistencia en lugar de recolectar. Los mercados urbanos periféricos no solo abastecen a los consumidores, sino que también son una importante fuente de empleo para los comerciantes interesados.

Los mercados locales juegan un papel muy importante ante las unidades familiares que dependen del bosque, porque sirven como medio para que estas realizen una parte considerable de sus ingresos monetarios. Los productos forestales no madereros (PFNM) son en muchos casos los de mayor importancia a nivel de comunidades locales. En vista de la variedad de PFNM, que fluctúa desde frutas y alimentos hasta productos químicos aromáticos y fito-farmacéuticos, los mercados para estos productos muestran la correspondiente variabilidad: el trueque en la economía de subsistencia, los mercados locales de los pueblos, los mercados de las grandes ciudades (nacional) y los mercados internacionales. Algunos productos cubren la demanda global (p. ej. nueces comestibles, resina) y otros llegan a nichos específicos (tipos especiales de miel, productos químicos aromáticos). Algunos productos no madereros no se comercializan, sino que son recolectados y consumidos en el mismo lugar.

Un caso de un PFNM importante por su consumo difundido en toda la amazonía peruana, es el del aguaje. Si nos guiáramos por las estadísticas oficiales, la producción de este fruto seria irrisoria y muy localizada, pero la producción y el consumo reales son muy amplios. El fruto es de gran aceptación entre la población regional y su potencial como sabor nuevo en mercados internacionales es muy bueno, tanto en la forma de fruto como para bebidas, helados y otras presentaciones. Se puede conseguir casi todo el año, existiendo más de 5 000 000 ha de aguajales naturales. En zonas rurales hay mucho consumo directo, pero también se cosecha para la comercialización, siendo los principales mercados los centros urbanos de la región. El consumo de aguaje en algunas localidades Iquitos es alrededor de 20 t/día. No existe una sola empresa, privada o pública, dedicada en forma permanente y estable a la cosecha del aguaje. Todo es cosechado por pobladores rurales, con gran esfuerzo (debido a que el aguaje crece principalmente en zonas pantanosas, alejadas, situación reforzada por el agotamiento del recurso cercano, por la cosecha destructiva de que es objeto).

En las ciudades, el aguaje es un fruto relativamente caro, vendido a S/. 0,1 la unidad, que pesa en promedio 60 gr (en un kilo pueden haber normalmente 16 ó 17 aguajes). Esto significa que los comerciantes, que comúnmente son de dos niveles (mayoristas y minoristas) incrementan los precios 6 ó 7 veces en relación al precio que le pagan al recolector, dándoles solamente un procesamiento simple de maduración a los frutos.

La causa estriba en que los comerciantes mayoristas de aguaje son pocos, el fruto es perecible y los productores son pobres y necesitados de dinero; una vez que el productor ha cosechado el fruto, como dijimos con gran esfuerzo, se ve obligado a venderlo aunque sea a precios bajos, para no perderlo todo. A veces le compran su producto puesto en chacra y otras él mismo lo lleva al mercado, pagando el flete a sus costas. En este último caso su desventaja es mayor.

Los compradores de aguaje son los expendedores del jugo denominado "aguajina", los fabricantes de helados y el poblador amazónico en general. El rendimiento del fruto en pulpa es bajo en relación a su peso total, pero su sabor hace que se le considere un alimento muy especial y preferido. La comercialización de otros frutos de la Amazonia sigue un patrón parecido al del aguaje, con algunas variantes, especialmente en lo referente a la estacionalidad del abastecimiento.

Otro caso que puede presentarse es el de los PFNM que se utilizan con fines medicinales, tales como la uña de gato, la sangre de grado, y la quina o cascarilla, entre otros. Existen tres canales principales para la comercialización de estos productos, con algunas variantes: uno se inicia con el contacto que establecen los comerciantes o laboratorios de Lima con algún comerciante de la amazonía, al cual le hacen pedidos de volúmenes relativamente grandes a determinados precios; este último contacta luego con los productores rurales para que lo abastezcan con el producto requerido. Otro canal es directo entre un productor de la amazonía y el laboratorio de Lima; el productor cosecha y transporta por cuenta propia hasta Lima los especímenes (en volúmenes pequeños), donde los vende a precios establecidos por los laboratorios, los cuales, naturalmente, los calculan en función de su máxima rentabilidad.

En ambos casos, el productor rural asume los mayores esfuerzos y riesgos, recibiendo a cambio retribuciones bajas (por ejemplo, la uña de gato se paga en Lima a S/. 9 por kilo). En la industria de la química farmacéutica es tal vez donde más notoria sea la diferencia entre los precios de las materias primas y los precios de los productos transformados.

Un tercer canal de comercialización de estos productos se presenta en las propias ciudades amazónicas, en sus mercados minoristas. Allí pueden encontrarse siempre buen número de puestos de vendedores de productos medicinales tradicionales, ya sea en forma de especímenes vegetales o animales, para preparar, o en forma de extractos o preparados embotellados y listos para el consumo. La calidad puede ser dudosa y los precios son relativamente altos (por ejemplo, un litro de sangre de grado se vende a S/. 50 y un litro de ajé a S/. 30). Sin embargo, el público los compra. Se conoce de comerciantes ambulatorios de productos medicinales tradicionales cuya situación económica es holgada.

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