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Capítulo 5. USO DE FERTILIZANTES POR CULTIVO Y REGIÓN


Las regiones de producción agrícola pueden dividirse en:

1. Pampeana, que comprende doce sub regiones. Los cultivos de grano se producen principalmente en esta región (Cuadro 7).

2. Las regiones económicas:

CUADRO 7
Área sembrada, proporción fertilizada y dosis promedio, 2002/03

Cultivo

Area
(miles de ha)

Fertilizado
(%)

N

P2 O5
(kg/ha)

K2O

R. Pampeana






Trigo

6 175

88

40

26

0

Maiz

3 057

85

28

19

0

Soja

12 219

30

2

6

0

Girasol

2 290

29

10

7

0

Otros

2 006

38

4

3

0

Subtotal

23 747





Regiones economicas

Cana de azucar

204

65

80

2

0

Tabaco

65

95

93

74

117

Frutales deciduos

157

70

103

31

42

Vina

200

75

47

14

14

Citrus

148

70

116

36

55

Cultivos horticolas

246

90

72

43

23

Yerba mate y te

245

5

3

1

2

Algodon

176

15

5

0

0

Arroz (NEA)

85

90

36

19

20

Subtotal

1 526





Pasturas

Cereales invierno

2 006

38

11

8

0

Pasturas nuevas

1 290

38

2

9

0

Subtotal

3 296





TOTAL

28 569





CUADRO 8
Consumo de Fertilizantes, 2002/03 ('000 toneladas)

Cultivo

N

P2 O5

K2 O

Total

Porcentual

R. Pampeana






Trigo

247

163

0

410

46

Maiz

87

58

0

145

16

Soja

30

73

0

102

11

Girasol

23

16

0

39

4

Otros

8

5

0

14

2

Subtotal

395

315

0

710

78

Regiones economicas

Cana azucar

16

0,4


16

2

Tabaco

6

5

8

19

2

Frutales deciduos

16

5

7

28

3

Vina

9

3

3

15

2

Citrus

17

5

8

30

3

Cultivos horticolas

18

11

6

35

4

Yerba mate y te1


0,2

0,4

2


Algodon

1


0

1

0

Arroz (NEA)

3

2

2

7

1

Subtotal

87

32

34

153

16

Pasturas

Cereales invierno

22

17

0

39

4

Pasturas nuevas

3

11

0

14

2

Subtotal

25

28

0

53

6

TOTAL

507

375

34

916

100

Las especies producidas en estas áreas son cultivos industriales; frutales incluidos viña, y hortícolas.

El consumo de fertilizantes se muestra en el Cuadro 8.

Argentina es actualmente el tercer exportador mundial de soja y de maíz y el cuarto exportador más grande de trigo.

Mientras que casi el 90 por ciento de los productores ahora fertilizan sus trigos, en 1993 solo el 28 por ciento realizaba la práctica. Setenta y dos por ciento de los productores de maíz fertilizan actualmente sus lotes, un aumento de seis veces la proporción desde 1993.

FIGURA 8
Fertilización de los principales cultivos en la región Pampeana

Región pampeana

Los principales avances en el decenio de 1990 fueron el aumento en el uso de fertilizantes y la siembra directa (Figura 8). Desde la introducción de la siembra directa, la urea y el DAP han sido los fertilizantes más utilizados (Cuadro 9). Más recientemente, con el reconocimiento del impacto del azufre en los rendimientos, aumentó la aplicación de mezclas conteniendo sulfato de amonio o de potasio y magnesio. Los ensayos de campo no han demostrado aún respuesta al potasio en la región.

CUADRO 9
Región Pampeana. Dosis promedio de aplicación de urea, DAP y mezclas

Cultivo

Producto

Dosis (kg producto /ha)

Trigo

Urea

90


DAP

73


Mezclas

74

Maíz

Urea

89


DAP

75


Mezclas

95

Pasturas

Urea

64


DAP

61


Mezclas

106

Girasol

Urea

50


DAP

44


Mezclas

63

Soja

DAP

60


Mezclas

44

Los fertilizantes fosfatados o las mezclas de éstos con fertilizantes azufrados se aplican generalmente a la siembra, en bandas o líneas de siembra, con la maquinaria apropiada. Los fertilizantes nitrogenados se aplican de diversas maneras según el cultivo y la región. En el caso de la urea, cerca del 45 por ciento en el trigo y del 28 por ciento en el maíz, se aplica a la siembra, el resto se aplica en cobertura al voleo en los estados vegetativos tempranos.

Los cultivos de sorgo y de maní normalmente no son fertilizados, ni tampoco lo son los de lino, centeno o canola en orden descendente de área sembrada.

El área regada dedicada a la producción de cereales es muy pequeña, y principalmente se refiere al maíz. En estas áreas, las dosis de fertilizantes nitrogenados pueden ser cerca del 30 por ciento superiores a las usadas en áreas de secano.

Cereales

El trigo fue el primer cultivo en que los productores observaron las ventajas de la fertilización, resultando en la mayor concentración de la información disponible en fertilización en este cultivo. El maíz fue el siguiente cultivo en adoptar la fertilización. Debido a que el trigo y el maíz se cultivan en la mayor parte de la región Pampeana, otros cultivos en la rotación comenzaron a ser fertilizados. Las pasturas, en especial las gramíneas anuales, fueron el tercer cultivo que mostró avances en la adopción de la fertilización. Más tarde, los cultivos oleaginosos, particularmente girasol y soja, fueron fertilizados en mayor proporción. La respuesta de estas especies a los fertilizantes es menos evidente que en los cereales, principalmente en el caso de la soja.

Hoy los cereales, principalmente trigo y maíz, explican casi el 60 por ciento del consumo nacional de fertilizantes. Si se incluyen los cultivos oleaginosos y las pasturas la proporción llega al 80 por ciento(Cuadro 10).

CUADRO 10
Porcentaje de productores que adoptaron la fertilización en los diferentes cultivos Pampeanos


1995 al 1997

1999 al 2001


Porcentajes promedio

Trigo

64

78

Maíz

55

75

Pasturas

21

61

Soja

6

18

Girasol

n.a.

31

Hay grandes variaciones en la adopción de la fertilización entre regiones. Los suelos de la región Pampeana no son uniformes; y además algunas especies se cultivan en áreas donde el agua es el principal factor limitante.

Las respuestas a las aplicaciones de nitrógeno en trigo han sido intensamente estudiadas y varían entre 10 y 20 kg de trigo por kg de N aplicado según las condiciones de humedad del suelo y de nitrógeno disponible del suelo, así también como del fósforo aplicado y nativo disponible. A las dosis generalmente usadas, entre 50 y 70 kg/ha de N, las respuestas esperables son entre 500 y 1 400 kg/ha de trigo. En maíz, el cultivo más estudiado después del trigo, los ensayos indican respuestas entre 12 y 30 kg de grano por kg de N aplicado. Las respuestas dependen de muchas más variables que el nivel de dicho nutriente en el suelo, en particular de la disponibilidad de agua, del potencial genético y la densidad de siembra. Para las dosis generalmente usadas entre 70 a 80 kg/ha de N aplicados como urea, se pueden esperar aumentos de producción entre 800 y 2 500 kg/ha de maíz. Las dosis asociadas a las máximas respuestas en girasol son mucho menores, cercanas a 40 kg/ha N. Dosis más altas, hasta 80 kg/ha de N, solo dan respuestas en algunos años. Los aumentos observados en rendimiento con la dosis de 40 kg/ha, en una red de 93 ensayos fueron del 12 por ciento en promedio, con una eficiencia media de 4 kg de grano por kg de N (Díaz Zorita, 2003).

Las respuestas al fósforo dependen del nivel del fosfato del suelo. En el caso del trigo (Figura 9), para la región del sudeste de Buenos Aires, la relación es 70 kg de trigo por ppm de disminución del P disponible en el suelo (Berardo, 1994). Estas relaciones no son muy diferentes de las experimentadas enelnortede laregión Pampeana, donde la dosis óptima económica para trigo, para una relación de precios P2O5/trigo de ocho, varía según la ecuación P2O=-11 +286/ppm P (Senigagliesi et al., 1983). En el caso del maíz, la respuesta posible varía entre 12 y 20 kg por kg de P2O5 aplicado (Darwich, 1991). Para la soja, según los resultados de una red de 50 ensayos en la región Pampeana norte, la respuesta aumenta en 50 kg/ha para cada ppm de P debajo de un óptimo de 16 ppm; por encima del cual no hay respuesta. Por lo tanto, se puede esperar una respuesta cercana a 200 kg/ha en suelos con 12 ppm de P (INTA, 2002).

FIGURA 9
Respuesta* del trigo en relación con el análisis de suelo, SE Buenos Aires

Fuente: Berdardo, 1994.
*Respuesta a la aplicación de 100 kg/ha de fosfato diamónico.

Las respuestas al azufre en el norte de la región Pampeana son frecuentes, pero raras en el sur, debido a un mayor contenido de materia orgánica en los suelos. Se ha intentado obtener correlación con los niveles de azufre disponible a la siembra pero los resultados han sido erráticos y de difícil predicción. No obstante cada vez más se aplican mezclas físicas conteniendo fertilizantes con azufre. En general la respuesta a las dosis medias, entre 5 y 20 kg/ha S como sulfato son del orden de 200 a 500 kg/ha para el trigo y la soja, y entre 400 a 700 kg/ha para el maíz.

Regiones económicas

Los cultivos industriales y hortofrutícolas producidos en las regiones extra pampeanas se realizan con frecuencia en suelos con bajos contenidos de nutrientes y materia orgánica, a diferencia de los suelos Pampeanos, y por lo tanto necesitan ser fertilizados para mantener producciones económicas. Enestas regiones los fertilizantes comenzaron a usarse mucho antes que en la región Pampeana (Cuadro 11).

Las áreas sembradas de algunos de estos cultivos sufren grandes variaciones entre años. El área con algodón y el arroz que se exportan principalmente a Brasil y dependen de la demanda de este país, cayó significativamente luego de la devaluación del Real. Mientras que en 1997, se sembraron un millón de ha de algodón, el área es hoy algo superior a 50 000 ha. El área con arroz bajó de manera parecida, desde 290 000 ha a 126 000 ha entre 1998 y 2001. La caña de azúcar continúa siendo en gran medida la actividad agrícola más importante en el NOA, pero su predominio está disminuyendo. Un área substancial de caña de azúcar en Tucumán fue substituida por la exitosa introducción de limoneros. Durante la armonización de las tasas aduaneras al definirse las políticas del MERCOSUR, el azúcar fue protegido para no favorecer la importación desde el Brasil. La competitividad del tabaco y su posibilidad de exportarlo fueron afectadas por la elevada tasa de cambio hasta 2001, ya que no podía competir en el mercado internacional con una eficiencia como la del Brasil, y el área sembrada cayo desde 50 000 ha en 1997 a alrededor de 30 000 ha.

CUADRO 11
Regiones no Pampeanas: consumo de fertilizantes, 2002/03 (miles de toneladas de productos)

Cultivo

Urea y otros fertilizantes de N

DAP y otros fertilizantes de P

Potasa y otros fertilizantes

Cereales

20 440

10 364

3 226

Oleaginosas

740

12 231

236

Cultivos industriales

43 719

11 255

20 375

Frutales

60 056

18 114

40 814

Cultivos horticolas

12 793

9 763

12 353

Total

137 749

61 726

77 003

Cultivos industriales

El tabaco, la caña de azúcar y el algodón dependen cada vez más del sector industrial, que controlan la producción con precios y políticas de adquisición de acuerdo a sus necesidades. En el caso del tabaco, los compradores son dos compañías multinacionales del tabaco y cooperativas. El número de los ingenios azucareros hadisminuido, así como ha aumentado su producción propia de caña de azúcar, transformándose en grandes compradores oligopólicos.

Tabaco

Desde el punto de vista del negocio de fertilizantes, el principal mercado del tabaco está en el norte Argentino, y a su vez es el principal rubro en esa región. Casi todos los agroquímicos necesarios para el cultivo son provistos por las cooperativas o las grandes compañías tabacaleras; éstas a su vez son las que recuperan los pagos de estos créditos. Existe un esquema de la estabilización del precio administrado por el Estado a través del Fondo Especial del Tabaco (FET). La Secretaria de Agricultura tiene la autoridad de aplicación del FET y el poder de fijar el precio de las distintas variedades de tabaco, así como la responsabilidad de transferir el 80 por ciento del impuesto recaudado por el consumo de cigarrillos a las provincias para poder pagar a los productores. Como con otros cultivos, la competitividad de la producción del tabaco fue afectada por un alto cambio durante la época de la convertibilidad, cuando el Peso estaba fijado al dólar.

Los fertilizantes aplicados al tabaco son generalmente mezclas y productos específicos. El cultivo requiere altas dosis de fertilización, entre 500 y 800 kg/ha, con fertilizantes potásicos libres de cloruro y una gran proporción de nitrógeno como nitrato.

Algodón

En el NEA: Chaco, Formosa y el norte de Santa Fe, muy pocos productores fertilizan algodón, principalmente porque los suelos son ricos en fósforo y potasio, aunque no en nitrógeno. Los productores algodoneros de Corrientes son tradicionalmente de bajo nivel tecnológico y en general no fertilizan. Las variedades tradicionales adaptadas a la cosecha manual no son muy respondedoras a la fertilización, aunque hay evidencias que indican repuestas económicas a dosis moderadas de nitrógeno. Sin embargo, las nuevas variedades, especialmente las transgénicas, responden a la fertilización. Existe un creciente aumento de la adopción de la cosecha mecánica y de siembra con variedades adaptadas a esta operación.

En el NOA existen algunas áreas de algodón bajo riego que se fertilizan. Al igual que en el NEA, el algodón cultivado en áreas no regadas se fertiliza en escasa extensión.

Caña de azúcar

El área plantada con caña de azúcar en el NOA fue uno de los mercados pioneros de fertilizantes, junto con los cítricos en el litoral. Los ingenios, donde se procesa la caña de azúcar para fabricar azúcar son el único comprador y coordinan varias actividades comerciales, incluyendo la provisión de agroinsumos. Existen diferencias entre las plantaciones muy grandes, con fuerte poder de negociación y con una gran extensión bajo cultivo de caña de azúcar, y las fábricas más pequeñas donde la provisión de caña de azúcar depende de una gran cantidad de pequeños o medianos productores.

Los ensayos en los años 1970 no demostraron respuestas al fósforo o al potasio. Sin embargo, los resultados publicados en los últimos cinco años han demostrado que existen muchos suelos deficientes en fosfato y algunos inclusive en potasio.

Frutales

La rentabilidad de la fertilización de frutales es muy variable según la especie en consideración, del grado de competencia, del precio y del grado de coordinación con el sector agro-industrial. Las fluctuaciones de la tasa de cambio de los últimos años afectaron la producción de frutales, según si éstos se destinan a la exportación o para el mercado interno. La fertilización también varía considerablemente entre regiones.

Las principales áreas de cultivo de frutales están en la región de Cuyo (Mendoza, San Juan y la Roja). La producción de frutas es también muy importante en el AltoValle (Río Negro y Neuquén). En ambas áreas la producción de frutales es coordinada por la agroindustria y los exportadores.

En el área de cítricos de Tucumán, solo se riegan 8 000 ha, un 70 por ciento por microaspersión, un 20 por ciento por goteo y un 10 por ciento con aspersión subarbórea. El fertirriego no es común. Las mezclas físicas de fertilizantes se aplican normalmente en los primeros años desde la plantación, luego solo se aplica urea. El uso del fertirriego es mucho más frecuente en Salta. El invierno es la principal estación de crecimiento para las naranjas, que normalmente es seco justificándose así el fertirriego.

La fertilización en el NEA se ha descuidado en los últimos años por razones económicas. Los suelos arenosos son a menudo deficientes en macro y micronutrientes. El riego es bastante menos común que en el NOA.

Los cultivos de banano normalmente se fertilizan con cloruro de potasio y urea en dosis de 500 a 600 kg/ha. El área de cultivo de banano en Tucumán ha aumentado substancialmente, con un alto nivel tecnológico que incluye el fertirriego.

La Argentina se ubica en el séptimo lugar en el mundo en producción de vinos. La fertilización de las vides varía según si el cultivo se destina a la producción de vinos de mesa, de vinos finos o uvas de mesa. Normalmente en el caso de la producción para vinos finos, la cantidad se sacrifica en interés de obtener calidad. En la región de viña para vinos finos de Mendoza, se usa riego por goteo en alrededor del 15 por ciento del área cultivada y se fertilizan con dosis de 300 kg/ha con productos específicos. En San Juan se riegan por goteo cerca del 40 por ciento del área total. Sin embargo, a pesar del aumento substancial del fertirriego en los últimos años, la mayoría de la fertilización se realiza por métodos tradicionales. La fertilización tradicional implica 150 a 250 kg/ha de urea y 100 kg/ha DAP, MAP o TSP. Una práctica tradicional en sistemas de riego por acequia es aplicar 20 t/ha del abono de corral de cabra o de aves para mejorar la estructura del suelo.

Yerba mate

En años recientes ha habido una caída substancial en la producción de yerba mate y menos del tres por ciento del área se fertiliza.

En años recientes hubo una notable recuperación de la producción de té, con reactivación de viejas plantaciones. Sin embargo, solo se fertiliza un área reducida pero hay un gran mercado potencial para este cultivo.

Arroz

En el país, todo el arroz se cultiva con riego por inundación. En Corrientes se aplican mezclas y fertilizantes compuestos NPK, ya que los suelos tienen importantes deficiencias de fósforo y de potasio. Se recomienda la aplicación de urea antes de la inundación permanente pero pocos productores están organizados para realizar esta operación eficientemente y muchos aplican urea en cobertura antes de la floración, momento en que es solo posible hacerlo con avión. En general esto da lugar a bajos rendimientos y a grandes pérdidas por volatilización. En Entre Ríos, se aplican dosis normalmente más moderadas de urea, a menudo por avión.

Porotos (frijoles)

Es un cultivo tradicional del NOA, aunque en años recientes se ha substituido significativamente por la soja. Es una producción de bajo costo, que raramente se fertiliza. A pesar de ser una leguminosa, responde al nitrógeno ya que generalmente los rizobios son ineficientes. Se observan con frecuencia deficiencias de micronutrientes y a veces se aplican fertilizantes foliares.

Cultivos hortícolas

Las especies hortícolas se fertilizan en general en su totalidad, con frecuencia utilizando altas dosis de fertilizantes, muchas veces 700 kg/ha o más, además de estiércoles o abonos de origen animal. En algunas regiones el sistema de cultivo es bajo túneles del polietileno o invernáculos, con riego por goteo y fertirriego. El área plantada con las patatas(papas)en Tucumán ha aumentado a partir de 6 000 a 10 000 ha. Las patatas son también muy importantes en el Sudeste de la región Pampeana, adonde el uso de fertilizantes oscila entre unos 300 kg/ha de DAP y 100 kg/ha de urea.


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