�FRICA: En el �frica oriental, las intensas lluvias e inundaciones han causado p�rdidas de vidas humanas y destruido cultivos e infraestructuras en algunos pa�ses, pero las perspectivas para las cosechas actuales han mejorado. En el �frica austral (excluido Sud�frica), se estima que las necesidades de importaci�n de cereales en 2005/06 superan en alrededor de un 30 por ciento las del a�o pasado debido a las cosechas considerablemente reducidas de Malawi, Zambia y Zimbabwe. Por otro lado, Sud�frica tendr�a m�s que suficientes excedentes exportables de ma�z para satisfacer las necesidades de importaci�n de la subregi�n. En el �frica occidental, la situaci�n alimentaria ha ido empeorando en los pa�ses del Sahel afectados por las langostas del desierto y la sequ�a, principalmente Mal�, Mauritania y el N�ger. Para evitar que la situaci�n siga empeorando se necesitan urgentemente fondos y ayuda alimentaria.
ASIA/CERCANO ORIENTE: Casi cinco meses despu�s del tsunami, y mientras contin�an las actividades de recuperaci�n y reconstrucci�n, la mayor parte de las personas desplazadas depende todav�a de la ayuda alimentaria. En la RPD de Corea, millones de personas vulnerables dejar�n de recibir ayuda alimentaria dentro de poco, a menos que llegaran cuantiosos donativos de alimentos. En Mongolia, la situaci�n del suministro de alimentos sigue siendo inestable debido a otro crudo invierno experimentado tras la sequ�a del �ltimo verano. En otras partes de Asia, la sequ�a ha afectado gravemente a los cultivos en algunos pa�ses, especialmente Tailandia, Viet Nam, Camboya, China, y Laos. En los pa�ses de la CEI asi�tica y en Afganist�n, las perspectivas apuntan a otra buena cosecha para este a�o, debida principalmente a unas condiciones atmosf�ricas favorables.
AM�RICA LATINA Y EL CARIBE: No obstante la estaci�n de las lluvias que comenz� recientemente, Cuba y Hait� han quedado gravemente afectados por un per�odo seco prolongado, lo que hace prever una merma de la producci�n de los principales cultivos alimentarios b�sicos. En Am�rica Central, se contin�a proporcionando ayuda alimentaria a las comunidades vulnerables en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, debido principalmente a los desastres sufridos anteriormente. En Brasil, la sequ�a ha afectado a la cosecha de ma�z, especialmente en los principales estados productores del sur. En el Ecuador, las lluvias fuertes ca�das al final de abril afectaron a la cosecha del arroz de invierno de 2005 a punto de recogerse.
EUROPA: En la UE se pronostica una disminuci�n de la producci�n de cereales en 2005, tras la abundante cosecha del a�o pasado, lo que se explica por la reducci�n de la superficie y unos rendimientos menores con respecto a los altos niveles del a�o pasado. Sin embargo, mientras en la mayor�a de los pa�ses miembros los rendimientos y las producciones siguen estando algo por encima del nivel medio, en Espa�a y Portugal las perspectivas son malas a causa de una sequ�a persistente. Pese a unas condiciones generalmente favorables, tambi�n se prev� una merma de la producci�n en los pa�ses balc�nicos, en los que los rendimientos tampoco alcanzar�an los niveles excepcionalmente buenos del a�o pasado. En la CEI europea, la plantaci�n de los cereales de primavera se retras� debido a las condiciones desfavorables del tiempo, y la destrucci�n invernal fue reducida gracias al espesor superior a la media de la nieve ca�da que sirvi� de cubierta de protecci�n.
AM�RICA DEL NORTE: Las perspectivas siguen siendo generalmente favorables para los cultivos de trigo que se encuentran en diferentes fases de crecimiento en toda la regi�n. En los Estados Unidos, se pronostica que la producci�n de trigo decrecer� marginalmente, y tambi�n deber�a disminuir la de los cereales secundarios al haberse normalizado los rendimientos tras los niveles m�ximos alcanzados el a�o pasado. En Canad�, acaba de plantarse la mayor parte de los cultivos de cereales de 2005, previ�ndose una producci�n superior a la media, aunque no tan buena como la de 2004.
OCEAN�A: En Australia se prev� una producci�n de cereales inferior a la media en 2005 a causa de una sequ�a persistente en las partes orientales del pa�s durante el per�odo que deber�a haber sido el principal para la siembra.