El pronóstico relativo a la producción mundial de trigo en 2005 se ha rebajado algo desde el informe anterior a 612 millones de toneladas, aproximadamente un 2,5 por ciento menos que la producción récord de 2004, pero todavía por encima de la media de los últimos cinco años. La revisión se debe principalmente a los efectos negativos del tiempo seco imperante durante la siembra en Australia y el desarrollo de los cultivos en Marruecos y España, así como a los rendimientos menores de lo previsto en China y la India, que compensan con creces los ajustes al alza registrados en los Estados Unidos y los países de América del Sur. A escala regional, se prevé un aumento de la producción de trigo de este año en Asia, debido al buen tiempo y a las políticas gubernamentales de apoyo, y en América Central, pero una disminución en todas las otras regiones.

En el Lejano Oriente asiático, la recolección de la cosecha de trigo de invierno de 2005 está muy avanzada en China (Continental), con perspectivas generalmente buenas gracias al tiempo favorable imperante durante la campaña en las principales zonas productoras. En China la producción se pronostica provisionalmente en 91,7 millones de toneladas, ligeramente por encima del volumen del año pasado y en torno a la media de los últimos cinco años. Un aumento apreciable de la superficie sembrada, gracias al alza de los precios y a las subvenciones del gobierno para semillas, compensará sobradamente alguna disminución de los rendimientos con respecto a los niveles sin precedentes del año pasado. En la India, la cosecha de 2005 está prácticamente terminada. Se estima que la producción, del orden de los 73 millones de toneladas, será menor de lo previsto a causa de las lluvias y los granizos caídos imprevistamente durante el período de floración en febrero y marzo. Aún así, la producción supera en 1 millón de toneladas a la del año anterior. En el Pakistán, se espera una cosecha de trigo sin precedentes de cerca de 21,5 millones de toneladas. El aumento se debe a una mejora de los incentivos ofrecidos a los productores a través de un aumento de los precios mínimos de apoyo del gobierno, a unas condiciones climáticas favorables y a una suficiente disponibilidad de fertilizantes y préstamos.

En la subregión de la CEI asiática, el trigo de primavera se ha plantado en más de 11 millones de hectáreas, aproximadamente 2 millones de hectáreas más que el año pasado. Los factores principales que han contribuido al aumento de las superficies plantadas han sido los siguientes: unas condiciones atmosféricas favorables, el mejoramiento de la humedad del suelo y el aumento del nivel de agua de los dos ríos principales, el Syr y el Amu Darya, que alimentan los sistemas de riego a gran escala de la región, gracias a las nevadas superiores a la media recibidas durante el invierno. La producción total de trigo de la región (de invierno y primavera) será, según pronósticos provisionales, del orden de los 23 millones de toneladas, aproximadamente un 6 por ciento más que el año pasado. Kazajstán representa alrededor del 50 por ciento de la producción total de trigo de la región.

En el Cercano Oriente asiático, algunas zonas ya han comenzado a recoger las cosechas de trigo de 2005. En Afganistán, se prevé una buena cosecha gracias a unas precipitaciones superiores a la media caídas durante el invierno y la primavera; y en la República Islámica del Irán, una producción de trigo sin precedentes, debida al apoyo continuo del gobierno al sector en consonancia con su política de autosuficiencia en trigo. En Turquía, sin embargo, las perspectivas han empeorado en vista de la sequía que persiste en las zonas centrales y sudorientales del país, en las que varios meses sin lluvias importantes han hecho que las reservas de humedad del suelo fueran insuficientes para el desarrollo de los cultivos. Los pronósticos provisionales indican una merma de al menos 1 millón de toneladas con respecto a la producción del año pasado.

En el África del Norte, se ha recogido la cosecha de trigo de invierno de 2005. Los pronósticos iniciales apuntan a una producción muy reducida en Marruecos, como consecuencia principalmente de la disminución de la la superficie plantada y de los bajos rendimientos, causados por una racha seca que desde marzo hasta mayo afectó gravemente a los cultivos en las principales zonas productoras. En otras partes de la subregión las perspectivas son más favorables a pesar de las temperaturas frías registradas en algunas partes durante la primavera. Se prevén producciones superiores a la media en Argelia, Egipto y Túnez. La producción total de trigo de la subregión en 2005 se pronostica provisionalmente en alrededor de 14,9 millones de toneladas, aproximadamente un 15 por ciento menos que el volumen récord del año pasado, pero todavía por encima de la media de los últimos cinco años.

En África oriental, la recolección de la cosecha de trigo de 2005 ha terminado últimamente en el Sudán. Las estimaciones provisionales indican una producción de 377 000 toneladas, alrededor de un 20 por ciento menos que la cosecha del año anterior. En otras partes de la región recién se están plantando las cosechas principales de 2005. En Etiopía, el mayor productor de la subregión, unas lluvias benéficas caídas en abril y mayo han mejorado las perspectivas para la siembra de las cosechas de la temporada principal. Sin embargo, se pronostica provisionalmente que la producción disminuirá con respecto al nivel excepcionalmente alto del año pasado.

En el África austral, la siembra del trigo de invierno de 2005 ha comenzado a partir de mayo. En Sudáfrica, que representa alrededor del 90 por ciento de la producción de la subregión, las intenciones de siembra de los agricultores apuntan a una disminución del 6 por ciento de la superficie en comparación con el año pasado. Ello se debe a los precios internos relativamente bajos y a los niveles de humedad del suelo reducidos tras la temporada principal de verano que fue más seca de lo habitual. Sin embargo, suponiendo condiciones atmosféricas normales durante el resto de la campaña, los rendimientos deberían recuperarse con respecto al nivel bajo del año pasado y la producción podría aumentar con respecto a la mala cosecha obtenida en 2004. La producción total de trigo de 2004 de la subregión se pronostica provisionalmente cercana a los 2,2 millones de toneladas, superior a la de 2004 pero todavía inferior a la media de los últimos cinco años.

En América Central y el Caribe, la recolección de la cosecha principal de trigo de regadío de 2005 está muy avanzada en México, prácticamente el único productor de la subregión. Los pronósticos más recientes apuntan a una producción de 3 millones de toneladas, volumen situado en torno a la media, lo que representa una recuperación respecto del nivel reducido de los dos últimos años. El aumento de la producción se debe principalmente a un incremento del 17 por ciento de la superficie plantada.

En América del Sur, ha comenzado la siembra de la cosecha de trigo de 2005. Los pronósticos provisionales apuntan a una ligera disminución de la producción con respecto al buen nivel de 2004 debido a una reducción de la superficie plantada. En Argentina, las perspectivas para la siembra son inciertas como consecuencia del aumento de los costos de producción y una insuficiente humedad del suelo en algunas partes. Los pronósticos oficiales iniciales indican una disminución de la superficie plantada. Las plantaciones – y la producción – deberían de disminuir en Brasil y en Chile, donde los precios internos son bajos. En cambio, en Uruguay, la superficie sembrada con trigo podría aumentar como consecuencia de la reducción de las tierras cultivadas con cebada.

En América del Norte, a principios de junio las perspectivas seguían siendo generalmente favorables para las cosechas de trigo que se encuentran en diferentes fases de crecimiento a lo largo de la región. En los Estados Unidos, se terminó de sembrar el trigo de primavera en una superficie que se estima superior en un 4 por ciento a la del año pasado y los informes indican una situación general de los cultivos entre regular y buena. Ya ha comenzado la recolección del trigo de invierno en los estados del sur, mientras más al norte están madurando. La producción del trigo de invierno se pronostica en alrededor de 42 millones de toneladas, un 5 por ciento más que el año pasado, ya que debería aumentar la superficie cultivada al ser mucho menor el abandono de tierras y se prevén, además, rendimientos mayores. Las perspectivas para la producción de trigo de primavera son todavía inciertas, pero, suponiendo rendimientos conformes a la tendencia y una relación media entre la superficie plantada y la superficie cosechada, como la registrada últimamente, la producción de este año podría disminuir algo con respecto a 2004 a pesar del aumento de la superficie plantada. La producción total de trigo del país en 2005 se pronostica en 58,2 millones de toneladas, volumen marginalmente superior al de 2004. En Canadá, las condiciones para la siembra de trigo durante la presente primavera han sido generalmente favorables. Se estima que la superficie plantada es ligeramente menor, pero al preverse un menor abandono de tierras durante este año, podría variar poco la superficie final cosechada. Sin embargo, la disminución de los rendimientos podría dar lugar a una disminución de la producción, pronosticada actualmente en 23,5 millones de toneladas, un 9 por ciento menos que en 2004.

En Europa, las perspectivas para las cosechas de trigo de 2005 en la región son mayormente favorables, excepto en Portugal y el sur de España donde persiste la sequía. La producción de la Unión Europea se pronostica en 125 millones de toneladas, alrededor de un 9 por ciento menos que el volumen sin precedentes del año pasado, debido a una disminución prevista en los rendimientos tras los niveles excepcionalmente altos alcanzados el año pasado. Sin embargo, fuera de España y Portugal, se pronostica que en la mayoría de los países los rendimientos y las producciones seguirán siendo superiores a la media quinquenal. En la subregión balcánica, los informes más recientes continúan apuntando a otra buena cosecha. La producción en Rumania puede ser hasta un 3 por ciento superior a la del año pasado situándose en 8 millones de toneladas, ya que aumentó la superficie plantada y las condiciones de crecimiento se han mantenido favorables en lo que va de la campaña. En los países de la CEI europea (Federación de Rusia, Ucrania, Belarús y Moldova), la siembra del trigo de primavera está un poco retrasada en la Federación de Rusia y Belarús debido a las malas condiciones atmosféricas, mientras que en Ucrania y Moldova está terminada. Las intensas lluvias y el tiempo frío registrados a principios de la primavera impidieron a la Federación de Rusia y Belarús, y en cierta medida a Ucrania, aprovechar totalmente la humedad del suelo altamente favorable como consecuencia de las intensas nevadas registradas durante el último invierno. La superficie total plantada con trigo de primavera se estima ahora en alrededor de 13 millones de hectáreas, cerca de 3 millones de hectáreas menos que el año pasado. La producción total de trigo en la subregión se pronostica en aproximadamente 63 millones de toneladas, alrededor de 1,4 millones de toneladas menos que en 2004. Una gran parte de la disminución registrada en la superficie y la producción del trigo de primavera se debe a la Federación de Rusia.

En Australia, las perspectivas para la cosecha de trigo de 2005 son malas en los estados orientales a causa de una sequía persistente durante lo que debería haber sido el período de siembra principal. Aunque el trigo de invierno todavía puede sembrarse hasta finales de junio, y según los pronósticos de principios de mes había una mayor probabilidad de que llegaran todavía lluvias importantes para la siembra, es seguro que la superficie sembrada en los estados productores del este será considerablemente menor que el año pasado y no tan buenas las perspectivas de los rendimientos a causa de las limitadas reservas de humedad del suelo para el crecimiento de los cultivos durante la campaña. En cambio, en Australia occidental, que normalmente representa alrededor del 30 por ciento de la producción, las perspectivas son en general muy favorables, debido a unas lluvias oportunas para la siembra y unas precipitaciones satisfactorias para los cultivos en desarrollo. En base a las buenas perspectivas que existen en el oeste del país y a las renovadas esperanzas suscitadas a principios de junio de que algunas precipitaciones podrían llegar a tiempo para la siembra en el este, la FAO pronostica la producción de trigo del país en 18 millones de toneladas, superior al pronóstico oficial de principios de junio (basado en las condiciones de mayo y suponiendo que la sequía continuaría durante el resto de 2005) pero inferior en alrededor del 12 por ciento a la producción del año anterior.

El primer pronóstico de la FAO relativo al comercio^1/ de trigo en 2005/06 (julio/junio) se cifra en 103,5 millones de toneladas, 3,4 millones de toneladas menos que el volumen de 2004/05, revisado al alza desde abril para reflejar la fuerte demanda registrada en la segunda mitad de la campaña. La mayor parte de la disminución prevista para este año deriva de la reducción prevista en las compras de trigo de China, que compensará con creces los posibles aumentos de las importaciones de Brasil y de algunos países de Europa y del África septentrional. Aunque, según los pronósticos, la producción mundial de trigo disminuirá en 2005, la reducción no debería dar lugar a un aumento del volumen de las importaciones, porque en algunos de los países en los que se prevé una merma de la producción las existencias remanentes son suficientes para compensar la disminución de las cosechas.

Según las previsiones, en todas las regiones de Asia las importaciones totales de trigo disminuirán de manera muy sensible. En China (Continental) disminuirán de forma pronunciada, en 2,5 millones de toneladas, a 5 millones de toneladas. Aunque se supone que la producción de trigo de China se mantendrá cercana al nivel del año anterior, es más probable que el ligero aumento previsto en la utilización interna total se satisfaga recurriendo a las reservas que aumentando las compras en los mercados mundiales. Es posible que Afganistán y Pakistán, dos países importadores habituales, importen mucho menos trigo en la presente campaña a causa de un mejoramiento de las perspectivas para su producción. Es improbable que las importaciones de la mayoría de los otros países de Asia cambien mucho con respecto a 2004/05.

Se considera que aumentarán las importaciones de trigo de África, pero es probable que la mayor parte del aumento previsto se concentre en África septentrional donde la producción debería de disminuir después de dos años de cosechas superiores a la media. En Marruecos, donde existe la probabilidad de que una sequía prolongada reduzca en forma pronunciada la producción de este año, las importaciones podrían aumentar en 800 000 toneladas a 3 millones de toneladas, el volumen mayor alcanzado desde 2000/01. Según los pronósticos, las importaciones de la mayor parte de los países de África subsahariana se mantendrán sin modificaciones o aumentarán sólo ligeramente, salvo en Etiopía, donde una creciente demanda y la disminución de los suministros internos podrían impulsar las importaciones en la presente campaña.

Según las previsiones, las importaciones de América Latina serán semejantes a las de 2004/05, ya que una pequeña disminución de las entregas a México podría compensar el aumento de las compras del Brasil. Se pronostica que las importaciones totales de trigo de Europa disminuirán en 2005/06, ya que las importaciones de la UE descenderán en 600 000 toneladas a 6 millones de toneladas. Según los pronósticos, la abundancia de remanentes, sobre todo existencias de intervención, compensará los déficits de producción registrados este año en las regiones de la UE afectadas por la sequía, tales como España y Portugal. También se pronostican menores importaciones para Rumania donde, según las previsiones, una cosecha excelente dará lugar a un aumento de las existencias y de las exportaciones.

Con respecto a las exportaciones, las perspectivas de la nueva campaña parecen menos favorables para la mayoría de los exportadores, en vista de la probable disminución de las importaciones comerciales. De los cinco principales exportadores de trigo, se prevé que los envíos de los Estados Unidos serán los que más disminuyan, en 2,5 millones de toneladas. También se prevé una disminución de las ventas de Argentina y Australia pero un aumento de las exportaciones de Canadá y la UE, con la probabilidad de que ambas comiencen la nueva campaña con existencias remanentes abundantes. En cuanto a los otros exportadores, es probable que las perspectivas de una buena cosecha impulsen las exportaciones de Rumania y de algunos países de la CEI, especialmente Kazajstán.

El primer pronóstico de la FAO relativo a la utilización de trigo en 2005/06, situado en 618 millones de toneladas, es semejante a la utilización estimada para la campaña en curso, es decir ligeramente inferior a la tendencia decenal. El lento crecimiento previsto actualmente para la nueva campaña concierne principalmente a los piensos y otros usos distintos del consumo humano, que deberían contraerse después de haber aumentado de forma pronunciada en 2004/05. Con todo, es probable que el trigo destinado para el consumo humano directo continúe creciendo casi al ritmo de la población, dando lugar a ingestas per cápita más bien estables, que a escala mundial se pronostican en torno a los 68 kg, igual que en 2004/05.

Las existencias mundiales de trigo para las campañas agrícolas que terminan en 2006 se pronostican actualmente en 160 millones de toneladas, 8 millones de toneladas menos que sus niveles de apertura revisados. El pronóstico relativo a las existencias de trigo para las campañas agrícolas que terminan en 2005 se han revisado al alza en 4 millones de toneladas a cerca de 168 millones de toneladas, para recoger los ajustes realizados en algunos países de Asia así como en la UE, donde una menor utilización interna y una revisión ligeramente al alza de la producción darían lugar a un aumento de los remanentes con respecto a lo que se había estimado anteriormente. La pequeña disminución prevista en las existencias al cierre de las campañas de 2006 se debería principalmente a ulteriores reducciones de las existencias de China y la India que compensarán sobradamente el incremento relativamente grande de las existencias de los Estados Unidos donde, a pesar de una pequeña disminución prevista en la producción de trigo, las existencias podrían aumentar en vista de la disminución de las exportaciones prevista para 2005/06. También podrían aumentar las existencias en la UE donde, pese a una disminución prevista en la producción, los suministros totales parecen superar todavía el uso interno y las exportaciones previstos. En general, se prevé que las existencias totales de trigo de los principales exportadores se acerquen a los 50 millones de toneladas, lo que representa cerca de un 31 por ciento del total mundial y un volumen ligeramente superior al de este año.

Los precios internacionales del trigo se mantuvieron muy por debajo de los niveles del año anterior por séptimo mes consecutivo, presionados por la abundancia de los suministros exportables. En mayo, el trigo No. 2 de los Estados Unidos (rojo duro de invierno, f.o.b.) alcanzó un promedio de 151 dólares EE.UU. por tonelada, 6 dólares EE.UU. menos por tonelada desde marzo y 16 dólares EE.UU. menos por tonelada que en el mes correspondiente mes del año pasado. Los precios argentinos también se mantuvieron por debajo del nivel del año anterior aunque subieron en las últimas semanas cuando los compromisos de exportación comenzaron a acercarse al volumen total de las disponibilidades. En la UE, los copiosos suministros de cosechas anteriores y los problemas de almacenamiento indujeron a un aumento de las exportaciones subvencionadas. Hasta principios de junio, en el Chicago Board of Trade (CBOT) los contratos de futuros para septiembre sobre el trigo rojo blando de invierno cotizaban a 121 dólares EE.UU. por tonelada, 16 dólares EE.UU. menos por tonelada que el año anterior. Dado que las cosechas comenzarán dentro de poco en la mayoría de los países productores de trigo del hemisferio norte, los factores estacionales y las condiciones atmosféricas de las próximas semanas empezarán a hacerse sentir en los precios. Sin embargo, en vista de una demanda mundial generalmente más débil y de la abundancia de las existencias remanentes, es probable que los precios del trigo sigan estando bajo una presión a la baja también durante la nueva campaña comercial. La reciente devaluación del euro frente al dólar estadounidense debería de sostener las ventas de trigo de la UE y aumentar también la presión a la baja sobre los precios.

Cuadro 4. Produccíon de cereales secundarios (millones de toneladas)

Habiéndose terminado la siembra de los cereales secundarios de 2005 en los principales países productores, el pronóstico relativo a la producción mundial se ha revisado al alza en 23,8 millones de toneladas desde abril a aproximadamente 969 millones de toneladas. El aumento se debe principalmente a unas condiciones muy favorables para la siembra en los Estados Unidos, el mayor productor mundial, que compensa con creces las revisiones a la baja en otros países, principalmente Brasil. Según los pronósticos actuales, la producción mundial es un 5 por ciento inferior al volumen sin precedentes del año pasado pero superior a la media. Se prevé que la producción disminuirá en América del Norte y Europa, a causa de los rendimientos menores previstos tras los niveles muy altos alcanzados en 2004, y en Oceanía debido al tiempo seco imperante en Australia. En otras regiones, es improbable que la producción cambie mucho respecto al año pasado, excepto en América Central donde se prevé un aumento considerable.

En el Lejano Oriente asiático, se ha terminado de sembrar la cosecha de cereales secundarios de 2005 (principalmente maíz) en las principales regiones productoras de China, y la superficie se estima ligeramente superior a la del año anterior debido a una continuación de las políticas de apoyo del gobierno. Sin embargo, a pesar del aumento de la superficie, la producción puede disminuir ligeramente ya que los rendimientos deberían ser menores que los niveles excepcionalmente buenos del año pasado, en que las condiciones de crecimiento eran casi perfectas. En la India, si las precipitaciones fueran normales durante la temporada Kharif, se supone que la producción de los cereales secundarios aumentará en 1 millón de toneladas, gracias a un incremento de la superficie plantada y de los rendimientos en respuesta a la fuerte demanda de piensos, al alza de los precios del maíz y a una mayor utilización de semillas híbridas. En Filipinas, a pesar de la reducción de la producción del primer trimestre de 2005 debido a la sequía y a los tifones que tuvieron lugar en la última parte de 2004, el país sigue esperando una buena producción total de maíz del orden de los 5,5 millones de toneladas, siempre que las condiciones atmosféricas sean normales durante el resto del año.

En los países de la CEI asiática se han sembrado cereales secundarios de primavera (principalmente cebada y maíz) en alrededor de 2,5 millones de hectáreas, superficie ligeramente superior a la del año pasado. La producción total de cereales secundarios (de invierno y primavera) se pronostica provisionalmente en 4,6 millones de toneladas, alrededor de un 7 por ciento más que el año pasado, incluidos 2,6 millones de toneladas de cebada y 1,5 millones de toneladas de maíz. Kazajstán produce cerca del 60 por ciento del total de cereales secundarios de la subregión.

En África del Norte, la recolección de las cosechas de cereales secundarios, principalmente cebada y maíz, comenzará a partir de junio. Se pronostica que la producción total disminuirá de forma pronunciada con respecto al nivel del año pasado. En Egipto, el mayor productor de la subregión, se espera una producción de maíz de 6,6 millones de toneladas, semejante a la del año pasado situada en torno a la media. Pero en otras partes la producción debería disminuir sensiblemente con respecto a 2004 debido a la sequía, especialmente en Marruecos, el país más afectado.

En África occidental, la estación de las lluvias comenzó en mayo en el sur de los países del Sahel, permitiendo la preparación de la tierra y la siembra de los cereales secundarios. Las langostas del desierto siguen siendo una amenaza grave en la subregión, aunque la FAO no prevé una invasión en gran escala este año. En los países costeros del Golfo de Guinea, las primeras lluvias se recibieron en marzo en las partes meridionales, lo que permitió la siembra de la primera cosecha de maíz. En el norte, están despuntando los cereales secundarios plantados recientemente. La producción agrícola debería de aumentar ulteriormente en Sierra Leona y Liberia gracias a una situación de seguridad mejorada. Según pronósticos provisionales, la producción total de cereales secundarios de 2005 de la subregión superará ligeramente el del buen nivel de 2004.

En África Central, la estación de las lluvias comenzó a tiempo en el sur del Camerún, permitiendo la preparación de la tierra y la siembra de la primera cosecha de maíz de 2005, que se recogerá a partir de julio. Sin embargo, se han detectado enjambres de langostas del desierto en el extremo norte, que suscitan preocupaciones acerca de las perspectivas para los importantes cultivos alimentarios de esa parte del país.

En África oriental, ha comenzado en algunos países la siembra de los cereales secundarios de la temporada principal de 2005, mientras en otros están madurando y aproximándose a la recolección. Las perspectivas iniciales son variadas. En Etiopía, las perspectivas para las cosechas secundarias y las siembras de la temporada principal han mejorado gracias a unas lluvias abundantes recibidas en los dos últimos meses. En Kenya, unas lluvias buenas recibidas últimamente mejoraron también las perspectivas para las cosechas de la temporada principal de “lluvias largas”. En Uganda y Tanzanía, las perspectivas para los cereales secundarios de la temporada principal de 2005 son generalmente favorables a pesar de una sequía localizada. En Somalia, las perspectivas para las cosechas de la temporada principal en las importantes zonas productoras son desfavorables debido a unas lluvias inferiores a lo normal, a pesar de las grandes inundaciones registradas en las zonas ganaderas del norte y en las zonas ribereñas del sur. En Sudán y Eritrea, se prevé que la siembra de las cosechas de la temporada principal de 2005 comience hacia finales de junio.

En África austral, ha terminado la recolección de las cosechas de los cereales secundarios de 2005. Las estimaciones más recientes de la producción indican un total subregional de aproximadamente 18,6 millones de toneladas, casi un 10 por ciento más que la media de los últimos cinco años, debido a un régimen de precipitaciones favorable, particularmente en las zonas septentrionales de la subregión y en el triángulo del maíz de Sudáfrica. Sudáfrica, el mayor productor de la región está esperando una cosecha extraordinaria de 11,8 millones de toneladas de maíz, que se traducirá en un gran volumen de excedentes exportables durante la campaña comercial 2005/06 (mayo/abril). Sin embargo, en otros países de la subregión los resultados son variados. Una serie de misiones conjuntas PMA/FAO de evaluación de cultivos y suministros de alimentos enviadas a los países de África austral estimó que en Zambia y Malawi la producción de maíz, el principal alimento básico, se vio muy menguada en 2005 por las rachas secas registradas durante el período vegetativo. Las producciones se estimaron en 28 y 26 por ciento respectivamente por debajo de los niveles del año pasado. En cambio, en Mozambique se obtuvo otra buena cosecha de maíz, aunque inferior a la del año pasado, pese a la disminución de la cosecha recogida en las partes meridionales. En Lesotho y Swazilandia, la producción de maíz se recuperó de los niveles afectados por la sequía de la temporada anterior, pero sigue siendo inferior a la media. En Zimbabwe, las estimaciones provisionales indican una merma de la producción de maíz respecto al nivel ya bajo del año pasado, debido a la sequía y a la escasez de insumos.

En América Central y el Caribe, se ha comenzado a sembrar la cosecha principal de 2005. Las perspectivas iniciales son favorables gracias a unas condiciones atmosféricas satisfactorias hasta ahora en la mayoría de los países de la subregión. Según pronósticos provisionales, la producción total aumentará con respecto al buen nivel de 2004. Ello se debe principalmente a otra buena cosecha en México, donde se prevé un aumento de la superficie plantada, y a una recuperación de la cosecha afectada por la sequía del año pasado en otros países de la subregión.

En América del Sur, la recolección de los cereales secundarios de 2005 está muy avanzada. El pronóstico de la FAO relativo a la producción total se ha revisado a la baja a aproximadamente 73 millones de toneladas, algo por debajo del buen nivel del año pasado. En Brasil, el mayor productor de la subregión, la recolección de la cosecha de la temporada principal ha comenzado en las partes meridionales, mientras que la cosecha secundaria está a punto de recogerse en los estados centrales y septentrionales. El pronóstico oficial más reciente relativo a la producción total de maíz de 2005 se ha rebajado a 36,2 millones de toneladas, volumen inferior a la media e inferior en un 13 por ciento al del año pasado. Ello se debe principalmente a unos rendimientos menores de lo previsto para la cosecha de la segunda temporada como consecuencia de un retraso en la siembra a causa del tiempo seco. En cambio, en la Argentina, donde está casi terminada la recolección, las estimaciones de la producción de maíz se han aumentado a un volumen sin precedentes de 19,5 millones de toneladas como consecuencia de unas lluvias favorables, sobre todo para los cultivos tardíos. El pronóstico para la producción de sorgo también se ha aumentado, y se prevé que la producción total de cereales secundarios de 2005 aumentará en un 28 por ciento a aproximadamente 24 millones de toneladas. En Chile, también se prevé una producción sin precedentes de maíz debido al aumento de la superficie plantada, como respuesta al alza de los precios durante la siembra, y de los rendimientos. Sin embargo, la producción de avena se pronostica en un nivel bajo debido a una reducción de la superficie plantada.

En América del Norte, la mayor parte de la cosecha principal de cereales secundarios de los Estados Unidos se sembró a finales de mayo, un poco antes de lo normal tras un período de siembra muy favorable. Sin embargo, a pesar del buen comienzo de la campaña y de las informaciones iniciales acerca de que la superficie cultivada este año se mantendrá prácticamente sin modificaciones, se pronostica que la producción de cereales secundarios disminuirá algo a causa de los rendimientos menores previstos después de los niveles muy elevados alcanzados en 2004, aunque todavía podrían ser superiores a la media de los últimos cinco años. Para mayo, la producción total de cereales secundarios se pronosticaba en 296,6 millones de toneladas, alrededor de un 3 por ciento menos que el año anterior, de los cuales corresponderían 279 millones de toneladas al maíz. El período de siembra también ha sido favorable en Canadá donde se pronostica una producción de cereales secundarios prácticamente igual a la de 26,5 millones de toneladas del año pasado.

En Europa, se pronostica que la producción total de cereales secundarios de 2005 acusará una disminución apreciable del 12 por ciento respecto de la excelente cosecha del año pasado. En la Unión Europea las condiciones para las cosechas son mayormente favorables, excepto en España y Portugal, países afectados por la sequía. Según los pronósticos, la superficie sembrada con cereales secundarios para la cosecha de 2005 descenderá por debajo de la media de los últimos cinco años, mientras los rendimientos volverían a situarse en torno a la media después de los niveles máximos alcanzados en 2004. En España, la reducción de la superficie y unos rendimientos inferiores a la media podrían traducirse en la cosecha más exigua desde la grave sequía de 2001. En los países balcánicos, las perspectivas para la cosecha de cereales secundarios de Rumania son buenas gracias a un tiempo mayormente favorable: es probable que la producción sea superior a la media de los últimos cinco años aunque alrededor de un 18 por ciento menor que la excelente cosecha de 2004. En los países de la CEI europea, la superficie plantada con cereales secundarios de primavera ha disminuido ligeramente respecto al año pasado debido a unas lluvias intensas y al frío registrado a principios de la primavera en la Federación de Rusia, Belarús y algunas partes de Ucrania. Los principales cereales secundarios son la cebada y el maíz, y la superficie plantada en primavera con ambos cultivos ha ido aumentando constantemente durante el último decenio. La producción total de cereales secundarios de este año (tanto de invierno como de primavera) se pronostica en alrededor de 52 millones de toneladas, más de 3 millones de toneladas por debajo de la producción del año pasado. Este total comprende aproximadamente 27 millones de toneladas de cebada y 9,6 millones de toneladas de maíz.

En Australia, las perspectivas para la cosecha principal de cereales secundarios de invierno son malas en el este del país, debido a una sequía imperante durante toda la temporada principal de siembra. Aunque queda todavía alguna esperanza de sembrar cultivos (principalmente cebada) hasta finales de junio, es inevitable que se produzcan ahora fuertes reducciones de la superficie y del rendimiento.

Las informaciones provisionales indican que el comercio mundial en 2005/06 (julio/junio) se mantendrá en 101,5 millones de toneladas, prácticamente el mismo volumen que el de la estimación revisada para 2004/05. Ello se debe a un aumento de las compras de maíz en los mercados internacionales mientras que, para la mayor parte de los otros cereales secundarios, es probable que las importaciones disminuyan o se mantengan sin modificaciones. Sin embargo, los pronósticos actuales son extremadamente provisionales en vista de las incertidumbres que giran en torno al resultado definitivo de la producción de este año, al volumen que alcanzarán los suministros de trigo forrajero, y a las novedades que se registren en los mercados de animales, especialmente los de Asia y América del Norte.

Según los pronósticos actuales, las importaciones totales de los países asiáticos se cifran en alrededor de 58 millones de toneladas, volumen también idéntico al estimado para 2004/05. Es probable que las compras algo mayores de maíz efectuadas por la República de Corea se vean compensadas por la disminución de las importaciones de cebada y maíz de Japón y la República Árabe Siria, mientras se prevén pocas variaciones anuales en las importaciones de otros países.

En África, las importaciones totales se pronostican en alrededor de 15,6 millones de toneladas, volumen cercano al nivel alto de 2004/05. Se considera que las importaciones de algunos países de África septentrional aumentarán a causa de la merma prevista en su producción. En Marruecos, últimamente el gobierno suspendió los derechos de importación y el impuesto al valor agregado para las compras de cebada. Se prevé, sin embargo, que las importaciones se mantengan iguales o que incluso disminuyan ligeramente en la mayoría de los países subsaharianos. La disminución mayor con respecto al nivel de 2004/05 se prevé en Sudáfrica y Kenya debido al mejoramiento de los suministros internos. En Zimbabwe, sin embargo, pese a una producción interna menor, las importaciones pueden disminuir a causa de dificultades relacionadas con las divisas.

En Europa, es probable que las importaciones se mantengan en gran parte iguales respecto a 2004/05. Según se prevé, el importador mayor será la UE, cuyas importaciones de cereales secundarios deberían mantenerse en 3,2 millones de toneladas.

En América Latina y el Caribe, se prevé que Brasil surgirá como importador neto de maíz por primera vez desde 2000/01 como consecuencia de la disminución de su producción derivada del tiempo seco imperante en algunas regiones productoras importantes. Sin embargo, está resultando sumamente difícil predecir el volumen que alcanzarán en definitiva las importaciones del Brasil en la nueva campaña. En marzo, el gobierno volvió a autorizar las importaciones del maíz modificado genéticamente de la Argentina (prohibidas desde 2000), lo cual aumentó las expectativas de un gran volumen de importaciones pero, más recientemente, la decisión de importar maíz modificado genéticamente fue anulada. En cambio, es probable que se produzca una pequeña disminución en las importaciones de México, dado que este año se prevé una excelente cosecha de maíz.

Con respecto a las exportaciones, las perspectivas para los grandes exportadores son más favorables en 2005/06 que en 2004/05. La disminución de los suministros exportables de los países exportadores más pequeños podría redundar en ventas mucho mayores por parte de los cinco grandes exportadores. Se pronostica un aumento de las exportaciones especialmente de la Argentina, donde se espera una excelente cosecha de maíz, y de los Estados Unidos donde abundan los suministros exportables a pesar de una probable disminución de la producción. El incremento de las exportaciones de maíz previsto en la Argentina y los Estados Unidos compensaría ampliamente las reducciones previstas en las ventas del Brasil, China y Rumania. En cuanto a otros países, se prevé una fuerte recuperación de las exportaciones de maíz también en Sudáfrica como consecuencia del aumento de la producción, la abundancia de las existencias y la fuerte demanda de importaciones de los países vecinos.

A pesar de la disminución prevista en la producción mundial de cereales secundarios en 2005 y de la atonía de la demanda en regiones que combaten epizootias, la utilización mundial de cereales secundarios podría aumentar todavía algo en 2004/05 a 977 millones de toneladas. En este nivel, la utilización mundial de cereales secundarios se mantendría por encima de la tendencia decenal por tercera campaña consecutiva. La utilización total de piensos se pronostica en 624 millones de toneladas, sólo 3 millones de toneladas más que el volumen estimado para 2004/05. Según se prevé, la disminución de los suministros de trigo forrajero en la nueva campaña impulsará la demanda de maíz y otros cereales secundarios, pero es probable que esta expansión de la utilización de piensos se vea contenida por una reducción de la cabaña en los Estados Unidos y por los problemas de epizootias que existen en algunos países. También se pronostica un aumento del uso de cereales secundarios con fines industriales en 2005/06, aunque el crecimiento sería menor que en los últimos años.

De cumplirse las indicaciones actuales sobre una disminución del 5 por ciento de las cosechas mundiales de cereales secundarios en 2005, las existencias pueden disminuir respecto a la acumulación relativamente grande de este año. Las existencias mundiales de cereales secundarios al final de las campañas comerciales nacionales de 2006 se cifran provisionalmente en 189 millones de toneladas, lo cual representaría una disminución del orden de los 9 millones de toneladas respecto de sus niveles de apertura revisados al alza de 198 millones de toneladas. La mayor parte de la disminución se prevé en China y Brasil, donde las existencias de maíz disminuirían, según los pronósticos, en 2 millones de toneladas y 3,7 millones de toneladas, respectivamente, debido a una merma de la producción registrada en ambos países. Análogamente, a causa de unas perspectivas menos favorables para la producción, se prevé una disminución de las existencias de cebada en algunos países de África del Norte, especialmente Marruecos, mientras es probable que los remanentes de maíz y sorgo disminuyan en Etiopía con respecto a los altos niveles del año pasado. Sin embargo, las existencias totales de cereales secundarios de los principales exportadores podrían aumentar a 93 millones de toneladas, 3 millones de toneladas más que en 2005. El incremento se prevé principalmente en los Estados Unidos, donde se pronostica un aumento de las existencias de maíz. En cambio, las existencias de maíz y cebada pueden disminuir de forma pronunciada en la UE en vista del fuerte descenso previsto en la producción con respecto al nivel alto del año pasado y de la fuerte demanda de maíz, sobre todo de España, país afectado por la sequía. Según los pronósticos actuales, se prevé que los principales exportadores aumentarán su porcentaje mundial de existencias de cereales secundarios a casi la mitad del total mundial, lo que representa un volumen ligeramente superior al de este año y notablemente superior al de los últimos 15 años, en los que pocas veces la relación excedió del 35 por ciento.

Los precios de exportación de los cereales secundarios aumentaron un poco en las últimas semanas pero en general se mantuvieron débiles. El maíz No. 2 de los Estados Unidos (f.o.b.) siguió estando en torno a los 98 dólares EE.UU. por tonelada a principios de junio, muy por debajo del período correspondiente del año pasado. La abundancia actual de trigo forrajero, combinada con unas perspectivas agrícolas en general buenas, mantuvo los precios del maíz muy por debajo de los valores del año pasado. Desde la segunda mitad de mayo los precios del maíz y del sorgo subieron principalmente por razones atmosféricas. Una aceleración del ritmo de las compras de importación en las últimas semanas, especialmente por parte de la Argentina y los Estados Unidos, y una demanda más fuerte de lo que se había previsto anteriormente, particularmente en Brasil, han contribuido también al sostenimiento de los precios. También en Sudáfrica, los precios del maíz blanco y amarillo subieron en las últimas semanas debido a la fuerte demanda de los países vecinos. En la primera semana de junio, los futuros de maíz para septiembre aumentaron en la Junta de Chicago a 90 dólares EE.UU., o sea 6 dólares EE.UU. más que a principios de mayo, pero muy por debajo (36 dólares EE.UU.) del nivel del año anterior. Sin embargo, en los meses venideros algunos factores pueden volver a sostener los precios: el pronóstico de una merma de la producción mundial con respecto al nivel sin precedentes del año pasado, la probabilidad de que las exportaciones de China y Brasil sean menores, y las previsiones de que los suministros de trigo forrajero se reduzcan con respecto a la campaña actual.

Cuadro 5. Produccíon de arroz (millones de toneladas)

En el hemisferio norte, donde se produce la mayor parte del arroz de todo el mundo, la campaña de 2005 está apenas comenzando en la mayoría de los principales países productores, mientras que en el hemisferio sur y en la zona ecuatorial ya se ha recogido la cosecha principal en algunos países o la campaña está muy avanzada en otros. En esta primera fase, habida cuenta de las intenciones de siembra y de los resultados de las cosechas ya recogidas, la FAO pronostica que en 2005 la producción arrocera mundial podría alcanzar un nivel alto de 621 millones de toneladas. De cumplirse este pronóstico, la producción superaría en un 2,7 por ciento la estimación más reciente de la de 2004, revisada ligeramente a la baja desde abril al disponerse de datos más seguros sobre los resultados de la última de las cosechas de la temporada secundaria de 2004 en el hemisferio norte.

En Asia, las perspectivas provisionales para la campaña de 2005 son en general favorables. Se pronostica que la producción de la región aumentará casi en 15 millones de toneladas con respecto a 2004, a cerca de 562 millones de toneladas. Alrededor del 40 por ciento de este incremento correspondería a China (Continental), donde las precipitaciones recibidas en abril interrumpieron la sequía y favorecieron la cosecha temprana del arroz, cuya superficie ha aumentado considerablemente, según los informes, asegurando al mismo tiempo un suministro de humedad mejorado para la siembra de la cosecha intermedia/única actualmente en curso. Con la llegada de las lluvias monzónicas en la India, acaba de comenzar la siembra de la cosecha principal. Suponiendo un monzón normal, se pronostica que la producción total de 2005 aumentará con respecto al bajo nivel del año pasado. También se prevé que la producción total de Bangladesh para este año se recuperará con respecto al contratiempo experimentado en 2004. En base a un pronóstico provisional del gobierno, se prevé que en el Pakistán la producción arrocera aumente en la presente campaña en un 5 por ciento, alcanzando nuevamente un nivel sin precedentes, y que la producción de Tailandia se recupere en 2005, después de haber llegado el año pasado a su nivel más bajo desde 1998. El gobierno ha emprendido la segunda ronda de compras de intervención, incluyendo el arroz de la estación seca (secundaria) de 2004. Esta medida está contribuyendo a mantener altos los precios internos y podría servir de incentivo para la siembra de la cosecha principal que comenzará a partir de junio. En Viet Nam, se prevé que la producción arrocera se mantendrá prácticamente sin modificaciones con respecto al nivel récord de 2004. La producción del año pasado se vio impulsada por una mayor utilización de semillas certificadas que, según se prevé, continuará en el corriente año. En cambio, se pronostica que la producción arrocera de Indonesia descenderá ligeramente en 2005, como consecuencia de las inundaciones registradas durante la siembra y al principio del período vegetativo de la cosecha principal. Sin embargo, la producción total del país en 2005 podría todavía ser la segunda mayor que se haya registrado hasta ahora, gracias a un aumento de la utilización de arroz híbrido de alto rendimiento, ya introducido en algunas partes como una de las medidas gubernamentales adoptadas en vistas de la autosuficiencia en arroz.

En África, se pronostica que la producción arrocera alcanzará los 19,4 millones de toneladas en 2005, 1 millón de toneladas más que el año anterior. Con la llegada de las lluvias en abril y mayo, la campaña del arroz está apenas comenzando en Egipto y en los países de África occidental, mientras que en el África austral está casi terminada la recolección. En Egipto, se prevé que el sector siga respondiendo positivamente a los precios altos, aunque cualquier aumento de la producción debería provenir principalmente de los rendimientos, dadas las actuales restricciones que existen sobre la superficie. En Nigeria, se prevé provisionalmente un aumento del 14 por ciento de la producción con respecto al año pasado, ya que el fuerte apoyo del gobierno, especialmente a través de la distribución de semillas y fertilizantes subvencionados, tendría un efecto positivo en la producción. En el África austral, la temporada ya ha terminado con una cosecha excelente en Madagascar. En Mozambique, en cambio, la producción arrocera disminuyó un 2 por ciento, debido al tiempo seco imperante en las zonas productoras del sur.

La estación de las lluvias ha apenas comenzado en una gran parte de América Central y el Caribe, de manera que los países están plantando ahora su cosecha principal de arroz. Según los pronósticos, la producción total de la subregión aumentará un 7 por ciento a 2,5 millones de toneladas, recuperándose de la producción reducida a causa de la sequía de 2004. Sin embargo, de entre los países más afectados, se prevé que Cuba no experimente más que una recuperación parcial de la producción ya que en las principales zonas productoras se continuaron recibiendo precipitaciones dispersas. En cambio, en abril cayeron precipitaciones abundantes en la República Dominicana, donde se prevé un fuerte mejoramiento de los rendimientos que alce la producción en un 10 por ciento. Las perspectivas son también positivas para la cosecha de arroz de regadío en México.

La campaña de 2005 ya está muy avanzada en América del Sur, donde la producción se pronostica en 23,9 millones de toneladas, lo que representaría un aumento de más del 4 por ciento con respecto al año pasado. En Brasil, donde la cosecha está casi terminada, se estima que el aumento del 6 por ciento de la superficie plantada ha dado lugar a una producción sin precedentes, a pesar de contarse con menos agua para el riego de los cultivos. En el Perú se prevé una recuperación de la producción respecto de la escasa cosecha del año anterior. Aunque el Ecuador tuvo problemas de inundaciones en mayo, también se pronostica alguna recuperación de su producción en 2005 con respecto a la cosecha menguada del año pasado. En la Argentina, la producción se estima en torno al mismo nivel del año pasado. En el Uruguay, el pronóstico oficial más reciente no indica más que una contracción marginal de la producción con respecto al año pasado, no obstante los informes anteriores sobre una escasa disponibilidad de agua para riego.

En América del Norte, se prevé que la producción de los Estados Unidos retroceda algo con respecto al nivel máximo del año pasado, ya que los rendimientos se aproximan nuevamente a los niveles medios tras los niveles excepcionales alcanzados en 2004. En Oceanía, la cosecha de arroz de Australia, que se recoge en abril y mayo, se ha visto gravemente reducida por la sequía que en los últimos meses afectó a las principales zonas productoras.

En base al comercio efectivo registrado en los primeros meses del año pero también a causa de unas estimaciones más seguras sobre la producción de 2004, el pronóstico relativo al comercio en 2005 se ha revisado ligeramente a la baja desde abril, cifrándose actualmente en 25,5 millones de toneladas, es decir un 2,7 por ciento menos que en 2004 y la tercera disminución consecutiva después del volumen sin precedentes de 28 millones de toneladas comercializado en 2002.

La contracción prevista para este año en el comercio mundial del arroz se debe principalmente a la expectativa de una apreciable reducción de los envíos de Tailandia, el mayor exportador mundial, a causa de la disminución de los suministros provenientes de la producción afectada por la sequía de 2004. Además, en los últimos meses el gobierno ha estado comprando grandes cantidades de arroz interno, lo cual ha mantenido altos los precios internos y reducido la competitividad del arroz tailandés en los mercados internacionales. Teniendo en cuenta los resultados positivos de la cosecha de 2004, la FAO prevé que las ventas de Viet Nam seguirán siendo del orden de los 4,1 millones de toneladas en 2005, lo que superaría el objetivo del gobierno fijado inicialmente en 3,8 millones de toneladas. Contrariamente a lo esperado, también se prevé ahora que los envíos de China (Continental), que siguen dependiendo únicamente de la autoridad del gobierno, desciendan en 2005 a su nivel más bajo desde 1996, pese al aumento de la producción en 2004.

En cambio, este año se prevén mayores envíos en la mayoría de los otros importantes países exportadores de arroz. Las estimaciones revisadas últimamente para la India cifran sus ventas de 2004 en 3,2 millones de toneladas, volumen considerablemente superior a lo que se había informado anteriormente, y se espera que en 2005 aumente ulteriormente a 3,4 millones de toneladas. A pesar de la cancelación de las exportaciones de arroz subvencionadas desde mediados de 2003, los comerciantes indios han competido satisfactoriamente en los mercados del arroz sancochado, gracias al aumento de los precios internacionales. También se prevé que Pakistán aumente sus exportaciones en 2005 tras la excelente campaña arrocera de 2004. En Myanmar, aunque las ventas realizadas a través del organismo gubernamental siguieron siendo limitadas, se informa que los empresarios privados están autorizados a exportar su propio arroz. Novedad que puede impulsar algo los envíos por encima del bajo nivel de 2004, cuando se limitaron las exportaciones para impedir la subida rápida de los precios internos. También se pronostica que las exportaciones de los Estados Unidos aumentarán más de lo previsto, ya que las previsiones más recientes indican un aumento del 15 por ciento hasta alcanzar un volumen casi sin precedentes de 3,6 millones de toneladas. Las proyecciones relativas al aumento de las exportaciones se deben principalmente a los bajos precios internos así como a la apertura del mercado iraquí. También se prevén ventas mayores de Egipto, donde en el primer trimestre de 2005 las exportaciones superaron en un 60 por ciento aproximadamente a las del período correspondiente del año pasado, y de los principales productores de arroz de América del Sur gracias a las buenas cosechas obtenidas en 2004.

En total, se prevé que las importaciones de arroz de los países asiáticos ascenderán aproximadamente a 11,6 millones de toneladas, prácticamente sin modificaciones respecto del año pasado. A escala nacional, sin embargo, algunos de los principales importadores han aumentado las compras mientras que otros las han reducido. Con el afán de impedir el alza de los precios internos, se prevé que en 2005 Bangladesh importe 1 millón de toneladas, 200 000 toneladas más que el año anterior. La información más reciente relativa a Filipinas indica ahora un aumento de 500 000 toneladas de sus importaciones, a 1,6 millones de toneladas, el nivel más alto desde 1998. Debido a los problemas de la sequía, que afectó a la producción en el primer semestre, el Organismo Nacional de Alimentos, responsable del comercio del arroz, ya ha contratado cuantiosas compras. También se prevé que aumenten algo las compras de arroz de la República de Corea y Turquía. En otras partes de la región, se prevé una reducción de las importaciones. Tal podría ser el caso particularmente de China (Continental), que ya acusó una contracción del 29 por ciento de las entregas entre enero y mayo de este año en comparación con el período correspondiente en 2004. Se prevé asimismo una disminución de las importaciones de la República Islámica del Irán, la República Democrática de Corea, Arabia Saudita y Sri Lanka. En espera de que se levante la prohibición sobre las importaciones de arroz (el 30 de junio), los envíos a Indonesia se pronostican en 0,7 millones de toneladas, cifra idéntica a la del año pasado pero inferior a la que se había previsto anteriormente. De prorrogarse la prohibición, podrían ser aún inferiores.

Las importaciones totales de los países africanos se prevén ahora en 7,9 millones de toneladas, 700 000 toneladas menos que el año pasado. La contracción se debe a una reducción prevista en las importaciones de Nigeria, en consonancia con la política expansionista promovida por el gobierno, que se ha propuesto alcanzar la autosuficiencia en arroz para 2006. Sin embargo, de confirmar el gobierno sus planes de prohibir el próximo año las importaciones, éstas podrían aumentar hacia finales de este año, si los comerciantes intentan adelantarse a la decisión acaparando el arroz. Se prevé asimismo que disminuyan este año las entregas a Benin, Kenya, Madagascar y Sudáfrica.

También deberían disminuir las importaciones de América del Sur, debido principalmente a la buena cosecha obtenida en Brasil, el mayor productor pero también importador de arroz de la región. En cambio, en América Central y el Caribe, se supone que los continuos problemas de sequía que afectan a Cuba favorezcan el incremento de las corrientes de arroz dirigidas hacia ese país durante este año. En otras partes, es probable que los Estados Unidos compren menos, mientras que la aplicación de la nueva estructura arancelaria por parte de la UE podría impulsar las importaciones hasta un nivel máximo de 900 000 toneladas.

Debido principalmente a la revisión al alza efectuada más recientemente a la estimación de la producción mundial en 2004, el pronóstico relativo a las existencias mundiales de arroz al cierre de las campañas que terminan en 2005 se ha elevado ligeramente, de 96,7 millones de toneladas a 97,1 millones de toneladas. Ello indicaría una disminución de casi 8 millones de toneladas respecto a su nivel de apertura y el nivel más bajo del último decenio. Alrededor de la mitad de la reducción prevista se debería a una ulterior disminución en China, que, sin embargo, mantiene todavía más de la mitad de las reservas mundiales de arroz. Es de suponer, sin embargo, que también se agoten las existencias arroceras en la India e Indonesia, así como en Tailandia y Nigeria. En cambio, deberían aumentar en algunos otros países, en particular Brasil, Filipinas y los Estados Unidos.

Al cierre de las campañas que terminan en 2006 las existencias arroceras podrían reducirse ulteriormente, ya que la producción sigue estimándose insuficiente para satisfacer el consumo efectivo a escala mundial. Como consecuencia, las existencias pueden terminar nuevamente por debajo de los 95 millones de toneladas, aproximadamente 2 millones de toneladas menos que su nivel inicial. Se trata, sin embargo, de una cifra muy provisional, dado que en algunos de los principales países productores de arroz las cosechas se encuentran todavía en la fase de plantación.

A medida que algunos de los principales países productores fueron contando con mayores suministros de las cosechas secundarias de arroz, los precios internacionales se han ido viendo sometidos a una presión a la baja desde marzo, y el índice de la FAO para todas las categorías de arroz descendió de 107 en febrero a 106 en marzo y abril, y posteriormente a 103 en mayo. Con todo, el descenso más pronunciado registrado en mayo se debió en parte al hecho de que volviera a incluirse en el cálculo la cotización del arroz indio IRRI, con 25% de granos quebrados, que desde hace algún tiempo no se incluía; de lo contrario, el índice hubiera arrojado un promedio de 105 en mayo. La inclusión de la cotización del arroz indio también hizo bajar el subíndice de precios del arroz de baja calidad, que había estado mostrando una fuerza particular desde el comienzo del año.

Los precios del arroz de los Estados Unidos siguen estando en general bajo una presión a la baja, debido a los abundantes suministros todavía disponibles de la cosecha de 2004. En mayo, las voluminosas ventas efectuadas a América Central y el Caribe y al África alzaron ligeramente la cotización del arroz No.2 de grano largo elaborado de los Estados Unidos, con 4% de granos quebrados, a 318 dólares EE.UU. por tonelada. Ello indicaba una disminución de 12 y 6 dólares EE.UU. respecto de los niveles de enero y febrero y de 103 dólares EE.UU. por tonelada con respecto al año anterior. Los precios de exportación del arroz tailandés se debilitaron ligeramente en mayo, ya que el precio del Thai 100% B descendió 2 dólares EE.UU. por tonelada entre abril y mayo a 298 dólares EE.UU. por tonelada, lo que denotaba un limitado interés de compra, al ser más altos los precios del Thai que los de los mercados competidores, pero también el debilitamiento de la moneda local frente al dólar estadounidense. Sin embargo, el movimiento descendente fue relativo, ya que una nueva fase de compra del arroz de la temporada secundaria por parte del gobierno y los indicios de que las existencias públicas no se colocarían en el mercado a corto plazo continúan sosteniendo los precios.

En general, los precios internacionales del arroz de calidad inferior se han debilitado en las últimas semanas, especialmente en mayo, debido a la disminución de la demanda de los países africanos y a una renovada competencia del arroz indio. El arroz Índica de baja calidad se cotizó por lo general más bajo en mayo en todos los orígenes, incluidos Pakistán, Tailandia y Viet Nam. En el mercado del arroz Japónica, la escasez de disponibilidades exportables reforzó los precios del Australian Calrose, mientras que los del arroz mediano de los Estados Unidos se mantienen débiles. También se debilitaron los de las variedades aromáticas.

A pesar de la reciente debilidad de los precios, las condiciones del mercado siguen apuntando a una situación relativamente difícil de la oferta y la demanda, especialmente ante la disminución de los suministros exportables de Tailandia, China y Australia. En cambio, las cosechas abundantes obtenidas en importantes mercados de importación de Asia sudoriental y América del Sur influirán negativamente en las cotizaciones del arroz en los meses venideros. En particular, una prórroga de la prohibición de las importaciones por parte de Indonesia y el debilitamiento de la demanda de los países africanos están pesando negativamente en el mercado. Ante esta situación, se prevé que los precios sean particularmente sensibles a la marcha de las cosechas, en particular en relación con el monzón en Asia meridional o la sequía en el Pacífico, así como a los cambios de política en los principales países importadores o exportadores.

El índice de la FAO para los precios internacionales de los productos lácteos (1990-92=100) ha bajado ligeramente en los últimos meses, después de haber alcanzado en enero el límite máximo en 15 años. En abril el índice era de 160 puntos, 2 menos que en enero pero un 18 por ciento más que hace 12 meses. Con respecto a los principales productos lácteos considerados individualmente, los precios de exportación de Oceanía para la mantequilla subieron un 26 por ciento respecto a hace un año, los de la leche en polvo un 19 por ciento y los del queso (Cheddar) un 11 por ciento.

Ante la fuerza de los precios internacionales la Unión Europea reaccionó en los últimos meses reduciendo ulteriormente los reembolsos a las exportaciones. Pese a ello, las subvenciones siguen siendo elevadas, ya que al final de abril eran de 844 dólares EE.UU. por tonelada para la leche entera en polvo, 1 654 dólares EE.UU. por tonelada para la mantequilla y 635 dólares EE.UU. por tonelada para el queso Gouda. Con la próxima reducción de los precios de intervención que tendrá lugar en julio, pueden reducirse ulteriormente las subvenciones a las exportaciones, ya cercanas al límite establecido por la OMC, aunque dependerá mucho de las variaciones de los tipos de cambio. Las existencias de intervención de la UE están ahora en su nivel más bajo desde el otoño de 2002.

Aunque sujetos todavía a una gran incertidumbre, a corto plazo los precios internacionales de los productos lácteos pueden cobrar impulso, especialmente si la disminución de los suministros exportables de Oceanía y la UE no se ve compensada totalmente por el aumento de los suministros de los exportadores estadounidenses y sudamericanos.

Cuadro 6. Producción de leche de los principales países productores (millones de toneladas)

¹ Cifras de producción ajustadas a la zona UE-25.

² Campañas que terminan en marzo del año indicado.

³ Campañas que terminan en mayo del año indicado.

⁴ Campañas que terminan en junio del año indicado.

Se pronostica que la producción mundial de leche aumentará alrededor de un 2,8 por ciento en 2005, previéndose la mayor parte del crecimiento en los países en desarrollo, particularmente de Asia y América del Sur, cuya proporción en la producción mundial está aumentando. En los países desarrollados, se prevé que la producción lechera se mantendrá estable en 2005.

En Oceanía, se prevé que la producción de Nueva Zelandia para la campaña lechera 2004/05 (que termina en mayo) será inferior en un 3-4 por ciento a la del año pasado debido a unas condiciones atmosféricas desfavorables imperantes en el primer semestre. También en el caso de Australia, la producción debería estar un 1 por ciento por debajo del nivel del año pasado. En los Estados Unidos, la producción lechera está aumentando después de dos años de producción estable, como respuesta de los productores a un segundo año consecutivo de precios internos altos para la leche. En el primer trimestre de 2005, la producción lechera era alrededor de un 2 por ciento mayor que la del mismo período del año pasado.

En algunos de los países desarrollados, la producción lechera está sujeta a políticas que restringen la producción en función de la demanda. En la UE, se prevé que la producción de leche se mantenga semejante a la de 2004. En Canadá, se estima que la producción de este año descenderá un 1,4 por ciento, en respuesta a la disminución de la demanda, mientras que en Japón puede descender marginalmente.

En los países en transición, se prevé que la producción lechera de 2005 se mantendrá estable. Según los pronósticos, en la Federación de Rusia se recuperará marginalmente tras la disminución sufrida en 2004. En Ucrania puede mantenerse estable en 2005 ya que el aumento de los rendimientos compensa la ulterior reducción de la cabaña sufrida en los últimos meses.

Entre los países en desarrollo, la producción de la India continúa creciendo alrededor de un 5 por ciento anual. El país representa la mitad de la producción total de leche de Asia, y se está confirmando como mayor productor mundial de leche considerado individualmente. Sin embargo, el país que está registrando el crecimiento mayor de la producción en los últimos años es China, que casi ha duplicado su producción lechera desde 2001. En Pakistán, el quinto productor mundial de leche, la producción aumentó un 4 por ciento en 2004, y en 2005 puede aumentar según su reciente tasa tendencial de 3 por ciento.

Cuadro 7. Precios indicativos de exportación de los productos lácteos (dólares EE.UU./ton., f.o.b.)

Fuente: Valor equidistante de la escala de precios presentada por Farmnet de Nueva Zelandia y USDA.

Con respecto a América Latina y el Caribe, se prevé que la producción total de leche aumentará un 4-5 por ciento en 2005, como reacción de los productores de bajo costo a los altos precios internacionales de los dos últimos años. En la Argentina, la producción debería de expandirse considerablemente, aunque las intensas precipitaciones caídas últimamente pueden reducir los rendimientos de la leche y rebajar los pronósticos anteriores que indicaban un incremento del 10 por ciento de la producción de 2005. La producción de productos lácteos del Brasil puede subir otro 3 por ciento respecto de la producción sin precedente del año pasado. En otras partes de la región, también son positivos los pronósticos para 2005. Chile ha tenido un comienzo muy bueno en los dos primeros meses de 2005, con un aumento de casi un 6 por ciento con respecto al mismo período del año pasado. La producción lechera del Perú está creciendo a una tasa anual del 3-4 por ciento, mientras en México se pronostica que no aumentará más que alrededor del 1 por ciento en comparación con 2004.

En África, se pronostica que la producción lechera de Egipto volverá a disminuir en 2005, después de haber decrecido ya en los dos últimos años a causa de las restricciones impuestas a las importaciones de ganado. La producción lechera de Kenya en 2005 debería aumentar en respuesta a los precios mejorados previstos para los productores internos, dado que el gobierno impuso un derecho del 7 por ciento a toda la leche importada. En Sudáfrica, también debería aumentar la producción en el corriente ejercicio 2004/05, en un 3 por ciento, tras el incremento de más del 6 por ciento ya registrado en la campaña comercial 2003/04.

En Oceanía, se prevé que las exportaciones de productos lácteos de Nueva Zelandia, el principal exportador mundial, disminuirán en la actual campaña comercial que termina en mayo de 2005, dado su reciente déficit de producción de leche. Se supone que las exportaciones de productos lácteos de Australia se recuperarán marginalmente, tras la disminución experimentada el año pasado. Ambos países están cambiando su modalidad de exportación, reemplazando la leche desnatada en polvo y la mantequilla por leche entera en polvo y queso.

En la UE, se prevén envíos menores de la mayoría de las categorías de productos en 2005, tras el incremento registrado en 2004. Está prevista una disminución del orden del 30 por ciento de los envíos de mantequilla y leche desnatada en polvo, mientras que las exportaciones de queso deberían continuar creciendo a un ritmo fuerte, debido a una activa demanda extranjera de dichos productos con prima.

En respuesta a los altos precios internacionales, y a un dólar estadounidense débil, se prevé que las exportaciones de productos lácteos de los Estados Unidos aumentarán ulteriormente después de haber alcanzado niveles sin precedentes en 2004. La leche desnatada en polvo, su principal producto de exportación, debería ser el producto más exportado, habiéndose duplicado con creces en 2004. Para algunos países sudamericanos, también se pronostica que las exportaciones de productos lácteos mantendrán su impulso en 2005, después del crecimiento sin precedentes registrado el año pasado. Argentina, por ejemplo, aumentó casi un 80 por ciento sus exportaciones totales de productos lácteos en 2004, habiéndose registrado los aumentos mayores en la leche entera en polvo (65 por ciento) y el queso (22 por ciento). También Chile y Colombia están aumentando las exportaciones en respuesta a una producción lechera de niveles sin precedentes. El volumen de las exportaciones del Brasil en 2005 es incierto. El país, que solía ser un gran importador, por primera vez en 2004 fue un exportador neto de productos lácteos.

La demanda internacional de productos lácteos continúa creciendo, particularmente en Asia, África del Norte, el Cercano Oriente, América Central y, en Europa, la Federación de Rusia. El crecimiento de los ingresos es un factor fundamental, y el reciente aumento de la demanda en algunas regiones está relacionado con los elevados ingresos derivados de las exportaciones petroleras. Esta ha sido una de las principales razones del continuo incremento de los precios en los dos años anteriores.

Las leches en polvo entera y desnatada representan ahora alrededor de la mitad del comercio mundial de productos lácteos, importados casi exclusivamente por los países en desarrollo y en transición. El crecimiento mayor de las importaciones de leche en polvo se ha registrado en los últimos años en Asia sudoriental. En China, a pesar del aumento de la producción lechera interna, las importaciones de leches en polvo han seguido aumentando cada año para satisfacer el consumo interno, que ha ido creciendo aproximadamente un 14 por ciento anual en los últimos años. Filipinas, uno de los principales importadores mundiales de leche en polvo, continúa aumentando las importaciones en un 10 por ciento anual aproximadamente.

En América Central, desde hace mucho tiempo México importa grandes cantidades de leche en polvo desnatada por conducto de su empresa paraestatal LICONSA, para distribuir a su población de bajos ingresos. Según las proyecciones, dichas importaciones volverán a aumentar en 2005. Otros importadores importantes de leche en polvo se encuentran en África del Norte (Argelia, Marruecos), donde el crecimiento de los ingresos durante los últimos años ha contribuido a aumentar la demanda.

La Federación de Rusia sigue siendo un mercado decisivo para las importaciones de mantequilla y queso, que aumentaron en un 5 y 8 por ciento respectivamente en 2004, debido principalmente al descenso de la producción lechera nacional del año pasado. Para 2005, se pronostica que las importaciones de ambos productos aumentarán ulteriormente ya que el fuerte incremento de la demanda, derivada del vigoroso crecimiento de los ingresos, superará los aumentos previstos en la producción. Sin embargo, la Federación de Rusia está examinando ahora la posibilidad de restringir las importaciones de queso para proteger a los productores internos contra los productos subvencionados, que vienen principalmente de la UE. Otros importadores fundamentales de mantequilla son los países del Cercano Oriente y África del Norte. Japón, el principal importador mundial de queso, aumentó sus importaciones en alrededor del 10 por ciento en 2004, y en 2005 podría volver a aumentarlas del 2 por ciento, debido al incremento de la demanda de la industria de la restauración.

El probable récord de producción mundial de semillas oleaginosas alcanzado durante la actual campaña 2004/05^4/ ha ejercido una presión a la baja sobre los precios de las semillas, harinas y tortas oleaginosas, particularmente con respecto a la soja, cultivo oleaginoso con el mayor contenido de harina. Los precios comenzaron a descender de forma pronunciada en abril y mayo de 2004 debido a las perspectivas de unas cosechas abundantes (de soja) en el hemisferio norte, y continuaron bajando hasta principios de este año. Desde entonces se ha observado una recuperación parcial de los precios de las semillas y harinas, que no debería durar porque no representa más que una reacción temporal de los mercados al empeoramiento repentino de las perspectivas para la producción en América del Sur. En cambio, la coyuntura general del mercado – es decir, una situación sobreabundante de la oferta con respecto a la demanda, ya que los precios firmes de los aceites continúan impulsando la molturación de semillas oleaginosas – hace pensar que los precios no deberían fortalecerse durante el resto de la campaña. Además, los últimos informes acerca de una posible desaceleración en la producción mundial de semillas oleaginosas en la próxima campaña 2005/06 no deberían alterar demasiado este cuadro, porque las existencias acumuladas en la presente temporada deberían ser suficientes para compensar posibles descensos de la producción. Sin embargo, en los próximos meses puede aumentar la inestabilidad de los precios en función de cómo reaccionen los mercados ante problemas meteorológicos que afecten al desarrollo de las nuevas cosechas en los países del hemisferio norte.

Los precios de los aceites y grasas comestibles/saponificables han sido relativamente firmes durante el último año y medio. Después de alcanzar un nivel máximo a principios de 2004, se han estabilizado en un nivel superior al que estaba en vigencia antes de los últimos aumentos. Durante la segunda mitad de la campaña actual debería continuar la relativa firmeza de los precios de los aceites y grasas ya que se prevé que el aumento superior a la media observado en la demanda de aceites vegetales – destinados al consumo humano y a otros usos – absorba la mayor parte del incremento de la producción de aceite de la presente campaña. El excedente sería pequeño y no permitiría más que una recuperación parcial de las existencias mundiales de aceite. Como consecuencia, la constante relación inferior a la media entre las existencias y la utilización se traduce en una presión al alza sobre los precios.

Según las estimaciones, en el hemisferio sur, donde están a punto de terminar las recolecciones, la producción agrícola será considerablemente menor a lo que se había previsto inicialmente. En América del Sur, donde se produce cerca de una tercera parte de las semillas oleaginosas de todo el mundo, la producción ha sido inferior a lo previsto debido a unas condiciones atmosféricas desfavorables. Sin embargo, se estima que la producción mundial de semillas oleaginosas para toda la campaña 2004/05 aumentará en un 12 por ciento. La mayor parte de este incremento debería provenir de la soja. Fuera de los cuatro principales productores mundiales de soja, se informa que las cosechas de los Estados Unidos, Argentina y China han alcanzado niveles sin precedentes debido principalmente a la obtención de unos rendimientos entre buenos y óptimos. Sólo en el Brasil, donde la superficie cultivada ha continuado aumentando, los rendimientos han descendido muy por debajo de la media de los últimos años, causando una merma de la producción por segunda campaña consecutiva. También se registran incrementos notables en la producción de la colza y el algodón, debido tanto a unos rendimientos buenos como a un aumento de la superficie en todos los países productores principales. El único cultivo que ha experimentado una disminución neta es el girasol, como consecuencia principalmente de la escasa cosecha obtenida en Ucrania debido a las malas condiciones del tiempo.

Cuadro 8. Producción mundial de semillas oleaginosas (millones de toneladas)

Nota: Los años emergentes juntan las cosechas anuales del hemisferio norte recogidas en la última parte del primer año indicado y las cosechas anuales del hemisferio sur recogidas en la primera parte del segundo año indicado. Para los cultivos arbóreos, que se producen todo el año, se utiliza la producción del segundo año civil indicado.

En base a las estimaciones más recientes, se pronostica que tras la disminución experimentada en la última campaña la producción mundial de harinas y tortas oleaginosas aumentará de forma pronunciada en 2004/05, o sea un 13 por ciento en comparación con una media de 3 por ciento durante las cuatro últimas campañas. Como en la mayoría de los años pasados, ello se debe principalmente al fuerte aumento de la producción mundial de soja. Esto último, junto con el aumento estimado en la producción de la colza y el algodón, compensará fácilmente el descenso previsto en la producción de la harina de girasol. Para los suministros mundiales de harinas oleaginosas se espera un nuevo nivel sin precedentes (es decir las existencias finales de 2003/04 más la producción de 2004/05), que, según las estimaciones, aumentarán en la presente campaña alrededor del 10 por ciento, algo menos que la producción, a causa del nivel excepcionalmente bajo de las existencias remanentes de la última campaña.

Con respecto a los aceites y grasas, se prevé que la producción mundial aumente un 6 por ciento, alcanzando un nuevo máximo histórico; la tasa de expansión supera la de las tres campañas anteriores, pero sigue siendo muy inferior al crecimiento previsto en la producción de semillas oleaginosas que se debe principalmente a la soja de bajo rendimiento de aceite. Los determinantes principales del incremento estimado en la producción son el aceite de soja y de colza. En cambio, se prevé que la producción mundial de aceite de palma, que continúa aumentando, crecerá a un ritmo inferior a la media debido principalmente a la disminución de los rendimientos y a una escasa disponibilidad de mano de obra en las plantaciones de Malasia. En volumen, el aceite de soja debería volver a encabezar la producción mundial de aceites, posición que había perdido por primera vez en la última campaña frente al aceite de palma. En cuanto a los suministros mundiales, se estima que el incremento con respecto a la última campaña no superará el 5 por ciento como consecuencia del bajo nivel de los remanentes de la presente campaña.

Según los pronósticos, en 2004/05 el crecimiento del consumo mundial de aceites y grasas excederá del 4 por ciento, frente a menos del 3 por ciento registrado en las dos últimas campañas. Según se prevé, será la utilización de aceite de palma la que más aumente, seguido de cerca por el aceite de soja y de colza, y la estimación de la utilización mundial de aceite de palma está ahora muy cercana a la del aceite de soja, que suele llevar la delantera. Varios factores contribuyen a la expansión del consumo mundial. Aunque la ligera baja de los precios en relación al año pasado ha estimulado la demanda, el motor principal continúa siendo el constante incremento de los ingresos en China, la India y otros países de Asia meridional y sudoriental. Además, la presente campaña se caracteriza por un aumento excepcional de la proporción de la demanda total correspondiente a los usos no alimentarios. Dado que los precios de los aceites vegetales son mucho más atractivos que los de los aceites fósiles, la producción de biocombustible basado en cultivos oleaginosos se está expandiendo en todo el mundo. Algunos países, como los de la UE y los Estados Unidos, contribuyeron a este fenómeno aplicando políticas que estimulan la producción y el consumo de biocombustible. Conforme a las estimaciones del sector privado, en la UE la industria del biocombustible absorberá más de una tercera parte de la producción de aceite de colza de la Comunidad en 2004/05, o sea hasta un 15 por ciento de la producción total de aceite vegetal.

Según se prevé, el consumo mundial de harinas y tortas oleaginosas aumentará un 6 por ciento en 2004/05, superando el ritmo de crecimiento de las dos últimas campañas. El aumento de la demanda se debe principalmente al alza de las tasas de crecimiento de la producción animal a escala mundial y a la evolución de los precios. Los precios internacionales de las harinas deberían bajar en 2004/05 porque, con objeto de satisfacer la creciente y rápida demanda de aceites y grasas y en vista de los suministros limitados de aceite de girasol, maní y palma, la industria está molturando la soja y otros cultivos oleaginosos de elevado contenido de harinas, lo cual lleva a una situación de sobreabundancia de suministros de harina con respecto a la demanda. A escala nacional, el crecimiento del consumo debería concentrarse en la UE, los Estados Unidos y China, que son los principales consumidores mundiales de harinas. En China, el crecimiento económico fuerte y sostenido está impulsando la demanda de productos animales y acuícolas, y por consiguiente también de piensos, como las harinas oleaginosas. La UE está aumentando sobre todo su consumo de harina de colza, cuyos suministros son abundantes ya que el auge de la demanda de aceite de colza ha estimulado la molturación. Con todo, los niveles del consumo mundial en 2004/05 siguen sujetos a incertidumbres, ya que la situación epizoótica de muchos países y las preocupaciones conexas acerca de la inocuidad de los alimentos continúa influyendo en el mercado, y nuevos brotes de enfermedades podrían reducir la demanda de piensos.

Cabe destacar el papel de China en el consumo mundial tanto de aceites como de harinas: en 2004/05, la proporción del país en la demanda mundial tanto de aceites como de harinas sube ulteriormente a 19 por ciento (frente a alrededor del 10 por ciento de hace diez años).

En 2004/05, el nivel de las existencias mundiales iniciales tanto de los aceites y grasas como de las harinas y tortas oleaginosas, incluidos el aceite y la harina contenidos en las semillas almacenadas, estuvo muy por debajo de la media de las cinco últimas campañas. Es probable que durante el curso de la presente campaña las existencias se recuperen. Especialmente, se prevé que experimenten un fuerte incremento las existencias de harinas oleaginosas (principalmente en los Estados Unidos) debido a un aumento considerable de la producción mundial de soja, combinado con una posible situación de sobreabundancia de suministros con respecto a la demanda, particularmente en Europa y algunos países de Asia sudoriental. También se prevé una reposición de las existencias mundiales de aceites y grasas, aunque a un ritmo más moderado. La comparación con los niveles de consumo previstos lleva a pensar que la relación entre las existencias y la utilización aumentará considerablemente en el caso de las harinas oleaginosas. Aunque también se prevé una mejora para los aceites y grasas, dicha relación debería de recuperarse con menos vigor, manteniéndose por debajo de los niveles históricos. Como consecuencia, los precios internacionales para los aceites y grasas se mantendrían relativamente firmes durante 2004/05, mientras que las cotizaciones de las harinas seguirían estando bajo una presión a la baja.

Cuadro 9. Semillas y productos oleaginosos: suministros mundiales, comercio y utilización (millones de toneladas)

¹ Comprende los aceites y grasas de origen vegetal y animal.

² La producción más las existencias iniciales.

³ Remanente del saldo.

⁴ Los datos sobre el comercio se refieren a las exportaciones basadas sobre una campaña comercial normal de octubre/septiembre.

⁵ Todas las cifras correspondientes a las harinas se expresan en equivalente en proteinas. Las harinas incluyen todas las harinas y tortas derivadas de cultivos oleaginosos, así come la harina de pescado.

Nota: Para más explicaciones sobre definiciones y alcance, véase en el texto la nota 3.

Tras el estancamiento de la última campaña, se prevé que el comercio internacional de aceites y grasas (incluido el aceite contenido en las semillas comercializadas) reanude su crecimiento en 2004/05. La expansión prevista en un 5 por ciento debería de producirse principalmente en los envíos de aceite de soja y de palma, mientras que descenderían los del aceite de girasol. Según las estimaciones, el porcentaje del aceite de palma presente en los envíos totales de aceites subirá ulteriormente, hasta alcanzar el 38 por ciento. Según se prevé, los seis principales exportadores mundiales de aceites y grasas, Malasia, Indonesia, los Estados Unidos, Brasil, Argentina y Canadá satisfarán casi el 80 por ciento de las necesidades mundiales de importaciones, lo cual aumenta ulteriormente el nivel de concentración en el mercado de exportación. En Malasia e Indonesia, los volúmenes de las exportaciones deberían de subir a niveles sin precedentes, mientras que los envíos de los Estados Unidos se mantendrán por debajo de los niveles máximos del pasado, aunque recuperándose respecto de la última campaña. Se supone que Asia seguirá siendo el principal mercado de importación, seguida, a considerable distancia, de la UE. Con importaciones estimadas en un nivel máximo de 11,6 millones de toneladas, la proporción de China en las importaciones mundiales debería de aumentar ulteriormente, acercándose al 20 por ciento. Con la nueva capacidad de molturación de que se ha dotado el país, crece ulteriormente la proporción del aceite importado en forma de semillas para molturar. Se estima que también aumentarán las importaciones en la UE, donde la demanda de aceite de cocina ha aumentado debido a la ingesta sin precedentes del aceite de colza interno por parte de la industria del biocombustible. En la India, donde las importaciones disminuyeron considerablemente durante 2003/04, se prevé que las compras extranjeras vuelvan a aumentar ya que puede que la producción interna de aceite no aumente durante la presente campaña.

Tras el crecimiento cero de la última campaña, se prevé que la expansión del comercio mundial de harinas y tortas oleaginosas (incluida la harina contenida en las semillas oleaginosas comercializadas) se reanude en 2004/05. El aumento estimado en un 7 por ciento tiene en cuenta el bajo nivel de los precios internacionales de las harinas, que debería estimular la demanda de importación. Una vez más, se supone que serán los países asiáticos los que representen la mayor parte de la expansión de las importaciones mundiales, siendo el principal de ellos China, donde se estima que las importaciones alcanzarán un nivel sin precedentes de 19 millones de toneladas. En cambio, la demanda de importaciones de harinas de parte de la UE se mantiene sin modificaciones debido al aumento de los suministros de harinas de colza de origen interno y a la disponibilidad de cereales forrajeros a precios competitivos. Con respecto a las exportaciones, se prevé que los Estados Unidos y la Argentina satisfarán la mayor parte del aumento previsto en la demanda mundial.

El pronóstico provisional de la FAO relativo a la producción mundial de legumbres de 2005 se cifra en 60,7 millones de toneladas, algo menos que el año pasado, pero todavía un 4 por ciento más que la media de los tres últimos años. En comparación con 2004, se pronostica una contracción del 2 por ciento de la producción en los países en desarrollo, que compensa con creces la expansión marginal prevista en los países desarrollados.

Cuadro 10. Producción mundial de legumbres (millones de toneladas)

En Asia, se pronostica que en 2005 la producción total de legumbres disminuirá del 3 por ciento respecto al año pasado a 28,9 millones de toneladas, debido principalmente a una merma prevista en la India, el principal productor mundial. Se prevé que la producción total de legumbres de este país disminuya un 8 por ciento (1,3 millones de toneladas) a poco menos de 14 millones de toneladas, debido a una reducción de la superficie plantada y a unas condiciones atmosféricas desfavorables durante la campaña “Rabi” terminada recientemente. Es probable que se experimente alguna merma de la producción en todos los tipos de legumbres, excepción hecha de los garbanzos, cuya producción debería de aumentar a casi 6 millones de toneladas. En China y Myanmar, se prevé que la producción aumentará ligeramente a aproximadamente 6 millones de toneladas y 3 millones de toneladas, respectivamente, debido al incremento de las superficies plantadas. La expansión de la producción de legumbres en ambos países continúa debiéndose al fuerte mercado de exportación. En cambio, podría descender la producción de legumbres de Tailandia, que consiste principalmente en frijoles secos, en vista de las perspectivas de una superficie más reducida y también de menores rendimientos debidas a la sequía. En otras partes, se prevé un aumento de la producción de legumbres de Pakistán, especialmente garbanzos, mientras que en Turquía y Siria las perspectivas de una buena cosecha apuntan a un aumento de las producciones tanto de garbanzos como de lentejas.

En África, se pronostica que la producción total de legumbres se contraerá ligeramente en 2005 a 9,5 millones de toneladas. En Etiopía, se prevé que la producción estará en torno a la de 2004, en base a las precipitaciones favorables recibidas en lo que va de este año. En Mozambique, se estima provisionalmente que la cosecha de frijoles recogida últimamente es un 4 por ciento mayor que la de 2004, debido a unas condiciones de crecimiento generalmente satisfactorias en las regiones del norte y del centro. En cambio, en Burundi y Rwanda, dos países con un alto nivel de consumo de legumbres per cápita, es probable que la producción de frijoles secos se vea menguada por unas condiciones atmosféricas adversas registradas tanto en la primera temporada, cuya producción se recogió a principios del año, como en la temporada principal cuya producción todavía no se ha recogido. En el África del Norte, las perspectivas actuales para la producción de legumbres son inciertas debido a una racha seca reciente, sobre todo en Marruecos.

En la región de América Latina y el Caribe, se pronostica que la producción total de legumbres en 2005 descenderá a 6,2 millones de toneladas, un 5 por ciento menos que el año pasado. Se prevé un aumento de la producción tanto en Argentina como en México, como consecuencia del incremento de las superficies plantadas, pero no lo suficiente como para compensar las disminuciones en algunos otros países. En particular, se pronostica que la producción de frijoles secos del Brasil disminuirá un 10 por ciento, debido a una reducción de la superficie plantada. En los países de América Central, donde los frijoles son un alimento básico importante en las dietas locales, la plantación de la cosecha de la primera temporada de 2005 ha comenzado en condiciones favorables. En algunos países de la subregión la producción de 2004 fue reducida debido a una disminución de la superficie plantada y de los rendimientos. En Nicaragua, la producción de frijoles de 2004 (primera, segunda y tercera campaña) se estimó en 175 000 toneladas, lo que representa una disminución del 22 por ciento, o sea 50 000 toneladas, respecto a la cosecha sin precedentes del año anterior. También resultó menguada la producción en Honduras.

Entre los países desarrollados, los primeros indicios para Australia apuntan a una apreciable expansión de la producción de legumbres en 2005, a alrededor de 1,8 millones de toneladas, debido a unas perspectivas de precios favorables en comparación con los de otros cultivos competidores. Sin embargo, la siembra en las zonas productoras orientales se ha visto dificultada por la falta de precipitaciones, lo cual influirá en la elección de los cultivos que se produzcan como en los rendimientos. Por consiguiente, a principios de junio los resultados definitivos son todavía muy inciertos y dependerán totalmente de las lluvias. En América del Norte, mientras la producción total de legumbres del Canadá podría disminuir en un 10 por ciento a 4,1 millones de toneladas, se prevé que la producción en los Estados Unidos aumente un 30 por ciento a más de 2 millones de toneladas. Según los pronósticos, los precios relativamente altos de los frijoles secos aumentarán la superficie en alrededor de un 25 por ciento, mientras que en el caso de los guisantes y las lentejas secos, se supone que el apoyo recibido del programa de préstamos para la comercialización sostenga el cultivo de estos productos más allá de las regiones productoras habituales. En Europa, la producción de legumbres de la UE se pronostica en 5 millones de toneladas, volumen ligeramente inferior al del año pasado, ya que el descenso de la producción de guisantes secos debería de compensar sobradamente el incremento de las habas. En Ucrania, se pronostica una producción de guisantes secos igual a la del año pasado, ya que el aumento de la superficie en respuesta a los fuertes precios de exportación podría verse compensado por la disminución de los rendimientos. En la Federación de Rusia, la producción podría disminuir como consecuencia de una desviación de las tierras hacia los cereales debido a los altos precios registrados en 2004. En Sudáfrica, la estimación de la producción de frijoles de 2005 ha bajado cerca de un 15 por ciento, ya que el descenso de los precios en la campaña comercial de 2004 causó una contracción de la superficie sembrada. En Japón, se pronostica que la producción de frijoles de 2005 será aproximadamente un 7 por ciento inferior a la del año pasado.

Según los pronósticos, el comercio mundial de legumbres se acercará a los 10 millones de toneladas en 2005, aproximadamente un 5 por ciento más que el año anterior a causa de la merma prevista en la producción de algunos países importadores y de las perspectivas de cosechas mayores en algunos de los países exportadores.

Se pronostica que la India aumentará sus compras de legumbres a alrededor de 2 millones de toneladas en 2005, para compensar el déficit de producción interna. También se prevé un aumento de las importaciones de guisantes secos de China para satisfacer la creciente demanda local. En Tailandia, las importaciones de frijoles secos están aumentando en previsión de una disminución de la producción interna. Las importaciones de legumbres de los países del Cercano Oriente y África del Norte podrían acrecentarse en 2005, especialmente si persiste el tiempo seco en los países de África del Norte, sostenidas por una demanda dinámica de garbanzos, lentejas y habas para el consumo humano. En Sudáfrica, el descenso de la producción interna de frijoles secos debería traducirse en un aumento de las compras de este año, principalmente de frijoles de origen chino. Dentro de la región de América Latina y el Caribe, es probable que las importaciones de frijoles secos aumenten en Brasil para colmar la disminución de la producción local, pero disminuirían en México, dadas las perspectivas positivas para la cosecha.

Con respecto a los exportadores, la fuerte recuperación de la producción de legumbres debería inducir a un aumento de las ventas; en particular, se pronostica una expansión de las exportaciones de lentejas y habas, principalmente al Oriente Medio y al Asia meridional. En la UE, es probable que disminuyan las exportaciones de guisantes secos, mientras que las de las habas secas están aumentando debido a su mayor producción. En los Estados Unidos, se prevé un aumento de las exportaciones de todos los tipos de legumbres. En Canadá, las proyecciones indican que las exportaciones de frijoles y lentejas secos aumentarán, mientras podrían disminuir las ventas de guisantes secos y es probable que las de los garbanzos se mantengan estables, en consonancia con los suministros internos.

Las ventas de frijoles secos de Myanmar podrían aumentar, considerando las perspectivas positivas para la producción y la fuerte demanda prevista en la India, su principal mercado de exportación. También se prevé algún crecimiento de las exportaciones de frijoles secos y habas de China. Entre los otros países en los que se prevé que el aumento de la producción de legumbres impulsará los envíos de este año figuran el Pakistán (garbanzos), Turquía y Siria (garbanzos y lentejas) y Argentina (frijoles secos).

En los últimos meses, los precios de las legumbres se movieron en diferentes direcciones según el tipo y el origen. En los Estados Unidos, los de los frijoles secos han marcado una tendencia al alza desde finales de julio, mientras que los de los guisantes secos se han mantenido estancados y los de las lentejas han continuado bajando desde septiembre. En Canadá, se han fortalecido los precios de los garbanzos del tipo Kabuli, pero se han debilitado los del tipo desi.

En base a la situación actual de las cosechas y suponiendo un tiempo normal durante el resto de los períodos vegetativos, se prevé que los precios de los frijoles secos se mantengan firmes al menos durante unos meses. En efecto, en algunos de los países exportadores, sobre todo los Estados Unidos y el Canadá, las disponibilidades exportables son limitadas, lo cual, ante las perspectivas de malas cosechas en algunos de los principales países importadores, como Brasil y la India, tenderá a sostener las cotizaciones mundiales. Sin embargo, esta situación puede revertirse al final del año con la llegada de las nuevas cosechas a América del Norte. Es probable que los precios de los garbanzos estén bajo alguna presión a la baja debida al aumento de la producción en Australia, la India, México, Pakistán, Turquía y Siria. Análogamente, los pronósticos de cosechas mayores en los Estados Unidos y Australia, junto con la abundancia de existencias remanentes en Canadá, deberían también seguir presionando sobre los precios de las lentejas. En cambio, podrían recuperarse los precios de los guisantes secos en vista del descenso previsto en la producción mundial, especialmente si la demanda de importaciones se muestra fuerte durante el resto del año.

La FAO pronostica la producción mundial de azúcar en 2004/05 (octubre/septiembre) en 144,8 millones de toneladas (en equivalente de azúcar crudo), aproximadamente un 2 por ciento más que el año anterior. Dos terceras partes de ese crecimiento corresponderán a los países en desarrollo, donde la producción total se pronostica en 101,6 millones de toneladas. Ello se debe principalmente a un incremento de 3,8 millones de toneladas en América Latina y el Caribe, principalmente en Brasil, que compensaría con creces una disminución del 6 por ciento en el Lejano Oriente, debido a una merma considerable de la producción en Tailandia. La producción total de los países desarrollados se pronostica ahora en 43,2 millones de toneladas, alrededor de un 3 por ciento más que en 2003/04 debido al aumento de la producción en Europa y Australia.

Entre los países de América Latina y el Caribe, se pronostica una producción récord de 30,5 millones de toneladas para Brasil, volumen superior en más del 12 por ciento al de 2003/04. Aunque el período de molturación se retrasó por las lluvias, se prevé que los altos precios tanto del alcohol como del azúcar, combinados con el aumento de las superficies sembradas y unas técnicas mejoradas de ordenación de cultivos, se traduzcan, cuando se confirmen las cifras provisionales, en una cosecha de caña de más de 380 millones de toneladas. También se prevé un aumento de la producción en México, gracias a unas condiciones atmosféricas favorables, y pese a los trastornos sufridos por el sector a causa de los retrasos en la privatización de los ingenios azucareros y a la aplicación de un nuevo marco jurídico que regula las relaciones entre los productores de caña y la industria molinera. En cambio, la continúa disminución de la superficie sembrada con caña de azúcar, la sequía y una menor capacidad de molienda han culminado en una ulterior merma de la producción de Cuba. Según se prevé, la producción cubana alcanzará un volumen de 1,4 millones de toneladas, lo que representa una contracción de casi un 40 por ciento en comparación con 2003/04 y la producción más baja desde principios del 1900.

Según los pronósticos, en África la producción azucarera aumentará un 4,6 por ciento en 2004/05 hasta alcanzar los 5,3 millones de toneladas. Tanzania se está acercando rápidamente a un nivel de producción anual del orden de las 300 000 toneladas, como consecuencia de las inversiones de capital en la rehabilitación de los ingenios, mientras que en Swazilandia, Mauricio y Kenya la producción se mantendría relativamente inalterada.

Cuadro 11. Producción y consumo mundial de azúcar centrifugado (millones de toneladas, valores en bruto)

La producción en el Lejano Oriente se pronostica ahora en 39,1 millones de toneladas, volumen considerablemente inferior a lo previsto anteriormente y un 6 por ciento por debajo del nivel de 2003/04. La revisión a la baja más reciente se debe principalmente a los graves efectos de la sequía en Tailandia, que podría reducir la producción del país hasta en un 20 por ciento este año a 5,6 millones de toneladas. Se pronostica que en la India la producción de 2004/05 se mantendrá en 13 millones de toneladas, a pesar del alza de los precios del azúcar. Las primeras indicaciones para la campaña 2005/06 señalan, sin embargo, un considerable incremento de la superficie plantada en respuesta a un mejoramiento de los precios, lo cual podría determinar un crecimiento de la producción de más de 4 millones de toneladas en la campaña en curso. En China, los efectos de la sequía en la región de Guangxi deberían verse compensados por las tasas mejoradas de recuperación de la molienda, lo que dará lugar a una producción de 11 millones de toneladas.

La tasa de crecimiento anual de la producción azucarera en los países desarrollados se pronostica en alrededor de 2,8 por ciento, lo que daría lugar a una expansión total de 1,2 millones de toneladas. Una mirada más atenta a las cifras regionales pone de relieve el aporte considerable de los países de la CEI en Europa, en los que la producción creció casi 800 000 toneladas, alcanzando una producción total de 4,9 millones de toneladas. En la Federación de Rusia y Ucrania, los mayores países productores, la producción aumentó en más de 300 000 toneladas cada una. Los factores que contribuyeron han sido el aumento de los rendimientos y una mayor eficiencia en la elaboración, así como la aplicación de medidas de salvaguardia para intensificar el control sobre las importaciones. Las condiciones favorables del tiempo y el aumento del contenido de azúcar sustentaron la expansión en la UE donde la producción aumentó a 21,2 millones de toneladas, pese a una reducción del 3 por ciento de la superficie.

Según los pronósticos, en 2005 el consumo mundial de azúcar alcanzará los 145,1 millones de toneladas, un 1,8 por ciento más que en 2004, debido principalmente al crecimiento previsto en el consumo de los principales países en desarrollo del Lejano Oriente y América Latina. A escala mundial, se estima ahora que en los países en desarrollo la utilización alcanzará los 97,4 millones de toneladas, impulsada por el crecimiento del PIB y de la población. De entre los países desarrollados, en los que anteriormente la demanda había sido relativamente estable, el crecimiento de alrededor de 500 000 toneladas se atribuye principalmente a los países en transición.

En la India, el mayor país consumidor del mundo, se prevé que el consumo se mantendrá fundamentalmente inalterado en 19,5 millones de toneladas. Dos años consecutivos de producción menguada hicieron subir los precios internos y deprimieron la demanda, lo que dio lugar a un abandono mayor de la caña de azúcar en favor de la producción de gur y khandsari. Se pronostica que en China el consumo de azúcar aumentará un 4 por ciento hasta alcanzar los 12,4 millones de toneladas, debido a una mayor utilización de azúcar en los alimentos elaborados y en las bebidas analcólicas, combinada con una disminución de la producción de edulcorantes artificiales. La creciente disponibilidad en América Latina y el Caribe debería hacer que el consumo alcance los 26,5 millones de toneladas, debido principalmente a Brasil y México donde la utilización se estima en 10,9 millones de toneladas y 5,3 millones de toneladas, respectivamente.

Los precios mundiales del azúcar continuaron fortaleciéndose en 2004 hasta febrero de 2005, cuando el precio diario del Convenio Internacional del Azúcar (CIA) alcanzó un promedio de 9,10 centavos de dólar EE.UU. por libra, lo que representa un aumento del más del 50 por ciento respecto a la media mensual de 5,84 centavos de dólar EE.UU. por libra en febrero de 2004. Desde marzo de 2005 los precios han bajado hasta alcanzar un promedio de 8,59 centavos de dólar EE.UU. por libra al final de abril. Sin embargo, dado el déficit considerable de producción, se prevé que los precios continuarán fluctuando en torno a los niveles actuales durante los próximos meses, hasta que se conozcan pronósticos más seguros acerca de la producción de 2005/06.

2. Casi todo el volumen de los cultivos oleaginosos recogido en todo el mundo se moltura con objeto de obtener aceites y grasas para la nutrición humana o para fines industriales, y las tortas y harinas se utilizan como ingredientes en los piensos. Por lo tanto, en vez de referirse a las semillas oleaginosas, el análisis de la situación del mercado se realiza principalmente en términos de aceites/grasas y tortas/harinas. En consecuencia, los datos sobre la producción de aceites (tortas) derivados de semillas oleaginosas se refieren al equivalente en aceite (torta) de la producción actual de las semillas oleaginosas pertinentes, mientras que los datos sobre el comercio y las existencias de aceites y tortas se refieren al comercio y las existencias de aceites y tortas más el equivalente en aceite (torta) del comercio y de las existencias de semillas oleaginosas.

3. Para una información completa de los índices de precios y los precios, véase el cuadro A9 del Anexo.

5. En la presente sección se examinan las novedades previstas en la producción de aceites y harinas de todos los orígenes, que – además de los productos derivados de los cultivos oleaginosos analizados en la sección anterior – comprenden el aceite de palma y los aceites y harinas marinos, así como las grasas animales.

6. Entre las legumbres figuran los frijoles secos, los guisantes secos, los garbanzos, los frijoles grandes secos, las lentejas, el guandú, el caupí, los lupines, la arvejilla y otras legumbres secundarias.


Departamento Económico y Social	Quienes somos	Exoneración	©FAO, 2005


	perspectivas alimentarias	No.2, junio 2005
	sistema mundial de información y alerta sobre la agricultura y la alimentación(SMIA)

Productos alimentarios básicos

TRIGO

PRODUCCIÓN

Cuadro 3. Produccíon de trigo (millones de toneladas)

La producción de trigo de 2005 es ligeramente inferior al nivel récord del año pasado

COMERCIO

Se prevé una disminución del comercio de trigo en 2005/06

UTILIZACIÓN

El consumo humano de trigo marcha al ritmo del crecimiento demográfico pero disminuye la utilización de piensos

EXISTENCIAS

Las existencias de trigo disminuirán en 2006 tras una recuperación registrada en 2005

PRECIOS

Los precios del trigo continuarán en la nueva campaña bajo una presión a la baja

CEREALES SECUNDARIOS

PRODUCCIÓN

Cuadro 4. Produccíon de cereales secundarios (millones de toneladas)

La producción de cereales secundarios en 2005 es mayor de lo que se había previsto anteriormente

COMERCIO

El comercio mundial de los cereales secundarios se mantendrá en gran parte sin alteraciones en 2005/06

UTILIZACIÓN

La utilización total de cereales secundarios se mantendrá por encima de la tendencia también en 2005/06

EXISTENCIAS

Se prevé una disminución de las existencias en 2006, debido principalmente a una merma de la producción

PRECIOS

Los precios de los cereales secundarios siguen estando débiles

ARROZ

PRODUCCIÓN

Cuadro 5. Produccíon de arroz (millones de toneladas)

Los primeros pronósticos provisionales cifran la producción mundial de arroz de 2005 en un nivel alto sin precedentes, pero las principales campañas están apenas comenzando en algunos de los países productores importantes.

COMERCIO

Se prevé que el comercio internacional del arroz descenderá por tercer año consecutivo

Escasean los suministros de exportación, especialmente en Tailandia

En 2005 se prevén menores envíos de arroz a algunos de los principales importadores de Asia, África y América del Sur

EXISTENCIAS

Las existencias de arroz descenderán en 2005, y podrían disminuir también en 2006

PRECIOS

Los precios mundiales del arroz se encuentran bajo una presión a la baja propia de la estación

LECHE Y PRODUCTOS LÁCTEOS

PRECIOS

En lo que va de 2005 se ha moderado la fuerza de los precios de los dos últimos años

Cuadro 6. Producción de leche de los principales países productores (millones de toneladas)

PRODUCCIÓN

La producción mundial continúa creciendo vigorosamente

Cuadro 7. Precios indicativos de exportación de los productos lácteos (dólares EE.UU./ton., f.o.b.)

COMERCIO

Los suministros exportables de los principales exportadores son limitados

La demanda internacional de productos lácteos continúa creciendo

SEMILLAS OLEAGINOSAS, ACEITES Y HARINAS 2/

PRECIOS

Las condiciones del mercado prestan un apoyo mayor a los precios de los aceites que a los de las semillas y harinas oleaginosas 3/

PRODUCCIÓN

Marcado aumento de la producción de semillas en 2004/05 a pesar de los rendimientos menores obtenidos en algunas partes de América del Sur

Cuadro 8. Producción mundial de semillas oleaginosas (millones de toneladas)

El crecimiento de la producción de harinas será mayor que el de aceites 5/

UTILIZACIÓN

Se acelera la demanda tanto de aceites como de harinas

EXISTENCIAS

Las existencias de harinas aumentarán notablemente mientras que las de los aceites y grasas se mantendrán por debajo de la media

Cuadro 9. Semillas y productos oleaginosos: suministros mundiales, comercio y utilización (millones de toneladas)

COMERCIO

El comercio tanto de los aceites como de las harinas reanudará su crecimiento

LEGUMBRES6/

PRODUCCIÓN

Está prevista otra buena producción mundial de legumbres en 2005

Cuadro 10. Producción mundial de legumbres (millones de toneladas)

COMERCIO

Se pronostica que el comercio mundial de legumbres aumentará en 2005

PRECIOS

Las perspectivas favorables para la producción indican un debilitamiento de los precios en los próximos meses

AZÚCAR

PRODUCCIÓN

La producción mundial de azúcar para 2004/05 se revisa al alza

Cuadro 11. Producción y consumo mundial de azúcar centrifugado (millones de toneladas, valores en bruto)

UTILIZACIÓN

El consumo mundial de azúcar se ve impulsado por los países en desarrollo

PRECIOS

Los precios se mantendrán relativamente estables en espera de pronósticos más seguros acerca de la nueva cosecha

SEMILLAS OLEAGINOSAS, ACEITES Y HARINAS ^2/

Las condiciones del mercado prestan un apoyo mayor a los precios de los aceites que a los de las semillas y harinas oleaginosas ^3/

El crecimiento de la producción de harinas será mayor que el de aceites ^5/

LEGUMBRES^6/