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Capítulo 1
Cereales


Tendencias y perspectivas del mercado mundial*

* Salvo indicación en contrario, todas las fechas se refieren a campañas comerciales (por ejemplo, 2004 representa la campaña comercial 2004/05).

Principales factores del mercado

Tras cuatro años consecutivos de una producción mundial de cereales inferior a la utilización total, en la campaña comercial 2004 los mercados mundiales de cereales acusaron una producción sin precedentes de más de 2 mil millones de toneladas de trigo, cereales secundarios y arroz. Dicho resultado es atribuido al aumento de la superficie sembrada con trigo y arroz debido al alza de los precios tras las malas cosechas obtenidas en 2002 y 2003 y a unos rendimientos superiores a la media obtenidos en regiones productoras importantes. La producción de trigo dio un salto de más del 11 por ciento, mientras que la de cereales secundarios y arroz aumentó en un 8 y 4 por ciento, respectivamente.

Las existencias mundiales de cereales, que disminuyeron en más de 250 millones de toneladas entre 1999 y 2003 (debido principalmente a las grandes reducciones registradas en China), aumentaron casi 20 millones de toneladas en 2004. Las cotizaciones internacionales del arroz continuaron su tendencia ascendente tras los niveles bajos registrados en 2002, ya que a pesar del aumento del 4 por ciento la producción mundial no alcanzó a cubrir el consumo total. Aunque los precios mundiales del trigo y los cereales secundarios bajaron con respecto a los niveles máximos alcanzados, respectivamente, en 2002 y 2003, se mantuvieron, sin embargo, muy por encima de los niveles bajos registrados al final de los años noventa (Figura 1.1).

Suponiendo condiciones atmosféricas normales y la continuación de las políticas agrícolas actuales, las perspectivas para los cereales obedecen en gran parte al resultado relativo del crecimiento de los ingresos frente al progreso técnico. El aumento del poder adquisitivo en muchos de los países en desarrollo se traduce en una creciente demanda de alimentos más valiosos, especialmente carne y productos lácteos. El crecimiento previsto en la industria animal da lugar a una demanda mayor de piensos. En cuanto a la oferta, se prevé que el aumento de los rendimientos constituya un factor importante en el incremento de los suministros de cereales, aunque también la expansión de la superficie plantada con cereales jugará un papel importante en algunos países.

Aunque ya figura entre los actores principales de los mercados mundiales de cereales, es probable que en los próximos años China desempeñe una función todavía más importante. Habiendo reducido espectacularmente sus cuantiosas existencias en los últimos cinco años, para satisfacer su creciente demanda de cereales tendrá que recurrir a una recuperación de la producción interna o a comprar cantidades considerables en los mercados internacionales. Aún cuando todavía no ha llegado a cumplir con los contingentes acordados con la Organización Mundial del Comercio (OMC), las importaciones de trigo de China ya han alcanzado sus niveles más altos desde 1995. La India es otro actor importante en los mercados mundiales de cereales, particularmente en el sector del arroz. Como consecuencia de varias cosechas consecutivas sin precedentes obtenidas en los últimos años, la India pudo reponer abundantemente las existencias de cereales superando ampliamente los objetivos del gobierno. De ahí que a partir del año pasado ha comenzado a reducir progresivamente sus abundantes reservas, principalmente a través de ventas efectuadas al mercado mundial a precios subvencionados, desplazando hacia los actores del mercado exterior la mayor parte del peso del ajuste. Por último, algunas de las ex repúblicas soviéticas, principalmente Rusia y Ucrania, podrían llegar a ser importantes exportadores de cereales si lograran mejorar la legislación agraria, la infraestructura y la dotación de capital.

Figura 1.1 Aumentan los precios nominales de los cereales - pero las variaciones son apreciables sólo para el arroz

Notas:
(a) Trigo N.2 rojo duro de invierno, proteína ordinaria, f.o.b. Puertos del Golfo.
(b) Maíz amarillo N.2 de los Estados Unidos, f.o.b. Puertos del Golfo
(c) Elaborado, arroz 100% B, f.o.b. Tailandia.
Fuente: Secretarías de la OCDE y de la FAO.
Statlink: http://dx.doi.org/10.1787/158406850508

Dada la importancia del arroz para la seguridad alimentaria, la estabilidad social y la generación de ingresos, se prevé que los gobiernos de los países en desarrollo mantendrán un considerable poder discrecional para influir en el sector en el decenio venidero. La autosuficiencia debería seguir siendo un objetivo primario en los principales países importadores de arroz, sobre todo Bangladesh, Indonesia, Filipinas, la República Islámica del Irán y Nigeria. Pero todos estos países se enfrentan con graves limitaciones materiales y de recursos. Es probable que las limitaciones de recursos influyan también en las estrategias de producción de los habituales exportadores netos del mundo en desarrollo, en los que la base de las tierras dedicadas al arroz se mantiene bastante estable, como en Egipto, Viet Nam o China. Con respecto a los países de la OCDE, en los dos últimos años se han introducido nuevas reformas a sus políticas arroceras que afianzaron su decisión de pasar de la ayuda al mercado de productos básicos a los pagos directos a los agricultores.

Principales novedades en el mercado

El aumento de los rendimientos constituye un factor decisivo para el crecimiento de la producción mundial de cereales

Según las previsiones, el crecimiento de la producción mundial de cereales se deberá principalmente al aumento de los rendimientos, mientras que la expansión de la superficie se limita principalmente a algunas zonas, principalmente América Latina. Según las proyecciones, la producción total de cereales aumentará alrededor de un 11 por ciento entre 2004 y 2014, registrándose la mayor parte del crecimiento fuera de la zona de la OCDE, debido principalmente a los avances más rápidos registrados en los rendimientos en los países en transición y a una expansión mayor de las superficies plantadas en Asia. Es probable que la utilización total de cereales avance al mismo paso que la producción, debido principalmente al crecimiento registrado en los países en desarrollo en los que sobre todo el uso de piensos aumentará en respuesta a una demanda más fuerte de productos pecuarios.

Figura 1.2 Dentro de poco las existencias mundiales de cereales tocarán fondo - los precios del trigo y cereales secundarios continuarán bajando en términos reales

Notas:
(a) Trigo N.2 rojo duro de invierno, proteína ordinaria, f.o.b. Puertos del Golfo.
(b) Maíz amarillo N.2 de los Estados Unidos, f.o.b. Puertos del Golfo.
(c) Elaborado, arroz 100% B, f.o.b. Tailandia.
Fuente: Secretarías de la OCDE y de la FAO.
Statlink: http://dx.doi.org/10.1787/405285262526

Según las proyecciones, las existencias mundiales de cereales se mantendrán cerca de sus niveles registrados durante el período base, ya que algunos pequeños aumentos de la superficie sembrada en la OCDE compensarán la disminución en otros países, principalmente China y la India. Como las existencias mundiales se mantendrán principalmente sin alteraciones y aumentará la utilización, se prevé que disminuya la relación entre las existencias y la utilización de cereales, situándose por debajo incluso de los niveles históricamente bajos del período base. Para los cereales, esto podría significar una mayor inestabilidad de los precios en los mercados mundiales pero no necesariamente precios mucho más altos, dado que se prevé una disminución de la demanda mundial de importaciones ante la abundancia de suministros exportables. En cuanto al arroz, se prevé un aumento de los precios en vista de la perspectiva de una situación más ajustada entre la oferta y la demanda. En términos reales, los precios del arroz deberían mantenerse relativamente estables, mientras que los precios mundiales del trigo y el maíz continuarían su tendencia descendente a más largo plazo (Figura 1.2).

La estructura global del comercio, en lo que se refiere a los exportadores e importadores principales, podría registrar pocos cambios durante el período de las proyecciones. Con respecto a los cereales, se prevé que los cinco principales exportadores tendrán que hacer frente a una competencia más dura en los mercados mundiales a causa de la abundancia de suministros exportables prevista en los países en transición. Del lado de las importaciones, salvo algunas excepciones se prevén pocos cambios en la situación comercial de los principales países importadores tradicionales de cereales, que probablemente continuarán dependiendo de las compras externas para satisfacer sus crecientes necesidades internas.

Figura 1.3 Se prevé un crecimiento constante de los rendimientos medios de los cereales

Fuente: Secretarías de la OCDE y de la FAO.
Statlink: http://dx.doi.org/10.1787/643002400872

Figura 1.4 En los países no miembros de la OCDE el trigo se seguirá utilizando principalmente para el consumo humano - pero su uso para piensos crecerá rápidamente

Nota: El consumo humano incluye todos los usos excepto los piensos.
Fuente: Secretarías de la OCDE y de la FAO.
Statlink: http://dx.doi.org/10.1787/803846740565

Crecimiento moderado de la producción mundial de trigo

En comparación con el nivel alto de producción de 2004, se prevé que para 2014 la producción mundial de trigo habrá crecido a una tasa moderada, pasando de 621 millones de toneladas a 688 millones de toneladas. Según las previsiones, los rendimientos medios disminuirán en algunas regiones de la OCDE, como los Estados Unidos, la UE, México, Turquía y Nueva Zelandia. En Australia, el crecimiento de los rendimientos debería recuperarse algo con respecto a los malos resultados obtenidos en 2004 y, particularmente, en 2002. Se supone que en el Brasil los rendimientos del trigo, tan altos en 2003 y 2004, no volverán a alcanzar en 2014 el nivel máximo registrado en 2003, ni siquiera bajo condiciones atmosféricas normales. En la Argentina, el crecimiento de la productividad debería continuar su trayectoria ascendente. En Asia, la escasez de agua continúa siendo un problema importante, que limita el potencial de crecimiento en algunos de los principales países productores, como China. En otros países productores, como Egipto y la República Islámica del Irán, se prevé que el aumento de la superficie plantada y de los rendimientos se traducirá en un incremento de la producción. Se supone que los aumentos de productividad en la mayor parte del continente africano serán relativamente exiguos, pero podrían complementarse con un aumento de la superficie plantada para mantener el crecimiento de la producción durante el período de las proyecciones. Al mismo tiempo, hay grandes posibilidades de que algunos países en transición aumenten la productividad.

Pese a las tasas mayores de crecimiento de la utilización de piensos en la mayoría de los países, el trigo sigue siendo un cereal destinado principalmente al consumo humano. Según las proyecciones, la utilización mundial de trigo aumentará a un ritmo casi igual al del decenio anterior, disminuyendo algo dentro de la OCDE, pero acelerando en el mundo en desarrollo. En los países en desarrollo, el crecimiento previsto debería ir al paso del crecimiento demográfico, y se considera que el consumo global per cápita se mantendrá estable en la mayoría de ellos. Sin embargo, para algunos países de ingresos más altos, se prevé que el consumo de trigo disminuirá ligeramente, reemplazado por productos alimenticios más valiosos.

Según las proyecciones, las existencias mundiales de trigo aumentarán lentamente a alrededor de 190 millones de toneladas para 2014, alrededor de un 11 por ciento más que en 2004. El aumento de las existencias se debe principalmente a una probable reposición del inventario de los principales países exportadores de trigo y de los países en transición, mientras que las existencias de los dos principales países productores de trigo, China y la India, se mantendrán cerca de los niveles de 2004. De ahí que se suponga que el porcentaje de las existencias mundiales de trigo de los cinco mayores exportadores, Argentina, Australia, Canadá, la UE y los Estados Unidos, pasará de 28 por ciento a 30 por ciento. A pesar del aumento de las existencias, se prevé que las relaciones mundiales entre las existencias y la utilización se mantendrán en torno al 28 por ciento durante todo el período de las proyecciones, frente a más del 43 por ciento al final de los años noventa. La disminución de las existencias en China, que a mediados del decenio del noventa representaron el 50 por ciento de las existencias mundiales de trigo, en comparación con menos del 30 por ciento previsto para 2014, representa la mayor parte de la merma prevista.

Los precios del trigo continúan bajando en términos reales

Según las proyecciones, los precios mundiales nominales aumentarán sólo ligeramente a medio plazo. El aumento de las importaciones de trigo de algunos países asiáticos, como China, podrían hacer subir los precios del trigo en alrededor de un 10 por ciento durante las primeras campañas comerciales del período de proyecciones, para descender algo hasta alrededor de 160 dólares por tonelada para 2014, un 6 por ciento más que sus niveles de 2004. En términos reales, se prevé que los precios del trigo descenderán durante el mismo período alrededor de un 11 por ciento.

Según las previsiones, el comercio internacional de trigo aumentará debido principalmente a una mayor demanda de importaciones en algunos países en desarrollo (Figura 1.5). En China, se prevé que durante los próximos años la limitación de la superficie y un potencial de rendimiento moderado mantendrán la producción muy por debajo de la utilización interna total. Habiéndose reducido ya mucho las existencias, se prevé que las importaciones alcanzarán el volumen del contingente en el presente decenio antes de que la diferencia entre la oferta y la demanda comience a reducirse lo suficiente como para menguar algo las importaciones. También se prevén mayores importaciones que en el decenio anterior en Argelia, Brasil, Egipto e Indonesia. En cambio, el apoyo del gobierno para lograr la autosuficiencia en trigo debería aumentar la producción interna en el Irán, haciendo que las importaciones se mantengan en un nivel relativamente bajo en comparación con los diez años anteriores.

Figura 1.5 Al aumentar las importaciones de los países en desarrollo crecerán las exportaciones de trigo de los proveedores principales

Fuente: Secretarías de la OCDE y de la FAO.
Statlink: http://dx.doi.org/10.1787/562542028554

Es sabido que Rusia y Ucrania disponen de un importante potencial de exportación de trigo. De predominar condiciones atmosféricas normales y continuar las reformas internas, el potencial podría traducirse en realidad en alguna medida. Se prevé que las exportaciones netas de ambos países se mantendrán entre 11 millones de toneladas y 13 millones de toneladas por año, volumen ligeramente superior al de 2004, pero considerablemente inferior a la cosecha sin precedentes de 2002. Según se prevé, otras ex repúblicas soviéticas, principalmente Kazajstán, se transformarán en importantes exportadores de trigo que, en condiciones atmosféricas normales, podrían entregar al mercado internacional hasta 9 millones de toneladas por año.

La evolución de los mercados monetarios y de los tipos de cambio continuará siendo un factor determinante importante del volumen de las exportaciones de trigo de la UE. Suponiendo que el tipo de cambio se mantuviera en 0,77 euro por dólar, o poco menos de 1,30 dólares por euro, la UE podría exportar un porcentaje importante de sus excedentes de trigo sólo con reembolsos. Se prevé que los precios internos del trigo cambiarán muy poco en términos nominales, lo que redundará en una fluctuación, aunque moderada de las existencias de intervención. Pero el aumento de los precios mundiales del trigo debería permitir también algunas exportaciones no subvencionadas en algunos períodos, lo cual denota la importancia del tipo de cambio que se da por supuesto. Debido al alza de los fletes y, en general, de los costos de transporte, los envíos no subvencionados podrían tener lugar especialmente a los mercados vecinos de África y el Cercano Oriente.

Según las proyecciones, la zona de la OCDE seguirá siendo, en su conjunto, un proveedor importante de trigo a los países en desarrollo. Se prevé que las importaciones netas de los países en desarrollo aumentarán en 8 millones de toneladas a alrededor de 56 millones de toneladas en 2014; lo que representa alrededor de un 12 por ciento de la utilización total de trigo de esos países. Los Estados Unidos siguen siendo el principal proveedor de los mercados internacionales de trigo con exportaciones que, según las proyecciones, aumentarán en un 27 por ciento entre 2004 y 2014.

Aumento de la producción de cereales secundarios debido a una mayor superficie plantada así como al incremento de los rendimientos

Por segundo año consecutivo, los mercados mundiales de cereales secundarios han arrojado en 2004 una producción récord de más de mil millones de toneladas. Pese a una cierta disminución de la superficie cultivada, el aumento de los rendimientos determinó un incremento del 8 por ciento de la producción mundial. Suponiendo una vuelta a rendimientos medios, se prevé que la producción disminuirá en 35 millones de toneladas en 2005, debido a una merma de la producción principalmente en América del Norte y Europa, donde los rendimientos fueron excepcionalmente altos en 2004. Según las proyecciones, la producción mundial de cereales secundarios aumentará algo más deprisa que el trigo, hasta alcanzar en 2014 los 1 109 millones de toneladas aproximadamente - alrededor de un 11 por ciento más que el volumen de 2004. Es probable que este crecimiento se logre mediante una expansión de la superficie plantada y también un ligero aumento de la productividad gracias al incremento de los rendimientos, especialmente en los países en desarrollo y los países en transición. El aumento de la superficie cultivada con cereales secundarios en los países en desarrollo probablemente se acelerará en China, en algunos países del África subsahariana y en América del Sur. Es probable que los aumentos de la productividad sean más pronunciados en los países en transición.

Casi dos terceras partes de todos los cereales secundarios se utilizan para piensos en el sector animal, de suerte que su utilización sigue siendo un factor importante del crecimiento de su consumo. Con la expansión de la industria animal, particularmente en muchos países en desarrollo, la utilización de piensos debería aumentar fuertemente en esas regiones. Se prevén tasas particularmente altas de crecimiento para la India, el África y América Latina, y un crecimiento menor para la mayoría de los países de la OCDE, debido a que los mercados de la carne y de los productos lácteos están cercanos a la saturación. La disminución de los precios de los cereales en la UE debida a la reducción del sostenimiento de los precios en la reciente reforma de la PAC podría estimular la utilización de piensos, pero su crecimiento sigue siendo débil (Figura 1.6).

Según las proyecciones, el crecimiento del consumo humano de cereales secundarios disminuirá sensiblemente en comparación con las tendencias pasadas, y el consumo humano per cápita podría disminuir ligeramente en las regiones en las que los cereales secundarios (como el maíz blanco) constituyen tradicionalmente un alimento básico importante, a saber África y América Latina. También se utiliza un porcentaje importante de cereales secundarios, principalmente maíz, para la producción de etanol combustible, cuya industria debería continuar expandiéndose, particularmente en los Estados Unidos.

Según las proyecciones, las existencias mundiales de cereales secundarios descenderán sensiblemente en los primeros años antes de estabilizarse. Tras el aumento registrado en 2004, debido principalmente a unas cosechas muy buenas obtenidas en los Estados Unidos y la UE, se prevé que las existencias se estabilizarán si los rendimientos vuelven a normalizarse en los próximos años. Se prevé que las existencias mundiales de cereales secundarios disminuirán en 2014 casi un 15 por ciento, o sea 28 millones de toneladas, con respecto a los niveles de 2004, situándose en un volumen cercano al de 2003. Estas reducciones se deben casi totalmente a las mermas a veces considerables registradas en los Estados Unidos y China.

Figura 1.6 La utilización de piensos de cereales secundarios aumentará más rápidamente en no-OCDE con la expansión de los sectores animales

Nota: El consumo humano incluye todos los usos excepto para piensos.
Fuente: Secretarías de la OCDE y de la FAO.
Statlink: http://dx.doi.org/10.1787/273074216687

Las perspectivas son mejores para los precios de los cereales secundarios que para el trigo

La reducción de las existencias, el aumento de la demanda de importaciones en la mayoría de los países en desarrollo de Asia, África y América Latina, y la disminución de las disponibilidades exportables en algunos países (como China, Brasil y la República de Sudáfrica) deberían llevar los precios mundiales de los cereales secundarios a niveles superiores a los actuales, previéndose la mayor parte de los cambios en los primeros años de las perspectivas. El precio de exportación del maíz de los Estados Unidos podría aumentar en un 16 por ciento en términos nominales entre 2004 y 2006, pero después cambiaría sólo muy poco. Teniendo en cuenta los ajustes por inflación, los precios mundiales de los cereales secundarios deberían acercarse en 2014 a los niveles actuales. Por lo tanto, en relación con el trigo los precios de los cereales secundarios subirían algo con respecto a 2004.

Los países en desarrollo son la fuente principal de la demanda mundial de importaciones

Gracias al aumento de la demanda de algunos países en desarrollo, el comercio mundial de cereales secundarios debería registrar una expansión. Los Estados Unidos siguen siendo el principal proveedor de los mercados mundiales, aumentando sus exportaciones de cereales secundarios en más de una cuarta parte durante el período de las perspectivas (Figura 1.7). Se prevé que las exportaciones de cereales secundarios de la Argentina, otro exportador importante aunque de menor cuantía, crecerán en casi dos terceras partes. Por otro lado, suponiendo un tipo de cambio bastante desfavorable, la UE no debería exportar cantidades importantes de cereales secundarios sin subvenciones, salvo en el caso de la cebada de malta. Por lo tanto, es probable que las exportaciones de cereales secundarios, con excepción de los cereales de malta, se vean limitadas por los límites impuestos por la OMC a las exportaciones subvencionadas. Sin embargo, en relación con los niveles bajos de 2004, se prevé que las exportaciones de la UE aumentarán un 15 por ciento durante el período de proyección.

Figura 1.7 Las exportaciones de cereales secundarios estadounidenses y argentinos encuentran mayores mercados en China y en algunos otros países en desarrollo

Fuente: Secretarías de la OCDE y de la FAO.
Statlink: http://dx.doi.org/10.1787/413308268177

En los últimos años Rusia ha dejado de ser un exportador neto para transformarse en importador neto. Sin embargo, ante una industria animal naciente que consume grandes cantidades de cereales forrajeros, se prevé que la producción interna no correrá pareja con el crecimiento de la demanda. Por consiguiente, según las proyecciones Rusia se transformará en un moderado importador de cereales secundarios, aunque las importaciones netas deberían mantenerse por debajo del 5 por ciento del consumo interno. En cambio, Ucrania ha desarrollado una capacidad de exportación permanente no solamente en el sector del trigo, sino también en el de los cereales secundarios, y debería aumentar ulteriormente las exportaciones a alrededor de 5 millones de toneladas por año. Ulteriores mejoras de la legislación agraria y de la infraestructura podrían aumentar todavía más los suministros exportables.

Según se prevé, China pasaría a ser un importante importador neto de cereales secundarios debido a la disminución de las existencias, el aumento de la demanda de la industria animal, y una atenuación de su tradicional política de autosuficiencia, particularmente en cereales forrajeros (Figura 1.7). También se prevén importaciones considerablemente mayores para Egipto, Brasil, México y Arabia Saudita (Figura 1.8). Japón debería continuar siendo el mayor importador de cereales secundarios, pero dado que las importaciones descenderán ligeramente, disminuirá su cuota mundial. Análogamente, se prevé que las importaciones coreanas cambiarán muy poco ya que se utiliza cada vez más el trigo para reemplazar los cereales secundarios en la preparación de los piensos coreanos.

En general, y debido principalmente al predominio de los Estados Unidos en el mercado de los cereales secundarios, se prevé un aumento de la parte de las exportaciones de la OCDE en el comercio mundial. Según las proyecciones, el comercio neto entre los países de la OCDE y los países no miembros de la OCDE aumentará casi un 70 por ciento durante el período de proyección hasta alcanzar los 44 millones de toneladas en 2014, casi un 8 por ciento del consumo total fuera de la zona de la OCDE.

Figura 1.8 Aumentarán las importaciones netas de cereales de los países no miembros de la OCDE ya que la producción no podrá marchar al paso del crecimiento del consumo

Nota: El consumo incluye todos los usos.
Fuente: Secretarías de la OCDE y de la FAO.
Statlink: http://dx.doi.org/10.1787/338118540462

Se prevé un crecimiento moderado de la producción de arroz, debido principalmente al aumento de la productividad

Suponiendo un régimen meteorológico normal, se prevé un aumento de la producción arrocera a 466 millones de toneladas para 2014, frente a los 408 millones de toneladas en 2004, debido en parte a una recuperación de la base de la tierra cultivada con arroz a los niveles registrados al final de los años noventa. Sin embargo, la mayor parte del aumento de la producción debería provenir de las mejoras de los rendimientos, relacionadas a menudo con las subvenciones gubernamentales concedidas para semillas de alta calidad, riego y actividades de extensión.

Según las proyecciones, los rendimientos medios del arroz se recuperarán algo pero manteniéndose todavía con un ritmo de crecimiento moderado durante el decenio venidero. Una gran parte de los aumentos registrados en los años noventa se han relacionado con la difusión de variedades de alto rendimiento o arroz híbrido, especialmente en Asia donde se han establecido programas gubernamentales con tal finalidad en todos los principales países productores. En China, donde el cultivo de arroz híbrido ya está arraigado, los ulteriores aumentos de los rendimientos dependerán principalmente de la introducción de la cepa de "arroz súper" modificada genéticamente, que impulsa la productividad hasta en un 35 por ciento. En 2004, el país informó que había plantado variedades de arroz súper en 2,5 millones de hectáreas, superficie destinada a aumentar a 4 millones de hectáreas en 2005. Es posible que también los países de América del Sur opten por aumentar la utilización de arroz modificado genéticamente. En la Argentina, por ejemplo, en 2003 se han distribuido veinte variedades de arroz modificado para la experimentación, cuando en 2002 se habían distribuido solamente cuatro. En el África, la creación del Nerica (un híbrido del arroz africano y asiático) también suscitó la esperanza de una "revolución verde" tardía en la región. Gracias al trazado del genoma del arroz en 2001, se han desarrollado nuevas cepas que mejoraron su valor nutritivo, la resistencia de las plantas a las plagas y enfermedades o su tolerancia a condiciones de crecimiento extremas, tales como la salinidad o acidez de los suelos. Sin embargo, aunque las repercusiones de tales avances tecnológicos en la producción, el consumo y el comercio del arroz son potencialmente enormes, mucho dependerá de la aceptación de las nuevas cepas por parte de los agricultores y consumidores y, en la mayoría de los países en desarrollo, de un apoyo institucional constante para facilitar su adopción.

El crecimiento de la producción mundial de arroz se concentra en los países en desarrollo

En Asia, se prevé una recuperación de la superficie sembrada con arroz, que al comienzo del 2000 se había reducido mucho a raíz de los precios de mercado muy bajos, pero el aumento de los rendimientos debería continuar siendo el factor principal del crecimiento de la producción previsto en un 1 por ciento anual. Se prevén incrementos de la producción en todos los principales países productores de la región, pero especialmente en Bangladesh, Camboya, China, la India, Indonesia y Tailandia, donde el sector debería continuar beneficiándose de un fuerte apoyo institucional. También se prevén importantes aumentos de la producción en el África, sobre todo en Nigeria, que en los últimos años aumentó considerablemente la protección en la frontera y lanzó la "iniciativa presidencial" para ayudar a los productores. Según las proyecciones, también Egipto registrará un crecimiento constante de la producción, pese a sus graves limitaciones en materia de tierras y agua. El sector debería recuperarse en América del Sur, sostenido en Argentina y el Uruguay por la creciente demanda de exportaciones.

Las proyecciones indican que la producción arrocera en los países de la OCDE, que representa menos del 6 por ciento del total mundial, se mantendrá casi sin modificaciones, ya que el fuerte aumento de los rendimientos compensará el descenso continuo de la superficie plantada. Mientras en los Estados Unidos la producción arrocera debería seguir una tendencia positiva, se supone que en el Japón y la República de Corea descenderá de conformidad con los programas de detracción de tierras que se están aplicando actualmente en ambos países. Según las proyecciones, en Australia la producción arrocera, afectada negativamente por tres años consecutivos de sequías, se recuperará para 2014. En la Unión Europea, es posible que el cambio del régimen de ayuda que pasó de los incentivos del mercado a la ayuda directa a los ingresos a través del pago único por explotación frene el crecimiento del sector. Además, se prevé que el nuevo régimen normativo alentará a algunos productores a sustituir el cultivo del arroz por otros cultivos o por barbecho, ya que según las proyecciones la superficie plantada será inferior a la superficie base nacional garantizada.

El crecimiento demográfico impulsa el consumo de arroz

Aunque en los últimos años aumentó su utilización para piensos, el arroz sigue siendo esencialmente un cereal destinado al consumo humano y un alimento básico para casi la mitad de la población mundial. A nivel mundial, el consumo de arroz per cápita se estancó en el último decenio, debido al abandono del arroz en el Asia sudoriental, aunque en África y en América Central y el Caribe se registraron fuertes aumentos. En los próximos diez años, se prevé que el consumo medio de arroz per cápita irá aumentando marginalmente hasta 2008, ya que la demanda responde todavía positivamente al crecimiento de los ingresos en muchos países asiáticos pobres y en África. A partir de entonces el consumo per cápita comenzará a descender hasta llegar a 69,4 kg. en 2014, volumen marginalmente inferior al de 2004. Como consecuencia, el crecimiento demográfico será la fuerza principal que sostendrá la demanda de arroz durante el período de proyecciones, dando lugar a un aumento de sólo 44 millones de toneladas en el consumo total entre 2004 y 2014. Una gran parte del aumento debería originarse en los países asiáticos, con un incremento considerable previsto también en África, donde los gustos se van alejando de los alimentos básicos tradicionales como la yuca, el maíz o el mijo, relacionados principalmente con el proceso de urbanización.

En la zona de la OCDE el consumo del arroz debería de crecer poco. Mientras en el Japón y Corea, los principales países consumidores de arroz de la OCDE, la demanda de arroz está disminuyendo (en Corea inmediatamente después de la recuperación de su disminución en 2004), se prevé un crecimiento continuo para América del Norte, Australia y, estimulada por los precios internos más bajos, la UE.

En los próximos diez años las pautas comerciales se verán muy influenciadas por las políticas actuales

Los niveles relativamente bajos de protección, junto con el aumento del consumo en África y el Cercano Oriente, podrían sostener un ulterior aumento de las importaciones de dichas regiones. También es probable que ocurra lo mismo en América Central y el Caribe, tras la apertura de los mercados en virtud del reciente acuerdo regional DR-CAFTA (Tratado de Libre Comercio entre la República Dominicana, Centroamérica y los Estados Unidos). En Asia, las proyecciones indican que Bangladesh, Indonesia y Filipinas seguirán siendo fundamentales compradores netos de arroz durante el período en cuestión. Sin embargo, las importaciones de África que en los dos últimos decenios han sido un factor importante para el crecimiento del comercio, podrían aumentar a un ritmo mucho más lento, ya que algunos países, sobre todo Nigeria, han lanzado programas destinados a sostener la producción y han subido los aranceles. En la zona de la OCDE, la reciente reforma del régimen del arroz y la iniciativa "Todo menos Armas" (EBA) deberían dar lugar a una expansión de las importaciones netas de arroz de la UE. También deberían aumentar en la República de Corea, que recientemente aceptó ampliar su contingente mínimo de acceso a las importaciones. Con una disminución lenta del consumo per cápita y un continuo crecimiento de los rendimientos, las importaciones arroceras del Brasil deberían estabilizarse en niveles inferiores a 1 millón de toneladas anuales.

China mantendrá su política de autosuficiencia en el sector del arroz

Según las proyecciones, China pasará a ser un importador neto en pequeña escala, después de haber sido principalmente un proveedor neto de arroz a los mercados internacionales. Dada el alza de los precios internos, el cambio refleja principalmente las previsiones de mayores importaciones y menores exportaciones de arroz de calidad inferior. Aunque las proyecciones arrojan niveles de producción muy superiores a la escasa producción de 112 millones de toneladas obtenida en 2003, se prevé que el consumo de China registrará un crecimiento moderado, pero permaneciendo ligeramente por debajo de los niveles de producción. Según se prevé, las reservas arroceras, que suministraron más de 63 millones de toneladas de arroz entre 1999 y 2004, dejarán de descender en 2005 e irán recuperándose lentamente a partir de entonces, aunque nunca hasta los niveles altos de los años noventa.

Figura 1.9 Entre los países que aumentarán el comercio de arroz figuran Filipinas, Nigeria, Tailandia y el Pakistán

Fuente: Secretarías de la OCDE y de la FAO.
Statlink: http://dx.doi.org/10.1787/364860557707

Tailandia y la India serán los mayores exportadores mundiales de arroz

En base a los considerables aumentos de productividad obtenidos durante el período, se prevé que Tailandia seguirá siendo el principal exportador de arroz en 2014. El fuerte apoyo institucional dado al sector debería permitir a la India consolidarse como el segundo exportador neto de arroz. También se prevé un aumento de los envíos del Pakistán, impulsados por la creciente demanda en el Cercano Oriente y la UE. En cambio, la restricción de las tierras y las limitadas posibilidades de lograr grandes aumentos de la productividad pueden limitar la posibilidad de Viet Nam de aumentar las exportaciones más allá de los niveles actuales. Pese a su proximidad a los mercados en expansión del África y Cercano Oriente, Egipto podría reducir las exportaciones, ya que necesitará un porcentaje cada vez mayor de la producción para satisfacer el consumo interno. Según las proyecciones, los envíos de los Estados Unidos aumentarán algo, mientras que las ventas de la Argentina y el Uruguay podrían experimentar un auge repentino. Para lo cual, sin embargo, ambos países tendrían que abrirse paso hacia mercados fuera de América Latina y el Caribe (Figura 1.9).

Al final de los años noventa y principios del decenio de 2000, las existencias mundiales de arroz se agotaron sobremanera, ya que algunos países hicieron frente a un grave retroceso de la producción o aplicaron políticas destinadas a reducir el peso financiero relacionado con el mantenimiento de un volumen grande de existencias. Al parecer, el ajuste a la baja de las existencias terminará en 2005, al que seguirá una reposición moderada en los próximos diez años. Como consecuencia, el inventario de arroz podría alcanzar los 84 millones de toneladas en 2014, volumen muy inferior al de finales de los años noventa.

A diferencia de otros cereales, los precios mundiales del arroz deberían aumentar en términos reales

A partir de los niveles relativamente bajos de 2004, se prevé que en 2014 los precios mundiales del arroz aumentarán un 26 por ciento a 322 dólares EE.UU. por tonelada del Thai 100% B. Como consecuencia, y a diferencia de los precios del trigo y los cereales secundarios, los precios internacionales del arroz podrían subir incluso en términos reales, lo que significaría un cambio en la tendencia negativa que predominó en los últimos 30 años.

Principales cuestiones e incertidumbres

La incógnita sobre la evolución prevista del mercado surge de una amplia gama de cuestiones. Algunas de ellas de carácter general y relacionadas directamente con los supuestos básicos principales, que consisten en la improbabilidad de que se mantengan constantes durante el período de las perspectivas las políticas agrícolas, y en los cambios de las estructuras macroeconómicas y de las condiciones meteorológicas. Pueden preverse consecuencias importantes según que los progresos técnicos (rendimientos, costos de producción) avancen más rápida o lentamente de lo que se supone aquí. En particular, es difícil evaluar el alcance y los efectos de las técnicas modernas de reproducción, principalmente el uso de semillas modificadas genéticamente, y mucho dependerá de que tanto los agricultores como los consumidores acepten las nuevas cepas. Una cuestión de indudable interés para los mercados del maíz y el arroz, pero que podría resultar interesante también en otros mercados. El aumento de los rendimientos y la disminución de los costos de producción redundarían probablemente en un incremento de los suministros, ejerciendo una presión sobre los precios del mercado.

Además de estos factores, hay otros que deberían tenerse en cuenta al pensar en la evolución del mercado de cereales en el próximo decenio. Los más importantes son probablemente la política de autosuficiencia vigente en China, el desarrollo de la infraestructura, la disponibilidad de insumos de producción y de marcos jurídicos para los productores de cereales de los países de la ex Unión Soviética, principalmente Rusia y Ucrania, la presencia de energías renovadas en los mercados, y el marco de políticas multilaterales.

Los mercados y las políticas de cereales en China y la India son factores fundamentales en las Perspectivas

Hasta ahora, China ha aplicado la política de mantener tasas altas de autosuficiencia en cereales, limitando de esa manera las importaciones y la dependencia con respecto a los suministros internacionales. Las proyecciones dan por supuesto una gran apertura del mercado chino a las importaciones de trigo y cereales secundarios, particularmente maíz forrajero, que alcanzarán un nivel apreciable en el curso de los próximos años. Dado el volumen de que se trata, una formulación diferente de políticas podría tener consecuencias importantes en los mercados tanto chinos como internacionales.

En un mercado mundial exiguo como el del arroz, al que contribuyen con más de la mitad de la producción total, China y la India tienen un poder considerable para influir, y hasta perturbar, el comercio y los precios mundiales. Ambos países han sido exportadores netos de arroz en los años noventa, pero mientras los resultados de las proyecciones indican que la India lo seguirá siendo, China pasará a ser un pequeño importador neto de arroz. Dado que el país ha decidido permitir la entrada de hasta 5,3 millones de toneladas de arroz a un arancel preferencial del 1 por ciento, es posible que aumenten las importaciones, pero para ello deberían cambiar radicalmente las actuales políticas arroceras del gobierno.

Los suministros exportables de Rusia y Ucrania podrían ser mucho mayores de lo previsto

Rusia y Ucrania, los dos países más grandes de la ex URSS, ya se han mencionado de paso al examinar las proyecciones del mercado. La dependencia fundamental de estos países de las condiciones atmosféricas ha causado grandes cambios en sus posiciones comerciales netas en el pasado, y el crecimiento de la productividad fue lento. Pero tanto la dependencia climática como el escaso crecimiento de la productividad pueden cambiar si se invierte más en capital agrícola, si funcionan mejor los mercados de insumos y, lo que es más importante, si se elaboran marcos jurídicos para los productores de cereales. Desde el comienzo de la transición hacia una economía de mercado, el ritmo de la reforma ha constituido un estímulo demasiado débil para aumentar las inversiones agrícolas y mejorar la productividad. Ahora bien, las señales dadas recientemente por el gobierno ucraniano indican la voluntad de profundizar la reforma, y no hay duda de que ambos países cuentan con la capacidad de proveer a los mercados internacionales de cereales cantidades significativas de trigo y cereales secundarios.

La producción de biocombustible podría llegar a ser una fuente importante de demanda de cereales secundarios

El mejoramiento de la calidad del aire, el aumento de los precios del petróleo y el apoyo a las economías rurales figuran entre los factores principales que contribuyen al aumento registrado últimamente en todo el mundo en la demanda de biocombustible, especialmente etanol que puede mezclarse con el petróleo para formar un combustible de transporte renovable. Se supone que el aumento de la demanda de etanol se irá acelerando a mediano plazo a medida que otros países comiencen a cumplir con los límites impuestos por el protocolo de Kyoto sobre las emisiones de gas de invernadero; lo cual ya se está viendo por las nuevas inversiones destinadas a aumentar la producción de etanol combustible en diversos países del Lejano Oriente asiático, Australia y Europa. Con los precios altos del petróleo crudo, los relativamente bajos del maíz y un fuerte apoyo del gobierno, en los Estados Unidos la producción de etanol basado en cereales podría continuar en una tendencia alcista incluso más pronunciada de lo que se prevé actualmente; y también podría acelerarse la producción en otros países. Las perspectivas de una expansión más rápida, particularmente de la utilización de maíz para la producción de etanol, plantean cuestiones acerca de las posibles repercusiones en el comercio mundial y, por consiguiente, en los precios internacionales.

Por último, cabe mencionar aquí las incógnitas que se plantean con respecto al cuadro normativo mundial. Como ya se ha señalado, las proyecciones examinadas acá se basan en el supuesto de políticas que no cambiarán, salvo las reformas ya anunciadas, como la reforma de la PAC de la UE. La persistencia de altos niveles de ayuda en algunas de las grandes zonas productoras y consumidoras, la futura revisión de las políticas agrícolas de los Estados Unidos y las negociaciones actuales para un nuevo acuerdo en el marco del Programa de Desarrollo de Doha, podrían hacer pensar en un cambio de marcos normativos que darían lugar a proyecciones de mercado muy diferentes de las expuestas en el presente informe


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