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4 Fuerzas impulsoras que afectan al sector forestal

TIPO DE FUERZAS QUE IMPULSAN AL SECTOR FORESTAL

En la actualidad, el análisis de la evolución de cualquier sector de la economía de un país o región requiere considerar las fuerzas que empujan a dicho sector en una u otra dirección. Estas fuerzas son llamadas “fuerzas impulsoras” y pueden ser positivas o negativas, es decir, fuerzas que ayuden a alcanzar las metas de desarrollo que tiene el sector o fuerzas que constituyan restricciones y/o barreras para dicho desarrollo.

Esas fuerzas pueden venir del mismo sector, es decir, pueden ser internas. Sin embargo, en el contexto actual, es imprescindible incorporar en el análisis las fuerzas externas, es decir, aquellas que estando fuera del sector afectan al mismo de diferentes maneras. Estas fuerzas impulsoras externas pueden valorarse a diferentes niveles: mundial, regional y nacional.

El proceso de globalización ha hecho imprescindible revisar las fuerzas impulsoras a nivel internacional ligadas a la política económica, comercial, social y ambiental de los principales bloques con poder político y comercial. Sin embargo, en el presente análisis del sector forestal de la subregión de Centroamérica y México sólo se consideraron algunos elementos del contexto internacional que deberán profundizarse en futuros estudios. Estos elementos son las tendencias al crecimiento de la economía mundial y las relaciones comerciales mundiales, así como la información sobre el comercio mundial de la madera.

El estudio se concentra en analizar las principales fuerzas impulsoras regionales y nacionales que afectan al sector forestal de la subregión. En el ámbito nacional, los países de Centroamérica tienen prioridades orientadas a lograr un mayor crecimiento económico, a incrementar la producción y el comercio, a disminuir los índices de la pobreza, del desempleo, a mejorar el acceso y la calidad de la educación y la salud, así como a conservar el ambiente entre otros objetivos nacionales. Las acciones que desarrolla cada país en cada uno de esos sectores están articuladas y, por lo tanto, se convierten en fuerzas impulsoras (positivas o negativas) para el desarrollo del sector forestal nacional y regional.

En el sector forestal, la clasificación de las fuerzas impulsoras puede ser aún más específica y considerar entre éstas las que empujan los procesos de producción de bienes y servicios ambientales y las que impulsan la conservación de áreas silvestres protegidas.

Un elemento adicional es la dirección de esas fuerzas impulsoras, las cuales pueden tener un efecto positivo o negativo en el sector. La complejidad del análisis radica en que tanto a nivel interno como externo del sector existen fuerzas positivas y negativas. Además, estas fuerzas no operan en forma independiente, sino que muchas están estrechamente ligadas y son interdependientes.

Una clasificación muy general, y que no pretende ser exhaustiva, de las fuerzas impulsoras que afectan al sector forestal es la siguiente:

Fuerzas impulsoras a nivel internacional

• Políticas de desarrollo de los países o bloques con mayor poder económico y político.

• Acuerdos en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y tratados bilaterales y regionales de libre comercio.

• Convenciones Internacionales en materia ambiental y forestal. Por ejemplo: Convenio sobre la diversidad biológica, Convenio marco sobre el cambio climático, Convención de lucha contra la desertificación (CLD), Convención sobre comercio internacional de especies amenazados de fauna y flores silvestres (CITES), Protocolo de Montreal y Protocolo de Kyoto entre otros.

Fuerzas impulsoras a nivel regional

• Crecimiento demográfico

• Crecimiento de la economía regional

• Acuerdos de integración regional.

• Acuerdos regionales en materia ambiental y forestal

Fuerzas impulsoras a nivel nacional

• Políticas nacionales de desarrollo, las cuales son atendidas sectorialmente y, en su mayoría, ligadas a un ministerio encargado de impulsar las acciones concretas para alcanzar las metas del país. Estas políticas están orientadas hacia los diferentes sectores: educación, salud, vivienda, energía, turismo, producción agropecuaria, producción industrial, comercio, ciencias y tecnología y ambiente.

• Políticas ambientales en relación al ordenamiento territorial, recurso hídrico, recursos marino-costeros, áreas silvestres protegidas, diversidad biológica, suelo y subsuelo, recursos energéticos, recursos forestales

• Políticas específicas del sector forestal. Algunas de estas son la producción de madera y productos no madereros, la producción de servicios ambientales, la conservación de ecosistemas y los incentivos para la ordenación sostenible.

FUERZAS IMPULSORAS A NIVEL INTERNACIONAL

Se mencionarán como fuerzas impulsoras solamente el crecimiento de la economía mundial y los países con un rol preponderante en ese crecimiento y el comercio mundial, el cual interesa para identificar las futuras oportunidades en la comercialización de bienes y servicios forestales. Se mencionará brevemente al comercio mundial de productos forestales.

El crecimiento económico y el comercio mundial

La ubicación de la población mundial ha variado en los últimos 80 años. Mientras en 1920 occidente tenía el 48% de la población mundial incluyendo sus colonias en Asia y África, en 1993 solo el 11% de la población mundial se ubica en occidente. Esa tendencia persiste para el 2000 convirtiéndose la cultura asiática en una de las principales, no sólo por su crecimiento poblacional sino por el crecimiento económico logrado en la última década (Granados, 2003).

Asia también sobresale en el comercio mundial convirtiéndose en el bloque comercial con mayor crecimiento de sus economías y, por tanto, considerada el epicentro de la economía global. Durante los últimos 20 años, Asia ha logrado crecer a una tasa promedio superior al 5%, mientras que en el resto del mundo crece a una tasa promedio del 3%. Por ejemplo, los pronósticos para el 2004 muestran que el crecimiento del PIB en China será del 8,2%, en Kazajstán del 10,1%, en Viet Nan del 7,1%, en India del 6,6%, en Hong Kong del 5,4%, en Pakistán del 5,5% y en Tailandia del 5,7% por mencionar algunos países.

En contraste con la situación asiática, el Economist Intelligente Unit (EIU) predecía para el 2004 un crecimiento global de la economía mundial del 3%, con 3,4% para Estados Unidos y solo 1,9% para la zona del Euro. Según los pronósticos, sobresalen en el 2004 países como el Chad con un crecimiento del PIB del 58%, Guinea Ecuatorial con 23%, Liberia con 20% y el Iraq con 19%. Los más lentos para el 2004 son Côte d´Ivoire con 1,3, Suiza y Paraguay con 1,2, Holanda con 0,9 y con valores negativos y Turquía con y -4,5% y Zimbabwe con -6,2%.

La tendencia mundial muestra que Estados Unidos que se mantiene y redobla esfuerzos por mantener su posición de liderazgo, la Unión Europea continúa ampliándose para consolidar su posición a nivel mundial y Asia incrementada su poder comercial y económico para posicionarse como el tercer miembro del grupo del nuevo orden geopolítico emergente.

En el caso de Centroamérica, el pronóstico de EIU (2004) indica que el crecimiento del PIB en Centroamérica será del 3,6% para el 2004 y 3,2% para el 2005. El reto de los países es lograr un mayor crecimiento.

En este contexto, los países en vías de desarrollo cada vez tienen menos peso. Eso se evidencia en los flujos de comercio internacional. Por ejemplo, el 40% del comercio exterior de Estados Unidos se da entre empresas de capital norteamericano.

López (2003) indica que en la actualidad, en el ámbito del comercio mundial los protagonistas son: Estados Unidos, el mercado con mayor potencial de crecimiento en el mundo, junto a China, México, Canadá, Alemania, Reino Unido, Brasil, Francia, Rusia e India. Europa del este es hoy una zona de gran atractivo para los capitales europeos y globales.

El bloque asiático y principalmente China, también presentan un atractivo para la Inversión Extranjera Directa (IED).

China ha pasado a dominar grandes bloques del comercio mundial de manufactura y día a día sigue creciendo su capacidad productiva y tecnológica. Tiene como motores de inversión al Japón, Taiwán y al mismo Estados Unidos, que por su escala y potencial de crecimientos, será el principal destino de la inversión global durante muchos años más.

La región del sureste asiático firmó en el 2002 un acuerdo para iniciar la integración de las naciones de ASEAN con China, creando un mercado integrado de casi 2 000 millones de personas cuya capacidad de producción y consumo va a crecer aún muchos años más (Artavia, 2003).

En 2003, una encuesta realizada por el Financiero a 96 ejecutivos de las principales empresas manufactureras de todo el mundo señaló que ellos consideran que:

• Estados Unidos es el principal mercado y la tendencia se mantendrá.

• Japón es la segunda economía del mundo.

• Existe pesimismo en las condiciones empresariales en África y Medio Oriente.

• En Latinoamérica los ejecutivos están más optimistas por Brasil, seguido por Chile y Argentina.

• En Europa Central y Occidental los ejecutivos esperan que las mayores mejorías en la actividad empresarial se experimenten en la República Checa, seguida por Hungría y el Reino Unido.

• En el área de Asia y el Pacífico, los ejecutivos están optimistas respecto a China, seguida por Australia y la India.

Por su parte, la Unión Europea se consolida con la ampliación de 15 a 25 países.

Dado lo anterior, en el ámbito comercial parece que Estados Unidos mantendrá su posición de principal mercado. No obstante, el sureste asiático con la creación de un mercado integrado de casi 2 000 millones de personas empieza a ser una fuerza que será un contrapeso comercial muy importante para Estados Unidos.

América Latina y sus procesos de integración regionales buscan fortalecer la posición política, económica y comercial de la región. Es indiscutible que MERCOSUR y CAN serán plataformas que impulsarán el ALCA, lo mismo que el MERCOMUN y el CARICOM. Esta integración es fundamental dada la orientación mundial a la conformación de bloques comerciales, que se convierten en fuerzas políticas, económicas y comerciales con fines comunes.

El comercio mundial de productos forestales

El mayor número de consumidores y la menor cantidad de barreras al comercio llevará indiscutiblemente a intensificar el intercambio de bienes y servicios a nivel mundial. La pregunta es ¿cómo se desarrollará el comercio de bienes y servicios forestales a nivel mundial?

Según la OIMT (2003) Estados Unidos durante el 2002 consumió un total de 116,8 millones de m³ de madera aserrada y 16,7 millones de m³ de madera contrachapada, por un valor total aproximado de 30 000 millones de dólares EE.UU. Gran parte de ese consumo se abastece internamente.

El mercado para maderas tropicales en Estados Unidos es relativamente pequeño. En el 2002 las importaciones ascendieron a 440 millones de dólares constituidas por 350 000 m³ de madera aserrada y 1,4 millones de m³ de contrachapado. Lo anteriormente expuesto no contabiliza los productos que son manufacturados en Asia (por ejemplo, en China) con maderas tropicales y exportados a Estados Unidos. Las mayores exportaciones de maderas duras desde Estados Unidos se dirigen a China y gran parte de esa madera es reimportada como muebles.

El precio promedio para las maderas tropicales en Estados Unidos es de 700 dólares EE.UU./m³ frente a los 180 dólares EE.UU./m³ de madera blanda aserrada (softwood). Sin embargo, su preferencia por caoba y un grupo selecto de especies, deja al conjunto de la producción forestal tropical (muchas especies por unidad de área) sin muchas opciones para ingresar a ese mercado.

Por otro lado, Europa también autoabastece la mayor parte de su demanda interna de madera aserrada y concentra sus importaciones tropicales en un número pequeño de especies. Sin embargo, en 2002–2003 el consumo de madera aserrada de las llamadas maderas duras (hardwood) o madera de fronda o frondosa se redujo en un 2,6%.

Los tableros de madera contrachapados (plywood principalmente, contrachapado o láminados) tienen una demanda mundial que se ha mantenido creciente en los últimos 2 años (2002-2003). China se ha convertido en un exportador importante de tableros contrachapados a Europa basado en la importación de trozas. No obstante, la industria manufacturera de tableros en Europa se está reestructurando a la luz de una demanda que no crece, bajos precios y baja rentabilidad. Tanto Estados Unidos como Europa están desarrollando mayor tecnología para elaborar productos estructurales de madera debido a que esa tecnología permite el uso eficiente de la madera en la manufactura, tiene un desempeño predecible y reduce los desechos y el tiempo en las labores de construcción(UNECE, 2003).

El consumo de papel y cartón en el período 2002-2003 bajó en Estados Unidos a niveles inferiores a los de la mitad de la década de los noventa. Mientras tanto la producción y el consumo de papel, cartón y pasta se recupera rápidamente en Rusia.

A esto hay que agregar que los productores de madera tropical continúan incrementando su producción de productos con mayor valor agregado.

El comercio de combustibles de madera se ha incrementado rápidamente en los últimos 10 años impulsado por las políticas de energía y el desarrollo de tecnologías.

FUERZAS IMPULSORAS A NIVEL REGIONAL

La integración regional

En la actualidad, las características geopolíticas y económicas que presenta el nuevo escenario Centroamericano (Solís, 2003), son a saber:

• Estados democráticos y reducción significativa de los presupuestos militares.

• La transición hacia un regionalismo abierto: Hoy se encuentran organizaciones regionales de carácter comercial que buscan una mayor integración y aprovechan mejor los mercados, tal es el caso del Sistema de integración Centroamericana (SICA) y el Mercado común centroamericano (MERCOMUN). La negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) es también un paso para impulsar la integración regional y la apertura comercial como subregión.

• La seguridad en la agenda Centroamericana: actualmente existen temas importantes en la agenda de desarrollo de la subregión. Uno de ellos es la seguridad; los otros dos son el narcotráfico y el terrorismo. El comercio de drogas ha tenido un impacto en la institucionalidad de los países dado que ha incrementado los niveles de corrupción de esas instituciones y ha llevado a niveles preocupantes de ingobernabilidad.

La institucionalidad regional:

• La presencia de un orden regional más estable y más o menos predecible.

• La persistencia de instituciones débiles y fragmentadas que minan la capacidad de los gobiernos para controlar el territorio.

• Los problemas más apremiantes en la región son de orden interno.

• La línea divisoria entre lo interno y lo internacional se vuelve cada vez más borrosa.

Existen dos temas relevantes en Centroamérica: por un lado la Unión Aduanera y por otro el TLC. En el contexto actual, el TLC se convierte en el centro de la discusión entre Centroamérica y Estados Unidos.

En el contexto del comercio actual, hay que tener presente que el ALCA convertirá a América Latina en el mercado libre más extenso del mundo, con un PIB combinado de alrededor de 13 mil millones de dólares EE.UU. en 34 países y cerca de 800 millones de consumidores, desde Alaska hasta el extremo de América del Sur5. Sin embargo, los países de la región han manifestado fuertes temores en relación a las negociaciones del ALCA, dado que los temas trascendentales como subsidios a la agricultura, acceso a mercados o el sistema de solución de controversias no avanzan.

El nuevo escenario Centroamericano favorece la integración de la región, pero estos procesos de integración no tienen lugar al ritmo que se requiere. Aunque la región goza de mayor paz y democracia que en décadas anteriores, sigue sin estar unida para enfrentar retos regionales.

Crecimiento demográfico en la región

La población en la región centroamericana en el 2020 será de 54 millones de habitantes y será necesaria la creación de aproximadamente 600 000 nuevos empleos adicionales al año en promedio, para que el desempleo no aumente. La población mexicana pasará de 103 millones de personas en el 2000 a casi 125 millones en el 2020, o sea, un total de 22 millones de personas más demandando bienes y servicios. Además, la tendencia es al aumento de la población en áreas urbanas. De mantenerse el ritmo actual, la población urbana se duplicaría en treinta años.

Quirós (2004) opina que de mantenerse la tendencia de migración rural-urbana, la competencia de tierra por parte de la agricultura hacia los bosques va a disminuir porque cada vez habrá menos población rural y la que se quede en el campo dependerá cada vez menos de las actividades agrícolas, esto podría reducir la presión sobre los bosques.

La situación económica de la población de la región ha provocado corrientes migratorias dentro del área centroamericana; los salvadoreños emigran a Guatemala y los nicaragüenses emigran a Costa Rica y fuera del área los mexicanos y centroamericanos hacia Estados Unidos. Sólo en Centroamérica, las remesas de los emigrantes a sus familias representan uno de los ingresos de divisas más importantes de la región (6 000 millones de dólares EE.UU., o sea el 8% del PIB).

La pobreza afecta al 51% de la población y en algunos países ésta seguirá siendo una fuerza impulsora negativa sobre los bosques, por un lado porque se continuará talando bosques para dar paso a tierras agrícolas y, por otro, por la extracción de leña para solventar las necesidades energéticas de la población pobre del país.

En estas condiciones, el buen manejo de los recursos forestales puede ser una enorme oportunidad para que la población rural, tanto campesinos como indígenas, logren elevar su calidad de vida. La generación de fuentes de empleo forestal y la producción de bienes y servicios de los bosques como generadora de ingresos deben ser objetivos del desarrollo rural.

Crecimiento de la economía regional

A partir del 2000, el crecimiento de la región ha sido insuficiente (3%). En Nicaragua y Panamá el PIB real por habitante en los últimos 4 años disminuyó en promedio. En El Salvador y Guatemala se estancó. En Costa Rica y Honduras aumentó menos del 1% por año. En el caso de México, el crecimiento del PIB (2,5%) es aún menor que el de los países centroamericanos. La tasa del crecimiento del PIB en todos los países de la subregión está por debajo del nivel deseado.

Los países del área han mostrado, en los últimos años, un comportamiento macroeconómico relativamente satisfactorio. En relación a la tasa de inflación, sólo Costa Rica muestra una inflación relativamente elevada, alcanzando cifras del 10% anual. Los demás países muestran tasas de inflación más reducidas, destacándose Panamá con una tasa prácticamente igual a la internacional.

La deuda externa se ha manejado de forma adecuada en los últimos años. Si bien el déficit fiscal subsiste en cuatro de los países (Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Panamá) se mantienen en niveles inferiores al 4% por ciento del PIB. Solo Nicaragua, (con una mejoría importante) y Honduras muestran déficit más pronunciados.

En estas condiciones, los gobiernos orientan gran parte de sus esfuerzos a trabajar con los sectores de la economía más dinámicos. Sin embargo, desatienden sectores estratégicos como el forestal, debido a la falta de claridad sobre las oportunidades que ofrece el sector a nivel de producción de bienes y servicios, de generación de empleo rural y de manufactura de productos de alto valor agregado para el mercado nacional e internacional. Esto es especialmente válido en países como Honduras, Nicaragua y Guatemala que poseen grandes extensiones de bosques.

Sin embargo, la mayor estabilidad política y macroeconómica de la región abre la oportunidad para recibir inversión extranjera para la producción de bienes y servicios, incluyendo la inversión para la ordenación forestal. Algunos países de la región tienen una alta disponibilidad de tierras para dedicar a plantaciones forestales, y a precios competitivos para desarrollar actividades de producción forestal, tal es el caso de Nicaragua.

Más aún, la actividad forestal debe ser incorporada a los planes de desarrollo regional, dado que la incorporación de las comunidades rurales e indígenas para el aprovechamiento de los bosques facilita la incorporación de estas comunidades a la economía, teniendo un impacto importante sobre la reducción de la pobreza rural y, principalmente de los grupos más desprotegidos que son los campesinos e indígenas de la subregión.

La estabilidad política facilitará las acciones en favor de la actividad turística. La región presenta su diversidad biológica como una gran fortaleza, atractivo fundamental para el turismo. En este sentido, existe la oportunidad de ligar el sector forestal con el sector turismo para actuar en conjunto y aprovechar esa alianza para conservar los recursos naturales y generar riqueza a través del turismo.

El crecimiento de la población y la necesidad de creación de mayores fuentes de trabajo, empuja hacia la búsqueda y el desarrollo de actividades productivas. En este contexto, la generación de empleo en zonas rurales es de gran importancia para reducir el impacto de las migraciones rural-urbano. Esa migración rural-urbana tiene sus causas en la falta de oportunidades laborales y de desarrollo humano que presenta la zona rural de los países. Se debe hacer hincapié en que la región tiene, al menos, un 60% de su territorio de vocación forestal y que las actividades forestales de producción de bienes y servicios en suelos forestales son la mejor opción para la conservación de los recursos naturales.

Convenios internacionales

Los países de la región han firmado y ratificado un gran número de convenios internacionales en materia de ambiente (Véase cuadro 32). Esos convenios establecen compromisos en relación a la conservación de los ecosistemas forestales dada su importancia en la conservación de especies de flora y fauna silvestre, en la regulación del ciclo hidrológico, en la mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero y en la protección de especies que en el futuro podrían brindar las materias primas para combatir enfermedades que aquejan a la humanidad.

CUADRO 32 Convenios internacionales en materia de ambiente y recursos naturales firmados y ratificados por Centroamérica

Convenios

Situación

Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB)

7 países ratifican

Convención sobre humedales ( RAMSAR)

7 países ratifican

Convención marco de cambio climático (CMCC)

7 países ratifican

Protocolo de Kyoto

7 países firman

Movimiento transfronterizo desechos tóxicos

3ratifican, 3 aprueban

Convención sobre comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestre (CITES)

3 ratifican y 4 aprueban

Convención de Lucha contra la Desertificación (CLD)

5 ratifican y 2 en proceso de aprobación

Convenio para la Protección de la Capa de Ozono

7 países aprueban

Protocolo de Bioseguridad

Firmada por 5 países

Convención sobre el Patrimonio Mundial

Ratificada por 5 países

Fuente: CCAB-AP, 2002.

Convenios e iniciativas regionales en ambiente y bosques

A nivel regional existen un conjunto de convenios de iniciativas marco en materia ambiental y de recursos naturales que establece los compromisos de los países de la región para la conservación de los recursos naturales y el impulso de la recuperación de la cubierta forestal en aquellas áreas que lo requieran. Los convenios e iniciativas más relevantes son (CCAD-SICA, 2002):

• Alianza Centroamericana para el Desarrollo Sostenible (Alides).

• Convenio para la Conservación de la Biodiversidad y Protección de Áreas Silvestres Prioritarias en Centroamérica.

• Convenio Regional para la Ordenación y la Conservación de los Ecosistemas Naturales Forestales y el Desarrollo de Plantaciones Forestales.

• Plan Ambiental de la Región Centroamericana (PARCA).

• Lineamientos estratégicos del PNUD para contribuir a superar la pobreza en Centroamérica para el 2015.

• Plan centroamericano para la ordenación integrada y la conservación de los recursos hídricos.

• Iniciativa Mesoamericana de Desarrollo Sostenible en el Contexto del Plan Puebla-Panamá.

• Protocolo regional de acceso a recursos genéticos y bioquímicos.

• Convenio sobre zonas marinas y costeras del Pacífico Norte.

• Convenio regional Transfronterizo de desechos.

Este conjunto de instrumentos jurídicos sumado a los convenios internacionales ratificados por los países de la región, generan un marco jurídico vinculante que compromete a los países en la lucha contra la pérdida de recursos naturales, incluyendo los forestales.

Los acuerdos comerciales en la región

Los tratados firmados por los países de la región se exponen en el cuadro 33. Además de estos tratados, se están negociando el TLC entre Centroamérica y Estados Unidos (NAFTA), el TLC de Centroamérica con Canadá y algunos países están negociando con la Unión Europea.

CUADRO 33 Tratados de Libre Comercio firmados por los países de la región

TLC negociados

Fecha de entrada en vigor

    Costa Rica – México

    1 enero 1995

    Nicaragua – México

    1 julio 1998

    Centroamérica – República Dominicana

    Nicaragua, 3 setiembre 2002

    Costa Rica, 7 marzo 2002

    Honduras, 19 diciembre 2001

    El Salvador, 4 octubre 2001

    Guatemala, 3 octubre 2001

    Centroamérica – Chile

    El Salvador, 3 junio 2002

    Costa Rica, 15 febrero 2002

    México – triángulo del norte

    El Salvador, 15 marzo 2001

    Guatemala, 15 marzo 2001

    Honduras, 1 junio 2001

    Canadá – Costa Rica

    11 noviembre 2002

    Centroamérica – Panamá

    11 noviembre 2002

El Plan Puebla Panamá

El Plan Puebla Panamá es un proyecto a largo plazo, que busca promover el desarrollo y combatir la pobreza, en los estados del sureste de México hasta Panamá, a través de inversiones en la infraestructura, en el área social y ambiental, así como la conformación de un bloque comercial y de inversiones. El objetivo del Plan es potenciar la riqueza humana y ecológica de la región mesoamericana dentro de un marco de desarrollo sostenible que respete la diversidad cultural y étnica (BCIE et al, 2001). Este plan está compuesto por las ocho iniciativas que se enumeran a continuación:

• Iniciativa mesoamericana de desarrollo sostenible: El objetivo es promover la conservación y la ordenación sostenible de los recursos naturales y los mecanismos participativos, especialmente de las comunidades locales, en la gestión ambiental.

• Iniciativa mesoamericana de desarrollo humano: El objetivo es reducir la pobreza, facilitar el acceso a los servicios sociales básicos de la población vulnerable y contribuir al pleno desarrollo de los pueblos mesoamericanos.

• Iniciativa mesoamericana de prevención y mitigación de desastres naturales: El objetivo es promover la prevención y mitigación de desastres naturales e incorporar la consideración de la gestión del riesgo en los proyectos de todos los sectores.

• Iniciativa mesoamericana de promoción del turismo: El objetivo es promover el desarrollo del turismo ecológico, cultural e histórico mediante acciones regionales que destaquen la complementariedad, las economías de escala y los encadenamientos productivos del turismo.

• Iniciativa mesoamericana de facilitación del intercambio comercial: El objetivo es fomentar el intercambio comercial en la región mediante una reducción de los costos de transacción en el comercio entre los países y promover la participación de pequeñas y medianas empresas en las exportaciones regionales.

• Iniciativa mesoamericana de integración vial: El objetivo es promover la integración física de la región para facilitar el tránsito de personas y mercancías y, de esta manera, reducir los costos de transporte.

• Iniciativa mesoamericana de interconexión energética: El objetivo es unificar e interconectar los mercados eléctricos con miras a promover un aumento de las inversiones en el sector y una reducción del precio de la electricidad.

• Iniciativa mesoamericana de integración de los servicios de telecomunicaciones: El objetivo es desarrollar la infraestructura de interconexión informática de la región.

Esta estrategia apoya los esfuerzos de integración de Centroamérica y los fortalece al incluir al sur-sureste de México dentro del concepto de región mesoamericana. La biodiversidad compartida, los flujos poblacionales y los problemas sociales comunes también demandan una perspectiva mesoamericana en el planteamiento de las soluciones a los desafíos que la región enfrenta.

A pesar de la proximidad geográfica, de los fuertes lazos históricos y culturales y de los esfuerzos realizados, los niveles de intercambio intraregional son relativamente bajos y la cooperación en materia social y ambiental, aunque creciente, también se ha mantenido por debajo de su potencial. En ese contexto, el mercado interno mesoamericano no es aprovechado cabalmente, debido a las debilidades de su interconexión física y las diferentes regulaciones en materia aduanera. Este mercado es crucial para la competitividad regional pues puede proveer la demanda suficiente para que las empresas generen sus economías de escala y el conocimiento para exportar a otros mercados.

Para México el Plan Puebla-Panamá es una de las grandes estrategias del Gobierno Federal para reducir el contraste a nivel de desarrollo, entre el norte, el centro y la región sur-sureste. Este Plan busca no sólo disminuir las diferencias regionales, sino potenciar el mercado y la integración con los países de Centroamérica.

El sector forestal mexicano considera que a medida que avance el proceso de vinculación entre los siete países y los nueve estados mexicanos con base en la ejecución del Plan Puebla-Panamá, el Programa Estratégico Forestal de la región deberá convertirse en un valioso instrumento de gestión internacional y de integración de políticas ambientales y ecológicas, con base en las similitudes de biodiversidad compartidas por todos los estados de México y los países de Centroamérica involucrados.

FUERZAS IMPULSORAS A NIVEL NACIONAL

El desarrollo agropecuario

El PIB agrícola de los países de la región se ha reducido desde 1980 (24%) hasta el 2000 (16%). Aún con esa disminución, las economías de la región siguen teniendo un alto componente agropecuario.

En el cuadro 34 se observa que en países como Nicaragua, Honduras y Guatemala el mayor porcentaje del PIB que corresponde a bienes, es producto de la producción agropecuaria. Durante el período 1990–2000, Costa Rica, El Salvador y Panamá, redujeron el porcentaje de aporte del sector agropecuario al PIB de bienes y lo incrementaron en servicios de diversa índole. Sin embargo, las otras tres economías de la región se han diversificado poco y siguen dependiendo de las actividades agropecuarias.

Dos aspectos relevantes son que la expansión de la frontera agrícola en los países de la región continúa y que por más de una década los países han orientado parte de su esfuerzo a la reconversión productiva de este sector. En la mayoría de los países de la región, el sector agropecuario recibe apoyo técnico y financiero de las autoridades nacionales. Diversas actividades agropecuarias cuentan con créditos subsidiados, tanto para la producción en campo como para la transformación industrial de los productos. La banca nacional en cada uno de los países cuenta con experiencia en crédito agropecuario y en otros mecanismos de apoyo a la actividad.

CUADRO 34 Composición del PIB por país según actividad económica para el año 2000

Actividad

% del PIB por actividad económica

Guatemala

El Salvador

Honduras

Nicaragua

Costa Rica

Panamá

Bienes totales

Agricultura, Ganadería, Silvicultura y Pesca

37,9

39,7

42,4

57,8

36,4

19,6


22,6


11,8


22,2


30,0


10,7


7,8

Servicios básicos (1)

14,1

9,2

11,1

7,6

13,7

21,1

Otros servicios (2)

48,0

45,2

38,8

34,6

42,7

61,5

1) Se refiere a electricidad, gas y agua, transporte, almacenamiento y comunicaciones.
2) Se refiere a comercio, restaurantes y hoteles, establecimientos financieros, seguros, bienes inmuebles, servicios sociales, personales y gubernamentales.
Fuente: Estado de la Región 2004.

En México las actividades agropecuarias siguen siendo la causa más importante de la deforestación y degradación del recurso forestal. Existen instrumentos de fomento a las actividades agrícolas y ganaderas extensivas, sin que haya suficientes incentivos e inversiones para las actividades forestales. Los factores que provocan mayor degradación en los bosques son, en orden de importancia, los incendios, las plagas y enfermedades forestales, los cambios de uso del suelo y la tala clandestina, mientras que en las selvas, los principales factores son: las plagas y enfermedades forestales, cambios de uso de suelo, y en tercer lugar, los incendios forestales, seguidos de conflictos agrarios y pobreza extrema (INDUFOR, 2001). A la expansión acelerada de las áreas de cultivo se suman el tránsito y el tráfico de estupefacientes en las zonas forestales marginales, aprovechándose de una doble condición: la miseria y la falta de alternativas de sus habitantes y la inaccesibilidad de esas zonas. Todo esto lleva a pensar que el sector agropecuario en Centroamérica y México seguirá compitiendo por tierras con el sector forestal y en los próximos 20 años la ampliación de la frontera agrícola en la región no se detendrá.

El desarrollo energético

En el cuadro 35 se observa que Nicaragua y Honduras son los dos países con menor proporción de territorio que cuentan con electricidad. Eso constituye un límite en ambos países para el desarrollo de algunas actividades productivas en zonas rurales. Se destaca el porcentaje de territorio costarricense que cuenta con electrificación (94,7%) y la capacidad de generación, la cual constituye el 23% de toda la región.

CUADRO 35 Capacidad de generación eléctrica (MW) y porcentaje del territorio electrificado por país centroamericano

País

Superficie (km²)

Población (miles)

% Territorio electrificado

Capacidad de generación (MW)

Guatemala

10 843

11 385

82.,

1 438

El Salvador

2 072

6 267

72,6

999

Honduras

11 189

6 485

56,0

906

Nicaragua

12 140

5 074

46,9

602

Costa Rica

5 106

4 023

94,7

1 499

Panamá

7 443

2 856

64,8

1 097

Total

     

6 541

Fuente: Campos Ávila, 2004. Seminario megatendencias. San José, Costa Rica.

Otro factor relevante es el precio de la energía es. En la figura 21 se observa que el precio por kWh oscila entre 0,075 de dólar en Costa Rica hasta casi los 0,13 en Guatemala. Los impuestos fiscales a los combustibles que tienen todos los países tienen un impacto directo en el costo de la generación en las plantas térmicas.

La poca disponibilidad de energía eléctrica, principalmente en las zonas rurales de algunos países de la región, y por otro lado el precio al consumidor, son dos elementos que contribuyen a explicar el porqué del alto consumo de leña en países como Guatemala, Nicaragua y Honduras.

FIGURA 21 Precio de venta del kWh al consumidor en los países centroamericanos
(dólares EE.UU.)
Tarifa media para la venta de energía al consumidor


Fuente:
CEPAL 2002.

En el caso de Nicaragua, las fuentes madereras representan el 60% del consumo nacional de energía, seguida por los derivados del petróleo con un 34% y la electricidad con un 6%. La oferta eléctrica para el año 2000 fue de 2319 GWh, de los cuales apenas el 1,8% se generó a partir de biomasa, el 8,1% de geotermia, el 8,2% de hidroeléctrica y el restante 81,9% de derivados del petróleo. A esta oferta se le debe sumar 17,3 GWh que se importan.

Aunque Honduras aparece con una capacidad de generación inferior a Guatemala, Costa Rica y Panamá, este país posee un alto potencial para la generación de energía hidroeléctrica estimado en 3 000 y 3 500 MW. Actualmente la generación hídrica demanda un consumo promedio de 241,8 m³/seg para generar 432,2 MW. Además se emplean plantas térmicas, lo que incrementan los costos de producción afectando la tarifa del servicio de energía eléctrica. La leña y el carbón vegetal también son empleados en la generación de energía principalmente en las zonas rurales.

En el caso de México, la capacidad actual del sistema de generación de energía es de 34,35 GW y para el 2012 se establecerá un total de 28,86 GW de nueva capacidad de generación adicional al sistema. La mayoría de esta nueva capacidad provendrá de plantas de ciclos combinados. Esto llevará al país a disponer de 63,12 GW de potencia.

En el 2003 los países de la región se reunieron en Panamá para establecer la Alianza en Energía y Ambiente con Centroamérica (CCAD y SICA, 2003). Esta alianza busca fomentar la creación de empresas y proyectos para impulsar el uso de la energía renovable a fin de lograr que las energía renovables tengan una mayor participación en la satisfacción de las necesidades energéticas, contribuyendo así a su desarrollo sostenible, a la reducción del incremento de los gases de efecto invernadero y a la mitigación de los efectos adversos del cambio climático global.

Este conjunto de iniciativas favorecen la conservación y creación de nuevas masas forestales. Por un lado la conservación forestal es relevante para el mantenimiento del ciclo hidrológico y de la protección de las fuentes de agua, elemento fundamental para la producción hidroeléctrica. Por otro lado, la creación de nuevas masas para la protección de suelos y producción de biomasa es un factor relevante en una estrategia de fomento de las fuentes renovables de energía.

La promoción del turismo regional

En el cuadro 36 se observa la importancia de la actividad turística en algunos países de la región. Costa Rica representa el 14% de total de empleos y el 17,1% de la inversión total del país. El fuerte desarrollo turístico del país se ha dado alrededor de sus recursos naturales y su biodiversidad. Se observa también que todos los países han invertido, en mayor o menor proporción, en la actividad turística y la tendencia es a incrementar esta actividad en la subregión. De hecho, existe gran interés en promocionar a la subregión como un destino turístico que ofrece diversidad de atractivos en todos los países.

CUADRO 36 Centroamérica: importancia de la actividad turística 2002

País

% del PIB

% del total de exporta-ciones

% del total de empleos

% de la inversión de capital

% de la inversión total del país

Costa Rica

4,2

17,2

14,0

608,9

17,1

El Salvador

2,3

8,9

5,8

237,0

9,6

Guatemala

3,3

17,0

6,6

375,7

10,4

Honduras

3,0

9,4

8,6

179,6

12,2

Nicaragua

2,9

13,5

7,9

58,4

6,9

Panamá

5,1

12,3

10,7

379,3

12,4

Fuente: Estado de la región, 2004.

La reconversión industrial

La mayor parte de los países de la región no cuenta con programas de reconversión productiva y los que los han desarrollado han tenido logros modestos. Este tema ha quedado al descubierto frente a la negociación del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y Estados Unidos, reconociendo los países de la región que, excepto en algunos sectores, la industria de la región es obsoleta y poco competitiva.

Salazar-Xirinachs (2004) establece que la subregión en lo productivo debe estrechar vínculos entre exportaciones y crecimiento, específicamente en:

• Promoción de exportaciones, haciendo hincapié en pequeñas y medianas empresas

• Programas de atracción de inversiones

• Programas de fomento a la innovación

• Mejorar las conexiones con empresas en zonas francas y otras.

• Agrupaciones (clausters) económicas o políticas sectoriales

• Aumentar la inversión pública especialmente en las áreas rurales

Por lo tanto, lo anteriormente enumerado requiere una política industrial clara y bien orientada.

En el sector forestal la situación es aún más grave pues la mayor parte de la industria existente es obsoleta, con maquinarias y equipos que deben ser sustituidos por otros que permitan un mayor aprovechamiento de la materia prima forestal. Los diferentes diagnósticos forestales realizados en los países mencionan, como una prioridad del sector, la reconversión de la industria forestal, no solamente la industria primaria sino también la secundaria.

Sin embargo, la reducción de la superficie boscosa productiva, el incremento en las regulaciones para el aprovechamiento y ordenación forestal, la baja tasa de reforestación, las altas tasas de interés crediticio y la existencia de otras actividades productivas con retornos de la inversión a menor plazo, han hecho que la industria forestal tradicional no invierta en su reconversión y muchos aserraderos han cerrado en los últimos 10 años.

Promoción de la inversión extranjera directa (IED)

Los países de la región han seguido el camino de una mayor apertura de sus economías, de una mayor integración e inserción a la economía internacional. El comercio exterior de la región ha venido aumentando de manera considerable; no sólo el comercio intraregional, sino también el comercio exterior con el resto del mundo. Sin embargo, en la región no existen los recursos para hacer frente a todas las inversiones requeridas, tanto las públicas como las privadas. La atracción de inversiones depende, en última instancia, de establecer una base de clima de negocios que aumente la productividad, la innovación y la competencia.

La inversión extranjera directa (IED) ha jugado un papel cada vez más importante en la región. Aún en el caso de Costa Rica –donde no se han verificado privatizaciones– la IED ha representado alrededor del 3% del PIB al año, durante el último quinquenio.

Durante la década de los ochenta, todos los países de la región establecieron agencias de atracción de inversiones. Inicialmente, el énfasis se dio en crear zonas francas de exportación y en atraer inversiones en el sector textil y de la confección. A principios de los noventa los flujos de IED a Centroamérica eran de 500 millones de dólares por año. Del año 2000 al 2003 fueron alrededor de 2 500 millones por año, es decir, 5 veces más que en la década anterior.

Antes de 1995 los flujos nunca sobrepasaron el 3% del PIB mientras que en el período 2000-2003 fueron del 3 al 5% del PIB. Los países continúan promoviendo la atracción de la IED con el fin de mantener la tendencia creciente de esta inversión en la región.

Los flujos de esta inversión están concentrados en el sector textil y de la confección, para aprovechar las oportunidades de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe. También existen inversiones en concesión de servicios públicos, turismo, privatización de empresas públicas y en el área de alta tecnología los servicios de “back office” y “call centers”, principalmente ubicados en Costa Rica.

Los principales países de origen de la inversión son:

• La IED de los Estados Unidos fue de 3 000 millones de dólares EE.UU. en el 2001 y ésta se distribuyó un 53% en Costa Rica, 16% en El Salvador y 7% en Guatemala.

• La IED de México, en Centroamérica fue de 3 064 millones de dólares durante el período 2000-2003 y representa el 24% de la IED de México en América Latina. La distribución fue la siguiente: Guatemala 1 400 dólares EE.UU. (45,7%); Panamá 1 000 (32,6%); Costa Rica 357 (11,6%); El Salvador 151 (4,9%); Nicaragua 131 (4,3%); y Honduras 25 (0,8%)

Durante el 2003, como parte del proceso de negociación del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y Estados Unidos, la Promotora de Comercio Exterior de Nicaragua presentó dos áreas estratégicas nuevas para el desarrollo del país: el sector turismo y el sector forestal. En cuanto al tema forestal, el país dispone en la región del Pacífico alrededor de 1 millón de hectáreas aptas para el establecimiento de plantaciones forestales y el desarrollo forestal industrial.

La apertura ha comportado un aumento muy significativo del turismo de terceros países a la subregión. Este incremento en el turismo o la proyección a un mayor desarrollo turístico está estrechamente ligado a la existencia de recursos naturales, entre ellos el bosque, pues la alta biodiversidad existente en la subregión y sus bellezas naturales son atractivos de gran importancia para la oferta turística regional. Por ejemplo, en Costa Rica el turismo representa el rubro principal de ingreso de divisas, sobrepasando 1 200 millones de dólares al año y el país promociona sus bellezas naturales, su biodiversidad y la existencia de un sistema de áreas silvestres protegidas que permite al turista disfrutar de una gran variedad de ecosistemas (flora y fauna) durante su visita al país.

La infraestructura vial en la región

El acceso a la región por carretera es uno de los aspectos fundamentales para el traslado de mercancías y el buen funcionamiento del comercio. En el cuadro 37 se observa que el país con mayor cantidad de kilómetros de carretera es Costa Rica con el 33,8% del total de kilómetros construidos en la región. Sin embargo, al comparar con el número de kilómetros pavimentados, el país con mayor cantidad es Panamá con el 33,6% de sus carreteras pavimentadas.

Nicaragua, por el contrario, se destaca, por el bajo porcentaje de carreteras pavimentadas. Esto dificulta el acceso a los centros poblados, empeorando en la temporada lluviosa. Las carreteras pavimentadas se concentran principalmente en la zona del Pacífico y central del país. Algunos sectores del Atlántico son aún inaccesibles. Dentro de las acciones que se mencionan en el documento “Estrategia reforzada de crecimiento económico y reducción de la pobreza”, está el de desarrollar un sistema de carreteras interdepartamentales, interregionales e intermodales las cuales unirán grandes centros de producción, el comercio interno y externo, con puertos, aeropuertos y países vecinos.

En Honduras se estima que existen unos 10 000 km no inventariados que también están sin pavimentar y en Panamá el 35% de la red vial nacional está constituida por carreteras terciarias y más de la cuarta parte de dicha infraestructura vial está compuesta por caminos de tierra.

CUADRO 37 Número de kilómetros de carreteras totales y porcentaje de carreteras pavimentadas en los países de la región para 1996

País

Total de km de carreteras

Carreteras pavimentadas

Número de km

% por país

Número de km

% pavimentado

México

       

Belice

2 248

2,1

427,1

19,0

Guatemala

13 100

12,4

3615,6

27,6

El Salvador

9 977

9,5

1985,4

19,9

Honduras

15 400

14,6

3126,2

20,3

Nicaragua

18 000

17,1

1818,0

10,1

Costa Rica

35 597

33,8

6051,5

17,0

Panamá

11 100

10.,

3729,6

33,6

Total

105 422

100

20 753.4

19,7

Fuente: FLACSO, 2002.

La infraestructura vial en la región es de vital importancia para promover las actividades productivas en los países, principalmente para la extracción de los productos de las zonas rurales hacia los puertos o hacia las fronteras. En la infraestructura vial se destaca la inversión realizada por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) en el marco de la iniciativa mesoamericana de integración vial del Plan Puebla Panamá. La inversión se ha utilizado para lo siguiente:

• Guatemala: se ha financiado la Carretera Ixlú – Melchor de Mencos por un monto de 17,0 millones de dólares EE.UU. y se ha financiado el desarrollo de Servicios de desarrollo empresarial para la microempresa, mediana y pequeña empresa por un monto de 30 millones de dólares.

• Honduras: se ha financiado la Carretera Puerto Cortés – Frontera con Guatemala por un monto de 22,8 millones, de dólares, además de estar en proyecto el financiamiento del Corredor de integración Atlántico.

• El Salvador: se ha invertido en el Programa Nacional de Carreteras por un total de 51,9 millones de dólares. Se financió el Corredor de integración Pacífico con la rehabilitación de la carretera Sirama - Agua Salada, la rehabilitación de la carretera El Delirio – La Unión, el libramiento del Puerto de la Unión y el nuevo proyecto del puerto de Cutuco. La inversión en instalaciones portuarias alcanza los 25 millones de dólares EE.UU.

• Nicaragua: la inversión se ha realizado en la Carretera Chinandega – El Guasaule y en el Corredor de integración Pacífico por 19 millones de dólares. Además, el Programa de transformación productiva con 0,88 millones de dólares y la Capacitación para el trabajo: acumulación de capital humano en hogares de extrema pobreza con 5 millones de dólares.

A nivel regional, el BCIE ha financiado el Proyecto CENPROMYPE por 1 millón de dólares EE.UU. Esto lleva a un total de inversión regional de 116,7 millones en mejoras de infraestructura de transporte con el fin de facilitar la comunicación y el traslado de mercancías a nivel intraregional.

Cada país está comprometido en definir los tramos viales de los cuales se requieren estudios técnicos y los mecanismos a seguir para financiar su ejecución y eventual construcción, gestión, mantenimiento y financiamiento, incluyendo atención a los posibles impactos sobre el medio ambiente.

La inversión que se ha realizado y que se realizará en el futuro en el marco del Plan Puebla Panamá es sumamente importante para mejorar la infraestructura vial de la región.

Si no se mejora la infraestructura vial, principalmente dando acceso a la zona rural de los países, será difícil desarrollar actividad forestal productiva y más difícil aún promover inversión extranjera directa en el sector forestal.

La privatización en telecomunicaciones

Durante el período 1999-2003 la cantidad de líneas telefónicas fijas en los países de la región pasó de 2,8 millones a 3,4 millones, o sea, un 21,4% más de líneas disponibles. En el caso de la telefonía celular el incremento fue de 1,35 millones de líneas a 5,6 millones, o sea, más de un 400% adicional (véase cuadro 38).

CUADRO 38 Número de líneas telefónicas fijas y celulares en los países de la región centroamericana

País

Número de líneas por año (en miles)

1999

2000

2001

2002

2003

Fijas

Cel.

Fijas

Cel.

Fijas

Cel.

Fijas

Cel.

Fijas

Cel.

Guatemala

611

338

676

850

756

1126

846

1577

875

2025

El Salvador

495

511

625

745

650

860

709

908

726

1150

Honduras

279

79

298

150

310

240

320

326

330

380

Nicaragua

150

44

159

103

154

155

172

240

210

488

Costa Rica

802

139

880

211

986

312

1143

502

900

714

Panamá

462

242

395

410

427

538

448

628

365

810

Total

2799

1353

3033

2469

3283

3231

3638

4181

3406

5567

Fuente: Campos Ávila. J.M. 2004. Seminario megatendencias. San José, Costa Rica.

En Honduras la apertura gradual en el mercado de telecomunicaciones en el 2003, propició mayor participación de la iniciativa privada. Además, el número de prestadores de servicios públicos en telecomunicaciones ha aumentado dentro de un mercado libre de competencia.

En 1995, a través de la Ley de Telecomunicaciones, se crea la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL), el cual redefine le papel de HONDUTEL, ya que el primero tendrá la función de regulador y administrador del espectro radioeléctrico. Esta ley le otorga exclusividad a HONDUTEL por diez años. Un año después, se ponen en funcionamiento nuevos servicios como el Internet y el Hondupap (red especializada en la transmisión de datos por conmutación de paquetes). En la actualidad los únicos monopolios que existen son el campo de la telefonía fija, satelital y celular, sin embargo, se espera que la situación cambie durante 2004-2005. El servicio móvil se encuentra en competencia y CELTEL Y MEGATEL son los dos operadores. Además, existen 25 proveedores de servicio de Internet.

Aún cuando Honduras ha tenido apertura para los diferentes servicios de telecomunicaciones, es bajo comparado con los países vecinos, como por ejemplo el servicio de Internet. Por otra parte, este país es el primero de Centroamérica con más canales de televisión por cada 100 personas. Para el período 2004–2005, se prevé que HONDUTEL lleve a cabo una inversión de aproximadamente 3 millones de lempiras.

Guatemala abre en 1996 el mercado a la competencia con regulación mínima. En 1998 privatiza TELGUA y de la venta el Estado obtiene 998 millones de dólares. En 2003, el Estado Guatemalteco había obtenido más de 100 millones de dólares por la concesión de licencias. En el mercado compiten 4 empresas de servicios móviles, 17 empresas de servicios fijos y 34 empresas tienen contratos de interconexión para servicios internacionales.

En El Salvador, en 1996 se dio la apertura del sector de telecomunicaciones con mínima regulación En 1998 se privatiza Antel y en la actualidad existen 4 empresas que compiten en servicios móviles y hay una quinta empresa autorizada. El Estado salvadoreño recibió más de
1 000 millones de dólares por la privatización de las empresas de energía eléctrica y de telecomunicaciones. En telefonía fija existen 10 empresas autorizadas para ese servicio y 5 empresas autorizadas para Internet. Al igual que en Guatemala, se observa que el crecimiento en la oferta de líneas celulares es sensiblemente mayor que el crecimiento de las líneas fijas.

Nicaragua emite su Ley de Telecomunicaciones en 1995 y declara libre competencia en los servicios. En la misma fecha crea su ente regulador. Existen 3 operadores de servicios móviles y 45 proveedores de servicios de Internet. Al igual que en los otros países de la región, Nicaragua incrementa el número de líneas celulares aunque el número de líneas fijas crece a una tasa mucho menor.

En Panamá, entre 1995–1996 se dictan las leyes de telecomunicaciones y de creación del Ente Regulador de Servicios Públicos. A partir del 1 de enero del 2003 se abrió el mercado a la competencia (a excepción de la telefonía móvil celular que está en régimen de duopolio). Existen 34 empresas concesionadas para prestar servicios de telefonía básica, nacional e internacional y el país obtuvo 620 millones por la privatización de INTEL (49 % de las acciones). Existen 6 proveedores de servicio de Internet.

En Costa Rica existen dos leyes (3226 y 3293) que le han otorgado la explotación de servicios de telegrafía, radiotelegrafía, telefonía, radiotelefonía, y telecomunicaciones internacionales al ICE y RACSA. Sin embargo, ninguna de ellas fue aprobada por la Asamblea Legislativa en régimen de exclusividad o monopolio. A pesar de lo anterior, la Sala Constitucional ha determinado que tienen la exclusividad.

Costa Rica, a pesar de tener un supuesto régimen cerrado en materia de telecomunicaciones ha permitido, al amparo de la Ley de Radio, la operación y explotación de servicios de difusión televisiva, radiodifusión, televisión por satélite, GPS, radiocomunicaciones, beepers y televisión por cable. Además, se ha permitido la explotación de servicios de valor agregado como el servicio 900, la reventa de tráfico internacional por hoteles, la coexplotación de telefonía pública y el arrendamiento de circuitos satelitales que no pasan por la red del ICE.

En definitiva, la información muestra que la telefonía celular ha crecido fuertemente en los países de la región en los últimos 5 años y que la tendencia es creciente hacia el futuro. También se muestra que todos los países, excepto Costa Rica, han privatizado la prestación de servicios de telecomunicaciones.

Esta apertura en telecomunicaciones es un elemento que favorece la atracción de inversión extranjera debido a que las empresas buscan países y regiones con excelentes sistemas de comunicación.

FUERZAS IMPULSORAS SECTORIALES

La política y la legislación forestal

La subregión centroamericana cuenta con una serie de procesos documentados de planificación del desarrollo forestal nacional y regional. A principios de la década de los noventa los 7 países elaboraron sus Planes de Acción Forestal (PAF) y se diseñó un Plan para la región (PAFCA) como productos de un proceso que inició en la década de los ochenta. Se firmaron para esa época los convenios regionales de biodiversidad y de reforestación. Se creó la Coordinadora Indígena y Campesina Forestal de Centroamérica (CICAFOC), el grupo de mujeres forestales de la región y otras organizaciones que buscaban dar sustento a las políticas establecidas en los PAF.

Estos PAF y el PAFCA no se implementaron según lo establecido, dado que el sector forestal, tanto público como privado, no tuvo la capacidad para insertarlo en la planificación del desarrollo nacional, o sea, las políticas y acciones no fueron articuladas a las políticas nacionales de desarrollo. En definitiva, la planificación se efectuó, pero el nivel de ejecución fue bajo y la inserción en los planes nacionales de desarrollo fue casi nula.

No obstante, debe reconocerse que en los países de la subregión existe una política forestal explícita y los PNDF, lo que ha faltado es apoyo político real para implementar las acciones establecidas en esos documentos. Esta política está orientada por los principios del desarrollo sostenible y se orienta tanto hacia la producción de bienes y servicios como a la conservación de la biodiversidad de la región.

Además, en la mayoría de los países existe una legislación forestal moderna que busca mejorar la institucionalidad, mejorar el control de las operaciones en campo y brindar instrumentos de apoyo técnico y económico y la ordenación forestal sostenible. Sin embargo, los servicios forestales siguen siendo instancias débiles dentro del aparato estatal.

Todos los países han creado por ley áreas silvestres protegidas, sin embargo, en la práctica no existen los recursos humanos ni financieros para asegurar la ordenación y la conservación de la biodiversidad presente en esas áreas. Por ello, se ha utilizado el término “áreas de papel”, dado que existen sobre el papel pero no se realiza una protección efectiva de las mismas en el campo.

Además de las nuevas leyes forestales, que responden mejor a las exigencias actuales del desarrollo forestal, se avanza en el análisis de las causas de la deforestación, en la definición de los criterios e indicadores para la ordenación forestal sostenible y se trabaja en el diseño de instrumentos financieros para estimular la actividad forestal. Es el caso de Guatemala y Panamá que en la década de los noventa establecen sus programas de incentivos forestales.

Para el 2002 los países de la región aprobaron la Estrategia Forestal Centroamericana (EFCA). El objetivo estratégico de la EFCA es “Posicionar al sector forestal como agente de desarrollo económico, social y ambiental en los países de la región” y su horizonte de planificación es a 25 años”, o sea, elevar el perfil político del sector forestal. Se establecen un conjunto de metas a corto, mediano y largo plazo y a continuación se presentan las más importantes:

Año 2005:

Año 2010:

Año 2025:

En la EFCA (2002) se estableció una visión para el futuro de los bosques en Centroamérica 2002-2025, la cual se muestra en la figura 22.

FIGURA 22 Visión para el futuro de los bosques en Centroamérica, período 2002-2020

Fuente: EFCA, 2002.

La meta para la ordenación forestal es ambiciosa y alcanza del 10 al 15%. Aunque en la actualidad la región centroamericana posee alrededor de 2 millones de hectáreas bajo planes de ordenación forestal, los servicios forestales reconocen su baja capacidad de control sobre las operaciones de aprovechamiento y ordenación forestal en el campo y, por lo tanto, la ausencia de seguimiento para verificar si las actividades de ordenación forestal se realizan efectivamente en las áreas sometidas a planes de ordenación.

La meta más difícil de alcanzar es la de establecer y manejar un total de 5,1 a 7,7 millones de hectáreas de plantaciones forestales (10-15% del área de la región) (véase cuadro 39). La única forma de alcanzar esta meta al 2025 como lo establece la EFCA es a través de un programa de incentivos a la reforestación que contemple distintos instrumentos financieros y mecanismos de apoyo a la producción. Entre ellos, el pago por servicios ambientales debe implementarse en todos los países, pero éste no es suficiente. Debe existir en los países un Programa de fomento forestal, con un fuerte componente de apoyo técnico.

CUADRO 39 Metas establecidas en la Estrategia Forestal Centroamericana (EFCA)

Uso forestal

META
área 2025
(millones hectáreas)

Situación actual
área 2004
(millones hectáreas)

Plantaciones forestales

5,1 a 7,7

0,46

Bosques manejados bajo ordenación

5,1 a 7,7

2,0
(con planes de ordenación )

Áreas protegidas

12,8 a 15,3

13,0
(Declaradas)

TOTAL

23 a 31

15,5

En el 2004, con apoyo de la FAO, los países de la subregión han elaborado sus Servicios de Formulación y Preparación de Proyectos (PDF). Estos nuevos documentos de planificación se gestan en un momento diferente a los anteriores dado que existe mayor conocimiento técnico-científico para la ordenación de los recursos forestales, se reconocen no sólo la producción de bienes, sino de servicios ambientales de los ecosistemas forestales, existe más capacidad técnica tanto pública como privada que hace dos décadas y existen masas forestales manejadas y produciendo articuladas a industrias que generan productos de alto valor agregado entre otros. Sin embargo, también existe menos apoyo financiero internacional para apoyar el desarrollo forestal en los países, más corrupción en los servicios forestales, la pobreza y el desempleo son temas que ocupan lugares prioritarios en la agenda política de los países y, así como estos, otros problemas socioeconómicos que acaparan la atención de las autoridades nacionales. Posiblemente se pueda afirmar que es el mejor momento técnico-económico y ambiental que ha vivido el sector forestal en los últimos 30 años, pero en un entorno sociopolítico y económico más complejo, por lo cual el reto de insertar la actividad forestal como parte de las políticas de desarrollo nacional es cada vez mayor.

México, por su parte, para el 2001 presentó su “Programa Estratégico Forestal para México 2025” cuyo objetivo es impulsar y fortalecer el desarrollo sostenible de los recursos naturales en los ecosistemas forestales mediante acciones de conservación, protección, restauración, fomento y producción para el bienestar de la sociedad, basándose en ajustes de las políticas, instituciones y legislación, así como en la propuesta de un programa de inversiones. El propósito es aprovechar las estrategias establecidas para formular planes y programas operacionales de corto, mediano y largo plazo, orientados al uso sostenible de los recursos forestales. Con la ejecución del Programa Estratégico Forestal, México espera lograr los siguientes resultados en el período 2001-2025:

Disminuir la pobreza rural. Se crearán más de 180 mil empleos adicionales, aumentará la utilidad de los dueños y poseedores de terrenos basada en la actividad forestal, se incrementarán y fortalecerán las empresas forestales pequeñas y medianas y se harán efectivos los pagos por servicios ambientales.

Mejorar la contribución del sector forestal al PIB y al comercio exterior. Aumentará la contribución al PIB sectorial del 1% al 4% y se reducirá el déficit de la balanza de pagos sectorial en un 30%; de no implementarse el Programa Estratégico Forestal 2025 el déficit acumulado en 2025, llegaría a 112 mil millones de pesos.

Fortalecer los sectores social y privado. Se incrementará la productividad y la competitividad, se fortalecerá la integración horizontal de los productores, la cadena productiva se integrará verticalmente y las micro, pequeñas y medianas empresas se incrementarán y fortalecerán.

Disminuir los impactos ambientales desfavorables. Se reducirá la deforestación en un 75%, se rescatarán 5 millones de hectáreas de áreas degradadas a través de la reforestación y reconversión productiva de zonas agropecuarias marginales, se reducirá la presión sobre áreas clave de biodiversidad, se disminuirá la pérdida y fragmentación de ecosistemas forestales por causa de incendios y aumentará la captura de CO2.

Contribuir al fortalecimiento de la seguridad nacional. Existirá mayor garantía de disponibilidad de agua, habrá prosperidad social en las comunidades, el narcotráfico y cultivo de enervantes en las zonas forestales se reducirá y disminuirá la tala clandestina y otras actividades ilícitas en zonas rurales.

Contribuir a cambiar la actitud de las personas hacia el entorno ecológico. El cuidado de los bosques, suelos y agua formarán una parte importante de los programas educativos, se respetará la biodiversidad y existirán menos especies amenazadas o en peligro de extinción, se utilizarán racionalmente los productos derivados de los ecosistemas forestales y su reciclaje será práctica generalizada y las personas participarán activamente en los programas de protección y restauración tanto en las ciudades como en el medio rural.

Fortalecer la corresponsabilidad entre sociedad y gobierno en la definición y aplicación de las políticas forestales. Existirá una normativa accesible, sencilla y eficaz, las políticas se aplicarán de manera coordinada entre los tres órdenes de gobierno, en el contexto de un federalismo forestal; los servidores públicos del sector forestal se desarrollarán de manera integral en un servicio civil de carrera, la sociedad, a través de organizaciones civiles, supervisará y evaluará el desempeño de las instituciones públicas, por lo cual se incrementará la calidad y la productividad de los servicios y disminuirá la corrupción, y los servicios técnicos forestales se ejecutarán con profesionalidad y sentido social.

Lo mencionado anteriormente muestra una subregión que ha dedicado esfuerzos a la planificación del desarrollo forestal y que enfrenta el reto de pasar a la ejecución plena de los Planes Nacionales Forestales y a posicionar al sector forestal como un elemento estratégico del desarrollo de los países.

Tanto la EFCA como el Programa Estratégico Forestal de México han establecido metas ambiciosas para el desarrollo del sector forestal. Ambas estrategias fijaron un horizonte de planificación de 25 años. También los Planes nacionales forestales de los países centroamericanos muestran objetivos y metas ambiciosos. Estos procesos de planificación y la existencia de instrumentos de política son una de las mayores fuerzas que impulsarán a la región a desarrollar el sector forestal.

Los incentivos y el crédito forestal

La legislación forestal en todos los países prevé instrumentos de apoyo financiero, tal es el caso de los programas de incentivos a la producción y a la conservación forestal en casi todos los países, pero en otros de ellos estos programas son de reciente aplicación y, en algunos de los que tienen incentivos o pago por servicios ambientales, la oferta es limitada dada los escasos recursos financieros existentes.

En todos los países, el sector productivo ha identificado como una debilidad del sistema crediticio la inexistencia de esquemas de crédito adaptados a los plazos que requiere la producción de bienes y servicios forestales. Además, a causa del largo plazo de las inversiones forestales, los riesgos también son mayores, no sólo por la posible presencia de plagas, enfermedades, fuego u otros fenómenos naturales, sino por la variación de las variables macroeconómicas.

El crédito forestal en la región utiliza las mismas tasas de interés que se aplican para inversiones a corto plazo, sin considerar que la producción forestal es a largo plazo y que el impacto de altas tasas de interés en los flujos financieros hace que la rentabilidad de las inversiones forestales sea baja o incluso negativa.

En Honduras, el reducido tamaño del mercado interno es una desventaja para atraer inversiones al país. Pero el país otorga importantes incentivos a través de beneficios tributarios y beneficios arancelarios para operaciones de exportación con el fin de atraer inversión directa.

En Nicaragua, durante el período 1991–2003 han existido 21 proyectos vinculados con el sector forestal, gran parte de ellos han funcionado con recursos externos, originados en préstamos bilaterales, multilaterales y donaciones. La inversión privada, por su parte, ha sido muy limitada y se ha concentrado en inversiones muy puntuales en reforestación comercial o con fines energéticos y en planes de ordenación de bosques.

En Panamá, en la última década la inversión total ha mostrado un crecimiento estable, pasando de 4 millones de dólares en 1990 a poco más de 11 millones de dólares en 2001. La inversión privada es creciente, no lo es en cambio la inversión pública.

El crédito forestal en Costa Rica es limitado y lo ofrece fundamentalmente el Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (FONAFIFO). La entidad ofrece crédito para la producción, la industria y el comercio para pequeños y medianos productores a tasas ligeramente inferiores a las tasas de mercado y con períodos de gracia acordes a las características de la producción forestal.

En México, el financiamiento forestal no figura expresamente dentro de los programas de las instituciones bancarias. El crédito forestal representa solamente el 0,88% de los orientados al sector primario. Con respecto a los créditos multilaterales, tanto los del Banco Mundial como los del Banco Interamericano de Desarrollo, no han tenido el impacto ni la resonancia esperada por lo que el cambio en materia forestal ha sido mínimo. Torres (2004), menciona como causas de la ineficiencia de los créditos la falta de una política clara y de largo plazo, la escasa prioridad dentro de la política nacional, la falta de técnicos para la realización de proyectos, la inflexibilidad y la carencia de los requisitos establecidos por la banca internacional de desarrollo y la falta de recursos locales para cubrir el componente nacional del crédito.

La tecnología para la producción y el procesamiento

En la región existen paquetes tecnológicos para la ordenación de bosques naturales y para el establecimiento y la ordenación de plantaciones forestales. Durante los últimos 20 años se ha adquirido experiencia y las instituciones que se ocupan de educación e investigación forestal de la región han contribuido sensiblemente a ello. Un rol protagónico lo ha tenido el CATIE y las universidades de los países de la subregión en que existe la carrera forestal. Sin embargo, el reto de la competitividad exige mejoras tecnológicas en los sistemas de producción que tendrán que desarrollarse a corto plazo.

La industria primaria forestal de la región es obsoleta y debe darse una reconversión a corto y mediano plazo para enfrentar el reto de la competitividad del sector forestal. Sin embargo, esta reconversión requiere inversión de capital, pero principalmente, la seguridad de las existencias de recursos forestales productivos y una ordenación silvícola que asegure su permanencia a largo plazo. Por otro lado, la industria secundaria de la región también debe ser reconvertida para la elaboración de productos forestales de alto valor agregado.

Más del 85% de las empresas forestales en Centroamérica y México son micro y pequeñas, mientras el porcentaje de medianas es aproximadamente del 10% y las grandes no superan el 5%. Las microempresas resienten desventajas financieras, tecnológicas y de mercado. Las pequeñas empresas son reacias a la modernización y a la integración. Por su parte las medianas empresas enfrentan la apertura comercial y las grandes se están tecnificando pero muy lentamente.

La producción de servicios ambientales

La formación del Corredor biológico mesoamericano constituye un ejemplo novedoso de coordinación entre los países de la subregión, al asumir como prioritarias las áreas protegidas fronterizas definidas en el Convenio Centroamericano de Biodiversidad. Más del 40% de toda la extensión protegida en mesoamérica se encuentra en territorios limítrofes entre los países.

En los países de la región existen oficinas creadas para atender el tema de los proyectos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero al amparo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMCC) y el Protocolo de Kyoto.

En el caso de Costa Rica, la Oficina Costarricense de Implementación Conjunta (OCIC) reporta un total de 7 proyectos que se han negociado en el marco de la reducción de emisiones en el sector energía. La Oficina Nacional de Desarrollo Limpio (ONDL) en Nicaragua informa que ha negociado tres proyectos con el sector energético, los cuales han contribuido a reducir y evitar 2,8 millones de toneladas de CO2, lo que ha significado ingresos por el orden de los 8,5 millones de dólares.

La FAO en 2003 financió el estudio sobre “Evaluación del Potencial de Mitigación del Sector Forestal para el Cambio Climático en América Central en el Marco del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL)”. El estudio incluyó la identificación en los 7 países de Centroamérica del potencial de fijación y almacenamiento de carbono. Se estimó que el potencial de mitigación del sector forestal para cambio climático es de aproximadamente 243 millones de toneladas de carbono, en una superficie de casi cinco millones de hectáreas. Los países con mayores áreas absolutas potenciales para desarrollar proyectos MDL (áreas Kyoto) son, por orden de importancia, Honduras, Nicaragua y Guatemala; seguidos en menor medida por Panamá, El Salvador, Costa Rica y Belice.

Se estima que en México existen alrededor de 4,6 millones de hectáreas con potencial para diferentes alternativas de cultivo forestal o agroforestal, con una alta producción de carbono, estimada en 33,3 – 113,4 millones de toneladas de carbono, además 1 millón de hectáreas con potencial para reforestar, las cuales captarían entre 30,7 y 85,5 millones de toneladas. También existen cerca de 30 millones de hectáreas de áreas arboladas con regeneración natural, las cuales tienen un potencial estimado de captura de carbono de 1038– 3090 millones de toneladas.

La belleza escénica de los ecosistemas forestales se utiliza para atraer turistas. El turismo de bajo impacto o ecoturismo recibe 20 000 personas en las áreas ecoturísticas y de 5,19 a 6,13 millones de personas al año en ecoturismo con múltiples posibilidades, como visitas a parques nacionales y a reservas de la biosfera, entre otras.

La producción de madera certificada

La ordenación de los bosques y las plantaciones forestales ha sido certificado bajo el sistema del Forest Stewarship Council (FSC) en un total de 77 proyectos, 43 de ellos en Centroamérica (56%) y 34 en México (44%). En Centroamérica el área certificada alcanza las 684 406 hectáreas (52,6%) y en México 616 135 hectáreas (47%) (Véase cuadro 40).

CUADRO 40. Superficie y número de unidades de ordenación forestal (UOF) certificadas en Centroamérica y México bajo el sistema del FSC, 2003

País

Número de UOF

Superficie por tipo de proyecto (ha)

Superficie

Natural

Plantación

Mixto

ha

%

México

34

616 135

0

0

616 135

47,4

Belice

1

104 888

0

0

104 888

8,1

Guatemala

17

463 622

5 604

0

469 226

36,1

Honduras

2

37 277

0

0

37 277

2,9

Nicaragua

3

13 157

0

0

13 157

1,0

Costa Rica

15

475

40 371

8 500

49 346

3,8

Panamá

5

0

10 512

0

10 512

0,8

TOTAL

77

1 235 554

56 487

8 500

1 300 541

100

Fuente: sitio web: www. fsc.org

El área de bosques y plantaciones certificadas en la región se ha incrementado en los últimos 5 años y el objetivo de los productores es ofrecer madera producida bajo sistemas de buena ordenación forestal. En estos 77 proyectos se aplican técnicas silvícolas y de aprovechamiento de bajo impacto, del mismo modo que se generan beneficios sociales y ambientales. Es un impulso la ordenación sostenible de los recursos forestales de la región y un mecanismo para identificar nichos de mercado que reconozcan el valor agregado de estos productos certificados.

Los incendios, plagas y enfermedades

Los incendios y las plagas son elementos que disminuyen la cubierta forestal en la región. En 2003, el gorgojo de la corteza de pino (Dentroctonus spp.) afectó cerca de 23 000 hectáreas en Honduras y 33 000 hectáreas en Nicaragua.

En México tienen lugar 8 900 incendios anuales que afectan en promedio una superficie de
32 700 hectáreas de zonas forestales (1995-2000), además las plagas forestales que afectan la cubierta son la Palomilla gitana y Glycaspis blimblecombei.

En el año 2000, los incendios forestales afectaron alrededor de 60 500 hectáreas de bosque en Nicaragua. Se estima que las pérdidas económicas alcanzaron 1,6 millones de dólares EE.UU. En Costa Rica el incremento de los incendios forestales entre el período 2000 al 2001 fue de un 56%, pasando de 36 896 hectáreas en el 2000 a 57 511 hectáreas en el 2001.

Los fenómenos naturales (huracanes, inundaciones, ciclones, entre otros) también tienen un impacto negativo sobre la cubierta forestal. Todos los países de la región se han visto afectado por fenómenos naturales tales como el fenómeno del Niño y la Niña, los cuales han tenido repercusiones cuando se acentúan las sequías o por el contrario las lluvias, que provocan inundaciones, deterioro del suelo, sedimentación en cauces de ríos, entre otros.

CONCLUSIONES

Las principales fuerzas impulsoras identificadas en la subregión son múltiples y de diferente índole. El sector forestal, históricamente ha planificado su desarrollo en forma desarticulada del resto de los sectores de la economía rural de los países, principalmente de las políticas agropecuarias y turísticas.

Las fuerzas impulsoras que más se destacan en el contexto de la subregión son:

A nivel regional

A nivel nacional

A nivel sectorial

Positivas:

La existencia de cubierta forestal (alrededor de 18 millones de hectáreas)

La existencia de PNDF.

El crecimiento de las actividades turísticas ligadas a la naturaleza, con énfasis en el ecoturismo

El reconocimiento de los servicios ambientales que prestan los ecosistemas forestales y el diseño y operación de sistemas de cobro y pago de esos servicios. El potencial de producción de servicios ambientales.

Experiencias positivas en ordenación sostenible de bosques y en conservación de ecosistemas. Experiencias positivas en ordenación sostenible de los bosques por comunidades campesinas e indígenas. Un ejemplo de ello son las concesiones en Petén.

Mayor conciencia de la sociedad del rol de los bosques en la protección de las fuentes de agua frente a problemas de escasez del recurso.

La existencia de recursos humanos capacitados para el manejo de los recursos.

Negativas:

La demanda rural por leña es creciente y la sustitución de ésta por otras fuentes de energía es poco probable a corto plazo.

Limitada capacidad de suministro de energía eléctrica en algunos países de la región.

Debilidad institucional forestal de la región.

No existen agendas compartidas con temas transversales, entre el sector agropecuario y el forestal (Ministerios de Agricultura y Ganadería y Ministerios de Ambiente).

Los incendios forestales así como las plagas forestales que históricamente han afectado el recurso causando, en la mayoría de los casos, grandes pérdidas económicas.

Pocos cambios tecnológicos en la industria forestal y pocos cambios en la organización.

El perfil de calificación de los trabajadores de campo y de la industria es deficiente.

A nivel extra sectorial

Positivas:

Crecimiento demográfico que generará un incremento en el consumo de productos forestales.

Disminución del área de fincas dedicada a la ganadería de carne en la región.

Incremento de la demanda de servicios del bosque.

Alto porcentaje de población campesina e indígena, tanto en Centroamérica como en México, que depende y continuará dependiendo del bosque.

Negativas:

Crecimiento demográfico que provocará una mayor oferta de mano de obra y, posiblemente, una mayor tasa de desocupación.

Ausencia de una red vial adecuada que comunique los centros productivos entre sí con los puertos y aeropuertos, y que permita reducir los costos de transporte.

Limitada inversión en la región

Limitado desarrollo tecnológico en la mayoría de los países de la región, tanto a nivel de telecomunicaciones, como de equipo industrial.

5 Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos. Área de Libre Comercio de las Américas: La oportunidad de un mercado hemisférico.

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