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ANEXO 4 (A)

BRASIL: Estudio de caso

PROGRAMA PASTORAL DEL NIÑO

RESUMEN

Cobertura

El Programa Pastoral del Niño (Pastoral da Criança - PC) que lleva a cabo la Iglesia Católica de Brasil inició en 1983 y está aún en curso. El PC está en operaciones en 32 265 comunidades localizadas en 3 403 municipios (62 por ciento del total), en 5 140 parroquias (63 por ciento del total), y en 261 diócesis (100 por ciento) de los 27 estados del país. El Programa PC está especialmente concentrado en los bolsones de pobreza y miseria donde tanto la mortalidad como la malnutrición infantil están por encima del promedio nacional.

Fondos operacionales

Entre el 1 de octubre de 1999 y el 30 de septiembre de 2000 la participación interinstitucional en apoyo al programa ha sido por la cantidad de 6 905 720 dólares EE.UU. (17 264 302 reales; tasa de cambio 2,5 reales por 1 dólar EE.UU.) provenientes de las fuentes siguientes:

Además, el programa beneficia del apoyo logístico de las diócesis, parroquias así como de la participación de 129 725 voluntarios, 6 295 equipos de coordinación y capacitación regionales y locales y de funcionarios capacitadores.

Objetivos del programa

El objetivo principal del programa es la promoción de la justicia social y mayor equidad sobre la base de la fe cristiana y la fraternidad. Sus objetivos específicos son:

Impacto del programa

Hasta el segundo semestre de 2001 el PC había logrado lo siguiente:

Cobertura

Salud y nutrición

Comunicación y capacitación

Organización comunitaria

Participación comunitaria

El programa ha logrado convertirse en el enlace entre los niveles local e institucional. Actualmente, cada diócesis lleva a cabo su propia planificación, pero beneficia de la información contenida en los informes del nivel central. Aunque existe un fuerte sentido de apropiación a nivel comunitario y muchos líderes comunitarios expresan que ellos podrían continuar las actividades aún sin el apoyo del programa, la toma de decisiones no está todavía en las manos de la comunidad. Por ejemplo, las actividades de generación de ingresos, un componente que bien pudiera estar en manos de la comunidad, requieren aún la guía y la aprobación de la diócesis o de la parroquia.

Lecciones aprendidas

Fortalezas, debilidades, oportunidades, amenazas/limitaciones (FODA)

Fortalezas

Debilidades

Oportunidades

Amenazas/limitaciones

Sostenibilidad

El Programa PC es muy positivo para la sociedad brasileña en circunstancias de vulnerabilidad para la salud y la nutrición. Uno de sus logros es desarrollar sus actividades a partir de la coordinación a diferentes niveles, tanto con la sociedad civil como con las instituciones gubernamentales a los niveles federal, estatal y municipal, con las ONG y la iniciativa privada. Esta coordinación ha facilitado un proceso de apropiación y potenciación en los distintos niveles donde actúa el programa. La participación del Ministerio de Salud ha sido un factor determinante así como el buen grado de apropiación del programa que existe en el ámbito local. Por lo anterior se asume que, si el Programa Pastoral del Niño decidiera salir del proceso, la comunidad y el Ministerio de Salud podrían darle continuidad.

A: CONTEXTO NACIONAL

La República del Brasil, se encuentra situada en la América del Sur, con una extensión territorial de 8 511 965 km2. Tiene fronteras con: Argentina, Bolivia, Colombia, Guyana, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela y con el Océano Atlántico hacia el este. El país cuenta con 27 estados y un Distrito Federal, organizado territorialmente en cinco regiones. Posee una densidad poblacional de 2,95 habitantes por km2 y el idioma oficial es el Portugués. La población distribuida en estas regiones se caracteriza por los contrastes, costumbres, creencias, desigualdades y heterogeneidad que han ido evolucionando a través de las ultimas décadas, entre el crecimiento industrial y la urbanización.

La población de Brasil en el año 2000 era estimada en 168 millones (PNUD, 2000). La población aumenta a un ritmo anual del 1,4 por ciento y tiene una distribución territorial de aproximadamente 80 por ciento en área urbana y 20 por ciento en área rural. Actualmente hay un descenso en la tasa de fecundidad que se refleja en una disminución en el grupo etáreo de 0-14 años.

En cuanto al aspecto económico, es un país de condiciones socioeconómicas correspondientes a un ingreso medio alto, con una tasa de crecimiento medio anual del PIB de 4,5 por ciento para el año 1999-2000 (Banco Mundial, 2002), siendo una de sus características que la pobreza es más un problema urbano que rural, debido a la ubicación de los habitantes en estas áreas. El desarrollo económico aumentó en la década de los años ochenta y dió paso a una era de reformulación de políticas de estado. Tratados de comercio con otros países le dieron al país un alto nivel de competitividad en el ámbito internacional en materia de comercio permitiéndole un mejor entorno económico. La reforma a la Constitución en 1988 ha enfrentado al país a nuevos desafíos ante una apertura de mayor democracia.

En un país de contrastes, la pobreza ha aumentado, llegando a la indigencia, con gran desigualdad social y económica. Esta desigualdad tiene sus raíces en las limitaciones del proceso de desarrollo basado en la sustitución de importaciones y la industrialización protegida que hizo surgir la economía urbano industrial, que no ha sido capaz de eliminar la pobreza y la miseria. Los grupos más desprotegidos que han sido marginados de los beneficios son los trabajadores sin tierra, pequeños propietarios rurales y trabajadores urbanos marginados. Según un estudio del Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA), 53,1 millones de brasileños viven en condiciones de pobreza: el 34,1 por ciento de la población brasileña vive con menos de medio sueldo básico (36 dólares EE.UU. por mes). De éstos, 22,6 millones - casi el 14,5 por ciento de la población - son indigentes. Esta situación caracterizada por exclusión y vulnerabilidad social, ha generado el desarrollo de políticas gubernamentales de combate a la pobreza que son llevadas a cabo mediante programas y acciones dirigidos al área social, promoviendo los derechos sociales básicos. Estos programas son apoyados por las ONG que trabajan en el país y por la Iglesia Católica.

En cuanto a la situación de salud, en los últimos 30 años ha habido una notable mejoría en los indicadores de mortalidad y morbilidad, aunque los medios financieros del

Ministerio de Salud son aún insuficientes para lograr una atención con equidad a toda la población. Lo anterior ha dado como resultado déficit en la cobertura del sistema sanitario. La distribución de los recursos financieros disponibles es inadecuada: por cada dólar EE.UU. gastado en la prevención y promoción de la salud, se gastan 25 en el tercer nivel de atención.

Como respuesta a estos problemas, en los años ochenta se iniciaron una serie de reformas orientadas hacia la descentralización, con aumento de la autonomía de los estados que permitiera una mejor accesibilidad de los sectores más pobres de la población, a los servicios de salud y por consiguiente aumentar cobertura. Fue así como se inició el programa Sistema Unido de Salud el cual ha venido cambiando conforme las exigencias, las prioridades y los sistemas de información que ayudan a evaluar los resultados así como el costo que implica llevarlos a cabo.

La ejecución de dichas políticas de salud ha logrado que más del 90 por ciento de los partos sean actualmente asistidos por un médico, que la tasa de mortalidad infantil en los últimos cinco años, en promedio, haya descendido a 38 por mil nacidos vivos[57] y que haya habido una mejora en la atención prenatal. Otro aspecto que aumenta la carga de trabajo del sector salud es la aparición de enfermedades transmisibles como el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, que marcan necesariamente nuevas características de prevención en los programas de salud.

En 1997, la incidencia de bajo peso al nacer fue de 7,8 por ciento (OPS, 2000)[58] pero esta media nacional no muestra las serias disparidades regionales, por ejemplo las regiones Norte y Nordeste están en peores condiciones que las regiones Centro y Sur. Un estudio realizado en 1996 en 1 300 municipios de 17 estados reveló una media nacional de malnutrición de 41 por ciento en niños entre seis y 24 meses evaluados con el indicador de peso para edad. Se estima que la población de menores de cinco años, escolares y mujeres están en riesgo de anemia por deficiencia de hierro y que más del 25 por ciento de menores de cinco años tienen deficiencia de vitamina A. La mortalidad materna todavía se mantiene alta con 213 por 100 000 nacidos vivos. Entre las principales causas de inseguridad alimentaria se pueden citar las siguientes: incapacidad de acceso, falta de poder adquisitivo, falta de acceso a bienes de producción principalmente en aquéllos que no tienen tierra, falta de acceso a servicios públicos, falta de acceso a información de calidad. Por otra parte, el aumento de las importaciones de alimentos y un sistema alimentario inadecuado amenazan los valores culturales de gran riqueza en cuanto a la alimentación. Además de los problemas de desnutrición, se deben mencionar los problemas nuevos de obesidad y malos hábitos alimentarios que ha traído consigo el desarrollo para algunos segmentos de la población en sus diferentes grupos etáreos.

B: DESCRIPCIÓN DEL PROGRAMA

En 1982, el Cardenal Don Paulo Evaristo Arns, Arzobispo de Sao Paulo y el Sr. James Grant, Director Ejecutivo del UNICEF, estimaron que la Iglesia podría ayudar a salvar miles de vidas de niños en Brasil, que morían de enfermedades prevenibles.

En 1983, el programa inició sus actividades bajo la responsabilidad directa de la Pastoral del Niño (Pastoral da Criança - PC) de la Iglesia Católica, en el municipio de Florestópolis, en el Estado de Paraná al Sur del Brasil que tenía la más alta tasa de mortalidad infantil del país, 127 por mil nacidos vivos, superior al promedio nacional de 73 por 1 000 nacidos vivos. El programa inició allí en 29 comunidades, mediante el desarrollo de una estrategia de amplia cobertura.

El apoyo del UNICEF en esa época fue determinante tanto financiera como técnicamente. Las actividades preliminares incluyeron la preparación de los aspectos metodológicos, diseño de materiales, estrategias de trabajo en las comunidades y la estructura del sistema de información local a nivel de la comunidad.

Las acciones acordadas entre UNICEF y Pastoral del Niño fueron seguimiento del crecimiento del niño, rehidratación oral, promoción de la lactancia materna, inmunización y educación para la salud. Seguidamente se agregó la referencia temprana de los enfermos graves a los servicios de salud. Entre 1984 y 1987 se amplió la cobertura geográfica de 29 a 200 comunidades. Dada la importancia del programa, UNICEF continuó su apoyo al mismo y seguidamente se incorporaron otras organizaciones financieras y técnicas así como apoyo del Gobierno Federal a través del Ministerio de Salud. Entre 1988 y 1994 la cobertura geográfica alcanzó 19 000 comunidades y entre 1994 y 2000 la cobertura geográfica se ha incrementado a 32 265 comunidades en los 27 estados del país. Desde el inicio, el programa ha basado sus acciones en el voluntariado y la capacitación a ese personal voluntario y cabe destacar que, entre el 95 y 98 por ciento del personal capacitado, han sido mujeres. El crecimiento promedio del programa en términos de comunidades ha sido de 1 738 comunidades por año desde su inicio. La estrategia de trabajo fue puesta en práctica por medio de una metodología que desarrollaba los conocimientos técnicos, la solidaridad, la capacitación y formación en la fe cristiana de los voluntarios.

Las actividades con las familias beneficiarias son:

El programa inició con cinco acciones de salud básicas:

Estas acciones son documentadas como parte del proceso de seguimiento en el «cuaderno de salud» el cual consta en la actualidad de 27 rubros que las líderes deben llenar, cada mes. Entre las principales acciones básicas están:

Como reforzamiento a estas acciones se han llevado a cabo proyectos complementarios de generación de ingresos, alfabetización de jóvenes y adultos, participación en el control social de los servicios públicos, salud mental comunitaria, charlas en pequeñas ruedas, proyecto Niño Vivo, planificación familiar, grupo de tercera edad y comunicación social.

La organización básica del Programa Pastoral del Niño consiste en una coordinación central de donde emanan las directivas que se deben aplicar en cuanto a salud y otros aspectos. La coordinación de las diócesis, parroquias y comunidades, se encargan de llevar a la práctica toda la estructura organizativa y programática referente a la salud. En sus respectivas áreas de influencia y con cierta autonomía, ellas pueden tomar algunas decisiones sobretodo en lo relacionado con la organización para obtener fondos adicionales de apoyo al programa, coordinaciones con otras organizaciones así como la organización de eventos extras que contribuyan a fortalecer el trabajo del Programa Pastoral del Niño.

Es importante observar la trayectoria del PC en términos de involucramiento interinstitucional tanto en lo técnico como en lo financiero. UNICEF se involucró de lleno en el período 1982-87, seguidamente del 1988 al 1994 se incorporan otros organismos de cooperación internacional así como el Gobierno Federal a través del Ministerio de Salud en forma contínua. Desde 1995, se ha venido trabajando en la incorporación de autoridades estatales así como municipalidades de alto riesgo para la salud. Los efectos positivos del programa han generado la necesidad de involucrar a mayor número de instituciones tanto del estado como de cooperación externa.

El Ministerio de Salud ha sido por parte del estado la institución que más ha participado en el programa tanto financiera como técnicamente, ya que a la fecha tiene asignado personal profesional en los cuadros de dirigencia operativa del programa. El Ministerio de Educación también ha tenido una participación más activa dentro de la estructura del programa en lo relacionado a la alfabetización de adultos. Actualmente, puede decirse que uno de los efectos positivos de mayor alcance que el PC ha tenido ha sido la coordinación. La necesidad de coordinar y los esfuerzos realizados con ese fin han traído beneficios importantes para la población objetivo del programa.

Hasta septiembre de 2000, el apoyo y la coordinación del Programa Pastoral del Niño fueron realizados con las siguientes instituciones: Ministerio de Salud, usuarios/Compañía de Energía Eléctrica, Ministerio de Educación, Red GLOBO TV/UNICEF, Fundación Van Leer, Misión Austria, Servicio Alemán de Cooperación Técnica y Social, Hermanas Escolares Munich, Adveniat, Misereor[59], Desarrollo Internacional de Cooperativas Agrícolas, Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional, Club de Leones Internacional y la Organización Panamericana de la Salud.

El financiamiento ha sido una tarea que el PC ha tenido desde el inicio del programa, pasando por la coordinación con varias organizaciones de cooperación externa, seguido del apoyo del Gobierno Federal hasta llegar a conseguir fondos de los estados y las municipalidades de Brasil. Es decir que a partir de la definición de los principios del programa, éste tuvo la necesidad de explorar fuentes de apoyo financiero para conseguir la puesta en práctica respectiva. Seguidamente a la obtención del financiamiento, el desarrollo de las estructuras técnicas y de planificación ha estado en manos de personal del PC y de organizaciones de apoyo técnico, entre ellas el UNICEF.

Entre el 1 de octubre de 1999 y el 30 de septiembre de 2000, los fondos totales para el programa han sido por la cantidad de 6 905 720 dólares EE.UU. (17 264 302 reales, tasa de cambio 2,5 reales por un dólar EE.UU.) procedente de las fuentes siguientes:

En estos porcentajes, no están incluídos los costos de recursos logísticos de las diócesis, parroquias así como la participación de 129 725 voluntarios, 6 295 equipos de coordinación y capacitación regionales y locales.

El apoyo técnico se ha fortalecido a la vez con la participación de otras organizaciones entre las que se encuentran:

Impacto del programa

El impacto del programa se basa principalmente en el sistema de trabajo de los voluntarios que no se ha limitado al cumplimiento de sus actividades, sino a la apropiación del proceso de ayuda al prójimo, sin importar la raza, religión o ideología. El impacto del programa se muestra de manera global en cuanto ha estado en operaciones desde 1983 y llegando hasta el segundo semestre de 2001.

Cobertura

Impacto en la salud y nutrición

Indicadores

1988

1991

2001

Cobertura nacional en los niños de 0 a 6 años



9.8%

Tasa de mortalidad infantil (‰)


40

9

Tasa de mortalidad de niños de 1 a 6 años (por 1 000 niños de la misma edad)


9

1

Mujeres embarazadas vacunadas contra el tétanos

60%


84%

Mujeres embarazadas desnutridas

20%


4%

Bajo peso al nacer (< de 2 500g)

14%


6%

Lactancia materna exclusiva hasta los 4 meses de edad

60%


80%

Niños con esquema completo de vacunación

62%


95%

Niños con diarrea

13%


5%

Niños con diarrea que tomaron suero casero

82%


90%

Vigilancia nutricional de niños menores de 6 años.
- pesados
- con aumento de peso
- desnutridos


78%
60%
18%



80%
72%
4%


Fuente:

Pastoral del Niño. Situación de cobertura 2do. semestre 2001. Curitiba, Brasil.


Datos incluídos a partir de 1988, fecha inicio del sistema de seguimiento del PC.

Impacto en comunicación y capacitación

Impacto en organización comunitaria

La guía del Pastoral del Niño y la Iglesia Católica le ha dado al programa desde su inicio, un empuje importante aunque la participación comunitaria de manera más integral es todavía incipiente y se reduce a la búsqueda de fondos externos para fortalecer el trabajo del Pastoral del Niño. En otros casos, las líderes comunitarias se han reunido en pequeños grupos que han propuesto alguna iniciativa de proyectos productivos que todavía están en ensayo (basado en las observaciones directas hechas en el campo en Curitiba y Francisco Beltrão).

La contribución que el programa ha hecho para mejorar las condiciones de salud y nutrición en la población objetivo son significativas y de apoyo a la gestión de las autoridades gubernamentales en este caso los Ministerios de Salud y de Educación. Éstos, a su vez, también reconocen el rol importante que el programa ha tenido en el ámbito nacional y su reconocimiento nacional e internacional, al punto de que el Gobierno Federal de Brasil lo propuso como candidato al Premio Nobel de la Paz para el 2001. Es también significativa la forma en que autoridades de salud de otros países de América Latina y de África han iniciado un proceso de aprendizaje y de transferencia tecnológica para impulsar procesos similares en sus respectivos países adaptándolos a las circunstancias nacionales y locales. El programa deberá continuar en la etapa crucial de análisis y de reflexión para dimensionar los nuevos escenarios que podría asumir al corto, mediano y largo plazo. Ésto, con el objetivo de fortalecer las acciones de salud que hasta ahora se hacen y, sobretodo, visualizar un estilo de participación comunitaria más amplio que promueva mayor sostenibilidad de las acciones del programa en sus diferentes niveles.

C: EJECUCIÓN DEL PROGRAMA

Actores del programa

La toma de decisiones en los niveles estratégicos y técnico operativo ha estado de manera constante bajo la responsabilidad del PC, mediante un ejercicio democrático de consulta y consenso entre diferentes instituciones y organizaciones. Esta situación es importante porque existe un lugar único, de donde emanan todas las directrices relativas a la parte técnica del programa, que es la sede central. Sin embargo, únicamente la parte de financiamiento es, hasta cierto punto, del nivel de decisión de cada una de las diócesis y las coordinadoras diocesanas del programa. Las instituciones y organizaciones brindan apoyo técnico al diseño de las estrategias principales de acción. El trabajo técnico y estratégico diseñado en los niveles medios y altos del programa está acorde con la plataforma local organizada existente. Los líderes comunitarios del Pastoral del Niño reciben indicaciones y capacitaciones de las coordinadoras de área, de parroquia y de las diócesis. Estos líderes constituyen la base fundamental del trabajo y del éxito del PC y han sido formados y capacitados por el mismo programa desde que éste inició.

El proceso de puesta en práctica de acciones en el ámbito local descansa en los líderes comunitarios quienes, a su vez, son seguidos por las respectivas coordinadoras de área y de parroquia, en dos momentos: uno, durante las visitas mensuales que estas líderes comunitarias realizan a las familias que tienen bajo su cargo y el otro, cuando son capacitadas por las mismas coordinadoras. La filosofía del programa descansa básicamente en el principio de trabajo con las familias en pobreza y miseria en las zonas de Brasil donde tanto la mortalidad infantil como la malnutrición están por encima del promedio nacional. En su mayoría, las mismas líderes comunitarias provienen de dichas comunidades y su compromiso está basado en el voluntariado conducido por tres aspectos vitales: la fe cristiana, el amor por los niños y la solidaridad.

En la práctica, se ha podido constatar que una buena parte de lo programado se logra. Sin embargo, entre las deficiencias del trabajo cabe incluir los aspectos del seguimiento, las medidas consecuentes y las capacidades locales. Por ejemplo, los consolidados que deben enviarse cada mes a la central no siempre están debidamente completados (en una muestra al azar, dos hojas de consolidados seguidas tenían dificultades en el llenado). Algunas líderes comunitarias son analfabetas y lo que las mueve es realmente el deseo de hacer algo por los niños y sus vecinos. El riesgo es que muchas veces quien apoya el llenado de las hojas no tiene tampoco mucha capacitación al respecto. Sin duda alguna son situaciones que también preocupan a los niveles de coordinación local, de parroquia, diocesano y central y para las que seguramente están buscando alternativas de solución.

Actividades del programa

El programa ha tenido como base de su accionar al líder comunitario quien recibe entrenamiento y capacitación para desarrollar una serie de actividades, divididas en dos fases:

Estas actividades han sido identificadas mediante un análisis de la realidad nacional y definidas y priorizadas por los equipos técnicos profesionales del PC. En dichos equipos técnicos han estado participando personal del Ministerio de Salud, UNICEF, Pastoral del Niño, y toda la estructura organizativa del PC. El proceso de capacitación ha venido desde el nivel central, bajando hasta los niveles de coordinación y llegando a los niveles de liderazgo comunitario. Al final, la puesta en práctica de todas las acciones descansa en el nivel de las líderes comunitarias que son quienes han recibido todo el proceso de capacitación para trabajar en el ámbito de las familias que tienen asignadas.

Seguimiento y evaluación

Uno de los grandes avances del PC es su sistema de información que está basado en los reportes que las líderes comunitarias realizan mensualmente sobre los datos de salud y crecimiento del niño, de más de 1,6 millones de niños menores de seis años y de más de 77 000 mujeres embarazadas en los 27 estados de Brasil. Todo el sistema ha sido diseñado desde el nivel central del PC a partir del cuaderno comunitario que desde el principio del programa fue propuesto por las primeras líderes comunitarias del Municipio de Florestópolis. El sistema de información se ha diseñado de tal forma que se evidencia una interacción permanente entre todos los actores principales del programa (líderes, coordinación de comunidad, coordinación de área y parroquia, coordinación nacional, coordinación estadual y coordinación diocesana). En un organigrama se presenta de la siguiente manera:

Este sistema de información y seguimiento tiene además otras funciones tales como la evaluación permanente de las acciones tomadas, reflexión sobre las mismas y nueva planificación de acciones sobre la base de los resultados obtenidos en el seguimiento mensual.

Las líderes comunitarias tienen un instrumento de registro de información que tiene 27 rubros organizados por categorías tales como salud, nutrición, indicadores de oportunidades y éxitos, vacunación, embarazadas, nacimientos, mortalidad infantil y materna. Estos datos son reportados mensualmente hasta que llegan al nivel central, para que seguidamente sean analizados e introducidos en una base de datos que provee información por comunidad, parroquia, municipio, estado y nacional. Cada tres meses se dispone de información actualizada y los datos retornan a la líder comunitaria con un mensaje de felicitación y de ánimo para continuar en el trabajo y, en otras ocasiones, con indicaciones y/o sugerencias para mejorar las acciones. Luego, la líder comunitaria realiza en su siguiente reunión grupal con las madres un ejercicio basado en ver, hacer, evaluar y celebrar, como una forma de animar y de continuar conjuntamente con las madres de los niños en el programa.

Existen situaciones muy esporádicas en las que los datos que se reciben en la central tienen algunas dificultades. Cuando ésto sucede, la central los anota y los regresa por la misma ruta para que nuevamente sean verificados. Esta situación garantiza que los datos que se estarán introduciendo a la base de datos sean de mejor calidad.

Desde la coordinación nacional del PC, los datos trimestralmente también son compartidos con las autoridades de salud de cada estado y son enviados también al nivel nacional para que se haga el mejor uso de ellos. Por consiguiente, el programa tiene un sistema de información y seguimiento que viene desde la base fundamentalmente y que, sobretodo, funciona. Por lo tanto, estas acciones le sirven al PC como una forma de evaluación permanente en la que las observaciones que emanan desde la base son tomadas en cuenta para que constantemente exista toma de decisiones desde los niveles diocesanos. El sistema de información y seguimiento anteriormente mencionado es llevado actualmente en las más de 32 000 comunidades en donde el PC actúa en los 3 402 municipios de todos los estados Brasileños.

Desarrollo de capacidades locales

El trabajo de formación de las líderes comunitarias para lograr los reportes mensuales es un trabajo que se ha venido realizando desde 1987, casi cinco años después de que el programa inició. El trabajo de formación de líderes y de capacitadoras, permite ahora que el PC disponga de un Sistema de Información del Programa Pastoral del Niño, tipo sistema centinela y no de un sistema de vigilancia epidemiológica propiamente dicho. El trabajo de la líder comunitaria es detectar las principales situaciones de riesgo a la salud del niño y de la madre y hacer las recomendaciones necesarias para detener, disminuir y/o eliminar dichos riesgos.

D: FACTORES MACROCONTEXTUALES

Desde los años ochenta, Brasil ha enfrentado un momento particularmente grave en lo que se refiere a su situación social. Es muy grande el número de brasileños que viven en situación de pobreza e indigencia, a la vez que las desigualdades de riqueza y de ingresos alcanzan niveles muy elevados. Esa pobreza y desigualdad han tenido sus raíces en el modelo de desarrollo basado en la sustitución de importaciones y la industrialización protegida que sin duda alguna han sido los responsables del surgimiento de la economía urbano-industrial. En ese contexto, la Constitución de Brasil de 1988 marcó el inicio de una nueva etapa en la vida de la población brasileña. Es a partir de dicha época, cuando se plantean transformaciones profundas en los diferentes sectores responsables del desarrollo del país y es cuando también se inicia la fase de impulso hacia una estrategia de descentralización sectorial en el ámbito nacional para alcanzar las metas trazadas. Todavía queda mucho por hacer, principalmente en el Brasil urbano que es en la actualidad la población mayoritaria, debido sobretodo a la necesidad de migrar a las ciudades para la búsqueda de empleo. En esta misma dinámica se establecieron mecanismos para favorecer un proceso de participación local que progresivamente pueda asumir los desafíos de su propio desarrollo.

Los gobiernos que ha tenido el país desde 1988 han focalizado sus prioridades hacia el enfoque social con mayor equidad, pero, en la práctica, los logros todavía no son muy evidentes. Sin embargo, las alianzas que dichos gobiernos han venido realizando con organizaciones de apoyo entre ellas la Iglesia Católica han tenido resultados importantes. Hay en la actualidad una serie de programas de Gobierno y de las ONG que llevan a cabo programas de alivio a la pobreza procurando promover, consolidar y garantizar derechos sociales básicos e igualdad de oportunidades prioritariamente a los grupos vulnerables.

El ejemplo del Ministerio de Salud de Brasil en cuanto al diseño de políticas centradas en los aspectos de nutrición es importante, ya que se dispone de una estructura organizativa a todos los niveles (central, estatal, municipal). Esta estructura ha sido creada con la finalidad de coordinar y favorecer todas aquellas acciones multisectoriales, orientadas a mejorar las condiciones nutricionales de la población más vulnerable, en este caso los niños y las mujeres. El ejemplo de la Secretaría de Salud de Curitiba es importante desde la perspectiva del enfoque nutricional, ya que asigna recurso humano capacitado a dicha área. Ésto les ha permitido mantener un proceso de seguimiento de la situación nutricional y de las acciones que para ello se realizan por parte tanto del Ministerio de Salud, como de las ONG que contribuyen a dichos programas.

E: PARTICIPACIÓN COMUNITARIA

El programa nació de la necesidad de detener y disminuir los altos indicadores de mortalidad en los cinturones de pobreza y extrema pobreza. La Iglesia Católica ha liderado dicha iniciativa desde 1982. El programa contó con el apoyo incondicional financiero y técnico del UNICEF en los primeros tres años. Seguidamente el involucramiento de otras instituciones del estado (Ministerio de Salud) y organizaciones de cooperación no se hizo esperar, lo que le ha dado al programa una diversificación de fuentes de cooperación y de apoyo técnico.

Es de reconocer que el programa ha logrado un balance importante en términos de la participación local versus las fuentes de financiamiento y asistencia técnica. El PC ha logrado justamente convertirse en un puente entre los niveles local e institucional. El PC actúa como organización puente también en la planificación ya que juega un papel importante en la planificación en el nivel central con las diferentes instituciones/ONG y en la planificación en el nivel local. El proceso de descentralización ha madurado de forma tal que, actualmente, cada diócesis realiza el trabajo de planificación entre las diferentes coordinaciones del programa así como con las líderes comunitarias. Cabe señalar además que, los resultados trimestrales que son devueltos por el nivel central sirven de insumos importantes para la reflexión en cada nivel y para proponer las nuevas acciones que se realizan a nivel comunitario y que quedan plasmadas en el plan que ellas elaboran.

En términos de gestión de recursos, el proceso de descentralización le permite a cada diócesis el manejo de recursos para fortalecer acciones en apoyo a la Salud, ya que el Ministerio de Salud a través de las secretarías estatales y municipales aporta el financiamiento para las acciones de salud.

Por otra parte, la Asociación de Amigos del Pastoral del Niño que es iniciativa privada genera, mediante una serie de estrategias de recaudación de fondos, formas de apoyo financiero permanente a las acciones del PC desde cada diócesis. Así mismo, el Ministerio de Educación desde 1995 tiene a su cargo el apoyo técnico y financiero para el programa de alfabetización de adultos en las áreas de influencia del PC, en las cuales más de 19 000 adultos actualmente se están alfabetizando.

Los fondos adicionales que las diócesis obtienen por intermedio de organizaciones de cooperación amigas son utilizados para invertirlos en proyectos de generación de ingresos tales como panadería, hortalizas, costura, utensilios de limpieza etc. Los proyectos de generación de ingresos han estado en operaciones por dos años. Son las líderes comunitarias quienes se organizan para poder dedicar parte de su tiempo a otro tipo de proyectos que les ayuden al presupuesto familiar. Sin embargo, esta experiencia es todavía nueva y necesita de revisión periódica para definir una estrategia de amplia cobertura que contribuya de manera más efectiva a la microeconomía de las familias comunitarias.

El ejemplo de grupos en Francisco Beltrão y Curitiba es interesante ya que aunque las líderes reconocen que sí es bueno, todavía no han logrado encontrar un mercado continuo que les permita realizar una producción de forma constante. La misma situación de necesidad y pobreza la tienen las familias alrededor del proyecto por lo que p. ej. en el proyecto de elaboración de pan, tuvieron que vender el pan a crédito y el retorno del dinero hasta 60 días después, provocando una descapitalización del proyecto. En otros casos, nuevos proyectos, como producción de hortalizas y productos de limpieza, están detenidos debido a que algunos están en capacitación, otros porque no tienen mercado para sus productos.

Esta situación evidencia que es necesario hacer un análisis más riguroso antes de iniciar un proyecto de generación de ingresos. Estos proyectos, si tienen éxito, tienen el potencial de dar cierto grado de sostenibilidad al trabajo de las líderes comunitarias. El PC tiene diseñado un documento programático para el 2002, en el cual establece la necesidad de garantizar mayor seguridad alimentaria dentro del programa y parece que el proyecto de generación de ingresos es una alternativa para alcanzarla.

A nivel operativo, se reconocen las dificultades que tienen algunas madres para participar más decididamente en el programa. Hay casos de no-participación debido a cuestiones de religión (piensan que por no ser católicas, no serán recibidas en el programa), celos de los esposos, no tienen interés o porque, muchas veces, la situación económica es tan crítica que les da pena participar. Sin embargo, una expresión de solidaridad es cuando la coordinadora detecta esta situación y entre todas las mujeres participantes contribuyen con alimentos a la, o, las familias en dificultad, por un tiempo, mientras los esposos consiguen un trabajo temporal.

En otros casos los sacerdotes, durante la misa, dan a conocer la situación difícil de las familias y se consigue acumular una cantidad de alimentos, de manera inmediata, para las familias más desposeídas. También, por ejemplo, las parroquias han logrado convenios con las municipalidades y facilitan una bolsa de alimentos (arroz, trigo, aceite, pasta de tomate, azúcar, leche, entre otros) a las líderes comunitarias por hacer su trabajo. Los ejemplos anteriores sirven para ilustrar un nivel de apropiamiento y de solidaridad que existe entre las participantes, en sus diferentes niveles. Existe un respeto alto entre las líderes, muchas de las cuales son de edad avanzada, y las coordinadoras que son más jóvenes. La mayoría (95 por ciento) de las líderes y coordinadoras son mujeres. Los beneficiarios, por su parte, reconocen los esfuerzos del PC ya que ven como sus hijos crecen y sobreviven, ellas aprenden a preparar el suero de rehidratación oral y a saber cuando ayudar a sus propios hijos. En esencia es un programa exitoso para las familias beneficiarias.

La evidencia indica que la participación comunitaria en el programa del PC es fuerte y consolidada en la puesta en práctica de las actividades de salud, nutrición y seguridad alimentaria. El aspecto espiritual, unido al aspecto técnico, han producido resultados dignos de elogio, cabe señalar al respecto que algunas de las líderes comunitarias entrevistadas dijeron que si el programa terminase, ellas podrían continuar por sí mismas. Ésto evidencia la ética de trabajo y el alcance social que el programa ha promovido desde su inicio. Sin embargo, la participación comunitaria en el proceso de toma de decisiones del PC a nivel central es limitada. Se debe considerar la posibilidad de ver la participación comunitaria, en términos del apoyo que podría brindar al programa en las actividades de generación de ingresos y en encontrar una vía más autónoma, para que las comunidades las lleven a cabo.

F: SOSTENIBILIDAD

Nivel macro

Actualmente las condiciones están dadas para que el Programa Pastoral del Niño pueda continuar su desarrollo. El prestigio y reconocimiento que el programa ha obtenido nacional e internacionalmente por sus efectos positivos en los diferentes componentes que maneja, le da la autoridad necesaria para continuar su desarrollo. El nivel de compromiso de los gobiernos en turno ha sido a favor del programa. El apoyo técnico y financiero tanto del Ministerio de Salud, como de Educación, podría incrementarse más todavía.

La sostenibilidad únicamente por la base comunitaria tiene aún un largo camino por recorrer, dado que los niveles de participación comunitaria actual están dados por directrices que el programa hace llegar desde arriba. La pregunta que habría que hacer es: ¿ qué pasaría si las líderes de área, de parroquia y de diócesis quedaran totalmente con la responsabilidad de la conducción del programa sin el apoyo del nivel central del Programa Pastoral del Niño? El funcionamiento de las áreas administrativa, gerencial y estratégica podría presentar, al inicio, ciertas dificultades pero las mismas no serían insuperables, dada la energía que poseen dichas personas claves, quienes podrían ser llamadas para potenciar las áreas o las capacidades que hacen falta. Parece que este aspecto no ha sido analizado aún, ya que tampoco se piensa que el PC debería asumir un rol distinto dentro del proceso de desarrollo comunitario, en las áreas de influencia del actual programa o en otras partes de Brasil.

Indudablemente, la importancia y la prioridad que el programa le ha dado a la salud, nutrición y seguridad alimentaria, así como su habilidad para unir la fe, solidaridad y el compromiso con la parte técnica del desarrollo ha sido seguramente una combinación sólida difícil de deshacer. Inclusive las diferentes dependencias del Estado le dan un valor importante a las actividades del PC en los momentos actuales, y las alianzas que existen con diferentes organizaciones técnicas son el reflejo de que el PC no está solo.

Nivel micro

El PC debería analizar convertirse en una instancia formadora de recursos humanos para proyectos de generación de ingresos y así impulsar y alentar la toma de decisiones más autónomas por parte de las líderes ya capacitadas. La idea es que el grupo ya capacitado y organizado pueda dedicarse también a elaborar proyectos productivos que generen ingresos adicionales en apoyo al presupuesto familiar y mejora de la seguridad alimentaria. Sin embargo, el PC tiene gran necesidad de identificar actividades sostenibles de generación de ingresos. Dado que el 80 por ciento de la población objetivo es urbana y el 20 por ciento rural, es importante que se busque la sostenibilidad del proyecto de salud a través de la generación de ingresos. Lo anterior por medio de grupos de mujeres que realicen actividades económicas que les den mayor confianza y seguridad y continúen así a dar importancia a las actividades de atención en salud, como pesar niños y registrar los datos.

El PC ha logrado, de manera concreta, mostrar mejoras en la situación de salud de cientos de miles de niños y la comunicación ha jugado un papel determinante también en los logros e impactos alcanzados. El PC no ha tenido sólo un papel pasivo de informar, sino que ha alentado hacia la movilización y la transformación, ayudando a las personas a reflexionar y a formar opinión sobre la base de la reflexión.

Actualmente, el debate sobre el proceso de participación comunitaria dentro del programa debe continuar. Aunque hay gran interés en promover la participación, no hay aún una clara dirección hacia dónde va. La cuestión es, cómo ayudar a que la gente siga realizando la parte técnica de pesar niños y registrarlos en el consolidado, sin que ésto se vuelva una rutina únicamente. Es importante planificar el futuro del PC para evitar que las personas se agoten y pierdan interés en el proceso.

Coordinación interinstitucional y con las ONG

Éste ha sido un factor clave y determinante para alcanzar el éxito que hasta ahora tiene el Programa Pastoral del Niño en Brasil. Desde sus inicios, el acompañamiento del UNICEF ha sido vital. El acompañamiento de otras oficinas de cooperación técnica y financiera le ha dado lustre al PC. Faltaría analizar cómo el PC promueve nuevas alianzas con la sociedad civil organizada y las ONG a fin de apoyar técnica y financieramente a las líderes comunitarias en el proceso de capacitación integral para diseñar, planificar, gestionar, administrar y comercializar proyectos productivos que contribuyan a la economía familiar. Ésto fortalecerá la energía que actualmente tienen las líderes y dará pautas para mayor sostenibilidad del programa. En términos generales, la estrategia de coordinación del Programa Pastoral del Niño, a todos los niveles, es una lección importante que muy bien puede ser transferible, ya que no se ha basado en la teoría, sino que ha sido puesta en práctica.

Descentralización

Brasil tiene una historia de descentralización de larga data. En este sentido, el Programa PC ha sabido negociar las necesarias alianzas a todos los niveles y ésto le ha favorecido para poder fortalecer el trabajo a nivel de la base. Actualmente, personal del Ministerio de Salud en los estados (Secretario de Salud, Director de Nutrición del Ministerio de Salud, coordinadoras de Nutrición del Ministerio de Salud de Curitiba) tienen un compromiso real con las acciones del PC. Como dijo el Secretario de Salud: «El PC es nuestro mejor aliado en el trabajo de atención primaria en salud» Esta situación deberá aprovecharse en el futuro, para potenciar más todavía las relaciones y explorar nuevos campos de acción conjunta entre los estados, las municipalidades y el Programa Pastoral del Niño.

Referencias

Banco Mundial, 2002. Indicadores de Desarrollo Mundial, 2002. Banco Mundial, Washington D.C., EE.UU.

Barros, Ricardo Paes de, & Henriques Ricardo de Mendonça Rosara. 2001. A estabilidade inaceitavel: desigualdade e pobreza no Brasil. Texto para discussão no. 800. IPEA, Rio de Janeiro.

OPS. 2000. Programa de Alimentación y Nutrición. Basado en información del país para Brasil. División de Promoción y Protección de la Salud, Organización Panamericana de la Salud.

Pastoral del Niño. 2000. Cobertura del segundo semestre de 2000. Curitiba, Brasil. Datos incluídos a partir de 1988, fecha inicio sistema de seguimiento del PC.

Pastoral del Niño. 2001. Actualización de la cobertura, segundo semestre de 2001. Curitiba, Brasil.

PNUD. 2000. Informe de Desarrollo Humano. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, NY, EE.UU. (nota del editor).


[57] Sin embargo, hay disparidades regionales: la tasa de mortalidad infantil es de 75 por mil nacidos vivos en el Nordeste y de 25 en el Sur.
[58] Organización Panamericana de la Salud, División de Promoción y Protección de la Salud. Programa de Alimentación y Nutrición. Basado en información del país, 2000.
[59] Nota del editor: (a) Adveniat, Bischofliches Hilfswerk Misereor y Hermanas Escolares de Nuestra Señora de Munich son ONG alemanas. (b) Fundación Bernard Van Leer (Países Bajos).

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