No.2  abril 2009  
   Perspectivas de Cosechas y Situación Alimentaria

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Noticias más importantes

Países en crisis que necesitan asistencia exterior (total: 31 países)

Actualización sobre las emergencias alimentarias

Nota especiale: nueva base de datos sobre precios alimentarios

Breve informe sobre la situación mundial de la oferta y la demanda de cereales

Panorama de la situación alimentaria de los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos

Nota especiale: En los países en desarrollo los precios nacionales siguen siendo muy altos

Exámenes regionales

Apéndice estadístico

Nota

Actualización sobre las emergencias alimentarias

En el África occidental, aunque que en la mayoría de los países se recogió una buena cosecha en 2008, las perspectivas para la seguridad alimentaria aun representan una preocupación debido a la persistencia de los precios altos de los alimentos. Después de haber bajado durante los casi dos meses del período de la recolección, los precios de los cereales secundarios, que dependen principalmente de factores tales como la oferta y la demanda regionales, han ido subiendo en la mayoría de los países a partir de noviembre-diciembre de 2008. La situación es peor en el caso del arroz importado, cuyo precio se determina en función de los precios mundiales y ha exhibido un alto nivel de transferencia desde el mercado internacional. Esta situación continuará afectando al poder adquisitivo y acceso a los alimentos de los consumidores en toda la subregión. Por consiguiente, durante el período de escasez se recomiendan intervenciones en materia de protección social, tales como distribuciones selectivas, ventas a precios subvencionados y actividades de alimentos por trabajo o de dinero por trabajo, según el alcance del suministro de alimentos en las distintas zonas.

En el África oriental, más de 17 millones de personas enfrentan una grave inseguridad alimentaria debido a cosechas inferiores a la media, conflictos, disturbios civiles o a una combinación de dichos factores. En Somalia, debido al desplazamiento masivo de civiles a causa del conflicto, principalmente en Mogadishu, y a varias campañas consecutivas de producción agrícola muy inferior a la media, actualmente se estima que 3,2 millones de personas necesitan ayuda alimentaria. La recesión económica mundial está contribuyendo a empeorar la situación de la seguridad alimentaria, ya que, según se informa, disminuyen los ingresos de remesas que normalmente mantienen los niveles de consumo de los hogares urbanos. En Kenya, el gobierno declaró el estado de emergencia en enero de 2009 y se estima que 3,5 millones de personas necesitan ayuda alimentaria de urgencia, además de los 850 000 niños incluidos en el programa de alimentación escolar. Una merma en la producción de la estación de las lluvias cortas (temporada secundaria) ha agravado la situación de la seguridad alimentaria en las regiones agrícolas marginales del sudeste, así como en las zonas pastorales y semiáridas y las tierras bajas costeras, que dependen absolutamente de las lluvias cortas. También ha habido últimamente una afluencia continua de refugiados desde Somalia, habiéndose registrado durante el 2009 más de 20 000 nuevos refugiados en el campamento de Dadaab. En Eritrea, los precios de los cereales siguen estando entre los más altos de la región, a raíz de una mala cosecha principal. La inflación está afectando a la seguridad alimentaria de una gran parte de la población. En Etiopía, a pesar de una caída en los precios de los cereales desde septiembre de 2008, en coincidencia con una buena cosecha de la temporada (principal) “meher”, la seguridad alimentaria de millones de personas continúa viéndose perjudicada por los precios superiores a la media de los alimentos. La inseguridad en la región somalí está contribuyendo a agravar la deficiente situación de la seguridad alimentaria. Se estima que 4,9 millones de personas necesitan ayuda alimentaria de emergencia desde enero hasta junio de 2009. En el Sudán, los continuos conflictos en Darfur y la reciente expulsión de algunos organismos humanitarios han aumentado las preocupaciones por los millones de personas vulnerables ya enfrentadas a situaciones dramáticas. El desplazamiento potencial de un gran número de personas hacia el Sudán meridional debido a los trastornos sufridos en la entrega de la ayuda humanitaria, representa una gran amenaza para la seguridad alimentaria. Ya se está previendo que más de 1,3 millones de personas sufrirán inseguridad alimentaria en el Sudán meridional durante el 2009. Este grupo está compuesto de repatriados, personas afectadas de inseguridad alimentaria crónica y hogares perjudicados por los conflictos, los períodos de sequía y las inundaciones en el 2008. Además, la escalada de los ataques del Ejército de Resistencia del Señor (ERS) desde diciembre de 2008 han afectado a la seguridad alimentaria de un gran número de personas que viven en la región ecuatorial occidental. En general, se estima que en el Sudán necesitan ayuda alimentaria 5,9 millones de personas. En Uganda, a pesar de una cosecha mejorada, la situación de la seguridad alimentaria ha empeorado significativamente en Karamoja debido a la continuación de la sequía. Aproximadamente 970 000 personas necesitarán ayuda alimentaria de emergencia.

En el África austral, el nivel siempre alto de los precios internos en algunos países, debido al ritmo lento de las importaciones y a la gran demanda estacional de cereales comprados en el mercado para el consumo humano durante los meses de hambruna, ha afectado, según diversos Comités Nacionales de Evaluación de la Vulnerabilidad (CNEV) y Misiones de la FAO y el PMA, a cerca de 8,7 millones de personas entre Zimbabwe (alrededor de 5,1 millones), Lesotho (353 000) y Swazilandia (239 000). El número de personas con inseguridad alimentaria durante la campaña comercial 2008/09 aumentó casi en un tercio en comparación con el año anterior. La cosecha temprana de algunos cereales, entre los que se incluye el maíz verde, está mejorando algo la situación de la seguridad alimentaria. En Zimbabwe, el brote actual de cólera, con más de 90 000 casos registrados y 4 030 víctimas desde agosto de 2008 (según datos de la OCAH obtenidos a partir de marzo de 2009) aun representa una grave amenaza para la salud y la nutrición de la población vulnerable.

En la región de los Grandes Lagos, las recientes hostilidades registradas en las partes nordorientales de la República Democrática del Congo han desplazado hasta 250 000 personas que necesitan ayuda alimentaria y no alimentaria. Los altos precios de los alimentos continúan perjudicando a un gran número de hogares vulnerables en Burundi y se necesita ayuda alimentaria y agrícola, especialmente para el reasentamiento de los repatriados y de las PDI.

En el Lejano Oriente, la grave sequía de invierno registrada en las principales zonas productoras de trigo de China había afectado gravemente a cerca del 50 por ciento de la superficie nacional sembrada con trigo de invierno. Sin embargo, las lluvias recibidas a finales de febrero y durante marzo, junto con los abastecimientos de riego obtenidos mediante la ayuda del Gobierno, han atenuado los efectos de la sequía y la situación de la cosecha ha mejorado. En el Nepal, se informa que el alza de los precios y las malas cosechas han provocado un aumento significativo en la inseguridad alimentaria de los hogares. En muchas zonas de los distritos de colinas y montañas de las regiones del Lejano y Medio Oeste y en algunas zonas de la región Central la producción de los cultivos invernales se ha visto afectada significativamente. En Myanmar, las zonas afectadas en 2008 por el ciclón Nargis aun necesitan ayuda alimentaria y agrícola. La situación de la seguridad alimentaria de un gran número de personas en Sri Lanka todavía se ve afectada por el recrudecimiento del conflicto civil. Se informa que desde enero de 2009 ha habido más de 5 000 victimas civiles y que 220 000 personas han resultado afectadas.

Después de dos años de cosechas muy reducidas, continúa habiendo una grave escasez de alimentos en la República Popular Democrática de Corea. Últimamente, el país también ha dejado de aceptar ayuda alimentaria de los Estados Unidos.

En el Cercano Oriente, la situación alimentaria en la Faja de Gaza sigue siendo un motivo de preocupación. Una gran parte de la población de Gaza se ha visto gravemente afectada por la guerra de veinte días que comenzó el 27 de diciembre de 2008. En vista de ello, en enero de 2009 la FAO y el PMA aprobaron conjuntamente una operación de emergencia (OEM) destinada a otorgar asistencia alimentaria durante un período de 12 meses (del 20 de enero de 2009 al 19 de enero de 2010) a 365 000 personas muy afectadas, entre indigentes, grupos vulnerables, personas desplazadas en el interior y agricultores damnificados.

En otras partes, en la República Árabe Siria, la FAO y el PMA aprobaron conjuntamente una operación de emergencia en noviembre de 2008 para prestar asistencia alimentaria a 40 000 hogares (200 000 personas) afectados por la sequía durante el período vegetativo 2007/08. La OEM, que se ejecutará durante un período de seis meses (del 15 de noviembre de 2008 al 15 de mayo de 2009), se valúa en 5,2 millones de USD. En el Yemen, los altos precios de los alimentos vigentes durante una gran parte de 2008 han empeorado la situación de la seguridad alimentaria de los hogares pobres que ya estaban sufriendo una inseguridad alimentaria de moderada a grave. En vista de ello, en enero de 2009 la FAO y el PMA aprobaron conjuntamente una operación de emergencia para atender (con alrededor de 29 000 toneladas de alimentos) a 511 000 personas muy afectadas, durante un período de 12 meses (de enero a diciembre de 2009).

En América Central y el Caribe, Haití y Honduras todavía están recibiendo ayuda internacional para recuperarse de la intensa segunda mitad de la temporada de huracanes de 2008 que dañó gravemente los cultivos alimentarios y comerciales y trastornó los medios de subsistencia locales. La disminución de los precios con respecto a los niveles máximos alcanzados anteriormente y los buenos resultados de las cosechas pequeñas de la segunda temporada están permitiendo una reducción del número de los hogares afectados de vulnerabilidad alimentaria, que siempre sigue siendo muy elevado.

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