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El COFO toma en consideración el Plan de Acción en los Trópicos de la FAO

El Comité de Montes del Consejo de la FAO celebró su octavo periodo de sesiones del 21 al 25 de abril de 1986 en la Sede de la FAO, Roma, Italia. Asistieron al mismo delegados de 88 Estados Miembros, observadores de otros cuatro Estados Miembros de la FAO y la Santa Sede, representantes de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa, del Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD), del Programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente (PNUMA), del Banco Mundial, del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) y de la Comunidad Económica Europea (CEE), así como observadores de otras cuatro organizaciones.

El COFO llamó la atención del Consejo de la FAO sobre el apoyo del Comité al Plan de Acción Forestal en los Trópicos de la FAO (PAFT) y sobre su recomendación de que lo aceptaran todos los países y organismos interesados como marco para armonizar las actividades internacionales. Pidió a la FAO que desempeñara la función central de coordinación en la ejecución del Plan, y al Director General que informara al Consejo de las necesidades de financiación de las actividades encaminadas a proteger y conservar los bosques del mundo, con particular referencia al PAFT.

El Comité aprobó el Plan de Acción Forestal en los Trópicos y recomendó su aceptación por todos los países y organismos interesados como marco lógico y coherente para una acción internacional armonizada. El Comité recomendó que el Plan se revisara y actualizara dos veces al año a la luz de la experiencia adquirida en su aplicación.

El Comité tomó nota de que la actividad forestal era actualmente objeto de preocupación internacional y de que el PAFT habla obtenido apoyo y aceptación generales. Sin embargo, era necesario mantener ese impulso mediante un criterio dinámico en la aplicación del Plan.

El Comité subrayó la necesidad de armonizar el PAFT con los planes forestales nacionales actualmente en realización o previstos para el futuro. En muchos casos se requerirán misiones a países para apoyar análisis del sector forestal y la preparación de programas como instrumento para promover la rápida ejecución del Plan. A este propósito se precisaba flexibilidad sobre la necesidad y el alcance de las misiones. El Comité recomendó que la FAO tomara la iniciativa necesaria para acelerar la realización, a petición expresa de los países destinatarios, de misiones multidisciplinales y de diversos donantes, y para asegurarse de que los estudios por países tuvieran la calidad necesaria.

El éxito del PAFT dependía sobre todo del interés de todas las partes interesadas en apoyarlo y de la disposición a hacerlo, especialmente del compromiso de los propios países destinatarios. En ese contexto, el Comité recomendó que la FAO promoviera la educación y capacitación de personal nacional a fin de que participara plenamente en el PAFT y en sus versiones locales.

El Comité, aun haciendo hincapié en que la ejecución del PAFT debía orientarse fundamentalmente en beneficio de los países, recomendó al mismo tiempo que se adoptaran también criterios regionales y subregionales para la solución de los problemas comunes y para facilitar el intercambio regional de conocimientos y la participación colectiva de los donantes.

El Comité destacó que la ejecución del PAFT requería recursos financieros de fuentes nacionales, bilaterales y multilaterales. Fue informado de los resultados de la reunión oficiosa de asesores forestales de los países donantes celebrada en Roma en los días 18 y 19 de abril de 1986. El Comité tomó nota con satisfacción de la reiteración de la intención expresada Por varios delegados de países donantes y de organismos de financiación de aumentar su apoyo a los programas forestales que se ejecutaran en países en desarrollo con arreglo al PAFT.

El Comité recomendó que se reexaminaran las prioridades otorgadas a los programas de la FAO teniendo en cuenta la importancia del PAFT, y que se hiciera todo lo posible para conceder mayor prioridad a los programas forestales. Algunos delegados consideraron que ello podía suponer la utilización de las economías que se hicieran en otros programas de la FAO en futuros bienios. En la medida en que los recursos del Programa Ordinario resultaran insuficientes para que la FAO prestara el apoyo necesario al PAFT, el Comité recomendó que el Director General allegara contribuciones extrapresupuestarias voluntarias para ese fin.

El Comité acogió complacido el interés en el PAFT expresado por otros organismos de las Naciones Unidas, especialmente el Banco Mundial, el PNUD y el PNUMA, y por organizaciones no gubernamentales como la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (UFRO), la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y sus Recursos (UICN) y el Instituto de Recursos Mundiales, y expresó su apoyo al aumento de la cooperación de esos órganos y a una mayor participación de las organizaciones no gubernamentales.

El Comité convino en que la propuesta de Austria relativa al establecimiento de un fondo forestal mundial reflejaba la urgencia con que era preciso actuar. Recomendó que el Director General, tomando como base las opiniones expresadas durante el debate de esa cuestión, presentara un informe al Consejo sobre las necesidades de financiación para una acción encaminada a proteger y conservar los bosques del mundo, con particular referencia a las necesidades del PAFT.

EL POBLADO DE SIRAKELA A EN MALI el PAFT se aplica tanto a las zonas tropicales secas como a las húmedas (L. TAYLOR/FAO)

Además del Plan de Acción Forestal en los Trópicos, tres asuntos importantes fueron sometidos a la atención del Consejo de la FAO por el COFO:

· el examen por el Comité de las industrias forestales y el comercio de productos forestales y de su función en el desarrollo socioeconómico. El Comité recomendó que la FAO reforzara su programa de mercadeo y comercio de productos forestales, y que la FAO y la comunidad de donantes ayudaran a los países en desarrollo a mejorar las industrias forestales existentes y a hacer inversiones en otras nuevas, inclusive las de elaboración de productos distintos de la madera;

· las deliberaciones del Comité sobre el aumento de la concienciación de la opinión pública y los órganos políticos respecto de la importancia de los bosques. Al mismo tiempo que expresó su satisfacción por las actividades nacionales e internacionales llevadas a cabo con motivo del Año Internacional del Bosque en 1985, el Comité destacó la necesidad y la urgencia de que la opinión pública tomara más conciencia de la importancia que tienen los bosques para el bienestar del ser humano. Recomendó que la FAO y los Estados Miembros mantuvieran en constante examen la cuestión de una comunicación efectiva en el sector forestal, y manifestó su apoyo decidido a la inclusión de componentes de comunicación en los proyectos de desarrollo forestal;

· el examen por el Comité del estado actual de la conservación de los bosques. El Comité acogió complacido la decisión del Consejo de la FAO de que la conservación de los bosques fuera un tema ordinario del programa de los períodos de sesiones del Comité durante el presente decenio, e hizo varias recomendaciones a la FAO.


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