ANEXO 1: MANDATO DE LA EVALUACIÓN DEL PESA

A. Finalidad de la evaluación

1. La evaluación se realizará atendiendo a una petición de los Órganos Rectores y por necesidades internas de gestión. Tendrá los dos objetivos siguientes:

B. Aspectos que abarcará la evaluación

2. La evaluación abarcará los siguientes aspectos principales de conformidad con los criterios uniformes de evaluación:

i) Examen de la eficiencia e idoneidad del proceso de ejecución del programa, con atención a los siguientes puntos:

  1. Planificación del programa y coordinación con la FAO

  2. apoyo técnico y administrativo a la ejecución en la FAO (con inclusión de directrices y notas de asesoramiento, etc.).

  3. función y participación de los PBIDA destinatarios.

  4. colaboración con organismos y donantes internacionales.

  5. movilización de recursos financieros (nacionales, de la FAO y de otras fuentes externas).

  6. eguimiento, examen y supervisión (a cargo de la FAO y de los países participantes).

ii) Análisis y evaluación de los logros y resultados generales, con atención a los siguientes puntos:

  1. Número de países participantes y su condición, con inclusión de los elementos de sus actividades experimentales (cultivos seleccionados, sistemas agrícolas, tipos de agricultores, integración de los cuatro componentes del programa, etc.).

  2. Resultados conseguidos en los países participantes en relación con los siguientes aspectos:

- número de zonas abarcadas, así como los componentes que se han llevado a cabo en cada una de ellas;

- número y naturaleza de los agricultores y comunidades participantes en cada zona, incluso su aportación de recursos;

- adopción de prácticas y métodos mejorados de producción y sus efectos sobre la productividad en las fincas;

- contribución de las actividades experimentales al suministro y disponibilidad de alimentos entre los campesinos y las comunidades locales (no sólo los aumentos del suministro, sino también la reducción de la variabilidad en el suministro anual);

- contribución de las actividades experimentales a la seguridad alimentaria de los grupos vulnerables de la población rural;

- fomento de la participación de los agricultores y otros interesados locales, en particular las mujeres, con inclusión de las disposiciones institucionales;

- mejora de la extensión y de otros servicios de apoyo a los productores rurales en el contexto de las actividades experimentales;

- fortalecimiento de la capacidad y el compromiso nacional en relación con la seguridad alimentaria, con inclusión de las medidas normativas e institucionales;

- efectos e impacto de la movilización de ayuda y recursos externos para la seguridad alimentaria en los países participantes, con inclusión de la asistencia en apoyo de las actividades experimentales;

- planes de los gobiernos para futuras actividades.

  1. Calidad del diseño y ejecución de las actividades experimentales, con atención a los siguientes aspectos:

- utilización de los cuatro componentes del programa (recursos hídricos, intensificación, diversificación y análisis de las limitaciones) y de la cooperación Sur-Sur;

- eficacia del sistema de administración del programa nacional (con inclusión de los mecanismos de coordinación, seguimiento, rendición de informes y solución de problemas);

- participación y movilización de los agricultores, agentes locales y organismos oficiales;

- apoyo y colaboración entre los gobiernos y la FAO.

  1. Obstáculos principales que se han encontrado hasta la fecha en las actividades experimentales.

iii) Evaluación de la viabilidad, sostenibilidad y repetibilidad de los resultados conseguidos en los países participantes, con atención a los siguientes aspectos:

  1. Perspectivas en los diferentes países, especialmente en aquellos en los que los períodos de ejecución son más prolongados.

  2. Factores positivos y negativos clave que influyen en la viabilidad (en cuanto a la relación costo-beneficio en las explotaciones), sostenibilidad de los resultados y repetibilidad del enfoque en su conjunto.

  3. Principales enseñanzas y cuestiones para el futuro.

iv) Evaluación general del programa, con inclusión de la cooperación Sur-Sur, cuando sea aplicable, con atención a los siguientes aspectos:

  1. Su eficacia en cuanto al costo y su validez en vista del desempeño de la ejecución y de los logros conseguidos.

  2. Elementos positivos y negativos en el diseño, ejecución y administración.

  3. Problemas principales que requieren soluciones, especialmente en lo que se refiere a los siguientes aspectos:

- mayor eficiencia, eficacia y sostenibilidad de las actividades experimentales;

- consideración de la posibilidad de iniciar la transición de la fase piloto a la fase de extensión de esta última y a la fase de expansión;

  1. Perspectivas y opciones para el futuro (por grupos de países en diferentes estadios de ejecución).

v) Basándose en lo anterior, formular recomendaciones sobre la forma de mejorar el programa (podrían dirigirse a la FAO, los países participantes y la comunidad internacional de donantes).

C. Realización de la evaluación

3. Actualmente, son 86 los países que participan en el PESA en diferentes etapas. Sesenta países se encuentran en la fase operacional (en una treintena de ellos el período de ejecución alcanza o supera los tres años). La evaluación se basará en gran medida en visitas sobre el terreno a determinados países en los que se está ejecutando el programa. Para que esta actividad sea viable tanto física como económicamente, sólo se visitarán 12 países, en la mayor parte de los cuales los programas están ya avanzados.

4. Para facilitar el análisis a fondo y asegurar que se siguen los mismos criterios en las visitas sobre el terreno, durante la fase preliminar de la evaluación se prepararán criterios y métodos más detallados y operativos para evaluar las diferentes actividades experimentales. Para ello se utilizará la misma metodología que en las evaluaciones de los proyectos de campo de la FAO (marco lógico y enfoque orientado a los resultados, con el establecimiento de indicadores para medir los logros y resultados, si fuera necesario).

D. Calendario de ejecución

5. La evaluación se llevará a cabo a lo largo del año 2001, como sigue:

i) Fase preparatoria (desde el momento presente hasta marzo de 2001), abarcando los siguientes aspectos:

- preparación del mandato definitivo y de la metodología detallada de evaluación para las visitas sobre el terreno;

- identificación, selección y contratación de los miembros del equipo;

- acopio de documentos e información para la evaluación

- preparación del plan de trabajo.

ii) Examen teórico (marzo-mayo de 2001) para preparar estudios que serán utilizados por el Equipo de evaluación, en relación con los siguientes aspectos:

- resumen conciso del programa;

- estudios del desempeño y de los logros en los países en los que el programa está en fase operativa. Para llevar a cabo los estudios se utilizará la información disponible, incluidos los informes del Inspector de Campo;

- análisis resumido de los logros observados y cuestiones que se hayan planteado recientemente en el programa;

- propuestas sobre los países seleccionados para las visitas sobre el terreno, correspondiendo al equipo básico de evaluación la decisión definitiva.

iii) Cuatro visitas sobre el terreno (junio-octubre de 2001) a los doce países del PESA seleccionados. En la medida de lo posible, el equipo visitará las oficinas regionales o subregionales correspondientes. Cada visita, en la que se inspeccionarán tres países, tendrá una duración de unas tres semanas, incluida la elaboración del informe.

iv) Preparación de un informe de evaluación resumido (a cargo de los miembros del equipo básico, en Roma, durante unas dos semanas, en los meses de noviembre o diciembre de 2001). El equipo informará oralmente sobre la misión al Director General y a otro personal de la FAO.

v) Preparación de las observaciones del Director General sobre los resultados y recomendaciones del informe de evaluación para someterlas a los Órganos Rectores por conducto del Comité del Programa (mayo de 2002).

E. Composición del Equipo de evaluación

6. El equipo está formado por 9 ó 10 consultores externos, incluido un jefe de equipo contratado por la FAO. Éste asumirá la responsabilidad general del informe de evaluación, asegurando que refleje las opiniones de los miembros del equipo. Cada misión preparará un informe sobre los resultados de las visitas sobre el terreno.

7. Los miembros del equipo deberán gozar de prestigio internacional y no estar involucrados en la planificación y ejecución del programa. El equipo en su conjunto abarcará las áreas de especialización necesarias para abordar los aspectos sustantivos que deben estudiarse.

8. El Equipo de evaluación contará con el apoyo del Jefe del Servicio de Evaluación durante todo el tiempo que dure su misión y un miembro del Servicio acompañará a cada una de las misiones y participará en las visitas de las regiones y en la redacción de los informes, con arreglo a las instrucciones del jefe de la misión.

 

ANEXO 2: CURRÍCULUM VITAE RESUMIDO DE LOS MIEMBROS DEL EQUIPO DE EVALUACIÓN DEL PESA

Dunstan S.C. Spencer (Sierra Leona) - Jefe del Equipo de la evaluación del PESA. Está en posesión de un doctorado en economía agrícola por la Universidad de Illinois, Champaign-Urbana, y ha cursado estudios superiores en zoología. Obtuvo su B.Sc. en agricultura (con Hons) en el Wye College, en la Universidad de Londres. Dio clases de economía agrícola y del desarrollo a alumnos universitarios de Sierra Leona y a licenciados en los Estados Unidos. Ha dirigido importantes proyectos de investigación sobre sistemas agrícolas en organizaciones internacionales de investigación del sistema del GCIAI, como el Instituto Internacional de Agricultura Tropical (IITA), en donde desempeñó el cargo de Director de la División de Recursos y Gestión de Cultivos, el Instituto Internacional de Investigación de Cultivos para las Zonas Tropicales Semiáridas (ICRISAT) y la Asociación para el Desarrollo del Cultivo del Arroz en el África Occidental (ADRAO). En la actualidad trabaja como consultor independiente afincado en Freetown (Sierra Leona) y en cuanto tal ha participado como miembro y jefe de equipo en varias misiones de identificación, diseño, preevaluación, supervisión y evaluación de proyectos agrícolas en nombre de organizaciones internacionales como el BAfD, la FAO, el FIDA, el Banco Mundial y el PNUD, así como diversas fundaciones como la Rockefeller y la Ford. Es un experto en cuestiones relacionadas con la mujer en el desarrollo, la evaluación ambiental, las evaluaciones del impacto y la mitigación de la pobreza.

Pierre SPITZ (Francia), jefe de misión de la evaluación del PESA en Asia y África occidental. Licenciado por el Instituto Nacional de Agricultura (INA, país) en economía agrícola. Como investigador del Instituto Estadístico de la India realizó trabajos de investigación sobre sistemas de subsistencia en un grupo de aldeas en Bihar. Posteriormente trabajó como asesor del Ministerio de Planificación, Economía y Finanzas de Túnez, como Harkness Fellow del Commonwealth Fund, en Nueva York, como investigador del MIT (Centro de Estudios Internacionales) y en la Universidad de Harvard (Centro de Asuntos Internacionales). Fue cofundador del Grupo de Investigación sobre Relaciones Económicas Internacionales en el Institut National de Recherche Agronomique (INRA) y más tarde codirector de Sistemas alimentarios y sociedad/seguridad alimentaria, en el Programa sobre el Mundo Moderno del Instituto de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social (1977-85). Posteriormente fue Coordinador de Investigación de la Comisión Independiente sobre Cuestiones Humanitarias Internacionales y Director de Evaluación del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA). Fue además Presidente del Grupo de Seguimiento y Evaluación del Subcomité de Desarrollo Rural del CAC/NU. Ha trabajado para una decena de organismos multilaterales y bilaterales además de la FAO, el FIDA y el PMA. Es Director de Investigación (Economía Pública) en el INRA, con sede en el INA, en París. Sus escritos versan sobre política alimentaria, desarrollo rural, derecho a los alimentos, análisis de sistemas y metodología de evaluación.

Frank Malcolm ANDERSON (Australia) se doctoró en economía agrícola en la Universidad estatal de Oregón (1972). Ha desempeñado los siguientes cargos: Jefe de Equipo del Programa de investigación Highlands del Centro Ganadero Internacional para África. Profesor de gestión de sistemas agrícolas y hortícolas en la Universidad de Massey (Nueva Zelandia); consultor de economía agrícola en el Proyecto de investigación agrícola turca; y consultor superior del Proyecto de rehabilitación de cuencas hidrográficas en Anatolia oriental (Turquía). Ha desempeñado además varias tareas de consultoría en Asia y África para la FAO, el BAsD, el BIRF y el Centro Australiano de Investigación Agrícola Internacional. Su labor profesional se centra en la investigación agrícola y en la gestión de los recursos naturales, así como en la integración de investigación y extensión agrícolas.

Manuel CONTIJOCH ESCONTRIA (México) es licenciado en ingeniería civil por la Universidad Nacional de México y estudió planificación del desarrollo en el University College de Londres. Trabaja desde hace 28 años en el gobierno de México, como participante en la integración del Plan Nacional del Agua; coordinador del Programa de desarrollo rural de las zonas tropicales de México; responsable del Centro de Investigación sobre Riego y Drenaje del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua; Gestor Regional del Sureste de la Comisión Nacional del Agua, Subdirector General de la Comisión Nacional del Agua; Director General de FIRCO, organismo responsable de la Alianza para el Campo y del Programa de Empleo Rural en México. Ha desempeñado diversos cometidos internacionales en la esfera del desarrollo rural y de los recursos hídricos para el Banco Mundial, USAID, SUEZ, Grupo de Consultoría PA y FAO.

Antanas MAZILIAUSKAS (Lituania) es doctor en ingeniería hidráulica. Actualmente es decano de la Facultad de Gestión de Aguas y Tierras de la Universidad de Agricultura de Lituania y Presidente del Comité Nacional de Riego y Drenaje de Lituania. Ha sido Director del Departamento de Agricultura y Alimentación del Ministerio de Agricultura de la República de Lituania y tiene experiencia internacional en Argelia, Côte Ivoire, Kazajstán, Nigeria y Uganda, donde entre otras cosas se ha ocupado de la formulación y evaluación de proyectos para la FAO, el Banco Mundial, la UE, el Consejo Británico y el SIDA. Su labor profesional se centra en la gestión de los recursos de aguas y tierras, el riego y el drenaje y la elaboración de políticas en los sectores de la agricultura y la alimentación.

David W. NORMAN (EE.UU.) es profesor de economía agrícola en la Universidad estatal de Kansas, donde centra su labor docente en la enseñanza de cuestiones relacionadas con la pobreza y el desarrollo agrícola internacional. Obtuvo su B.Sc. en agricultura en el Wye College, en la Universidad de Londres (Reino Unido) y los títulos de licenciado y doctor en economía agrícola en el Ontario Agricultural College, la Universidad de Toronto (Canadá) y la Universidad estatal de Oregón (EE.UU.). Ha trabajado durante 20 años en sistemas nacionales de investigación agrícola en África, como Director de la Unidad de Investigación de Economía Rural patrocinada por la Fundación Ford, en Nigeria, y como Jefe del Departamento de Economía Agrícola y Sociología Rural en la Universidad Ahmadu Bello en Nigeria; asimismo, como Jefe del Proyecto de Mejora de la Tecnología Agrícola del Consorcio Agrícola Internacional del Centro de los Estados Unidos patrocinado por la USAID, en el Ministerio de Agricultura de Botswana. En la actualidad desempeña tareas de corta duración (frecuentemente como jefe de equipo) y ha trabajado en más de 60 países de África, Asia y el Pacífico Sur para distintos organismos entre los que se cuentan el PNUD, la FAO, el sistema del GCIAI, el DDI, la DGIS y las fundaciones Rockefeller y Ford. Desempeñó un papel destacado en la elaboración y difusión del enfoque de investigación de sistemas agrícolas, incluso en la puesta en marcha de la Asociación Internacional de Sistema Agrícolas de la que fue presidente. Es autor y coautor de unas 185 publicaciones.

Maija SALA (Finlandia) estudió administración empresarial y economía. Durante más de 20 años fue especialista en educación de adultos en movimientos cooperativos en África y durante diez años participó en varios importantes programas nacionales. En el transcurso de los 11 últimos años ha desempeñado numerosas tareas de corta duración en distintos aspectos del desarrollo rural, como miembro de misión y jefe de equipo en una veintena de países en desarrollo, con financiación del Banco Mundial, el DANIDA, el FINNIDA, la OIT, el SIDA, el PNUD, el FIDA y la FAO.

Vijay Shankar VYAS (India), profesor emérito en Jaipur, es doctor en economía. Ha ejercido como docente en la Universidad de Bombay, en la Universidad Sardar Patel y en el Instituto Indio de Administración, en Ahmedabad, y ha ocupado puestos de responsabilidad en organismos académicos y de formulación de políticas tanto en su país como el extranjero. Fue miembro de la Comisión de Precios Agrícolas de la India, Director del Instituto Indio de Administración en Ahmedabad y Asesor Superior en Agricultura y Desarrollo Rural en el Banco Mundial, Washington D.C. Ha trabajado como consultor para la GCIAI, la FAO, la OIT, el PNUD y otros organismos multilaterales y bilaterales, ha formado parte del Consejo de Administración del IFPRI y el CIAT y ha sido miembro del Consejo de Gobernadores de IDS en Sussex. Actualmente es miembro de la Junta Central del Banco de Reserva de la India. Es un escritor prolífico sobre temas relacionados con la política agrícola y el desarrollo rural y ha sido reconocido en su país y en el extranjero por sus contribuciones. Es el actual Presidente de la Asociación de Economistas Agrícolas Asiáticos.

Mahgoub G. ZAROUG (Sudán) es profesor colaborador y supervisor de estudiantes de posgrado en las universidades de Jartum y de Omdurman Ahlia. Tiene un B.Sc. en agricultura por la Universidad de Jartum, así como un M.Sc. en ordenación de pastizales y un doctorado en ecología por la Universidad de California, Davis. En la Administración de su país alcanzó el puesto de Director General de Pastizales. Ha trabajado como ecologista especializado en pastizales y como asesor técnico superior para la FAO en la esfera de los pastizales y la actividad forestal en Omán. Al margen de la labor universitaria, actualmente lleva a cabo trabajos de consultoría para la FAO, el PNUD, la OACNUR, el GCIAI, el OXFAM, la OADA, el BADEA, el UNICEF, la AIF y el FIDA.

 

ANEXO 3: DATOS BÁSICOS RESUMIDOS DE LOS PROGRAMAS NACIONALES DEL PESA

 

País

Fecha de comienzo del PESA

Fuentes extrapresu-puestarias de financiación

Número de zonas operativas

Número de agricultores

Total

Componentes en las zonas

Total

Mujeres agricultoras

Agua

Intensificación

Diversificación

Albania

04/98

PNUD

8

8

8

1

461

20

Angola

01/98

Italia

13

5

13

13

   

Bangladesh

08/98

Japón, PNUD, BM

6

6

   

727

 

Benin

05/99

 

13

13

13

13

   

Bolivia

10/95

 

13

1

13

13

1870

 

Burkina Faso

01/95

PNUD

34

34

34

16

7615

792

Camboya

10/97

UNFIP

43

41

41

43

1491

 

Cabo Verde

06/99

 

10

10

10

10

   

China

05/95

 

22

2

2

20

1500

600

Corea R. Dem.

09/98

Rep. Corea

3

2

2

2

2315

 

Ecuador

11/97

NGO canadiense

7

4

7

5

910

 

Eritrea

08/95

Italia

26

12

17

5

4010

 

Etiopía

03/95

Italia, PNUD

29

7

29

0

30000

50

Georgia

12/98

 

n.a

     

815

171

Gambia

06/00

 

2

0

1

2

   

Ghana

11/97

IFPRI

6

6

0

0

270

140

Guinea

05/95

 

12

10

12

12

242

 

Guatemala

10/99

España

3

3

3

3

   

Haití

06/97

Francia

5

4

5

 

3786

530

India

05/99

PNUD

9

0

9

0

   

Côte d'Ivoire

01/99

 

3

0

3

0

   

Kenya

05/95

PNUD

119

38

119

54

   

Lesotho

11/97

 

5

5

0

0

   

Madagascar

08/98

Francia, PNUD

13

8

13

10

82

 

Malawi

11/97

Islandia

8

8

0

0

   

Maldivas

03/00

 

n.a

     

300

 

Malí

05/98

Países Bajos

7

7

7

7

386

30

Mauritania

06/95

 

33

20

23

29

1945

 

Mongolia

11/97

 

4

4

4

4

33

12

Marruecos

02/99

 

1

1

1

0

290

 

Mozambique

03/97

Italia

17

0

14

17

212

 

Nepal

11/95

UNFIP,UTF

12

0

12

12

   

Níger

08/95

Bélgica, Japón, Suiza, PNUD, NGO canadiense

52

17

52

5

369

140

Nigeria

03/99

 

3

3

3

0

4000

 

Pakistán

06/98

 

2

2

2

2

327

 

Papua Nueva Guinea

07/96

 

7

7

7

5

700

 

Rwanda

12/96

PNUD

4

4

4

0

170

 

Senegal

01/95

Francia, Italia

52

29

23

38

1200

319

Siria

02/99

 

8

8

8

0

32

 

Tanzanía

05/95

 

19

3

8

19

1141

388

Zambia

08/95

IFAD,UNFIP

16

12

16

n.a.

730

 

Zimbabwe

04/99

 

6

3

6

0

94

32

 

Nota: Los países que figuran en negrita son los que visitó el Equipo de evaluación.

Fuente: FAO-TCOS

Nota del Equipo de evaluación: Los datos ofrecidos en este cuadro fueron conseguidos por el TCOS basándose en las hojas de información facilitadas por los proyectos nacionales. Deben ser consideradas con prudencia dado que no existe una definición uniforme de "zonas" y "número de agricultores" aplicable a todos los países.

 

RESPUESTA DE LA ADMINISTRACIÓN SUPERIOR

1. Elogiamos la labor del Equipo de evaluación externa independiente, que ha preparado un examen sucinto, constructivo y animado de una crítica positiva. Desde el principio, cuando se puso en marcha el PESA en 1994, hemos sido conscientes de la necesidad de adaptar el programa teniendo en cuenta las enseñanzas derivadas de la experiencia adquirida durante su ejecución y los cambios acaecidos en el entorno más amplio del desarrollo. Consideramos que este informe es una contribución de primer orden a este proceso de aprendizaje.

2. En el informe se formulan numerosas observaciones de interés sobre el Programa Especial que permitirán al Comité del Programa mantener un debate bien fundado sobre sus logros y su futuro. Consideramos que los representantes de los países en los que se están realizando actividades del PESA, que están financiándolas o contribuyendo a su ejecución en el marco de la cooperación Sur-Sur tendrán mucho que decir en este debate y esperamos con el máximo interés sus observaciones.

3. El Equipo de evaluación centró deliberadamente su labor en países en los que el PESA se había comenzado a ejecutar desde el comienzo de su existencia por considerar que sería en ellos donde se habría acumulado mayor experiencia que se podría examinar. Creemos que muchas de las preocupaciones que se expresan en el informe acerca del diseño y ejecución de esos primeros proyectos del PESA ya han sido abordadas en proyectos posteriores, no abarcados por esta evaluación, así como en la etapa de expansión de la Fase I del PESA. Aceptamos, sin embargo, que queda margen para una mayor mejora y evolución del programa. En gran parte se trata de colmar la distancia -que existe en todos los programas de desarrollo en gran escala, y también en el PESA- entre los propósitos establecidos en las directrices y la realidad. Pero es verdad que es necesario realizar otros ajustes más fundamentales.

4. En nuestra respuesta no deseamos abrumar al Comité del Programa con observaciones detalladas sobre el análisis que ha hecho el Equipo de evaluación, sino centrarnos principalmente en las recomendaciones del informe sobre la forma de mejorar el programa en el futuro. Si es cierto que debemos aprender de la experiencia y tomar nota de las observaciones del Equipo de evaluación, especialmente cuando critica algunos aspectos del programa, es en el futuro en el que debemos centrar nuestros esfuerzos. Sin embargo, gustosamente expondremos nuestras opiniones sobre las observaciones y afirmaciones concretas contenidas en las secciones analíticas del informe, si así lo desean los miembros del Comité.

5. Ahora bien, hay tres cuestiones generales respecto de las cuales nuestra percepción del PESA no coincide totalmente con la del Equipo de examen independiente.

En este contexto, consideramos que los resultados de la iniciativa de cooperación Sur-Sur y sus efectos sobre los procesos de innovación son alentadores, especialmente si se comparan con los de otras formas más convencionales de asistencia técnica. Creemos que ello justifica que continúen vigentes los principales principios y elementos de las directrices actuales, adaptándolas siempre que sea necesario a la situación concreta de cada país. Lo que distingue el modelo de cooperación Sur-Sur que aplica la FAO en el PESA de otras formas más tradicionales de asistencia técnica es el hecho de que sitúa a técnicos con una gran dedicación y unos sólidos conocimientos prácticos como agentes de cambio en comunidades rurales donde pueden interactuar directamente con agentes de extensión de primera línea, así como con dirigentes y agricultores locales. Esto les sitúa en condiciones de superar el conservadurismo que en muchos casos impide la innovación, de introducir directamente ideas nuevas y muy prácticas en el entorno agrícola todos los días y de exhortar a los grupos de agricultores, pescadores y ganaderos a adaptar y ensayar sistemas ya experimentados con éxito en otras partes para mejorar sus medios de vida.

Para aumentar el efecto multiplicador de la CSS y evitar que se cree una dependencia a largo plazo, todos los técnicos deben compartir sus experiencias sobre el terreno en las comunidades rurales con personal nacional en la formación de instructores. Esto forma parte de una estrategia de salida que normalmente limita el nombramiento de los técnicos a períodos de tres años. La estrategia, adaptada a las condiciones locales de cada país participante, comprende la capacitación por expertos y técnicos CSS de instructores nacionales que, a su vez, forman a otros instructores en las regiones y comunidades, creándose de esta forma un efecto de bola de nieve.

Los costos por experto y técnico CSS (en torno a 12 000 y 7 200 dólares EE.UU. anuales, respectivamente, compartidos inicialmente entre el país cooperante, los países receptores y la FAO, y sufragados posteriormente por donantes bilaterales y multilaterales) son muy bajos en comparación con los que comporta la asistencia técnica convencional (que oscilan entre 120 000 y 200 000 dólares EE.UU. por experto y año, según la fuente de financiación). Esto hace posible enviar en fases una masa crítica de técnicos en virtud de acuerdos CSS, impulsando en muchas comunidades rurales un proceso de cambio desde abajo que tiene en cuenta las condiciones locales.

Esta fórmula es nueva todavía y exigirá, sin duda, introducir ajustes sobre la base de la retroinformación recibida de los países participantes, pero consideramos que es un mecanismo interesante y asequible para que los países en desarrollo compartan experiencias satisfactorias, contribuyendo de una forma totalmente práctica a la seguridad alimentaria y el desarrollo agrícola. Tenemos el propósito, por tanto, de seguir desempeñando una función catalizadora para ayudar a los países interesados a suscribir acuerdos CSS y a movilizar los recursos financieros necesarios.

Sería presuntuoso creer que el PESA, por sí solo, ha modificado la orientación de las políticas, pero estamos convencidos, sin embargo, que ha cumplido un papel en ese sentido gracias a su gran proyección, al haber demostrado que los países tienen capacidad para conseguir que los pequeños agricultores consigan rápidos aumentos de la producción, y a su vinculación con el proceso de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación. A nivel nacional, las decisiones de varios PBIDA de ampliar el programa para abarcar al conjunto de la nación (por ejemplo, en China, el Pakistán, etc.) así como de otros nueve países de hacer una importante aportación de fondos para que el PESA tenga alcance nacional, parecen indicar que el programa está comenzando a influir en las políticas.

6. Compartimos plenamente los puntos de vista del Equipo de evaluación sobre los aspectos positivos del PESA y la recomendación de que es en ellos en los que deben basarse las actividades futuras del programa. Compartimos también sus opiniones sobre la importancia de que exista flexibilidad en el programa y sobre la necesidad de equilibrar las medidas de nivel micro destinadas a aumentar la producción y mejorar los medios de vida abordando cuestiones de nivel meso y macro que pueden incidir en la producción y en la distribución de los beneficios y aceptamos el argumento de que se ha de establecer un horizonte temporal más amplio para las actividades experimentales de la Fase I y aumentar el tamaño y el número de las zonas de los proyectos, de forma que representen a las principales regiones agroecológicas de los países. De hecho, cuando lo permiten los recursos ésta es la dirección que siguen las iniciativas recientes del PESA, incluso las que financian los países en desarrollo con sus propios recursos.

7. Concordamos también en la necesidad de actualizar y perfeccionar las directrices y de que sean ampliamente difundidas y utilizadas. De conformidad con la propuesta del Equipo de evaluación, se creará un Comité Técnico de Directrices del PESA. Ya se está trabajando para elaborar metodologías con una buena relación costo-eficacia para hacer el seguimiento del impacto, considerando el aumento de la producción y sus efectos sobre los ingresos y la seguridad alimentaria de las familias. La administración de la FAO acepta también la necesidad de evitar las subvenciones, tanto a los insumos como los tipos de interés, excepto cuando sean compatibles con las políticas nacionales o puedan ser necesarias para indemnizar a los participantes frente a los riesgos que entraña una actividad pionera (que de otra forma asumiría el Estado mediante la financiación de actividades adicionales de investigación en los centros establecidos al efecto). La aplicación generalizada de subvenciones que se señala en el informe no es acorde con el concepto básico del programa de promover innovaciones que puedan repetirse en otros lugares. Sin embargo, uno de los problemas concretos que afrontan muchos agricultores interesados en adoptar nuevas prácticas es la desaparición de los sistemas de crédito, suministro de insumos y comercialización en muchos países en desarrollo. En esos casos, ha sido necesario intervenir de manera pragmática para salvar la distancia entre lo que debe y puede hacerse, a fin de permitir que los innovadores tengan acceso a los insumos y equipo necesarios.

8. Por lo que respecta a las Opciones para el futuro del PESA, deseamos formular las siguientes observaciones:

Para el futuro, el objetivo es ampliar las actividades (experimentales) de la Fase I del PESA para responder a las demandas de las comunidades aquejadas de inseguridad alimentaria de todas las zonas agroecológicas de un país: la gama de actividades que reciben apoyo del programa se ampliaría progresivamente al aumentar la capacidad institucional. Se ha previsto también prestar una atención creciente a la potenciación de las comunidades para hacer frente a los factores subyacentes que determinan la distribución de alimentos entre las familias de las comunidades. Consideramos necesario dedicar una atención preferente a cuestiones relacionadas con la mujer y a aquellas familias en las que, como consecuencia del VIH-SIDA y otras enfermedades, se han producido cambios negativos en la relación de dependencia con efectos catastróficos sobre la agricultura. Se está adquiriendo una cierta experiencia (con financiación de TeleFood) en la consecución de aumentos de la producción alimentaria en los lugares en los que son más necesarios y en su vinculación con la educación nutricional, en particular promoviendo programas de horticultura basados en escuelas y centros de salud; estas experiencias se podrán repetir más ampliamente en el futuro en el marco del PESA.

La administración de la FAO respalda decididamente también la necesidad de fortalecer las asociaciones, estableciéndolas desde el comienzo del diseño del proyecto. Aceptamos también plenamente la recomendación de que se conceda una atención más explícita a los problemas relacionados con la estacionalidad, la sostenibilidad ecológica, la igualdad entre hombres y mujeres y las vinculaciones en el diseño de los proyectos. La incorporación de esos planteamientos exigirá una mayor atención a la creación de capacidad a todos los niveles, en especial entre los dirigentes de las comunidades agrícolas y el personal de extensión de primera línea, basándose particularmente en la experiencia de la Organización en relación con las escuelas de campo para agricultores, que han sido elogiadas por el Equipo de evaluación.

Además de revisar las directrices del PESA para aplicar esas recomendaciones y las referentes a los procesos de diseño contenidas en la sección 7.3.4 (párrafos 230 y 231), la Organización impartirá capacitación al personal y funcionarios de los gobiernos que participen en el diseño del programa.

9. El contexto del desarrollo en el que se está ejecutando el PESA ha experimentado modificaciones de importancia desde que comenzara el programa hace casi ocho años. La proclamación de los objetivos de desarrollo del milenio, la expansión de los programas de alivio de la deuda, la puesta en marcha del marco integral de desarrollo y de los documentos de estrategia de reducción de la pobreza, así como las reflexiones sobre nuevos mecanismos de financiación del desarrollo a raíz de la Conferencia Internacional sobre la Financiación del Desarrollo, plantean desafíos y ofrecen nuevas oportunidades para el PESA, que la Organización abordará debidamente.

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8 La gran demanda para participar en el PESA, que no procede únicamente de PBIDA, parece indicar que cabría poner en tela de juicio algunas afirmaciones del Equipo de evaluación en relación con la falta de identificación nacional con el programa.

 


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