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Capítulo 13. Manejo de malezas en cereales


Introducción
Control de malezas
Conclusiones
Manejo de malezas en trigo y cebada
Manejo de malezas en cereales tropicales: Maíz, sorgo y mijo


K. Moody

Introducción

La producción de arroz y el manejo de malezas son frecuentemente sinónimos; el control de malezas es el punto central de coordinación de muchas operaciones agrícolas. Es imposible producir arroz económicamente sin disponer de un programa de control de malezas bien planeado. De vital importancia es la forma de preparar el terreno, el cuidado en la siembra del cultivo y la celeridad con la que se aplique el manejo de malezas.

Las malezas pueden ser controladas ecológicamente mediante su inmersión bajo el agua, manualmente mediante arranque manual o el uso de cultivadores rotatorios, culturalmente al sembrar variedades competitivas a densidades óptimas y químicamente a través de la aplicación de herbicidas. El método de control de malezas, para ser aceptado por los agricultores, debe ser factible agronómicamente y en su manejo, y viable económicamente.

El término "prácticas culturales" se refiere a una serie amplia de técnicas de manejo utilizadas por los agricultores para lograr sus objetivos de producción. Las prácticas culturales que tienen un efecto sobre el crecimiento de las malezas incluyen la preparación del terreno, el manejo del agua, el método de siembra y el manejo de la fertilización.

En arroz trasplantado en condiciones de secano, las malezas importantes son Cyperus difformis L., los miembro del complejo de Echinochloa crus-gallí, Leptochloa spp., Monochoria vaginalis (Burm.f.) Presl., Paspalum distichum L., Scirpus spp. y Sphenoclea zeylanica Gaertn. Las más importantes en arroz sembrado directo y en seco son Commelina diffusa Burm.f., Cyperus iria L., Echinochloa colona (L.) Link, Ischaemum rugosum Salisb., y las formas salvajes y rojas del arroz (Oryza spp.).

En arroz de secano, las especies principales son Ageratum conyzoides L., Amaranthus spinosus L., Commelina benghalensis L., Cyperus rotundus L., Digitaria spp., Echinochloa colona, Eleusine indica (L.) Gaertn., Portulaca oleracea L. y Rottboellia cochinchinensis (Lour.) W.D. Clayton. Las especies parásitas del género Stríga van adquiriendo importancia en Africa.

Control de malezas


Prevención
Preparación del terreno
Método de siembra
Almácigas o semilleros
Distancia de siembra
Manejo del agua
Período de desyerbe
Métodos de control manual de malezas
El control químico de malezas


Prevención

El primer paso en el control de las malezas es la prevención de la infestación. Un número de especies de malezas que poseen un patrón de madurez similar al arroz son cosechadas y diseminadas con las semillas del cultivo. Es esencial que la semilla del arroz a utilizarse para la siembra esté completamente libre de semillas de malezas, ya que la semilla contaminada es una de las fuentes principales de infestación de malezas.

El agua para la irrigación es otra fuente de propagación de semillas de malezas. Las corrientes de agua mueven millones de semillas de malezas de un lugar a otras nuevas localidades. La cantidad y el tipo de semilla de maleza trasladada por el agua depende del volumen y la velocidad del agua, así como del tamaño y peso de la semilla o de los propágulos vegetativos.

Las semillas de malezas también son diseminadas por los animales que pastorean sobre las mismas, mientras que sobre el fango, estas se adhieren a los aperos de labranza, a los pies del hombre, los animales y las aves.

La base de cualquier programa de control de malezas es la aplicación apropiada de los procedimientos sanitarios para prevenir el movimiento indeseable de las semillas de malezas.

Preparación del terreno

El método de preparación del terreno y el equipo utilizado variará en dependencia del sistema de cultivo del arroz, pero los objetivos generales son los mismos en todos los casos. La razón primordial de la preparación es proporcionar condiciones libres de malezas al momento de la siembra y la segunda es crear condiciones favorables para el crecimiento y el desarrollo del cultivo.

El tangueo, además de formar una capa de suelo ("hard pan") que reduce las pérdidas del agua de irrigación y crea condiciones para la siembra de semillas pre-germinadas o plántulas, facilita la incorporación de las semillas de malezas en las capas más profundas del fango, donde se descomponen para formar compuestos de amonio que son retenidos mucho mejor en el suelo que los nitratos y pueden ser utilizados directamente por los cultivos. La incorporación de las malezas durante la preparación del terreno proporcionará una fuente adicional de nutrientes.

La buena preparación del terreno es un medio efectivo y económico de mantener bajas las infestaciones de malezas. Un campo preparado pobremente no proporciona un medio adecuado para el crecimiento óptimo de la planta. Si el campo no está nivelado, las plántulas de cultivo no se establecerán rápidamente en los lugares bajos y las malezas crecerán abundantemente en las zonas altas. Las malezas invaden los espacios libres donde el arroz no crece, lo que resulta en pérdidas de crecimiento debido a la competencia. Tales condiciones provocan la presencia de plantas de cultivo con escaso crecimiento y pobre producción de hijos. La nivelación correcta del campo permitirá que el agua de irrigación cubra uniformemente la superficie completa del terreno sin provocar inmersión de las plantas de arroz.

La preparación del terreno, por espacio de cierto tiempo, tendiente a estimular la germinación precoz de las malezas antes de la siembra, es particularmente pertinente para el arroz sembrado en seco. Esta técnica incluye el control sea químico, manual o mecánico de las sucesivas emergencias de malezas antes de la siembra. Los herbicidas deberán ser aplicados o la labor de cultivo se realizará cuando la mayoría de las semillas de malezas en el suelo superficial han germinado y las plántulas están en estadios de dos a cinco hojas.

Una labor de cultivo se podrá realizar después que el arroz se siembre, pero antes que las plántulas emerjan, lo que también se le conoce como cultivo ciego. Este a veces es practicado en arroz sembrado en suelo seco a fin de romper la costra del suelo para crear condiciones favorables para la emergencia del arroz y eliminar plántulas de malezas. La operación en cuestión es comúnmente realizada con una grada de punta dentada o con otros aperos de labranza, como rejas que penetran ligeramente el suelo.

Método de siembra

El crecimiento de las malezas es mayor en la siembra directa que en la de trasplante. El trasplante se realiza en lugar de la siembra directa para permitir a las plantas de arroz una ventaja de crecimiento sobre las malezas. Sin embargo, debido a la disminución de la fuerza laboral y el aumento de su costo, la importancia del arroz de siembra directa en condiciones húmedas (semilla pre-germinada, sembrada sobre suelo fangueado) se ha elevado significativamente en años recientes.

Almácigas o semilleros

Las malezas pueden causar, además de daños serios a las plantaciones de arroz, serios problemas en almácigas o semilleros de éste. Las plántulas de arroz son muy susceptibles a la competencia de las malezas y, por consiguiente, el control de éstas es una operación importante para garantizar una alta calidad de las posturas a plantar.

Las plántulas de Echinochloa spp. son a veces trasplantadas en el campo con plantas de arroz, ya que resulta casi imposible diferenciarlas. Estas son altamente competitivas y causan pérdidas apreciables de los rendimientos del cultivo. El desyerbe manual es laborioso e inefectivo debido a las similaridades morfológicas entre las plantas de arroz y las de Echinochloa spp. La separación manual de las plántulas de malezas de las del arroz antes del trasplante es una operación inefectiva, laboriosa, consume tiempo y es costosa. Sin embargo, el tratamiento de herbicida es barato (70 centavos EE.UU. o menos para tratar 440 m2 de almácigas) y es practico para el control de las malezas en las almácigas o semilleros de arroz (Rao y Moody 1988).

Distancia de siembra

La competencia del cultivo es uno de los métodos de control de malezas más útiles para el agricultor. La siembra densa del arroz resulta en la reducción del peso de las malezas y su competencia, además de crear condiciones óptimas para optar por otras medidas adecuadas de control de malezas a integrar (Moody et al 1983). Sin embargo, la relación costo-benefício marginal disminuirá en la medida que se eleve la norma de semilla o la población de posturas en el caso de trasplante, a espaciamientos mas estrechos (Estorninos y Moody 1983).

Kim y Moody (1980) comunicaron que el crecimiento de las malezas sin medida de control causó una reducción de los rendimientos de sólo 11% cuando el arroz fue trasplantado a 10 x 10 cm de distancia comparado con una pérdida del 31% cuando se trasplantó a una distancia de 20 x 20 cm.

Las normas de siembra en arroz sembrado húmedo son generalmente altas, dirigidas principalmente a inhibir el crecimiento de las malezas; una alta norma de siembra de arroz compensa parcialmente un pobre control de malezas. Moody (1977) comunicó que hubo una disminución significativa del peso de las malezas en arroz sembrado húmedo cuando las normas de siembra aumentaron de 50 a 250 kg/ha; el rendimiento en grano se elevó en las parcelas no desyerbadas, pero no así en las desyerbadas, en respuesta al aumento de la densidad de plántulas. Altas normas de siembra sólo son beneficiosas si no se practica medida alguna de control de malezas o sólo se desarrollan parcialmente (Guyer y Quadranti 1985).

Manejo del agua

El buen manejo del agua ha sido siempre reconocido como un medio efectivo de control de malezas en arroz de tierras bajas. La inundación, aplicada durante los estadios tempranos del crecimiento de las malezas, previene la germinación de muchas semillas de éstas y tiene un efecto inhibitorio en su establecimiento, crecimiento y desarrollo. Las poblaciones de malezas disminuyen, pero también ocurre un cambio en la población de especies de malezas, o sea de gramíneas a especies de hoja ancha siempre que la profundidad del agua aumente.

Láminas de aguas superficiales de cortos periodos de duración resultan en efectos pobres de control de malezas y bajos rendimientos de grano. El nivel del agua deberá ser lo suficientemente profundo como para provocar la inmersión de las malezas, pero no de las plantas de arroz. Pocas malezas suelen germinar cuando la profundidad del agua es superior a 10 cm.

Un control pobre del agua contribuye a elevar las poblaciones de malezas, reduce la eficacia de su control y de todos los métodos en práctica y eleva el tiempo a consumir en operaciones de desyerbe. Con un manejo mejor del agua, hay también un número mayor de opciones de otras prácticas adecuadas de control de malezas. El esfuerzo deberá estar encaminado a mantener el campo inundado continuamente, al menos durante los primeros 30 días después de la plantación, para así reducir el número de malezas y también elevar las posibilidades de éxito de otras prácticas de control.

Período de desyerbe

Si el desyerbe es realizado tardíamente aumenta el peso de las malezas, se eleva el tiempo requerido para el desyerbe y los rendimientos del cultivo suelen decrecer. El desyerbe tardío resulta en una disminución apreciable del rendimiento del cultivo y la eficiencia de otras actividades, tales como la fertilización, la irrigación y otras propias del manejo del cultivo se reducen enormemente. Las malezas deben ser eliminadas durante el período, en el cual el cultivo es más sensible a la competencia y la presencia de las malezas esté sobre una densidad tal que causará reducción importante de los rendimientos.

El tiempo preciso y la duración de este período depende de muchos factores, tales como la flora de malezas, las características de crecimiento del arroz y las malezas, prácticas culturales y factores ambientales (Moody 1977). Es, por consiguiente, difícil decir cuando después de la siembra del cultivo se deberá desyerbar y el número de veces a realizar esta operación en el período de mayor competencia. Sin embargo, es sabido que durante el período de 2 a 6 semanas después del trasplante o la emergencia es que el rendimiento del arroz se afecta más debido a la competencia de las malezas.

Métodos de control manual de malezas

Los métodos de control manual de malezas son todavía ampliamente practicados, pero son laboriosos y caros en su costo. Un desyerbe en arroz trasplantado realizado en el momento apropiado requiere cerca de 25 hombres/días/ha. Cuando el arroz se trasplanta en filas o hileras, un cultivador rotatorio puede ser usado y la fuerza laboral requerida para el desyerbe de una ha podrá ser reducida a sólo 10 días (RNAM 1983).

El control químico de malezas

En muchos casos, los herbicidas ofrecen el medio más práctico, efectivo y económico para reducir la competencia de las malezas, las pérdidas de rendimientos y los costos de producción. La adopción del uso de los herbicidas dependerá de su costo relativo al costo de la fuerza laboral, el precio del arroz y de varias limitantes socio-económicas e institucionales (Denning et al 1983). En áreas, donde la fuerza laboral es escasa y la producción de arroz es más alta que los niveles de subsistencia, los herbicidas resultan ser sustitutos viables de la fuerza laboral.

El uso de los herbicidas es a veces más económico que el desyerbe manual. El nivel de costo-beneficio alcanza hasta más de 15: 1 cuando se utilizan herbicidas en arroz de trasplante (Estorninos y Moody 1983) y en siembra directa- húmeda (Heinrichhs et al 1987) en Filipinas, comparado con 4: 1 para el de trasplante y < 1.0 para el de siembra directa-húmeda con prácticas de desyerbe manual.

De acuerdo a Ruthenberg (1977), para que una nueva práctica de control sea adoptada por el agricultor el nivel de costo- beneficio marginal deberá ser, al menos, de 2: 1.

Los herbicidas de mayor uso para el control de malezas aparecen en la Tabla 1. Los herbicidas de mayor uso en arroz trasplantado son bensulfuron-metil, pyrazosulfuron-etil, bentazon, butachlor, pretilachlor, 2, 4-D, MCPA, piperophos+ 2, 4 D, propanil, thiobencarb, quinclorac y fenoxaprop-etil. En arroz sembrado directo en seco en tierras bajas se ha logrado un efectivo control de malezas con propanil, thiobencarb, butachlor, oxadiazon y pendimetalin.

En arroz de secano, los herbicidas pre-emergentes más efectivos en el control de las malezas son thiobencarb, pendimetalin, butachlor, oxadiazon y piperophos+ dimetametrina, mientras que los post-emergentes con mayor efecto sobre especies gramíneas son propanil y fenoxaprop-etil. El 2, 4 D es ampliamente utilizado en postemergencia para el control de malezas de hoja ancha y ciperáceas.

Antes de utilizar cualquier herbicida, es importante leer la etiqueta para informarse sobre las dosis y momento de aplicación, tipo de cultivo de arroz, espectro de control sobre las malezas y precauciones. A la hora de la aplicación, cuidado debe observarse a fin de evitar el gasto excesivo de herbicidas, prevenir daños al personal que realiza la aplicación y evitar cualquier problema de contaminación en el lugar.

Una mezcla de dos o más herbicidas puede combinar las ventajas de cada compuesto por separado y reducir sus desventajas. El resultado más lógico de la mezcla es un mejor efecto de control sobre las malezas presentes, así como una mejor tolerancia del cultivo a los herbicidas en uso, con menos posibilidades de residuos en el suelo. Debido a los efectos sinérgicos derivados de la mezcla, la aplicación de ésta puede resultar en el uso de cantidades disminuidas de los compuestos en uso, muy inferiores a las dosis de cada compuesto cuando se utiliza por separado.

Los herbicidas no deberán ser considerados como sustitutos de otras prácticas de control de malezas, sino que su aplicación deberá ser combinada con las medidas de control existentes. Por ejemplo, en arroz de secano sembrado en seco, los herbicidas no persisten por tanto tiempo como para dar un efecto prolongado de control de malezas. De no utilizarse medidas adicionales de control de malezas (desyerbe manual o mecánico), se podrán registrar reducciones sustanciales de los rendimientos del cultivo.

Otro concepto importante es el de Umbral de Ganancia (UG), el cual es el costo de una medida de control en términos de rendimiento del cultivo (Stone y Pedigo 1972). Si un agricultor gasta $40/ha © para eliminar las malezas con herbicidas y el precio del arroz es $0.40/kg (v), el Umbral de Ganancia (UG = c/v) es 100 kg/ha, el cual es el costo del tratamiento. Si los rendimientos del cultivo son 4 t/h, el costo del herbicida es igual al 2.5% del valor del mísmo.

Tabla 1. Herbicidas adecuados para su uso en arroz.

Herbicidaa

Dosis kgi.a./ha

Momento de aplicaciónb

Sistema de cultivoc

Bensulfuron

0.05-0.07

Pre/Post

AT, ASH

Bensulfuron + metsulfuron (F)

0.0165 + 0.0035

Post

ASH

Bentazon

0.75-2.0

Post

ASS, AT, AS,A OTT

Bentazon+ MCPA (F)

0.8+ 0.12

Post

ASH AS

Bentazon+ propanil (F)

1-1.3+ 2-2.7

Post

AT, ASH

Butachlor

2-3

Pre

ASS

0.75-1.0

Pre

AT

2.0

Pre

AS

0.75-1.0

Presiembra/Pre

ASH

Butachlor+ protector (F)

0.75

Pre

ASH

2, 4-D

0.5-0.8

Pre/Post

AT


Post

ASH

Fenoxaprop

0.04-0.18

Post

ASS, ASH

MCPA

0.5-0.8

Post

ASS, AT, AS, ASH

Molínate

2.5-4.3

Presíemb./Post

ASS, ASH

Molinate+ propanil (F)

2-2.3+ 2-2.3

Post

ASS, ASH

Oxadiazon

0.75-1.5

Pre

ASS

0.375-0.5

Pre

AT

0.5-1.0

Pre

AS

Oxadiazon+ propanil (F)

0.5+ 1.5

Post

ASS, AS

Oxyfluorfen

0.24

Pre

ASS, ASH

0.48-0.72

Pre/Post

AS

Pendimetalin

1.3-1.8

Pre

ASS

1-1.5

Pre

AT

1-1.5

Pre

AS

Pendimetalin + propanil (F)

2.6 + 1.07

Post temprano

ASS, ASH

Piperophos + 2, 4-D (F)

0.33-0.5 + 0.17-0.25

Pre

AT

Pretilachlor

0.45-0.50

Pre

AT

Pretilachlor + protector (F)

0.3-0.45

Pre

ASH

Propanil

2-3.6

Post

AT, ASH

3-6

Post

ASS, AS

Pyrazosulfuron

0.015-0.030

Pre/Post

AT, ASH

Quinclorac

0.25-0.50

Post

ASS, AT, ASH

Sethoxydim

0.2

Post

ASS, ASH

Thiobencarb

3-4

Pre

ASS

0.9-1.5

Pre

AT

0.9

Presiembra/Pre

ASH

Thiobencarb + 2, 4-D (F)

0.6-1.0 + 0.2-0.3

Pre

AT

Thiobencarb + propanil (F)

0.5 - 1.0 + 1.4 - 2.8

Post temprano

ASS, AT, ASH

a (F) = mezcla del fabricante.
bPre/Post = pre-emergente o post-emergente temprano.
cASS = arroz sembrado en seco (sembrado en seco en suelo seco, donde el agua se acumula), AT = arroz de trasplante, AS = arroz de secano (sembrado seco en suelos con drenaje libre), ASH = arroz sembrado húmedo (semillas pre-germinada sobre suelo fangueado).

Conclusiones


Referencias


Los métodos culturales seguirán siendo parte integral de los programas de control de malezas, los que no tan sólo ayudan a reducir el crecimiento de éstas, sino que son igualmente beneficiosos para mejorar el establecimiento de las plántulas de arroz y su crecimiento. Un cultivo vigoroso de arroz inhibirá muchas malezas y minimizará la necesidad de su control.

La flora de malezas y su grado de infestación son regidos por varios factores, tales como el método de preparación del terreno y la profundidad del agua de riego en el campo. Con una buena preparación del terreno y un buen manejo del agua se reducirá hasta un mínimo absoluto o no será necesario del todo una operación adicional de control de malezas en arroz de trasplante.

Hasta la llegada de los herbicidas, las prácticas culturales y el control manual de malezas fueron los métodos virtualmente únicos de eliminación de plantas indeseables. Estos métodos son aún válidos e importantes, pero requieren ser integrados con el uso racional de herbicidas a fin de mejorar el control de las malezas, la mas importante limitante de la producción agrícola en muchos países.

Agradecimientos. Se expresa gratitud al Dr A. Fischer, CIAT, Cali, Colombia; al Sr Ho Nai Kin, de la Autoridad de Desarrollo Agrícola de Muda, Telok Chengai, Alor Setar, Kedah, Malasia; al Dr Duong Van Chin, del Instituto de Investigaciones de Arroz del Delta Cuu Long (CLRRI), Omon, Hau Giang, Vietnam; al Dr D. Johnson, WARDA, Costa de Marfil; y a numerosas compañías químicas en Filipinas al proporcionar la información para la inclusión de la tabla de herbicidas.

Referencias

Denning G.L., S.K. Jayasuriya y B.A. Huey 1983. Constraints to the adoption of new weed control technology in rice. En "Weed Control in Rice", International Rice Research Institute. Los Baños, Laguna, Filipinas, pp 345-361.

Estorninos L.E. Jr. y K. Moody 1983. The effect of plant spacing on weed control in transplanted rice (Oryza sativa). Philippine Journal of Weed Science 10: 77-89.

Guyer R. y M. Quadranti 1985. Effect of seed rate and nitrogen level on the yield of direct wet-seeded rice. Proceedíngs 10th Asian-Pacific Weed Science Society Conference, Chiangmai, Tailandia, pp 304-311.

Heinrichs E.A., F.V. Palis, K. Moody y G.B. Aquino 1987. The effects of timing of butachlor application on the economics of direct-seeded rice production. Journal of Plant Protection in the Tropics 4: 95-100.

Kim S.C. y K. Moody 1980. Reduced plant spacing for weed suppression in transplanted rice. Proceedíngs 1980 British Crop Protection Conference - Weeds, Brighton, Inglaterra, pp 383-388.

Moody K. 1977. Weed control in rice. Lecture note No. 30 5th BIOTROP Weed Science Training Course, 1977, Kuala Lumpur, Malasia, pp 374-424.

Moody K., L.E. Estorninos Jr., D.C. Navarez y L.L. Roa 1983. Effect of weed control practices applied to transplanted rice (Oryza sativa) on succeeding crops. Philippine Journal of Weed Science 10: 65-76.

Rao A.N. y K. Moody 1988. Weed control in rice seedling nurseries. Crop Protection 7: 202-206.

Regional Network of Agricultural Machínery (RNAM) 1983. Testing, evaluation and modifícation of weeders. Economic and Social Commission for Asia and Pacifíc Technology, Series 11, University of the Philippines at Los Baños College, Laguna, Filipinas.

Ruthenberg H. 1977. The adoption of agricultural production services to changing circumstances: Some considerations based on the experience with projects in tropical Asia. Agriculture Administration 4: 131-148.

Stone J.D. y L.P. Pedigo 1972. Development and economic injury level of the green cloverworm on soybean in Iowa. Journal Economic Entomology 65: 197-201.

Manejo de malezas en trigo y cebada


Introducción
Control de malezas
Referencias


R.L. Zimdahl

Introducción

Las estrategias preventivas, primera fase del manejo de malezas, no son complejas y constituyen la base de las buenas prácticas agronómicas. El primer paso de prevención es idéntico para todos los cultivos de granos pequeños, o sea semillas de la planta cultivable libre de malezas. El uso de las combinadas y la maquinaria de labranza itinerante son fuentes de semillas de malezas y deben limpiarse antes de abandonar cada campo o finca. Las malezas se deben controlar en las orillas o bordes de campos y carreteras, ya que son fuentes de nuevas infestaciones en los campos. Los camiones y carretas usados para transportar granos se deben cubrir para evitar la diseminación por el viento de las semillas de malezas a partir de grano sin limpiar.

Control de malezas

Métodos de control

Las malezas se pueden manejar a través de métodos culturales, cuyos resultados varían entre regiones y años. Los métodos de rotación, selección de variedades, fecha de plantación, momento y tipo de labranza, etc., son practicados por todos los agricultores, cuyos efectos no han sido cuantificados. Por ejemplo, existen pocos datos cuantitativos sobre la competitividad relativa de malezas y cultivos específicos. Estos datos ayudarían a establecer el valor de la selección del cultivo y la variedad, así como la rotación en el manejo de malezas (Donald y Nalewaja 1990).

Por muchas razones los agricultores desean sembrar temprano, ya que la fecha de siembra afecta el manejo de las malezas. Mientras más temprano se siembre un cultivo, menos tiempo habrá disponible para cualquier tipo de desyerbe antes de la siembra y mayores oportunidades para que las malezas germinen y crezcan a la par del cultivo. El retraso de la siembra invernal de trigo hasta que las malezas emergidas se puedan destruír mediante una labranza ligera, es una técnica no costosa de manejo de malezas. Por otra parte, una población de cultivo de brotación rápida, vigorosa y densa es una técnica importante de manejo de malezas. Por ejemplo, la siembra temprana de trigo primaveral puede permitir el desarrollo del cultivo antes de que germine el rabo de zorra (Setaria spp.).

El trigo normalmente se siembra en surcos a 17.5 cm con lluvia o irrigación adecuada y en surcos de alrededor de 35 cm en condiciones de secano. Estas distancias son prácticas agronómicas aceptadas y no son fáciles de cambiar por razones de manejo de malezas. En Canadá, al aumentar la densidad de siembra del trigo desde 63 hasta 135 kg/ha, el número de plantas de avena loca disminuyó en un 35% (Friesen 1973). La siembra de 100 o 134 kg/ha de trigo redujo la competencia de la avena loca y de la mostaza silvestre (Brassica kaber (DC.) L.C. Wheeler) comparado con 60 kg/ha de norma de siembra (Grafstrom 1982). En Dakota del Norte, el aumento de la densidad de siembra del trigo desde 50 hasta 150 kg/ha redujo el rendimiento de semillas de la maleza Polygonum convolvulus L. a densidades de 54 hasta 215 plantas/m2 (Miller y Nalewaja 1983). La siembra demorada, independientemente de la densidad, permite que las malezas germinen y sean controladas mediante la labranza de pre-siembra, pero el rendimiento generalmente es inferior (Holm y Kirkland 1986). La siembra demorada de trigo primaveral también aumenta el riesgo de daños por heladas de otoño y de un clima pobre durante la cosecha (Hunter et al. 1990). Aunque la manipulación de la densidad y el momento de siembra son técnicas probadas de manejo de malezas (Holm y Kirkland 1986), ninguna de ambas podrían ser económicamente recomendables en algunos sistemas de cultivo.

La manipulación de la distancia entre surcos del trigo puede ser un método factible de manejo de malezas en algunos sistemas de cultivo, ya que la disminución de la distancia eleva su habilidad competitiva (Nalewaja 1981). En Canadá, la producción de semillas de avena loca se redujo más cuando el trigo primaveral se sembró a 15 cm en comparación con 30 o 60 cm de distancia entre surcos (Sharma et al 1983). La producción de semillas de la avena loca sin competencia me de 85 g/m2, pero cuando competía con trigo sembrado a 15 cm entre surcos me solamente de 7 g/m2.

La quema se ha usado para controlar infestaciones de malezas gramíneas anuales de invierno. Esta práctica seca el suelo y así mejora la efectividad de la labranza, pero el suelo desnudo eleva el riesgo de erosión.

Una correcta preparación del terreno de siembra, la selección de variedades, la semilla limpia y la atención cuidadosa en pro de una fertilidad óptima para producir una rápida brotación de plantas vigorosas, contribuyen al manejo de las malezas. Muchos agricultores conservan semillas de granos pequeños de año en año para ahorrar dinero. Con poca o ninguna limpieza, las semillas de malezas permanecen como contaminantes, que después serán diseminados a través de la siembra.

Los datos en la Tabla 1 muestran que en la medida que la densidad del raigras o balico italiano del centeno (Lolium multiflorum Lam.) se incrementa, el rendimiento del trigo se reduce y las variedades semi-enanas tuvieron menos producción que las variedades de porte alto, a la misma densidad de la maleza (Appleby et al. 1976). Estos datos también destacan la importancia de la selección de la variedad, el follaje y la competitividad del cultivo.

Tabla 1. Rendimiento de cuatro variedades de trigo con tres densidades de Lolium multiflorum (Appleby et al. 1976).

Altura de la variedad

Densidad del raigras (plantas/m2)

Rendimiento de trigo (kg/ha)

Alta

0

2752

33

2240

83

1984

Alta

0

3488

33

2600

90

2408

Semi-enana

0

2704

33

1968

80

1696

Semi-enana

0

3080

37

2280

83

1880

Las variedades semi-enanas tienen un follaje más abierto, lo que permite que una mayor luminosidad llegue a las malezas y que L. multiflorum sea más competitivo. Así, la altura de la planta está correlacionada con la competitividad del trigo (Ammon 1979: Appleby et al. 1976). Las variedades de tallos más pequeños son menos competitivas que las de tallos más altos (Wall 1983), mientras que aquellas productoras de más tallos son más competitivas (Challaiah et al. 1983). No obstante, existe una correlación negativa entre la altura y el rendimiento en un grupo de variedades de trigo (Fischer y Wall 1976). Los agricultores no escogen las variedades por el manejo de las malezas, pero su efecto no se debe ignorar.

La rotación de cultivos rompe el ciclo de vida de las malezas y permite el uso de técnicas de manejo adaptadas a diferentes cultivos. La rotación con otro cultivo es un medio efectivo de manejar las gramíneas anuales de invierno en trigo invernal o gramíneas anuales de verano en trigo primaveral (Ali y Johnson 1981). La rotación de cultivos es una buena práctica de manejo de malezas, ya que cada cultivo tiene su propio grupo de prácticas culturales, que crea nichos para ciertas malezas. La rotación cambia los nichos disponibles y afecta a las malezas. Aunque no hay datos al efecto, es ampliamente aceptado que las leguminosas en rotación incrementan el rendimiento del trigo (Donald y Nalewaja 1990).

Métodos mecánicos

Cuando se están preparando terrenos para granos, existe una amplia opción de técnicas. Tradicionalmente el suelo se araba, pero eso ya no es tan común y la labranza puede ser dañina. El trigo duro rojo primaveral rindió menos después de la arada de otoño que después de la labranza de primavera, en Dakota del Norte (Donald y Nalewaja 1990). La secuencia y tipo de labranza de pre-siembra está influído por el tipo y condición del suelo, estado del tiempo prevaleciente, aperos de labranza disponibles y preferencia del agricultor. La labranza de pre-siembra consiste de la arada a 20-40 cm de profundidad, uso del disco hasta 15 cm de profundidad, la labranza superficial a 2-5 cm de profundidad o la no labranza y siembra directa. Cada una de estas operaciones y sus momentos de ejecución afectan la presencia y abundancia de las malezas. La labranza de pre-siembra es el método de control mecánico de malezas más ampliamente practicado y la base del control cultural (Hunter et al. 1990). En climas templados, la labranza de primavera temprana estimula la germinación de las semillas y las plántulas se pueden controlar mediante labores posteriores. La labranza poco profunda de otoño se recomienda para promover la germinación de las semillas y controlar las malezas anuales de invierno (Hunter et al. 1990), sobre todo cuando abunda la humedad del suelo (Geiszler 1957).

La no-labranza y la labranza poco profunda sin inversión del suelo elevan la incidencia de malezas perennes y reducen las anuales (especialmente las especies de hoja ancha). Stellaria media (L.) Vill.) es una excepción de esta regla. Los métodos de no-labranza incrementan la incidencia de malezas gramíneas anuales, como avena silvestre (Avena spp.). Bromus spp., Poa annua L., Secale cereale L. y Aegilops cilindrica Host. La arada y el pase de disco son apropiados para prevenir la propagación de malezas perennes, pero ninguno de estas operaciones controla efectivamente al Cirsium arvense (L.) Scop.. La arada es un 10-20% más efectiva que el pase de disco o labranza poco profunda, pero su práctica trae raíces y rizomas previamente enterrados a la superficie del suelo, donde de nuevo crecerán. Después de la arada o sin ésta, la labranza temprana del terreno para la siembra del trigo estimula la germinación de semillas de malezas anuales y las plántulas entonces pueden ser controladas mediante labores posteriores.

La labranza de rastrojos, en campos donde se ha cosechado grano, puede ayudar a combatir malezas gramíneas perennes portadoras de rizomas, como Etytrígia repens (L.) Nevski, así como evita que algunas malezas anuales produzcan semillas. Si esta labranza se realiza en un momento erróneo o las malezas sobreviven a la labranza, la situación puede empeorar. Por ejemplo, la labranza de rastrojos inmediatamente después de la cosecha podría enterrar semillas de avena loca para así prevenir pérdidas por causas naturales (p.ej., por tiempo frío). Las plántulas de malezas anuales de invierno, como Bromus tectorum L., sobreviven fácilmente la labranza poco profunda, sin inversión y con incorporación parcial.

El barbecho o el barbecho combinado con la labranza es una técnica efectiva de manejo de malezas. Las plántulas se pueden eliminar con labranza, pero ésta solo controla algunas semillas germinadas y plántulas brotadas.

Métodos biológicos

Existen pocas técnicas disponibles de control biológico de malezas para su uso en cereales. El uso de la enfermedad endémica antracnosis para controlar Aeschynomene virginica (L.) H.S.B. en el arroz es un ejemplo. La investigación sobre técnicas biológicas para el control de la maleza Cirsium arvense con el uso Sclerotinia sclerotíorum en cereales está progresando (Strobel 1991). Una raza de Colletotrichum gloesporiodes puede ser pronto comercializada para el control de Malva rotundifolia L. en cereales en los EE.UU. y Canadá. Estos agentes deberán ser integrados con las técnicas de control actualmente en uso.

Métodos químicos

Los herbicidas generalmente son seguros, eficientes y rentables, pero solos no resolven todos los problemas de malezas; estos deben ser pane de un programa de manejo total de malezas. Para una máxima efectividad, los herbicidas se deben aplicar cuando las malezas son jóvenes y susceptibles, y antes que reduzcan los rendimientos.

La información sobre una correcta aplicación es esencial y se tienen que cumplir las instrucciones de las etiquetas. La mezcla de herbicidas que poseen diferente modo de acción puede ampliar el espectro de control de malezas y reducir las dosis de uno o de ambos componentes en la mezcla.

Para muchos problemas de malezas en trigo existen opciones de herbicidas que brindan un buen control y seguridad para el cultivo si se aplican correctamente, en el momento y a la dosis adecuada. La mayoría de los herbicidas de post-emergencia, absorbidos por el follaje, requieren de malezas en activo crecimiento para un máximo de efectividad. El crecimiento de las malezas se reduce por las temperaturas frías y por la sequía. Los herbicidas activos en el suelo se afectan menos por la temperatura, pero su actividad se reduce sobre suelo seco. El control exitoso de las malezas con herbicidas requiere de la aplicación cuando las plantas son jóvenes.

Los agricultores deben conocer la maleza objeto de control, antes de seleccionar un herbicida para su ulterior aplicación uniforme con una asperjadora correctamente calibrada. La tabla 2 resume las cualidades de varios herbicidas que pueden usarse en cereales. Esta tabla es solo orientativa, por lo que se deben consultar y cumplir las recomendaciones específicas de las etiquetas y las exigencias locales de uso. La sección siguiente es una breve discusión sobre algunos de los herbicidas más recomendados para su uso en cereales o granos pequeños.

Metsulfuron es más efectivo cuando se absorbe a través del follaje, pero también se absorbe a través de las raíces. Se apuede aplicar después del estadio de dos hojas y antes de la formación de nudos de la planta. Siempre se requiere añadir un tensoactivo a la solución final de aspersión. Restricciones sobre cultivos en rotación pueden tener lugar debido a que el herbicida es persistente en el suelo. Su degradación en el suelo se hace más lenta en la medida que se eleva su pH y no debe usarse en aquéllos con pH superior a 8.

Chiorsulfuron controla muchas malezas anuales de hoja ancha y elimina algunas gramíneas. Tiene actividad foliar, pero es más efectivo de ser absorbido por las raíces. Se puede aplicar después del estadio de 2 hojas y antes de la emisión de la vaina foliar del trigo. Para su aplicación se añade un agente tensoactivo. Restricciones sobre rotación de cultivos pueden existir, ya que persiste en el suelo. No debe usarse si el pH del suelo es superior a 8. Varios problemas de resistencia de malezas al chlorsulfuron han tenido lugar, por lo que su uso se ha restringido.

Herbicidas usdos en cultivos de grano pequeño.

Herbicida

Dosis rango/ha

Momento de aplicación y comentarios

Chlorsulfuron Metsulfuron-metil

2-23 g 7g

Desde 2-hojas hasta vaina foliar. Desde estadio de 2-hojas hasta justo antes del de vaina floral. En trigo durum desde el estadio de 4-hojas hasta el de vaina foliar.

Thifensulfuron

35-42 g

Trigo de invierno después del estadio de 2-hojas y antes de que sea detectable el tercer nudo. Trigo de primavera desde estadio de 2-hojas, pero antes de que el primer nudo sea visible.

Tribenuron

12-23 g

Desde estadio de 2-hojas, pero no después de que sea visible la primera hoja bandera.

Bromoxynil

0.25-0.5 kg

Aplique post-em. hasta justo antes de vaina foliar.

Clopyralid

0.07-0.25 kg

Control post-emergente de hojas anchas e inhibición del Cirsium arvense.

Dicamba

0.1-0.15 kg

Trigo de invierno después que se rompe la latencia en primavera y antes que el trigo comience a formar nudos. Se usa mejor en mezclas con otros herbicidas de hoja ancha.

2, 4-D

0.5-0.85 kg

Aplique a plántulas de malezas después que ha comenzado de lleno el ahijamiento (alrededor de 5 hojas) y antes del estadio de vaina foliar. A menudo daña el trigo de invierno.

MCPA

0.25-0.5 kg

Aplique a plántulas de malezas después que ha comenzado de lleno el ahijamiento (alrededor de 5 hojas) y antes del estadio de vaina foliar.

Diclofop-metil

0.85-1.4 kg

Control post-emergente de avena silvestre y de algunas gramíneas anuales en el estadio de 1-3 hojas.

Difenzoquat

0.7-1.1 kg

Control post-emergente de avena silvestre en trigo sembrado en otoño y cebada de primavera.

Fenoxaprop-etil

0.12-0.18 kg

Control post-emergente de avena silvestre y de otras gramíneas varias en trigo.

Imazamethabenz-metil

0.2-0.5 kg

Control post-emergente de avena silvestre y de muchas Brassicaceae.

Isoproturon

1.5-2.5 kg

Control pre-emergente de avena silvestre y control pre y post-emergente temprano de varias malezas anuales gramíneas y de hoja ancha en trigo y cebada.

Triallate

1.4 kg

Control pre y post-siembra de avena silvestre.

Thifensulfuron usualmente se comercializa en mezcla con tribenuron bajo el nombre de 'Harmony Extra' y tiene actividad pos-emergente sobre muchas malezas de hoja ancha y sobre ajo silvestre (Allium vineale L.). Se puede aplicar después que el trigo tiene dos hojas, pero antes de la emisión del tercer nudo. Las malezas de hoja ancha deben tener menos de 10 cm de altura y las de ajo silvestre menos de 20 cm. Tiene poca o ninguna actividad en el suelo y no tiene restricciones de rotación de cultivos dos meses después de su aplicación.

Bromoxynil controla malezas anuales de hoja ancha y es completamente selectivo en las gramíneas. Tiene acción de contacto y se puede aplicar desde el estadio de dos hojas hasta inicios del estadio de vaina foliar, pero es más efectivo cuando se aplica antes del ahijamiento mientras que las malezas sean pequeñas. Es importante una buena cobertura de la aplicación. El tratamiento tardío reduce la cobertura indicada sobre el follaje de las malezas. El uso de este herbicida está restringido por razones toxicológicas en algunos países.

Dicamba es un herbicida post-emergente para el control de muchas malezas de hoja ancha difíciles de controlar con 2, 4-D. En trigo de invierno, dicamba se puede aplicar después del ahijamiento hasta el inicio de la formación de nudos. En trigo de primavera, la aplicación se debe hacer antes del estadio de cinco hojas.

2, 4-D se absorbe foliar y radicalmente, es uno de los herbicidas convencionales para el control de malezas de hoja ancha en cereales o granos pequeños. Su efecto es mejor cuando las plantas no están sometidas a condiciones adversas de crecimiento. Las formulaciones de ésteres penetran fácilmente en el follaje de la planta, especialmente bajo condiciones frías y secas. Las formulaciones aminas son solubles en agua y no penetran el follaje tan bien, pero tienen menor potencial de efectos de vapores y daños a cultivos susceptibles adyacentes.

2, 4-D se aplica después del ahijamiento y antes de la formación de nudos. Los granos pequeños pueden dañrse con 2, 4-D, MCPA o dicamba si la aplicación se realiza demasiado temprano o demasiado tarde. 2, 4-D y MCPA se pueden usar al comienzo de la maduración del grano para facilitar la cosecha, sin riesgo de daños, pero el beneficio del control de malezas es mínimo. La tolerancia al MCPA es similar a 2, 4-D y el espectro de control de malezas es similar, pero no idéntico.

Clopyralid usualmente se aplica con 2, 4-D o MCPA, como herbicida post-emergente para apmliar el control de especies de hoja ancha y para eliminar Cirsium arvense.

Diclofop, difenzoquat, triallate e imazamethabenz-metil tienen cada uno sus características singulares. Triallate es efectivo contra avenas locas y elimina gramíneas anuales como Bromus spp. Se puede usar en pre-siembra o en pre-emergencia y se absorbe solamente a través del brote del nudo del coleóptilo y no a través de las raíces de la avena loca. Debe incorporarse al suelo para evitar las pérdidas por volatilidad y para ubicarlo en la zona del suelo apropiada para su absorción por la avenas loca. El trigo se debe sembrar por debajo del área de incorporación del herbicida.

Diclofop brinda control pos-emergente de avena loca y de algunas otras gramíneas anuales cuando se aplica en el estadio de 1 a 3 hojas de las malezas. Difenzoquat se aplica en pos-emergencia para el control de avena loca en estadio de 1-3 hojas en trigo de primavera y de invierno. Sus dosis se elevan hasta 1.1 kg i.a./ha con el incremento de las densidades de la avena loca.

Imazamethabenz es también un post-emergente para control de avena loca y de varias crucíferas. La avena loca debe estar en el estadio de 1 a 4 hojas. El trigo tolera bien el herbicida hasta el estadio de formación de nudos.

Referencias

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Manejo de malezas en cereales tropicales: Maíz, sorgo y mijo


Introducción
Maíz (zea mays L)
Mijo Perla (Pennisetum glaucum (L.) R.Br.)
Referencias


K. Ampong-Nyarko

Introducción

El maíz, el sorgo y el mijo, junto al arroz, son los cereales más importantes para el consumo humano en los trópicos. Los bajos rendimientos del sorgo y el mijo en los trópicos se deben a que se cultivan principalmente en condiciones de secano en regiones semi-áridas (Norman et al. 1984). Un mejor control de las malezas en la producción de cereales en los trópicos se necesita, el cual tiene que estar integrado dentro del sistema general de producción de la finca, con dependencia mínima de insumos (Shenk 1986).

Maíz (zea mays L)

Los rendimientos del maíz en países tropicales rara vez son iguales a los logrados en climas templados, lo cual se debe a varios factores, tales como altas temperaturas nocturnas, estado del tiempo frecuentemente nublado y consecuentemente condiciones de baja luminosidad, así como problemas de insectos, enfermedades y malezas (Pendleton 1979). El maíz usualmente se asocia con cultivos anuales, como ñame, malanga o taro, arbustos y árboles perennes.

Problemas de malezas

Las malezas, tanto anuales como perennes, son un problema mundial en el cultivo del maíz. La baja tasa de crecimiento de las plántulas de maíz y la amplio distancia entre surcos crea un ambiente ideal para el crecimiento de las malezas. El crecimiento descontrolado de las malezas puede provocar pérdidas de rendimiento del grano de maíz de hasta un 85% (Nieto 1970; Ampong-Nyarko 1984). En algunos casos el uso repetido de algunas triazinas ha estimulado el incremento de malezas gramíneas con similar fisiología y requerimientos para el desarrollo. Ejemplos de estas malezas gramíneas problemáticas son Rottboellia cochinchinensis (Lour) W. D. Clayton, Brachiaria spp., Digitaría spp., Panicum spp. y Paspalum spp.. La maleza parásita Striga es un problema grave en algunas áreas.

Período crítico de competencia de las malezas. El período crítico de competencia de las malezas en el maíz es desde 2 hasta 4-6 semanas después de la siembra (Nieto et al. 1968; Ampong-Nyarko 1984).

Control de malezas

Preparación del terreno. La preparación del terreno debe asegurar un terreno libre de malezas para la siembra. La labranza se debe realizar hasta una profundidad adecuada y puede ser necesaria cuando especies perennes, como Imperata cylindrica (L.) Raeuschel, sean un problema. Los rizomas deben ser extraídos mediante pases de rastra hacía la superficie del suelo para facilitar su desecación.

Método de siembra. La siembra en surcos, lo más temprano que permitan las lluvias, conducirá a un buen establecimiento del cultivo y a un mejor desarrollo del follaje, lo que contribuye a inhibir a las malezas. Las variedades mejoradas de alto rendimiento, resistentes o tolerantes a Stríga, a barrenadores del tallo y a enfermedades habitualmente cierran temprano su follaje y son competitivas con las malezas.

Población de plantas. Altas densidades de plantas permiten la proyección de sombra tempranamente, lo que reduce el crecimiento de las malezas. Densidades de plantas desde 40 000 hasta 60 000 plantas por ha son deseables. Como regla general, las variedades de maduración temprana, la siembra temprana, la fertilidad elevada y los suelos con una buena capacidad de absorción de agua permiten una mayor densidad de plantas (Pendleton 1979).

Fertilizante. Para obtener beneficios máximos de la fertilización se deben controlar las malezas efectivamente. El fertilizante se debe aplicar dirigido a la planta cultivable para evitar el estimulo del desarrollo de las malezas. La alta fertilidad permite al maíz competir con malezas como el Cyperus rotundas.

Desyerbe manual. Un desyerbe manual realizado a las 4 semanas después de la siembra, cuando la infestación de malezas no es muy alta, dará un control adecuado. En campos con una alta densidad de malezas pueden ser necesarios dos desyerbes manuales, a las 2-3 semanas y a las 6 semanas.

Herbicidas. Un grupo de herbicidas están disponibles para el control de malezas en maíz. Atrazina a 1 kg i.a./ha normalmente se mezcla con herbicidas graminicidas. Una mezcla de atrazina con pendimetalin es excelente para el control de malezas en el maíz. Pendimetalin es el mejor herbicida para el control de R. cochinchinensis. Otros herbicidas que se pueden usar en maíz son cyanazina, metolachlor, linuron, 2, 4-D, EPTC y nicosulfuron (Tabla 1). Se ha sugerido que la aspersión de los herbicidas en bandas sobre el surco, combinado con las labores de cultivo entre surcos, es adecuada para una agricultura de bajos insumos.

Tabla 1. Herbicidas para el control de malezas en maíz

Herbicida

Dosis (kgi.a./ha)

Tratamiento

Acetolachlor

0.67-1.35

Pre

Alachlor

1.5

Pre

Atrazina

2-3

Pre

Chlortal-dimetil

6-10

Pre

Cyanazina

1-3

Pre

Dicamba

1-2

Pre

EPTC+ protector

3-6

PPI

Nicosulfuron

0.04-0.40

Post

Pendimetalin

1.5-2.0

Pre

2, 4-D

0.3-0.75

Post

Manejo integrado de Striga

Striga spp. dañan mucho a maíz, sorgo y mijo cultivados por los agricultores pequeños de recursos limitados (Dogget 1984). Pérdidas de rendimiento de 70% son comunes bajo condiciones de infestación severa (Dogget 1975; Mboob 1986). En Africa las pérdidas son mayores en las zonas del Sahel y de Savanah. Los métodos de control de Striga son los siguientes:

Variedades resistentes. La resistencia es la principal medida de control para los agricultores pequeños, pero debe ser complementada con buenas prácticas culturales (Dogget 1984). Se ha identificado la tolerancia a Striga de variedades autofecundadas e híbridos de maíz en el UTA (Instituto Internacional de Agricultura Tropical (Kim et al. 1991).

Fertilización. El fertilizante nitrogenado tiende a reducir la infestación de Striga mediante la reducción del exudado de estimulantes por el cultivo, así como retrasando el desarrollo de Striga y elevando la tolerancia (Parker 1984). El combate de Striga con estiércol de corral es valioso, pero resultará necesario la adición de algún fertilizante nitrogenado (Doggett 1984).

Desyerbe manual. La extracción manual de las plantas de Striga es beneficioso, ya que ayudará a evitar alrededor de un 20% de pérdidas de rendimiento que ocurren después de la emergencia de Striga sobre el suelo. Esta práctica también previene la floración de las parásitas. El arranque manual y la escarda con azada son las prácticas más comunmente usadas por los agricultores pequeños (Ampong-Nyarko 1989; Lagoke et al. 1991).

Rotación de cultivos. El uso de cultivos trampas que inducen la germinación de las semillas de Striga en rotación o como asocio con un cultivo susceptible se ha informado que reduce la infestación de Striga (Parkínson et al. 1986). Tales cultivos trampas incluyen algodón, bambara, cacahuete, caupí y soya.

SORGO (Sorghum bicolor (L.) Moench)

El sorgo, cultivado principalmente como cultivo de subsistencia, es un importante alimento en los trópicos. Un grupo de factores biológicos, del ambiente, de manejo y socio-económicos son responsables de los bajos rendimientos de este cultivo (Andrews et al. 1984).

Problemas de malezas

Las plántulas de sorgo son comparativamente pequeñas y débiles y no compiten favorablemente con las malezas. El cultivo puede estar creciendo en condiciones relativamente áridas e infértiles, donde la competencia por la humedad y los nutrientes puede ser crítica (Parker 1980). Las malezas no controladas pueden reducir el rendimiento de grano hasta un 40-80 % (Enyi 1973; ICRISAT 1976). La maleza clave que se presenta en sorgo, así como en maíz y mijo, es la parásita seemi-radícal Striga, mientras que otras especies como Sorghum halepense (L.) Pers, R. cochinchinensis (Lour.) Clayton y Cyperus rotundus L. son importantes. Cynodon dactylon es un problema en el cultivo de sorgo sobre vertisols de la India (Aiström 1990).

Período crítico de competencia. El período crítico de competencia de las malezas con el sorgo es durante los primeros 45 días desde la siembra.

Control de malezas

Preparación del suelo. La arada y los pases de rastra, cuando se realizan cuidadosamente, destruyen muchas plántulas de malezas en el suelo y son especialmente efectivos contra especies perennes con sistemas de rizomas o tubérculos, p.ej. Imperata cylindrica.

Momento de siembra. La siembra temprana, en un terreno libre de malezas, brinda a las débiles plántulas de sorgo una ventaja temprana de competencia. La siembra temprana también reduce el daño de la mosca del tallo de sorgo Atherígona soccata. La siembra temprana, a inicios de la estación y la siembra en surcos, en lugar de voleo, son medidas que pueden ayudar al control de malezas (Alström 1990).

Población de plantas. Una población de sorgo bien establecida desarrollará rápidamente un follaje que inhibirá el desarrollo de las malezas, pero una alta población de plantas puede provocar un agotamiento temprano de la humedad disponible. El sorgo de grano cultivado a distancia estrecha entre surcos, de alrededor de 60 cm, fue poco afectado por la competencia con las malezas durante su ciclo completo (Smith et al. 1990). Las fallas de población del cultivo se deben evitar mediante un eficiente establecimiento de la densidad de plantas como forma efectiva de regular el crecimiento de las malezas (Alström 1990).

Fertilizante. El fertilizante estimulará el vigor del sorgo contra las malezas. La capacidad de respuesta del sorgo a la aplicación de nitrógeno es afectada por la humedad del suelo y muchos otros factores, como una alta población de plantas, lo que puede causar un temprano agotamiento de la humedad disponible en el suelo (Myers 1978).

Variedades. Son deseables variedades resistentes a Stríga, enfermedades e insectos, con alta capacidad de ahijamiento, respuesta a la población, altura mediana e insensibilidad al fotoperíodo, pero también deben ser competitivas contra las malezas.

Desyerbe manual. El desyerbe manual temprano es necesario si se quieren evitar los problemas de diferenciar las malezas gramíneas de las plántulas de sorgo. Dos desyerbes manuales, el primero a las 2 semanas y el segundo a las 5 - 6 semanas después de la siembra brindará un control adecuado. Siempre que el cultivo esté sembrado en surcos, las labores de cultivo entre surcos mediante equipos y aperos de labranza con tracción animal facilitan un desyerbe más rápido sobre suelos apropiados (Parker 1980).

Herbicidas. El número de herbicidas disponibles para el control de malezas en sorgo no es amplio (Parker 1980). 2, 4-D no es seguro en pre-emergencia, pero se recomienda a 0.25-1.0 kg i.a./ha en pos-emergencia como tratamiento total, cuando el cultivo tiene de 10-30 cm de altura, para el control de malezas anuales de hoja ancha. Metolachlor no es selectivo en sorgo, pero se puede usar en mezcla con sustancias protectoras como oxabetrinil. Otros herbicidas selectivos son propachlor, usado solo o en mezclas con propazina. Propazina más atrazina a 1.8-2.0 kg i.a./ha produjeron buen control de malezas en una producción de sorgo semi- mecanizada en la savana Nigeriana (Ogunbile y Lagoke 1989). Por otra parte, se ha informado que la aplicación de atrazina sola o en mezclas ha deprimido fuertemente al sorgo (Ramakrishna et al. 1991). Fluchloralin a 0.5-0.9 kg i.a./ha, aplicado en pre-emergencia, produjo buen control de malezas y los rendimientos del sorgo fueron similares a los de las parcelas desyerbadas (Abraham y Singh 1981).

Manejo integrado de Striga. Striga spp. causan mucho daño al sorgo cultivado por agricultores pequeños de recursos limitados (Dogget 1984). Los métodos de control de Striga en sorgo y mijo son similares a los del maíz. Vea la sección de Maíz arriba, así como el Capítulo 7 sobre Malezas Parásitas.

Mijo Perla (Pennisetum glaucum (L.) R.Br.)

El mijo perla junto al sorgo fueron los cereales predominantes en la mayor parte de Africa antes de la introducción y propagación generalizada de cultivo del maíz (Andrews et al. 1984). Este es un cereal importante de los sistemas de cultivo en condiciones límites de agricultura árida, en climas tropicales húmedos y secos (Norman et al. 1984). El mijo perla se cultiva en asociación con sorgo, cacahuete, caupí y Cajanus cajan. En Africa Occidental el sistema es más complejo, ya que se cultivan mijos tempranos no fotoperiódicos conjuntamente con variedades fotoperiódicas, de maduración tardía.

Problemas de malezas

La cariopside del mijo perla es pequeña, responsable de muchos problemas para el establecimiento del cultivo en el campo, especialmente en suelos secos con formación de costras (Norman et al. 1984). El mijo perla generalmente se cultiva en bajas poblaciones en condiciones semi-áridas de secano, por lo que es muy susceptible a la competencia de las malezas. Se han informado pérdidas de rendimiento por la competencia de las malezas durante todo el ciclo del cultivo de 60-70 % (Uppal et al. 1969; ICRISAT 1978). Al igual que en sorgo y maíz, Singa es un problema principal de malezas en el mijo perla.

Período crítico de competencia de malezas. El período crítico de competencia de malezas en el mijo perla es durante los primeros 15 a 30 días.

Control de malezas

Preparación del terreno. La preparación del terreno debe aportar un ambiente libre de malezas para el establecimiento de las pequeñas semillas de mijo perla. La preparación del lecho de siembra debe propiciar que el mijo domine a las malezas. Los cultivos tempranamente establecidos se hacen más competitivos contra las malezas (Alström 1990).

Método de siembra. Como las semillas de mijo son pequeñas, éstas se deben sembrar a menor profundidad que otros cultivos, como maíz. Un buen método de control de malezas es sembrar el cultivo solo a la profundidad necesaria para obtener un buen ambiente de germinación. Una plántula emergiendo de una mayor profundidad es débil y menos competitiva contra las malezas (Alström 1991).

Población de plantas. El macollamiento es muy importante en el mijo perla, ya que los cultivos se desarrollan generalmente en bajas poblaciones en condiciones semi-áridas de secano (Norman et al. 1984). Los tallos laterales pueden contribuir hasta un 50% del rendimiento total del mijo perla cultivado bajo condiciones de lluvia natural (Rachie y Majmumdar 1980).

Fertilizante. Donde la humedad del suelo no sea un limitante, el mijo perla responderá bien a niveles altos de nitrógeno. El vigor temprano de las plántulas, la tasa de crecimiento y la competencia contra las malezas se afectan por el estado de fertilidad del suelo. Cuando no se usan fertilizantes, la inclusión de un cultivo de leguminosa en la rotación producirá efectos beneficiosos sobre la disponibilidad del nitrógeno (Egharevba 1978).

Desyerbe manual. La presencia de malezas produce la mayor parte de las pérdidas de rendimiento desde 15 hasta 30 días para el mijo perla (Rathee y Malik 1990). De uno a dos desyerbes manuales serán adecuados para controlar las malezas en el mijo perla. El primer desyerbe se debe realizar tempranamente para evitar el problema de diferenciar las malezas gramíneas de las plántulas del cultivo.

Herbicidas. Al igual que en el sorgo, el número de herbicidas para el control de malezas en el mijo perla no es amplio. La aplicación en bandas de atrazina o propazina a dosis bajas propiciaron el incremento de los rendimientos del mijo perla en una producción temprana basada en tracción animal (Carson 1987). Oxadiazon en pre-emergencia, a 0.75 kg i.a./ha, produjo un control más efectivo de las malezas y fue menos fitotóxico que pendimetalin (Singh y Yadav 1990).

Manejo integrado de Striga. Al igual que en sorgo y maíz, Striga es una de las principales malezas que limita la productividad del mijo perla. Esta maleza se puede manejar de manera similar a como se ha descrito anteriormente para sorgo y maíz.

Referencias

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