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4. Colombia

4.1. Su extensión territorial abarca 1 138 338 km² con una población de 33 106 de habitantes en el año 1990 de los cuales 71,5 % viven en el medio urbano. La tasa anual de crecimiento demográfico, promedio 1970-82, fue 2,1% y la del lapso 1980-1990 2,06%. La porción de población urbana en el año 1970 abarcó 59,3 % de la población total del país, o sea que el proceso de migración rural-urbana se desarrolló a tasas medias intercensales inferiores a las de otros países de la Región.

4.2. En el año 1990 la PEA abarcó el 35,0% de la población total. En 1980 la PEA en la agricultura constituía 34,2% de la PEA total, o sea 13% menos que en 1970 como resultado de un proceso similar al desarrollado en la mayoría de los países de América Latina. La subocupación de la PEA en la agricultura es un hecho predominante en Colombia y en la Región. Entre 1970 y 1980 la PEA en la Industria se mantuvo en un orden de magnitud de alrededor de 23,5% respecto a la PEA total, constituyendo uno de los pocos países que no disminuyeron su participación sobre este total. La PEA en Servicios aumentó su proporción entre los años citados en alrededor de 13%, pero no alcanzó a satisfacer la demanda de oportunidades laborales, por lo que la desocupación urbana mantuvo una tendencia levemente creciente alcanzando al 11,1 % de la PEA localizada en ese medio.

4.3. Según la OLADE, la producción y consumo de LE, CV y BZ (en 10³ bep) evolucionaron según las magnitudes siguientes:

AÑO

LE

CV

BZ

Producción

Consumo

Producción

Consumo

Producción

Consumo

1970

21556

20869

190

190

3956

3722

1975

24537

23647

263

266

5891

5484

1980

25922

24941

291

291

7517

7227

1985

26895

25828

315

315

8174

7861

1990

29237

28062

356

356

9832

9470

Como puede inferirse, tanto la producción como el consumo de CV son de escasa significación, mientras que la producción de LE mantiene una tendencia suavemente creciente a una tasa acumulativa anual, entre ambos extremos del período, de 1,54%, muy parecida a la del consumo (1,49%) y la producción y consumo de BZ crecieron a tasas acumulativas anuales de 4,66% y 4,78%, respectivamente.

4.4. En 1981 se dio a conocer el Balance Energético Rural, para cuya elaboración se aplicaron encuestas. De su riqueza informativa cabe destacar la siguiente:

1) el 43% de los hogares se abastecía de LE recolectada en sus propias fincas o lugar de residencia. La modalidad de contratación de trabajadores para obtener la LE no era muy usual (1%). Sólo en 18% de los hogares la mujer era la responsable de la recolección. En general ésta era una tarea colectiva en la que predominaban los adultos (hombres de más de 15 años de edad): alrededor de 92% sobre el total. Dado el nivel de subocupación el tiempo dedicado a esta tarea no competía con el trabajo remunerado.

2) la recolección consistía en el aprovechamiento de árboles o ramas secas (68%), lo que no constituía una amenaza al bosque. Sólo poco más de 18% recurría a la tala como forma principal de abastecimiento y casi 13% recolectaba los residuos de la poda de árboles y de renovación de los cafetales. Teniendo en cuenta la estructura citada y suponiendo una producción promedio de 12 tn/ha en el bosque nativo, se estimó que se estarían deforestando anualmente más de 250 000 ha para uso de LE. El consumo Residencial de LE en 1981 fue 9,4 106 tn (18,4% provendrían de esa tala) y el consumo total en las panaderías, ladrilleras y trapiches paneleros totalizó poco más de 1,3 106 tn.

3) la información³ sobre la superficie deforestada anualmente da cifras situadas entre 500 10³ y 1 106 ha/año. El informe destaca que sin subestimar el impacto deforestador del consumo de LE en el sector Residencial, las industrias rurales son fuertes consumidoras de LE de bosques talados, particularmente los trapiches paneleros. Y señala, además, que entre 50 y 80% de la deforestación no es atribuible al consumo de LE sino a la expansión de la frontera agrícola.

8 Tomada del Ejercicio PAFT (Programa de Acción Forestal Tropical - FAO).

4) en la investigación no se encontró una definida relación entre los niveles de consumo de LE y los de ingreso total de los hogares. Sí, se observa que a medida que se incrementa la participación del ingreso no monetario en el ingreso total, sube también el volumen de LE consumida en el hogar.

5) el consumo mensual de LE de las familias que la obtienen en su propiedad o lugar de residencia se estimó en 720 kg, mientras que el de las familias que la obtienen fuera de ella consumieron entre 510 y 570 kg; ambas son magnitudes promedio nacional.

6) se encontró que a medida que el hogar se vincula más a la economía monetaria disminuye su consumo de LE, sea porque incorpora otras fuentes energéticas para la cocción de alimentos, o porque inicia un proceso de racionalización de uso (mejora la eficiencia de la cocina, por ejemplo), o por ambas cosas.

7) en el consumo Residencial usan, además de la LE, otras fuentes autoapropiables o no. Así, alrededor de 13% de los hogares localizados en las regiones carboníferas usa CM en sus estufas principales. La mayoría de los hogares que usa esta fuente en sus estufas, utilizan además LE aunque en algunos casos es sólo para iniciar el fuego.

Los usuarios de CM no llegaban en 1981 a constituir más de 60 000 hogares en el medio rural. En general la LE y el CM se mezclan en partes iguales en las estufas principales y usan más LE en las secundarias. En síntesis, por cada 10 kg de CM usan poco más de 9 kg de LE. En consecuencia, el consumo de casi 215 000 tn de CM en el Residencial Rural generó un consumo asociado de 190 000 tn de LE.

8) además de la LE y el CM, el uso de los otros combustibles sólidos no está difundido. Así, hasta 1981, el uso de RV y RA no era muy generalizado; sólo 1,6% de los hogares mezclaba LE con alguno de estos residuos.

En la Costa Atlántica se usaba cáscara de coco, en el Tolima cascarilla de arroz, en la zona cafetalera cascarilla de café, en Nariño tusas y cañas de maíz para iniciar el fuego, etc.

En síntesis: 0,5% de los hogares usa exclusivamente CM, 3,3% CM y LE, 0,7% exclusivamente CV, 0,2% RV o RA, 1,6% RV o RA mezclados con LE, 4,8% GLP, 17,2% KE, 5,5% Gasolina y 10,7% EE. Esta estructura de fuentes corresponde a ESTUFAS, excluyendo de la misma las que operan sólo a LE, localizadas en el medio rural nacional, en uso cocción de alimentos. Alrededor de 80% de los hogares usa plancha; 33,3% de éstos usa brasas.

9) a diciembre de 1980 el 17% de los hogares rurales se encontraban conectados a la red de electrificación rural, lo que significaba 267 500 viviendas. Sobre éste total, la estructura de fuentes usadas en las estufas principales era la siguiente: LE autoapropiada 47,2%, LE adquirida 4,2%, EE 14,2%, LE y RV 1,6%, CV 0,5%, CM 6,4%, Gasolina 4,2%, KE 13,9% y GNP 7,8%. Se verificó que en estos hogares operaba un proceso sustitutivo de LE, pero no por EE sino por otros combustibles comerciales.

10) en lo referente al consumo energético en el sector agropecuario, el estudio concluyó sosteniendo que la agricultura llamada tradicional persiste por su eficiencia productiva en terrenos montañosos, a la par que los estímulos para las exportaciones han significado el surgimiento de la agricultura "empresarial" o "moderna" en algunas regiones y para algunos cultivos. Por lo tanto, excepto unos pocos procesos relacionados con la transformación primaria de algunos productos de la agricultura, las únicas fuentes de energía que se usan en la agricultura tradicional son la humana y la animal, mientras que no toda la agricultura "moderna" (por ejemplo café y otros cultivos de plantaciones) posibilita una mecanización significativa. En consecuencia, sólo unos once cultivos concentran el uso de energía inanimada.

11) en síntesis: en 1981 el sector rural consumió 209 10³ tep de CM, de los cuales 33 10³ fueron usados en la generación de EE Pública, 150 10³ en el consumo final Residencial y 26 10³ en las industrias rurales. El total de CM citado constituyó 3,9% en el total del consumo energético final.

Además de CM consumió 3,8 106 tep generados por la LE, de los cuales 87,6% correspondieron al sector Residencial, 11,1% al consumo en los trapiches paneleros y 1,3 % en panaderías y otras; 723 10³ tep de RV, de los cuales 99,1 % fueron consumidos en la agroindustria y 0,9 % en otras industrias rurales; y 670 10³ tep de GN y derivados del petróleo.

O sea un total de 5,4 106 tep, de los que 87,5% corresponden a energías primarias consumidas como tales y 12,5% a energías secundarias en términos de consumo energético final.

4.5. En 1985 fue estimado el consumo nacional de LE y analizado su probable impacto deforestador. El consumo (en 10³ tn) y la superficie deforestada (en ha) resultaron de las magnitudes siguientes:

SECTOR CONSUMIDOR

CONSUMO

SUPERFICIE

1) RESIDENCIAL


· Hogares urbanos

2061,6

20613


· Hogares en frentes de colonización y áreas aledañas*

933,4

31115


· Resto de hogares rurales

5478,5

33602


SUBTOTAL

8473,5

85330

2) SECTOR PRODUCTIVOS


· Trapiches

1226,6

10222


· Panaderías rurales

79,3

1057


· Ladrilleras

40,0

953


SUBTOTAL

1345,9

12212

3) SECTOR TRANSFORMACION


· Producción de CV (100 10³ t año)

1000

10000

SUBTOTAL

1000

10000

TOTAL NATIONAL

10819,4

107542

TOTAL EXCLUYENDO COLONIZACION

9886,0

76427

4.6. La Región Andina Sur, por su alta densidad demográfica, la presión de la población sobre la tierra y la inexistencia de sustitutos energéticos accesibles a los sectores de consumo, es probablemente la que presenta las mayores restricciones energéticas en el país. Los déficits de LE son manifiestos y las comunidades iniciaron reforestaciones.

En la Costa Atlántica se observa una fuerte presión sobre los recursos forestales, debida tanto a la alta demanda de LE para el consumo Residencial urbano como a problemas de abastecimiento en el invierno. En la árida Alta Guajira son altos los costos socioeconómicos derivados del proceso de recolección y transporte de LE y CV.

En la mayoría de las zonas paneleras, excepto Santander, los elevados costos de la LE aumentan significativamente el costo de la producción de panela, agravados por la creciente escasez de LE a medida que se renuevan o sustituyen las variedades tradicionales de café por cultivos que no requieren de sombra.

4.7. Como aspecto importante de la subutilización de los recursos forestales cabe destacar el volumen generado en la industria de la madera; en extracción 30% y en la etapa de transformación 42 %. Los aprovechamientos forestales por la industria de la madera implicaron hasta 1985 una deforestación equivalente a un orden de magnitud entre 40 000 y 68 000 hectáreas/año.

4.8. Siempre referido a 1985, se estima que por accesibilidad y compatibilidad ecológica hay disponibles sólo 1,5 106 ha de bosques nativos que podrían ser aprovechados a mediano y corto plazo para el aprovisionamiento de madera con fines industriales. Esto implica que la industria de la madera podría contar con unos 235,5 106 m³ (o sea un rendimiento de 157 m³/ha). No obstante, teniendo en cuenta las especies maderables aceptadas en el mercado y el nivel de desperdicios, la disponibilidad efectiva sería de unos 57 106 m³ en equivalente puesto en planta, lo que podría satisfacer la demanda de la industria durante 13 años, excepto en cuanto a especies de fibra larga que no es provista por las especies del bosque nativo.

El ritmo de forestación con especies exóticas de fibra larga disminuyó abruptamente a partir de 1982, llegando a un ritmo de sólo 3 700 ha en el año 1986. Hasta 1981 el ritmo había alcanzado una tasa de plantación anual de 32 000 ha. Cabe señalar que el área reforestada no implica un aumento de la superficie plantada ya que una parte significativa de ésta entró en turno de corte. Por ello, la superficie plantada al año 1986 no supera las 170 10³ ha. Esta superficie está en condiciones de producir entre 1989 y el año 2 003 unas 37 106 m³ de madera que podrían cubrir como máximo 58% de la demanda total en el año 1995, a partir del cual disminuirían hasta agotarse. Por ello se estima que a partir de 1999 deberían importarse alrededor de 256 10³ t anuales de maderas de fibra larga.

4.9. El total de especies fanerógamas existentes en Colombia se estima en alrededor de 50 000, siendo por su diversidad el segundo país a nivel mundial, superado sólo por Brasil. Hasta octubre de 1988 se habían declarado 37 áreas de manejo especial, con una superficie de 5,8 106 ha, o sea alrededor de 5% de la superficie nacional. Además, hay 45 reservas forestales protectoras que cubren 333 000 ha; 30 de ellas cubren cuencas hidrográficas superiores y 15 preservan ecosistemas, fauna y flora.

4.10. El principal obstáculo que enfrenta la gestión para el manejo de los recursos naturales es su estructura institucional. En la actualidad hay 19 entidades de orden nacional encargadas de su administración. Además del Instituto Nacional de Recursos Naturales Renovables (INDERENA), desde 1954 vienen siendo constituidas Corporaciones Autónomas Regionales con funciones similares a las del Instituto. No existe un ente coordinador a nivel nacional.

4.11. El Programa forestal a largo plazo prevé la plantación de 370 10³ ha durante el período 1990-2000, sobre la base de Eucaliptus, Pinus y Teca-Ceiba Roja, ya que ello posibilitaría satisfacer las necesidades de pulpa fibra corta hacia el año 1998 y las de fibra larga hacia el año 2005. En cuanto a la madera para aserrío las necesidades serían cubiertas hacia el año 2015.

4.12. En 1989 fue dado a conocer un Plan de Acción Forestal Nacional tendiente a solucionar los problemas generados en el sector forestal y los impactos de los mismos sobre el resto del sistema socioeconómico colombiano. En dicho Plan los problemas fueron planteados alrededor de los aspectos siguientes:

1) El desbalance en la utilización de los recursos. Colombia dispone de 78 106 ha con capacidad de uso forestal, 53,1 106 de ellas ocupadas actualmente con bosque. La deforestación se estima en 600 10³ ha/año, lo que implica un equivalente aproximado a 15,0 106 ha durante el período 1960-1984.

La inadecuada explotación de los bosques y tierras forestales posibilitó la erosión del 20% del territorio nacional y la desestabilización de cuencas hidrográficas de variada magnitud, sedimentación de los principales cuerpos de agua, fluctuaciones de caudales, reducción de la vida útil de los embalses, disminución de navegabilidad de los ríos y destrucción de zonas estuarinas.

El 76,3% de la superficie deforestada se explica por la colonización agrícola, el 12,7% por la necesidad de satisfacer requerimientos energéticos y el 11% por la atención de la demanda de la industria forestal.

La forma de aprovechamientos forestales desaprovecha y dilapida frutos, resinas, gomas, taninos, colorantes, fauna silvestre y especies maderables. Ocurre lo mismo con el germoplasma potencial que podría ser utilizado para el desarrollo de plantaciones forestales. También se manifiesta en el volumen de desperdicios generados en la industria de la madera; 30% en la extracción y 42% en la transformación, respecto al total extraído.

La demanda actual por la industria de la madera implica la intervención de 40 000 a 68 000 ha/año, o sea un orden de magnitud igual al explicitado en el punto 4.7.

Desde el punto de vista dendroenergético es evidente el desbalance en la utilización de recursos. La tala de bosques con fines de colonización produce LE en cantidades equivalentes al consumo nacional de esta fuente, pero más de 90% de este material se dilapida. En los aserraderos se genera alrededor de 815 10³ t/año de desperdicios. El consumo de LE a nivel nacional se estima entre 9,8 106 y 12,7 106 t/año, a lo que debe agregarse alrededor de 1 106 t/año utilizadas en la producción de CV. Entre los bosques nativos e implantados abastecen algo menos de 1 106 t/año y el resto proviene del aprovechamiento de la biomasa leñosa generada en otros usos del suelo.

De lo hasta aquí expuesto se infiere que el problema de la LE es básicamente una dificultad que surge de desequilibrios espaciales entre disponibilidades y requerimientos del recurso. A la fecha, además de las 170 10³ ha plantadas (véase punto 4.8.) para futuros aprovechamientos, existen otras 30 10³ ha plantadas con fines de protección. Esta última superficie constituye sólo 0,08 % de la total deforestada en Colombia hasta la fecha.

2) Pérdida de la riqueza biológica. La biota insular y continental del país constituye aproximadamente 10% de la fauna y flora del mundo, por lo que es considerada área de megadiversidad biológica. La destrucción de los bosques nativos pone en peligro de extinción a muchas especies, ya que dicha biota es el hábitat primario de dos terceras partes de la fauna terrestre nacional y aproximadamente la misma proporción en cuanto a la flora.

3) Bajo desarrollo de la industria forestal. En la década de los años '80 el sector forestal constituyó alrededor de 1 % del PIB. Esta escasa participación fue el resultado de una oferta deficiente de materia prima combinada con dificultades en la comercialización de la madera y los bienes resultantes de su procesamiento.

Durante los próximos diez años la oferta de madera nacional para usos industriales está determinada por las 170 10³ ha plantadas con un potencial de 37 106 m³, y por 1,5 106 ha de bosques nativos con potencial estimado en 57 106 m³.

La demanda actual de la industria de la madera es de aproximadamente 4,3 106 m³/año, de los que 81% utiliza la producción de muebles y materiales de construcción y 19% la industria de papel y celulosa. El 96% de la madera utilizada en la industria es de procedencia nacional y, de ésta, 53% se obtiene en los bosques nativos y 47% en los implantados.

4) Baja capacidad de gestión Estatal. Como ya se dijo (véase 4.10), la estructura institucional del sector presenta problemas debido a la multiplicidad de instituciones creadas con el mismo objetivo, sin distinción de funciones en los diferentes niveles territoriales, con delegación desordenada de responsabilidades y fuertes carencias de jerarquía que posibilite orientar las actividades del sector privado. La capacidad de ejecución, control y vigilancia es muy baja y no se cuenta con instrumentos normativos suficientes y efectivos para un manejo dinámico de los recursos naturales.

4.13. En 1990 se dio a conocer el Balance Energético (Consolidado) 1940-1989. Los productos relacionados con el BE, en cuanto a energía primaria, son: hidroenergía, GN, petróleo, CM, LE, BZ y recuperación (vinaza y licor negro obtenidos en los procesos de consumo de las industrias licoreras y papeleras, respectivamente).

A diferencia de lo publicado en el BE 1975-1982, incluyó la desagregación por usos en el área urbana: ILU, Cocción, Refrigeración, Calentamiento de Agua, Aire acondicionado y Otros. Esto en lo referente al sector Residencial. En lo inherente al Industrial, fue desagregado en once subsectores (alimentos, bebidas y tabaco; textil y confecciones; calzado y cuero; madera y muebles; papel e imprenta; químicos; cemento; piedras, vidrios y cerámicas; hierro, acero y no ferrosos; maquinaria y equipos; y otros), manteniendo como tales a los sectores Comercial y Publico; Transporte; Construcción; y No Identificados.

4.14. En 1960, en el BE, la producción de LE se estimó en 8,3 106 t, de las que 264 10³ se destinaron a la producción de 58 10³ t de CV y el resto fue consumido en los sectores Residencial (7,2 106 t) e Industrial (819 10³ t). El CV es también consumido en el sector Residencial. En razón de la baja eficiencia en el consumo se pierden cerca de 7,1 106 t de LE y 52,2 10³ t de CV.

En el mismo año, en unidades energéticas, el consumo final de LE constituyó 33,9 por ciento del total y en el sector Residencial 77,5 por ciento. En ambos casos el consumo de CV es de escasa significación; 0,4 por ciento y 1,1 por ciento respectivamente. En el sector Industrias la LE satisfizo 6,1 por ciento del consumo total, mientras que las fuentes principales fueron CM, FO, Gases industriales, DO y EE, en escala decreciente. La eficiencia media del sistema fue aproximadamente 29 por ciento.

4.15. En 1988 la producción de LE se estimó en 11,2 106 t, de las que 437 10³ se destinaron a la producción de 99,7 10³ t de CV, 9,2 106 t al consumo en el sector Residencial, 32 200 t al del sector Industrias y 1,5 106 al del sector Agropecuario. El CV es consumido en los sectores Residencial (97 10³ t) e Industrias (2,7 10³ t). Debido al mantenimiento de la baja eficiencia de consumo se perdieron alrededor de 9,4 106 t de LE y 87,3 10³ t de CV.

En este año, en unidades energéticas, el consumo final de LE constituyó 20,5 por ciento del total y en el sector Residencial 62,2 por ciento. En ambos casos el consumo de CV continúa siendo de muy escasa significación; 0,3 por ciento y 1,2 por ciento respectivamente. En el sector Industrias la LE satisfizo 0,2 por ciento del consumo total. La eficiencia media del sistema fue aproximadamente 38,2 por ciento.

4.16. Entre los años 1960 y 1988 se registraron modificaciones en la estructura según fuentes. Así, a partir de 1970 se incorporó el BZ atendiendo fundamentalmente, requerimientos energéticos en el sector Industria y, en menor magnitud, en los sectores Comercial y Público, y Residencial. Pero a partir de 1975 se incorporó como fuente en la autoproducción de EE y en usos en el sector Agrícola, desapareciendo como tal en los sectores Residencial, Comercial y Público.

En 1975, en unidades energéticas, el consumo de BZ constituyó 7,4 por ciento del consumo final total y en el año 1988 6,2 por ciento, no obstante que su producción pasó de 2 106 t (1970) a 7,1 106 t (1988). La LE se usa principalmente en el sector Residencial en la cocción de alimentos, siendo prácticamente ése su uso excluyente hasta el año 1971 en que fue incorporada como fuente en el sector agrícola, llegando en 1988 a absorber el consumo en este sector 14,7 por ciento del volumen de LE consumida como energético, mientras que el resto forma parte del abastecimiento al sector Residencial. De la LE consumida en este último sector, aproximadamente 8,7 por ciento fue usada en el medio urbano y 91,3 por ciento en el rural. Entre 1975 y 1988 el consumo de LE en el sector Residencial pasó de constituir 89,7 por ciento a 85,7 por ciento del consumo total de LE en el país.

4.17. También se registran pequeños consumos de LE en el sector Industria (subsectores Alimentos, Bebidas y Tabaco; Calzado y Cueros; Maderas y Muebles; Piedras, Vidrios y Cerámicas; Hierro, Acero y No Ferrosos; y Maquinaria y Equipos), fundamentalmente en el subsector Piedras, Vidrios y Cerámicas. El BZ es usado en los subsectores Alimentos, Bebidas y Tabaco, y Papel y Celulosa, mientras que el CV es usado con muy baja significación en el subsector Químicos.

4.18. En unidades energéticas, la estructura de consumo final energético por fuentes evolucionó de la manera siguiente (en por ciento);

FUENTES

1960

1965

1970

1975

1980

1985

1988

- PRIMARIA


HE



2,90






GN


0,85

1,78

2,37

4,22

4,96

5,20


PT




0,82

0,80

2,00

3,45


CM

12,87

9,91

9,23

9,04

8,68

10,38

10,22


LE

33,98

40,84

31,59

26,30

23,33

21,44

20,48


BZ



2,26

7,41

8,12

7,59

6,22


RC




0,33

0,37

0,70

0,67

SUBTOTAL

46,85

51,60

47,77

46,27

45,52

47,07

46,24

- SECUNDARIAS


EE

3,50

4,95

6,25

7,52

9,25

10,20

11,04


GR









GL

0,14

0,39

2,52

2,08

1,57

2,35

2,21


GM

19,15

15,89

19,32

22,43

23,78

24,86

25,25


KJ

3,40

2,82

5,78

5,90

5,18

4,24

3,55


DO

6,55

5,83

5,63

7,32

8,34

8,55

8,79


FO

10,30

6,47

8,71

6,65

4,04

0,84

0,70


NE

0,65

1,12

0,58

0,77

1,26

0,97

1,35


CQ

1,95

2,03

1,55

0,35

0,31

0,37

0,32


CL

0,44

0,38

0,37

0,40

0,37

0,35

0,34


GI

7,07

8,52

1,53

0,31

0,38

0,20

0,21

SUBTOTAL

53,15

48,40

52,24

53,73

54,48

52,93

53,76

TOTAL

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

Mientras que la estructura de consumo final energético por sectores de consumo evolucionó de la manera siguiente (en por ciento):

SECTORES

1960

1965

1970

1975

1980

1985

1988

· Residencial

39,3

47,8

46,7

34,0

30,6

29,5

28,2

· Comercial y Público

1,1

1,1

2,1

2,1

2,3

3,7

3,1

· Industrial

32,1

29,3

24,7

25,1

25,3

26,4

27,1

· Transporte

23,1

18,6

20,8

27,5

29,2

30,6

29,4

· Agropecuario

1,9

2,5

2,4

8,1

8,3

6,9

7,2

· Construcción




0,7

1,3

1,2

1,3

· No Identif.

2,5

0,7

3,3

2,5

3,0

1,7

3,7

TOTAL

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

TABLA N° 1 FACTORES DE CONVERSION A TCAL. AÑO 1986 (TCAL = 1 Billón de calorías = 100 Tep)


PRODUCTO

FACTOR

UNIDAD

HE

HIDROENERGIA

0,860

TCAL/GWh

GN

GAS NATURAL

0,234

TCAL/10**6 PC

GT

GAS TRANSFORMADO

0,702

TCAL/10**6 PC

PT

PETROLEO

1480

TCAL/10**3 Bbl

CM

CARBON MINERAL

6500

TCAL/10**3 T

LE

LEÑA

3600

TCAL/10**3 T

BZ

BAGAZO

1820

TCAL/10**3 T

BP

BAGAZO DE PANELA

2648

TCAL/10**3 T

EE

ELECTRICIDAD

0,860

TCAL/GWh

GR

GAS DE REFINERIA

1880

TCAL/10**3 Bbl

GL

GAS LICUADO

0,950

TCAL/10**3 Bbl

GM

GASOLINA

1220

TCAL/10**3 Bbl

KJ

KEROSENE Y JET

1330

TCAL/10**3 Bbl

DO

DIESEL OIL

1380

TCAL/10**3 Bbl

FO

FUEL OIL

1480

TCAL/10**3 Bbl

NE

NO ENERGETICOS

1380

TCAL/10**3 Bbl

CQ

COQUE

4800

TCAL/10**3 T

CL

GAS DE COQUERIA

4800

TCAL/10**6 M3

GAH

GAS DE ALTO HORNO

0,800

TCAL/10**6 M3

RS

RESIDUOS

1600

TCAL/10**3 Bbl

BIBLIOGRAFIA

* MINISTERIO DE MINAS Y ENERGIA. "Balance Energético Consolidado". Colombia, 1980.

* MINISTERIO DE MINAS Y ENERGIA. "Distribución de Viviendas por tipo de Combustible empleado en cocción. Pequeño Urbano 1988". Colombia, 1988.

* COLCIENCIAS. "Lineamientos Generales para el Programa Nacional de Investigación y Desarrollo de Recursos Energéticos. 1983-1986. Documento de Trabajo". Colombia, 1983. Español. 134 págs.

* DEPARTAMENTO NACIONAL DE PLANEACION. "Plan de Acción Forestal para Colombia". Colombia, 1989. Español. 60 págs.

* NACIONES UNIDAS. CONSEJO ECONOMICO Y SOCIAL/CEPAL. "Estudio Económico de América Latina y el Caribe". Colombia, 1989.

* EMPRESA DE ENERGIA DE BOGOTA. "Balances Energéticos". Colombia, 1990. Español. 210 págs.

* PRESENCA/CODELCA/INSTITUTO COLOMBIANO AGROPECUARIO (ICA). "Situación Energética de la Costa Atlántica. Resumen Gráfico y Balances Energéticos Regionales. 1980-1989". Colombia, 1990. Español.

* Jorge Forero González. Situación Energética de la Costa Atlántica. Situación Actual del Consumo de Leña en la Costa Atlántica. PESENCA-ICA-GTZ. Barranquilla, Junio de 1991.


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