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3. Brasil

3.1. 8 511 965 km² es la extensión territorial del Brasil, habitada en 1990 por 150,4 106 personas, 73,9 por ciento localizadas en el medio urbano. Si se tiene en cuenta que la tasa anual de crecimiento demográfico se mantiene alrededor de 2,2 por ciento (promedio 1980-1990) y que la proporción de población urbana en 1970 fue 55,9 por ciento, puede inferirse la magnitud del proceso de migración rural-urbana que pareciera no haber finalizado aún.

3.2. En el año 1990 la PEA constituyó 38,6 por ciento de la población total, proporción que en 1980 fue 36,3 por ciento y en 1970 31,6 por ciento, indicando el impacto de la disminución de la tasa anual de crecimiento demográfico. La PEA agrícola constituyó en 1970 44,9 por ciento del total y en 1980 disminuyó a 31,2 por ciento como resultado de los cambios introducidos en los métodos de producción. No se dispone de información censar reciente, pero todo pareciera indicar que la proporción disminuyó aún más. Por el contrario, la PEA industrial aumentó de 21,8 por ciento a 26,6 por ciento entre 1970 y 1980 y la PEA en servicios de 33,3 por ciento a 42,2 por ciento, compensando entre ambos sectores lo ocurrido en el sector agrícola. Hacia 1988 la tasa anual media de desempleo urbano estuvo entre las más bajas de la Región: 3,8 por ciento, mientras que en 1970 fue 6,5 por ciento y en 1980 6,2 por ciento.

3.3. En 1984 (CAERG-MA)6 difundió una propuesta para la utilización energética del bosque y los residuos agrícolas, producto de investigaciones, experimentaciones, acciones y estudios realizados durante más de diez años, estableciendo las bases para la sustitución, en una primera etapa, de alrededor de 22 por ciento del petróleo consumido a nivel nacional en las industrias cerámicas, textiles, de alimentos y de secado de granos en las regiones Sur y Sudeste, así como en los Estados de Bahía y Pernambuco en la región Nordeste, previendo para alcanzar tal objetivo una plantación anual de 100 000 ha.

6 Coordinación de Agroenergía del Ministerio de Agricultura del Brasil.

3.4. A partir de 1966 las políticas gubernamentales incentivaron las plantaciones forestales homogéneas, las que hasta 1980 posibilitaron un aumento de la superficie plantada de alrededor de 3,7 106 ha, dando lugar al surgimiento de una estructura empresaria en el sector. La reforestación se concentró inicialmente en las Regiones Sudeste y Sur, particularmente en los Estados de San Pablo, Paraná, Santa Catalina y Minas Gerais, pero sólo éste último mostró un dinamismo creciente a lo largo del período 1966-80.

3.5. Como resultado de tales políticas el sector forestal brasileño generó 3 por ciento del PBN en 1975 y las exportaciones de madera crecieron 50 por ciento entre 1975 y 1980 constituyendo 4,5 por ciento del total de exportaciones del país. Además, en 1980 la madera generó cerca de 20 por ciento de la energía primaria consumida en el Brasil y, en particular, el CV fue usado en la producción de unas 3,9 106 t de arrabio, o sea alrededor de 40 por ciento del total producido por la industria siderúrgica. La actividad forestal asociada a este consumo generó 300 000 empleos permanentes. La experiencia histórica indica que en 1945 70 por ciento de la energía consumida provenía de la LE.

3.6. Las Directrices Estratégicas para el sector forestal, dictadas en febrero de 1982 por el Grupo de Planeamiento Estratégico y Forestal, y el Programa de Desarrollo del Uso Potencial de la Madera y sus Derivados (Secretaría de Tecnología Industrial), constituyeron dos importantes fuentes de referencia para el Programa de Fomento de Plantaciones Forestales destinadas a sustituir petróleo y sus derivados en la generación de calor y fuerza motriz.

3.7. La caracterización general del sector forestal contenida en el estudio de referencia (3.3) expresa que 80 por ciento de la masa boscosa está localizada en la región Amazónica y 20 por ciento distribuida principalmente en la región Centro-Oeste y secundariamente en el resto de las regiones, las que presentaban niveles bajísimos de cobertura vegetal. Así, la región Sur tenía sólo remanentes de bosques nativos y poca superficie con bosques implantados; la Sudeste, al igual que la anterior, disponía de una escasa superficie de bosques nativos y la demanda industrial superaba los niveles de oferta de los bosques implantados: la Nordeste importaba toda la madera requerida para los consumos en su territorio; y se efectuaba una inadecuada explotación de los recursos forestales de la Amazonia, donde las diversidades de especies identificadas para la exportación era todavía pequeña.

3.8. En relación al consumo de LE y FO como combustibles, en 1980 se produjeron 250 106 m³ de madera; 175 106 tuvieron origen en los bosques nativos y 75 106 en los implantados. Del total citado 13 106 fueron destinados a la producción de CV, 159 106 fueron usados como LE y 78 106 ingresaron a la industria del aserrío. La producción total de 1970 fue de 118 106 m³ y el origen fue exclusivamente el bosque nativo, mientras que de 125 106 m³ producidos en 1975 alrededor de 80 por ciento tuvo el origen antedicho y 20 por ciento el bosque implantado. De las respectivas producciones totales de los años 1970,1975 y 1980, 82 por ciento, 78,6 por ciento y 77,5 por ciento fue producción de LE.

3.9. En la década de los años 70 el consumo de madera creció a una tasa de 5,2 por ciento anual; 2,2 por ciento anual durante el primer quinquenio y 10,5 por ciento anual durante el segundo, en plena crisis del petróleo. En el año 1980 la estructura de consumo de madera fue la siguiente:

SECTOR DE CONSUMO

MADERA

(106 m³)

(%)

INDUSTRIA


· Siderurgia

18180

7,3


· Papel y Celulosa

10735

4,3


· Madera Procesada

4240

1,7


· Madera Aserrada

23090

9,2


· Consumo Energético y otros usos

38640

15,4

SUBTOTAL

94885

37,9

AGRICULTURA


· Consumo Energético

155470

62,1

SUBTOTAL

155470

62,1

TOTAL

250355

100,0

Del volumen total de LE usada como energético, 11,9 por ciento fue transformada previamente en CV y el resto usada en forma de LE, y del total de CV 78 por ciento fue consumido por la industria siderúrgica y el resto en otras industrias y la agricultura.

3.10. El Programa de Reforestación estuvo orientado a satisfacer los requerimientos energéticos y de madera del sector industrial, no obstante que la gran presión sobre los productos forestales la ejercía el propio sector agrícola. En el trabajo de referencia (3.3.) se explicita la intensidad de la presión de la demanda de LE para uso en el sector rural e industrial, identificando las situaciones más críticas. Al respecto plantea lo siguiente:

1) la madera es el principal combustible en la generación de calor para la agricultura, especialmente en forma de LE; aproximadamente 98 por ciento sobre el total. El 2 por ciento restante se distribuye igualitariamente entre CV y GLP. Los 155,47 106 m³ de madera (LE + CV) consumidos en 1980 se distribuyeron en las proporciones siguientes: 11,3 por ciento región Norte; 6,1 por ciento Centro-Oeste; 35,9 por ciento Nordeste; 17 por ciento Sudeste y 29,7 por ciento Sur.

O sea que las regiones Nordeste, Sudeste y Sur consumieron 82,6 por ciento del total nacional, o sea aproximadamente 128 106 m³. El consumo conjunto en estas tres regiones implicó una deforestación equivalente a 1,69 106 ha. En las dos primeras incluye aprovechamientos de bosques densos, cerrado, caatinga y reforestaciones y en la tercera abarca bosques densos y reforestaciones.

2) los Estados de la región Nordeste, excepto Pernambuco y Bahía, exhiben bajo consumo de LE como energético industrial, destacándose como la región de mayor consumo de LE en la agricultura.

El consumo de LE en esta región es importante en todos los Estados que la integran destacándose, por sus participaciones sobre el total de la región, Bahía 40,9 por ciento, Marañao 14,4 por ciento, Ceará 11,8 por ciento y Pernambuco 10,5 por ciento, distribuyéndose el 22,4 por ciento restante entre los demás Estados. Entre éstos, los que menos consumieron fueron Piauí y Río Grande del Norte; aproximadamente 2,4 106 m³ de LE cada uno.

3) la región Sudeste satisfizo sus requerimientos energéticos para la cocción de alimentos en el sector rural con LE (97,7 por ciento) y GLP (2,3 por ciento), destacándose el Estado de Minas Gerais con un consumo de 17,3 106 m³ de LE y San Pablo con 5,2 106 m³. Los Estados de San Pablo, Río de Janeiro y Minas Gerais consumieron en la agricultura 38,6, 10,7 y 11,7 miles de t, respectivamente, de GLP, no obstante lo cual dependieron de la LE para generación de calor: 93 por ciento los dos primeros y 99 por ciento Minas Gerais.

4) la región Sur ocupó la segunda posición como consumidora de GLP en la agricultura con 61 mil t, consumiendo además 46,2 106 m³ de LE.

El 98,7 por ciento fue el grado de dependencia de sus Estados respecto a la LE.

El mayor déficit de LE se presentó en Río Grande del Sur. Su masa forestal se encuentra agotada (en 1982 el área remanente de vegetación nativa representaba el 0,73 por ciento de la superficie original).

5) las tres regiones de mayor consumo de LE están localizadas en el interior del área identificada como crítica en el estudio de FAO, en razón de la densidad demográfica frente a la existencia de masa forestal para atender la demanda de esta fuente.

3.11. En cuanto al perfil del consumo energético industrial el estudio de referencia explicita lo siguiente:

1) los datos globales de consumo de FO en el sector industrial muestran una evolución de 5,3 106 t en 1970 a 8,4 106 t en 1975 y 12,8 106 t en 1980, creciendo a una tasa acumulativa anual 9,6 por ciento en el período 1970-75 y 8,8 por ciento en el 1975-80.

2) el consumo de madera y CV como energéticos presentó en 1970 una relación 95 por ciento de LE y 5 por ciento de CV, mientras que en 1975 fue 91 por ciento y 9 por ciento respectivamente. El consumo de LE + CV durante el período disminuyó de 21,4 106 m³ (1970) a 18,8 106 m³ (1975), pero en el quinquenio 1975-80 tendió a recuperar el nivel de 1970. Esto, en gran parte, por el aumento del precio de los derivados del petróleo, asociado al dictado de medidas restrictivas al consumo de éstos, generando procesos de sustitución por LE.

3) en términos globales, en 1980 el sector industrial consumió 12,8 106 t de FO y 38,6 106 m³ de LE. En razón de la localización industrial predominante, 80 por ciento del consumo total de las dos fuentes estuvo concentrado en las regiones Sur y Sudeste (16,2 por ciento y 63,8 por ciento, respectivamente). El consumo en la Nordeste fue alrededor de 13 por ciento del total nacional, concentrando entre las tres regiones citadas 93 por ciento de éste.

En términos de FO las tres regiones consumieron 97,3 por ciento del total usado en el sector industrial brasileño, mientras que en términos de LE la región Centro Oeste consumió 15,7 por ciento, la Nordeste 5,1 por ciento, la Sudeste 43 por ciento y la Sur 32,5 por ciento, respecto al total de LE consumido a nivel nacional en el citado sector.

3.12. El perfil del consumo energético industrial al interior de los principales Estados que componen las regiones destacadas por los consumos de LE y FO, es el siguiente:

1) en la Nordeste se destacan por el consumo de FO y LE los Estados de Pernambuco y Bahía, que absorbieron 29,3 por ciento y 57 por ciento del consumo total de estos energéticos en la región totalizando, entre ambos, un consumo de 20 106 GCal.

Pernambuco absorbió 29,2 por ciento y Bahía 60,9 por ciento del consumo regional de FO y 28,7 por ciento y 22,1 por ciento del de LE.

La alta concentración del consumo energético industrial en estos dos Estados justifica la prioridad dada a ambos en el abordaje de la sustitución de FO. La dependencia de la industria en relación al FO en el uso generación de calor es 89,7 por ciento en Pernambuco y 96,2 por ciento en Bahía.

2) en la región Sudeste, el Estado de San Pablo lidera el consumo energético industrial, absorbiendo 57,2 por ciento y 58,4 por ciento de los totales de FO y LE consumidos en aquélla. La dependencia del FO fue 82,7 por ciento en 1980. En segundo lugar se encuentra Minas Gerais, que absorbió 20,6 por ciento y 27 por ciento de los totales de FO y LE consumidos en la región, presentando una dependencia del FO de 78,5 por ciento.

Siguen en orden decreciente Río de Janeiro y Espíritu Santo, con menores consumos pero con alta dependencia del FO; 86,6 por ciento y 92,3 por ciento respectivamente.

3) en términos globales, el consumo de FO en 1980 fue 2,0 106 t en la región Nordeste y 9,1 106 t en la Sudeste, justificando la ya citada prioridad dada a la segunda.

4) en la región Sur existe un cierto equilibrio en la participación de los Estados en el consumo energético. Así, en Paraná y Río Grande del Sur se consumen, en cada uno, alrededor de 37 por ciento del total de FO, seguidos por Santa Catalina con 26 por ciento.

En relación al consumo de LE, la participación de cada Estado, en el orden citado, fue 36 por ciento, 29 por ciento y 35 por ciento.

La dependencia energética respecto al FO "vis a vis" la LE es menor en relación a las otras regiones, siendo 49,5 por ciento en Paraná, 41,6 por ciento en Santa Catalina y 55,3 por ciento en Río Grande del Sur. El consumo, en términos globales, fue en 1980 1,3 106 t de FO y 12,6 106 m³ de LE.

3.13. Continuando con el estudio de referencia (3.3.), a continuación se inserta un cuadro que posibilita identificar los sectores más dependientes del FO y la LE que, en la década 19701980, mostraron cierta regularidad en la participación relativa en el consumo de estas fuentes.

SUBSECTORES INDUSTRIALES

FUENTES

FO (%)

LE (%)

· Productos de minerales no metálicos

28,9

35,0

· Metalurgia y siderurgia

173

105

· Celulosa, papel y cartón

10,0

20

· Química y petroquímica

194

48

· Textiles

6,0

1,7

· Productos alimenticios

96

283

· Bebidas

1,4

08

· Otros (incluye secado de granos)

26

s/i

TOTALES

95,3

831

El 95,3 por ciento y 83,1 por ciento se refieren a la participación del conjunto de los subsectores citados respecto a los consumos totales del sector industrial a nivel nacional, o sea sobre 12,8 106 t de FO y 38,6 106 m³ de LE. A nivel de consumo de FO+LE, se destaca la participación del subsector Productos Minerales no Metálicos, 33 por ciento; seguido por el de Productos Químicos y Petroquímicos, 17,4 por ciento; Metalurgia y Siderurgia 16,9 por ciento y Productos Alimenticios 15,7 por ciento.

3.14. En 1980, el volumen total de la madera consumida en las industrias de Celulosa, Siderurgia y Aserrío estuvo en el orden de 52 106 m³, o sea alrededor de 20,7 por ciento del volumen total de la madera consumida en el Brasil (aproximadamente 250,3 106 m³). A nivel de región, el consumo de las citadas industrias se distribuyó según las proporciones siguientes: Norte 6,1 por ciento, Centro Oeste 4,3 por ciento, Nordeste 5 por ciento, Sudeste 50,1 por ciento y Sur 34,5 por ciento A nivel de los volúmenes de madera usados por cada una de las industrias mencionadas la distribución fue la siguiente:

REGION

MADERA ASERRADA

CELULOSA

SIDERURGIA

TOTAL

(10³ m³)

(%)

(10³ m³)

(%)

(10³ m³)

(%)

(10³ m³)

Norte

3172,6

13,7



1108,9

61

3172,6

Nordeste

1470,8

6,4



1108,9

6,1

2579,7

Sudeste

2154,3

9,3

6990,9

64,8

16943,8

93,2

26089,0

Sur

14184,2

61,4

3790,3

35,2



17974,5

Centro-Oeste

2108,1

9,1



127,3

0,7

1135,4

TOTALES

23090,0

100,0

10781,2

100,0

18180,0

100,0

52051,2

Participación sobre TOTAL


44,4


20,7


34,9

100,0

3.15. En 1980 el consumo de latifoliadas (nativas), eucalyptus, pinus y araucaria a nivel de región y de los principales Estados fue estimado en los volúmenes siguientes:

1) en la región Sudeste fueron consumidos 45,4 106 m³ de latifoliadas, 25,7 106 m³ de eucalyptus y 97,4 106 m³ de araucaria.

En Minas Gerais se consumieron 31,5 106 m³ de latifoliadas, mientras que en San Pablo, Espíritu Santo y Río de Janeiro fueron consumidos, respectivamente, 4,9 106,4,4 106 y 4,5 106 m³.

San Pablo consumió alrededor de 15 106 m³ de eucalyptus, o sea aproximadamente 58,5 por ciento del consumo regional de esta especie, seguido por Minas Gerais, Espíritu Santo y Río de Janeiro con 6,7, 2,8 y 1,1 106 m³ respectivamente.

En San Pablo se registraron los únicos consumos de madera de pinus y de araucaria: 4,4106 m³ y 97 400 m³, respectivamente.

En consecuencia, en la región fueron consumidos en el año 1980 alrededor de 72,1 106 m³ de madera.

2) en la región Sur fueron consumidos 69 106 m³ distribuidos en las proporciones siguientes: 62,9 por ciento latifoliadas, 9,7 por ciento araucaria, 5,2 por ciento pinus y 22,8 por ciento eucaliptus.

Del total de latifoliadas, 20,5, 13,0 y 8,9 106 m³ fueron consumidos, respectivamente, en los Estados Paraná, Río Grande del Sur y Santa Catalina. De los consumos de araucaria, 3 y 2,9 106 m³, respectivamente, correspondieron a Paraná y Santa Catalina, mientras en Río Grande del Sur se consumieron sólo 786 600 m³.

El consumo de madera de pinus se distribuyó: en Paraná 1,3 106, en Santa Catalina 1,4 106 y en Río Grande del Sur 0,8 106 m³ respectivamente. Además, fueron consumidos en Río Grande del Sur 11,3 106 m³ de madera de eucalyptus, en Paraná 3,6 106 y en Santa Catalina 340 000 m³.

3) la región Nordeste se caracterizó por el alto consumo de especies latifoliadas; 96,6 por ciento de 61,6 106 m³. De este total 59,5 106 m³ fueron consumidos en la agricultura y la industria con fines energéticos. De los 2 106 m³ de madera de eucalyptus consumidos, 940 000 m³ fueron usados en el subsector siderúrgico.

3.16. Acerca de las disponibilidades de madera en los bosques nativos y exóticos, la información al año 1984 resultaba insatisfactoria y, en relación a las tres regiones analizadas en los puntos anteriores, carecían de homogeneidad. No obstante, en la Región Sur estaba en ejecución un inventario forestal (IBDF) cuyos datos preliminares posibilitaron estimar las disponibilidades de madera en ambos tipos de bosque. En la Región Sudeste se disponía de información sobre la superficie con bosques implantados, pero aún no estaba concluido el inventario sobre los bosques nativos. En la Nordeste el bosque implantado carecía de significación y en lo correspondiente al bosque nativo si bien no se disponía de inventario era conocido el cuadro de agotamiento en que se encontraba, excepto en los Estados de Marañao y Bahía.

Esta débil base de datos e información de fuente secundaria fue sensiblemente mejorada en cuanto a la superficie boscosa nativa original y remanente, con datos informados por IBAMA en 1989, que posibilitaron una aproximación a las disponibilidades de éstos en todas las Regiones. Los relevamientos y estimaciones realizadas informaron lo siguiente:

1) Región Sur

ESTADOS

SUPERFICIE TERRITORIAL

SUPERFICIE BOSCOSA NATIVA

(10³ ha) (1)

(10³ ha) (2)

(%) (2)/(1)

Paraná

19955,4

341,3

1117,1

Santa Catalina

9598,5

3190,7

33,2

Río Grande del Sur

28218,4

1585,7

5,6

TOTALES

57812,3

8189,5

14,2

Puede inferirse la crítica situación del Estado Río Grande del Sur, que se agrava si se considera que unas 700.000 ha corresponden a bosques de protección de los cursos de agua. Para el total de la Región se estimó una existencia de 669,4 106 m³ compuestos por 6,4% de madera de araucaria y 93,6 % de especies latifoliadas. Además fueron estimados los residuos vegetales disponibles para uso energético; 1.551,8 106 m³, pero el aprovechamiento de éstos en gran escala no fue evaluado.

2) Regiones Nordeste y Sudeste. La información de IBAMA posibilita destacar que los dos Estados mayores consumidores de FO y LE, San Pablo y Minas Gerais (Sudeste) tienen, en límites críticos, al igual que Río de Janeiro y Espíritu Santo, sus existencias forestales, estimándose que en San Pablo el volumen de madera disponible con fines energéticos está en el orden de 47,6 106 m³.

3) En cuanto a las disponibilidades en plantaciones forestales, el inventario existente posibilitó cuantificar la existencia y los incrementos anuales medios. La disponibilidad media anual de madera de pinus y eucaliptus se estimó en 46,7 106 m³ y 47,9 106 m³.

La información sobre la Región Noreste muestra que la superficie remanente constituye el 65% de la superficie que originariamente estuvo ocupada con cobertura vegetal nativa.

3.17. En 1988 el IBDF-MA dio a conocer un informe sobre el sector forestal, sintetizando los resultados de la labor desarrollada en los últimos años. Destaca que hasta 1987 la superficie reforestada abarcó 5,9 106 ha, de las cuales 2,25 106 fueron implantadas en el período 1979-1984, o sea a un ritmo medio de 400 000 ha anuales; puntualizando que el sector forestal tuvo que hacer frente a los obstáculos generados por la crisis del petróleo que llevó a una disminución de las tasas de crecimiento del PIB brasileño; de 11 % en 1973, a menos de 3% en 1983.

3.18. El informe de 1985 del IBDF sobre el sector forestal destaca contribuciones de este a otras actividades productivas. Entre otras, señala que en 1980 la producción de arrabio alcanzó 4,9 106 t con un consumo de 17,4 106 m³ de CV, de los cuales 2,77 106 fueron abastecidos a partir de madera de reforestaciones. En 1980 el CV sustituyó importaciones de CM por un valor aproximado a 165 millones de dólares y las exportaciones de "arrabio" totalizaron unos 120 millones de dólares. A partir de 1982 el país economizó alrededor de 500 millones de dólares anuales por la sustitución de FO y CM por CV. Se prevé que hacia fines de los años '80 en el subsector Papel y Celulosa se disminuirá el consumo de FO en un 90%. En 1985 este subsector consumió alrededor de 1,2 106 t de FO, estimándose que hacia fines de la década el requerimiento de esta fuente estará en el orden de 200 000 t. También en el subsector cemento se observa una fuerte expansión en el consumo de LE como fuente energética, que alcanzó en 1985 un nivel de 1,7 106 m³, con tendencia creciente. Similar comportamiento se observa en los subsectores Alimentos, Textiles y Cerámica.

3.19. El Plan Nacional de Desarrollo de la Nueva República, 1985, enfatizó en el problema de la deforestación de la Amazonia, informando que en el período 1975-78 la tasa media de deforestación fue de 1,6 106 hectáreas, en el lapso 1978-80 subió a 2,3 106 y en 1984 a 2,7 106, destacando que del total citado sólo unas 200 000 fueron autorizadas por el IBDF, lo que demuestra la insuficiencia de la fiscalización.

3.20. En 1989 el Ministerio de Minas y Energía dio a conocer el BE de 1988 y la serie retrospectiva hasta 1973, destacando que la elaboración del BE fue instituida mediante Portaria MME N° 574 del 12 de mayo de 1976. En relación a los datos, explicita que en 1988 la Coordinación del BE dio inicio a dos importantes actividades en el área de mejoramiento de la calidad. La primera, consistente en reevaluar los flujos energéticos de algunas fuentes desde 1970 a 1986 (desde la producción al consumo final), culminando con modificaciones significativas en los datos primarios de LE, BZ y CV, y menos significativas en derivados del petróleo. La segunda, consistente en la instalación de un Sistema de Información para el BE (SIBE), en microcomputador, procurando un Banco de Datos de fácil operación.

3.21. En los casos de LE y CV la oferta es determinada a partir de los datos del consumo, sin variaciones de existencias. Los datos de consumo sectorial de LE, a excepción de las industrias de Papel y Celulosa y de los productos No Ferrosos, de las cuales se obtiene información de consumo real, son obtenidos a través de extrapolaciones de los datos del Proyecto Matriz Energética de 1970, de relevamientos del IBGE y de correlaciones con el consumo sectorial de los otros energéticos, como es el caso del GLP en el sector Residencial. Los datos de consumo sectorial de CV son obtenidos directamente de los consumidores en el caso de las industrias, y de las fuentes ya citadas (en el caso LE) para determinar los consumos de los otros sectores. A la vez, la producción de CV es calculada a partir de su consumo, teniendo en cuenta las porciones de pérdidas en las etapas de distribución y almacenaje.

3.22. Las alteraciones en las series históricas de LE y CV fueron resultado del análisis de los Censos Nacionales realizados por la Fundación Instituto Brasileño de Geografía Estadística (IBGE) en 1970 y 1980, así como de los relevamientos efectuados por los Estados en 1983, afectando las estimaciones de los consumos en los sectores Residencial e Industrial. En el Residencial, la curva de consumo de LE decrece más rápidamente que en la serie histórica anterior. Esto, debido a la relación de uso de la LE y del GLP en los fogones; antes supuesta en 1:6 y modificada a partir de los resultados censales a 1:12. En el sector Industrial la nueva curva de consumo de LE pasó a decrecer más rápidamente de 1970 a 1980 y, a partir de éste, creció a tasas más elevadas. Esta constatación se dió a partir del análisis de los BE Estaduales. En el sector Agropecuario la curva de consumo de LE se muestra también más decreciente en el período 1970-1980. En el caso del CV la alteración se dio solamente en el sector Residencial, con una curva de consumo que crece más rápidamente en el período 1970-1980, manteniéndose prácticamente constante a partir de éste último año.

3.23. Desde el punto de vista metodológico se adoptan dos tipos de LE; nativa (para el sector Residencial) y comercial (para el resto de los sectores). Cada tipo con su propia densidad: 300 kg/m³ en el caso de la nativa y 390 kg/m³ la comercial, con un PC de 3 300 Kcal/kg y una humedad de 25 %. La densidad para la LE nativa es el resultado de una investigación de la Fundación Centro Tecnológico de Minas Gerais, mientras que la asignada a la comercial es el valor medio obtenido de la Asociación Nacional de Fabricantes de Papel y Celulosa. En cuanto al PCI del CV, se usa el de 6 800 Kcal/kg, siendo éste el adoptado por el Proyecto Matriz Energética Brasileña en función de investigaciones efectuadas por las Compañías Siderúrgicas Belgo-Mineira e Acesita, el Instituto Nacional de Tecnología y el Consejo Estadual de Desarrollo del Estado Minas Gerais.

3.24. La producción de Energía Primaria durante el período 1973-1988, en cortes cada cuatro años hasta 1985, y por año hasta 19887, fue la siguiente (en 10³ Tep):

FUENTES

1973

1977

1981

1985

1986

1987

1988

- EP NO RENOVABLE

10481

11500

15529

36930

37611

37823

36580


· Petróleo

8296

8025

10675

27493

28784

28463

27853


· Gas Natural

1076

1649

2257

4986

5186

5272

5331


· Carbón Vapor

589

1071

1884

2572

2443

2333

2442


· Carbón Metalúrgico

520

755

713

887

838

625

775


· Uranio (U308*)




992

360

1130

179

- EP RENOVABLE

53175

64398

78762

103954

103217

107918

109805


· Hidroenergía

16788

27109

37922

51729

52902

53824

57737


· Leña

31520

30409

29809

32138

31772

32120

31771


· Bagazo

4561

6417

9955

18589

16796

20220

18512


· Otra Fuente

306

463

1076

1498

1747

1754

1785

TOTAL

63656

75898

94291

140884

140828

145741

146385

7 Los BEN de 1989 y 1990 no presentan alteraciones significativas en relación a la información presentada en el cuadro, manteniéndose las tendencias comentadas en el texto.

Del análisis del cuadro anterior se infiere:

1) la participación de la energía primaria no renovable respecto a la total aumentó 51,5% entre los años extremos del período analizado, mientras la renovable disminuyó 10,2% en razón de la fuerte caída que experimentó la participación de la LE; alrededor de 56,2%.

La energía hidráulica aumentó 49,2%, la de BZ de caña de azúcar 75% y la de otras fuentes renovables 140%; las dos últimas arrancando en 1973 con magnitudes de escasa significación.

Por sus magnitudes, en relación a la producción total de energía, se destacan las correspondientes al petróleo (aumentó su participación de 13 % a 19% entre los años extremos de la serie) y a la energía hidráulica (pasó de 26,4% a 39,4%). En unidades físicas, entre ambos extremos del lapso analizado, la producción de LE se mantuvo alrededor de 31 106 Tep.

2) en cuanto a la evolución del Consumo Final por Fuente, mientras la participación de la LE sobre el consumo final disminuyó de 30,8% a 10,6% entre los años extremos del período analizado, en ininterrumpido ritmo decreciente, tanto el CV como el BZ aumentaron sus respectivas participaciones; de 2,5% a 3,9% y de 4,7% a 7%. El aumento más significativo se observa en el caso de la EE que pasó de 19% a 34,9%, mientras disminuyeron las participaciones de los derivados del petróleo (en 1973 40,1% y en 1988 31,8%), principalmente el FO que bajó 52,1% y la Gasolina 73,3%.

3) en lo concerniente a la evolución del Consumo Final por Sector, se observa una disminución de la participación en el consumo total de los sectores Residencial (28,1% a 15,8%), Agropecuario (6,3% a 4,6%) y Transporte (21,6% a 18,1%) y un aumento de la Participación de los sectores Industria (32,9% a 40,6%), Comercial (3% a 4%), Público (2% a 3,1%) y Energético (3,4% a 7,7%), creciendo también la participación relativa del Consumo No Energético que pasó de 2,7% a 6,2% en razón de la fuerte incidencia de los derivados del petróleo.

4) entre 1973 y 1988 si bien la dependencia externa total de energía aumentó en términos absolutos, de 30 106 Tep a 41 106 Tep, en términos relativos disminuyó 31,2%, pasando de 32,1% a 22,1% entre los años extremos de la serie. La dependencia del petróleo disminuyó 35,8%, pero la de carbón metalúrgico aumentó 31,7%.

5) en lo que se refiere a la participación sectorial en el Consumo Final de Biomasa (LE + CV + BZ) se destacó el sector Industrial cuya participación aumentó 42,3% entre 1973 y 1988, pasando de 28,6% a 40,7%. Como subsectores consumidores se destacaron, en orden decreciente, los de Alimentos y Bebidas (38,6% del consumo total del sector), Hierro y Acero (25,3%), Papel y Celulosa (12,5%) y Cerámica (8,4%). El sector Transporte aumentó su participación pasando de 0,6% a 13,5% entre los años extremos ya citados, mientras que los sectores Residencial y Agropecuario disminuyeron sus respectivas participaciones en alrededor de 58,5% y 55,4%, pasando a representar en 1988 23,4% y 5,8% del total del consumo energético final de Biomasa.

6) en el caso específico de la LE, la producción y el consumo total en términos de Tep mantuvo una relativa constancia durante el período analizado, con muy ligeras fluctuaciones superiores e inferiores a 103 106 Tep. Entre los años considerados se observa un fuerte incremento de la porción destinada al proceso de transformación, que entre los años extremos alcanza a 187,2%, que implica una correlativa disminución de 33,1 % en el consumo final energético de LE.

En lo referente al consumo final energético por sector, la mayor disminución se observa en el Residencial (48,6 %), seguida por la del Agropecuario (41,5%), siendo de escasa significación los consumos decrecientes observados en los sectores Comercial y Público. En cuanto al Industrial, luego de una declinación durante el lapso 1973-1980 se produjo una recuperación del nivel registrado en el primer año de la serie, a partir de lo cual se inicia un proceso de crecimiento que, con ligeras fluctuaciones, se mantiene hasta la fecha. Entre ambos extremos del período el consumo final energético de este sector aumentó 52,1%, creciendo su participación relativa en el consumo final energético de LE al pasar de 14,2% (1973) a 32,2% (1988).

7) como resultado del aumento de la porción de LE destinada al proceso de transformación, se incrementó la producción de CV. La participación de los sectores en el Consumo Final Energético de esta fuente evolucionó de la siguiente manera: el Residencial aumentó en un 33% su consumo durante el período analizado, pero su participación sobre el total disminuyó de 25,4% a 11%; el Industrial aumentó su consumo 266,5% y su participación pasó de 72% a 87,8%, principalmente por el subsector Hierro y Acero, mientras que el resto de los sectores disminuyó tanto su consumo absoluto como su participación relativa sobre el Consumo Final Energético.

3.25. Recientemente, 1/04/90 (Cilete Pereira, Meio Ambiente), se comentó sobre un ambicioso proyecto de plantaciones forestales conocido como Proyecto FLORAM. Su meta es reforestar con árboles nativos unos 201 480 km², que implica una plantación de 10 billones de árboles en un plazo de 20 a 30 años. Amazonia y Pantanal, al igual que el Nordeste, están excluídos del Proyecto por sus características físicas y ambientales diferenciadas del resto del Brasil. Las dos primeras por razones ecológicas, previéndose para el Nordeste un tratamiento especial. Las áreas desérticas de Río Grande del Sur recibirán también un tratamiento especial tendiente a transformar la Región Sur en un vivero para la producción de "acácoa negra", y eucaliptus para la producción de celulosa.

3.26. El antedicho proyecto prevé tres tipos de reforestación. El correctivo, que se basa en la reconstrucción del bosque original, con especial atención para los bosques de ladera y de galería; el híbrido, donde podrían convivir armoniosamente la actividad industrial y la protección del medio ambiente; y uno típicamente industrial aprovechando la baja calidad del suelo.

El primero de ellos se concentraría en el Estado Río Grande del Sur, extremo sudeste, donde la erosión transformó antiguos "campos" en un desierto de dunas de arena.

El segundo, en casi 28 000 km², localizados principalmente en la porción oriental de Mato Grosso del Sur, los límites de la Selva Amazónica y los planaltos occidentales de Bahía y del Noroeste de Minas Gerais.

El tercero, para aprovechamiento industrial, abarcaría cerca de 145 000 km² localizados al oeste del Río San Francisco, donde el suelo no es bueno para la agricultura, y también al oeste de Paraná y San Pablo en tierras de baja productividad y muy próximas a grandes centros consumidores.

3.27. Si se cumplieran las metas del Proyecto FLORAM, los 10 billones de árboles del mismo deberían consumir en su proceso de fotosíntesis por lo menos más de 20% del CO2 lanzado a la atmósfera en el país, contribuyendo a disminuir significativamente el efecto invernadero.

3.28. Con la aprobación del Código Forestal, en 1965, reforzado con la Ley N° 5106 en 1966, la política gubernamental de estímulo a la reforestación tuvo continuidad con la creación del IBDF en 1967. A partir de 1974, con el Decreto Ley N° 1376 del 12/12/1974, que creó el Fondo de Inversiones Sectoriales (FISET), toda la política de estímulo a la reforestación pasó a ser conducida por los incentivos fiscales deducidos del impuesto a la Renta de las personas físicas. Los resultados, en los últimos años, fueron los siguientes:


1967 a 1979

1980

1981

1982

1983 a 1985

1986

1987

TOTAL 1967 a 1987

Area reforestada con incentivos fiscales (10³)

3409,9

376,3

370,3

351,1

565,6

409,0

409,0

5819,2

FUENTE: IBDF/DR

3.29. El IBDF realiza levantamientos sistemáticos de las alteraciones que la cobertura forestal sufre a lo largo del tiempo. Este trabajo es realizado a través de convenios con el Instituto de Investigaciones Espaciales, con la Superintendencia de Desarrollo de Amazonia-Sudam, el Proyecto Radam Brasil y las Universidades. Este Programa abarca:

· Proyecto de DEFORESTACION, mapeando toda la vegetación nativa, identificando las áreas donde la remoción forestal es más crítica.

· Proyecto de mapeo de REFORESTACION, por satélite Landsat; detectando los problemas existentes en esas áreas.

· Proyecto de PARQUES NACIONALES, mapeando la cobertura forestal de dichos parques, así como el proceso de ocupación de sus áreas limítrofes.

· Proyecto de BOSQUES NACIONALES, mapeo de los tipos forestales en las áreas que están siendo recomendadas para su transformación en bosques de tal naturaleza.

Los datos del programa de monitoreo son complementados por los inventarios forestales continuos coordinados por el IBDF con la participación de algunas Universidades. Esto posibilita evaluar cada dos años las condiciones de rendimiento de las plantaciones. El IBDF tiene concluido el inventario de los bosques nativos, que fue realizado con la participación de numerosas universidades.

3.30. La principal legislación sobre los recursos forestales está contenida en:

· LEY N° 4771 del 15 de septiembre de 1965. Instituyó el Nuevo Código Forestal. Es la Ley de Fondo.

· LEY N° 5106 del 2 de septiembre de 1966. Dispuso los Incentivos Fiscales concedidos a emprendimientos forestales.

· DECRETO LEY N° 289 del 28 de febrero de 1967. Crea el Instituto Brasileño de Desarrollo Forestal y da otras providencias. El IBDF fue creado con el objetivo de formular, orientar, coordinar y ejecutar la política forestal y adoptar las medidas necesarias para la utilización racional, la protección y la conservación de los recursos naturales renovables y el desarrollo forestal del país.

· PORTARIA NORMATIVA N° 903/IBDF del 16 de diciembre de 1980. Del productor de LE y CV en régimen especial.

· DECRETO N° 88207 del 30 de marzo de 1983. Define prioridades a ser observadas en la ejecución de la política de reforestación por el IBDF.

· PORTARIA NORMATIVA N° 302-P/IBDF del 3 de julio de 1984. Recomposición y Reposición Forestal.

3.31. A partir de la incorporación de la variable ambiental en las políticas gubernamentales, el IBDF pasó a llamarse IBAMA (Instituto Brasileño de Medio Ambiente). Los especialistas nacionales estiman que la actual legislación forestal es adecuada y en general no merece reparos. Pero que cabe fortalecer los organismos institucionales, apoyar e instrumentar su personal para que las leyes y normas sean cumplidas.

3.32. En un último documento, IBAMA (1989) informó acerca de la cobertura vegetal nativa remanente en el país. Esta, en síntesis, es la siguiente:

COBERTURA VEGETAL NATURAL REMANESCENTE EN BRASIL Unidades 10³ ha

 

AREA TOTAL

COBERTURA VEGETAL NATURAL ORIGINAL

ALTERACION DE LA COBERTURA VEGETAL

AREA REMANESCENTE

AREA

%

AREA

%

AÑO DE EVALUACION

AREA

%

NORTE (Acre, Amapa Amazonas, Pará, Rondonia, Roraima)

358118,0

355400,2

99,2

14894,7

4,2

1978 a 1987

340505,5

95,1

NORDESTE (Maranhao, Piaui, Ceara, Río Grande Norte, Paraiba, Pernambuco, Alagoas, Sergipe, Bahía)

154864,6

154224,6

99,6

53252,2

34,5

1983

100972,4

65,1

CENTRO OESTE (Distrito Federal, Goias, Tocantins, Mato Grosso Sul, Matto Grosso)

187945,5

187935,6

100,0

52586,2

28,0

1981 a 1983

135349,4

72,0

SUDESTE (Espíritu Santo, Minas Gerais, Río de Janeiro, Sao Paulo)

92493,5

91880,8

99,3

74494,7

81,1

1982

17386,1

18,3

SUL (Paraná, Río Grande Sul, Santa Catarina)

57772,3

56207,1

97,3

48017,6

85,4

1982

8189,5

11,9

TOTAL

851193,9

845648,3

99,3

243245,4

28,8

1978 a 1987

602402,9

71,2

FUENTE: IBAMA/1989.

BIBLIOGRAFIA

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* COMPANHIA ENERGETICA DE MINAS GERAIS (CEMIG). SECRETARIA DE ESTADO DE MINAS E ENERGIA. "Diagnóstico Energético de Biomasa Forestal 1978/1985". Brasil, 1987. Portugués. 113 pp.

* MINISTERIO DAS MINAS E ENERGIA. "Balanco Energético Nacional 1978". Brasil, 1978. 106 pp.

* MINISTERIO DAS MINAS E ENERGIA. "Balanco Energético Nacional 1977". Brasil, 1977. 105 pp.

* MINISTERIO DAS MINAS E ENERGIA. "Balanco Energético Nacional 1987". Brasil, 1987. 156 pp.

* MINISTERIO DAS MINAS E ENERGIA. "Balanco Energético Nacional 1989". Brasil, 1989. 144 pp.

* PINGUELLI ROSA, Luiz - BAKER BOTELHO, Tereza M. - GUIMARAES, Goncalo - GARCIA, Leice M. "Research Report. Use of Wood in the Rural Residential Sector of the State of Rio de Janeiro". CNPQ. United Nations University - COPPE/Federal University of Rio de Janeiro. Brasil, 1987. Original en Inglés. 165 pp

* CONSELHO DE ADMINISTRACAO DAS EMPRESAS DE ENERGIA DO ESTADO DE SAO PAULO. "Balanco Energético do Estado de Sao Paulo 1987". SP/CESP. Brasil, 1989. 153 pp.

* INSTITUTO BRASILEIRO DE DESENVOLVIMENTO FLORESTAL. "O Setor Florestal Brasileiro 1979/85". Brasil, 1985. 65 pp.

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* NACIONES UNIDAS. CONSEJO ECONOMICO Y SOCIAL/CEPAL. "Estudio Económico de América Latina y el Caribe 1989 Brasil". Original Español. Brasil, 1989.

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* IBAMA. Cobertura vegetal natural remanescente no Brasil. 1989.

* Comentarios e información brindada por la Representación de Brasil en la Reunión de la Red Latinoamericana de Cooperación Técnica en Dendroenergía. Itajubá, Brasil, 14 al 18 de octubre de 1991.


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