Página precedente Indice Página siguiente


7. Chile

7.1. Territorialmente se extiende sobre 756 629 km² habitados por 13 173 000 personas (año 1990) de las cuales 83,9 por ciento están localizadas en centros urbanos, resultado de un proceso de migración rural-urbana que, aunque atenuado, continúa manifestándose. En el año 1970 la proporción de habitantes en centros urbanos fue 75,1 por ciento respecto a la población total del país. La población económicamente activa (PEA) constituye en la actualidad 36,3 por ciento de la total, lo que indica la presencia de una porción mayoritaria de población menor de 14 años.

7.2. La proporción de la PEA en agricultura respecto a la PEA total fue 23,2 por ciento y 16,5 por ciento, según los Censos de 1970 y 1980, lo que implicó una disminución de 54 000 personas ocupadas en esta actividad, hecho explicado en parte por el proceso de mecanización sustitutiva de mano de obra, mientras que la PEA industrial aumentó en 112 000 personas compensando por lo tanto la desocupación generada en la agricultura. El desempleo urbano disminuyó de 11,7 por ciento a 6,6 por ciento entre 1980 y 1990.

7.3. El primer BE fue elaborado en los años 1965-66 por el entces Departamento de Energía, Combustible y Minería de la Corporación de Fomento a la Producción. Este BE abarcó el lapso 1940-1964, sin desagregación por sector de consumo.

7.4. El BE 1960-1978 dado a conocer por la Comisión Nacional de Energía incluye la citada desagregación omitida en el primer esfuerzo. Esta serie incluye LE, CV, aserrín y lejía usados como energéticos. El consumo de LE fue estimado principalmente en base a la cantidad de cocinas relevadas por los Censos de 1952, 1960 y 1970, e información adicional relevada por la encuesta nacional de 1966 sobre consumo de combustible por familia. El consumo de LE en el sector Comercial, Público y Residencial correspondió casi exclusivamente a cocción de alimentos y calefacción de ambientes, constituyendo una porción muy importante del consumo total de este energético. Los rendimientos en los usos finales de la energía utilizados para la determinación del consumo útil, corresponden a valores estimados para 1977, pero se utilizaron en todos los años de la serie no obstante verificarse cambios en:

· las tecnologías

· los rendimientos de los equipos (varían con el tamaño y la edad de las instalaciones o de los artefactos)

· la estructura del consumo (en un mismo sector se altera con el tiempo y se modifica la ponderación dada al uso de un determinado energético).

7.5. La oferta bruta entre 1960 y 1978 pasó de 4 986 500 a 7 057 200 Tep y las importaciones de 830 500 a 4 132 500 Tep. Las exportaciones fueron de escasa a nula significación con excepción del lapso 1976-78 en el que fluctuó entre 4 y 9 por ciento respecto a la oferta bruta total. El consumo bruto total pasó de 4 995 000 a 8 843 600 Tep entre los años extremos de la serie; abastecida la diferencia principalmente por las importaciones.

7.6. A nivel de fuente, el petróleo crudo y el GN aumentaron significativamente sus participaciones en la estructura del Consumo Bruto Total, pasando de 30,4 por ciento a 56,1 por ciento y de 3,2 por ciento a 11 por ciento, respectivamente, entre los años extremos de la serie analizada. La hidroelectricidad mantuvo su participación con pequeños aumentos y disminuciones, pasando de 5,1 por ciento a 6,6 entre los años extremos del período, mientras que el CV, la LE y otras fuentes disminuyeron sus participaciones en forma sostenida pasando de 27,4 por ciento a 10,9 por ciento y de 33,9 por ciento a 15,4 por ciento, respectivamente entre 1960 y 1978.

7.7. Los BE secundarios muestran entre los años extremos del período un aumento de 41,3 por ciento en términos de Consumo Final. En este consumo los derivados del petróleo y el GN aumentaron su participación de 37,6 por ciento a 59,9 por ciento, la Hidroelectricidad pasó de 6,6 por ciento a 10,5 por ciento, el Carbón disminuyó de 16,7 por ciento a 5,2 por ciento, el Coque y Alquitrán cayó de 2,9 por ciento a 1,9 por ciento, el Gas corriente también disminuyó de 2 por ciento a 1,6 por ciento, el Gas de Altos Hornos mantuvo su participación alrededor de 0,9 por ciento y la LE y Otros disminuyó de 33,3 por ciento a 18,6 por ciento constituyéndose en una de las principales fuentes sustituidas.

7.8. En cuanto a la evolución sectorial del consumo de LE y Otros, que globalmente pasó de 1,7 106 a 1,36 106 Tep entre los años extremos del período, en el sector Industrial y Minero fue totalmente sustituida como fuente en los subsectores Hierro y Cemento y parcialmente en el subsector Industrias y Minas Varias (alrededor de 50 por ciento entre 1960 y 1978), mientras que en el subsector Papel y Celulosa pasó de 55 400 a 398 600 Tep. El comportamiento de este subsector determinó un aumento en el consumo de LE a nivel de sector: 295,6 por ciento. En el sector Comercial, Público y Residencial el consumo de LE en 1978 fue 57,3 por ciento del estimado para 1960, indicando un proceso de sustitución de este energético en los usos cocción y calefacción, por GN, EE y GL, y en menor proporción por KE. En el sector Industrial y Minero los energéticos sustitutos son principalmente los derivados del petróleo, GN (petróleo combustible, petróleo diesel, KE, GL, GN) y la EE.

7.9. Por consiguiente, los sectores donde el consumo de LE y Otros es altamente significativo son el Industrial y Minero, en el que la participación sobre el consumo final de energéticos pasó de 9,5 por ciento a 15,8 por ciento, y el Comercial, Publico y Residencial en el que perdió participación pasando de 77 por ciento a 40,6 por ciento, siempre entre 1960 y 1978, mientras que los derivados del petróleo y GN aumentaron su participación de 12 por ciento a 39 por ciento, la EE de 4 por ciento a 11,1 por ciento y el Gas de 0 por ciento a 4,7 por ciento.

7.10. En el consumo final de productos energéticos la participación de los sectores en los años 1960 y 1978 fue la siguiente:

SECTORES

1960

1978

· Transporte

29,3

30,2

· Industrial y Minero

31,3

39,4

· Comercial, Público y Residencial

39,4

30,4

TOTAL (%)

100,0

100,0

TOTAL (TEP)

5.065.300

7.155.600

7.11. Además de los consumos explicitados, en el subsector Papel y Celulosa no está computada la generación eléctrica en las papeleras. Las centrales son complementarias de procesos térmicos industriales en las que se genera EE aprovechando diferencias de temperatura o de presión de vapor, con sólo un consumo adicional. El consumo de LE y otros en estos Centros de Transformación aumentó de 18 000 t (1960) a 89 000 t (1978).

7.12. La ya citada Comisión Nacional de Energía informó los resultados de la elaboración del BE 1965-1984, complementario de la serie de BE 1960-1978. Las estimaciones sobre los consumos de LE fueron efectuados en base a la información citada en el punto 7.4. y a los resultados obtenidos de una serie de encuestas aplicadas por la CNE entre 1982 y 1983.

7.13. La oferta bruta total entre 1965 y 1984 pasó de 6,8 106 a 7,26 Tep, con un subperíodo 1965-1973 de crecimiento sostenido hasta alcanzar un nivel de 8,46 Tep, y el del lapso subsiguiente 1974-1984 de declinación. Las importaciones pasaron de 540 10³ (en 1965) a 2,38 106 Tep (en 1984), con un subperíodo de rápido crecimiento hasta 1979 en que alcanzó un nivel de 5,14 106 Tep, y el subsiguiente de declinación. El volumen de las exportaciones sólo tuvo relativa importancia en el subperíodo 1976-1979, en que representó 5,1 por ciento como promedio anual respecto a la producción bruta total. El consumo bruto pasó de 6,4 106 (en 1965) a 9,3 106 (en 1984), manteniendo una tendencia creciente a lo largo del período analizado.

7.14. A nivel de fuente primaria, el petróleo crudo y la hidroelectricidad aumentaron sus participaciones en la estructura del Consumo Bruto Total, pasando de 38 por ciento a 43,3 por ciento y de 5,3 por ciento a 8,6 por ciento, respectivamente entre los años extremos del período analizado, alcanzando el petróleo participaciones superiores a 50 por ciento durante el lapso 1969-1981. El GN mantuvo en ambos extremos del período 12,5 por ciento de participación, con fluctuaciones en los años intermedios por debajo de dicho nivel, con excepción de los años 1972-1973 en que se situó ligeramente por encima del mismo. El Carbón exhibió una tendencia decreciente insinuando una ligera recuperación en los dos últimos años del período, iniciando con 19,9 por ciento en 1965 y finalizando con 13,7 por ciento en 1984.

La LE exhibió un comportamiento similar en su participación, o sea una tendencia decreciente hasta 1981 y ligera recuperación en los años posteriores, iniciando con 24,3 por ciento en 1965 y finalizando con 21,7 por ciento en 1984.

7.15. El balance de energía secundaria mostró 39,8 por ciento de aumento en el consumo final entre los años 1965 y 1984. Los derivados del petróleo y GN aumentaron su participación pasando de 47,4 por ciento a 52,9 por ciento, diferenciándose dos subperíodos: 1965-1973, de fuerte crecimiento hasta alcanzar una participación de 61,2 por ciento, a partir de lo cual se inició un proceso de disminución que alcanzó su nivel inferior en el último año del período analizado. La EE aumentó sostenidamente su participación durante todo el período, iniciando éste con 7,6 por ciento y finalizando con 12 por ciento. El Carbón exhibió un comportamiento opuesto: tendencia decreciente que se inició con una participación de 13,3 por ciento y finalizó con 4,8 por ciento, presentando en los años 1982 y 1983 valores inferiores (3,2 y 3,9 por ciento).

La LE y Otros mostró una tendencia marcadamente decreciente hasta 1974 y a partir de 1975 inició un proceso de recuperación de niveles anteriores finalizando con una participación de 24,2 por ciento, valor cercano al 26,8 por ciento de 1965.

El Coque y Alquitrán, Gas Corriente, Gas de Altos Hornos y GN mantuvieron aproximadamente sus pequeñas participaciones; los dos primeros con suaves declinaciones, el Gas de Altos Hornos aproximadamente constante y el GN con tendencia creciente. En conjunto, en 1984, representaron 6,1 por ciento del consumo final de productos energéticos.

7.16. En cuanto a la evolución sectorial del consumo de LE y Otros, que globalmente pasó de 1,55 106 a 1,95 106 Tep entre los años extremos del período analizado, el BE muestra que 28,2 por ciento del consumo de 1984 correspondió a la industria de Papel y Celulosa, 3,7 por ciento a la Azucarera y 68,1 por ciento al sector Comercial, Público y Residencial. En relación al consumo estimado para el año 1965 se observó la sustitución total de la LE y Otros en los subsectores Hierro y Cemento, y por otra parte un fuerte crecimiento en el subsector Papel y Celulosa, a la par que un estancamiento en el sector Comercial, Público y Residencial, lo que determinó una disminución de la participación de la LE en el consumo de este último sector.

7.17. El consumo de LE y Otros en el subsector Papel y Celulosa pasó de 0,26 106 t (1965) a 1,58 106 t (1984), manteniéndose en un orden de magnitud de alrededor de las 20 000 t en el subsector Industrias y Minas Varias. El consumo en el sector Comercial, Público y Residencial pasó de 3,9 106 t (1965) a 3,8 106 t (1984), con tendencia marcadamente decreciente hasta 1975 en que alcanzó un nivel de 3,2 106 t y una paulatina recuperación de los valores absolutos a partir de 1976, hasta alcanzar el volumen ya citado en 1984. Se observó una tendencia creciente en el consumo de LE y Otros en los Centros de Transformación para generación de EE, pasando de 28 000 t (1965) a 197 000 (1984).

7.18. El consumo total de LE, incluido el de ésta en los Centros de Transformación, totalizó en el año 1984 alrededor de 5,8 106 t y en el año 1965 aproximadamente 4,45 106 t, o sea que entre ambos años se registró 30,3 por ciento de aumento en el consumo. En la industria papelera es significativo el uso de LE como fuente en la generación de EE.

7.19. En 1965 se dieron a conocer los resultados de la revisión de las cifras de consumo de energía de la madera, destacando que las cifras sobre consumo final de LE y derivados dadas a conocer por CIPMA-PRIEN difieren de las estimadas por la CNE. Los resultados de ambas son los siguientes:

SECTORES

CONSUMO DE LE Y DERIVADOS

CNE (TEP/AÑO)

CIPMA-PRIEN (TEP/AÑO)

Residencial

1329000

1788000


· Rural

s/i

1119500


· Urbano

s/i

668500

Comercial y Público

s/i

88

Industrial

623400

721400


· Papel y Celulosa

551200

551200


· Industrias y Minas Varias

72200

170200

Centros de Transformación

68900

68900

TOTAL (TEP)

2.021.300

2.587.100

El consumo final de LE y derivados en el sector Residencial se basa en una encuesta (CNE) y en estudios específicos (CIPMA-PRIEN). La desagregación en rural y urbana fue posible a partir de la encuesta de la CNE. La falle principal de la encuesta fue la falta de unidades normalizadas para la medición del consumo de LE y derivados, pero no incide en la calidad de la información respecto al número de hogares consumidores de cada energético por uso. Según el estudio CNE, el consumo promedio de LE en el sector rural fue 3,64 t/hogar/año, pero los estudios de CIPMA-PRIEN evidencian que no hay en el medio rural consumos inferiores a 6 t/hogar/año, alcanzando incluso 13,54 t. No obstante ello, convencionalmente, tomaron como promedio 6 t.

7.20. El consumo en el sector Industrias y Minas Varias se determinó mediante encuestas realizadas por la Corporación Nacional Forestal (CONAF) e información adicional del INE. Las alzas de los precios del petróleo determinaron en los últimos años de la serie procesos de sustitución creciente de derivados de petróleo por fuentes de precios inferiores, tales como la LE y el CM. En 1984 la participación de los distintos energéticos en el consumo de energía final fue la siguiente:

SECTORES

PARTICIPACION (%)

CIPMA-PRIEN

CNE

LE y derivados

29,7

24,2

Derivados del petróleo

49,1

52,9

EE

11,1

12,0

Carbón y Coque

6,3

6,8

Gas

3,8

4,1

TOTAL

100,0

100,0

El 69 por ciento del consumo final de LE y derivados satisface necesidades de cocción, calefacción y calentamiento de agua (1,79 106 Tep), mientras el 37 por ciento del consumo final de petróleo y derivados (1,82 106 Tep) es usado por los automóviles y 24 empresas energointensivas.

7.21. En 1985 CIPMA-PRIEN informó sobre los resultados de la revisión de las cifras de recursos de energía de la madera. Destacó que la evaluación del potencial energético de los recursos forestales abarcó sólo la cantidad de recursos que se podría extraer anualmente para usos energéticos, considerando la factibilidad técnica y la conveniencia económica y social de su explotación y conversión en energía. Para ello, partieron de la revisión de los inventarios forestales y de información de apoyo concerniente al bosque nativo (incluyendo matorrales) y al bosque implantado. El informe destaca que las especies nativas son de fibra corta y su principal limitación está dada por el lento crecimiento y la heterogeneidad de los ejemplares, no admitiendo una explotación excesiva. El estudio estima que 83 por ciento de la superficie total en bosque nativo está concentrado en tres regiones australes, restringiendo severamente el acceso de sus productos a los principales centros consumidores que están localizados en la Región Central. Los bosques nativos susceptibles de explotación comercial cubren 7,6 106 ha. Su distribución por región es la siguiente:

REGION

SUPERFICIE (ha)

Bosque Nativo

Matorrales

I

4000

s/i

II a IV


s/i

Región Metropolitana

2700

113000

V


79400

VI

41200

179600

VII

96400

169600

VIII

401700

136200

IX

632900

88200

X

3552600

27200

XI

1686000

s/i

XII

1059000

s/i

TOTAL

7616500

793200

La superficie y composición de las plantaciones forestales son las siguientes:

ESPECIE

SUPERFICIE

(ha)

(%)

Pinus radiata

1022252

88,3

Eucaliptus

4556,3

4,0

Otras

86857

7,7

TOTAL (año 1985)

1135072

100,0

El 85 por ciento en las plantaciones de Pinus radiata está distribuido entre las regiones VII, VIII y IX, en el sur del país. El promedio de superficie plantada en los últimos seis años (1980-85) fue 73 650 ha, de ellas 88 por ciento con Pinus radiata. Este ritmo de plantación y la superficie afectada posibilitó estimar que la oferta de madera de Pinus radiata para el año 2 000 estaría en un orden de magnitud de 41 106 m³, volumen que es cuatro veces superior a la máxima demanda histórica de madera en el país (en 1980 fue de 9,3 106 m³).

7.22. La madera de pino, para uso energético Residencial, no es tan demandada como la de eucaliptus o la de especies nativas debido a su baja densidad y alto contenido resinoso, que produce una rápida combustión en las chimeneas y problemas de condensación de elementos químicos en los caños. El uso de salamandras y estufas de mejor tecnología obviaría estos problemas. Por otra parte, la madera de pino es usada con excelente resultado en calderas industriales, principalmente en forma de residuos de la explotación forestal y de desechos de la industria maderera. La madera de eucalyptus es más densa que la de pino, lo que le otorga mejores características como combustible.

7.23. Las estimaciones acerca de la generación de residuos forestales informan lo siguiente:

PROCESOS EN QUE SE GENERAN

TIPO DE RESIDUO

RESIDUOS DE PLANTACIONES (10³ t/año)

RESIDUOS DEL BOSQUE (10³ t/año)

TOTAL DE RESIDUOS (10³ t/año)

Total

No Usados

Total

No Usados

Total

No Usados

Explotación del bosque

· copas, tocones, trozas

605,7

296,5

460,1

s/i

1065,8

s/i

· remanentes



33,8


33,8

s/i

Aserrío

· corteza


17,8




17,8

· aserrín

1898,0

124,8

163,5

s/i

2061,5

s/i

· otros


331,0





Barracas

· despuntes, cantos, virutas

s/i

30,0

s/i

s/i

s/i

s/i

· aserrín

s/i

20,0

s/i

s/i

s/i

s/i

Pulpa y Papel

· lejía

s/i

100,0*

s/i

s/i

s/i

s/i

TOTAL RESIDUOS


2503,7

820,1*

657,4

s/i

3161,1

s/i

* 100,0 10³ m³/año, no computados en los 820,1 10³ m³/año.

Según otros expertos, la generación anual de estos desechos sería de 4 106 t, de las que se estarían utilizando alrededor de 1,0 106 t (febrero de 1985).

7.24. Las evaluaciones acerca del impacto del consumo de LE y derivados sobre los recursos forestales suministran la información siguiente:

SECTOR

CONSUMO TOTAL

CONSUMO POR ESPECIE

Residencial rural

3198

3038

-

160

Residencial urbano

1910

1719

-

191

Comercial y Público

25

-

-

25

Industrias y Minas

486

100

125

261

Papel y Celulosa

1574

-

1574

-

Centros de Transformación

197

-

197

-

TOTAL

7390

4 857

1896

637

Como puede inferirse, los bosques nativos estarían abasteciendo 2/3 del consumo de LE y derivados. Comparativamente, el consumo de madera en usos no energéticos, pero incluyendo la exportación, estuvo en un orden de magnitud de 6,7 106 t/año en los últimos cinco años del período analizado. Por otra parte, el bosque nativo estaría abasteciendo alrededor de 20 por ciento del consumo total de energía final. No se dispone de información que posibilite desagregar los citados resultados a nivel de región, lo que seguramente pondría de manifiesto situaciones muy graves de deforestación en algunas de ellas, especialmente en las Semi-Aridas y Centro.

7.25. En 1984, CIPMA informó sobre los resultados de una investigación efectuada en el sector rural de menores ingresos, abarcando una realidad que estimó en 1 millón de campesinos. El documento afirma que no existe una política energética gubernamental que incluya a este sector como beneficiario de la misma. Considera que los BE elaborados por la CNE subestiman fuertemente el consumo Residencial de LE por cuanto no tienen en cuenta, en toda su dimensión, los consumos campesinos.

El instrumento aplicado para la recolección de información fue la encuesta, mediante entrevistas en verano e invierno. La investigación incluyó dos sectores casi independientes entre sí desde el punto de vista energético: el doméstico y el productivo. El primero incluyó las casi insignificantes magnitudes de consumo en el sector Comercial y Público. La dependencia respecto a la Biomasa, como fuente de energía, del sector Doméstico es prácticamente absoluta siendo bajísima la presencia de otras fuentes para atender requerimientos de iluminación y TV, observándose la presencia de familias que iniciaron procesos de sustitución de consumos de LE por gas licuado en la cocción de alimentos.

7.26. Los resultados de la investigación muestran que el aporte combinado de LE + CV no es inferior a 97 por ciento en términos de energía final consumida. En segundo lugar aparece el GL con participaciones nunca superiores a 1,8 por ciento, seguido del KE con niveles inferiores a 1,7 por ciento y las Velas (0,5 por ciento). Lo dicho, en relación al consumo de LE, implicó:

1) un consumo anual por persona de 1,7 a 5,65 t.

2) del total consumido, 50 por ciento corresponde a cocción de alimentos, 30 por ciento a calefacción y 20 por ciento a calentamiento de agua.

3) el esfuerzo aplicado en la recolección implica desde 1,4 a 8 horas-persona por cada 100 kg de LE y el esfuerzo familiar anual de recolección exige desde 261 a 1.329 horas-persona/hogar.

4) las diferencias en los consumos de LE, principalmente, se explican por la mayor o menor disponibilidad del recurso. El 85 por ciento de los hogares tienen de 1 a 8 personas y el consumo es creciente con el tamaño del hogar, mientras que en los hogares de 9 a 14 personas el consumo tiende a estabilizarse. Los hogares de mayor tamaño obtienen mayores ingresos globales y tienden a sustituir la LE por GL.

5) los consumos de LE son del orden de magnitud máxima que registra la literatura para regiones rurales de similares características ecológicas. En una reciente investigación a 25 km de Santiago se midieron consumos medios de 14,2 t/hogar-año, de las que 32 por ciento se usaban en calefacción, con consumo medio de 70 kg/hogar-día en pleno invierno.

6) los consumos de energía final por hogar y por persona, en función del tamaño de los hogares, fueron los siguientes:

TAMAÑO DEL HOGAR

CONSUMO DE ENERGIA (Tep)* POR:

(N° PERSONAS)

HOGAR-AÑO

PERSONA-AÑO

1

1,58

1,58

2

2,74

1,37

3

3,03

1,01

4

3,96

0,99

5

4,05

0,81

6

4,20

0,70

7

4,13

0,59

8

5,12

0,64

9

3,87

0,43

10

5,30

0,53

11

4,29

0,39

12



13

3,51

0,27

14



HOGAR PROMEDIO



5,6

3,70

0,66

* 1 Tep = 3,1 t de LE

7.27. Según la OLADE la evolución de la Oferta Total y el Consumo Energético entre 1970 y 1986 tuvo el comportamiento siguiente:

1) la Oferta Total en términos de Energía primaria fue igual a 7,73 106 compuesta por 51,3 por ciento de petróleo, 7,7 por ciento GN, 17,5 por ciento CM, 4,8 por ciento hidroenergía y 18,7 por ciento LE. El 54,5 por ciento del PE fue importado, al igual que 14,1 por ciento del CM, o sea que 30,4 por ciento de la Oferta Total fue abastecida desde el exterior.

2) en la Oferta Total de energía secundaria no se registró CV.

3) la desagregación del Consumo Energético Total (7,58 106 Tep), por sector, informa las proporciones siguientes: 30,0 por ciento Transporte, 39,8 por ciento Industrial, 29,4 por ciento Residencial, Comercial y Público, 0,0 por ciento Agro-Pes-Min. En el sector Industrial la LE constituyó 7,5 por ciento del consumo total y en el sector Residencial, Comercial y Público 52,8 por ciento, siendo los únicos sectores en que se registraron consumos de esta fuente.

4) en los años posteriores a 1970 se observó una fuerte declinación de la producción nacional de PE y un correlativo incremento de las importaciones. Así, en 1975 la Oferta Total en términos de Energía Primaria fue 7,64 106 Tep, compuesta por 55,0 por ciento PE, 7,8 por ciento GN, 11,9 por ciento CM, 6,9 por ciento HE y 18,4 por ciento LE, observándose un fuerte incremento en la oferta HE, permaneciendo casi constante la oferta de LE en términos de energía.

5) el Consumo Energético en el año 1975 (7,64 106 Tep), fue ligeramente superior al estimado para el año 1970. La LE constituyó 11,8 por ciento del consumo Industrial y 48,2 por ciento del Residencial, Comercial y Público, con comportamiento inverso respecto al de 1970, es decir con aumento en la estructura del consumo Industrial y disminución en la del Residencial, Comercial y Público.

6) en 1980 se observó una cierta recuperación de la producción nacional de petróleo, no obstante lo cual las importaciones siguieron jugando un papel muy importante en el abastecimiento energético nacional, pero las contribuciones de la hidroenergía y la LE crecieron, no así el GN que disminuyó significativamente su producción. En este contexto, la Oferta Total de energía primaria fue de 9,5 106 Tep, o sea superior 22,9 por ciento en relación a 1970 y 24,3 por ciento a 1975. Esta oferta estuvo compuesta por 54,9 por ciento de PE (67,3 por ciento importado), 7,5 por ciento GN, 12,4 por ciento CM, 6,6 por ciento HE y 18,6 por ciento LE.

7) el consumo energético en 1980 (8,98 106 Tep), superior 17,8 por ciento al de 1970 y 17,5 por ciento al de 1975, se distribuyó por sector de consumo en las proporciones siguientes: 28,1 por ciento Transporte; 42,0 por ciento Industrial y 29,9 por ciento Residencial, Comercial y Público. Esta estructura reflejó la creciente importancia de la Industria y correlativamente del Transporte, ya que en términos absolutos el consumo del Residencial, Comercial y Público también creció. No se estimaron los consumos del sector Agro-Pes-Min. En el Industrial la participación de la LE aumentó a 16,8 por ciento y en el Residencial, Comercial y Público aumentó a 49,5 por ciento respecto al año 1975.

8) en 1985, con fluctuaciones, continuó el proceso de recuperación de la producción nacional de petróleo y correlativamente operó una disminución de la dependencia del petróleo importado, pero la producción de GN siguió decreciendo. Por el contrario, las correspondientes a hidroenergía y LE aumentaron continuamente. En este contexto, la Oferta Total de energía primaria fue de 9,0 106 Tep, inferior 5,5 por ciento a la de 1980 pero superior a la de los años 1981 a 1984. Esta oferta estuvo compuesta por 44,7 por ciento de PE (55,3 por ciento importado); 8,8 por ciento GN; 13,9 por ciento CM; 10 por ciento HE y 22,6 por ciento LE.

9) el Consumo Energético fue prácticamente igual al de 1980. Las estimaciones correspondientes al consumo del sector Agro-Pes-Min continuaron ausentes.

10) en 1990 la Oferta Total de energía primaria fue 14,38 106 Tep, 59,8 por ciento superior a la de 1985 y también 51,4 por ciento superior a la de 1980. Esta oferta estuvo compuesta por 44,6 por ciento PE (88,0 por ciento importado); 13,0 por ciento GN; 18,1 por ciento CM; 5,4 por ciento HE y 18,7 por ciento LE.

11) el Consumo Energético fue 10,95 106 Tep, superior 21,9 por ciento al estimado para 1980, se distribuyó por sector de consumo en las proporciones siguientes: 32 por ciento Transporte, 36,0 por ciento Industrial; 32,0 por ciento Residencial, Comercial y Público. No se registraron consumos en el sector Agro-Pes-Min.

7.28. La producción y consumo (en 10³ t) de LE, según la OLADE, evolucionó según las magnitudes siguientes:

AÑO

PRODUCCION

CONSUMO

CONSUMO

INDICE (1970=100)

Per cápita*

1970

4495

4457

100,0

0,469

1975

4370

4316

88,9

0,417

1980

5479

5367

102,8

0,482

1985

6299

6091

107,0

0,502

1990

8353

7863

127,3

0,597

BIBLIOGRAFIA

* DIAZ, Fernán - DEL VALLE, Alfredo - SAEZ, Juan Carlos - DIAZ, Alvaro. "Leña y Pobreza: Estudio exploratorio en siete Comunidades Rurales de Chile". Centro de Investigación y Planificación del Medio Ambiente. Chile, 1983. Español. 21 págs.

* COMISION NACIONAL DE ENERGIA. "Balance de Energía 1960-1978". Chile, 1978. Español.

* COMISION NACIONAL DE ENERGIA. "Balance de Energía 1963-1982". Chile, 1982. Español.

* COMISION NACIONAL DE ENERGIA. "Balance de Energía 1965-1984". Chile, 1984. Español.

* DIAZ, Fernán - DEL VALLE, Alfredo. "Fuentes y Usos de Energía en el Sector Rural Pobre de Chile: Síntesis de Ocho Estudios de Caso". Centro de Investigación y Planificación del Medio Ambiente. Chile, 1984. 37 págs.

* BARRIENTOS, Sergio - GIMECKE, Fernando. "El Sistema de Energía de Madera en Chile: Cuantificaciones Básicas". CIPMA/PRIEN. Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas. Universidad de Chile. Chile, 1985. Español.

* NACIONES UNIDAS. CONSEJO ECONOMICO Y SOCIAL/CEPAL. "Estudio Económico de América Latina y el Caribe". Chile, 1989.


Página precedente Inicìo de página Página siguiente