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18. Uruguay

18.1. 186 926 km2 es la superficie continental de la R. O. del Uruguay, habitada en 1990 por 3 094 000 de personas de las cuales 85,3 por ciento vivía en centros urbanos, estimándose que alrededor de la mitad de la población total estaba localizada en su capital, Montevideo.

18.2. Uruguay dispone de limitados recursos energéticos propios explotables comercialmente e importa la totalidad del PE que consume. En el largo plazo, la cuantificación de la sustitución de esta fuente primaria por HE es sumamente difícil en razón de la alta dependencia del régimen hidrológico de los ríos donde están emplazadas las presas, lo que exige mantener un respaldo térmico considerable.

18.3. Teniendo en cuenta lo anterior y la importancia de la LE en la oferta total de energía primaria, así como su característica predominante de energía "no comercial", en la elaboración de los Balances Energéticos (BE) se pone especial énfasis en la estimación de los consumos de esta fuente. Una porción menor del volumen físico de LE utilizado está integrado al mercado formal que abastece áreas urbanas y suburbanas.

18.4. La estimación de los consumos de LE en la elaboración de los BE correspondientes al periodo histórico 1965-1980 se realizó a partir de encuestas. Para ello se tuvo en cuenta el uso de esta fuente en la cocción de alimentos y la calefacción de viviendas en el sector Residencial en el interior del país, pero también en zonas de la ciudad de Montevideo; así como su uso en los sectores comercial e industrial. En consecuencia, el estudio sobre el consumo de LE se encaró considerando por separado:

- consumo residencial para la cocción de alimentos
- consumo residencial para calefacción de viviendas
- consumo en las pequeñas industrias y comercios
- consumo en las grandes industrias

determinando consumos per cápita en los dos primeros casos y consumos por unidad de materia prima o de producto terminado en los otros dos.

18.5. La encuesta permitió estimar el consumo promedio nacional que resultó ser 2,37 kg de LE por comida-día y 6,35 kg por persona-día, o sea prácticamente el doble del consumo registrado en otros países de la región. En el caso de Uruguay el alto consumo se explica tanto por encontrarse situado en zona templada que requiere calefacción durante 3 a 4 meses del año, incluyendo en los consumos citados la porción de LE destinada a satisfacer una necesidad distinta de la cocción de alimentos. Otra causa del mayor consumo de LE tiene como origen aspectos culturales, persistentes principalmente en el área rural, que implica el mantenimiento de fuego encendido fuera del horario de preparación de las comidas, para calentamiento de agua destinada a la preparación del "mate".

18.6. En las parrilladas, el consumo de LE por kg de carne resultó 3,29 kg y en pizzerías 10,94 kg por kg de harina. En las panaderías de Montevideo el consumo fue 0,489 kg de LE por kg de harina y en el interior del país 1,31 kg por kg de harina, lo que repercute sobre los consumos específicos por razones de economía de escala. Los consumos en hornos de ladrillo fue, en promedio, 8 000 kg de LE por cada 20 000 ladrillos.

18.7. La información utilizada en el análisis acerca de la evolución de la población consumidora de LE para cocción de alimentos, muestra que pasó de 320 000 habitantes (1965) a 289 300 (1980) o sea el 9,9 por ciento de la población total del país, y que el consumo total expresado en LE disminuyó de 741,9 a 670,5 miles de toneladas entre los años citados. Pero a lo largo del período comprendido entre ellos el consumo total de LE del conjunto de los sectores estuvo por arriba de 1 106 t/año, constituyendo entre el 20 por ciento (en 1965) y el 18 por ciento (en 1980) de la oferta total de energía primaria.

El consumo de LE en el sector residencial (cocción de alimentos y calefacción), sobre el consumo total de LE en el país, constituyó el 88 por ciento y el 78 por ciento respectivamente en los años extremos de la serie. La disminución fue atribuida al hecho de que parte de la población sustituyó parcial o totalmente el uso de esta fuente, tanto en la cocción de alimentos como en la calefacción de ambientes, por supergas, KE y EE; contrastando con el sostenido crecimiento de los consumos de LE en los sectores Industrial y Agropecuario sustituyendo consumos de derivados de petróleo, básicamente de FO. Este conjunto, industrial-agro, pasó de 5 por ciento a 15 por ciento en el consumo total de LE. Las caleras, panaderías y papeleras explican alrededor de 50 por ciento del consumo de LE en este conjunto. Durante el periodo analizado la industria realizó conversión de calderas para uso de LE.

18.8. Las estimaciones correspondientes al periodo analizado muestran que anualmente se explotaron alrededor de 7 500 ha de bosques con una producción promedio de 200 toneladas (t) de LE/ha, con bajo contenido de humedad. La superficie cubierta de bosques en 1980 se estimó en 120 000 ha de Eucaliptus y unas 600 000 ha de bosque natural, bajo aprovechamientos tanto para LE como para pulpa, madera aserrada y tableros. Se estimó que el turno de corte promedio estaba en el orden de 17 años.

En 1989 se determinó la existencia de 400 000 ha de bosque nativo y 130 000 ha de bosque implantado. La estimación se actualiza cada dos años mediante imágenes satelitarias.

18.9. Hacia el final del periodo se observó una tendencia al mayor uso de residuos, tales como cáscara de arroz y girasol.

18.10. En 1981, previo a la elaboración del BE 1981, se realizó un análisis de los resultados de la serie 1965-80 así como de la metodología utilizada. En éste se concluyó que el contenido de la encuesta aplicada al sector residencial no fue el adecuado, a la par que no había generado ningún elemento de control para los consumos declarados. La consecuencia de ello fue la aceptación de valores muy altos de consumo que sobredimensionaron el total, atenuando este efecto la reducción de 30 por ciento aplicado al consumo declarado, bajo el supuesto de que la LE consumida contenía un 30 por ciento de humedad.

Por otra parte, el análisis destacó que en la elaboración de la serie histórica se habla omitido la cuantificación de la LE en usos no energéticos, lo que implicó una subvaloración de la producción. Esto resultó de considerar que sólo se había tenido en cuenta el centro de trasformación carboneras, mientras que existían ya industrias con gasógenos que consumían alrededor de 2 182 t de LE. Esta omisión hizo que se considerara este volumen de LE como consumo final en el sector Industria, lo que no es correcto por cuanto no tiene en cuenta las pérdidas de transformación. Finalmente, este análisis señala que el poder calorífico inferior (PCI) adoptado, o sea 3 500 kcal/kg de LE, es alto y que los estudios de las distintas especies forestales Utilizadas establecen 2 700 kcal/kg.

18.11. En la elaboración del BE de 1981 se introdujeron las correcciones sugeridas por el análisis citado en el punto anterior, con la adecuación metodológica consiguiente, y se corrigieron errores observados en la serie histórica 1965-80. En el caso particular del consumo de LE se diseñaron las encuestas para el sector Residencial y se realizaron ajustes en la elaboración de la información correspondiente a consumos comerciales. A diferencia de la estratificación realizada para la aplicación de la encuesta de apoyo a la elaboración de la serie histórica 65/80, en 1981 los consumidores de LE se agruparon en:

- Residencial Rural, cocción de alimentos
- Residencial Urbano
- Comercial
- Industrial

18.12. Para la realización de la encuesta tendiente a determinar el consumo específico de LE por habitante-día, en el sector Residencial Rural se dividió al país en siete (7) zonas. Los consumos medios resultantes por habitante-año en kg de LE fueron desde 296 a 2 013 kg por habitante-año, según zona. El consumo total resultó de 647 000 t-año, de las cuales 45 290 fueron usadas en calefacción de ambiente. Del total, 45 por ciento correspondió a extracciones en el bosque natural y el resto en plantaciones de especies exóticas. Por otra parte, el consumo Residencial en Ciudades del Interior se estimó en 501 416 t; 73 por ciento usadas en calefacción y 27 por ciento en cocción de alimentos (fundamentalmente en parrillada), mientras que el consumo Residencial en Montevideo se estimó en 110 000 t; 71 por ciento en calefacción y 29 por ciento en cocción (parrillada). El consumo total de carbón vegetal (CV) en el sector Residencial se estimó en 353 t.

18.13. La determinación del consumo en el sector Comercial incluyó Restaurantes, Pizzerías, Panaderías y Hornos de Ladrillos, estimándose los respectivos consumos en 9 990 t, 11 629 t, 77 900 t (37,9 por ciento en Montevideo y el resto en el Interior) y 31 400 t, o sea un total para el sector de 130 919 t.

18.14. En lo que respecta al consumo de LE en el sector Industrial, por la Gran Industria, se encuestaron sesenta (60) empresas seleccionadas en la lista suministrada por el Grupo de Racionalización de la Energía Industrial, abarcando tanto las que efectivamente consumen LE como las que potencialmente pueden sustituir sus consumos de FO por LE. La encuesta indagó acerca del tipo de uso (quema directa, gasógeno, carbón de LE) y de la intención de uso de la LE como energético en caso de no estar siendo utilizada. Los resultados posibilitaron estimar los consumos siguientes según tipo de uso:

- 268 255 t-año por quema directa en industrias procesadores de alimentos, embotelladoras de bebidas, ladrilleras, madereras, aceiteras, arroceras, caleras, papeleras, tabacaleras, curtiembres, azucareras y fábricas de jabones.

- 44 919 t-año por gasificación en industrias cerámicas, madereras, gas carbónico y otras.

- 8 792 t-año por carbonización en industrias de carburo y embotelladora de bebidas.

De donde resulta un consumo total de 321 966 t-año en el sector.

18.15. Por consiguiente el consumo energético total de LE en el año 1981 fue estimado en 1 716 650 t. En 1981 no operaban en el país centros de transformación tales como Biogás, Alto Horno, Destilerías de alcohol, entre otros.

18.16. En el BE de 1982 se aplicó la misma metodología de 1981. En el caso de los consumos residenciales de LE las cifras corresponden a un ajuste de las del año anterior sobre la base de indicadores. Se estimó que el consumo en 1982 fue de 1 610 000 t de LE: sector Residencial 1 260 000 t (51,3 por ciento en la zona rural, 39,8 por ciento en urbano del interior y 8,9 por ciento en urbano Montevideo); sector Comercial 155 000 t; industrias en "quema directa" 169 000 t; industrias por "gasificación" 21 000 t e industrias de "carbonización" 6 000 t. Como puede inferirse, 78 por ciento del total de consumo de LE correspondió al sector Residencial.

18.17. La estimación sobre consumo energético de otros Combustibles Vegetales y Animales mostró un uso equivalente a 45 258 Tep; 11,8 por ciento de cáscara de girasol, 20,4 por ciento de cáscara de arroz y 67,8 por ciento de bagazo, en el sector Industrial-Agrícola.

18.18. En 1985 se realizó en Montevideo una encuesta complementaria de otra efectuada a fines de 1983, tendiente a determinar las estructuras del equipamiento por uso en el sector Residencial, a nivel tanto de las fuentes que en esos momentos estaban siendo usadas como de las que fueron usadas cinco años antes. El equipamiento fue evaluado en relación con el ingreso monetario del hogar, el número de personas que lo componía y, en el caso de la calefacción, el tipo y tamaño de las viviendas. Los resultados de la encuesta posibilitaron estimar los volúmenes de LE consumidos en 1985 en usos energéticos resultando, en términos de LE oreada, los valores siguientes:

SECTOR

CONSUMO AÑO 1985

(%)

(en t)(1)

(en 103 Tep)

Residencial rural

647000

174,7

34,7

Residencial urbano:

. Ciudades del interior

536574

144,9

28,8

. Montevideo

128622

34,7

6,9

Parrilladas

11357

3,0

0,6

Industrias

538019

145,3

28,9

Servicios

2890

0,8

0,1

TOTAL

1864462

503,4

100,0

(1) Poder calorífico inferior, PCI, 2.700 kcal/kg.

A su vez, el consumo de LE en la industria (538 019 t) se desagregó en las proporciones siguientes:

- QUEMA DIRECTA

RAMA INDUSTRIAL

CONSUMO

ESTABLECIMIENTOS

CONSUMO TOTAL

(103 t)

(%)

(Cantidad)

(%)

Alimentos

88,3

20,0

35


Panaderías

81,5

18,4

1230


Bebidas

28,8

6,5

5


Tabaco

18,8

4,2

2


Textiles

37,8

8,6

9


Curtiembre

17,1

3,9

4


Madera

3,6

0,8

3


Papel

72,2

16,3

4


Químicas

2,0

0,4

1


Jabones y Cosmética

10,8

2,4

3


Cerámica y Calera

44,1

10,0

10


Hornos de Ladrillo

31,4

7,1



Máquinas y Suministros Eléctricos

1,4

0,3

1


Otras

4.3

1,0

7


SUBTOTAL

442,1

100,0


82,2

- GASIFICACION

RAMA INDUSTRIAL

CONSUMO

ESTABLECIMIENTOS

CONSUMO TOTAL

(103 t)

(%)

(Cantidad)

(%)

Alimentos

54,6

67,5

7


Químicas

3,8

4,7

1


Cerámicas y Caleras

22,4

27,8

1


SUBTOTAL

80,8

100,0

15,0


- CARBONIZACION

RAMA INDUSTRIAL

CONSUMO

ESTABLECIMIENTO

CONSUMO TOTAL

(103 t)

(%)

(Cantidad)

(%)

Alimentos

3,8

25,1

1


Carboneras

11,3

74,9



SUBTOTAL

15,1

100,0


2,8

TOTAL

538,0

100,0


100,0

18.19. En 1988 se realizó otra encuesta en el sector Residencial para determinar consumo y uso de la Energía. Sus resultados fueron utilizados en el BE de ese año, publicado el 10/10/90. Este BE, en relación a los tres años inmediatos anteriores, muestra una disminución de la participación de la LE en el consumo final energético atribuyéndose este hecho al ajuste posibilitado por la encuesta citada que, a la vez, implicó la corrección del consumo de GL. La LE, en consecuencia, de una participación de 29,1 por ciento (promedio 1985/87) cayó a 26,3 por ciento y los RB mantuvieron su participación de 2,8 por ciento.

En el consumo energético final por sector la participación del Residencial respecto al total disminuyó levemente (2,7 por ciento) si se compara con la del año 1987 y un poco más (3,8 por ciento) en relación a la de los años 1985 y 1986. En cambio, continuaron creciendo suavemente las participaciones de los sectores Industrial y Transporte.

Analizando el consumo energético final por fuente, en los dos sectores consumidores de LE se percibe con claridad lo dicho al comienzo de este punto, o sea la disminución del consumo de esta fuente en el Residencial, alcanzando el nivel más bajo de participación, e inferior al promedio del último quinquenio (50,1 por ciento) en un 13,2 por ciento. Por el contrario, el GL aumentó su participación respecto al promedio del mismo quinquenio en Un 34,3 por ciento, sucediendo lo mismo con la EE que aumentó un 16,9 por ciento. El KE continuó su tendencia fuertemente decreciente, mostrando su participación una disminución de 39,1 por ciento en relación al promedio del decenio anterior.

En el sector Industria la situación fue diferente. En efecto, la participación de la LE + CV respecto al consumo energético final aumentó 18,3 por ciento en relación al promedio del quinquenio inmediato anterior y 58,2 por ciento respecto al decenio anterior (1978-1987). Los Residuos Vegetales, luego de un largo período de crecimiento de participación en la satisfacción de los consumos energéticos del sector, se estancaron en un orden de magnitud entre 9 y 10 por ciento. La participación del KE continuó su aproximación a O, disminuyendo también fuertemente la de FO. Esta, en relación al último quinquenio, disminuyó 14,8 por ciento y respecto al decenio ya citado 32,1 por ciento, por un manifiesto proceso de sustitución de derivados del PE por LE+CV+RB. En cambio, como sucedió en el sector Residencial, continuó en el Industrial la tendencia creciente de la participación de la EE; 6 por ciento en relación al quinquenio anterior y 19,2 por ciento respecto al decenio citado.

En el sector Agro y Pesca no se registraron consumos energéticos de LE, CV y RB, lo que puede ser resultado de la poca importancia que se presta a éste en cuanto a consumidor de energía (alrededor de 7,6 por ciento como promedio del periodo 1979-88, con variaciones de escasa significación sobre el total).

18.20. El mismo BE de 1988 muestra a nivel de "Oferta Bruta de Fuentes de Energía Primaria" una participación decreciente del PE respecto a la Oferta Bruta Total: la de 1988 fue 7,4 por ciento inferior a la del promedio del decenio inmediato anterior. La HE es la fuente de mayor crecimiento a lo largo del periodo 1965-88, presentando su oferta fluctuaciones de diversa magnitud por lo ya explicado en el punto 18.2, teniendo como principal implicancia las variaciones, de signo contrario, de la oferta de PE. En el último sexenio la participación de la HE en la oferta bruta total de energía primaria fluctuó entre 25,3 por ciento (1988) y 41,7 por ciento (1984) como valores extremos y la de PE entre 37,5 por ciento (1986) y 51,3 por ciento (1988).

La oferta bruta de LE aumentó 19,9 por ciento su participación en relación a la del promedio del quinquenio 1983-1987 y 9 por ciento respecto a la oferta de 1987, con tendencia creciente bien definida. La oferta de RB es suavemente creciente pero de escasa significación, aproximando su participación al 3 por ciento.

18.21. La LE se usa en la generación de EE desde 1983, pero su participación en la generación total carece de significación aproximándose a 1 por ciento. Lo mismo sucede con los RB, y aunque su uso data de 1965, su participación en la generación total de EE se mantiene prácticamente constante, en Un orden de magnitud de alrededor de 1 por ciento. La HE (en años de normal régimen hidrológico su participación en la generación está en el orden de 90 por ciento) y el FO (con variaciones que dependen del régimen hidrológico) son los insumos casi excluyentes en la generación de EE.

18.22. La estimación sobre consumo energético de otros combustibles vegetales y animales (RB) muestra un uso equivalente a 51,4 103 Tep, o sea un aumento de 13,5 por ciento respecto a 1982, que ratifica lo ya dicho respecto al mantenimiento de su participación histórica de muy escasa significación. Los RB, como se dijo, son usados en la generación de EE y en el sector Industrial, exclusivamente.

18.23. En cuanto al Consumo Energético Final por Rama Industrial, desagregadas las fuentes LE y RB, la evolución fue la siguiente (véase cuadro en página siguiente):

CONSUMO FINAL ENERGETICO POR RAMA INDUSTRIAL

RAMA INDUSTRIAL

1986

1986

1987

1988

LE

RB

TOTAL

LE

RB

TOTAL

LE

RB

TOTAL

LE

RB

TOTAL

Alimentos

59,7

38,1

156,6

57,3

41,3

151,8

70,6

37,1

154,5

71,9

36,6

156,9

Bebidas/Tabaco

12,9


26,0

18,3


32,9

14,5


26,1

11,1


24,1

Textiles/Vestimenta

10,1


39,8

10,4


47,8

27,0


62,9

27,3


62,0

Cuero

4,7


10,8

8,7


15,2

9,0


13,8

8,6


13,8

Madera

1,0


1,4

0,8


1,2

3,0


3,5

1,4


1,9

Papel

15,8

5,9

32,7

26,4

9,7

46,7

21,2

10,6

42,5

26,2

10,2

47,7

Prod. Caucho

-

-

8,0

-

-

10,1

-

-

10,7

-

-

11,2

Química

4,5


20,9

6,2


24,7

3,6


21,5

3,5


19,6

Minerales No Metálicos

26,5

2,2

85,1

41,6

3,1

108,4

32,0

3,9

114,2

32,7

4,7

108,7

Metálicos/Fabric.

0,4


15,5

2,0


18,0

0,1


16,2



15,1

Editoriales



0,6



0,6



0,7



0,7

Resto Industrial

0,7


1,0

1,7


2,2

2,2


2,8

0,1


0,5

No Identif.

0,1


63,5

0,2


75,0

0,0

0,3

81,8

-0,7


93,0

CONSUMO FINAL ENERGETICO

136,6

46,2

461,9

173,6

54,1

534,6

183,2

51,9

551,1

182,1

51,4

555,1

% SOBRE TOTAL

29,6

10,0

100,0

32,5

10,1

100 0

33,2

9,4

100,0

32,8

9,3

100,0

FUENTE: Elaboración para este estudio a partir del Balance Energético Nacional 1988. (Dirección Nacional de Energía, Ministerio de Industria y Energía. R. O. del Uruguay, 1990).

- en el consumo energético final la LE y los RB satisfacieron alrededor de 42 por ciento de los requerimientos en los cuatro años para los cuales se dispone de información (1985 a 1988). En el total LE + RB, la LE constituyó alrededor de 77 por ciento, con tendencia a incrementar su participación.

- las ramas Alimentos, Bebidas/Tabaco, Textiles/Vestimenta, Papel, Química y Minerales no Metálicos absorbieron alrededor de 3/4 partes del consumo energético final industrial, predominando Alimentos con un orden de magnitud de 30 por ciento sobre el total.

- se observa un fuente crecimiento en el consumo de la rama Textil/Vestimenta; 55,8 por ciento entre 1985 y 1988, sucediendo lo mismo con la de Papel; (45,9 por ciento) y la de Minerales no Metálicos (27,7 por ciento).

- se observó una tendencia definida hacia una mayor utilización de LE, principalmente en la de Textiles/Vestimenta que pasó de 25,4 por ciento a 44 por ciento sobre el consumo final de la rama; en la de Alimentos pasó de 38,1 por ciento a 45,8 por ciento; en la de Papel, de 48,3 por ciento a 54,9 por ciento; observándose una ligera disminución en el caso de la rama de Bebidas/Tabaco que pasó de 49,6 por ciento a 46 por ciento y menor aún en el caso de Minerales no Metálicos, pudiéndose inferir pequeñas sustituciones por GL, básicamente.

- el uso de RB como energético se observa principalmente en la rama Alimentos; (aproximadamente entre 70 y 85 por ciento del consumo total de RB), siguiendo en orden de importancia el consumo de la rama Papel y luego de los Minerales no Metálicos, siendo las únicas en las cuales se registran consumos de este energético. Como el consumo de éstos depende en alto grado de su localización, se puede inferir las posibilidades de penetración de esta fuente en la rama Madera, siendo difícil prever penetración en el resto si no median procesos de innovación tecnológica en la preparación de los RB para posibilitar su transporte, comercialización, etc.

18.24. Alrededor del 90 por ciento de la madera extraída de los bosques es usada como energético y el 10 por ciento restante en las industrias de la madera y el papel. Como puede inferirse de los puntos anteriores, las estimaciones de los volúmenes físicos de madera usada como energético fueron modificando las series retrospectivas, pero siempre mostraron subvaluaciones en las cuantificaciones precedentes. La última serie consolidada en 1988 muestra la evolución siguiente:

AÑO

CONSUMO

OFERTA TOTAL

(103 t)

(t/hab)

1970

1365

0,487

1975

1442

0,513

1980

1572

0,542

1981

1704

0,586

1982

1557

0,540

1983

1606

0,548

1984

1699

0,579

1985

1830

0,620

1986

1966

0,667

1987

2011

0,676

1988

1804

0,606

Como puede observarse, se manifiesta una tendencia definidamente creciente no obstante la disminución de consumo en el sector Residencial, que es contrarrestada por el incremento en el sector Industrial por el proceso de sustitución de FO por LE a partir del aumento de los precios del petróleo en 1973.

18.25. En calorías útiles, un (1) litro de FO equivale a 3,965 kg de LE seca, debiendo agregarse un 25 por ciento en razón de los costos de manipulación y financieros que implica el uso de LE (en 1986), por lo que la relación FO:kg LE pasa a ser 1:5. En consecuencia, mientras cinco (5) kg de LE cuesten menos que un (1) litro de FO resultará más conveniente el uso de LE en calderas industriales, lo que en el caso del Uruguay se cumple con una relación aún más amplia. Además, se da el hecho de la disponibilidad de una tecnología de bajo costo para la transformación de calderas de FO a LE, con posibilidad de reconversión inversa en caso necesario. Estas condiciones determinaron que entre 1979 y 1986 se pasara de una capacidad instalada de cuatro (4) calderas a LE a cientodoce (112).

18.26. La totalidad de LE usada como fuente de energía en el sector Industrial (panaderías y hornos de ladrillos) proviene de montes implantados, mientras que 50 por ciento de la usada en el sector Residencial urbano es de monte nativo. En el Residencial rural las proporciones son 38 por ciento de monte nativo y 62 por ciento de implantados. De las 1,73 106 t consumidas en 1984, 544 000 t fueron extraídas del monte nativo. La industria consumió leña del bosque implantado, ya que la del monte nativo deja un residuo vitrificado de difícil limpieza.

18.27. Del volumen total de la LE consumida, la porción mayor se usa por "quema directa", pero en el sector Industrial se usa mediante "gasificación" y "carbonización". En el sector Agrícola se usa en motores estacionarios para riego (arroz, caña de azúcar, horticultura).

18.28. Teniendo en cuenta la importancia que reviste la LE en la estrategia energética del Uruguay, debe alertarse que los recursos forestales disponibles son escasos. Estudiosos nacionales lo califican como "País sin árboles": sólo de 3 por ciento a 4,2 por ciento de su superficie está ocupada por formaciones forestales y, de estos totales, sólo 0,78 por ciento y 0,69 por ciento, respectivamente, corresponde a bosques implantados como cortinas rompevientos, o para fijación de dunas costeras, o para sombra de los animales en las explotaciones pecuarias. El 63 por ciento de la superficie plantada con pinos es para fijación de dunas y el resto para aprovechamientos industriales.

La distribución de los bosques de eucaliptos es la siguiente: 32,3 por ciento en la Región Oeste; 28,5 por ciento en la Sur; 22,3 por ciento en la Centro Norte y 16,9 por ciento en la Noreste. El relevamiento PNUD/DNE realizado en 1987 estimó una existencia de 230 m3/ha en las plantaciones de eucaliptos, equivalentes a 230 t de madera verde o 138 t de madera seca (30 por ciento Hbh) y una superficie total plantada con esta especie de 103 160 ha, resultando una oferta superior equivalente a unas 23 934 ha en relación al consumo de 1986, pero mal distribuida territorialmente por cuanto la demanda se encuentra concentrada en el sur (concentración industrial).

18.29. La comercialización de la LE se realiza por los canales siguientes:

- Abastecimiento a Industrias

. la empresa compra el bosque en pie y prepara su propia LE.

. el propietario del bosque extrae LE y vende

* en forma directa
* por medio de comisionista

. el empresario-contratista adquiere el bosque en pie, extrae LE, la transporta y vende puesta en la planta industrial

. el intermediario adquiere la LE ya preparada, la transporta y vende puesta en la planta industrial. Los intermediarios pueden ser:

* comerciantes establecidos (barracas de LE)
* transportistas-propietarios de camiones.

- Abastecimiento a Panaderías, Pizzerías, Restaurantes

. actúan los actores citados en los tres últimos puntos del abastecimiento a Industrias.

- Abastecimiento a Consumidor Residencial Urbano

. venta al por mayor (por tonelada)

* empresario-contratista
* intermediario

. venta al por menor (por kg o unidad)

* en barraca de LE (con distribución a domicilio).

18.30. Por su importancia, cabe destacar que por cada ha de bosque aprovechado quedan de 23 a 51 t en el caso de eucaliptos y de 4 a 17 t en el de pinos, pero razones de tipo económico y ecológico aconsejan el no uso de estos residuos. Sí, en cambio, debe intensificarse el uso de los residuos del aserrado y de otras industrias de la madera.

Estudios recientes (FAROPPA, Carlos, DE/MIE, 1989) demuestran que los residuos de aserraderos constituyen 49 por ciento del volumen total de la madera procesada. De este total, 9 por ciento es aserrín y 40 por ciento residuos (costaneros, canteado y despuntes). El aprovechamiento de éstos se puede realizar en forma de partículas o de briquetas. Actualmente, cinco industrias usan partículas en sus generadores.

18.31. En el Uruguay hay alrededor de 40 gasógenos en operación, siendo la casi totalidad de origen nacional. Los gasógenos de fabricación nacional usan rolos y los importados chips de eucaliptos. La fabricación de calderas para uso de LE prácticamente ha sustituido a las de FO. Las pocas que se producen de estas últimas, tienen como destino el uso en hospitales o en pequeñas industrias sin funcionamiento continuo, o con dificultades o restricciones para almacenamiento y manipulación de LE.

18.32. En diciembre de 1968 se aprobó la Ley Forestal N° 13.723 que se aplicó efectivamente entre 1974 y 1979 por el incentivo impositivo, que implicó un aumento de 20 000 ha forestadas. En sus objetivos la Ley se proponía "aumentar la producción de materia prima industrial" y de "leña y carbón con los residuos", predominando en ella el uso industrial de la madera.

18.33. El proceso de sustitución de FO por LE, que implicó un ahorro de unos dólares EE.UU. 163 millones en las importaciones de PE entre los años 1977 y 1987, generó un tratamiento diferente del recurso. En diciembre de 1987 se promulgó una nueva Ley Forestal, la N° 15.939, entre cuyos objetivos se destacan:

. la prohibición de la corta no controlada del monte nativo

. la creación de un Fondo Forestal para financiar el programa de forestación del sector privado (equivalente al costo de 10 000 ha).

El Decreto N° 452 del 14 de julio de 1988 determinó como especies de interés para el desarrollo forestal al Pinus elliottii, P. taeda y P. pinaster, Eucaliptus grandis, E. saligna, E. globulus y E. maidenii, Populus deltoides, Alamo híbrido 63/51, Salix alta var. coerulea y los sauces híbridos argentinos 131-25 y 131-27. Además, existen una serie de estímulos (exoneraciones impositivas, subsidios, créditos) para la promoción de actividades forestales en los suelos explicitados en el citado Decreto, en su art. 2°. En el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca funciona una oficina (CONEAT) que proporciona los "croquis" de padrones rurales identificando tales suelos.

La Circular N° 3429 del 26 de octubre de 1989 autoriza el otorgamiento de créditos para la financiación de viveros que produzcan más de 200 mil plantines/año y menos de 700 mil, restringidos a las especies citadas en el Decreto N° 452 mencionado anteriormente. Además se estableció una nueva línea de crédito forestal en el marco del Proyecto de Desarrollo Agropecuario del Banco Mundial. Las solicitudes deben contar con la aprobación de la Dirección Forestal conforme lo establecido en la Ley N° 15.939 ya citada.

El Decreto N° 931 del 30 de diciembre de 1988 establece el "reintegro parcial del costo de forestación". Los titulares de explotaciones forestales contribuyentes del Impuesto a las Rentas Agropecuarias o del Impuesto a las Rentas de Industria y Comercio percibirán por ha y única vez un subsidio equivalente al 20 por ciento del costo de forestación Los titulares no contribuyentes en los citados impuestos percibirán un subsidio por un monto equivalente al 50 por ciento del costo de forestación. Los montos a pagar se reajustan de acuerdo al IPC.

18.34. En síntesis, la nueva legislación que involucra al sector Forestal está integrada, principalmente, por:

. LEY FORESTAL N° 15.939 del 28/12/1987

. PREVENCION DE INCENDIOS, Decreto N° 111 del 14/03/1989

. REGISTRO DE PRENDA DE BOSQUES, Decreto N° 451 del 6/07/88

. DECLARACION DE TERRENOS FORESTALES, CALIFICACION DE BOSQUES, PATRIMONIO FORESTAL DEL ESTADO, Decreto N° 452 del 6/07/1988

. COMBATE DE INCENDIOS FORESTALES, Decreto N° 849 del 14/12/1988

. SUBSIDIO PARA LA IMPLANTACION DE BOSQUES, Decreto N° 931 del 30/12/1988.

. BENEFICIOS TRIBUTARIOS A LOS MONTES DE PROTECCION Y RENDIMIENTO? Decreto N° 247 del 24/05/1989

. EXONERACION REFERIDA A LA IMPORTACION DE MAQUINARIA E INSUMOS DESTINADOS A PRODUCCION Y ELABORACION DE MADERA NACIONAL, Decreto N° 457 del 27/09/1990

. REGISTRO Y DISPOSICIONES REFERENTES A TRANSPORTE DE PRODUCTOS FORESTALES, Decreto N° 23 del 23/01/1990.

18.35. Como resultado del Proyecto "Asistencia Preparatoria en Fuentes Alternas de Energía", iniciado en 1986, Uruguay dispone de:

. un relevamiento de las áreas forestadas y estimaciones del volumen de madera disponible en los bosques implantados.

. un diagnóstico de la situación del mercado de la madera, en cuanto LE.

. una evaluación de la factibilidad de implantación de bosques de rápido crecimiento y alto rendimiento para usos múltiples.

18.36. USINAS Y TRANSMISIONES ELECTRICAS del URUGUAY (UTE) proyecta instalar una Usina Dendroenergética que implicaría la disponibilidad de unas 30 000 ha de bosques para su abastecimiento. La Agencia Sueca para la Cooperación Técnica y Económica realizó el estudio, previéndose que las obras finalicen hacia 1996 y 1998.

18.37. Complementariamente a lo ya expuesto sobre la utilización de la madera como energético, se agrega que la encuesta de aserraderos efectuada en 1987 registró unos 320 establecimientos que consumen anualmente alrededor de 320 mil toneladas de madera (materia prima).

18.38. Otra muestra de la importancia que se asigna al tema de la LE la configura la investigación que sobre Agroenergía desarrollan la Dirección de Programación y Política Agropecuaria en forma conjunta con la Dirección Forestal y el Centro de Investigaciones Agropecuarias "ALBERTO BOERGER", tendiente a:

. promover la sustitución de derivados del PE en el sector agropecuario por fuentes renovables de energía obtenidas en el mismo sector

. promover la economía de combustibles derivados del PE en el sector agropecuario a través de un uso más eficiente de los mismos

. regular la oferta de Biomasa con fines energéticos de acuerdo a las demandas planteadas por el conjunto de la economía.

En el mismo sentido, se destaca la encuesta anual aplicada por la Dirección Nacional de Energía a la totalidad de las industrias consumidoras de LE o CV, por cuanto se considera que la madera es prácticamente la única alternativa viable para sustitución del FO en el sector Industrial.

18.39. Los consumos de CV y de BZ son de escasa significación, como puede observarse en el Cuadro siguiente (en 103 Tep), comparativamente con el consumo de LE (en 103 Tep) 47

47 OLADE, SIEE, 1992.

AÑO

LE

CV

BZ

PRODUCCION

CONSUMO

PRODUCCION

CONSUMO

PRODUCCION

CONSUMO

1970

0,69

0,0

13,18

9,58

369,02

368,60

1975

0,69

0,0

21,23

17,49

391,50

389,28

1980

1,53

0,0

25,40

21,65

426,66

424,39

1985

2,22

1,53

29,84

25,26

503,22

494,06

1990

3,05

2,226

41,63

37,61

542,54

471,16

18.40. Según el SIEE de 1992, en la Oferta Total de Energía Primaria del año 1990 se observa una faene disminución de PE a la par de un sustancial incremento de la HE y un aumento de la LE, como se destaca en el Cuadro siguiente (en 103 Tep y en por ciento):

FUENTES

1970

1980

1990

(103 Tep)

(%)

(103 Tep)

(%)

(103 Tep)

(%)

PE

1843,4

77,3

1916,0

70,5

1281,9

50,8

HE

131,6

5,5

335,8

12,4

695,5

27,6

CM

18,2

0,8

2,8

0,1

0

0

LE

369,0

15,5

426,6

15,7

482,5

19,1

BZ

13,2

0,6

25,4

0,9

41,6

1,7

RB

8,0

0,3

11,5

0,4

21,8

0,9

TOTAL

2383,4

100,0

2718,1

100,0

2524,3

100,0

Desde el punto de vista ambiental se observa una positiva modificación de la matriz energética.

18.41. El consumo energético final en el año 1990 resultó superior en un 4,8 por ciento respecto al del año 1970. La estructura del consumo, según sector, fue la siguiente:

SECTORES

1970

1980

1990

(%)

(%)

(%)

Transporte

28,7

27,5

25,8

Industria

27,6

32,0

28,9

Residencial

34,3

31,5

31,9

Comercial, Público y Servicios

4,9

*

5,9

Agro-Pes-Min

4,4

8.4

7,2

Construcción y Otros

0,1

0,6

0,3

TOTAL

100,0

100,0

100,0

TOTAL (103 Tep)

1783,2

1926,3

1869,2

* No desagregado en el SIEE, 1992.

En el sector Industria, la LE satisfizo en 1990 el 30,8 por ciento del consumo energético total y el BZ + CV + RB el 10,9 por ciento, mientras que en el sector Residencial la LE cubrió el 50,5 por ciento de los requerimientos totales, careciendo de significación el consumo de CV. La participación de los bioenergéticos en el consumo energético final del sector Industria implicó una sustancial modificación en relación al año 1970 (LE+BZ+RV= 10,9 por ciento) por el proceso de sustitución de FO.

BIBLIOGRAFIA

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