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19. Venezuela

19.1. Su extensión territorial abarca 898 050 km2 con una población estimada en 19,7 106 habitantes, para el año 1990, de los cuales 79,4 por ciento vivían en el medio urbano, siendo uno de los países de la región con mayor proporción de población en este medio. La población urbana en el año 1970 fue 71,8 por ciento de la total, lo que implica que el proceso de crecimiento de la población en este medio se realizó a una tasa anual acumulativa 3,5 por ciento, o sea superior en aproximadamente 16,7 por ciento a la de crecimiento de la población total del país durante el lapso analizado (1970-1990) 48.

48 OLADE, SIEE, serie 1970-1990, ya citado.

19.2. En 1990 la PEA abarcó 33,2 por ciento de la población total y en el año 1970 29,0 por ciento, expresando un relativo envejecimiento de la población como sucedió en la casi totalidad de los países de la región. En 1980 la PEA en actividades propias de la agricultura constituyó 16,1 por ciento de la PEA total, o sea una de las proporciones más bajas entre los países incluidos en el estudio, lo que implicó en términos absolutos una disminución de 1,73 por ciento respecto a la magnitud de esta PEA en el año 1970. Al igual que en casi la totalidad de los países de la región la subocupación de la mano de obra en la agricultura es de alta significación.

19.3. Entre 1970 y 1980 la PEA ocupada en la Industria, respecto a la PEA total, pasó de 24,8 por ciento a 28,4 por ciento, lo que en términos absolutos significó alrededor de 81,7 por ciento más de ocupación, crecimiento que resultó muy superior al demográfico en ese lapso que fue de 3,22 por ciento anual acumulativo, mientras el de ocupación en el citado sector se realizó a una de tasa 5,58 por ciento anual acumulativo. Cabe destacar que en el período 1971-1980 el Valor Agregado (VA) del sector creció a una tasa promedio anual de 5,2 por ciento y en el lapso 1981-1989 al 3,0 por ciento, mientras el VA del sector Agropecuario lo hizo a tasas de 3,0 por ciento y de 2,4 por ciento, respectivamente en los años de los lapsos citados. Debe señalarse que los años 80 fueron de alta inestabilidad económica, determinada por las fluctuaciones de los ingresos petroleros 49.

49 BID. Progreso Económico y Social en América Latina. Informe 1990. Washington, D.C., octubre de 1990.

19.4. También entre 1970 y 1980 la PEA ocupada en actividades de Servicios aumentó su participación en la PEA total pasando de 49,2 por ciento a 55,5 por ciento, lo que implicó un aumento en términos absolutos de aproximadamente 79 por ciento respecto a la población ocupada en este sector en 1970, creciendo por lo tanto a una tasa anual acumulativa de 5,44 por ciento. En términos absolutos, al igual que en la mayoría de los países de la región, este sector se constituyó en el mayor generador de empleo sin que ello implicara una respuesta a la demanda efectiva y sí, en cambio, una política frente a la desocupación. La tasa de desempleo urbano creció constantemente hasta 1985, año en que se registra el pico de desocupación (14,3 por ciento), a partir del cual declinó suavemente registrándose en 1990 10,6 por ciento.

19.5. Según la OLADE 50 la extracción y el consumo de LE, así como la producción y consumo de CV (en 103 Tep) evolucionaron de la manera siguiente:

50 OLADE, SIEE, serie 1970-1990.

AÑO

LE

CV

Producción

Consumo

Producción

Consumo

1970

20,26

8,74

7,08

7,08

1975

27,34

14,02

8,60

8,60

1980

15,40

11,52

2,36

2,36

1985

6,66

1,39

3,19

3,19

1990

0

0

0

0

Si bien el consumo de LE y CV en Venezuela es marginal, las estadísticas de extracción, producción y consumo son de escasa confiabilidad por la prácticamente inexistente atención estadística a estas fuentes de energía. Ello no implica desatención al recurso forestal para usos no energéticos y en el tratamiento de la problemática ambiental, si bien la instrumentación de las políticas se encuentra ano distante de alcanzar los objetivos de las mismas 51 52.

51 Universidad del Zulia, IDEE/FB, CCE, JUNAC. "Energía y métodos de producción agropecuaria en Venezuela: Cuenca del Lago Maracaibo. Versión Preliminar". Maracaibo, Venezuela, 1990.

52 UNELLEZ, IDEE/FB, CCE, JUNAC. "Energía y métodos de producción agropecuaria en Venezuela: Región Llanos Occidentales (APUROQUIA). informe Final". Tomos I, II, III y IV. Guanare, Venezuela, marzo de 1990.

19.6. Cabe destacar que Venezuela es un país con abundantes fuentes energéticas primarias, principalmente PE, CM, GN, HE y Biomasa, y sin políticas para mejorar la eficiencia en el uso de ellas. Por el contrario, pareciera que el esquema de desarrollo económico radica en el uso ilimitado de energía, como base de "ventajas comparativas" frente a los países que no disponen de la citada abundancia. En este sentido, el modelo de desarrollo privilegia las inversiones en acero, petroquímica, aluminio y carbón mineral, o sea en industrias de alto consumo de energía fósil. Asimismo, el esquema de desarrollo de la Industria Manufacturera asumió esencialmente los modelos tecnológicos de los países altamente industrializados, por lo que las tecnologías y las eficiencias energéticas de las mismas están determinadas por los tipos de tecnologías generadas en esos países (51), (52).

19.7. En el sector Agropecuario, al igual que en el Industrial, el esquema de desarrollo descansa en el uso masivo de tecnologías altamente dependientes del PE. Así, los principales componentes de la "modernización" de la agricultura venezolana están relacionados con la mecanización, el riego, la fertilización inorgánica, el control químico de malezas, plagas y enfermedades y el uso de mayor potencial genético de animales y plantas. Esta crítica debe ser reflexionada en el marco de una racionalidad conservacionista-productivista-ambientalista, o sea que tenga en cuenta no sólo consideraciones económicas, sino también de eficiencia en el uso de la energía, la ecología y la tecnología.

19.8. En el valor total de la producción agrícola venezolana, la correspondiente a la producción forestal constituye poco menos del 10 por ciento. Esta baja participación se debe en parte al tratamiento dado a la masa forestal extraída para la habilitación de tierras con fines de producción agropecuaria, la que en proporciones mínimas es aprovechada por la industria maderera y el resto quemada "in sita". La evolución de la habilitación de superficies para usos agropecuarios fue la siguiente (51).

AÑOS

SUPERFICIE (103 ha)

TOTAL

CULTIVOS P/COSECHA

CULTIVOS FORRAJEROS

1950

1103

1639

2742

1959

1206

2606

3812

1969

1882

3751

5633

1973

1591

5092

6683

1975

1728

5341

7069

1988

2258

8373

10631

FUENTES: La Economía Venezolana en los últimos treinta años. Banco Central de Venezuela. Anuario de Cuentas Nacionales. M.A.C. IV Censo Agropecuario Nacional. 1971. Estimaciones especificas para el estudio.

El ritmo promedio de extracción de la masa forestal para habilitación de suelos con fines agropecuarios se estima en 200 500 ha/año: 15,2 por ciento destinados a cultivos para consumo humano directo o previa industrialización y 84,8 por ciento para consumo animal.

19.9. A partir de la creación del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales Renovables (MARNR) en el año 1974, los planes, políticas y estrategias nacionales dirigieron su atención hacia la formulación y prueba de metodologías para la planificación ambiental, bajo criterios de uso sostenido, rentable y en horizontes de largo plazo. Como parte de sus actividades el MARNR instrumentó un Proyecto denominado Sistemas Ambientales Venezolanos, que posibilitó determinar la situación de los recursos naturales. En lo referente a los recursos forestales las conclusiones fueron las siguientes 53:

1) La superficie boscosa nacional abarca aproximadamente 530 000 km2, 58,9 por ciento de la superficie del país; mientras que otras formaciones (bosques de galería, manglar, espinar matorral, herbazal, páramo y vegetación especial) ocupan alrededor de 135 000 km2, o sea 15 por ciento de la superficie nacional. El resto corresponde a sabanas con excepción de la denominada área descubierta.

2) En base a los estudios se decretaron como Areas Bajo Régimen Especial una superficie de aproximadamente 333 708 km2, que no incluyen las áreas de Parques Nacionales.

53 MARNR. Sistemas Ambientales Venezolanos Proyecto VEN/79/06. Venezuela, 1982.

19.10. No obstante las previsiones asumidas por el MARNR, a la fecha es escasa la superficie forestal incorporada a planes de manejo para una producción sostenida. Además, una parte sustantiva de las reservas presenta graves problemas generados por desafectaciones progresivas, "invasiones" para diversos grados de aprovechamiento del recurso forestal y de los suelos, y la ausencia de delimitación precisa de las superficies, entre otras causas. El documento de referencia (52) explícita que la actividad que más ha competido en el uso del espacio, con la forestal, ha sido la habilitación de superficies para uso agropecuario. Esta competencia es de alta significación en áreas con capacidad de uso para el desarrollo forestal (por ejemplo, en la región denominada Llano Alto).

19.11. Como ejemplo de la competencia por el uso del suelo, citada en el punto anterior, el documento (52) describe el deterioro de la masa forestal en las declaradas reservas forestales y por tanto sujetas a regímenes autosostenidos de extracción, con planes de ordenamiento forestal que a la vez enfatizan en la incorporación de nuevas especies al mercado maderero nacional. Así, cita el caso de las reservas San Camilo (localizada en Apure) y Taren (situada en Portuguesa), que en conjunto abarcan poco más de 250 000 ha, que han perdido sus respectivas coberturas forestales en alrededor de 95 por ciento y 45 por ciento, respectivamente, de sus superficies; y de otras dos reservas que perdieron poco más de 25 por ciento de sus áreas inicialmente decretadas. Estas dos últimas se refieren a Caparo (localizada en Barinas) y a Ticoporo (en el mismo Estado que la anterior). La respuesta de la política oficial a las ocupaciones ilegales que ocasionaron las citadas pérdidas, ha sido la implementación de programas agrosilvopastoriles. Como la política nacional está orientada a incorporar áreas de recuperación necesaria y viable, ha establecido a través de instituciones de los sectores público y privado programas de plantaciones con fines de protección de cuencas, experimentales y de capacitación forestal.

19.12. Según la OLADE 54, la evolución de la participación (por ciento) de las fuentes de energía primaria en la oferta total fue la siguiente:

54 OLADE, SIEE 1992.

FUENTES

1970

1975

1980

1985

1990

PE

87,5

78,4

73,7

69,2

67,5

GN

12,0

20,3

24,5

28,1

28,8

CM

0,0

0,0

0,0

0,0

0,2

HE

0,4

1,2

1,8

2,7

3,5

LE

0,0

0,0

0,0

0,0

0,0

Otras

0,0

0,0

0,0

0,0

0,0

TOTAL (%)

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

TOTAL (106 Tep)

86,42

66,13

71,80

72,36

91,72

Como puede observarse, prácticamente la totalidad de la oferta de energía primaria está constituida por tres fuentes, ya que las participaciones del CM y la LE son de muy escasa relevancia al igual que las denominadas genéricamente Otras. Estas últimas, cuando figuran en el BE, tienen como destino la exportación.

19.13. La disminución de la participación del PE en la oferta total significa en términos absolutos una oferta en 1990 aproximadamente igual a 81,8 por ciento del volumen de 1970, mientras que las ofertas de GN y HE entre los años 1970 y 1990 aumentaron 154,0 por ciento y 801,5 por ciento, respectivamente. Estas fuentes fueron excluyentes sustitutas del PE. En términos absolutos, la ínfima oferta del LE de 1990 se mantuvo en 1990, pero en los años intermedios la misma estuvo por debajo del nivel de los años extremos. En los mismos términos, la oferta de CM aumentó aproximadamente 789 por ciento, pero su volumen en la oferta total fue de muy escasa significación.

19.14. En lo que respecta a la estructura (por ciento) de las fuentes en el consumo energético final total, su evolución puede ser analizada en el Cuadro siguiente. En él podrá observarse que la participación de las fuentes Bioenergéticas es prácticamente nula y la sustitución entre ellas presenta como destacable casi únicamente la mayor penetración de la EE. Los aumentos de DO-GO están determinados por el proceso de mecanización al que se hizo referencia en otros puntos de este documento.

FUENTES

1970

1980

1990

PE

0,3

0,0

0,0

GN

25,6

36,6

34,9

CM

0,3

0,1

1,0

LE

0,1

0,0

0,0

EE

8,4

10,4

14,3

GL

1,6

3,1

5,1

NF

37,3

32,9

29,2

KE

6,7

3,1

2,6

DO y GO

12,0

11,0

11,4

Comb. Pesados

5,1

2,2

1,5

Coque

2,5

0,6

0,0

CV

0,1

0,0

0,0

Gases

-

-

-

Otros

-

-

-

TOTAL (%)

100,0

100,0

100,0

TOTAL (106 Tep)

8,79

22,74

26,43

19.15. La evolución de la participación (por ciento) de los sectores en el consumo energético final fue la siguiente:

SECTORES

1970

1980

1990

Transporte

44,2

42,0

39,0

Industrial

40,5

48,1

49,6

Residencial, Comercial y Público

14,5

9,7

11,2

Agro-Pes-Min

0,2

0,1

0,0

Construcción y Otros

0,6

0,1

0,2

TOTAL (%)

100,0

100,0

100,0

TOTAL (106 Tep)

8,59

22,10

25,51

Entre 1970 y 1990, en términos absolutos, el mayor crecimiento en el consumo energético final se registró en el sector Industria (tasa acumulativa anual 6,67 por ciento), seguido por el Transporte (4,93 por ciento) y el Residencial (4,26 por ciento).


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