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Nuevo método de siembra en laderas escarpadas

SHINZO NITTA

SHINZO NITTA es Profesor Ayudante de Ingeniería del Paisaje en la Universidad de Kyoto. Véase también Unasylva, Vol. 9, No 2.

El Japón adopta una original técnica de conservación

EN JAPÓN es una práctica común el establecimiento de una cubierta vegetal para evitar la erosión de las laderas denudadas. Hasta el presente esto se ha hecho sobre todo cubriendo las laderas con témpanos de césped del género Zoysia, pero en fecha más reciente se ha estimado que este procedimiento, por el creciente volumen de trabajo que supone, derivado ante todo del empleo de máquinas pesadas para el movimiento de tierras y del exceso de mano de obra exigido, no representa una solución económica. Por otra parte, las provisiones de tope de Zoysia son insuficientes. Por lo tanto, surgió la necesidad urgente de llegar a otro procedimiento eficaz de establecer una cubierta vegetal en lo que se refiere a la lucha contra la erosión, a las obras públicas y a las actividades relacionadas con el paisaje.

Uno de los nuevos procedimientos es la hidrosiembra ideada en los Estados Unidos, pero que no se presta generalmente a las condiciones japonesas de clima y de topografía por ser frecuentes las lluvias y las colinas escarpadas. Por ejemplo, en el Japón se construyen con frecuencia las carreteras y los edificios en terrenos con una inclinación de 1: 1 (45 grados) o aún mayor. En estas pendientes no pueden distribuirse semillas de gramíneas ni fertilizantes por un procedimiento hidráulico ordinario, sin que estos productos queden arrastrados en el agua. Por otra parte, en ellas la formación de un colchón vegetal resulta difícil.

Se han hecho investigaciones para determinar otros procedimientos más eficaces de depositar las semillas y obtener una germinación adecuada en las laderas escarpadas, y después de una serie de experimentos se ha llegado a un nuevo procedimiento práctico que se sirve de una máquina que pulveriza una mezcla de agua, semillas, tierra vegetal, fertilizantes y otras enmiendas del suelo, a elevada velocidad.

Descripción de la máquina

Se ha descubierto que para la distribución de esta mezcla pueden utilizarse satisfactoriamente las máquinas usadas en la construcción para distribuir mortero de cemento por la fuerza del aire comprimido (Figura 2). Existen dos tipos de estas máquinas: en uno de ellos los materiales secos salen por una manguera, mezclándose a su salida con el agua procedente de una boquilla; en el segundo tipo los materiales húmedos llegan directamente a la boquilla de distribución desde una cámara de mezcla de los materiales. Los dos tipos son útiles, pero el segundo presenta la ventaja de permitir el empleo de una mayor variedad de materiales que pueden encontrarse en las inmediaciones de las obras de construcción y que contienen abundancia de agua y de grava fina.

FIGURA 1. - En las laderas escarpadas de la cañada de Higashiyama, en la ciudad de Kyoto, se realizó una serie de experimentos sobre el nuevo método de siembra.

FIGURA 2. - La máquina distribuidora de mortero de cemento mientras distribuye las semillas mezcladas con otros materiales en una ladera escarpada y guijosa.

La máquina «Trae Gun-All», en los Estados Unidos, es una de las más prometedoras del tipo húmedo. Presenta un mecanismo especial por el que la mezcla llega desde las cámaras hasta la manguera, en la que intermitentemente se inyecta aire comprimido. Las dimensiones de la máquina son aproximadamente 80 centímetros de anchura, 250 centímetros de longitud y 180 centímetros de altura, y pesa unos 1.200 kilos.

Combinada con un compresor neumático de 75 CV puede distribuir una carga máxima de 5,4 metros cúbicos por hora, que depositada con un espesor de unos 10 milímetros cubrirá una zona de 465 metros cuadrados, pudiéndose así tratar unos 2.800 metros cuadrados en una jornada de trabajo de 6 horas. Para mayor cautela, la extensión que puede tratarse por día se estima en unos 930 metros cuadrados, ya que en la práctica es difícil encontrar una ladera extensa y continua para la pulverización, aun cuando la manguera pueda llegar horizontalmente hasta distancias de 300 metros y verticalmente hasta alturas de 100 metros.

La presión de trabajo ejercida sobre la mezcla de materiales es de 5,3 kilos por centímetro cuadrado dentro de la cámara y de 3 a 4,5 kilos por centímetro cuadrado en la boquilla de distribución.

Componentes de ea mezcla

Semillas de césped

De ordinario no se cuenta con semillas de las gramíneas Zoysia japonica en cantidades comerciales. Aun si se cuenta con ella no germina bien a menos de que sufra un tratamiento previo. En consecuencia, se han elegido otras especies de gramíneas que puedan desarrollarse rápidamente en una ladera poco fértil y sujeta a la sequía. Como resultado de los experimentos y estudios hechos, se han elegido las tres especies siguientes como las más satisfactorias en la parte meridional del Japón:

Hierba del amor (Eragrostis curvula)
Festuca roja (Festuca rubra)
Festuca Kentucky 31 (variedad de Festuca arundinacea)

Estas gramíneas son perennes. La hierba del amor atraviesa un período de vida latente en invierno, mientras que las dos festucas son siempre verdes. La densidad de siembra adecuada para estas gramíneas, cuando se usan solas, es de unos 33 kilos por hectárea para Eragrostis y 180 kilos por hectárea para las festucas.

La mejor época para la siembra varía según la especie y la localidad. En términos generales, en la región meridional húmeda y cálida del Japón, la siembra de Eragrostis se hace durante el período comprendido entre la última helada y comienzos del verano. Para las festucas se hace a comienzos de la primavera (marzo-abril) o en otoño.

Fertilizantes

El abonado es una necesidad absoluta cuando la siembra se efectúa en un subsuelo inerte. La mezcla distribuida deberá contener abundancia de un fertilizante inicial que favorezca la germinación. Estará compuesto por partes aproximadamente iguales de nitrógeno, ácido fosfórico y potasio a razón de unos 90 kilos de nitrógeno por hectárea. Conviene que al menos la mitad del nitrógeno se presente en forma orgánica. Para conseguir una cubierta vegetal permanente serán necesarias, sin embargo, otras aplicaciones de fertilizantes, sobre todo nitrogenados, todos los años después del establecimiento inicial.

Cal

Las gramíneas mencionadas toleran un suelo con un pH comprendido entre 5,5 y 7,0. Si el suelo tiene un pH superior a 5,5 deberá recibir aplicaciones de cal.

Tierra vegetal

Resulta adecuada una tierra arcillosa que contenga un 80 por ciento o menos de arena y menos del 30 por ciento de arcilla. La grava se cernerá en cribas con mallas de 3/8 de pulgada; las partículas mayores obstruyen la boquilla distribuidora de la máquina. La cantidad de tierra vegetal que se utilice se calculará con relación al espesor de la cubierta perseguido. El espesor normal es de alrededor de 10 milímetros, dado que las semillas pequeñas como las Eragrostis no germinan bien con un espesor mayor.

Agua

La cantidad de agua que deba añadirse a la mezcla dependerá del estado de sequedad del suelo. En términos generales, el volumen de agua será el 30 por ciento del volumen de la tierra vegetal utilizada.

Distribución de ea mezcla

La semilla, el fertilizante, la tierra vegetal, la cal y el agua se sitúan en una cámara doble de funcionamiento alterno y se agitan durante más de un minuto, preferiblemente durante dos minutos. Si la mezcla es insuficiente, no se conseguirá una distribución uniforme de las semillas y de los demás materiales. La mezcla se esparcirá regularmente sobre la ladera con el espesor normal de 10 milímetros. En la práctica no resulta fácil comprobar si se ha alcanzado en toda la ladera el espesor necesario. Por lo tanto, antes de la distribución, lo mejor es delimitar la ladera por medio de cordeles formando compartimentos de igual superficie en los que se aplique un número idéntico de cargas de mezcla. Haciéndolo así y vigilando la cantidad de mezcla en cada cámara, y también pulverizando en la manera más continua posible, se conseguirá un espesor uniforme.

La distancia y el ángulo entre la boquilla y la pendiente se elegirán según las condiciones del terreno. Es evidente que si la boquilla se mantiene demasiado cerca de la superficie del suelo, ésta quedará erosionada por la mezcla que sale a presión. La boquilla normal de la máquina «Trae Gun-All» es de 30 centímetros de longitud. Lo mejor será sustituirla por una tubería de vinilo duro de 4 metros de longitud. Utilizando esta manguera la mezcla puede pulverizarse en las laderas de menos de 16,5 metros de altura, sin necesidad de escalarlas. Si son de mayor altura, podrá utilizarse una grúa móvil con batea.

Protección del terreno sembrado

La distribución de la mezcla de siembra en la pendiente es la primera de dos operaciones sucesivas. La segunda consiste en conservar la humedad necesaria para la germinación y en proteger la pendiente contra la erosión. Evidentemente, un colchón vegetal formado con paja constituye una protección adecuada, pero de ordinario es de consecución difícil en las laderas escarpadas. En los primeros experimentos hechos en el Japón se usó como material de cobertura una especie de esterilla basta hecha con paja de arroz. Esta esterilla, que recibe el nombre de mushiro en japonés, se utiliza principalmente como material de embalaje. Las esterillas se extienden sobre las laderas sembradas y se fijan mediante cordeles hechos de paja y clavijas de bambú. Las gramíneas crecen así a través de la esterilla, obteniéndose resultados bastante aceptables (Figura 3). Sin embargo, los inconvenientes de estas esterillas son que pueden quedar arrastradas por vientos fuertes, que exigen abundancia de mano de obra, la cual no consigue el mismo ritmo de trabajo que las máquinas distribuidoras, y que tales esterillas son relativamente caras.

FIGURA 3. - Aspecto de una ladera un año después de la siembra. Una vez distribuida la semilla se cubrió el terreno con esterillas para protegerlo contra la erosión y las pérdidas de humedad, pero algunas de ellas quedaron arrastradas por un tifón.

FIGURA 4. - Aspecto de una ladera inmediatamente después de la pulverización con emulsión de asfalto.

Se hicieron así otros experimentos para sustituir las esterillas de paja por algún otro material y al presente parece que uno de los materiales más prometedores es una emulsión de asfalto. Esta puede distribuirse con la misma máquina utilizada en la siembra. Se deposita sobre el terreno en forma de película delgada impidiendo las pérdidas de humedad y la erosión. Las emulsiones de asfalto de tipo catiónico se consideran mejores que las del tipo aniónico porque la película se forma más rápidamente, pero al utilizarlas debe llevarse un cuidado especial porque pueden obstruir las cámaras o las mangueras. Es también necesario que no sean tóxicas para las plantas. La cantidad necesaria es de unos 10.000 litros de emulsión de asfalto por hectárea, diluídos hasta obtener una consistencia del 30 por ciento.

Las gramíneas comienzan a germinar unos dos días después de la siembra, pero tardan unas dos semanas en emerger del terreno rompiendo la película de asfalto. En el período vegetativo las gramíneas pueden cubrir la totalidad de la superficie en un mes. Este método comienza hoy a aplicarse ampliamente en el Japón.


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