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SEGUNDA PARTE
PLANIFICACION PARA LA ACUICULTURA

1. LA PLANIFICACION PARA EL DESARROLLO DE LA ACUICULTURA

Armando Hernández R.

La planificación es un proceso que racionaliza las acciones de un gobierno o de una institución en cumplimiento de su función de dirigir, acelerar y regular el desarrollo social y económico de un país o de un sector en particular. La planificación permite identificar y establecer criterios para asignar recursos a actividades prioritarias, a través de un proceso continuo, que incorpora los cambios que se presentan en concordancia con la evolución y a los determinantes ideológicos, políticos, económicos y sociales.

Por lo anterior, es necesario senalar que la planeación proporciona pautas de dirección, metas y medidas de evaluación de los beneficios probables que se establezcan, es así que la planeación no es estática sino dinámica ya que deben considerarse los cambios tecnológicos, las modificaciones ambientales, los recursos disponibles y las circunstancias que hacen necesarios y deseables los ajustes y modificaciones para lograr los objetivos que se establezcan en el desarrollo de un sector productivo, como lo es la acuicultura.

La acuicultura está inscrita en los sectores agropecuarios ó pesqueros en los diferentes países Latinoamericanos, sin embargo, es importante resaltar que el subsector acuícola tan sólo constituye una actividad productiva marginal que está globalmente incluida, cuando ello se presenta, en el planeamiento agrícola, pecuario ó pesquero. Lo anterior refleja en cierta medida las dificultades que se presentan para su desarrollo armónico y sostenido encontrándose en la mayoría de los casos duplicidad de funciones, programas, proyectos de investigación y fomento, los cuales sumados a las limitantes de presupuesto hacen que el proceso de desarrollo de la acuicultura sea ineficaz no corresponda a las potencialidades que se presentan en el continente.

Diferentes agencias internacionales han iniciado acciones tendientes a asesorar a los países para implantar sistemas de planificación que faciliten el desarrollo de la acuicultura. Es importante destacar las labores realizadas por la FAO y en especial la reunión que sobre Planificación de la Acuicultura en América Latina se realizó en 1975, en la cual se hizo el primer esfuerzo por planificar el sector y establecer metas a corto, mediano y largo plazo.

En 1989 el Proyecto Aquila I de FAO realizó una evaluación sobre el desarrollo de la acuicultura en diez y nueve países de la región diagnosticando el estado, las condicionantes y las alternativas de solución para diferentes cultivos y escalas de producción de peces, crustáceos, moluscos y algas. Durante la segunda fase del Proyecto Aquila se iniciaron actividades de actualización conducentes a apoyar el proceso de planificación en los diferentes países.

El CIID-Canadá a través de la Red Regional de Acuicultura viene apoyando el proceso de planificación mediante la constitución de grupos técnicos de trabajo en cultivos seleccionados (Colossoma, Piaractus, moluscos y algas), los cuales han permitido agilizar el proceso y conformar grupos interdisciplinarios e interinstitucionales que en forma permanente apoyan los procesos de desarrollo.

Otras agencias tales como JICA-Japón, GTZ-Alemania, el CYTED-D, España, PRADEPESCA (OLDEPESCA-CEE), han venido contribuyendo al proceso de desarrollo de la acuicultura a través de reuniones especializadas que coadyuvan al proceso de planificación de la actividad.

Varios países Latinoamericanos, entre ellos Argentina, Brasil, Colombia y Venezuela han iniciado un proceso de planificación del subsector acuícola, cuyas experiencias son valiosas y en gran medida han contribuido a dinamizar los sectores científicos, tecnológicos y productivos.

La preparación de un plan de desarrollo de la acuicultura debe considerar todos los factores y elementos que son indispensables para que de manera integral se logre alcanzar una expansión de la producción y la productividad, obteniendo beneficios sociales y económicos que puedan ser evaluados periódicamente.

En este sentido es importante considerar once elementos, los cuales interactuan entre sí, por lo que es necesario determinar su impacto, causas y efectos así como establecer sus relaciones en el proceso de desarrollo. Estos once aspectos se describen a continuación:

  1. Información básica: uno de los aspectos esenciales en todo proceso de planificación de la acuicultura lo constituye la recopilación y análisis de los datos básicos tanto a nivel del conjunto de la economía como específicamente sobre el sector pesquero y de la acuicultura en razón a la necesidad de proyectar acciones de desarrollo acordes con las necesidades nacionales.

    En el caso de la acuicultura es importante considerar ia siguiente información:

  2. Niveles y los modelos para el desarrollo de la acuicultura que se han implementado en el país. Los cuatro modelos básicos son:

    1. acuicultura de pequeña escala, enfocada al beneficio social en áreas rurales y de consumo familiar;

    2. acuicultura de “repoblación”, que se realiza en los embalses y que también se relaciona con la pesca artesanal;

    3. acuicultura de mediana escala, que contempla en una fase el beneficio social, aunque ya se establecen proyectos con escala comercial, sus producciones se destinan tanto al consumo local como al regional;

    4. acuicultura industrial en gran escala, intensiva en capital y tecnología, sus producciones se consumen a nivel nacional y también para la exportación.

  3. Papel del sector público y del privado en el desarrollo de la acuicultura. Se refiere al rol desempeñado por el estado y los productores, las diferentes concertaciones establecidas para el efecto, la definición de responsabilidades, la coordinación y el seguimiento y la evaluación de metas.

  4. Organización de los servicios de la acuicultura, principalmente los relacionados con extensión, información de precios, mercados, abastecimientos e insumos. Igualmente, se contemplan los relativos a la tecnología y los conocimientos disponibles para el productor, los servicios de sanidad. De igual manera es importante determinar los resultados logrados en las granjas demostrativas piloto y, por último, la efectividad y las dimensiones de los servicios de divulgación.

  5. Investigación para el desarrollo: en esta fase el análisis se encamina a determinar el grado de conocimiento de las especies, el nivel tecnológico de los sistemas de cultivo, y los mecanismos de transferencia de tecnologías. También resulta importante determinar la capacidad de las estaciones y los centros acuícolas, las necesidades de generación y adaptación de tecnologías y evaluar la factibilidad de su aplicación tanto técnica como económica.

  6. Necesidades de mano de obra y de capacitación: son los requerimientos de personal especializado que ha evidenciado la actividad, tanto de nivel técnico como operacional. La capacitación para las diferentes escalas de producción, el tipo y el nivel de los cursos que pudieran requerirse y el nivel de deserción que se registra en los mismos por circunstancias relacionadas con el desconocimiento social, salarial y de apoyo del personal entrenado.

  7. El mercado y la post-producción: se debe incluir el análisis sobre los sistemas de comercialización, la identificación de los consumidores actuales y los potenciales, sus gustos y preferencias, las formas de presentación de los productos, los canales de distribución, la infraestructura correspondiente, la calidad del producto, las mermas registradas en el proceso y los subproductos que derivan del mismo.

  8. El desarrollo de industrias conexas: el análisis debe contemplar la incidencia en los fabricantes de los equipos necesarios para la producción de fertilizantes, de alimentos balanceados, drogas y químicos requeridos, tanto en volumen como en precios.

  9. Aspectos económicos y financieros: este punto analiza la rentabilidad que han tenido las inversiones, la disponibilidad de recursos financieros provenientes del estado o del sector privado, la disponibilidad y oportunidad del crédito, los incentivos para la inversión en la actividad y el impacto de la acuicultura en la economía.

  10. Normas y aspectos ambientales: el análisis se centra en la legislación y la reglamentación que regula la actividad, en lo relativo al marco ambiental y a las medidas de mitigación necesarias, al uso del suelo y agua, a la introducción de especies y a los trámites para la obtención de permisos, licencias y concesiones.

  11. Cooperación internacional: en este aspecto, deben evaluarse los resultados obtenidos en proyectos de cooperación, así como identificar proyectos derivados de la asistencia multi y bilateral, de la cooperación regional y de la cooperación inter-regional.

La obtención de información y análisis de los anteriores elementos permitirán no sólo establecer el diagnóstico sectorial sino también determinar las posibilidades de crecimiento, acordes con las condiciones políticas, institucionales y legales, así como los recursos físicos, humanos y financieros disponibles.

2. LA ACUICULTURA EN EL MARCO DE LA ECONOMIA

Pedro Noriega Curtis

El cultivo de especies acuáticas (peces, crustáceos y moluscos) es una actividad económica al constituirse como un medio de producción no solo de alimentos para consumo humano sino además como una práctica tendiente a generar un cambio en las estructuras social, productiva y cultural que conlleve a la plena satisfacción de las necesidades básicas de la población.

Como tal, se vuelve necesario conocer las formas de organización de la producción agroalimentaria y/o pesquera, dentro del marco de los procesos económicos de producción y distribución que se dan en el entorno económico nacional e internacional.

El carácter prioritario que se le asigna a la acuicultura dentro del contexto nacional obedece a su capacidad para generar alimentos de alto contenido proteínico básicos para la dieta popular; por su contribución al incremento del empleo productivo principalmente en las zonas rurales y costeras; por su capacidad para generar capital y divisas; por su vocación para promover el desarrollo regional descentralizado, así como por su contribución al desenvolvimiento de otros sectores de la economía; y por su influencia en la mejoría de niveles de vida de una importante sector de la población, especialmente del sector denominado “social”.

Para determinar el peso específico propio de la acuicultura y su relevancia en el contexto económico del sector primario de la producción es preciso atender a diversos indicadores macroeconómicos (oferta y demanda global de bienes y servicios, sector económico, valor bruto de la producción, P.I.B., producto nacional disponible, ingreso, formación bruta de capital, inflación, oferta monetaria, balanza comercial, cuenta de capital, finanzas públicas, etc.); indicadores socio-económicos (demográficos, territoriales, empleo, alimentación, salud, vivienda, educación, servicios públicos, comunicaciones, cultura, etc. ) y de manera más precisa, los indicadores del sector económico agropecuario (agricultura, ganadería, silvicultura y pesca) dentro del que se enmarca específicamente la acuicultura.

El conocimiento de lo anterior permite abordar los siguientes parámetros:

Los objetivos que persigue la planificación de la acuicultura pueden ser de tipo interno (empleo, distribución del ingreso, alimentación y desarrollo rural) o de tipo externo (balanza de pagos, fomento a las exportaciones, atracción de capital, reserva de divisas, etc.). A su vez, los medios para lograr dichos objetivos pueden ser cuantitativos y cualitativos. Los primeros corresponden a las variables económicas cuyo efecto a corto plazo repercute en el desarrollo de la acuicultura. Las principales variables son: impuestos, gasto público, inversiones, salarios, aranceles, tasas de interés y tipo de cambio. Los segundos se refieren a los cambios estructurales cuyo efecto es a largo plazo.

Es preciso además entender los conceptos relativos a las relaciones económicas, medios de producción, carácter social de la producción, trabajo productivo y productividad del trabajo, bienes económicos, valor de uso, etc. tomando en consideración las relaciones intersectoriales que operan en la actividad económica y la importancia que adquiere la actividad acuícola como palanca de desarrollo. Es por lo tanto pertinente destacar el proceso de planificación de la acuicultura ya que este constituye el pivote del cambio en el proceso global del desarrollo que se persigue.

3. SISTEMAS DE PLANIFICACION EN ACUICULTURA.

Armando Hernández R.

La planificación de la acuicultura, al igual que otras actividades productivas, sigue un proceso acorde con las orientaciones de política nacional y sectorial, encaminadas a concentrar los esfuerzos para desarrollar el subsector a corto, mediano y largo plazo. Para el efecto, la planeación se inscribe en el sistema global del país a fin de dar correspondencia a los objetivos establecidos para el desarrollo nacional a largo plazo. En el anterior contexto es necesario considerar los planes de mediano plazo a través de una planificación normativa y la elaboración de planes sectoriales o por áreas problema cuya incidencia y trascendencia es siempre a un corto plazo, dados los efectos coyunturales que se presentan.

El plan de acuicultura por tanto debe considerar las estrategias y tácticas encaminadas al desarrollo de la actividad, las cuales parten de la identificación de lo que se tiene y el cómo se hace a fin de determinar los vínculos entre el sector acuícola y otros sectores productivos para establecer los requerimientos en recursos (físicos, humanos y financieros) y así señalar responsabilidades en el proceso de ejecución y evaluación del plan.

3.1. Elementos del sistema

En el proceso de planificación se contemplan dos elementos estructurales, a saber: el primero, lo constituye el sistema de planificación, en el cual se analizan y determinan los elementos constitutivos del sistema y se elabora el plan basado en consideraciones técnicas, económicas, ecológicas, geográficas y regionales; el segundo, el sistema político-administrativo, al cual compete la decisión y adopción del plan elaborado.

Es importante tener en cuenta que la adopción del plan corresponde al gobierno, sin embargo, es indispensable concertarlo con el sector privado a través de pequeños, medianos y grandes empresarios, con el fin de viabilizar agiliza su operación.

Los mecanismos del sistema de planificación son:

  1. Interpretación: la de tipo general incluye todos los problemas de la acuicultura en tanto que la específica atiende lo relativo a la producción por especie, región, tipo de empresa, etc.

  2. Orientación: los planes de largo plazo cubren 15 o más años y son actualizados periódicamente, su orientación ofrece objetivos, estrategias, instrumentos de política y define los programas y los proyectos prioritarios. Por su parte, los de mediano plazo constituyen el plan para un peíodo de gobierno. En ellos se cuantifican metas, se definen lineamientos, estiman recursos y fuentes, señalan organismos responsables, incluyen programas y proyectos.

  3. Operación (corto plazo): el Plan Anual incorpora metas específicas para cada proyecto y programa, sustentadas en las políticas de los planes de mediano plazo, para las cuales se establecen las previsiones de presupuesto y la organización necesaria. Para cada año se fijan tareas y se asignan recursos según la orientación general y las condiciones existentes.

  4. Control y evaluación: esta etapa del sistema de planificación analiza el comportamiento general del sistema, el control de la ejecución del Plan y la evaluación sobre la consistencia y operatividad.

    De igual manera el comportamiento de la operación se utiliza para adoptar medidas correctivas durante la ejecución y reformular las acciones del año siguiente.

    Los efectos del Plan en el desarrollo de la acuicultura son evidentes desde el período inicial. El levantamiento del diagnóstico y, en su caso, la asistencia técnica internacional, necesarios para la formulación del Plan, inciden en el crecimiento inicial de la actividad. Posteriormente durante la implementación del Plan (Período II), en su primera etapa (corto plazo), el crecimiento se torna más notorio al registrarse incrementos en la producción acuícola, al llegar a su término, la fase de evaluación del Plan muestra el crecimiento sostenido de la producción (largo plazo-Período III), lo que equivale a haber alcanzado la consolidación de la actividad.

3.2. Etapas

La planeación sectorial se realiza en tres etapas: formulación, instrumentación y control. La primera—formulación—es aquella en la cual se elabora el Plan en su totalidad partiendo de un diagnóstico, en el cual se analiza la situación real del subsector y se determina lo que debe y lo que tiende a ser el sector con el propósito de establecer objetivos y estrategias que permitan el desarrollo de la acuicultura. La segunda—instrumentación—es la encargada de la puesta en marcha de programas, proyectos y actividades donde el señalamiento de responsabilidades y la asignación de recursos financieros determinan las posibilidades de ejecución. La tercera — evaluación y control — corresponde a una etapa muy importante ya que el seguimiento de cada una de las actividades, permitirá realizar el ajuste ó reformulación que sean del caso.

La dirección de las autoridades nacionales es esencial (alta gerencia u órganos superiores del gobierno), para enfocar la orientación del Plan hacia el logro de metas de largo, mediano y corto plazo, ya que ello facilita tanto la fase de formulación como el diseño de estrategias y actividades operativas que puedan ser evaluadas permanentemente, y así en una eventualidad reformular el Plan.

3.3. Características del proceso y regionalización

Las principales características del proceso de planificacion para el desarrollo de la acuicultura son:

  1. Integración multidisciplinaria (heterogeneidad conceptual, metodológica y de enfoque).

  2. Interdependencia con otras actividades rurales, costeras y urbanas.

  3. Variabilidad e incertidumbre debido al carácter biológico de la producción, dependencia climática y heterogeneidad ecológica.

El enfoque apropiado que recibe el sistema de parte del planificador, deberá garantizar la integración de todos los elementos y su análisis conjunto para concretar un verdadero Plan de Desarrollo.

Por otro lado, un aspecto que facilita la ejecución y evaluación de las actividades y proyectos previstos en el Plan, es la regionalización. Este concepto prevé la subdivisión de las áreas de un territorio determinado bajo espacios definidos según criterios ecológicos, geográficos y administrativos.

Los criterios para lograr una adecuada regionalización son basicamente: homogeneidad, funcionalidad y modos de ejecución administrativa, los cuales son indispensables para que el Plan pueda operar con relativa facilidad y pueda evaluarse adecuadamente.

La división espacial puede ser de dos tipos, a saber:macroregiones y microregiones, en las cuales la estructura administrativa debe de facilitar la ejecución de los proyectos a través de unidades locales, corporaciones regionales y organismos ejecutivos descentralizados que tengan capacidad tanto en la orientación de gestión gerencial como de evaluación de las unidades centrales de planificación.

4. ELEMENTOS CONDICIONANTES DE LA PLANEACION DEL DESARROLLO DELA ACUICULTURA

Armando Hernández R.

El proceso de planeación de la acuicultura enfrenta un conjunto de situaciones que condicionan el proceso, entre ellas las que se consideran que inciden significativamente se relacionan a continuación:

  1. problemática social existente en los países con índices elevados de extrema pobreza;

  2. políticas macroeconómicas adoptadas a la luz de la internacionalización, privatización y cambios estructurales;

  3. proceso de modernización del sector productivo, el cual no siempre está preparado para asimilar el cambio al corto plazo;

  4. dependencia científica y tecnológica, cada vez más acentuada;

  5. estructura institucional y funcional deficiente;

  6. la legislación y la normalización que dificulta la expansión productiva, ya que no es armónica con las características de la acuicultura;

  7. disponibilidad de recursos financieros, cada vez más escasos;

  8. deficiencia y/o ausencia de planes integrales de desarrollo;

  9. heterogeneidad dada la diversidad de intereses, deficiencia de infraestructura y cambios constantes de personal;

  10. coordinación deficiente no sólo entre el sector gubernamental,sino entre éste y el sector privado.

Por otra parte, en al entorno macroeconómico de la actividad, las condicionantes que derivan del proceso de desarrollo de los países de América Latina actualmente son:

  1. La suspensión o abandono de obras de infraestructura fundamentales para el desarrollo acuícola, especialmente en regiones marginales.

  2. El índice de incorporación de nuevas tecnologías se redujo en forma drástica;por tanto la brecha tecnológica se aumento considerablemente.

  3. La disminución de la inversión y de los niveles de producción, con severas consecuencias sobre la generación de empleo y bienestar social.

Lo anterior queda evidenciado con los siguientes indicadores de la Región: el índice de desempleo en América Latina ha sido del 13% y la tendencia al respecto evidencia un incremento; el ingreso per capita tuvo tuvo un descenso del 30% durante el período 1980-1987, y el 44% de la población de la Región presenta condiciones de extrema pobreza. Todo lo anterior necesariamente condiciona el desarrollo de la actividad y debe ser considerado como un conjunto de amenazas a las que el Plan debe encontrar una solución.

En forma paralela, las condiciones comunes de carácter socioeconómico que privan en Latinoamérica tales como cambio de las tendencias de desarrollo;pérdida real en flujos comerciales y de capital;reformas estructurales buscando reducir el proceso inflacionario; reducción del gasto público; peso de la deuda externa;políticas de apertura y liberación de mercados y conflictos sociales, también son vistas como amenazas para las que el Plan debe considerar estrategias estrategias específicas que permitan salvar las limitaciones que restringen el desarrollo de la actividad.

Otros factores, inherentes a la actividad, vistos como una “debilidad” de la acuicultura, deben ser considerados en el proceso de formulación del Plan en su exacta dimensión, de tal forma de prever el establecimiento de estrategias adecuadas a la dimensión de cada uno de ellos. Los más importantes son:

A) Carácter biológico de la producción y dependencia de recursos naturales

La producción acuícola se fundamenta en el manejo de recursos vivos y renovables, lo que en gran medida condiciona su análisis y proyecciones. Los aspectos de mayor incidencia son:

  1. Metas de producción y abastecimiento de alimentos

    La variabilidad ambiental y los riesgos naturales conllevan a que la incertidumbre en el cumplimiento de metas de metas de producción sea considerable, lo anterior se observa notoriamente cuando se analizan los aspectos relativos al uso del agua y a la disponibilidad de mano de obra calificada. De otra parte, la escasez de información, las limitaciones respecto a la predicción de los rendimientos, la dificultad de transferir y de aplicar conocimientos de una región a otra, igualmente son factores que condicionan el proceso de planeación.

  2. Información sobre recursos naturales

    Como es bien conocido, la aplicación de la tecnología acuícola depende de los recursos naturales y del ambiente. La información deficiente sobre calidad y condiciones de las especies de cultivo, el pobre conocimiento de las características y de las potencialidades de las zonas y de su variabilidad ecológica son factores que imprimen un mayor grado de complejidad en el proceso de planificación del desarrollo de la acuicultura.

  3. Localización, transporte y comercialización

    En gran parte de las áreas potencialmente aptas para adelantar cultivos de especies marinas y de agua dulce no se registra la aplicación de inversiones por parte del Estado y del sector privado. Por otra parte, la disponibilidad de mano de obra calificada frecuentemente es escasa, lo mismo que la capacidad empresarial de sus habitantes; hay limitaciones en el suministro de insumos, de servicios, de transporte, almacenamiento y transformación. Paralelamente, la escala de los proyectos y la consecuente dispersión de la producción hace difícil su mercadeo.

  4. Conservación de recursos naturales renovables y el ambiente

    Las actuales corrientes de pensamiento que norman el uso de los recursos naturales, gradualmente están acentuando su enfoque hacia la conservación y la protección de las especies, tendiendo al establecimiento de bancos genéticos, al uso equilibrado de insumos y reducir el empleo de contaminantes, y a minimizar el deterioro ambiental, todo ello orientado al sostenimiento del equilibrio ecológico. Esta tendencia es importante y necesaria, siempre y cuando la adopción de medidas de manejo y normas no implique la consideración de situaciones extremas que limiten totalmente el aprovechamiento de áreas con una vocación francamente acuícola, o por el contrario, permitan acciones que deterioren el ambiente natural. Ambos extremos perjudican el desarrollo de la actividad y pueden incluso cancelar cualquiera de sus posibilidades. En este sentido, el Plan debe procurar estrategias acordes, por una parte, al marco normativo que regula el aprovechamiento de los recursos y , por otra, a los esquemas o lineamientos del ordenamiento territorial para la acuicultura.

  5. Mecanización

    La condicionante más importante se refiere a la disponibilidad de equipos, tecnología y a la mano de obra calificada.

  6. Aspectos económicos

    La condicionante económica se deriva principalmente de la escala de producción que aborde cada proyecto; por lo tanto la limitación incide en la rentabilidad y la viabilidad de los proyectos, por lo que es necesario identificar las restricciones correspondientes en el Plan, y por tanto se deberán prever estrategias particulares y objetivas según el tipo de cultivo y su escala de producción.

B) Estructura empresarial

En este sentido los aspectos que inciden condicionando la formulación de un Plan son:

  1. La distribución y el régimen de propiedad del suelo y del agua

    Estos elementos pueden verse afectados por las necesidades y exigencias de acuerdo al tipo de proyecto (marino o de agua dulce; de alta o baja intensidad, etc.).

  2. Dimensión, dispersión y número de las empresas

    En este sentido, la proyección que tenga el Plan debe considerar las graves limitaciones que puede presentar la satisfacción de las necesidades de asistencia técnica, el servicio oportuno del crédito, el suministro de información, el abastecimiento de insumos, etc., cuando no se prevé un desarrollo armónico y congruente, que considere la vía más eficiente de hacer llegar todos los insumos y servicios a las empresas que se establezcan en un área determinada.

  3. Heterogeneidad de las empresas

    Tamaños, orientación de mercado, beneficios, diferencias de región a región. Las condicionantes que derivan de estas situaciones pueden convertirse en elementos críticos de diícil atención si el Plan no prevé las estrategias apropiadas para evitar que su ejecución se transforme en un conflicto. Por ejemplo: en el aspecto de heterogeneidad, un plan puede enfrentar serios obstáculos durante su ejecución si se desarrollan en un mismo sitio empresas con procesos simultáneamente conflictivos pára una o entre ambas (desechos, uso excesivo de agua en una y limitaciones en otra, etc.).

  4. Modalidades del proceso económico

    Organización, intereses diversos, relaciones entre empresas y conflictos. El proceso económico de cada empresa puede ser una limitante importante para otras, si el Plan no estableció estrategias de desarrollo paralelo. Por ejemplo, una empresa con alta demanda de mano de obra que incremente los beneficios y mejore las expectativas de sus obreros en detrimento de otras empresas vecinas con menor capacidad, generando no sólo conflicto de intereses sino además su viabilidad operativa.

  5. Características de la estructura empresarial

    Dificultad de obtener información suficiente, confiable oportuna. Esta situación que potencialmente puede enfrentar cualquier proyecto, ocasionará limitaciones importantes durante la etapa de ejecución, ya que la posibilidad de disponer de parámetros de referencia para valorar avances, resultados, éxitos o fracasos puede incluso limitar totalmente el avance del del proyecto.

5. ORGANIZACION Y ESTRUCTURA PARA LA ELABORACION DE PLANES DE ACUICULTURA (INTEGRIDAD, LIDERAZGO, GRUPOS DE TRABAJO)

Armando Hernández R.
Pedro Noriega Curtis

La formulación de un Plan Nacional de Acuicultura, normalmente se encuadra en los requerimientos sectoriales que establece el gobierno a través de los ministerios de Planificación, Agricultura o Pesquerías del país correspondiente, por ello es importante la conformación de una comisión consultiva de alto nivel, que oriente y ofrezca los grandes señalamientos que demanda el Plan.

La organización para la elaboración del Plan es esencial, pues de ella dependen la agilidad y eficacia de las labores requeridas para ser realizadas en un plazo determinado. Las características que se deben mantener durante el proceso de preparación del Plan son: motivación, integración y liderazgo, pues si no existe interés por parte de los participantes e instituciones, no se incluyen todos los aspectos relevantes a considerar y no se dispone de una dirección adecuada y participativa, la elaboración del Plan es extremadamente difícil y su instrumentación efectiva se hace materialmente imposible.

La formulación del documento debe ser conducida por un coordinador que a su vez sea asesorado por un Comité Técnico, conformado por especialistas, de tal forma que las actividades de los Grupos de Trabajo integrados por los representantes de las entidades ejecutoras, tanto a nivel nacional, regional y local, logren los aportes y esfuerzos de todos los representantes de las instituciones que tienen incidencia en el desarrollo de la actividad.

En este esquema, la importancia de los grupos de trabajo deriva del apoyo que ofrecen al proceso de planificación y del hecho de que facilitan la organización eficiente de los recursos disponibles y contribuyen a acelerar el desarrollo; por otra parte, los Grupos permiten el análisis interdisciplinario multi-institucional y multilateral, facilitan la cooperación horizontal y el intercambio y apoyan el proceso permanente de retroalimentación al sistema de planificación.

La estructura de los trabajos de los Grupos permite que en el diagnóstico se identifiquen las situaciones particulares del sector, se haga el señalamiento concreto de los problemas, se establezcan prioridades, se fijen metas y criterios de evaluación y control.

Al igual que en cualquier Plan, los objetivos comprenden el corto, mediano y largo plazo y en las estrategias se señalan las formas, mecanismos y períodos de ejecución, los requerimientos de presupuesto y se establecen las responsabilidades particulares para cada organismo ejecutor.

5.1. El diagnostico como base de la planeación de la actividad

Para que el planificador pueda formular un programa nacional de acuacultura coherente y realista, resulta imperativo disponer de un conocimiento profundo y verdadero de la situación en la que se encuentra la actividad. El esclarecimiento de las condiciones históricas determinantes de tal situación, así como la caracterización de la problemática que enfrenta la acuacultura en todos sus aspectos (sociales, culturales, políticos, legales, de mercado, económicos, ecológicos, físicos, biotecnológicos y biológicos) permitirá sentar las bases para la formulación de programas sectoriales viables.

A fin de poder efectuar un diagnóstico integral del estado de desarrollo de la acuicultura se propone la utilización de la técnica del enfoque de sistemas combinada con el análisis sectorial. En la aplicación de este método se identifican cinco sistemas interconectados que constituyen la actividad global de la acuicultura y sus relaciones con el exterior.

Dichos sistemas son:

  1. Sistema Científico-Tecnológico: este sistema, a través de estudios e investigaciones, pretende conocer principalmente el Sistema Físico-Ecológico, y a través de la formación de recursos humanos y de la asistencia técnica, incide, en el nivel técnico del aprovechamiento que efectúa el Sistema Productivo. En menor grado, también afecta al Sistema de Regulación, en el cual, como se verá, queda incluida la planifica de la actividad.

  2. Sistema Físico-Ecológico: este sistema se refiere a la disponibilidad de recursos turales que utiliza el sistema productivo e incluye a los recursos acuáticos, a los rrenos y suelos, características fisiográficas, climáticas, a los recursos bióticos, y en general a las actividades humanas con las cuales la acuacultura necesariamente interactúa o compite.

  3. Sistema Demográfico: este se refiere a la magnitud de la población total del país y del consumo de productos acuícolas derivados de tal magnitud, influenciado por factores tales como la tasa de crecimiento de la población, y las características de dicha población: nivel nutricional, hábitos y preferencias alimentarias, etc. El crecimiento de la población demanda cada vez mayor producción de comestibles, al mismo tiempo que incrementa la contaminación del agua. También, el sistema demográfico proporciona los recursos humanos que requiere el sistema productivo.

  4. Sistema Productivo: este sistema es la base de la actividad económica de producción en cualquiera de las modalidades de la acuicultura. Para permitir el análisis sectorial, se subdivide en actividad primaria, secundaria y terciaria:

    1. Sector Primario: está constituido por las unidades de producción. Su cuantificación es función de parámetros tales como: número, superficie, productividad, etc. cuya combinación se traduce en la productividad total expresada en términos de volumen y/o valor económico.

    2. Sector Secundario: a este sector corresponde la dotación de infraestructura y otros servicios que favorecen el desarrollo del sector primario. También corresponde a este sector el establecimiento de plantas de procesamiento, industrias conexas necesarias para el sustento del sector primario a través del aporte de insumos, equipos, instrumentos, etc.

    3. Sector Terciario: se identifica con los servicios de recepción, distribución y comercialización de los productos de la acuicultura.

  5. Sistema de Regulación: este es el sistema de mayor relevancia desde el punto de vista de la planificación de la acuicultura ya que se caracteriza por representar el conjunto de acciones públicas identificadas como necesarias para permitir y favorecer el desarrollo de la actividad de manera coherente y organizada, de tal forma que se satisfagan los objetivos y se cumplan las metas establecidas en el marco de polí ticas de desarrollo económico y social de cada país. La incidencia de las acciones públicas sobre la actividad depende de los sistemas de planeación establecidos, de la legislación y normatividad vigentes, y de las disposiciones que en materia de investigación, capacitación, difusión, extensionismo, sanidad, estímulos fiscales, inversión, financiamiento, etc., hayan sido concertadas por parte de la institución rectora y de las diversas entidades gubernamentales y privadas directa e indirectamente involucradas en la regulación de la acuicultura.

5.2. Sistemas de cultivo y recursos disponibles

Independientemente del objetivo productivo de que se trate, las prácticas acuiculturales desde el punto de vista de la organización social, pueden tener dos niveles de producción fundamentales cuyos resultados en términos de rentabilidad económica difieren considerablemente. Dichos niveles son: la acuicultura de subsistencia o artesanal para producción de alimentos de bajo costo, y la acuicultura comercial orientada hacia la producción de alimentos u otros productos de tipo suntuario. Existe un tercer tipo de práctica acuicultural que también es practicada en la mayoría de los países en gran escala y que corresponde a la acuicultura de repoblación ejercida de manera extensiva tanto en los grandes embalses de agua dulce como en esteros y lagunas costeras.

Este tercer tipo de práctica acuicultural es generalmente fomentada por los gobiernos, aunque a veces también por entidades no gubernamentales, con fines económicos y sociales distintos a los de los dos primeros tipos; su importancia radica en que da sustento a la explotación pesquera dulceacuícola y de moluscos y algas en esteros y lagunas costeras, la cual hasta la fecha continúa aportando los mayores volúmenes de producción contabilizados en las estadísticas pesqueras realizada por las poblaciones ribereñ.

La primera categoría, la acuicultura de subsistencia, se practica normalmente bajo condiciones extensivas (es decir, la alimentación que se suministra a los organismos acuáticos es sólo de tipo suplementario, las inversiones de capital son reducidas, los costos de operación son bajos, la administración es sencilla y los rendimientos por unidad de área son reducidos), mientras que la segunda categoría se practica de manera intensiva (suministro de alimentos balanceados o completos, elevada densidad de organismos por unidad de área o volumen de agua. complejidad en la operación del cultivo abarcando todas las etapas del desarrollo biológico de la especie, control del medio acuático, mecanización parcial de las operaciones de cultivo, elevada productividad por unidad de superficie o volumen de agua, etc.).

La acuicultura de subsistencia se practica por lo general en pequeña escala, aunque su organización varía desde el nivel individual hasta el de unidades de explotaciín realizada por grupos comunitarios como un complemento de sus actividades primarias de producción. Cualesquiera de las modalidades de esta práctica se presta a ser incorporadas a la economía rural y cuando dicha incorporación es debidamente planificada y ejecutada, éstas pueden contribuir substancialmente a lograr un equilibrado desarrollo rural integral. Lo anterior se debe principalmente al hecho de que, por su naturaleza, puede integrarse estrechamente a otras actividades rurales, permitiendo lograr un mejor aprovechamiento de los recursos productivos disponibles. Cabe aclarar, sin embargo, que para poder realizar los objetivos que plantea este tipo de desarrollo, se requiere el apoyo asistencial de instituciones de fomento.

Desde un punto de vista metodológico con fines de análisis del beneficio social que implica, no resulta sencillo clasificar a la acuicultura en forma precisa y globalizante. Los criterios meramente técnicos tradicionales (extensiva, semi-intensiva, intensiva, etc.) tampoco conllevan a establecer claramente la manera en que esta actividad es practicada por los campesinos o pescadores considerados como artesanales, y por lo tanto se han propuesto criterios que toman en cuenta el tipo de usuario o acuicultor en cuando a su condición social y económica, y también el grado de comercialización de la actividad. En este sentido más bien cabría clasificarla como acuicultura de subsistencia. empresa rural o comercial y la industrial o empresarial, siendo la diferencia más importante entre estos grupos el grado de comercialización del producto aunque considerando también tamano de la operación, el monto de la inversión y la intensidad y cantidad de mano de obra aplicada.

Según estos criterios, la acuicultura artesanal comprendería de manera generalizada a la denominada de subsistencia y a la comercial o de la empresa rural, teniendo objetivos bastante concretos y estrategias más o menos definidas, que deberían manifestarse como un efecto multiplicador a partir de las estaciones y centros piloto convenciendo a las instancias de poder de la viabilidad de la misma como una forma técnica y económica de producción de alimentos.

Cualesquiera de las tres categorías anteriores se practican en diversos grados de intensidad que van desde los sistemas de cultivo más extensivos hasta los intensivos, e incluso en ciertos casos, los hiperintensivos. Como ejemplos, entre los primeros se incluyen: las siembras o repoblaciones de crías a las cuales por lo general no se les da un seguimiento ulterior; el confinamiento de organismos por medio de redes u otros dispositivos que permiten mantenerlos en cautiverio aprovechando cuerpos de agua naturales y a la vez inducen a incrementar la productividad natural del medio a través de la concentración de los organismos acuáticos objeto del cultivo; los sistemas de fijación de larvas de moluscos que permiten aprovechar la disponibilidad del recurso silvestre, etc. Estos sistemas extensivos se caracterizan en general por el bajo grado dé dominio que se ejerce sobre el medio de cultivo así como por el reducido uso de insumos y recursos en la producción de los organismos acuáticos de que se trate.

En el otro extremo de la clasificación, los sistemas intensivos de cultivo que sí requieren importantes proporciones de insumos, recursos y capital, se ejemplifican por medio de los cultivos de peces, camarones y langostinos en estanques, canales de flujo rápido, tanques y/o jaulas, los cultivos de bivalvos cuyas larvas provienen de incubadoras o laboratorios, etc.

En realidad no existe un límite bien definidó que distinga a los cultivos en su caracterización de intensidad tanto en cuerpos de agua epicontinentales y en algunos costeros. Por lo tanto resulta poco menos que imposible deslindar la producción atribuible a actividades de pesca y la producción acuicultural propiamente dicha.

Cabe hacer notar que el enfoque del desarrollo de la acuicultura costera o de lagunas costeras, hasta la pasada década había sido de tipo extensivo pues hasta entonces los mayores esfuerzos en relación a la acuicultura se había encaminado casi exclusivamente al mejoramiento de las condiciones del hábitat, básicamente a través de obras de ingeniería hidráulica consistentes en la apertura de bocas y remoción de barras para comunicar las lagunas con el mar y en el dragado de canales naturales y artificiales dentro de las propias lagunas. Si bien estas obras produjeron notables incrementos en la producción obtenida por los pescadores artesanales, factores tales como el límite natural de la productividad acuática y otros de tipo técnico, sociopolítico y cultural impedirían el marcado crecimiento de la producción acuicultural en estos medios.

5.3. Evaluación económica de las unidades de producción

Además de su viabilidad productiva, desarrollo de la acuicultura depende de su rentabilidad económica. Habiendo presentado los criterios técnicos que permiten identificar los sistemas de producción más eficientes una vez considerados el medio físico y los factores biológicos, es necesario identificar el sistema más rentable tomando en cuenta diversos criterios económicos. Esta identificación puede realizarse con la ayuda del método de análisis costos-beneficios. El método toma en cuenta:

  1. el valor y fecha en que se realiza la inversión, incluyendo la reposición de capital;

  2. los costos de operación, considerando los precios relativos de los diferentes insumos, tanto en el presente como en el futuro;

  3. el monto de los ingresos, y

  4. el valor de recuperación de las instalaciones al finalizar el proyecto.

Para poder comparar estos conceptos es necesario primero descontar sus valores a una misma fecha, ya que normalmente las erogaciones y los ingresos se realizan a lo largo del tiempo y no es igual el valor de un dólar en dos períodos distintos. Una vez descontados los valores a una misma fecha, se puede estimar la rentabilidad del proyecto. Normalmente se utilizan dos indicadores de la rentabilidad: la razón beneficio-costo, y la tasa interna de retorno (TIR). El primero, cuando es positivo, significa que el proyecto es capaz de cubrir sus costos y aún rendir utilidad, por ello el proyecto con la mayor razón beneficio-costo será más rentable. El segundo indicador se obtiene estimando la tasa de descuento que iguale, en el presente, el valor de los ingresos y de los costos; si dicha tasa es mayor a la tasa a la que se pueden obtener recursos financieros en el mercado, significa que el proyecto es rentable. Existen otros indicadores de rentabilidad que pueden llegar a ser relevantes en determinadas circunstancias, como el lapso para la maduración de un proyecto (corto plazo vs. largo plazo), o la rentabilidad por peso invertido (un proyecto con menor rentabilidad puede generar un monto de utilidades mayor al de un proyecto pequeño aún cuando éste sea muy rentable), etc.

Se presentó una síntesis de un análisis económico comparativo de diversos sistemas de producción comercial en acuicultura en diversos países y para distintas especies, señalando los rubros más importantes de inversión y de costos de producción. Los coeficientes de transformación, es decir, la relación entre la cantidad de insumos y el producto podrán obtenerse a partir fuentes teóricas, experimentales o de mediciones en sistemas ya en operación. Debe recordarse, sin embargo, que la productividad se verá afectada, entre otros factores, por las condiciones ambientales, frecuencia de repoblamiento, insumos suplementarios, capacitación y especialización de la mano de obra, y experiencia técnica y administrativa.

Por otra parte, deberá reconocerse que tanto los coeficientes de transformación podrán estar sujetos a errores de medición, como que las condiciones en los mercados de insumos y productos pueden fluctuar. Así, los precios de insumos y productos que en un momento dado hagan rentable a un proyecto, podrán variar, resultando necesario modificar la relación de insumos, o inclusive el sistema en su conjunto.

Por ello es necesario en la fase de proyección realizar ejercicios de sensibilidad, modificando los principales coeficientes de transformación, así como los precios del producto y de los insumos más importantes. El efecto de estas modificaciones sobre los índices de rentabilidad permitirá identificar el grado de vulnerabilidad financiera del proyecto, y por lo tanto las variables que deberán controlarse con mayor atención.

El análisis financiero de un proyecto de acuicultura no debe restringirse únicamente a la rentabilidad privada para el inversionista. Cuando la producción tiene efectos sobre el resto de la sociedad, el análisis debe ser global. Los efectos pueden ser positivos o negativos: son negativos, por ejemplo, la contaminación que pudiese presentarse en el agua de desecho y la absorción de recursos cuyo uso fuese más productivo en otras actividades. Entre los efectos positivos cabe mencionar la diversificación de las fuentes de producción proteínica para la sociedad, la generación de empleo, la mano de obra, la introducción de nuevas tecnologías y el uso más intensivo a los cuerpos acuícolas. Cuando la rentabilidad social del proyecto es mayor a la privada, el Estado puede proveer de estímulos a los inversionistas para desarrollar la acuicultura, siendo una forma de hacerlo el otorgamiento de créditos a tasas de interés inferiores a la del mercado.

5.4. Comportamiento del mercado y canales de comercialización

En principio, casi cualquier especie podría ser considerada potencialmente susceptible de cultivo. Sin embargo, en la práctica, criterios de tipo biológico, económico y de mercado reducen la gama de especies cultivadas. En cuanto a consideraciones de comercialización basta destacar que el sabor, apariencia, textura y facilidad de preparación determinan la aceptabilidad del consumidor por una especie en particular y aunque dichas características pueden modificarse parcialmente, están condicionadas por tradiciones sociales y culturales propias de cada pueblo. Los hábitos alimenticios, que comúnmente son conservadores, oponen gran resistencia a la introducción de nuevas especies, lo que a su vez restringe las posibilidades del desarrollo de su cultivo.

Aunque la demanda de un producto pueda ser estimulada disminuyendo el precio, eventualmente éste deberá reflejar el valor real del producto en relación a su costo, de lo cual dependerá a su vez la viabilidad económica de un cultivo.

Las características biológicas de una especie, tales como tasa de crecimiento, eficiencia en la conversión alimenticia, adaptabilidad a condiciones de cultivo, posibilidad de reproducción en cautiverio, etc. así como la capacidad tecnológica para realizar el cultivo, afectan los costos de producción y por ende determinan la elegibilidad de la especie para su cultivo. Por lo tanto, en la elección de una especie, los criterios biológicos y tecnológicos están supeditados a consideraciones esencialmente económicas y de mercado.

Conforme ha evolucionado la acuicultura, se ha ido pasando de la explotación de especies silvestres hacia la aclimatación de especies nativas primeramente y después a la introducción de especies exóticas, aún cuando esta transición no siempre es gradual ni planificada ya que en el manejo y selección de especies intervienen diversos factores.

Debido a que la acuicultura comercial cobra cada vez más importancia y participa en mercados más competidos, los proyectos de inversión deberán incluir un estudio de comercialización, donde se cuantifique el mercado potencial del producto y se identifiquen las prácticas por las cuales se hace llegar el producto al consumidor. Respecto al mercado potencial es necesario estudiar los hábitos alimenticios de la población objetivo y su disposición para aceptar nuevos productos en su casa. Por otra parte, el nivel promedio de ingreso en dicha población permite calcular el precio que pueda conseguirse por el producto.

En general, cuando el mercado es grande, como el de exportación, el precio se puede tomar como fijo e independiente del volumen de producción del proyecto; en cambio, si el mercado es reducido, el precio se verá afectado por la cantidad con que se surta al mismo. Es necesario, así mismo, investigar en relación a los canales de distribución, las prácticas excluyentes o competitivas de los intermediarios y la infraestructura existente para transportar y almacenar productos perecederos; e igualmente importante, considerar la competencia con productos provenientes de las pesquerías comerciales. Por último, es importante conocer los requisitos legales que debe cumplir el producto para su venta.

Para el éxito del desarrollo de la acuicultura se deberá adquirir un dominio profundo de las leyes del mercado, lo que incluye el conocimiento de las preferencias de los consumidores, la elasticidad de la demanda, previsión de las futuras tendencias de los precios, costos comparativos, etc. Para ello sería de gran utilidad el desarrollo de un servicio de información sobre mercados de alcance mundial, así como estudios periódicos de las tendencias del mercado y previsiones sobre la demanda nacional, regional e internacional.

La acuicultura orientada a la exportación deberá tomar en cuenta las demandas del consumidor y los controles de la calidad de los productos que existan en los países importadores. Las técnicas de cultivo deberán ajustarse de tal forma que el producto sea del tamaño y especificaciones deseados y para que su elaboración se realice en la forma más aceptable para los consumidores en los mercados extranjeros. La mayoría de los países importadores tienen reglamentaciones muy estrictas sobre la calidad de los productos atendiendo a diversos criterios, destacando el microbiológico entre otros.

6. ANALISIS DE LA PROBLEMATICA Y SU JERARQUIZACION

Armando Hernández R.
Pedro Noriega Curtis

Indudablemente, el desarrollo de la acuicultura en cada país está limitado por una serie de factores de diversa índole, que inciden en la expansión de la actividad acuícola. Por ello, es necesario identificar claramente los problemas y jerarquizarlos de tal manera que gradualmente se orienten las acciones a dar solución a la problemática existente.

Como se anotó anteriormente, las restricciones son de diferente tipo y podrían agruparse en cuatro categorías, a saber:

  1. De definición de política y normalización, las cuales requieren, para su solución, tanto del concurso de las directivas nacionales, como de la concientización de los sectores productivos vinculados a la actividad, a fin de ajustar las necesidades existentes a las condiciones socio-politicas y económicas prevalecientes en los países.

  2. De carácter administrativo y de coordinación, originadas por la duplicidad de funciones institucionales y deficiencias en la estructura de organización de las entidades responsables tanto a nivel nacional como regional y local, incluyendo las estaciones de investigación y fomento.

  3. De financiamiento, tanto en la ejecución de programas gubernamentales como de inversión en proyectos productivos, debido, por una parte, a la reducción presupuestal del estado, y por otra a la problemática existente en el sistema crediticio.

  4. De carácter científico y tecnológico, en razón a que los paquetes técnicos y económicos de producción, en la mayoría de los cultivos no son completos y por lo tanto presentan deficiencias de aplicación, lo que incide en el desarrollo de la actividad. Esta condición se agrava pues se presentan dificultades en la asignación de recursos para investigación, capacitación, transferencia tecnológica y divulgación de resultados.

La elaboración de un Plan para el desarrollo de la acuicultura debe necesariamente considerar un análisis profundo de la problemática existente y asignar prioridades que permitan un ordenamiento de las metas que se establezcan y por tanto se logre el impacto deseado en la estructura productiva.

Las prioridades jerarquizan áreas especificas, determinan necesidades y ordenan las actividades con relación a la estructura administrativa y financiera. En este último aspecto es indispensable considerar que el financiamiento constituye una parte fundamental en la formulación y ejecución del Plan, ya que influye en la realización de las actividades y en la necesidad de flujos financieros por institución y región, de manera oportuna y suficiente.

En el proceso de selección de prioridades se debe tener en cuenta el entorno socio-económico y científico-tecnológico que permita establecer los problemas limitantes y la disponibilidad de recursos, por una parte, y por otra, el entorno político, en la que se consideren las orientaciones sociales, económicas, tecnológicas e institucionales para con ello establecer cualitativa y cuantitativamente las prioridades en materia de recursos humanos, físicos y financieros que coadyuven al desarrollo de la actividad acuícola.

En base al conocimiento disponible sobre la situación que guarda el desarrollo de la acuicultura en Latinoamérica, se presentan algunas reflexiones sobre problemas apreminantes que requieren mayor atención para su solución.

I. Debido a que la mayoría de los países de la región se caracterizan por un régimen de economía mixta, se ve favorecida la capacidad productiva tanto del sector social como del privado. Ambos sectores son responsables de la producción, bien sea para satisfacer el autoconsuo o para introducir los productos a esquemas de comercialización. Aquí cabe, sin embargo, reflexionar sobre el hecho de que, como es sabido, la acuicultura de repoblación y la acuicultura de subsistencia no garantizan, desde el punto de vista del inversionista privado, una significativa ganancia o utilidad económica, por lo que ha sido descuidada u observada por no pocos como una “actividad sin perspectivas de desarrollo, sin capacidad de autofinanciarse, sin recuperacion de las inversiones y sin rentabilidad”. No obstante lo debatible que puede ser, dicho enfoque desde una perspectiva de rentabilidad económica, debe apreciarse que la acuicultura de repoblación, al igual que la de subsistencia, representan una actividad de alta redituabilidad social. Aquella, más que ninguna otra, incorpora al trabajo a un significativo número de personas que se incrementa en número al auspiciar actividades de apoyo o complementarias.

También, estos tipos de acuicultura se asocian a la existencia de comunidades en virtud de los bajos ingresos obtenidos por familia, de las restricciones crediticias, y en general, de las limitantes para su desarrollo pesquero. Presentan valores deficitarios en prácticamente todos los indicadores de su bienestar social como son: la educación, salud, vivienda, etc., así como en la infraestructura minima de servicios elementales como agua potable, drenaje, electricidad, y otras más, indispensables para una vida comunitaria digna. Existe suficiente evidencia para considerar que no obstante lo apremiante de tales necesidades, la insuficiencia básica es la relativa a su organización social, tanto para el proceso productivo cuanto para la traducción de dicho proceso en la elevación de los niveles de vida de la comunidad en su conjunto.

II. Por otra parte, no todos los planes nacionales proyectan lineamientos específicos por sector ni por cultivo en función de las tecnologías disponibles, como tampoco en función de la variación de ambientes de la geografía nacional de cada país.

III. En materia de selección de especies para la acuicultura, si bien existen numerosas especies de organismos acuáticos susceptibles de cultivo tanto nativas como exóticas, en la práctica esta gama se reduce al tomar en consideración criterios determinantes de tipo biológico, tecnológico y de mercado; mismos que determinan la viabilidad económica de su producción. Por otra parte, y no obstante incipientes investigaciones realizadas sobre biología básica y de desarrollo del cultivo de especies nativas, los resultados no han fructifícado en el establecimiento de cultivos de ciclo completo a nivel comercial.

La introducción de especies exóticas, aunque ha provocado numerosas controversias por las posibilidades de desequilibrio ecológico que generasen, en balance ha resultado ser benéfica dado que estas especies son las que contribuyen a generar los mayores volúmenes de producción, tanto en prácticas de cultivo como en repoblamiento de los principales embalses, naturales y artificiales.

IV. La modalidad de la acuicultura de repoblamiento y/o el fomento de las pesquerías artesanales tanto en aguas interiores como costeras ha requerido una vasta infraestructura para la reproducción y repoblamiento. En el primer caso, la actividad está basada esencialmente en especies exóticas como las tilapias y carpas en aguas cálidas, y en truchas y aterínidos en aguas frías. En el segundo caso la actividad se desarrolla empleando moluscos bivalvos nativos (ostiones, ostras y mitílidos), y en el caso particular de Chile, diversas especies de algas del género Gracilaria..

El desconocimiento general de la dinámica poblacional y la falta de estudios previos de tipo ecológico y de impacto ambiental, en muchos casos ha provocado serios problemas manifestándose en amplias oscilaciones en el nivel de capturas, en epizootias, etc. y en otros de tipo económico y social.

Sin embargo, cabe reconocer que desde el punto de vista cuantitativo de la producción, este enfoque es el que ha resultado más exitoso; principalmente en aquellos países que disponen de numerosos y extensos embalses naturales y artificiales o en lagunas costeras y bahías protegidas y cuyas condiciones son propicias para la vida de las especies arriba mencionadas.

Las implicaciones han sido favorables en cuanto al incremento del volumen de pescados y mariscos para consumo humano directo (no necesariamente local), o para la extracción de ciertos productos como agar y alginatos ampliamente utilizados en la industria, así como en cuanto a la creación de importantes fuentes de empleo en el medio rural y ribereño. Sin embargo, dado que no siempre se trata de una práctica de cultivo en sentido estricto, sino más bien de pesca de explotación, no se ha logrado crear una cultura o conciencia en torno a la acuicultura y no siempre se han incrementado los pretendidos niveles de bienestar social.

Empero, esta práctica resulta de por sí onerosa para los gobiernos, mismos que no siempre disponen de subsidios ni subvenciones para actividades complementarias de asistencia técnica, organización, capacitacion, etc. Sin embargo, una adecuada comprensión de las necesidades de las comunidades constituidas por los acuicultores, exige atender en primera instancia las características inscritas en la pesca y/o acuicultura artesanales para asií poder contribuir a mejorar la fisonomía productiva del pescador y su entorno familiar y social.

V. En varios países se observa una marcada tendencia a fomentar la práctica de la acuicultura como una forma de propiciar el desarrollo rural integral. Consecuentemente, han adoptado políticas de promoción de la agro-acuicultura. Estas políticas persiguen un doble objectivo: contribuir al incremento de la producción de alimentos en general, y en particular a mejorar el nivel nutricional y de ingreso de los grupos rurales marginados. Las políticas son implementadas por diversas instituciones públicas y privadas, pero bajo esquemas similares, lo que refleja una coincidencia en la planificación sectorial así como la preocupación por inducir el consumo de productos pesqueros derivados del cultivo a través de la siembra y el manejo acuicultural. Así, la frontera productiva del sector rural se amplía al integrar la crianza de organismos acuáticos con sus cultivos agrícolas, ganaderos, pecuarios y silvícolas tradicionales.

VI. Así mismo, se espera que la acuicultura favorezca el arraigo de los campesinos a sus comunidades, aprovechando la disponibilidad de sus recursos naturales y subproductos de otras actividades económicas. En síntesis, se puede observar que la acuicultura en América Latina se ha ido desarrollando tendiendo a la transformación de las estructuras rurales y aportando soluciones a los problemas estructurales de los campesinos.

VII. Algunos países, con la intención de favorecer a determinados segmentos marginados de la población, han dedicado enormes esfuerzos para involucrarlos directamente en la acuicultura. Para ello, los estados han invertido importantes sumas de dinero en obras de infraestructura civil (caminos, presas, canales, estanquerías, centros de reproduccíon , etc.); pero al descuidar otros aspectos igualmente importantes tales como: capacitación, organización, financiamiento de capital de trabajo, insumos, etc., no se han obtenido los resultados productivos esperados. Las expectativas de la población cifradas en esta actividad, en ocasiones se han visto defraudadas, lo que contribuye a desalentar el interés por superar los obstácilos que se presentan. Por otro lado, no siempre se han encontrado mecanismos ágiles para que otros sectores de la población con mayores recursos técnicos y económicos, puedan participar de manera simultánea y complementaria, supliendo las deficiencias padecidas por los grupos a quienes se pretende proteger.

VIII. A pesar del relativamente escaso número de empresas acuícolas industriales en operación, exceptuando quizás Ecuador y Chile, un porcentaje no despreciable ha fracasado en su intento de constituir una auténtica industria. Los motivos han sido de diversa índole: financiera, técnica, y por la adopción de tecnologías no acordes a la carga financiera de las propias empresas. Tales experiencias, aunadas a la adversa regulación jurídica y administrativa, han creado una imagen negativa que desestimula a los inversionistas potenciales para involucrarse en esta rama.

Sin embargo debería aprovecharse el potencial productivo de los invesionistas dispuestos a participar en la acuicultura. La adición de inversiones menores a la actividad, también puede traducirse en altos rendimientos relativos por la producción agregada de especies cultivadas. Vale decir que la acuicultura industrial es una actividad que requiere un alto nivel de capacitación técnica y sin embargo existe poco personal debidamente entrenado. Su número se reduce a quienes han tenido oportunidad de operar proyectos de cultivo intensivo, tanto dentro del propio sector privado como del público o social. Dadas las anteriores limitaciones, en ocasiones los inversionistas han tenido que recurrir al extranjero (intra y extrarregional) en búsqueda de personal más experimentado con el objeto de salvaguardar sus intereses.

Hasta la fecha, salvo contadas excepciones en camaronicultura y salmonicultura, la acuicultura industrial no ha logrado integrarse verticalmente, ya que los inversionistas no consideran razonable arriesgar recursos adicionales necesarios para la comercialización e industrialización tanto de sus propios productos como de los insumos que requieren. Esto es debido a los escasos márgenes de utilidad que generan a partir de la actividad acuícola, lo cual no contribuye a la factibilidad económica de los proyectos complementarios necesarios para su integración vertical. Aún así, es posible concluir que la acuicultura industrial es una actividad que se presenta con buenas perspectivas para los países de América Latina, traducidas en incrementos en la producción y en el consumo de alimentos, en la generación de fuentes de trabajo y de divisas, y por ende en la riqueza económica en general.

IX. La falta de un plan nacional debidamente estructurado, aunado a un contexto jurídico flexible o relajado, ha permitido la inversión externa directa en actividades acuícolas netamente comerciales. Si bien esta situación ha propiciado la expansión de determinadas industrias acuícolas, que incluso en ocasiones alcanzan niveles elevados de integración horizontal y/o vertical, no necesariamente se traducen en un verdadero y genuino desarrollo de la acuicultura. Estas industrias funcionan a semejanza de las maquiladoras y por lo tanto no propician simultáneamente el mejoramiento de la situación económica de los trabajadores, ni el incremento de disponibilidad de alimento rico en proteína y de bajo costo, ni tampoco una retribución más justa tanto a los individuos dedicados a la actividad, como al país en su conjunto.

El beneficio de la capacitación indirecta que practican los inversionistas extranjeros es reducido y retardado, ya que normalmente son los técnicos extranjeros a quienes corresponden las labores más especializadas de gerencia y de producción. Los productos son destinados a la exporta ción, pero ello no asegura necesariamente la captación y/o generación de divisas, por lo que las utilidades no se re-incorporan a la economía nacional. Tampoco se observa el debido respeto a las disposiciones en materia de conservación de recursos y de protección ambiental. Es por todo lo anterior que la contribución de tales empresas al desarrollo de la acuicultura resulta dudosa y controvertida. Es por ello que una adecuada planificación sectorial debería evitar situaciones similares a las arriba descritas.


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