II. PRESENTACION DE CASOS POR PAISES (Contd.)

5. EL CASO DE VENEZUELA

5.1. Generalidades sobre las lagunas costeras de Venezuela

De acuerdo con el “Informe Nacional sobre Problemas Ambientales de las Zonas Marinas y Costeras”, preparado a principio de 1983 por el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (MARNR) de Venezuela y en base al documento “Actualización de los conocimientos y formulación de estrategias de manejo de lagunas costeras para pesca y acuicultura en Venezuela”, elaborado por Nieto y Pauls 1988, para el Proyecto FAO-Aquila (GCP/RLA/075/ITA), se tiene que en la franja marino-costera de Venezuela, tanto continental como insular, se da una lista de 37 zonas ecológicas marino-costeras especiales, de las que unas 26 responden, de alguna manera, al perfil de las áreas lagunares contempladas en el presente informe. Aunque con frecuencia no se dispone de suficiente o adecuada información al respecto o están en zonas de real o potencial afectación por actividades antrópicas, se citan a título informativo, en previsión de su eventual inclusión en una etapa ulterior los principales humedales marino-costeros de Venezuela:

Las 16 principales lagunas marino-costeras de Venezuela fueron objeto de revisión bibliográfica. La información existente sobre aspectos geográficos, ecológicos, pesca y acuicultura de las mismas está resumida en las Tablas 5.1. al 5.3.

En cuanto a la información relativa a la acuicultura, sólo se tomaron en consideración los trabajos realizados directamente en los cuerpos de agua naturales, por los sistemas de balsas, jaulas flotantes y parques fijos. Sin embargo, cabe señalar la existencia, en Venezuela, de información sobre acuicultivos efectuados fuera de las lagunas, en estanques con organismos provenientes de la lagunas.

(*) Laguna localizada en la Isla Margarita.
(**) Manglares sólo en el curso inferior del río Campoma, que une a la laguna con el Golfo de Cariaco.

(*) Pluviosidad mensual (mm).
(**) Sin comunicación directa con el mar.

5.1.1 Aspectos institucionales de las lagunas marino-costeras de Venezuela

En Venezuela, como en todo Estado de Derecho, la actuación de los órganos del Poder Público se basan, en primer lugar, en la Constitución Nacional, la cual contiene los fundamentos primarios en los que descansa la actuación de la Administración Pública, los cuales se desarrollan a través de leyes cuadro o leyes orgánicas, leyes ordinarias, decretos y resoluciones, cuyo conjunto constituye el sistema jurídico que rige cada área de actuación del Poder Público.

En el caso específico de las actividades de pesca y acuicultura, los órganos de la Administración Pública con injerencia sobre la materia deben ceñirse al sistema jurídico que los rige y que está integrado por los siguientes instrumentos legales, los cuales son citados, en este informe, en atención más a su vinculación con la pesca y la acuicultura que siguiendo un orden jerárquico de índole jurídica o jurídico-administrativa.

1. Constitución Nacional (1961)

2. Ley Orgánica de la Administración Central (1966)

3. Ley de Pesca (1944)

4. Resolución N°391 del M.A.C. (29/11/84) sobre la introducción de camarones peneidos exóticos.

5. Ley Orgánica del Ambiente (1976)

6. Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio (1983)

7. Guía para solicitar las autorizaciones requeridas para el Establecimiento de Acuicultivos, del M.A.R.N.R. (3/10/86)

8. Ley del Instituto Nacional de Parques, Inparques (1978)

9. Decreto N°110 Del 26/5/74 sobre manglares, arrecifes coralinos y fondos marinos.

10. Ley de Navegación (1944)

11. Ley de Turismo (1973)

12. Ley de Seguridad y Defensa (1976)

13. Ley Organica de Ordenación Urbanistica (1987)

14. Ley de Tierras Baldias y Ejidos (1936)

15. Ley Aprobatoria de la Convención para la Protección de la Flora y de la Fauna y de las Bellezas Naturales de los Países de América (1941)

16. Ley Florestal de Suelos y Aguas (1965)

17. Ley de Protección a la Fauna Silvestre (1970)

18. Otras disposiciones legales: Decretos, Reglamentos y Resoluciones.

5.1.2 Principales factores que inciden negativamente sobre la pesca y la acuicultura en Venezuela

Los principales factores que inciden negativamente en la adecuada gestión de la pesca y los acuicultivos en Venezuela, en opinión de los autores del presente informe y sin que el orden de cita indique forzosamente orden de influencia, son los siguientes: i) la contaminación de las aguas lagunares, ii) los conflictos de uso del territorio, iii) los desarrollos urbanos y turístico-recreacionales mal planificados, iv) la falta de información básica y de coordinación entre organismos oficiales y el sector privado, v) la competencia interinstitucional y vi) la escasez de recursos humanos.

5.1.3 Conclusiones generales

1. En Venezuela, se han realizado relativamente pocas investigaciones sobre acuicultura comercial en las lagunas. En efecto, sólo se ha experimentado en las lagunas de La Restinga, Grande del Obispo, Cocinetas y en menor grado, Las Maritas.

2. Existe un creciente número de proyectos para la construcción de granjas camaroneras en lagunas marino-costeras, las cuales se instalarían en terrenos desprovistos de vegetación de manglar y no aptos para actividades agrícolas o pecuarias.

3. Existe, asimismo, la posibilidad de desarrollar granjas camaroneras en áreas marinocosteras bajas, no lagunares y sin manglares: por ejemplo, en las inmediaciones del curso inferior del río Unare (caso de estudio) y, sobre todo, a lo largo de las costas del Estado Falcón.

5.2. El Sistema Lagunar de Unare

5.2.1 Aspectos ambientales

La Laguna de Unare, junto con las de Píritu y Tacarigua, forma parte del complejo lagunar localizado en la costa baja y arenosa de la Región Centro-Oriental del país. Está situada a 8°44'00"-10°06'27"N y 65°12'49"–65°75'40"W. Este litoral es recorrido por la Corriente Ecuatorial del Norte, llamada también de Guayana, de este a oeste (Fig.5.1).

La laguna tiene una longitud de 22 km y un ancho máximo de 6 km durante la época de lluvias. La barra arenosa que la separa del mar tiene un ancho que varía de 300 a 600 m y posee dos bocas de comunicación (Boca Mora y Boca Nueva), actualmente cerradas debido a los sedimentos aportados por la corriente marina y a la construcción de una carretera que comunica los pueblos de El Hatillo y La Cerca con Boca de Uchire. La única comunicación existente con el mar es a través de un canal entre la laguna y la desembocadura del Río Unare. En época de sequía y cuando disminuye el caudal del río, la comunicación con el mar también se cierra debido al aporte arenoso de la corriente marina. La comunicación se reabre cuando el río crece en época de lluvia, surtiendo de agua dulce a las Lagunas de Unare y Píritu al alcanzar caudales promedio de 100 m³/s y sobrepasar, en algunos casos, los 400 m³/s (Hurtado y De Freitas, 1983) (Fig.5.2).

Hasta 1964, la laguna estaba sometida al régimen de estacionalidad climática. Durante la sequía el nivel de agua disminuía hasta producir, en algunos casos, la desecación total, quedando sólo charcos remanentes con elevadas salinidades que pasaba del 5% a 99% (Okuda, 1968), originando la muerte de los peces, único sustento de los pobladores de la zona.

Con motivo de una gran mortandad de peces provocada por la prolongada sequía de 1959, el Ministerio de Obras Públicas contrató en 1960 con el Instituto Oceanográfico de la Universidad de Oriente la realización de un estudio multidisciplinario del ecosistema, siendo la conclusión final de represar el Río Unare con el fin de poder surtir de agua dulce a la laguna durante los períodos de sequía y evitar su exagerada salinización. Se proyectó la construcción de 14 embalses, la mayoría ya realizados; este plan ha logrado resultados exitosos, observándose una notable desalinización de la laguna hasta llegar a concentraciones de 9.9% y 12.7% (Longa, 1986).

Además del Río Unare, la laguna recibe aportes fluviales de los ríos intermitentes Chávez y Cautaro, junto con otras quebradas menores.

a) Clima

El régimen pluvial es monomodal, con un período seco entre diciembre y abril y precipitaciones mínimas en febrero y marzo. A partir de mayo se inicia el período lluvioso que se extiende hasta noviembre, durante el cual precipita más del 80% del total anual de 703.2 mm siendo julio, agosto y septiembre los meses de mayor precipitación, con máximo de 126.1 mm, para un promedio anual de 58.6 mm (Fig.5.3).

La evaporación tiene un total anual de 2,090 mm, excediendo a la precipitación en un factor de 3. Su máximo se registra al final del período seco (mayo: 216 mm) y el mínimo en agosto-septiembre (149 mm, para un promedio anual de 174.2 mm). Este clima ha sido clasificado como semiárido tipo BSA (w) según Köppen y seco cálido, tipo DdA', según Thornthwaite. El régimen de vientos está influenciado por los Alisios, con componentes dominantes de dirección NE entre noviembre y abril y por masas de aire ecuatorial durante el resto del año.

b) Condiciones hidrológicas

El Río Unare, que constituye el principal aporte fluvial de la laguna, presenta una evolución anual de la escorrentía completamente dependiente del régimen de precipitación monomodal descrito, con excesos en junio, julio y agosto cuando sobrepasa los 100 m³/s y puede alcanzar hasta 400 m³/s. Este río nace al oeste de la población de Pariaguán en la Laguna de Los Chicos, a 252 m s.n.m. Sus aguas recorren una distancia de 258 km en dirección SE-NO, generando una cuenca de unos 22,000 km² que comprende numerosos afluentes, entre los cuales destacan los ríos Tamanaco, Aragua, Ipire,Güere, Guaribe, Quebrada Honda y Guanape.

Figura 5.1. Ubicación geográfica de la Laguna de Unare.

Figura 5.2. Sistema hidrográfico y cuencas en el área adyacente a las Lagunas de Unare y Piritu.

Figura 5.3. Clima del área de la Laguna de Unare.

En su tramo final, el cauce del Unare se mantiene con agua casi todo el año, pero en la época de sequía la boca se interrumpe por la formación de una barrera de arena litoral que lo represa.El delta que se forma tiene 3 km de ancho y 8 km de largo. A ambos lados se encuentran las albuferas de Unare y Píritu.

Las características físico-químicas según Parra et al. (1986) y otros autores se muestran en las Tablas 5.1., 5.2. y 5.3. sobresale lo siguiente:

Debido a la poca profundidad, la temperatura del agua generalmente coincide con la del aire. Las variaciones son más marcadas en la época de lluvias. Han oscilado entre 27.0 y 30.4°C, inferiores a las reportadas por Okuda (1968) de 37.0°C, lo cual indica que las temperaturas han bajado después del represamiento del río.

Los valores máximos salinos de 11–15% (1986) corresponden a lluvia y sequía, contrastando con los obtenidos por Okuda (1968) de 23.24–61.40% para ambas estaciones. Esta diferencia demuestra el descenso sensible de la salinidad por el aporte de agua dulce del río (Tablas 5.4. y 5.5.).

En el oxígeno no se han reportado diferencias importantes entre el fondo y la superficie, con promedios de 6.0 y 5.0 mg/l en lluvia y sequía. Las variaciones detectadas entre las estaciones parecen producirse por la acción de los vientos sobre aguas poco profundas, que remueven los sedimentos y su capacidad reductora influye en la cantidad de oxígeno, sumado a la actividad biológica de organismos fotosintéticos cuya distribución no es homogénea (Tabla 5.4.).

Los niveles de transparencia han sido inferiores a 20 cm, aumentando hacia las zonas de mayor profundidad. Los sólidos en suspensión aumentan en los meses de mayor aporte fluvial y son más abundantes en general en las zonas menos profundas.

El pH de la laguna muestra variaciones leves, entre 6.6 y 7.6 mientras que en el río la excursión es mayor: 6.2 – 8.5 (Tabla 5.6, con promedios globales).

El fósforo muestra considerables fluctuaciones máximo se ha encontrado en Boca Mor.

c) Geología y sedimentología

La laguna es poco profunda, con un promedio de 0.80 m. Las mayores profundidades se han observado hacia la zona Centro-Sur, donde se ha medido hasta 1.30 m; desde aquí la profundidad disminuye paulatinamente al este y al oeste. Es muy significativa la profundidad de 1.10 m medida en el canal que comunica con el Río Unare, que también disminuye hacia el oeste y el sur. La zona occidental, hacia la población de Boca de Uchire queda sin agua casi a partir de la cota de 0.30 m (Fig. 5.4).

La planicie de la laguna está limitada por la Cordillera, que llega a medir 600 m de altitud donde se presentan formaciones del Cretáceo Superior y formaciones del Oligoceno-Mioceno (Bidoño. Querecual, Quebradón, etc.). Durante la gran regresión de Wisconsin quedó al descubierto una extensa planicie, la cual probablemente llegaría hasta la cota de los-100 m. Posteriormente, al presentarse el cambio climático cálido y húmedo, con la transgresión que le siguió, se formó una amplia bahía limitada por el saliente de Puerto Píritu al este y el de Boca de Uchire al oeste. Los sedimentos aportados por la corriente marina procedente del este y por el Río Unare, fueron distribuidos por la acción del oleaje producidos por los Vientos Alisios a lo largo de la plataforma continental que, por ser poco profunda, permitió la formación de la barra arenosa que fue cerrando la bahía hasta hacerlo por completo, formando la laguna. Al mismo tiempo, el Río Unare fue generando su delta y avanzando hacia el norte hasta lograr dividir la bahía, quedando las dos albuferas actuales de Unare y Píritu. En esa transgresión. llamada también “Flamenca”, el nivel del mar llegó a la cota de más o menos +5 m sobre el nivel actual del mar.

En la planicie del Sur, a nivel de Boca de Chávez y de San Juan, se han localizado paleosuelos de color negro ricos en materia orgánica y conchas de moluscos en especial Ostrea. Uno de ellos de edad de 4,800 ± 300 años A.P. con dataciones de C¹⁴. La nueva regresión, hasta llegar al nivel actual, ha dejado al descubierto planicies de pendientes muy suaves (menos del 1%), con extensión considerable de unos 2 km de norte a sur y desprovistas de vegetación, especialmente hacia la zona de las poblaciones de La Cerca y El Hatillo. Actualmente se observa que el aumento del nivel del mar está haciendo retroceder la barra litoral hacia el continente y, en consecuencia, se disminuye la superficie de la laguna. Mediciones muy aproximadas indican que este retroceso es de unos 2 mm por año.

La laguna es poco profunda, con un promedio de 0.80 m. Las mayores profundidades se han observado hacia la zona Centro—Sur, donde se pudo medir hasta 1.30 m; desde aquí la profundidad disminuye paulatinamente al este y al oeste. Es muy significativa la profundidad de 1.10 m medida en el canal que comunica con el Río Unare, que también disminuye hacia el oeste y el sur. La zona occidental, hacia la población de Boca de Uchire, queda sin agua casi a partir de la cota 0.30 m (Fig.5.4).

Los sedimentos superficiales están constituidos por la fracción limo—arcillosa (< 44 μ); sin embargo, la barra es totalmente arenosa y los sedimentos del canal hacia el Río Unare, así como las desembocaduras de las quebradas Cautaro y Chávez, tienen un porcentaje significativo de arena. A medida que se avanza hacia el oeste la fracción arcillosa aumenta, llegando a predominar arcilla en las orillas del manglar.

La barra está formada casi exclusivamente de material arenoso, con granulometría muy homogénea,lo cual indica que la velocidad de la corriente litoral que ha aportado esas arenas fue siempre de la misma intensidad. Más del 90% de la arena está en el rango de 0.500 y 0.125 mm de diámetro. En la zona central de la barra se han localizado pequeñas dunas de 1.0–1.5 m de altura, arenas en más del 90% de diámetro comprendido entre 0.125 y 0.80 mm, originadas por Vientos Alisios de dirección NE. El estudio petrográfico de estas arenas muestra que están compuestas principalmente de cuarzo, observándose también la presencia de ftanita (Chert). Se han detectado restos de conchas de moluscos de origen marino y los granos, en los diámetros inferiores (0.120 y 0.080 mm), tienen características de rodamientos eólicos.

Los sedimentos superficiales están constituidos por la fracción limo—arcillosa (< 44 micras); sin embargo, la barra es totalmente arenosa y los sedimentos del canal hacia el Río Unare, así como las desembocaduras de las quebradas Cautaro y Chávez, tienen un porcentaje significativo de arena. A medida que se avanza hacia el oeste la fracción arcillosa aumenta, llegando a predominar arcilla en las orillas del manglar.

La barra está formada casi exclusivamente de material arenoso, con granulometría muy homogénea, lo cual indica que la velocidad de la corriente litoral que ha aportado esas arenas fue siempre de la misma intensidad. Más del 90% de la arena está en el rango de 0.500 y 0.125 mm de diámetro. En la zona central de la barra se han localizado pequeñas dunas de 1.0–1.5 m de altura, arenas en más del 90% de diámetro comprendido entre 0.125 y 0.80 mm, originadas por Vientos Alisios de dirección NE. El estudio petrográfico de estas arenas muestra que están compuestas principalmente de cuarzo, observándose también la presencia de ftanita (Chert). Se han detectado restos de conchas de moluscos de origen marino y los granos, en los diámetros inferiores (0.120 y 0.080 mm), tienen características de rodamientos eólicos.

Se ha señalado que la parte arenosa disminuye desde el canal que comunica con el Río Unare (30%) hacia el interior de la laguna, hasta llegar a la zona de manglares en la región Sur (2.5– 14.6%). El estudio petrográfico de la fracción gruesa demuestra que el cuarzo es el mineral predominante en la laguna. Hay también ftanitas y areniscas que provienen del aporte del Río Unare, el cual en su trayectoria atraviesa y erosiona formaciones de la Serranía del Sur tales como las de Querecual, Quebradón, Bidoño y Uchirito. Asimismo, magnetitas, yeso, calizas, glauconita, concreciones lateríticas y carbonatos.

Figura 5.4. Características batimétricas de la Laguna de Unare.

La fauna bentónica está constituida por foraminíferos, ostrácodos, restos vegetales, semillas y moluscos, especialmente el gasterópodo Bittium caraboboense que es el más abundante; el sedimento del centro de la laguna está constituido casi exclusivamente por este gasterópodo.

En las cercanías de la comunicación de la laguna con el río los sedimentos poseen una distribución granulométrica homogénea e indica que fueron depositados por un exceso de carga durante el transporte.

Se observa la presencia mayoritaria de las arcillas caolinita y montmorillonita en la laguna, registrándose también la presencia de clorita e illita. Las dos primeras arcillas son heredadas producto de la erosión causada por el Río Unare y las quebradas afluentes, tanto en los sedimentos lateríticos ricos en caolinita como en las arcillas de la formación Quebradón, presentes en las Colinas ubicadas hacia Boca de Uchire y Aguas Calientes. La clorita e illita son arcillas características de ambientes marinos. Diferentes autores han determinado que un sedimento rico en montmorillonita, ante la presencia de agua de mar rica en magnesio y potasio, experimenta una neoformación hacia clorita e illita, lo cual confirma que sean arcillas heredadas de las formaciones señaladas de las Colinas al sur de la laguna.

A pesar del aumento en fosfatos, la relación N/P indica que, bajo ciertas condiciones, el fosfato sería un nutriente limitante en la producción orgánica de la laguna (Tabla 5.4.). Con las lluvias, se produce un aumento de los silicatos disueltos. Los compuestos orgánicos del sedimento de la interfase, así como el fósforo y el nitrógeno, tienden a acumularse hacia el centro de la laguna. En la zona más reductora de la laguna, hacia el centro y el occidente, se localizan altas concentraciones de azufre que dan al sedimento el color característico (Tabla 5.4.). La contaminación en carbonatos está relacionada con la existencia de organismos y de caliza. Se evidencian infiltraciones por la barra de agua marina y de allí el aumento de la cantidad de magnesio, sodio, potasio, fósforo y cloruros (Tabla 5.6.).

5.2.2 Aspectos biológicos

a) Productividad primaria

La laguna presenta una considerable actividad biológica como resultado de la acumulación de nutrientes, con significativa producción primaria que la hace uno de los cuerpos acuáticos más productivos del país. La zona de mayor productividad se ha localizado en Boca Mora (622 mg C/m³/día), seguida por el centro de la laguna (108 mg C/m³/día) y El Hatillo (81 mg C/m³/día), esta última bajo la influencia de las descargas del Río Unare (Tabla 5.7.). Las concentraciones de clorofila registran igualmente promedios elevados, alcanzando 139 mg/l en la Boca, 27.5 mg/l en el centro y 22.6 mg/l en El Hatillo (Bonnin, 1983). Otro factor regulador más importante es la salinidad, gobernada a su vez por la estacionalidad cíclica de la sequía y las lluvias. Las mayores productividades se han localizado en las áreas de mayor influencia marina, 18% de salinidad, mientras que los menores en el área de más baja salinidad. El aporte de sólidos en suspensión por el Río Unare aparenta ser causante de la reducción de la productividad primaria en su área inmediata de influencia, al disminuir la transparencia de las aguas y aumentar su turbidez. Esta es la única zona de la Laguna donde la tasa respiratoria alcanza niveles mayores que la productividad.

La eficiencia de mantenimiento del sistema indica que la distribución de carbono está relacionada con la cantidad y persistencia de biomasa no fotosintética en la laguna, constituida principalmente por la comunidad zooplanctónica. Hay evidencias de que en la laguna están presentes otras estrategias que contribuyen a aumentar la energía disponible tales como la acción bacteriana, que no sólo interviene como componente principal en procesos de reciclaje sino también protagoniza eventos de producción orgánica a nivel de la interfase agua sedimento.

b) Fitoplancton

En relación con el fitoplancton, Spiniello (1982) indica que la comunidad fitoplanctónica está dominada por diatomeas en la época de lluvias y dinoflagelados en la época de sequía. Subero (1991) encuentra una densidad poblacional para el fitoplancton entre 8,6 10² y 4,9 10⁶ org/ml e identifica cinco grupos principales de microalgas: cianobacterias, clorofitas, diatomeas, dinoflagelados y euglenofitas. Considerando la densidad poblacional, observa la existencia de dos grupos homogéneos. uno formado por cianobacterias y diatomeas y el segundo, por clorofitas, dinoflagelados y euglenofitas (Fig.5.5). Este autor hace énfasis en la flora diatomológica, siendo las familias Coscinodiscaceae y Naviculaceae las que presentaron el mayor número de organismos; asimismo, considera que la abundancia de estas familias es causada por la influencia de aguas continentales y aguas marinas. Señala la presencia de unas 53 especies (Tabla 5.8).

Figura 5.5. Fitoplancton de la Laguna de Unare, noviembre 88-junio 89 (Subero, 1991).

	DIATOMEAS
	CLOROFITAS
	EUGLENOFITAS
	DINOFLAGELADOS
	CIANOBACTERIAS

(*) Valores perdidos.

Fuente: Subero, 1991

c) Zooplancton

En cuanto al zooplancton, estudios realizados por Legare (1964) indican la abundante presencia del rotífero Brachyonus plicatilis y del copépodo Temora, copépodos harpacticoides y cyclopoidos, para junio. En septiembre dominan larvas de annelidos, tintínidos, copépodos cyclopoidos y el rotífero B. plicatilis. Zoppi de Roa (1974) encuentra que los grupos más abundantes están representados por los rotíferos Brachionus plicatilis, los copépodos por Oithona hebes y el tintínido Favella panamensis. En menor proporción, nauplios y larvas de cirripedia, de gastrópodos, de poliquetos, zoeas de brachyura, ostracodos. De acuerdo al índice de diversidad de Shannon, B.plicatilis representa la especie de mayor importancia.

Zoppi de Roa (1974) y Subero (1991) indican que la composición planctónica se caracteriza por la pobreza en variedades y las comunidades están formadas por una alta densidad de pocas especies permanentes y dominantes, típicas de aguas salobres. Así mismo, las variaciones de la abundancia y distribución del plancton tenín una íntima vinculación con las fluctuaciones de los períodos de lluvias y sequía. En consecuencia, las principales causas que condicionaban la pobre diversidad y que limita el tipo de plancton, producción y desarrollo, dependen de las variaciones de la salinidad.

En el período 1991–1992, los copépodos fueron el grupo más abundante y representaron el 59%, dominando los cyclopoidos (Oithonidae). Las larvas de peces fueron el segundo grupo (17%), seguidos de los nauplios (6%) (Fig.5.6). La presencia de larvas de peces sugiere la importancia económica del ecosistema para las comunidades aledañas (I.O.V.,1992).

Figura 5.6. Zooplanction de la Laguna de Unare, abundancia de organismos (I.O.V.,1992).

d) Flora

Según Zoppi de Roa (1974) está representada por Oscillatoria spp y la gramíca Ruppia maritima. Trabajos posteriores señalan ausencia de macrovegetación marina en el interior de la laguna y presencia de macroalgas en rompeolas artificialmente construidos en la barra litoral, predominando las Rhodophyta con un 81.3%, seguidas de las Chloropyta con un 12,5% y de Phaeophyta con el 6,3% (Fig.5.7) (I.O.V.,1992). En relación con la vegetación de las riberas, destaca el manglar, Rhizophora mangle y Avicennia nitida (Mago, 1964; Pannier, 1976).

Figura 5.7. Relación porcentual por divisiones de macroalgas en la Laguna Unare (I.O.V.,1992).

e) Fauna

Un listado de las especies desarrolló Devant (1964) y son señalados en la Tabla 5.9. Resulta que la de mayor densidad es el gastrópodo, Bittium caraboboensis (Devant, 1964; Martínez, 1964) y la de gran importancia económica en la zona es el camarón, Penaeus schmitti (Devant, 1964; Khandker y Lares, 1964; Ramírez et al, 1986). Estudios posteriores indican con respecto a los organismos bentónicos y considerando el número de organismos que la taxocenosis más representativa la constituyen los moluscos (99,7%). La riqueza específica señala que están mejor representados los poliquetos, seguidos de los crustáceos y de los moluscos (Fig.5.8) (I.O.V., 1992).

Figura 5.8. Riqueza específica de los grupos taxonómicos de las comunidades bentónicas de la Laguna Unare (I.V.O.,1992).

Los peces de la Laguna de Unare han sido estudiados por Mago (1964) quien encuentra unas 40 especies, pertenecientes a 35 géneros y 20 familias, entre las que residen permanentemente y las que visitan temporalmente. El listado de las mismas se aprecia en la Tabla 5.10. Así mismo, señala la existencia de tres áreas ecológicas diferentes para los peces: la costa de la barra hacia el norte, los caños que la unen con el río Unare hacia el este y el litoral del manglar hacia el sur.

Resalta la importancia económica de los lebranches (Mugil liza), las lisas (Mugil curema) y las mojarras (Eugerres plumieri y Diapterus rhombeus) (Ramírez et al, 1986).

Fuente: Davant, 1964.

Además, la laguna suele servir de albergue a diferentes tipos de aves como sitio de nidación (pelicanos), de alimentación (playero coleador), dormidero o sitios de descanso. Muchas de las aves (playeros, playeritos) provienen de regiones del Artico y Canadá, haciendo su primera parada en ésta y otras lagunas costeras del centro oriente venezolano; constituyendo para muchas de estas aves un hábitat importante para su ciclo vital (Mc. Neil et al, 1985 citado por Ocando, 1992).

5.2.3 Pesca

En esta laguna costera se practica una actividad pesquera de tipo artesanal. La misma ha sido estudiada por Khandker y Láres (1964), Almeida y Lárez (1976), Guevara (1979), Pagavino (1983), Ramírez et al (1986) y U.D.O.(1990).

Las especies comercialmente explotadas son el camarón (Penaeus schmitti), el lebranche (Mugil liza), la liza (Mugil curema), la mojarra (Eugerres plumieri), el róbalo (Centropomus spp) (Almeida y Lárez, 1976; Ramírez et al, 1986), alcanzando el camarón (53%) y el lebranche (24,3%), los mayores valores en la producción pesquera (Fig.5.9a). Asimismo, se observa una marcada fluctuación en la producción del camarón y el lebranche.

En forma general, los desembarques son dominados por el camarón de enero a mayo y en agosto, mientras que el lebranche aumenta desde julio a noviembre; deduciéndose de lo anterior la existencia de estacionalidad en la producción pesquera (Ramírez et al, 1986).

La embarcación utilizada es del tipo curiara, de fibra de vidrio, fondo plano y unos 5 m de eslora, 1 m de manga y 0.50 m de puntal.

El arte es la atarraya, la cual se teje con diámetros de malla que van desde 1 hasta 10.5 cm, según el tamañ y tipo de recurso que predomine; los tamaños más frecuentes son 1.5 a 2 cm, 4.5 cm, 6.5 y de 8.5 a 9 cm. De acuerdo al recurso a explotar se le da el nombre de camaronera, lisera o lebranchera. Es de resaltar que existe una cerca plástica colocada por los pescadores del lugar que restringe el tránsito de los organismos entre la laguna y el mar; en este lugar, se realiza la mayoría de la faena de pesca (Almeida y Larez, 1976; Ramírez et al, 1986).

El esfuerzo pesquero expresado en horas de pesca mensuales, indica que, en general, la producción no responde al nivel de esfuerzo ejercido (Tabla 5.11. y Fig.5.9b). Se observa que en algunos meses aún cuando el nivel del esfuerzo se mantiene, no aumenta la producción pesquera (Pagavino, 1983).

Figura 5.9a. Producción mensual en la Laguna Unare (Pangavino, 1983)

Figura 5.9b. Producción total y esfuerzo total en la Laguna Unare (Ramírez et al., 1986)

Organización del trabajo conserva formas precapitalistas de producción, por la mano de obra utilizada que supone la intervención de todo el grupo familiar en la construcción de implementos (redes, etc.) y en la actividad propiamente dicha (la pesca); por la forma de división del trabajo, por la tecnología utilizada, por los rendimientos y por la forma de reparto del excedente (U.D.O., 1990).

Las especies que se capturan van a consumo humano en fresco y salado. El producto es adquirido por los intermediarios de la cadena (Caveros), que la distribuyen hacia el Distrito Federal (Caracas), Estado Anzoátegui y el suroriente del país (Ciudad Bolívar y Puerto Ordaz) (Guevara, 1979).

Un aspecto relevante es el rechazo de las comunidades pesqueras de la zona a organizarse, al indicar que no representan ningún tipo de beneficio para ellos, sino para quienes la dirigen y es el caso del fracaso de las Cooperativas que existieron en 1977 y 1981. Sin embargo, actualmente un Comité de Pesca ha tratado de conformar organizaciones en los pescadores y para 1990, habían logrado crear 8 empresas de producción y 1 de comercialización en comunidades adyacentes a la laguna (El Hatillo, Unare y La Cerca) (U.D.O., 1990).

5.2.4 Acuicultura

En las inmediaciones de las Lagunas de Unare y Píritu, se proyectaron 3 desarrollos de acuicultura en el período 1987–1988, siendo ellos: Aquafincas Unare, Camaribe y Aquamarina de la Costa. Algunas de ellas no tenían en regla la permisología necesaria y su acción violaba leyes y resoluciones legales existentes, lo que ocasionó un gran impacto social en las comunidades pesqueras locales que repercutió a nivel nacional y obligó al Estado a rechazar los dos primeros proyectos; en 1989, sólo autorizó el proyecto de Aquamarina de la Costa.

Este proyecto estaba orientado a la producción de camarón destinado al mercado nacional y/o a la exportación, mediante el cultivo semintensivo en una granja agrícola costera con asistencia foránea y transferencia de tecnología de Estados Unidos y Ecuador (U.D.O., 1990). La granja ocupa un terreno de 377 ha (Aquamarina de la Costa, 1989).

El régimen de producción es semintensivo, con dos especies de camarones en monocultivo. Las larvas son abastecidas por un laboratorio ubicado en Santa Fé, Edo. Sucre, donde se reproducen los camarones, induciendo en los reproductores la maduración y el desove mediante técnicas apropiadas; las larvas producidas son mantenidas en estanques especiales hasta alcanzar una talla que permita su traslado hasta los estanques de pre-engorda (Padrón, 1987).

De manera general, indican que el ciclo en los estanques de engorda es de 135 días; 110 días de crecimiento y 25 días de acondicionamiento. Los ejemplares se cosechan al alcanzar entre 17 a 22 g de peso (rango de 26–40 colas/libra). Estiman producciones promedio entre 600 y 900 kg/ha/cosecha y un rendimiento de colas de 62 a 67% del peso corporal (Padrón, 1987).

Los estanques de precría y los de crecimiento están diseñados para ser vaciados rápidamente. El camarón tiende a salir con el agua de salida, y es así capturado en cajas situadas en las esclusas de salida; el nivel de agua se reduce durante unas 36 horas y la cosecha final se estima entre 4 a 6 horas (Padrón, 1987). El camarón es empacado en cajas de cinco libras; éstas se colocan en recipientes refrigerados y son exportados por vía marítima desde Puerto Guanta. El proceso de empacado es realizado mediante contrato con una planta procesadora, pero, para una segunda fase proyectan construir una planta en los terrenos de la granja.

Se han programado dos fases consecutivas en el cultivo de camarón. En la primera se construyó una franja de 127 ha, con 9 estanques de 9.5 ha y 10 estanques de 1.1 ha que sirven de apoyo a la precría y mantenimiento de reproductores. En la fase II, se construirán 277 ha de estanques (36 estanques de producción de 7.15 ha y 20 de 1 ha para mantenimiento) (Padrón, 1987).

Se plantea en la primera etapa bombear agua desde el mar hasta un canal elevado, el cual corre 3.5 km hasta el lugar de la granja. Además, un canal enclavado de 800 m, traerá agua salobre desde el Río Unare hasta el canal elevado donde se mezclarán hasta obtener la salinidad deseada (aproximadamente 24%).

El principal canal de suministro de agua de mar corre unos 2.6 km adicionales, supliendo de agua las primeras 105 ha. En una segunda etapa, se requerirá de una estación de bombeo para elevar el agua hasta un canal secundario de distribución (Padrón, 1987).

Se criarán las especies Penaeus vannamei, P. schmitti y P. stylirostris. Destaca que la mayoría son especies cuyo manejo es conocido en Ecuador, Brasil, Colombia y Perú. La programación inicial varió, en cuanto al tiempo de ejecución y monto de la inversión; esta será de unos 150 millones de bolívares aproximadamente, siendo el costo de la primera fase de 90 millones de bolívares (U.D.O., 1990). La empresa estima una fuerza de trabajo de 0.3 hombres/ha, lo que generaría unos 150 empleos directos en labores de cultivo y más de 800 empleos indirectos que generan los servicios e insumos que la camaronera requiere, tales como: la fabricación de hielo para conservar las cosechas, las plantas procesadoras, el transporte de las cosechas y los insumos, la producción de alimentos concentrados para camarones, los servicios de mantenimiento, comedores laborales, manufactura de redes y canoas, etc. Todo ello, daráa sustento a más de 300 familias (Aquamarina de la Costa, 1989).

5.2.5 Consideraciones finales

1. La laguna se formó en el Holoceno, durante la última transgresión marina.

2. La Laguna ha experimentado proceso de salinización, a causa de la desviación de quebradas y arroyos por la construcción de cuneteros en las carreteras. En Unare el desarrollo y avance hacia el norte del delta del Río Unare evita la llegada de agua dulce. Esto ha originado grandes mortandades de peces, lo cual indujo a la realización de obras hidráulicas para represar el Río Unare.

3. A la laguna se le cierra la boca al mar por el transporte de sedimentos que desarrolla la corriente marina litoral que viene del este.

4. El nivel más rico en nutrientes lo constituye la interfase agua-sedimento. En la interfase se han detectado con mayor intensidad procesos respiratorios, de demanda de oxígeno, de intercambio y reciclaje de nutrientes e incluso, en las aguas someras, de producción primaria.

5. La productividad en la Laguna señala una elevada actividad biológica, convirtiéndola en uno de los cuerpos de aguas más ricos del noroeste del país. A esta gran productividad contribuye la sucesión estacional dinoflagelados-diatomeas del fitoplancton. Las diatomeas en particular están generalmente asociadas a intensos procesos productivos, por su alta eficiencia en los procesos de fijación de carbono. A la producción fotosintética se suman los procesos bacterianos, poco conocidos hasta ahora, que se localizan a nivel de la interfase.

   La eficiencia en el mantenimiento y la distribución de carbono en el sistema evaluado a través de la productividad primaria, permite el sostenimiento de altas concentraciones zooplanctónicas caracterizadas por presentar grandes poblaciones monoespecíficas de organismos eurihalinos, principalmente el copépodo Oithona hebes y el rotífero Brachionus plicatilis, acompañados de otros organismos zoo y meroplanctónicos en menor proporción y de aparición esporádica.

6. El camarón es la especie de mayor importancia económica en esta laguna. Su ciclo biológico aún no ha sido establecido definitivamente en el área, pero se ha reportado que ingresa a la laguna desde el mar en estado post-larval a través de las bocas al inicio de las lluvias, donde aprovecha las ricas condiciones alimentarias de la interfase y alcanza rápidamente un tamaño apreciable hacia finales de las lluvias. En esta época se inicia su pesca, que se prolonga durante toda la sequía, aprovechando el cierre de las bocas.

   Otro invertebrado de relativa importancia económica es el cangrejo (jaiba) que alcanza poblaciones relativamente altas, pero no es explotado comercialmente en estas lagunas.

   En la fauna bentónica es notable la importancia ecológica del gastrópodo Bittium caraboboense donde alcanza grandes concentraciones y sirve de alimento a varios peces comerciales.

7. La pesca es artesanal y de bajo rendimiento con respecto al esfuerzo ejercido, sin esperanzas de superación si se mantienen los métodos tradicionales. El número de pescadores se ha reducido por ser más atractivas económicamente las actividades derivadas del turismo. Las pesquerías de la zona muestran una declinación paulatina en las últimas dos décadas, produciendo actualmente menos de la mitad de los totales anuales anteriores.

8. Finalmente se destacan las posibilidades de desarrollos de granjas camaroneras en terrenos próximocosteros semiáridos, no aptos para actividades agrícolas o pecuarias, deshabitadas, desprovistos de mangle y cubiertos sólo por vegetación xerofítica y de espinar. Areas con estas características se encuentran, por ejemplo, en las inmediaciones del Río Unare, cerca de su desembocadura. En esta zona se ha establecido un proyecto privado “Aquamarina de la Costa C.A.” con 210 ha y que para 1992 se estimó una producción de 700 tm.

5.2.6 Recomendaciones

1. Realizar estudios de la hidrodinámica, que permitan la comunicación continua con el mar y el aporte de agua dulce correspondiente a fin de mantener la calidad del ambiente necesaria para la permanencia de las especies autóctonas;

2. Realizar un monitoreo continuo de las condiciones ambientales y biológicas que permita optimizar la planificación del desarrollo acuícola, turístico e industrial.

5.3. Marco legal

El Congreso y el Presidente de la República de Venezuela han promulgado las siguientes leyes, decretos y resoluciones que conforman el marco jurídico relacionado con la utilización racional de los ambientes lagunares costeros:

1. Ley Forestal de Suelos y Aguas, 1966, publicada en Gaceta Oficial N^o 997 y modificada en la N^o 1004. En la misma se establece el aprovechamiento del agua para el funcionamiento de empresas agrícolas o industriales (Tit. VII, Art. 91, Num. 6). Además, el procedimiento legal a seguir es dictado en el Reglamento de la Ley Forestal de Suelos y Aguas, publicado en Gaceta Oficial N^o 1268.

2. Decreto N^o110, 1974, publicado en Gaceta Oficial N^o30413, en el cual se prohibe la destrucción de manglares, el dragado de canales y fondos marinos y la descarga de aguas negras en los manglares.

3. Ley Orgánica del Ambiente, 1976, publicada en la Gaceta Oficial N^o31004, la cual tiene por objeto «…eltablecer dentro de la política del desarrollo integral de la nación, los principios rectores para la conservación, defensa y mejoramiento del ambiente en beneficio de la calidad de la vida…».(Cap. I, Art. 1).

4. Reglamento parcial N^o4 de la Ley Orgánica sobre Clasificación de las Aguas, 1978, publicado en Gaceta Oficial N^o2323, en el cual se establece en la sección tercera, los requisitos que deben llenar «…las aguas marinas o de medios costeros destinados a la cría y explotación de moluscos…».

5. Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio, 1983, a través de la cual se establecen, entre otros «…los usos que debe destinarse prioritariamente el territorio, de acuerdo a sus potencialidades económicas, condiciones específicas y capacidades ecológicas…» (Cap. III, Art. 11). Así mismo, considera áreas bajo régimen de administración especial «…los hábitats acuáticos especiales para explotación o uso intensivo controlado, compuesto por todas aquellas zonas tales como golfetes, albuferas, deltas, planicies cienagosas y otras similares que por sus riquezas marítimas, lacustres o fluviales, sean de especial interés para la Nación…» (Cap. V, Art. 16, Lit. c).

6. Normas sobre Efluentes Líquidos, 1985, publicadas en Gaceta Oficial N^o33232. Mediante dichas normas se establecen las condiciones exigidas para toda persona natural o jurídica que realice actividades que deriven vertidos líquidos, estableciendo límites máximos permisibles para los parámetros físico-químicos de sus efluentes.

7. Ley Penal del Ambiente, 1992, publicada en la Gaceta Oficial N^o4358, que «…tipifica como delitos aquellos hechos que violen las disposiciones relativas a la conservación, defensa y mejoramiento del ambiente y establece las sanciones penales correspondientes…» (Tit. I, Art. 1). Resalta el hecho de que en el Cap. V, Art. 57, se establecen sanciones ante la propagación ilícita de especies.

En relación con la actividad de pesca en las lagunas costeras, se tiene:

8. Ley de Pesca, 1944, publicada en Gaceta Oficial N^o21529. Es de destacar que para la fecha de su promulgación la actividad pesquera era incipiente y no se había desarrollado la acuicultura, contemplándose ésta sólo en el Art. 20. Esta legislación se ha hecho anticuada e incompleta, por lo que desde hace años está en estudio y en la actualidad, en el Congreso de la República un Anteproyecto de una nueva Ley de Pesca que incorpora la nueva realidad nacional. El vacío anterior, se ha tratado de cubrir mediante una serie de instrumentos legales como el cuerpo de resoluciones de decretos dirigidos al sector. En tal sentido, la Resolución N^o60, 1955, publicada en Gaceta Oficial N^o24302, establece restricciones sobre las artes de pesca a utilizar en lagunas costeras y las multas a aplicar en caso de infracción de la misma.

5.4. Bibliografía

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