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3. PERFIL DE ALIMENTACION. TRUCHA.

3.1 Antecedentes y desarrollo del cultivo.

La trucha arco iris (Salmo gairdneri Richardson, 1836) es originaria de América del Norte, su distribución natural abarca las corrientes de aguas frias y cristalinas de las zonas montañosas, valles y depresiones más altos de los Estados de Durango, Chihuahua, Baja California, Sinaloa y Sonora (Ramírez y Sevilla, 1962, Mc. Crimmon, 1971). Se tienen reportes de la existencia de dos especies más de salmónidos en el país, Salmo chrisogaster y Salvellinus fontinalis (Needham, 1964 y Rosas, 1976), las cuales no han sido utilizadas en cultivo.

Las truchas que se han cultivado en México provienen de ejemplares introducidos originarios de diversos paises. La primera introducción de Salmo gairdneri, fue realizada a finales del siglo XIX a través de la importación de huevecillos adquiridos en los Estados Unidos de Norteamérica (Arredondo, 1983). Actualmente la producción nacional de huevo y cría no satisface la demanda existente, por lo que continuan las importaciones principalmente de Dinamarca, de Australia y de los Estados Unidos. Se presume que los organismos procedentes de estos paises presentan características genotípicas y fenotípicas, que se traducen en mejores tasas de crecimiento y más alta calidad del producto final, en relación a los producidos en el país.

Obregón (1961) reporta que en 1889 el vivero nacional de Chimaleapán, Estado de México, contaba ya con trucha arco iris; posteriormente en 1937 con la construcción de la estación piscícola de Almoloya del Río y de la estación piscícola del Zarco, D.F., inaugurada en 1943, se inicia el desarrollo del cultivo extensivo, incrementándose las operaciones de siembra y repoblación de las aguas interiores adecuadas para ello, con lo que se amplió su distribución geográfica en el país (Ramírez y Sevilla, op cit; Arredondo, op cit; Rosas; op cit). A partir de 1977, año en que recibe un fuerte impulso la Acuacultura nacional, se inicia el establecimiento de cultivos comerciales de producción intensiva.

Durante los últimos cinco años la producción de carne de esta especie ha experimentado un crecimiento promedio anual del 96%, pasando de 97 ton. registradas en 1983 a 1,218 ton. en 1987 (Secretaría de Pesca. Dirección General de Informática, Estadística y Documentación, 1988). El comportamiento registrado en la producción de crías también es elevado, su crecimiento anual promedio ha sido del 65.3% lo que hizo posible incrementar la producción, de 2 millones de organismos en 1983 a más de 12 millones en 1987 (Secretaría de Pesca. Dirección General de Acuacultura, 1988).

La Secretaría de Pesca dispone de 6 centros acuícolas dedicados a la producción de huevos y crías, mientras que el sector social y la iniciativa privada operan 143 unidades de producción (fig. 1), el sistema de cultivo empleado en todas estas unidades es de tipo intensivo.

3.2 Perfil de los centros y unidades de producción.

El número de centros acuícolas y de unidades de producción encuestados para la especie fue de 14, correspondiendo 5 al sector público, 6 al social y 3 al privado, con una cobertura de 6 entidades federativas (fig. 1, anexo 2, tabla 2.1). Se detectó que el cultivo controlado es una acti vidad reciente sobre todo en los sectores social y privado que iniciaron sus actividades hace apenas 3 y 5 años, respectivamente.

3.2.1 Infraestructura y agua.

Se utilizan diversos tipos de artefactos en las instalaciones en función de la fase de cultivo de que se trate; en la fase de alevinaje se emplean dè manera generalizada tinas de fibra de vidrio, las cuales en algunos casos son reemplazadas por tinas de concreto; el número de tinas para esta fase en los diferentes sectores varía desde 9 hasta 58 con volúmenes unitarios que van de 0.06 m3 a 0.076 m3; los gastos de agua registrados oscilaron de 0.5 a 10 recambios por hora. En la fase de crianza en el 75% de las unidades se emplean estanques de concreto, en otras unidades que representan el 12.5% del total se utilizan canales de corriente rápida y en el resto se aprovechan tinas de lámina y madera; el número de estos artefactos difiere en cada caso así como el recambio del volumen de agua que oscila en un rango de 0.39 a 3.0 recambios por hora (anexo 2, tabla 2.2). En las instalaciones donde se realiza la fase de engorda, en el 77.8% de ellas se utilizan canales de corriente rápida, en el 11.1% estanques rústicos y en el resto jaulas flotantes; el gasto de agua varía de 0.5 a 3.0 recambios por hora. Para el cultivo y mantenimiento de reproductores se emplean. canales de corriente rápida, estanques de concreto rectangulares, estanques de concreto circulares y estanques rústicos. El manejo del agua en este caso registró recambios que variaron de 0.5 a 3.4 por hora.

La temperatura promedio del agua para todas las fases de cultivo registró una variación de 10.0 a 18.5°C, dependiendo de la altitud y de la zona geográfica donde se ubica cada unidad, consecuentemente en la concentración de oxígeno disuelto también se reportaron variaciones que oscilaron entre 5.0 y 8.8 mg/lt en promedio (anexo 2, tabla 2.3).

3.2.2 Patrones de alimentación.

En las unidades y en los centros, la alimentación de esta especie está basada exclusivamente en la administración de alimentos balanceados, elaborados por 6 fabricantes (anexo 2, tabla 2.4). En algunas instalaciones de los sectores público y social también se utiliza alimento vivo como dieta suplementaria (anexo 2, tabla 2.6). Los alimentos balanceados más frecuentemente usados son los elaborados por las empresas Pedregral (38.7%) y Purina (31.7%); los alimentos de la primera empresa se suministran en su presentación original ya que se ofrecen con una granulometría acorde a la fase de cultivo a la que se destinan, mientras que los de las otras empresas requieren tratamientos adicionales tales como la pulverización, trituración y tamizado, previos a su uso en alguna de las fases de cultivo con la finalidad de obtener tamaños de partícula adecuados a la misma, además en algunos casos se adicionan otros ingredientes para mejorar la calidad nutritiva de los alimentos (fig 2, anexo 2, tabla 2.5).

Se registran variaciones evidentes en la determinación de la ración alimenticia para cada fase de cultivo, en la frecuencia del suministro del alimento y en el preparado de los mismos; así, las raciones suministradas difieren de una unidad a otra, los valores extremos para la fase de crianza son del 2% al 9% diario de la biomasa de la población cultivada; para la fase de engorda es del 1.2 al 4.6%, y para la de reproductor ésta oscila entre 1 y 3% diario; en algunos casos las raciones se suministran “ad libitum” en todas las fases. Por lo que se refiere a la frecuencia de alimentación, la variación es aun más evidente entre las diferentes unidades: en la fase de crianza se registran valores de suministro de 3 a 18 veces al día; en la de engorda de 1 a 6 veces al día y en la de reproductor de 1 a 4 veces por día. Para el suministro y preparación de los alimentos en las diferentes fases, se registran tiempos que van de 0.5 a 6 horas/hombre los que dependen en primera instancia del tamaño de la unidad así como del tratamiento previo que se le dé al alimento empleado (anexo 2, tabla 2.5). Los datos de conversión alimenticia sólo se tienen calculados en el 47.3% del total de los casos y varían de acuerdo a la calidad del producto utilizado, los valores registrados van desde 1.4 a 8 (fig. 3).

Los alimentos balanceados difieren en cuanto a su composición proximal para una misma fase de cultivo (anexo 2, tabla 2.4), así por ejemplo en dos alimentos para la fase de crianza uno de ellos registró el 40.8% de proteína mientras que otro alcanzó el 52% (anexo 2, tabla 2.4).

Por otra parte, los costos del alimento en planta fluctúan de 522 mil pesos/ton ($264.4) U.S. dlls/ton) hasta 770 mil pesos/ton (390.03 U.S. dlls/ton) para una misma fase (trucha engorda; anexo 2, tabla 2.4).

Problemática de los patrones de alimentación.

Todas las unidades encuestadas reportan problemas de almacenaje insuficiente e inadecuado, costo elevado de los alimentos, ineficiencia en el control de su calidad y la incidencia de enfermedades nutricionales. En menor proporción destacan problemas por el tamaño de la partícula y por la estabilidad del alimento, reduciéndose la eficiencia y aprovechamiento del mismo; se reportan además carencias en cuanto a los servicios que mejoren las condiciones de almacenamiento, al empleo de equipos que optimicen los procesos y a la disponibilidad de ingredientes en pequeña escala entre los productores que fabrican sus propios piensos; un aspecto singular lo constituye el hecho de que entre los productores que utilizan diferentes marcas de alimento, se reportan variaciones en la calidad de los organismos producidos consecuencia de la propia heterogeneidad de los alimentos utilizados, lo que a su vez propicia una amplia gama de enfermemedades nutricionales (fig. 4).

Por lo expuesto y, fundamentalmente por los requerimientos nutricionales de la especie así como por la intensificación del cultivo, los patrones de alimentación inciden directamente en la viabilidad económica de éstos, por lo que los patrones de alimentación son fundamentales en las estrategias de cultivo. Por ello en los patrones descritos se ubican las causas de las variaciones en la eficiencia de las unidades encuestadas.

3.2.4 Bases del cultivo.

Las densidades empleadas registran discrepancias en las diferentes etapas de cultivo, derivadas de sus condiciones limitativas: infraestructura, disponibilidad y calidad del agua; así por ejemplo para alevines, los rangos oscilan entre 11,000 y 87,805 organismos/m3 (anexo 2, tabla 2.7).

Las variaciones registradas anteriormente, aunadas a los niveles de manejo y a los patrones de alimentación se reflejan en las tasas de crecimiento de los organismos en sus diferentes etapas, de tal suerte que el incremento diario de peso se duplica o triplica respecto al valor extremo inferior en algunos de los casos. La sobrevivencia durante el desarrollo de las fases de cultivo presenta un mínimo de 76%, 80%, 90% y 94% para las fases de alevín, cría, engorda y reproductor respectivamente (fig. 5, anexo 2, tabla 2.7).

3.3 Discusión y recomendaciones.

La mayoría de las diferencias respecto al manejo y la eficiencia del cultivo de la trucha que registran los centros y las unidades evaluadas, especialmente las de los sectores público y social derivan de la carencia de una metodología de cultivo adecuada a los objetivos de cada unidad.

En este cultivo, el alimento balanceado constituye el recurso fundamental del cual disponen los organismos para su desarrollo, a pesar de ello los alimentos disponibles en el mercado, en su mayoría no son adecuados en cuanto a su contenido nutricional y al tamaño de la partícula, por lo que los productores se ven obligados a mejorar su calidad con tratamientos previos, lo cual encarece los costos de producción. Una alternativa de solución es el establecimiento de controles de calidad que garanticen las condiciones óptimas de los alimentos que se ofrecen en el mercado.

Por lo que se refiere a los patrones de alimentación también se registran variaciones derivadas de la propia diversidad de criterios y de las limitaciones de cada productor, así las tasas de alimentación y sus frecuencias de aplicación no tienen similitud en ningún caso, sobre todo en la fase de crianza, esto también se origina en la utilización de crías o juveniles para la siembra de los estanques con diferentes tallas y para una misma fase de cultivo.

En la mayoría de los casos, sobre todo en unidades de los sectores público y social, se desconoce la eficiencia de los patrones de alimentación utilizados, y se reportan problemas derivados de las situaciones anotadas, mismos que se concretan en una sintomatología patológica de tipo nutricional la cual, a su vez, incide negativamente en la viabilidad de los cultivos. Con respecto a lo anterior, se sugiere el establecimiento de sistemas de control permanente de la calidad de los organismos bajo cultivo mediante la interpretación de la información que se obtiene de los muestreos que en forma rutinaria se levantan en las unidades, utilizando como parámetros de comparación elementos teóricos o experiencias prácticas que definan los niveles óptimos del cultivo.

Derivado de la diversidad de precios con que se ofrecen los alimentos, de que los de mejor calidad son los de más alto costo y a la vez los de más reciente aparición en el mercado, de que de éstos, el mejor no tiene una distribución comercial que lo acerque a los productores, y de supuestos ahorros, más de la mitad de las unidades encuestadas utilizan los de más bajo precio aún ante la necesidad de tener que mejorar su calidad posteriormente o de suplementar la dieta con alimentos vivos, todo lo cual se traduce en economías aparentemente ficticias por lo que se hace necesario evaluar esta situación, para definir la rentabilidad de los cultivos que siguen este esquema.

Otro problema que destaca es la falta de oportunidad en el abastecimiento de alimentos a los productores por parte de los fabricantes, a la vez ello es consecuencia de la carencia de programas de alimentación en las unidades de producción calendarizados para cada ciclo de cultivo mismos que habría que proporcionar a las empresas para que éstas estuvieran en posibilidad de programar su propia producción.

Por otra parte, se recomienda que en las estructuras de fomento del sector público y de las Instituciones académicas que realizan investigaciones en el campo de la acuicultura, se fortalezcan sus programas de investigación tendientes a desarrollar nuevas formulaciones donde se incluyan materias primas de bajo costo, subproductos y desechos que cubran los requerimientos nutricionales de esta especie.

Los problemas citados también tienen su origen en la falta de actualización y de capacitación creciente de los directores de producción y de los asesores técnicos que prestan sus servicios en las unidades, de igual forma los extensionistas del sector público no siempre reunen la experiencia y el nivel de conocimientos necesario para atender los requerimientos de los productores, por ello es recomendable inducir acciones tendientes dientes a resolver esta situación.


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