La industria manufacturera de alimentos balanceados está representada por 108 plantas de producción en todo el país (Tabla 19), dispone de una capacidad instalada que asciende a 7.5 millones de toneladas anuales, con un valor total aproximado de 39 mil millones de pesos (63.8 millones de dólares); con esta infraestructura se genera una ocupación de 19 mil empleos (Lozano y Martínez, 1987). Durante 1986, esta industria produjo 3.7 millones de toneladas de alimentos balanceados para animales en sus diferentes líneas, que representó un 49.3% de su capacidad de producción real y que alcanzó un valor de 525 millones de pesos (858.6 miles de dólares).
Las empresas fabricantes de alimentos balanceados para animales son de propiedad privada, excepto Albamex, S. A. (Alimentos Balanceados de México, S. A.), la cual es una empresa con participación mayoritaria del Gobierno Federal que adquiere parte de sus insumos subsidiados lo que le permite ofrecer mejores precios que las otras empresas del ramo; de esta forma, los alimentos producidos por Albamex durante el año de 1986 tuvieron una participación del 6% en relación al volumen de la producción nacional.
En general, los principales insumos utilizados en la elaboración de alimentos balanceados para animales son: las harinas de pescado provenientes de los estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Yucatán y Campeche; las semillas y pastas de oleaginosas procedentes de los estados de Sonora, Durango, Coahuila y Sinaloa entre otros; los granos como el sorgo, se obtienen de Tamaulipas, Guanajuato y Jalisco principalmente, además de los minerales y vitaminas, parte de los cuales se importan de los Estados Unidos.
En términos generales, la producción de alimentos balanceados ha disminuido en los últimos años, aún cuando algunas líneas de producción han observado un ligero incremento (Fig. 32). Esto se debe principalmente a una contracción del mercado ocasionada por diversos problemas económicos. Las principales líneas de producción abarcan los alimentos para la engorda y la postura de aves con el 43% y 12% del total de producción respectivamente; alimento para cerdos con el 26%, para ganado vacuno el 14% y para otras especies el 5% restante (Tabla 20).
La venta de los productos se realiza en la mayoría de los casos a través de una red de distribuidores que tienen representación en gran parte de los municipios del territorio nacional (Fig.32), así como directamente en las plantas de producción; la entrega de la mercancía se realiza contra el pago de la misma, no existiendo facilidades de crédito.
El empleo de fertilizantes en la agricultura es una práctica bastante extendida, especialmente si se considera que gran parte de los terrenos incorporados a la producción agrícola, tienen suelos pobres en nitrógeno y fósforo, necesitando ser enriquecidos para hacerlos productivos.
La principal empresa productora de fertilizantes inorgánicos es FERTIMEX (Fertilizantes Mexicanos, S. A.), que es una compañía administrada por el gobierno federal, la cual durante 1987 y con un total de 11 plantas, produjo 3.6 millones de toneladas de fertilizantes, de los cuales la urea y el sulfato de amonio abarcaron el 34% y el 32% respectivamente (Tabla 17). Esta producción de agroquímicos, proporciona un importante aporte a las actividades de fertilización agrícola, de tal forma que inclusive, un volumen de 40 mil toneladas fue destinado a la exportación en el mismo año (FERTIMEX, 1987).
Los principales insumos utilizados para elaborar los fertilizantes son: la roca fosfórica, el cloruro de potasio, el amoniaco anhidrido, el bióxido de carbono y el azufre. Los dos primeros elementos se importan de Marruecos y de Estados Unidos. En cuanto a su comercialización la venta es directa y a través de diversas instituciones.
Por otra parte, los principales fertilizantes orgánicos por su volumen y uso son la vacaza y la gallinaza (Tabla 17), siendo de fundamental importancia en tierras de temporal próximas a los lugares donde se producen (Fig. 28).
En acuacultura los fertilizantes inorgánicos más ampliamente empleados son la urea y el superfosfato triple, además de los orgánicos producidos en la localidad (Tabla 17). La mayor demanda de fertilizantes es para los cultivos de carpa, tilapia y camarón.
De las 108 plantas productoras de alimento balanceado para animales (Tabla 19), se tienen registradas 8 empresas que incluyen en su línea de productos alimento para peces y crustáceos (Tablas 20, Fig. 31), y que durante 1987 produjeron aproximadamente 33 mil toneladas de estos que representaron alrededor de 0.9% de la producción total para 1986.
Las principales líneas de producción de alimento balanceado para peces son: alevín, cría, engorda y reproductor de las siguientes especies: tilapia, carpa, bagre, trucha y crustáceos (camarón y langostino), para las fases de preengorda y engorda (Tabla 20).
Los insumos utilizados en la elaboración de éstos se relacionan en la Tabla 20. Las normas de calidad para la elaboración de estos alimentos, no han sido especificadas en reglamento alguno, por lo tanto este aspecto sanitario se encuentra ausente en la normatividad nacional al respecto.
