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Los termes y la meciera

Gunther Becker

Gunther Becker, autoridad internacional en biodeterioro de materiales, conservación de la madera, termes y ternas afines, es Vicepresidente y Profesor del Instituto Federal de Ensayo de Materiales de la República Federal de Alemania, y Profesor Honorario de la Universidad Técnica, Berlín.

En los trópicos, los termes figuran entre los principales destructores de madera. El autor trata de su biología, ecología y comportamiento, medidas de lucha, conservación de la madera y procedimientos empleados en investigaciones de laboratorio.

Los más importantes destructores terrestres de la madera son algunos hongos e insectos particulares que utilizan los compuestos de madera para alimentarse. Estos organismos ayudan a mantener el equilibrio de la naturaleza al transformar los compuestos químicos de la madera muerta en sustancias vitales para el desarrollo de nueva vida. Al mismo tiempo, constituyen un problema para el hombre en su empeño por proteger y prolongar el tiempo de utilización de la madera y productos madereros, cuando se utilizan en condiciones adecuadas para el desarrollo de los agentes destructores. En especial, así sucede en los trópicos, donde estos organismos son numerosos y plantean un problema grave y costoso.

En los países tropicales y subtropicales, y también en algunas regiones septentrionales, los termes, que pertenecen al orden de los isópteros, figuran entre los insectos destructores de madera más voraces. A diferencia de la mayor parte de los otros insectos, los termes (también, aunque incorrectamente, denominados «hormigas blancas») viven juntos en grupos bien organizados. Las grandes colonias pueden componerse de millones de individuos. Las colonias de termes son comparables a las de hormigas, abejas y avispas, todas ellas pertenecientes al orden de los himenópteros.

Los insectos alcanzan la fase final después de pasar por una serie de mudas, cosa que no sucede a los himenópteros y escarabajos (coleópteros). Los termes jóvenes son similares a las fases finales en forma y comportamiento (Figura 1). El tamaño normal de los termes alcanza varios milímetros y en su mayoría son de color claro. A excepción de los estadios finales, son ciegos y fotófobos.

El comportamiento social de los insectos se basa en el hecho de que sólo un par o un pequeño número de individuos del grupo son activos sexualmente. Algunos termes jóvenes se transforman en «imagos» alados, la fase fértil final de los insectos. La alcanzan a través de fases sucesivas en estado de ninfa, creciéndoles gradualmente las alas (Figuras 1 a, d). Los tipos jóvenes adultos abandonan el nido en una determinada época del año. Tienen de 5 a 20 mm de longitud y, después de formar un enjambre, pierden las alas y se acoplan por parejas como «reina» y «rey», para comenzar una nueva colonia (Figura 2). Cuando las primeras larvas pueden comer por sí solas, comienzan a alimentar a la reina, con lo cual ésta aumenta de tamaño y produce más huevos. En muchas especies tropicales de termes con grandes colonias, las reinas viejas alcanzan el tamaño de un dedo humano y pueden poner continuamente varios huevos por minuto. Esta fertilidad constituye un factor importante para las posibilidades potenciales de los termes.

No todos los individuos jóvenes se convierten en imagos fértiles: algunos, y entre aquellas especies que forman grandes colonias la mayoría de los jóvenes, se transforman en un tipo estéril de los denominados obreros. Otros, también estériles, sufren cambios radicales en la forma del cuerpo, lo que les permite defender la colonia contra los enemigos, principalmente hormigas. Por eso se denominan «soldados»(Figura 1b). Su cabeza, o queda mucho más agrandada y las mandíbulas son armas «mecánicas» fuertes, o bien en el interior de la cabeza se forma una glándula que produce una segregación parecida a la goma, que cuando es lanzada a través de la nariz frontal tubular, actúa como una especie de arma química defensiva.

La formación de castas, que produce una división en las actividades, es característica típica de todos los termes. El sistema se complica más aún por el hecho de que, en el caso de que se produzca la pérdida de las fases originales de reinas y reyes jóvenes, las ninfas con o sin rudimentos de ala (prefases), e incluso algunas veces los soldados, se hacen fértiles y ocupan el lugar de las reinas y reyes perdidos. Así, una vez creada, la colonia posee teóricamente la inmortalidad. La formación de las castas se rige por las hormonas, feromonas y la nutrición. La influencia de estos factores varía según sean las especies de termes.

En los países tropicales, la presencia de termes se atestigua por sus nidos, el centro permanente de la colonia, que contiene los tipos fértiles, huevos, larvas jóvenes y prefases de imagos, y por sus senderos, que son tubos rellenos de tierra que se denominan «galerías». A través de ellas pasan al nido los alimentos y el agua, al mismo tiempo que constituyen el refugio y protección de los termes contra la desecación, la luz y los enemigos (Figura 3).

Tipos de nido

Existen varios tipos de nido. Algunos termes influyen en el paisaje a causa de sus nidos. En las sabanas y montes tropicales hay termiteros de proporciones impresionantes que tienen varios metros de altura y contienen millones de individuos. Estos termiteros están construidos con tierra cementada con las excreciones salivales de los termes (Figura 4). Muchas especies sólo construyen termiteros pequeños y menos espectaculares.

Hay otro tipo de nido que se compone de madera digerida, combinada más o menos con partículas de tierra. Estos nidos, que parecen de cartón, tienen formas distintas y se encuentran sobre el terreno o en los árboles (Figura 5a, b, c, d).

Otras muchas especies de termes no construyen nidos especiales, sino que viven fuera de la madera que consumen, y la colonia, entre la que figuran las hembras ponedoras, emigra lentamente a ese lugar. Algunas de estas especies tienen colonias que sólo se componen de cientos de individuos; otras pueden tener muchos millares.

Existen aproximadamente 2000 especies diferentes de termes, encontrándose en Africa tropical la mayor cantidad de individuos. El número de especies en los países no tropicales es relativamente pequeño. No obstante, pocas de estas especies tienen una gran densidad de población. La composición de las especies de termes en los montes higrofíticos varia considerablemente en comparación con la que se encuentra en las zonas de sabana del mismo país o región. La distribución de las especies depende de diversos factores ecológicos.

Algunas especies, principalmente aquellas que no construyen nidos y que no necesitan estar en contacto con la tierra ni tener suministro de agua, se han dispersado intercontinentalmente, ya que se propagan con el transporte de la madera, acarreando graves consecuencias económicas.

No todos los termes son destructores de la madera. En los países tropicales, los termes que se alimentan de hierba, hojas y mantillo, desempeñan un papel importante en la fertilidad del suelo, como sucede con las lombrices de tierra en las zonas más frías. Por lo tanto, toda medida emprendida en una zona tropical para destruir a los termes indiscriminadamente producirá un notable cambio ecológico, con una influencia negativa sobre la agricultura y los bosques de la zona. Sólo hay un pequeño número de termes que, de manera regular o gravemente, atacan a los cultivos, como el trigo y la caña de azúcar, el duramen de árboles en los montes (Figura 6), huertos y viñedos, plántalas o árboles jóvenes en los viveros.

La madera muerta es el alimento principal y preferido de la mayoría de los termes y gran parte de las especies madereras son susceptibles al ataque de estos isópteros. Varias especies de árboles tropicales y algunas no tropicales poseen una resistencia química natural en su duramen contra los termes, otros insectos y hongos. Además, el grado de dureza de la madera es por si mismo una defensa contra los termes. Las partes más ligeras y blandas de los anillos anuales son las primeras que destruye (Figura 7) y, a continuación, excava todo el interior de la madera. Debido al gran número de termes que hay en una colonia, una vez que comienza el ataque la madera queda rápidamente destruida.

Digestión

El proceso digestivo de los termes es complicado desde el punto de vista biológico. Para descomponer la celulosa, los termes se valen de organismos simbióticos que viven en su intestino, flagelados especiales que pertenecen a los protozoos unicelulares, y bacterias que habitan en el intestino de los termes y en el de los flagelados. El contenido de nitrógeno de la madera es muy pequeño y los organismos simbióticos desempeñan un importante papel adicional en la nutrición de los termes al aumentar sus fuentes nitrogenadas.

Los termes también digieren hemicelulosas, almidón y azúcares, que son los otros carbohidratos que hay en la madera además de la celulosa. Aproximadamente el 90%, de los carbohidratos pueden desaparecer durante la digestión, lo que en comparación es mucho más de lo que sucede con las larvas de coleópteros. La lignina, que cuantitativamente representa aproximadamente la tercera parte de la madera, tiene una menor disimilación en el proceso digestivo, probablemente por las bacterias intestinales. Por lo tanto, las heces de los termes se componen principalmente de lignina, que es el material de construcción de un tipo de nido y que se halla en las galerías (Figura 4).

Los termes prefieren la madera atacada por hongos. Se sienten atraídos por varias sustancias que hay en la madera descompuesta y el micelio de los hongos. Incluso el olor de los hongos puede estimular el consumo de alimentos y la construcción de galerías (Figura 8).

Hongos

La nutrición de los termes se mejora indudablemente si comen hongos apropiados y madera ligeramente descompuesta, probablemente a consecuencia de un aumento de nitrógeno contenido en los hongos. Aunque esta tendencia de los termes a alimentarse de madera deteriorada por hongos tiene como fundamento el medio ambiente y sus preferencias instintivas, algunas especies de termes muy desarrolladas cultivan hongos en sus nidos. Se ha observado hace mucho tiempo que los orificios en el interior de los grandes termiteros de los Macrotermitidae, en Africa y en Asia, están rellenos de los denominados jardines de hongos. En la capa inferior de la madera semidigerida y otros materiales vegetales, crece una asociación de varias especies de hongos. Estos a jardines» tienen una configuración característica (Figura 9). Las larvas jóvenes viven en estos cultivos y se alimentan de ellos. Al mismo tiempo, los cultivos de hongos contribuyen a acondicionar el clima dentro de los nidos.

Los termes también atacan a otros materiales que no son la madera, como el papel (Figura 10) y los productos textiles, cuya celulosa es digerible, y a los plásticos (Figura 11), caucho y otros materiales blandos, tales como revestimientos, que no son digeribles. La susceptibilidad de estos materiales a los ataques de los termes depende de su dureza y composición química. Con frecuencia son objeto de una mera actividad roedora. Cuando un gran número de termes concentra su ataque sobre el mismo lugar, pueden dañar a muchos materiales que encuentran a su paso. La pérdida de materiales no digeribles no es normalmente muy importante, pero las consecuencias pueden ser caras, o incluso desastrosas. Por ejemplo, se pueden estropear grandes cantidades de artículos a causa del deterioro de sus envases y se han producido cortocircuitos en cables eléctricos y, en consecuencia, la paralización trabajo de las fábricas, como resultado de la acción roedora de los termes (Figura 12).

1a. Grupo de termes con imagos sin alas, huevos, larvas y soldados.

1b. Formas de soldados.

1c. Formas de obreros.

1d. Prefases de imagos alados e imago.

1 e. Obreros de especies Nasutitermes ampliando su nido; los soldados los protegen.

2. Colonia incipiente de termes (Nasutitermes sp. de México) con los primeros obreros y soldados.

3a. «Galerías» de termes en las paredes de un recipiente de cultivo.

3b. «Gaterías» de termes en madera infestada.

3c. «Galerías» de termes agrandadas.

4. Termitero (India).

5a. Nidos hechos de un material parecido al cartón (principalmente lignina). Nido de Nasutitermes sp. sobre un árbol con galería hasta el suelo (Guatemala).

5b. Nido en una rama (Colombia).

5c. Nido construido en el laboratorio.

5d. Sección transversal de un nido de Microcerotermes sp. situado sobre el terreno (India).

6. Material de nido de Coptotermes niger en el duramen excavado de árboles saíno (Colombia).

7a. Destrucción de madera por termes. Poste de transmisión atacado (Guatemala).

7b. Configuración de las destrucciones por diversas especies.

7c. Ataque de termes a la madera seca (Nigeria) después de retirar la capa superficial sin destruir

8. Influencia del olor del micelio de hongos sobre actividades de construcción de galerías de termes.

Arriba: controles sin micelio de hongos.
Debajo: estimulación del micelio de hongos (extraido para la fotografía).

9. Archivos destruidos por termes.

10. Jardín de hongos de una especie de Odontotermes (India) en estado seco.

11a. Material y recubrimiento de plástico destruidos por termes en un ensayo de laboratorio.

11b. Tapa de un recipiente de poliestireno con un cultivo de termes destruido por insectos.

12. Cable de transmisión de alta tensión destruido por termes. Los termes hicieron un orificio a través del caucho (arriba) y atacaron la capa de cloruro de polivinilo en el interior (figura central). Otra parte del cable quemado por un corto-circuito (abajo).

13. Freza de termes sobre un árbol muerto cubierta de material extraído de la galería.

14. Recipiente de plástico (diámetro y altura, 9 cm cada uno) con un grupo de termes.

La biología y actividad de los termes no puede comprenderse por completo, como tampoco puede prevenirse un ataque o emprenderse con éxito medidas de lucha sin que se conozcan las condiciones ecológicas de las que dependen los termes. En primer lugar, los termes necesitan una gran concentración de humedad en el aire. La mayor parte de las especies dependen del grado de saturación hídrica del aire durante la mayor parte del tiempo o del acceso al agua. Sólo un pequeño grupo de especies puede desarrollarse también con una humedad relativa del aire de aproximadamente el 90%. Los denominados termes de madera seca pueden vivir en la madera de construcción de edificios o en los muebles sin tener contacto con el suelo en regiones donde el promedio de humedad del aire es alto, como en las zonas costeras u otras normalmente húmedas. Las otras especies, que dependen del contacto con la tierra y su humedad, se denominan termes subterráneos.

Tolerancia al calor

La temperatura óptima para la mayoría de los termes oscila entre 28 y 30°C. Una temperatura constante que sobrepase los 32°C puede ser mortal para muchas especies, pero los termes pueden tolerar aumentos temporales de la temperatura y evitan los lugares demasiado calientes. No obstante, existen excepciones y algunas especies pueden tolerar temperaturas bastante altas. Los límites de temperatura más baja varían muchísimo. Mientras hay especies que viven en zonas con inviernos fríos que pueden sobrevivir con temperaturas cercanas al punto de congelación, las especies tropicales mueren cuando durante varias semanas la temperatura permanece constante a 18°C.

Los nidos de termes y los sistemas de galerías proporcionan un medio ambiente favorable para mantener la temperatura y humedad necesarias para sus habitantes-constructores. La distribución geográfica y local de los termes depende mucho de las reacciones de diversas especies a las condiciones climáticas, igual que dentro de un mismo país tropical la fauna de tierras de sabana varía notablemente de la de los montes higrofíticos.

Los estadios jóvenes, los obreros y la mayoría de los soldados no tienen ojos. Su fototaxis negativa también sirve de protección contra la desecación del cuerpo, que podría causar una muerte rápida. La mayor parte de las especies de termes acopian sus alimentos en la oscuridad, debajo de tierra, en el interior de la madera o bajo la protección de sus galerías (Figura 13). Como excepción, hay algunas especies que buscan alimento sin protegerse de la luz diurna y, en general, las formas aladas cuando forman un enjambre.

A falta de visión, la orientación y comunicación de los termes se hace mediante el olfato y reacciones de contacto. Los termes producen una sustancia feromónica con la que marcan sus trayectorias y estos rastros los reconocen todos los miembros de la misma especie. Además de estas feromonas producidas por una glándula, se han identificado otras sustancias de composición completamente distinta, que sirven para identificar los rastros, como es el caso de los glicoles especiales contenidos en la tinta de los bolígrafos.

Los principales enemigos naturales de los termes son las hormigas. Si se abre un nido o una galería, las hormigas atacarán a los termes acarreándolos a sus propios nidos. También varios mamíferos se alimentan de termes y algunos abren los nidos con objeto de apresarlos. Los pájaros capturan los tipos voladores.

Los termes pueden padecer enfermedades bacteriológicas y un grave peligro para los termes son los mohos, muchas especies de los cuales producen sustancias tóxicas, como las aflatoxinas contenidas en Aspergillus flavus, hongo que también es peligroso para las aves, el ganado y los seres humanos. Algunas especies de hongos son también parásitos de los termes. Los mohos tóxicos pueden causar grandes daños, especialmente a pequeños cultivos de termes de laboratorio.

Si se evita la pérdida de madera debida a la destrucción causada por los termes así como a otros organismos, se beneficia la economía de cualquier país que tenga ese problema. Grandes cantidades de madera que hay que reparar después de los ataques podría de otro modo emplearse para exportación o satisfacer otras demandas.

En la proximidad de los edificios, deberán erradicarse las colonias de termes que destruyen la madera. Las especies de termes que viven en grandes termiteros pueden suprimirse mediante la aplicación de productos químicos. En dicha operación es esencial erradicar las reinas, ya que constituyen las fuentes de reproducción. Se puede recomendar el envenenamiento del terreno debajo de los edificios de madera, otra medida de lucha contra los termes que se emprende frecuentemente en algunos países, sólo si el veneno no afecta a las aguas freáticas.

En los trabajos de construcción, las planchas metálicas situadas entre los pilotes de hormigón armado y el entramado de madera impiden el acceso de los termes a ésta.

Se deberán inspeccionar regularmente las plantas bajas de los edificios para ver si las galerías de los termes procedentes del terreno llegan a ellas.

Para combatir los termes de la madera seca que pueden penetrar en un edificio como imagos voladores, se procede a espolvorear productos químicos en los áticos y otras habitaciones donde la aplicación del veneno no entraña riesgos para la vida humana. Hay también polvos no tóxicos que eliminan los termes por desecación.

Aceites e insecticidas

Habrá que tratar químicamente las maderas que no tengan durabilidad natural y que estén en contacto con los termes subterráneos. Las sustancias preservativas más eficientes son ciertos aceites con insecticidas por contacto, que matan a los termes cuando comen madera, o simplemente por contacto y, además, algunos de estos productos químicos actúan como repelentes. Cuando se seleccionen estos aceites, debe tenerse cuidado de elegir los que no dejan olores fuertes en la estructura y que de manera probada no aumenten la inflamabilidad de la madera tratada. Debe observarse que algunos de estos insecticidas, como es el caso del DDT y la dieldrina, están prohibidos en bastantes países debido a su toxicidad.

Para uso externo al aire libre sobre pilotes, postes y traviesas de ferrocarril, se emplea comúnmente con éxito la creosota de alquitrán de hulla. Tiene la ventaja de que se reducen las grietas y, con ello, disminuye el riesgo de que los termes alcancen el duramen sin tratar. Todo ello tiene una importancia especial en lugares con clima seco y caliente, como sucede en las sabanas.

Otro grupo de preservativos de la madera está constituido por las sales solubles en agua. Con excepción de los fluoruros, actúan como venenos estomacales. Los compuestos de arsénico son los más eficientes de este grupo contra los termes. Su adición a la creo sota ha sido recomendada como medio de aumentar la profundidad de la penetración mediante difusión.

Los preservativos de la madera contra los termes deben tener una penetración profunda con objeto de que den buen resultado. Cuando sólo se trata la capa externa, la protección puede fallar, pues la parte interna no tratada queda expuesta a través de las grietas, y lo mismo sucede cuando es insuficiente la acción repelente o la eficacia del insecticida por contacto, ya que los termes llevarán a cabo su obra destructora a través de la superficie. El mejor tratamiento es aplicar los preservativos en cilindros cerrados a baja y alta presión. La eficacia de los métodos más simples de aplicación de productos químicos depende de las condiciones de las especies madereras y de las propiedades de los preservativos. Otros factores que influyen en el rendimiento de productos químicos contra los termes son la evaporación de aceites y la lixiviación de sales.

Si un edificio está infestado de termes subterráneos, una de las medidas a tomar es impedir que lleguen más, destruyendo las galerías que van a la tierra. Con venenos por contacto y estomacales introducidos a presión en los orificios y galerías de la madera infestada, se eliminan los termes subterráneos y los que atacan a la madera seca. Pero la forma más eficiente de tratar todo un edificio es con gas, por ejemplo bromuro de metilo, aplicado al amparo de una gran tienda de plástico.

Para reducir la población de termes en determinadas zonas se han realizado experimentos con sustancias atrayentes que existen en la madera podrida por los hongos y con una combinación de cebos y venenos. Otra posibilidad de lucha es destruir el equilibrio en la estructura de castas de los termes empleando hormonas.

Caso de que exista un conocimiento insuficiente con respecto a la durabilidad natural de las especies madereras o la eficiencia de los nuevos materiales que se emplean contra los termes, hay que hacer ensayos. A fines de selección e investigaciones fundamentales. son aconsejables los ensayos de laboratorio antes de que tengan lugar las evaluaciones finales basadas en la práctica. En varios países que naturalmente no tienen termes, pero donde se producen materiales de exportación y compuestos químicos para preservarlos, se han realizado ensayos de laboratorio con termes.

También se han proyectado diversos ensayos prácticos. Un método común de ensayo es exponer estacas de madera en el suelo; los detalles de este método se han unificado internacionalmente.

En el laboratorio, así como en la práctica, deberá observarse que diversas especies de termes muestran grados distintos de agresividad, así como de tolerancia, a las sustancias tóxicas. Por lo tanto, los ensayos deben realizarse con varias especies.

La base de un eficiente trabajo de laboratorio con los termes es el conocimiento profundo de biología, ecología, fisiología, comportamiento y reacción de las diversas especies de termes en observación. Varias especies de termes, importantes económicamente, han sido objeto de un detallado estudio.

Las ventajas que tienen los ensayos de laboratorio son que pueden repetirse con facilidad y obtenerse resultados en un período relativamente corto. El clima y otros aspectos ecológicos de la zona donde esté la madera influirán en su comportamiento y más aún sobre la permanencia del preservativo químico empleado. Sin embargo, las diferencias entre las condiciones que se dan en el laboratorio y en la naturaleza deberán siempre tenerse en cuenta al evaluar los resultados.

Procedimientos de ensayo

Los principios de los procedimientos de ensayo de laboratorio son brevemente los siguientes. Grupos iguales de cientos o millares de termes obreros - con o sin otras castas - se colocan en pequeños recipientes de vidrio o plástico (Figura 14) bajo control. Como necesidad mínima, la tierra, humedad, temperatura y nutrición serán constantes. En ensayos especiales, los insectos deberán pasar hambre. El grado con que los termes atacan los materiales objeto de ensayo, y el número y situación de los termes, se registran durante períodos de tiempo fijados. Se comprueban, a intervalos cortos, la actividad de los termes, la construcción de sus galerías y los ataques al material. Se emplea, para su correspondiente comparación en las mismas condiciones, material sin tratar o susceptible.

Se realizan investigaciones sobre los termes y, en la mayor parte de los casos, también ensayos de laboratorio, en la República Federal de Alemania, Australia, Brasil, Estados Unidos, Filipinas, Francia, Ghana, India, Italia, Japón, Nigeria, Pakistán, República Democrática Alemana, Sudáfrica, Suiza y Reino Unido.

El cultivo de laboratorio más extensivo de especies de termes es probablemente el que realiza en la República Federal de Alemania el Instituto para Ensayo de Materiales, emplazado en Berlín-Dahlem. Contiene unas 40 especies de todos los continentes y algunas de sus colonias se componen de millones de individuos. Para algunas especies de termes, se mantienen cultivos procedentes de las diferentes zonas en que se manifiestan. La colección se aloja en tres sótanos con temperaturas constantes de 26, 28 y 30°C y con una humedad relativa del aire de 90 y 97 a 98%, respectivamente. Hay barreras de agua que evitan que los termes escapen (Figura 3a), o que establezcan contacto entre especies. Los detalles del cultivo dependen del comportamiento especial o de las necesidades de determinadas especies. La razón de un número tan relativamente grande de especies y razas se debe al programa para estudiar la importancia de las diferencias entre las especies y las variaciones raciales para los ensayos de laboratorio y otros estudios sobre los termes. Los ensayos comparativos de preservativos, materiales e investigaciones sobre biología, ecología y fisiología contribuyen a conocer mejor los termes, su lucha, o la prevención a sus ataques y, en consecuencia, la economía de países tropicales y subtropicales.

Bibliografía

(A continuación figuran los principales libros de texto e información general)

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