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SITUACION MUNDIAL DE LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACION

Estado de la agricultura y la alimentación en 1964

5. El informe sobre El estado mundial de la agricultura y la alimentación 1964 no había sido presentado sino al iniciarse el período de sesiones. Por su volumen y su importancia este documento exige que le hagan objeto de un examen detallado no sólo las delegaciones, sino también los servicios oficiales competentes de los Estados Miembros. En tales circunstancias sólo unos cuantos miembros del Consejo se hallaron en condición de hacer observaciones y comentarios preliminares. El Consejo pidió a la Secretaría que tomara medidas para evitar que se repita esa situación.

6. Según indica El estado mundial de la agricultura y la alimentación, la situación mundial en lo que respecta al hambre y la malnutrición no da todavía muestra alguna de verdadera mejoría. En 1963/64 1 sólo se registró un pequeño aumento en la producción agrícola mundial, que probablemente fue ligeramente inferior al crecimiento demográfico. Aunque tal estado de cosas fue debido principalmente al mal tiempo, sobre todo en Europa y en la U.R.S.S., las perspectivas del desarrollo agrícola a largo plazo eran motivo de inquietud. Durante los cinco años precedentes, la producción agrícola mundial, en su totalidad, no había hecho más que mantener el ritmo del crecimiento demográfico, sin haber podido conseguir más que atender a las necesidades escuetas de las bocas adicionales que era preciso alimentar. Además, si bien se han registrado aumentos en la producción por persona en algunas de las regioness. desarrolladas, en nada menos que en tres de las regiones en desarrollo (Africa, Asia y el Lejano Oriente y América Latina) la producción alimentaria por persona ha tendido a disminuir en los últimos años. Tales regiones sólo han podido mantener su escaso nivel dietético aumentando las importaciones o bien restringiendo las exportaciones de productos alimenticios.

7. La información que gradualmente iba recibiéndose sobre la actual campaña agrícola de 1964/65, que hasta la fecha se limitaba mayormente al hemisferio Norte, hacía pensar en la probabilidad de que el incremento de la producción agrícola mundial fuese una vez más, relativamente pequeño. Aunque se estimaba que la producción mundial de trigo, que había descendido en 1963/64, ha vuelto a incrementarse en 1964/65, parece probable que los efectos de esta recuperación sobre los suministros totales de productos alimenticios queden contrarrestados, al menos en parte, por un descenso en el volumen de producción de cereales secundarios.

8. Según indica el informe, la evolución recientemente experimentada por el comercio mundial de los productos agrícolas ha sido más favorable para los exportadores en 1963 y a principios de 1964 de lo que ha sido desde hace algunos años. Los precios mundiales de muchos productos empezaron a elevarse hacia finales de 1962 y el alza perduró durante todo el año de 1963 y en la primera parte de 1964. Se estima que la relación global de intercambio de los productos agrícolas aumentó en un 8 por ciento en 1963 frente al año anterior, recuperando así una tercera parte de las pérdidas sufridas durante el anterior decenio. El volumen de las exportaciones agrícolas engrosó también en 1963 y el resultado neto fue un aumento de un 10 por ciento en los ingresos totales proporcionados por las exportaciones agrícolas. Aunque los mayores aumentos se obtuvieron en las regiones desarrolladas, los ingresos por exportaciones agrícolas de las regiones en desarrollo, de importancia vital para éstas, fueron en 1963 superiores en un 7 por ciento a los de 1962.

9. Al parecer, la recuperación de los precios mundiales se debe principalmente a factores de efecto relativamente inmediato que afectan a determinados productos, antes que a ningún cambio fundamental en los factores subyacentes que han dado lugar a la prolongada baja que vienen sufriendo los precios de las exportaciones agrícolas. En los últimos meses, han registrado fuertes descensos de precio varios productos, entre ellos el azúcar, algunos de los cereales secundarios, la soja, el cacao y la lana, con respecto a los niveles máximos alcanzados anteriormente.

10. Incluso con el notable aumento registrado en 1963, la relación de intercambio de los productos agrícolas no ha hecho sino recobrar, más o menos, su nivel de 1958. Comparados con sus niveles de hace tan sólo 10 años, los precios de muchos productos y la relación de intercambio de las exportaciones agrícolas, en su totalidad, siguen siendo bajos. El informe señala, por tanto, que no se puede cejar en los esfuerzos nacionales e internacionales para mejorar la situación de los países exportadores agrícolas, sobre todo de los enclavados en las regiones en desarrollo.

11. Entre otros principales aspectos de la situación mundial de la agricultura y la alimentación, el informe indica que en 1963/64 hubo considerables reducciones de las existencias trigueras de los Estados Unidos de América, y que también se observó alguna reducción en las de productos lácteos, pero que las de cereales secundarios han empezado a subir otra vez y que las de algodón siguieron aumentando todavía más. Los precios al por menor de los productos alimenticios se han elevado en la gran mayoría de los países cuyos datos se conocen, y en muchos de ellos el aumento fue mayor que el del costo total de vida, lo que indica que el encarecimiento de los productos alimenticios era a menudo una de las causas principales del alza general de precios.

12. Al analizar la situación actual el informe afirmaba que podían advertirse ya indicaciones acerca de las reformas de política que acaso sean necesarias para adaptar la producción a las necesidades del consumo o para hacer retroceder el reciente descenso que ha sufrido la producción por persona en muchas de las naciones en desarrollo. Así, pues, el primordial interés que muchos de estos países han concedido a la expansión de la producción exportable ha contribuído probablemente al abaratamiento a largo plazo de los precios mundiales y a la escasez de productos alimenticios en los mercados internos, como lo pone de manifiesto el aumento de las importaciones y de los precios de consumo. Los obstáculos con que actualmente tropieza el desenvolvimiento de la producción son principalmente de carácter económico e institucional, más que técnico. Varios miembros del Consejo subrayaron la importancia que reviste el análisis y el estudio comparativo de los planes y políticas agrícolas nacionales, señalándose también que los estudios de la FAO sobre la situación de la agricultura y la alimentación en el mundo deben atender siempre especialmente a los problemas del crecimiento de la agricultura en los países en desarrollo.

13. Un capítulo especial del informe trataba del desenvolvimiento de los sucedáneos sintéticos de los productos agrícolas, desenvolvimiento que es uno de los principales factores limitativos de la expansión del comercio agrícola, sobre todo el de materias primas, las cuales constituyen la principal exportación de muchos de los países en desarrollo.

14. Otro capítulo especial estaba dedicado a la malnutrición proteínica. Si bien, como ocurre con otros muchos problemas, sólo cabe vencer definitivamente la malnutrición proteínica mediante el desarrollo económico general y el aumento de los ingresos, mucho podría hacerse también en plazo más breve atendiendo a la educación en materia de nutrición y adoptando las medidas con ella relacionadas. Sin embargo, se subrayó que las naciones en desarrollo necesitan que se les ayude para organizar los servicios nutricionales indispensables y para hacer comprender a sus poblaciones el imperativo de producir y consumir alimentos proteínicos.

1 Al año 1963/64 corresponden principalmente las cosechas recolectadas en el Hemisferio Norte durante la primavera, verano y otoño y las recolectadas en el Hemisferio Sur en la última parte de 1963 y la primera mitad de 1964.

Problemas de productos básicos

15. El Consejo examinó el Informe del 37o período de sesiones del Comité de Problemas de Productos Básicos (CPPB), en el cual había examinado éste la situación mundial de los productos agrícolas y los problemas de algunos productos concretos, y había celebrado discusiones de carácter preliminar sobre los efectos que para su labor tendrían las recomendaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. El Consejo elogió la labor del Comité, por considerarla de gran valor para la FAO y para sus Estados Miembros.

16. Del examen de la situación mundial de los productos agrícolas efectuado por el CPPB, el Consejo pudo comprobar que el aumento de los precios de los productos básicos en los mercados internacionales que se había producido en 1963, alcanzó su valor máximo a principios de 1964 y que, posteriormente, habíase iniciado una baja. Además, este aumento de precios y la expansión registrada en el volumen del comercio habían favorecido principalmente a los países exportadores de las zonas templadas, en tanto que los países en desarrollo sólo se habían beneficiado en escasa medida.

17. El Consejo tomó nota de las medidas adoptadas por el CPPB respecto al té, el coco y sus productos y el cacao. Respecto al té, el CPPB había solicitado del Director General que, una vez terminados los estudios que se tenían en preparación, convocase una conferencia ad hoc de los gobiernos interesados para examinar los problemas que plantea este producto y preparar un informe con las posibles medidas ulteriores que pueden tomarse. Respecto al coco y sus productos, el CPPB, atendiendo a una sugerencia del Grupo de la FAO sobre el Coco y sus Productos y a una petición de la Tercera Conferencia Regional de la FAO para Africa, decidió pedir al Director General que enviase invitaciones para asistir al próximo período de sesiones del Grupo no sólo a los Estados Miembros que lo integraban, sino también a los especialmente interesados en otras semillas oleaginosas y aceites. En este período de sesiones ampliado serían examinados los problemas con que se enfrentan las grasas y los aceites en general, y el informe del mismo permitiría al CPPB extraer una conclusión sobre las repercusiones y posibilidades de ampliar los trabajos del Grupo, para incluir en ellos el examen de otros aceites y grasas. Respecto al cacao, el CPPB había decidido que continuase actuando el Grupo de Estudio de la FAO sobre el Cacao y había accedido a que prosiguiesen las discusiones extraoficiales de la Secretaría con los principales países interesados, para determinar si era o no oportuno, y en qué momento, reanudar las negociaciones oficiales con miras a concertar un convenio internacional del cacao.

18. También se sugirió durante el debate que el CPPB abordara los problemas de productos básicos desde un nuevo ángulo, poniendo para ello en relación las metas de producción alimentaria con las necesidades de nutrición que, además de otras exigencias, sientan los países en desarrollo. También se sugirió que el señalamiento de las metas de producción podría correr a cargo de un nuevo subcomité permanente del CPPB, el cual tomaría por punto de partida el Plan Indicativo Mundial para el Desarrollo Agrícola que estaba preparando la Secretaría.

19. El Consejo tomó nota de la opinión expresada por varios de sus miembros, en el sentido de que la actual composición del CPPB no permitía una participación suficiente de los Estados Miembros africanos. Se acordó que en el 44o período de sesiones del Consejo (junio, 1965) sea examinada más ampliamente la composición del Comité de Problemas de Productos Básicos.

Cuestiones dimanantes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo

20. El Consejo reconoció, lo mismo que el Comité de Problemas de Productos Básicos, que la creación de un mecanismo sobre el comercio y desarrollo dentro de la estructura de las Naciones Unidas, según había recomendado la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (CNUCD), tendría repercusiones importantes en la labor futura de la Organización y, especialmente, en la del CPPB. No obstante, el Consejo convino con este último en que, hasta que haya quedado montado el nuevo mecanismo en proyecto, sólo será posible emitir un juicio preliminar sobre dichas repercusiones y sus efectos en cuanto a la dirección que debe tomar la labor futura de la Organización. Era evidente ya, sin embargo, que en lo futuro deberá hacerse cada vez más hincapié en los problemas del desarrollo económico y social.

21. El Consejo reconoció que el CPPB había acumulado una experiencia considerable en cuanto a los problemas de los productos básicos, la cual debe utilizarse plenamente, junto con la de otros organismos, en el esfuerzo internacional total para alcanzar los objetivos fijados por la CNUCD. Por tanto, el CPPB debe constituir un elemento importante en la expansión de las actividades internacionales en la esfera del comercio y desarrollo.

22. El Consejo convino en que importa lograr desde el principio una cooperación continua y estrecha para evitar toda duplicación de actividades, tal como se subraya en las recomendaciones de la CNUCD. Por tanto, el Consejo se mostró satisfecho al saber que el Director General había iniciado consultas con las Naciones Unidas para establecer estrechas relaciones de trabajo entre la FAO y el nuevo mecanismo propuesto.

23. Algunos miembros del Consejo expresaron la opinión de que, en la futura división del trabajo entre los diversos organismos que se ocupan de las cuestiones relativas a comercio y el desarrollo, la FAO deberá circunscribirse a los aspectos de la producción y el consumo, incluídas las cuestiones mercantiles conexas, según sea pertinente, en tanto que el nuevo mecanismo debe convertirse en la tribuna principal para las cuestiones internacionales relativas al comercio. De ese modo, el CPPB tendría que renunciar, quizás, a algunas de sus actuales actividades, al paso que habría de desenvolver otras, y tal vez sea aconsejable, en su día, revisar su mandato. Algunos otros miembros del Consejo no se mostraron conformes con estos puntos de vista. En general, el Consejo estuvo de acuerdo en que, en esta coyuntura, era prematuro definir cuáles habrían de ser las futuras funciones del CPPB. El Consejo convino en que esta cuestión debe considerarse de nuevo en su 44o período de sesiones, así como en el 13o de la Conferencia de la FAO, ya que para entonces se espera que el nuevo mecanismo haya cristalizado en una forma más definitiva.

24. Entre tanto, y en espera de las decisiones que hayan de tomarse respecto al nuevo organismo de comercio y desarrollo, el Consejo estimó que el CPPB no debe aminorar el ritmo de sus bien consolidadas actividades y que debe hacer su máxima aportación dentro de sus funciones. Las actividades del Comité, incluso sus exámenes de la situación y perspectivas de los productos básicos, sus estudios sobre las políticas de sustentación y estabilización de precios, sus actividades en materia de proyecciones de los productos básicos y de colocación y utilización de excedentes y, especialmente, la labor de sus grupos de estudio sobre productos, habían sido muy útiles a los Estados Miembros y constituían una parte importante de la labor general de la FAO.

El Año Internacional del Arroz

25. El Consejo recordó que la Conferencia de la FAO, en su 12o período de sesiones, teniendo en cuenta la situación que ocupa el arroz como alimento básico de una gran parte de la población del mundo, especialmente la de los países en desarrollo, había respaldado en principio la propuesta de declarar un Año Internacional del Arroz. A petición de la Conferencia, el Director General había consultado a los gobiernos de los principales países productores y consumidores de arroz, y un gran número de ellos habían indicado su intención de participar en el Año Internacional del Arroz. Varios gobiernos habían esbozado proyectos específicos, que se incluirían en sus programas nacionales, y el Consejo observó igualmente que se contaba con el apoyo de algunas industrias nacionales del arroz. Se llamó la atención sobre la lista modelo de proyectos y actividades posibles, elaborada por el Subcomité Consultivo sobre los Aspectos Económicos del Arroz, del CPPB, y el Consejo sugirió, además, que la Comisión Internacional del Arroz considere la conveniencia de publicar un examen completo de sus actividades hasta la fecha sobre el mejoramiento de la producción, la protección, el almacenamiento y la elaboración del arroz.

26. El Consejo estuvo de acuerdo, en general, con las propuestas del Director General y decidió designar Año Internacional del Arroz al de 1966. Tendrá una duración de un año civil, si bien gran parte del trabajo será de largo alcance y se continuará pasado ese período. Las actividades nacionales se organizarán y financiarán por cada uno de los países participantes, los cuales serán invitados a comunicar sus planes respectivos al Director General antes de proceder a la declaración del Año, con objeto de poder enviar esta información a los demás países interesados.

27. El Consejo estuvo de acuerdo en que la Organización debe desempeñar un papel positivo en la orientación y el estímulo de las actividades nacionales, pero se subrayó que el éxito que haya de alcanzar este proyecto dependerá principalmente de los esfuerzos de los diversos países interesados. El Consejo pidió al Director General que, dentro de las limitaciones que le imponga su presupuesto, dispense toda la ayuda y apoyo posibles a los programas nacionales.


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