Página precedente Indice Página siguiente


II. POLITICAS DE PRODUCCION Y DISTRIBUCION

Las políticas de conservación que se delínean en la siguiente sección de este informe pueden ser de extrema importancia para aliviar la situación inmediata, pero los problemas de largo plazo de expandir a su máximo la producción de alimentos, así como de mejorar la distribución de los abastecimientos disponibles, requieren la preparación cuidadosa de planes.

Aunque muchos Gobiernos han proyectado metas de producción que implican el desarrollo máximo de los recursos naturales y de otro orden, el Consejo opina decididamente que es necesario integrar estos programas dentro de un plan mundial. Con este objetivo en mente, el Consejo estableció el Comité sobre Política de la Producción y la Distribución.

Al formular los planes de la producción y distribución se deben tomar en cuenta los cambios sociales, económicos y tecnológicos que han tenido y seguirán teniendo profundos efectos sobre las normas de la producción, el comercio y consumo mundiales. Entre estos cambios se deberán considerar los siguientes:

  1. el mayor aprovechamiento interno de los alimentos y productos alimenticios en ciertos países exportadores que están reduciendo substancialmente las disponibilidades de exportación;

  2. el desarrollo industrial de otras regiones productoras que se traduce cada vez más en la exportación por las mismas de productos elaborados en lugar de materias primas; y

  3. niveles más altos de ingresos y empleos y varias medidas gubernamentales que tienden a aumentar el consumo de alimentos protectores por parte de grupos especiales de la población.

Los anteriores hechos, unidos al aumento considerable de la población, hacen imposible que se fije como objetivo restaurar las normas de producción y comercio de la preguerra. La producción tendrá que llegar a ser más intensa y, en opinión del Consejo, presentará nuevas demandas pesadas sobre los elementos necesarios para la producción en una escala que no ha sido totalmente apreciada. Será necesario encontrar nuevas fuentes de abastecimientos.

La labor del Comité sobre Política de la Producción y la Distribución comenzará con el análisis de los planes y programas de producción de las naciones miembros separadamente. La elaboración de estos planes corresponde a los Gobiernos, aunque la FAO debe prestar su ayuda en lo que concierne a los aspectos técnicos de la labor cuando le sea solicitada.

El segundo paso incluirá la preparación de análisis y resúmenes regionales que tratarán principalmente de los productos alimenticios más importantes, incluso el pescado, así como de los medios de producción tales como los abastecimientos de forrajes, los fertilizantes y la maquinaria agrícola. Si posible, los análisis abarcarán también la silvicultura y los productos forestales. Los estudios regionales deberían hacer relación a la producción, a las perspectivas de exportación e importación, así como al consumo o aprovechamiento internos. En ellos se indicarían normalmente ciertas medidas de acción que podrían ser tomadas por los Gobiernos dentro de la región, individualmente o por intermedio de sus organizaciones regionales.

El tercer paso sería la síntesis de análisis regionales para formar un resumen de alcances mundiales, que incluiría hojas de balances mundiales de productos en que se indiquen anticipadamente las tendencias de la producción, el comercio y el consumo, las exportaciones e importaciones proyectadas de los países de cada región y las relaciones entre las exportaciones e importaciones globales proyectadas. Se deberían considerar en los análisis los cambios generales en los niveles y las relaciones de precios, y también habría ser posible que se indiquen algunos de los efectos más importantes del comercio de alimentos y productos agrícolas y forestales sobre la posición general de la balanza de pagos.

Los informes anuales que los Gobiernos Miembros han de enviar al Director General en cumplimiento del Artículo XI de la Constitución servirán de base para esta labor. El Consejo atribuye la mayor importancia a estos informes e insta a los Gobiernos Miembros a que envíen antes del 1o de julio de 1948 el correspondiente a este año. Si los Gobiernos dejaren de enviar esta información, sería imposible hacer los preparativos adecuados para la revisión anual que ha de tener lugar en el próximo período ordinario de sesiones de la Conferencia.


Página precedente Inicěo de página Página siguiente