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SITUACION AGRICOLA Y ALIMENTARIA MUNDIAL

El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación, 1970

10. El Consejo examinó la situación mundial de la agricultura y la alimentación sobre la base del informe preliminar del Director General relativo a El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 1970 1, cuya versión definitiva, junto con un capítulo especial, se había distribuido también en la Conferencia Conmemorativa General el 16 de noviembre de 1970.

11. El Consejo expresó su preocupación por el hecho de que la producción combinada de productos agropecuarios, pesqueros y forestales no hubiera logrado aumento alguno en 1969, en comparación con el del 4 por ciento registrado en 1968 y con el crecimiento medio a más largo plazo que se calcula en un 3 por ciento al año aproximadamente. Es cierto que en medida considerable este hecho reflejaba la menor producción agropecuaria registrada en los países desarrollados. Pero asimismo el aumento en la producción agrícola total de los países en desarrollo, calculado en un 3 por ciento, ha sido algo inferior que en los años últimos, y en cada una de las regiones en desarrollo, salvo en el Lejano Oriente, el incremento ha resultado inferior a lo que prometían las tendencias, con el resultado de que la producción por habitante ha permanecido estancada, si es que no ha disminuido.

12. La causa principal de satisfacción es el incremento rápido y constante de la producción, especialmente de cereales, en aquellos países en desarrollo en que se ha hecho el máximo esfuerzo por aumentar el rendimiento de los cereales mediante la introducción de variedades de alto rendimiento, junto con el correspondiente incremento de insumos y servicios.

13. Es demasiado pronto para afirmar si los movimientos compensatorios de la aceleración de la producción de alimentos en algunos países en desarrollo y la estabilidad o el retroceso simultáneos de la producción en ciertos países desarrollados, sobre todo exportadores, que se han intensificado en 1970, constituyen la prueba de un reajuste internacional básico de la producción. En todo caso, esos movimientos, en unión de la constante actividad de algunos países importadores desarrollados encaminada a aumentar su autarquía en materia de alimentos, han contribuido al estancamiento del volumen del comercio mundial de productos agropecuarios. El valor de este comercio ha aumentado en 4 por ciento, aproximadamente, por primera vez en tres años, pero ello obedece al incremento del nivel medio de precios, que a su vez es en parte reflejo de las tendencias inflacionarias generales de la economía mundial. La misma tendencia de los precios parece haberse mantenido en 1970. También en este caso, como frecuentemente sucedió en el pasado, la mayor parte del aumento de valor de las exportaciones ha beneficiado a las regiones desarrolladas (salvo América del Norte), debido sobre todo al rápido aumento del comercio en determinadas zonas, especialmente de Europa occidental. En cambio, la mayoría de las regiones en desarrollo han aumentado sus ingresos por exportaciones agrícolas sólo en un 2 ó 3 por ciento, y los de Africa han disminuido realmente.

14. La versión definitiva del informe contiene también un capítulo, titulado “La agricultura al comenzar el Segundo Decenio del Desarrollo”, destinado a conmemorar el 25o Aniversario de la Organización. El análisis de los resultados, los problemas y las políticas que han caracterizado el desarrollo agrícola en los 25 años últimos muestra claramente la naturaleza crítica de la carrera alimentos-población, la importancia de la agricultura en el desarrollo económico y el planteamiento de problemas sociales como los del desempleo y el subempleo rurales. La mayor parte de ese capítulo especial se dedica a examinar los cuatro problemas principales con que se enfrentan los países en desarrollo en su esfuerzo por fomentar la agricultura durante el Segundo Decenio para el Desarrollo. Estos se refieren, respectivamente, a los problemas del mantenimiento del ímpetu de la producción agrícola y de su composición apropiada en productos, mediante una técnica que permita aumentar los rendimientos, los de la producción pecuaria, que es preciso acelerar para atender al creciente aumento de la demanda de proteínas de buena calidad; los problemas que entraña la elevación de los ingresos que los países en desarrollo obtienen con la exportación de productos agrícolas; y los problemas del desempleo y el subempleo que surgen de las tendencias actuales y futuras del crecimiento demográfico y las características de absorción cada vez menor de mano de obra que presentan el sector agrícola y otros sectores de la economía.

15. El Consejo se mostró conforme con la evaluación global formulada por el Director General de las características salientes de la situación en 1969 y 1970, indicadas anteriormente, incluida la experiencia divergente de distintos países y regiones en desarrollo en cuanto al rendimiento de su producción agrícola. El análisis contenido en el informe sobre el progreso de las variedades de cereales de alto rendimiento fue bien acogido por su realismo, al situar el tema en su perspectiva apropiada y resolver una serie de errores comunes al respecto. Se indicó que, respecto al crecimiento de la población y los niveles de nutrición, el progreso sigue limitándose a unos pocos productos y países; y aunque algunos miembros dieron cuenta de progresos logrados en sus propios países, se reconoció en general que, a menos que los gobiernos adopten en creciente medida políticas de aumento del rendimiento, es poco probable que se logre un progreso más rápido. Un miembro indicó que el costo relativamente alto que supone en algunos sectores la producción por medio de las nuevas técnicas no es un fenómeno permanente, sino la consecuencia inmediata del paso a esas técnicas nuevas. Algunos miembros subrayaron la necesidad de hacer también asequibles los beneficios de las nuevas técnicas a los pequeños agricultores y a los trabajadores que no poseen tierra, y expusieron las medidas adoptadas en sus países al respecto. También se puso de relieve la necesidad de un desarrollo global de las economías nacionales, en las que la agricultura desempeña un papel fundamental.

16. El Consejo expresó su decepción por la lentitud del aumento de las exportaciones agrícolas de los países en desarrollo, las cuales en 1969 sólo se habían elevado en un 2 por ciento en cuanto a valor, en comparación con un 5 por ciento para los países desarrollados y un aumento del 14 por ciento en el valor del comercio mundial total de todos los productos. En todas las regiones en desarrollo, salvo en una, el valor de las exportaciones agropecuarias en 1969 fue inferior al de 1965 y 1966, y la parte que corresponde a estas regiones en las exportaciones agropecuarias mundiales ha seguido por lo tanto disminuyendo aún más. Varios miembros subrayaron que esta tendencia se debe en parte al proteccionismo agrícola y a los subsidios a la exportación por parte de los países desarrollados. A menos que se produzca una mejora sustancial de esta situación, en armonía con los objetivos que se persiguen en el Segundo Decenio para el Desarrollo, el comercio de productos agropecuarios no contribuirá en proporción suficiente al mejoramiento económico de la población de los países en desarrollo. Aunque las variedades de alto rendimiento han influido algo en el comercio internacional de cereales, esta influencia se ha limitado, en sustancia, a una reducción de las necesidades de ayuda alimentaria, más que a un incremento de las exportaciones que pudiera compensar las importaciones. El acuerdo sobre las preferencias generales para las importaciones de productos manufacturados y semimanufacturados de los países en desarrollo fue acogido con satisfacción como una posible contribución a los ingresos que esos países obtienen con las exportaciones, si bien se subrayó la limitación de los efectos que ello tendría sobre los productos agrícolas y por ende sobre la situación de los países en desarrollo de economía menos avanzada.

17. El Consejo se mostró preocupado por la anomalía de que vuelvan a aparecer excedentes en un mundo donde grandes multitudes siguen estando insuficientemente alimentadas. Hasta cierto punto el problema de la nutrición se ha podido aliviar gracias a la ayuda alimentaria. Algunos países han juzgado, no obstante, necesario reducir unilateralmente su producción, con objeto de equilibrar la oferta y la demanda. El encauzamiento de los excedentes hacia usos constructivos es desde hace mucho tiempo uno de los empeños de la FAO pero sigue siendo un problema con que se enfrenta la colectividad mundial.

18. El Consejo destacó la necesidad de dar un enfoque amplio y completo a los problemas del desarrollo agrícola, tanto por parte de los países en sus políticas de desarrollo, como por parte de la FAO al dar cuenta del estado mundial de la agricultura y la alimentación. Por un lado es preciso que los países adopten un conjunto de medidas convergentes relativas a todos los aspectos de la economía, con inclusión de la producción, el comercio, las finanzas y los recursos humanos, si se quieren conseguir progresos rápidos. La FAO por su parte debe dar mayor importancia en sus estudios a otros aspectos del progreso aparte de la producción y el comercio, tales como la nutrición, la renta y la productividad agrícolas y el bienestar social, en particular el empleo y la distribución de la renta, así como al modo en que se relacionan entre sí la producción, el comercio y otros aspectos del progreso agrícola.

19. El Consejo llamó la atención sobre el papel que debe desempeñar la FAO fomentando, mediante consultas entre los países, una mayor cooperación e intercambio de información con base regional, especialmente en materia de ciencia, tecnología y economía. Además de fomentar el progreso técnico a nivel regional y mundial, esa actividad contribuiría también al desarrollo y la estabilización de los mercados de productos agropecuarios y a combatir el proteccionismo y la discriminación comercial en beneficio del intercambio mundial en su conjunto. Se reconoció también la necesidad de movilizar, en beneficio de los países en desarrollo, el potencial de los países desarrollados de Europa y de otras regiones en el campo de la capacitación y la enseñanza profesionales.

20. En lo que respecta a la presentación de los informes, el Consejo expresó el parecer de que las modificaciones introducidas en el contenido y oportunidad de El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación constituían un progreso. En particular, se acogió favorablemente la mayor importancia concedida a la presentación de informes y análisis de medidas de política, así como la inclusión de un material más abundante sobre el año en curso. El hecho de que el Consejo dispusiese simultáneamente de la versión provisional y la versión definitiva del informe, que se prepararon con excepcional rapidez para su distribución en la Conferencia Conmemorativa General, había causado cierta confusión, sobre todo en lo relativo al carácter del capítulo especial. El Consejo recomendó que la Secretaría siga prestando atención a la oportunidad y el contenido de El Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación. El Consejo hizo notar que, en futuros períodos de sesiones de la Conferencia y del Consejo podría volverse al antiguo sistema de completar la versión provisional con una breve exposición puesta al día, en cuyo caso se publicará posteriormente la versión provisional definitiva. Al mismo tiempo, se procurará que la versión provisional se distribuya más pronto de lo que ha sido posible en las dos últimas ediciones, con objeto de proporcionar a los gobiernos y al público en general una información espaciada con más regularidad sobre la situación. Se subrayó también que es más importante dar amplia publicidad a la versión definitiva que a la provisional.

21. El Consejo estuvo de acuerdo en que se dé mayor importancia a la información sobre las realizaciones del año en curso, incluyendo la posibilidad de emitir pronósticos a corto plazo para todo el año. También tomó nota del propósito de consignar cada vez más en el informe los resultados de los pronósticos a plazo medio de la producción, el consumo y el comercio de productos alimenticios. Entre otros temas a los que diversos miembros propusieron se dedique atención más detallada en lo sucesivo, cabe citar los sistemas de integración económica, la situación de las reservas, la asistencia internacional a la agricultura, los recursos humanos, con inclusión de los problemas del empleo, y las tendencias del comercio agrícola internacional con respecto a las de todo el comercio. El Consejo tomó nota de los planes que se están ultimando para la actualización de la información de la FAO sobre el estado mundial de la nutrición.

22. El Consejo observó también que, dada la aportación que se espera preste la FAO al examen y la evaluación funcionales de los progresos realizados en el Segundo Decenio para el Desarrollo, las demandas que pesarán sobre la Organización en cuanto a informes y análisis acerca de la situación y perspectivas agrícolas será cada vez mayor. A este respecto, se hizo saber al Consejo que el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales está procediendo a revisar sus actuales actividades de presentación de informes para conseguir más eficacia y oportunidad. Con este fin el Departamento proyecta también el mejoramiento de los datos y una mejor recogida y manipulación de éstos, inclusive una elaboración de datos con ordenadores. De todos modos, el éxito de esta actuación dependerá de la cooperación activa de los Estados Miembros, en el suministro de datos estadísticos y mejoramiento de su calidad.

1 CL 55/2.

Marcha del Estudio Perspectivo del Desarrollo Agropecuario Mundial

23. El Consejo tomó nota de que la aplicación de la Resolución 1/69 del 15o período de sesiones de la Conferencia había progresado en la forma siguiente:

  1. El marco estadístico del PIM se ha puesto al día hasta el período 1964–66 en cuanto a 140 países y territorios.

  2. La FAO ha trabajado en estrecha relación con las Comisiones Económicas Regionales, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), y la Comunidad Económica Europea (CEE), para fijar los supuestos del desarrollo económico en el decenio 1970–1980, dentro del marco de la estrategia internacional del Segundo Decenio para el Desarrollo.

  3. Se están revisando las proyecciones de la demanda de productos agropecuarios para los años 1975 y 1980.

  4. Se ha extendido el alcance geográfico a países no incluidos en el PIM, siendo las más importantes adiciones Indonesia y América Central.

  5. La FAO ha emprendido, junto con la Comisión Económica para Europa, un estudio de las políticas agrícolas y comerciales de los países desarrollados con economía de mercado, la U.R.S.S. y los países de Europa oriental. Este estudio, que deberá constituir un instrumento útil para examinar las perspectivas de exportación de productos agropecuarios de los países en desarrollo, habrá de concluirse en la segunda mitad de 1971 1.

  6. La FAO y la OIT han elaborado un programa conjunto de estudios sobre el desempleo y el subempleo rural y se está preparando un proyecto de campo a este respecto en un importante país asiático.

  7. En cooperación con la División Mixta de Agricultura FAO/CEPAL se están introduciendo en los análisis diversas hipótesis sobre la distribución de la renta en América Latina.

24. Después de un amplio debate en Sesión Plenaria sobre los progresos registrados hasta la fecha y la evolución futura del Estudio Perspectivo, los varios aspectos de dicho Estudio fueron objeto de un examen detenido por parte del Grupo de Trabajo del Consejo. Este informe incorpora las conclusiones del Consejo, teniendo en cuenta las recomendaciones del Grupo de Trabajo, así como el informe sobre la marcha de los trabajos facilitado por el Director General, considerando todo ello a la luz de las directrices establecidas por la Conferencia en su 15o período de sesiones.

25. El Consejo hizo constar su satisfacción por el hecho de que los trabajos marcharan de acuerdo con las recomendaciones que figuran en la Resolución 1/69; observó que las Conferencias Regionales habían hecho también constar su satisfacción por este hecho. El Consejo opinó que las actividades relacionadas con la política de desarrollo agropecuario constituyen el centro de las responsabilidades de la FAO y son parte esencial de las orientaciones que debe dar a los Estados Miembros. Confirmó por lo tanto su apoyo a la participación permanente de la FAO en la planificación perspectiva, siempre que se efectúe ésta en estrecha asociación con los Estados Miembros y las organizaciones regionales u otras que puedan ayudar a este respecto. Toda la información de que se disponga debe facilitarse y utilizarse en la medida de lo posible. Se indicó que la gran experiencia de algunos países en materia de planificación ha demostrado que los planes a corto plazo no pueden tener éxito si no se encuadran dentro del marco de una planificación perspectiva a largo plazo. Es importante que la planificación del desarrollo agropecuario se integre dentro de un marco general intersectorial.

1 Véase el párrafo 26 infra.

26. El Consejo reiteró la importancia de que el estudio perspectivo tenga un alcance mundial, sobre todo en lo que respecta al examen de diversas opciones posibles del intercambio y teniendo presente la ventaja económica comparativa que reportaría el aprovechamiento adecuado de los recursos de la tecnología moderna al establecer unas estructuras más racionales de la producción y del comercio. A este respecto, destacó la importancia del estudio sobre políticas y problemas del reajuste de la agricultura en los países de ingresos elevados que va a ser emprendido en unión de la Comisión Económica para Europa y que ha de estar concluido antes de terminar el año de 1971 1. Tomó nota con satisfacción de que el estudio de las economías de mercado desarrolladas abarcaría también a las de otras regiones (América del Norte, Japón y Oceanía), e insistió en que se aprovechara plenamente toda la información y la ayuda que pudiera brindar la OCDE. Se congratuló de la buena disposición de la OCDE a compartir con la FAO sus estudios y experiencias en materia de proyecciones y políticas agrarias en los países desarrollados, y pidió a la FAO que estableciese un estrecho contacto con la OCDE para llevar a cabo esta labor. Algunos miembros invitaron también a la FAO a que utilizase los trabajos sobre fomento agrícola realizados por los organismos correspondientes en sus propios países. Se acordó que en ese estudio y en la subsiguiente labor acerca de los países desarrollados no sólo se tomen en consideración las probables modificaciones de las políticas de producción y comercio y de las industrias de productos sintéticos que puedan influir en las exportaciones de los países en desarrollo, sino también los problemas sociales y económicos con que se enfrentan los países desarrollados al reajustar sus políticas y estructuras agrarias.

27. El Consejo estimó que un enfoque por soluciones alternativas debería constituir el criterio básico de trabajo para el Estudio Perspectivo. De este modo, no se daría a los Estados Miembros una sola fórmula, sino que se les brindaría una elección entre las políticas de desarrollo y las formas de lograrlas. Por consiguiente, el estudio perspectivo podría constituir una oportunidad para practicar un análisis de sensibilidad, en el que la cuantificación se utilizaría como instrumento de reflexión y no como una estructura rígida y excesivamente simplificada.

28. Uno de los objectivos más importantes del análisis previsto en el Estudio Perspectivo debiera ser el de explorar las posibilidades de ampliar el comercio de productos agrícolas, incluidos los elaborados, entre los países desarrollados y los países en desarrollo y entre estos últimos. Para esta labor convendría tener presente la competencia planteada entre los productos sintéticos y los productos de la agricultura. Este análisis del intercambio debería también realizarse en función de diversas soluciones alternativas y de sus consecuencias para posibles alteraciones de las políticas de producción, comercio y precios. Por utilizarse una metodología muy depurada y por extenderse el ámbito geográfico a todo un período cronológico, el análisis de sensibilidad podría utilizarse también para explorar más a fondo las relaciones entre los agregados principales de la demanda, la producción y el comercio en la agricultura y los factores socioeconómicos más fundamentales, como el empleo y la distribución de los ingresos en la agricultura y entre la agricultura y el resto de la economía.

29. El Consejo reiteró la necesidad de atribuir considerable importancia en el análisis sobre los países en desarrollo no sólo a las medidas clásicas de expansión económica, sino a factores sociales, tales como una mejor distribución de los ingresos, la reforma agraria, las políticas de tributación agrícola y el empleo de mano de obra. A este respecto, se congratuló de la cooperación entablada entre la FAO y la OIT en materia de mano de obra, y reconoció que la labor esbozada en el párrafo 23 (f) no sólo sería valiosa para el país estudiado en un principio, sino que también serviría para perfeccionar y ensayar definiciones y métodos de medición susceptibles de más amplia aplicación por parte de los Estados Miembros, en general. La tarea propuesta en virtud del Estudio Perspectivo comprendería, en la medida en que lo permitiesen los datos y los recursos disponibles, el empleo de un modelo que previese diversos postulados sobre el crecimiento del producto nacional bruto y también sobre la distribución de los ingresos, donde ésta se considere importante o conveniente para el país. De ese modo no sólo se pondrán de manifiesto los cursos alternativos que los países podrían seguir según el ritmo relativo de expansión del sector agrícola y de los demás sectores, sino que, automáticamente, se llegarían a obtener proyecciones alternativas de la demanda interna de productos agrícolas. Los problemas y las posibilidades de la producción podrían entonces examinarse en relación con esas proyecciones alternativas de la demanda interna, así como en relación con las diversas posibilidades que se percibieren para las exportaciones a la luz de otras actividades. También podrían estudiarse las consecuencias de las diversas estructuras de expansión de los ingresos agrícolas y con el empleo de mano de obra. El análisis versaría sobre las medidas de política que fuese necesario establecer para alcanzar objetivos concretos de producción, consumo y nutrición, comercio y empleo de mano de obra. Al mismo tiempo, el Consejo reconoció las dificultades de acopio de datos y de metodología que lleva consigo un tratamiento adecuado de los objectivos sociales, y de los efectos sociales de las políticas económicas.

30. En el debate se suscitaron numerosas cuestiones especiales: (a) Algunos miembros, sin perjuicio de reconocer la necesidad de que la FAO desarrolle el Estudio Perspectivo en consonancia con el cuadro general utilizado por el sistema de organizaciones de las Naciones Unidas en el Segundo Decenio para el Desarrollo, estimaron que las hipótesis de expansión económica del Decenio eran demasiado modestas con respecto a las aspiraciones y necesidades de los países en desarrollo. Se destacó la necesidad de tener presentes las posibilidades de la nueva tecnología, así como las oportunidades de evolución socioeconómica. (b) Desde el punto de vista de la eficacia técnica, convendría tener en cuenta la elasticidad con respecto a los precios de la demanda y de la oferta. El Consejo reconoció, no obstante, que, en cuanto a la disponibilidad de datos y al desenvolvimiento de las técnicas de análisis, se trataba de una cuestión de mejoramiento progresivo. La información habrá de venir fundamentalmente de los propios países, y estos últimos, asimismo, desempeñarán una importante función en el desarrollo de las técnicas analíticas. (c) Algunos miembros estimaron que era necesario formular una clasificación de los grados de desarrollo más depurada que esa práctica común de hablar de países desarrollados y países en desarrollo. No obstante, el Consejo hizo notar que esa cuestión incumbía a las Naciones Unidas y que la FAO tenía que seguir la práctica establecida. (d) Muchos miembros señalaron la necesidad de prestar especial atención a los menos desarrollados entre los países en desarrollo, de acuerdo con la decisión aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas al respecto. (e) El perfeccionamiento de las estadísticas básicas en los países y en la FAO, y la orientación de las mismas a las necesidades de quienes las emplean con fines analíticos, es esencial para tener una mejor perspectiva así como para la planificación, funcional. La experiencia adquirida en la planificación perspectiva podría, sin embargo, impulsar el perfeccionamiento de las estadísticas y servir también de orientación en cuanto a las prioridades correspondientes, como ya ha sucedido en la labor hasta ahora desarrollada por la FAO. El Consejo tomó nota con satisfacción de que se ha avanzado bastante en la reorientación de las actividades estadísticas de la FAO al servicio de la planificación y evaluación y estimó que habría de darse alta prioridad al progreso continuo en ese sentido.

31. Dada la complejidad del análisis solicitado en virtud del Estudio Perspectivo, el Consejo convino con el Director General y el Comité del Programa en que sería necesario proceder por etapas. Se mostró de acuerdo asimismo con la propuesta de llevar a cabo la labor señalada en el párrafo 29, primeramente en América Latina, región cuyos países habían encarecido un nuevo examen detenido de los objetivos propuestos en el PIM y el análisis de las políticas correspondientes. El Consejo tomó nota de que la terminación de los trabajos en América del Sur estaba prevista para 1971, pero reconoció que el calendario de los trabajos que se están ahora realizando en América Central y el del Grupo Asesor Multidisciplinario NU/FAO en el Caribe no permitirían incorporar el análisis correspondiente a esas subregiones en el Estudio Perspectivo hasta adentrado el año 1972. El Consejo consideró que debería darse alta prioridad a los grupos de integración regional y países de todas las regiones que solicitaran expresamente ayuda de la FAO en materia de planificación perspectiva a largo plazo.

1 Según el esquema actual, el estudio incluirá, con carácter selectivo: (1) información y análisis de la evolución dinámica reciente y de las perspectivas del próximo decenio en lo que respecta al puesto y a la función de la agricultura en la economía general, a las tendencias del consumo y la producción y a la estructura agrarias; (2) experiencia anterior y objectivos e instrumentos actuales de las políticas agrarias, con inclusión de las sustentaciones de precios, los subsidios a los insumos, las restricciones del suministro y las políticas de reajuste estructural; (3) dimensiones mundiales de los problemas agrícolas en el próximo decenio; (4) cuestiones de reajuste en los sectores de la agricultura y la alimentación de los países desarrollados.

32. Se atribuyó gran importancia a la celebración de detenidas consultas con los países en todas las fases de los trabajos y a la colaboración íntima con las Comisiones Económicas Regionales y otros órganos regionales pertenecientes o ajenos al sistema de las Naciones Unidas. Aparte de la necesidad de mantener consultas detenidas con los países interesados, la serie de puntos comprendidos en la Resolución 1/69 plantea cuestiones importantes de disponibilidad de datos y de elaboración de técnicas analíticas. En definitiva, la disponibilidad de datos revierte mayormente en los Estados Miembros, que tienen también una función importante que desempeñar en el establecimiento de las técnicas de análisis necesarias. Por consiguiente, el que se colmen las aspiraciones enunciadas en la Resolución 1/69 dependerá en buena parte de la disposición y capacidad de los Estados Miembros para unirse en un esfuerzo común con la FAO y otras organizaciones pertinentes. A este propósito, el Consejo señaló a la atención de la Conferencia la invitación dirigida por la Asamblea General a sus Estados Miembros en desarrollo de que formularan “a principios del Decenio, estrategias apropiadas para las actividades agropecuarias (incluidas la zootecnia, la pesca y la silvicultura) destinadas a asegurar una producción de alimentos más adecuada desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo, satisfacer sus necesidades nutricionales e industriales, aumentar el empleo rural y elevar los ingresos de exportación” 1. El Consejo estimó asimismo que, a los fines de la labor de la FAO, esta invitación debía ser aceptada por todos los Estados Miembros de la FAO, lo mismo desarrollados que en desarrollo, para procurar así una plena coherencia en la planificación y en las actividades conjuntas de estudio y estimación.

33. La ejecución de la Resolución 1/69 debía proceder “tan rápidamente como las circunstancias lo permitan”, pero dentro de los recursos que el Director General considerase factibles dedicar a la planificación perspectiva, habida cuenta de los recursos totales acordados en el último período de sesiones de la Conferencia y los que se sucedan. Al propio tiempo, el Estudio Perspectivo debe reconocerse de importancia básica para la labor de la FAO. Es de absoluta necesidad que todas las dependencias de la FAO, en especial los departamentos y direcciones de carácter sustantivo de la Sede, las oficinas regionales y las nacionales participen en la labor decidida por la Conferencia.

34. Se señaló que el Director General no podía, en el actual período de sesiones del Consejo, presentar un desglose detallado de los recursos presupuestarios y de personal destinados al Estudio por cuanto no había habido tiempo de efectuar reajustes con arreglo a la situación financiera en que se encontrará toda la Organización después del presente período de sesiones. Como además se había comenzado el estudio para América Latina, se expresó preocupación respecto a los recursos que se dedicarían al mismo. El Consejo tomó nota, sin embargo, de que el Director General se proponía presentar a su próximo período de sesiones un documento en que se resumiría el enfoque básico que se estaba adoptando en la preparación del Estudio Perspectivo, y se identificarían los elementos principales o estudios parciales, con una indicación de cómo se encuadrarían en el proyecto global, junto con el calendario y preparativos prácticos propuestos.

35. El Consejo consideró que la preparación del Estudio Perspectivo no sólo revestía valor para la FAO y sus Estados Miembros sino que debía significar la contribución principal de la FAO a la estrategia internacional con vistas al Segundo Decenio para el Desarrollo. El Estudio Perspectivo y el Segundo Decenio para el Desarrollo estaban, pues, íntimamente ligados, y facilitaría los debates del próximo período de sesiones de la Conferencia el que figurasen como un único tema en el programa. Lo propio se aplicaría a los debates de los óganos auxiliares, en particular el próximo período de sesiones del Consejo.

1 Estrategia internacional del desarrollo para el Segundo Decenio de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Asamblea General de las Naciones Unidas, informe de la Segunda Comisión (Parte I), párrafo 75.

Contribución de la FAO a la Estrategia Internacional del Segundo Decenio para el Desarrollo

36. El Consejo tomó nota de que la contribución de la FAO a la estrategia internacional para el Segundo Decenio comprende tanto la labor preparatoria de formulación de esa estrategia como la participación efectiva, con otros órganos y organismos de las Naciones Unidas, en el examen y la evaluación de su ejecución y en la movilización de la opinión pública durante el Decenio.

37. El Consejo llamó la atención acerca del hecho de que todas las actividades de la FAO constituían una contribución al Segundo Decenio para el Desarrollo, como ha indicado el Comité del Programa. La FAO se halla en una posición única para prestar una aportación sustancial al respecto, especialmente si se tiene en cuenta el interés puesto en la planificación del desarrollo agrícola.

38. El Consejo opinó que la colaboración de la FAO en la estrategia internacional para el Segundo Decenio debe ampliarse a toda la serie de temas pertinentes a su esfera de actividades según se establece en el documento sobre el Segundo Decenio aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas. El Consejo advirtió que la FAO ha participado en la labor de la Comisión de Planificación del Desarrollo y de la Comisión Preparatoria de las Naciones Unidas para el Segundo Decenio para el Desarrollo, contribuyendo a la misma, y que las opiniones de la Organización constan, en forma muy abreviada, en el documento sobre el Segundo Decenio aprobado por la Asamblea General.

39. El Consejo observó que la aportación de la FAO a la formulación de una estrategia internacional ha incluido la evaluación provisional de los objetivos del Segundo Decenio para el Desarrollo estudiados por la Comisión Preparatoria de las Naciones Unidas para el Decenio. Además, en el curso de 1971, se someterán a las Naciones Unidas las proyecciones de la demanda de productos agrícolas para 1975 y 1980. Otras contribuciones están relacionadas con la marcha de los trabajos sobre el Estudio Perspectivo del Desarrollo Agropecuario Mundial y el Consejo tomó nota del progreso conseguido en este sector y de los planes futuros para el mismo. La presentación de documentos sobre políticas a las Naciones Unidas se acomodará, pues, a la marcha de esa labor y se ajustará al calendario de las Naciones Unidas.

40. Algunos miembros observaron que las actividades de examen y evaluación de la FAO comprenderían la medición y el análisis de los resultados obtenidos en la agricultura sobre la base de una serie de indicadores normalizados y un análisis más profundo de determinados aspectos de gran importancia para el desarrollo agrícola. Consideraron que debe darse el debido peso a la evaluación del progreso logrado en los aspectos sociales del desarrollo, como la nutrición, el empleo rural, la distribución de los ingresos, la reforma agraria, la tributación agrícola y la participación de la juventud en las actividades de desarrollo. Advirtieron que, en muchos casos, se necesitan estudios especiales de los países en desarrollo para acopiar material sobre esos temas.

41. El Consejo tomó nota de que podrían presentarse, como parte del examen y evaluación ordinarios, algunos estudios analíticos sobre materias seleccionadas que se relacionan con la estrategia internacional para el desarrollo, cuando la FAO tenga tiempo de prepararlos y en la forma que pueda.

42. Algunos miembros opinaron que efectuar el examen y la evaluación cada dos años supone una frecuencia excesiva. El Consejo advirtió que la FAO tendrá que obrar conforme a los acuerdos interorgánicos concluidos sobre esta materia y algunos miembros sostuvieron el criterio de que el esfuerzo debe concentrarse principalmente en los exámenes de mediados y fines del Decenio.

43. El Consejo reconoció la necesidad de racionalizar el sistema de información económica de la FAO. El Consejo puso de relieve la necesidad de prestar asistencia a los países en desarrollo para mejorar sus servicios estadísticos y acogió con satisfacción las actividades de la FAO encaminadas a la normalización internacional de las estadísticas agrícolas.

44. En cuanto al examen y evaluación, la FAO se guiará por el contenido del documento del Segundo Decenio para el Desarrollo aprobado por la Asamblea General y las eventuales disposiciones de carácter organizativo que puedan decidirse hasta la reunión del ECOSOC de julio de 1971.

45. El Consejo estimó que la movilización de la opinión pública debe constituir un elemento esencial de la estrategia general del Segundo Decenio para el Desarrollo y que a ese respecto la responsabilidad ha de corresponder principalmente a los organismos nacionales.

46. En los países industrializados es necesario avivar la conciencia de la población sobre la necesidad de proporcionar una ayuda creciente para el desarrollo agrícola de los países en desarrollo y apoyar la liberalización del comercio de alimentos y productos básicos.

47. Aunque la movilización de la opinión pública de los países en desarrollo en apoyo del Segundo Decenio es igualmente importante, a menudo hacen falta métodos diferentes a los que se utilizan en los países desarrollados. Así por ejemplo, en algunos países en desarrollo escasea el personal dedicado a informar a la población. Esta deficiencia exige que se dé mayor importancia a la capacitación de informadores. También se podrían utilizar más los medios de enseñanza visuales para alcanzar a las poblaciones analfabetas de las zonas rurales.

48. La FAO se halla en una posición única entre las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas por disponer de la Campaña Mundial contra el Hambre, mediante la cual puede llegar al público y obtener su colaboración, y por ello se expresó la esperanza de que los países en desarrollo que aún no han establecido Comités nacionales de la Campaña Mundial contra el Hambre procedan a su institución. Al mismo tiempo, debe estimularse la labor de los Comités nacionales de la FAO en apoyo del Segundo Decenio para el Desarrollo.

49. Dada la limitación de los recursos para movilizar la opinión pública, el éxito de esta operación depende de la selección cuidadosa de los medios de información. Según está previsto en la estrategia, la función de los organismos especializados consiste en poner a disposición de los medios nacionales un material básico informativo que exponga los antecedentes. La FAO, en su labor de información para movilizar la opinión pública en apoyo del Segundo Decenio para el Desarrollo, debe cooperar con el Centro de Información Económica y Social de las Naciones Unidas. El Consejo tomó nota de que la FAO ha iniciado ya una actividad informativa con respecto al Segundo Decenio para el Desarrollo, especialmente en apoyo del Estudio Perspectivo del Desarrollo Agropecuario Mundial y de las Cinco Esferas de Concentración, así como mediante la organización de misiones de reportaje con periodistas y representantes de los medios de información, en cooperación con otros organismos de las Naciones Unidas, para observar e informar sobre los problemas y las conquistas del desarrollo. Se llamó la atención acerca de la utilidad de “CERES”, la revista de la FAO sobre el desarrollo.

50. El Consejo tomó nota también de que un creciente número de proyectos de campo ejecutados por la FAO en los países en desarrollo incluyen ahora actividades de comunicación para interesar a las poblaciones nacionales y para ayudar en la labor de capacitación de expertos en medios informativos. Se hizo notar además que la FAO presta cada vez mayor asistencia a los Estados Miembros para el mejoramiento de sus comunicaciones con las poblaciones rurales mediante el uso de técnicas de información de gran alcance.

51. El Consejo pidió al Director General que le presente en su 56o período de sesiones una exposición más detallada sobre el contenido del examen y la evaluación, así como sobre la orientación del Programa de Labores de la FAO y la preparación de los programas de acción pertinentes para contribuir al Segundo Decenio para el Desarrollo.

Problemas de productos básicos y comercio: 45o período de sesiones del Comité de Problemas de Productos Básicos 1

52. El informe del 45o período de sesiones del Comité de Problemas de Productos Básicos 2 fue presentado por el Sr. Soegeng Amat (Indonesia), Presidente del Comité. El Consejo respaldó el informe y expresó su satisfacción por el trabajo realizado por el Comité y sus órganos auxiliares. El Consejo tomó nota de que en su 45o período de sesiones el Comité había tomado varias decisiones.

53. Muchos miembros señalaron a la atención del Consejo la conclusión principal de los análisis hechos por el Comité sobre la situación mundial de los productos básicos, según la cual el valor del comercio de los principales productos agrícolas aumentó en 1969 por primera vez en tres años. Tanto los países en desarrollo como los desarrollados obtuvieron mayores beneficios de sus exportaciones, pero la participación porcentual de los primeros reflejó una nueva disminución. Según muchos miembros, esto último se debía en parte a los efectos negativos de las políticas de sustentación de los precios agrícolas y de las políticas comerciales de los países desarrollados en las exportaciones de los países en desarrollo.

54. El Consejo tomó nota de la discusión preliminar del Comité sobre la función de la FAO en la promoción del reajuste de la agricultura. Hubo un consenso general en el Consejo acerca de que la FAO está en situación excelente, dentro del sistema de organizaciones de las Naciones Unidas, para seguir realizando estudios objetivos de los problemas planteados por el crecimiento desequilibrado de la oferta y la demanda de muchos productos agrícolas y por el excesivo proteccionismo de los países importadores. La FAO posee una competencia especial en la investigación de los problemas que entraña la protección de la agricultura. Es importante, por lo tanto, que la FAO estudie los problemas de la protección agrícola, analice objetivamente los diversos tipos de soluciones y evalúe sus posibles repercusiones en los mercados internacionales sobre una base mundial y regional. Se sugirió que el Director General de la FAO consulte con los jefes ejecutivos de la UNCTAD y del GATT sobre la manera de coordinar la actuación de los tres organismos para la promoción de políticas internacionales de reajuste de la agricultura.

55. El Consejo respaldó la decisión del Comité de Problemas de Productos Básicos de mantener en su programa el tema del reajuste de la agricultura y de examinar de nuevo la función que la FAO debe desempeñar en este campo, a la luz de los resultados de un estudio de las actividades pertinentes de la FAO y otros organismos.

56. Se hizo referencia a las principales medidas aprobadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas respecto a las políticas internacionales sobre productos básicos que han de adoptarse en los próximos 10 años, a fin de lograr los objetivos del Segundo Decenio para el Desarrollo. El Consejo indicó que, dentro de la estrategia para el Decenio, la FAO debe seguir desempeñando una función muy importante en el tratamiento de los problemas internacionales sobre productos básicos y en el fomento de la adopción de medidas apropiadas para ampliar las exportaciones de los países en desarrollo.

57. El Consejo tomó nota con satisfacción de las decisiones del Comité relativas a la formulación de directrices y procedimientos para los requisitos de mercadeo usual en el ámbito de los procedimientos consultivos aplicables, en virtud de los Principios de la FAO sobre Colocación de Excedentes que el mismo Consejo había aprobado en la Resolución 1/53, adoptada en su 53o período de sesiones.

58. El Consejo consideró que el requisito de mercadeo usual, entendido como el compromiso concreto, por parte del país beneficiario, de mantener al menos un nivel especificado de importaciones comerciales además de las importaciones de productos básicos hechas en condiciones de favor, constituía una técnica útil para ofrecer garantías al intercambio comercial normal y cumplir con los Principios de la FAO sobre Colocación de Excedentes. Respaldando los textos recomendados por el Comité de Problemas de Productos Básicos sobre los procedimientos que han de seguirse para el establecimiento de los requisitos del mercadeo usual, el Consejo estimó que estos procedimientos debían formar parte integrante del texto aprobado en el 53o período de sesiones y tomó nota de la intención del Director General de incluirlos en dicho texto bajo el título de “Establecimiento de requisitos de mercadeo usual (RMU)”, como tercer párrafo de los procedimientos de notificación y consulta adoptados por el Consejo en la Resolución 1/53.

1 Véanse también párrafos 114–117 infra.
2 CL 55/7.

59. El Consejo adoptó la Resolución siguiente:

Resolución 2/55

SALVAGUARDIAS PARA EL INTERCAMBIO COMERCIAL USUAL DE PRODUCTOS BASICOS AGRICOLAS

EL CONSEJO

Recordando su Resolución 1/53 sobre las Obligaciones de Consulta que han de Cumplir los Estados Miembros en Virtud de los Principios Recomendados por la FAO para la Colocación de Excedentes, en la cual, entre otras cosas, instaba al Comité de Problemas de Productos Básicos a que ultimase las recomendaciones sobre la fijación de los requisitos del mercadeo usual;

Tomando nota de que en su 45o período de sesiones el Comité ha adoptado un texto convenido que establece los procedimientos que han de seguirse para la fijación de los requisitos del mercadeo usual;

Considerando que el requisito del mercadeo usual constituye una técnica útil que ofrece garantías para el intercambio comercial usual y la observancia de los Principios Recomendados por la FAO para la Colocación de Excedentes;

Sanciona las recomendaciones del Comité de Problemas de Productos Básicos que se reproducen en el Anexo a esta Resolución y las señala a la atención de los Estados Miembros;

Pide al Director General que transmita a los Estados Miembros y Miembros Asociados el texto de la presente Resolución y del Anexo a la misma, y les invite a notificarle que están dispuestos a observar los procedimientos acordados, y

Pide además al Director General que refunda el texto que figura a continuación y el del Anexo a la Resolución 1/53 en un solo documento y que lo distribuya a los Estados Miembros y Miembros Asociados.

Anexo a la Resolución 2/55 del Consejo

Procedimientos para el establecimiento de los Requisitos del Mercadeo Usual (RMU)

1. El Comité reafirmó la necesidad de salvaguardar el comercio normal usual y, a este propósito, la necesidad de que se establezcan salvaguardias con objeto de que, además de las importaciones comprendidas en la transacción de favor, el país receptor mantenga al menos las importaciones globales y comerciales de que habitualmente sea objeto el producto a de que se trata.

2. El Comité convino en que el establecimiento de los requisitos del mercadeo usual era una técnica útil y necesaria para asegurar la observancia del Principio de adicionalidad recomendado por la FAO. Por lo tanto, el Comité recomendó que toda transacción concertada por los gobiernos y comprendida en los tipos sujetos a consulta previa de acuerdo con el párrafo 2 del Anexo a la Resolución del Consejo 1/53, quede sujeta al establecimiento de un requisito del mercadeo usual adecuado a la situación específica con objeto de asegurar que la transacción se traduzca en un mayor consumo y no cause perjuicio a las estructuras normales de la producción y del comercio. El requisito del mercadeo usual debe definirse como la aceptación expresa, por parte del país receptor, de que se mantendrá al menos un nivel estipulado de sus importaciones comerciales, además de cualesquiera otras importaciones que efectúe del mismo producto a en condiciones de favor.

3. El Comité tomó nota de que los Principios de la FAO para la Colocación de Excedentes contienen disposiciones encaminadas a evitar el peligro del desplazamiento de las ventas comerciales de los productos afines b y reafirmó que todo país interesado debiera tener la oportunidad de que se le consultara al respecto. Así pues, el Comité acordó que el país proveedor debiera considerar si la corriente comercial de los productos afines corría riesgos de quedar afectada peligrosamente, y, si así fuera, debiera celebrar consultas de acuerdo con los procedimientos establecidos en el Anexo a la Resolución del Consejo 1/53, y tomar las medidas apropiadas para salvaguardar dicho comercio. Los terceros pueden solicitar consultas con un país proveedor a iniciativa propia.

4. En principio, el requisito del mercadeo usual deberá reflejar las importaciones comerciales tradicionales del país receptor. La determinación del requisito del mercadeo usual también debiera prever la situación económica y de la balanza de pagos de los países receptores, así como sus necesidades de desarrollo y no debiera constituir una pesada carga para los mismos.

5. Si la aplicación de los principios formulados en el párrafo 4 condujera a un cambio en los niveles del requisito del mercadeo usual, donde quiera que exista, tales cambios debieran tener en cuenta la situación de la balanza de pagos del país receptor y debieran evitar los efectos dañinos para su desarrollo económico.

6. Se adoptarán las disposiciones siguientes para establecer el requisito del mercadeo usual respecto a un país receptor determinado en un período concreto: c

  1. Como punto de partida, el país proveedor al que se formule la solicitud procurará calcular la cifra estadística representativa del total de las importaciones comerciales del producto de que se trate por el país solicitante en un período de años representativo, que normalmente deberían ser los cinco años precedentes. Para contribuir a que se logre una base estadística lo más exacta posible, la FAO estará dispuesta a proporcionar a los Estados Miembros estadísticas comerciales básicas, e incluso un desglose, por tipos de transacciones d relativo al producto y país de que se trate. Con este fin se solicita a los Estados Miembros que cooperen al máximo facilitando los datos necesarios para ayudar a la tarea de la Secretaría.

  2. El Comité reconoció que la cifra estadística del total de las importaciones comerciales del país receptor en su período representativo podría tener que ser modificada por factores especiales tales como los siguientes:

    1. un cambio notable de la producción en relación con el consumo del producto en cuestión en el país receptor;

    2. un cambio notable en la situación de la balanza de pagos o en la situación económica general del país receptor;

    3. la evidencia de una tendencia significativa en el período de referencia en las importaciones comerciales del producto en cuestión hechas por el país receptor;

    4. el nivel del requisito del mercadeo usual pertinente, negociado de acuerdo con los procedimientos establecidos en el presente párrafo por los países interesados en el período anterior más próximo. Sin embargo, cuando se negocie un nuevo requisito del mercadeo usual por primera vez, de acuerdo con estos procedimientos, se observarán las disposiciones del anterior párrafo 5;

    5. todo factor excepcional que influya en la representatividad del período de referencia en cuanto al país receptor;

    6. cualquier otra consideración especial, incluidas las que el gobierno del país receptor pueda plantear en su solicitud o en alguna otra forma e.

  3. La cifra propuesta, con las oportunas aclaraciones en los casos en que aquélla difiera de las cifras estadísticas básicas (que deberá también notificarse) será objeto de consultas bilaterales con los Estados Miembros cuyas exportaciones comerciales normales pueden verse afectadas por la transacción; si se hiciera una sugerencia para cambiar el requisito del mercadeo usual negociado, ello debiera debatirse entre el país proveedor y el receptor.

  4. El requisito del mercadeo usual propuesto, determinado por el país proveedor a la luz de las consultas bilaterales, se incluirá en la notificación previa al Subcomité Consultivo de Colocación de Excedentes relativa a las características principales de la transacción, tal como se estipula en el párrafo 2(b) del Anexo a la Resolución 1/53 del Consejo.

  5. La fase final del establecimiento del requisito del mercadeo usual será la negociación entre el país proveedor y el receptor f.

7. Al determinar un requisito del mercadeo usual para un período determinado, el país proveedor se encargará durante la fase de las consultas bilaterales de que todos los intereses afectados se tengan plenamente en cuenta, y hará todo lo posible por que llegue a un requisito del mercadeo usual que sea generalmente aceptable por todas las partes interesadas.

8. Para cualquier país receptor o producto determinado, el requisito del mercadeo usual debe establecerse e para un período de tiempo también determinado (por ejemplo el año civil, financiero o agrícola e, o cualquier otro período de 12 meses, según los procedimientos que se convengan entre el país proveedor y el receptor) en la inteligencia de que durante ese período de tiempo sólo podrá haber un único requisito del mercadeo usual.

9. En caso de que se produzca un deterioro imprevisto e importante de la balanza de pagos y de la situación económica general del país receptor durante el período de vigencia de un requisito del mercadeo usual determinado, tal requisito podrá ser negociado de nuevo con respecto al mismo producto y el mismo período de tiempo.

10. El Comité convino en que si se plantea la necesidad de mejorar el procedimiento seguido para el establecimiento del requisito del mercadeo usual, el Subcomité de Colocación de Excedentes deberá estudiar los problemas de que se trate con objeto de ayudar a su ulterior estudio por parte del Comité de Problemas de Productos Básicos.

a El delegado de la República Democrática del Sudán reservó la decisión de su Gobierno sobre la supresión en el texto original de las palabras “o los productos afines”.

b Especialmente los principios formulados en el párrafo 4 (2) y en el párrafo 6 (1) (b) (Colocación de los excedentes agrícolas, Principios recomendados por la FAO, Roma 1967).

c El delegado de Francia declaró que su país, con respecto a los procedimientos para establecer un requisito de mercadeo usual, tenía el propósito de adherirse a los elementos estipulados en el párrafo 2o del Anexo a la Resolución 1/53.

d Las transacciones incluidas en el Anexo del mandato del Subcomité Consultivo de Colocación de Excedentes, por un lado, y todas las demás transacciones por el otro lado.

e El delegado de la Argentina declaró: “Con respecto a este texto y me refiero en especial al párrafo 8, dado que para cada producto y para cada período habrá un solo requisito del mercadeo usual, mi Gobierno entiende que a dicho requisito del mercadeo usual deberán sujetarse tanto el país receptor como los países suministradores que lleven a cabo transacciones de los mismos productos en el período determinado. Con esa interpretación, mi delegación está dispuesta a aceptar el texto, tal como ha sido propuesto por el Grupo de Trabajo, y formula reservas sobre las modificaciones incorporadas al texto del mismo.”

f El delegado de la República Democrática del Sudán reservó la decisión de su Gobierno con respecto al párrafo 6 (e) por no incluir las palabras “la conclusión de…”.

60. El Consejo respaldó de un modo general la creación, en el seno de la FAO, de un Plan internacional para la coordinación del fomento lechero. Muchos miembros, al acoger con satisfacción la aprobación del Plan, indicaron que podría desempeñar una función importante para contribuir a eliminar el déficit de proteínas. La insuficiencia de proteínas es la deficiencia principal de la alimentación de los países en desarrollo, y afecta, en particular, a los estratos más pobres de la población, exponiendo a los seres más vulnerables a un daño permanente. Sin embargo, algunos miembros advirtieron contra el peligro de concebir mayores esperanzas de las que el programa pueda satisfacer en sus primeras fases. Indicaron también que, por la reciente disminución de los excedentes de productos lácteos, el programa no puede confiar en la obtención de una contribución de suministros de estos productos para la ejecución de los proyectos tan grande como hubiera sido posible sólo algunos meses antes. Se señaló, no obstante, que los proyectos comprendidos en el Plan deben encaminarse a promover planes integrados de fomento lechero, no dependientes necesariamente del suministro de tales productos desde el extranjero.

61. El Consejo subrayó que el Plan debe realizarse dentro de la estructura institucional de la FAO, y bajo la orientación de la política general del Consejo de la Organización. El Consejo convino también en que el CPPB debe seguir analizando los aspectos operativos, de procedimiento y económicos del Plan que caigan dentro de su esfera de competencia.

62. El Consejo tomó nota con aprobación de las decisiones tomadas por el Comité en la esfera de las semillas oleginosas, aceites y grasas, tortas y harinas oleaginosas. Entre ellas figura la introducción de una modificación en el mandato del Grupo de Estudio sobre Semillas Oleaginosas, Aceites y Grasas, concediéndole atribuciones para las actividades siguientes: (a) ampliar la serie de productos de que se ocupa para incluir en ellas las tortas y harinas oleaginosas, (b) aumentar la intensidad de su labor sobre sus funciones consultivas y la formulación de propuestas sobre las políticas que han de seguirse en la adopción de medidas intergubernamentales para resolver los problemas de mercados a corto plazo, y (c) examinar las medidas que podrían contribuir a resolver los problemas a medio y largo plazo, y presentar propuestas prácticas sobre acuerdos intergubernamentales en el sector de las grasas y aceites. El Consejo estimó que esos cambios en el mandato del Grupo dan efectividad a la parte de la Resolución 16 (II) de la UNCTAD, referente a semillas oleaginosas, grasas y aceites, y que constituyen el reconocimiento de la necesidad de actividades nuevas más orientadas hacia la acción. El Consejo consideró que la Secretaría de la UNCTAD debe asociarse plenamente a la labor del Grupo.

63. El Consejo tomó nota con aprobación de la creación de un Grupo de Estudio sobre la Carne. Algunos miembros indicaron que sus gobiernos están dispuestos a cooperar activa y constructivamente en la labor de este Grupo de Estudio, aunque inicialmente hayan tenido algunas dudas en cuanto a la necesidad de constituir un organismo permanente para tratar de los problemas que plantee este grupo de productos. Otros miembros reiteraron la necesidad de tal organismo, y pusieron de relieve la contribución que éste podría prestar a la solución de problemas que afectan actualmente a la producción y al comercio de la carne y las aves de corral.

64. El Consejo expresó su profunda gratitud por la oferta hecha por el Gobierno argentino de acoger en Buenos Aires a la Secretaría del nuevo Grupo de Estudio y de sufragar los gastos adicionales que implicaba su establecimiento fuera de la Sede de la FAO. Por otro lado, muchos miembros expresaron su acuerdo con la decisión tomada por el Comité de Problemas de Productos Básicos de que la Secretaría debería estar emplazada en las Oficinas Centrales de la FAO. Otros miembros opinaron que la propuesta argentina debería ser examinada de nuevo por el Comité o el Grupo de Estudio sobre la Carne, en su primera reunión.

65. Algunos miembros estimaron que el Comité debería prestar atención a los problemas económicos que plantean los dátiles debido a las dificultades de mercadeo que encuentran sus productores. Un miembro sugirió que el Grupo de Estudio sobre el Cacao debería examinar la posibilidad de formular acuerdos extraoficiales para ese producto. A su juicio, esta medida contribuiría a mantener condiciones más normales en los mercados internacionales y podría facilitar el progreso hacia la conclusión de un acuerdo oficial internacional sobre el cacao, que se examinaba desde hacía muchos años sin resultados hasta la fecha.

66. Por sugerencia del Comité, el Consejo pidió al Comité de Asuntos Constitucionales y Jurídicos que examinara los problemas jurídicos relacionados con la nomenclatura de los organismos auxiliares del Comité que se ocupan de un solo producto o grupos de productos afines, de la manera indicada en los párrafos 186 y 187 del informe del CPPB. Se señaló que las funciones de varios de estos organismos interesados en productos había sobrepasado la fase de acopio y estudio de información y alcanzado otra orientada hacia la actuación y encaminada a formular recomendaciones de política y también acuerdos internacionales. Se creía que estas innovaciones deberían quedar indicadas en la nomenclatura de los grupos.

Composición del Comité de Problemas de Productos Básicos 1

67. Se hizo referencia al problema de la composición del Comité de Problemas de Productos Básicos. Algunos miembros del Consejo se declararon en favor de que se permitiese participar en el Comité a todos los Estados Miembros de la Organización en ello interesados. Sin embargo, el Consejo hizo notar que el Comité del Programa consideraba que, por ahora, no podía recomendar ninguna alteración del número actual de 34 miembros.

1 Véanse párrafos 210–219 infra.


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