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Efectos de la contaminación atmosférica sobre los bosques de Europa: medidas para conjurarlos según modelos que simulan varias situaciones probables

S. Nilsson y O. Sallnäs

Sten Nilsson es investigador principal del Estudio Forestal BASA y profesor de la Escuela Forestal de la Universidad sueca de ciencias Agrícolas de Garpenberg, Suecia. Ola Sallnäs es investigador de la Universidad sueca de Ciencias Agrícolas de Garpenberg.

La depauperación de los bosques por causas que se atribuyen a la contaminación de la atmósfera es una de las principales preocupaciones de los europeos. Aunque el fenómeno no es, de ninguna manera, nuevo (los investigadores observan, en escala local, desde hace más de un siglo daños causados a los bosques por contaminantes del aire), la aparición reciente de síntomas claramente visibles, en muchas partes de Europa y América del Norte, ha intensificado el interés por este tema. En 1988 se hizo una evaluación ad hoc de la desfoliación en 25 países de Europa (véase el Cuadro 1) en el marco de la Convención de Ginebra sobre la contaminación aérea transfronteriza a larga distancia de 1985. Aunque esa evaluación no permite sacar científicamente conclusiones sobre las causas de los síntomas observados, lo cierto es que en muchos casos no es posible explicar la magnitud de la decadencia sin implicar la contaminación del aire.

En los sectores científico, industrial, laboral, económico y público de la sociedad europea se ha agudizado la preocupación por las múltiples consecuencias indeseables que pueda tener el persistente agravamiento de los bosques. Las medidas que se tomen en el curso de los próximos años contribuirán en muy gran medida a determinar la naturaleza de la economía forestal durante varios decenios.: Por este motivo, los encargados de en centrar y aplicar las soluciones del problema de la decadencia de los bosques tienen que coordinar las medidas inmediatas de acción que se adopten para alcanzar objetivos distantes.

Composición de las subregiones: CEE-9: Bélgica, Dinamarca, Francia, República Federal de Alemania, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Reino Unido; CENTRO: Austria, Suiza; NORTE: Finlandia, Noruega, Suecia; SUR: Grecia, Portugal, España, Turquía, Yugoslavia; ESTE: Bulgaria, Checoslovaquia, República Democrática Alemana, Hungría, Polonia, Rumania.

En el marco del Programa para el Medio Ambiente del Instituto Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados (BASA), el proyecto «Dinámica de la Biosfera» tiene por objeto examinar la acción mutua a largo plazo de la economía mundial y su medio ambiente. El citado proyecto se lleva a cabo mediante investigaciones y con estudios especiales. El Estudio Forestal de la BASA, iniciado en 1986, está analizando las consecuencias de una declinación atribuible a contaminantes atmosféricos. De manera inmediata se concentra en la evolución futura de los recursos forestales europeos. Los objetivos del citado estudio son:

· obtener un panorama objetivo del futuro desarrollo de los recursos forestales en Europa;

· construir varios modelos de situaciones probables en el porvenir y de sus efectos sobre el sector forestal, el comercio internacional y la sociedad en general;

· aclarar cuáles son los efectos de la depauperación causada por contaminantes atmosféricos, por la ordenación silvícola actual y la que se introduzca en cambio, y por la ampliación de la superficie forestal;

· determinar qué políticas institucionales, técnicas y de investigación y vigilancia podrían adoptarse para hacer frente a dichos efectos.

El presente artículo se concentra en el tercero de dichos objetivos. Con el fin de pronosticar las diversas posibilidades de desarrollo de los recursos forestales y del abastecimiento de madera de Europa, se ha construido un modelo que simula diferentes condiciones probables: el Modelo para la Evaluación de la Madera. Aprovecha la base de datos compilada por el Estudio Forestal y pronostica el volumen biológicamente posible de madera producida con el paso del tiempo en cada país, e incluso en las subregiones de cada país, por grupos de especies y por edad, llegando a una cifra general de la oferta de madera en Europa (véase la figura, en cuanto a los grupos subregionales de países, y el recuadro para más detalles sobre la metodología). Conviene subrayar que las distintas posibilidades se refieren todas ellas a la oferta biológicamente factible de madera, y no a la oferta comercial. En realidad, hay factores que restringen la cosecha, como por ejemplo, los precios de la madera rolliza, el comportamiento de los propietarios de los bosques y las restricciones impuestas al aprovechamiento de la madera para conseguir de otra naturaleza. Los resultados y las conclusiones a que se refiere este artículo abarcan solamente Europa, sin la URSS. En un número futuro de Unasylva se publicará otro artículo sobre los bosques de la URSS.

Método seguido para construir los modelos

El modelo construido (tipo matrices) permite simular como evolucionarían los recursos forestales y la oferta de madera en Europa en diferentes condiciones de depauperación, ordenación, incremento de la superficie arbolada, etc. Dado que la estructura de los bosques difiere de unos países a otros, tuvimos que seguir tres procedimientos distintos, basados en otros tantos supuestos.

PROCEDIMIENTO BASADO EN EL ARIA

La edad y el volumen en pie definen el tipo de bosque, el cual, a su vez, se clasifica por país, región, propietario, estructura (monte alto, monte bajo, etc.) y por especie. Siempre que se dispuso de datos suficientes, se introdujo como variable adicional la clase del terreno. El modelo se basa en una estructura preparada por Sallnäs (1990).

PROCEDIMIENTO BASADO EN EL DIAMETRO

En este modelo la entidad básica para describir el bosque no es su superficie, sino el árbol. El estado de los bosques de cada tipo queda determinado por la clasificación de los troncos en grupos según su diámetro. A cada clase corresponde un volumen medio de tronco. Se clasificaron los tipos de bosque de acuerdo con el mismo criterio que en el caso anterior con el mismo criterio que en el caso anterior, salvo por lo que hace a la clase de terreno, para la que no hubo datos suficientes. Una descripción mas detallada figura en Houllier (1989).

PROCEDIMIENTO SIMPLIFICADO

No fue posible seguir ninguno de esos dos procedimientos para Grecia, Turquía y algunas partes de Yugoslavia, por dificultades relacionadas con la cantidad y calidad de los datos. Se calcularon. En cambio, la cosecha potencial como porcentaje del volumen en pie y el incremento como porcentaje del crecimiento inicial multiplicado por un factor dependiente de la razón del volumen actual al inicial.

MANERA DE TOMAR EN CUENTA LA DEPAUPERACION ATRIBUIBLE A CONTAMINANTES ATMOSFERICOS

Con el fin de tomar en cuenta los efectos de la depauperación ampliamos la matriz del bosque con dos variables: depauperación y sensibilidad. Además, hicimos que el ritmo de la transición de una clase a otra fuera variable con el tiempo. También incorporamos a los modelos la variación del régimen silvícola, acortando las rotaciones, incrementando la intensidad de los aclares y agrandano la regeneración.

MODELO DE LA DEPAUPERACION FORESTAL ATRIBUIBLE A CONTAMINANTES ATMOSFERICOS

Al compilar datos para el modelo hemos procurado cuantificarlos tanto como fuera posible. En primer lugar calculamos la distribución de los, bosques de cada país en varias clases de sensibilidad, basándonos en la capacidad de los suelos para amortiguar los efectos de la acidificación. A cada clase de sensibilidad se asignaron «cargas críticas», es decir, magnitudes de exposición a uno o más contaminantes por bajo de las cuales no se registran efectos perniciosos de acuerdo con el estado actual de nuestros conocimientos. Las magnitudes críticas de azufre y nitrógeno fueron las fijadas por la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (1988).

Combinando los antes citados datos del Estudio Forestal y los del Modelo de Simulación e Información de la Acidificación Regional del IIASA (RAINS) (Alcamo et al., 1988 i resultó posible calcular la extensión de bosque en que los depósitos rebasan los umbrales actuales y futuros (véase el Cuadro 2). Los depósitos que, según el modelo RAINS, habrá en el año 2000, son los usados en nuestro Modelo para la Evaluación de la Madera. Dichas estimaciones se basan en los propósitos anunciados hasta ahora (fines de 1988) por los diferentes gobiernos de reducir las emisiones de SO2 y NOx. No obstante, cabe decir que a pesar de que casi todos los países se proponen eliminar casi por completo las emisiones para el año 2000, no es probable que lo consigan.

CUADRO 1. Volumen en pie de monte espeso explotable en distintas clases de depauperación en 1987-88 (en millones de m3)

 

Coníferas

No coníferas

Ligera

Moderada

Grave

Ligera

Moderada

Grave

Austria

163,8

18,2

4,0

49,6

8,2

1,6

Bélgica

12,0a

3,2

1,0

12,5

2,9

0,6

Bulgaria

39,4

6,8

1,1

59,2

14,0

3,6

Checoslovaquia

301,8

148,2

37,0

93,4

55,7

13,3

Dinamarca

3,6

0

0

11,2

2,6

0,2

Finlandia

301,7

192,2

28,2

71,1

21,5

1,5

Francia

110,1

49,8

6,9

139,8

41,5

9,6

Rep. Dem. De Alemania

112,2

...52,6...

24,3

...9,1...

Rep. Fed. De Alemania

263,4

98,2

6,0

133,6

49,9

2,5

Grecia

33,3

5,9

0,8

32,6

17,1

0,9

Hungría

4,9

2,8

0,8

30,1

8,2

7,3

Irlanda

6,4

1,1

0,1

-

-

-

Italia

36,4b

18,1

2,6

79,4

37,0

4,3

Luxemburgo

0,5

0,2

-

4,0

1,1

0,2

Países Bajos

3,4

2,1

0,4

3,0

1,6

0,4

Noruega

135,4

77,1

18,4

-

-

-

Polonia

305,8

187,2

36,0

38,2

14,8

5,4

Portugal

4,0

1,8

0,2

4,5

-

0,7

España

61,3

20,2

3,6

58,6

12,6

2,2

Suecia

601,4

228,8

29,4

64,9

18,6

0,7

Suiza

88,4

32,2

8,0

25,2

4,9

1,9

Reino Unido

43,3

43,5

10,9

175,5

55,2

2,2

a Promedio de Flandes y Wallonia.
b Promedio de Bolzano y Cerdeña.

CUADRO 2. Porcentaje del total de la superficie de bosque en que los depósitos de azufre y nitrógeno rebasan la cantidad critica

 

Azufre

Nitrógeno

Coníferas

Caducifolias

Coníferas

Caducifolias

1985

2000

1985

2000

1985-2000

1985-2000

Norte

59

48

19

7

75

52

CEE-9

88

76

34

24

83

55

Centro

98

93

50

46

100

86

Sur

62

84

18

40

34

21

Este

98

98

84

76

76

47

El Estudio Forestal, sirviéndose de un modelo ideado en la República Democrática Alemana (Bellman et al., 1988), ha calculado cómo afectará a los árboles de distinto tipo y edad el exceso de contaminantes. El para el Pronóstico y Decisiones sobre Conservación del Ambiente (PEMU), traduce en estados de damnificación y depauperación los efectos de sobrepasar cada umbral, calculando la vida probable de los árboles afectados y el período que resisten en cada una de las cuatro clases de damnificación, indicadas por la cantidad de hojas (o agujas) perdidas.

Los cálculos muestran que el efecto de los depósitos de azufre es desastroso. Mientras los depósitos de azufre sean inferiores a dos gramos anuales por metro cuadrado (g/m2/año), un pino de una zona de suelo poco sensible fácilmente vive más de cien años y, durante al menos 60, se encuentra en buen estado de salud, es decir, que conserva más del 90 por ciento del follaje intacto. Ese mismo pino viviría sólo 65 años si en él se depositaran de dos a cuatro g/m2/año de azufre, y sólo se mantendría sano durante los primeros 30 años. A los 42 años habría perdido el 25 por ciento de sus agujas y a los 55 años conservaría menos del 40 por ciento de las agujas que tiene un pino sano. En un lugar en que el suelo fuera muy sensible, ese mismo árbol, con depósitos de azufre de dos a cuatro g/m2/año, viviría - siempre en mal estado de salud - sólo 26 años.

Si bien sólo se han completado los cálculos del PEMU para el caso de depósitos de azufre en pinares, los resultados parciales correspondientes al abeto parecen ser esencialmente análogos.

MODELOS HIPOTETICOS

Hemos adoptado varios modelos hipotéticos para analizar el porvenir probable de los bosques bajo diferentes condiciones de contaminación, silvicultura y superficie arbolada. La simulación parte del año 1985 y cubre 100 años, es decir, hasta 2085.

En el Modelo Base de Referencia se da por supuesto que los bosques de cada país están manejados rigurosamente de acuerdo con programas «ideales» de silvicultura para las masas arbóreas de ese país. Los resultados de este método revelan la medida en que se han aplicado las políticas forestales actuales. En el Modelo Base del Estudio Forestal se procura que durante todo el período que dura la simulación sea siempre elevada la cantidad de arbolado en crecimiento y cosechado.

Paralelamente a ese par de modelos hemos construido otros dos en que se supone que la depauperación de los bosques es la deducida de los modelos RAINS y PEMU. Los denominamos respectivamente Modelo de Depauperación de Referencia y Modelo de Depauperación del Estudio Forestal.

En esos cuatro casos se da por supuesto que no varía la superficie cubierta de bosque en Europa. No obstante, hay grandes probabilidades de que aumente si, como se ha propuesto, los subsidios a la agricultura hasta ahora dedicados a la producción de alimentos, ya excedentaria, se encaminan a la silvicultura, y si se pone mayor interés en repoblar con distintos fines tierras hasta ahora baldías o degradadas. Por esos motivos también simulamos aumentos de la superficie forestal. Los resultados no encajan en los límites de este artículo, pero pueden ser consultados en el informe completo de nuestro estudio (Nilsson et al., 1990).

En el Estudio Forestal se han calculado los daños producidos a las coníferes de Europa por la contaminación

Al construir esos modelos no nos proponíamos averiguar el porvenir más probable del sector forestal, sino más bien determinar qué políticas convendría adoptar en una gran variedad de condiciones futuras probables y, concretamente, qué información hace fa falta reunir con el fin de mejorar nuestra capacidad para manejar debidamente los recursos forestales.

CUADRO 3. Cosecha potencial en cada modelo (en millones de m3/año)


Modelo base de referencia

Modelo base del estudio forestal

Modelo de depauperación de referencia

Modelo de depauperación del estudio forestal

Cosecha efectiva 1987

Norte

153,4

155,3

155,2

144,2

120,7

CEE-9

159,3

150,1

146,4

126,2

109,3

Centro

26,6

24,8

25,4

18,9

22,3

Sur

-

78,4

-

71,0 b

72,1

Este

30,7

126,0

123,2

91,7

99,5

Total Europa

-

534,5

-

452,1

423,9

a Por falta de datos no se (ardo calcular la región Sur y, por tanto, tampoco el total para Europa.;

b No se pudo calcular el efecto de la depauperación en España por falta de datos.

CUADRO 4. Porcentaje de la cosecha que se puede perder por causa de contaminantes atmosféricos


(Base-depauperación) / Base x 100

(Base-depauperación) /1987 x 100

Norte

7

9

CEE-9

16

22

Centro

23

26

Sur

13

14

Este

16

20

Total Europa

16

20

Notas: Los datos para calcular los porcentajes son promedios de 100 años. Base = Modelo base del Estudio Forestal. Depauperación = modelo de depauperación del Estudio Forestal. 1987 = estadísticas de la FAO de cantidad cosechada. Las cifras correspondiente s a la subregión Sur no incluyen los efectos de la depauperación en España.

RESULTADOS

Los resultados que obtuvimos muestran, como era de esperar, que modelos de referencia son los que pueden dar mayores cosechas (Cuadro 3). Comparando la cosecha media de los cien años según el Modelo Base del Estudio Forestal, con la cosecha recogida en 1987, se observa que existe la posibilidad de incrementar en 100 millones de m3/año el rendimiento sostenido a largo plazo.

Según los modelos que simulan decadencia, se perderá un 16 por ciento del potencial total a causa de los daños ocasionados por la emisión de contaminantes atmosféricos que se prevé en Europa hasta los años 2000 a 2005 (véase el Cuadro 4). Eso representa, como promedio de los cien años, una pérdida de 85 millones de m3 anuales. Por subregiones, se dejarán de producir en el Norte 11,0 m3/ año; en la CEE-9, 23,9; en el Centro, 5,8; en el Sur, 10,2; en el Este, 34,3. Conviene tener en cuenta que la cosecha recogida en 1987 fue bastante inferior a la pronosticada por el Modelo para la Evaluación de la Madera y que, por consiguiente, la baja debida a los efectos de la depauperación pudiera ser aún mayor que la pronosticada en nuestras simulaciones.

Las emisiones contaminantes de la atmósfera han aumentado de manera continua en Europa en lo que va de siglo (exceptuando algunas tentativas recientes de controlar el anhídrido sulfuroso). Ni siquiera las hipótesis más optimistas acerca del nivel de las emisiones contaminantes y de su efecto sobre los bosques, resultan tranquilizadoras. El efecto diferido de los contaminantes atmosféricos sobre los sistemas ecológicos forestales puede prolongarse decenios enteros, de modo que, aun cuando se reduzcan pronto las emisiones, los bosques no reflejarán enseguida plenamente la limpieza del aire. Por consiguiente, a igualdad de condiciones, la pérdida efectiva será probablemente mayor de lo que pronosticamos.

UNA POLITICA FORESTAL APROPIADA PARA CONTENER LA PERSISTENTE DECLINACION DE LOS BOSQUES

Es posible intervenir de dos maneras entre la contaminación atmosférica y los recursos forestales. Una es controlar las emisiones perniciosas. La otra, fortalecer los bosques. Con respecto a la primera, los resultados que hemos obtenido muestran que, al reducir según se piensa las emisiones de óxido de azufre y de nitrógeno, disminuirá relativamente poco la extensión de bosque expuesta a dichos contaminantes. Al imponer la reducción de emisiones en igual proporción en toda Europa, se prescinde del hecho de que algunos ecosistemas son más sensibles que otros; de que la emisión de contaminantes es diferente en cada país tanto de manera absoluta como por habitante, por unidad de superficie o por unidad de producto interno bruto, y de que los contaminantes no se suelen depositar en el lugar en que se emiten. Si se quiere reducir los depósitos contaminantes por bajo de umbrales críticos en todos los bosques de Europa, es preciso formular - en el marco de la Convención de la CEPE de las NU sobre Transporte a Gran Distancia de Contaminantes Atmosféricos - normas para el control referidas muy concretamente a cada contaminante y a cada contaminador.

CUADRO 5. Perspectivas de la balanza oferta/demanda de madera en Europa (millones de m3 de equivalentes madera en rollo)

 

Relación oferta/demanda

Mediados del decenio de 1980

2000

2010

Norte
Demanda internaa
Excedente/déficit

31,2

41,2

43,4

Cosecha efectiva 1987

+89,5



Depauperaciónb


+88,9

+91,5

CEE-9
Demanda interna Excedente/déficit

202,5

279,0

326,5

Cosecha efectiva 1987

-93,2



Depauperación


-160,1

-200,0

Centro
Demanda interna Excedente/déficit

13,8

18,3

22,8

Cosecha efectiva 1987

+8,5



Depauperación


-0,2

-3,9

Sur
Demanda interna Excedente/déficit

49,3

67,2

77,2

Cosecha efectiva 1987

+22,8



Depauperaciónc


-1,9

-9,3

Este
Demanda interna Excedente/déficit

69,4

91,3

105,6

Cosecha efectiva 1987

+30,1



Depauperación


-5,4

-17,6

Total Europa
Demanda interna
Excedente/déficit

352,4

497,0

575,5

Cosecha efectiva 1987

+71,5



Depauperación


-75,4

-139,3

a Demanda de madera en rollo para el consumo interno de productos industriales acabados.;
b Oferta probable de madera según el Modelo de Depauperación del Estudio Forestal.;
c No se han calculado los efectos de la depauperación para España por falta de datos.

Evidentemente incumbe a cada gobierno formular y aplicar nuevas normas más específicas para el control de la contaminación atmosférica. No obstante, dada la índole internacional del problema, organizaciones internacionales como la Comunidad Europea y la CEPE de las NU tienen la responsabilidad de convocar a los gobiernos para que evalúen conjuntamente los efectos y formulen normas rigurosas aceptables para todos.

La disponibilidad de fondos es la clave para la aplicación de normas rigurosas específicas, particularmente en los países en que mayor es la necesidad de aplicar controles. Pueden anticiparse considerables dificultades en las negociaciones internacionales, sobre todo cuando se trate de determinar qué países son culpables de que los depósitos sobrepasen los umbrales críticos, y quiénes deban asumir la carga financiera del control de las emisiones.

Modificación de las normas silvícolas

En silvicultura hay tres elementos críticos para determinar la vitalidad de las masas forestales, a saber: momento e intensidad de aclares, pues con ellos se regula la densidad de la masa; edad a la que se practica la corta final, ya que así se determina cuándo empieza a decaer la masa, y colocación de las especies regeneradas en ubicaciones apropiadas, regulando así el vigor con que cada especie crece en cada clase de terreno. En el Estudio Forestal adoptamos los aclares y la corta final como instrumentos con que reducir la exposición a las tensiones inducidas por contaminantes.

Hemos llegado a la conclusión de que, en los bosques europeos, es muy general y agudo el problema de la tensión atribuible a prácticas silvícolas. Muchos de esos bosques tienen poca resistencia porque son demasiado densos (competencia excesiva en el ambiente), demasiado viejos (extramaduros fisiológicamente) o inadecuados para las condiciones del lugar. Si no se pone remedio, las prácticas silvícolas contribuirán a la ulterior depauperación de los bosques. Cabe decir que, aplicando prácticas silvícolas bien conocidas, puede lograrse que las masas forestales resistan mucho mejor que actualmente tensiones como las causadas por contaminantes atmosféricos.

Incumbe a las instituciones de investigación forestal confirmar la idoneidad de las prácticas silvícolas adaptándolas como exija la tensión provocada por los contaminantes. Los propietarios, bien sean éstos gobiernos, empresas comerciales o personas particulares, tienen que arreglárselas para aplicar prácticas silvícolas que fortalezcan la capacidad de recuperación, y han de darse cuenta de las consecuencias de no hacerlo así. Necesitan saber que las masas forestales densas y viejas tienen poca resistencia a las tensiones ocasionadas por la contaminación y que la mejor manera de devolverle su resistencia es un aclareo razonable. Las industrias de productos forestales deberán estar bien dispuestas a manejar el incremento de la oferta de madera que tendrá lugar si se aplican enérgicamente las citadas medidas silvícolas.

Es necesario establecer de inmediato objetivos de reducción de los contaminantes del aire en Europa

Equilibrio de la oferta y la demanda de madera rolliza industrial

Como se observará en el Cuadro 5, en Europa es mayor la oferta que la demanda de madera; efectivamente, según datos de la FAO, la cantidad cosechada en 1987 superó a la demanda existente en 1985. El excedente de maderas de todas clases fue de 71,5 millones de m3/año. Pero si miramos al futuro, a los años 2000 ó 2010, el panorama cambia radicalmente. Incluso según los modelos que no dan por supuesta una mayor depauperación de los bosques, el déficit de madera rolliza en Europa alcanzaría hacia el año 2010 por lo menos 47 millones de metros cúbicos. Según los modelos que prevén ulterior depauperación, el déficit ascendería a 140 millones de m3/año.

En las subregiones CEE-9, Este y Sur, se encontrarían los mayores déficit causados por la contracción ocasionada por contaminación; particularmente en la CEE-9 porque en ella se espera que aumente mucho la demanda de madera rolliza.

Capacidad industrial

A fines del decenio de 1980 la industria de casi todos los países de Europa tenía más capacidad de la necesaria para elaborar la madera que se cosechaba. Las excepciones son Dinamarca. Irlanda y el Reino Unido.

Según el Modelo Base del Estudio Forestal la capacidad industrial de la mayoría sería insuficiente, si se cosechara todo lo permisible para que el rendimiento no decaiga. No obstante, si se compara la capacidad que actualmente tienen, con la oferta probable de madera si ésta disminuye como pronostica el Modelo de Depauperación del Estudio Forestal, muchos países de Europa seguirían teniendo capacidad sobrante.

Según el Modelo Base del Estudio Forestal, las subregiones Norte y CEE-9 deberían incrementar su capacidad, lo mismo si sus bosques siguen decayendo que si no decaen, pero en mucha menor medida que donde, con seguridad, se depauperarán. Para la subregión Central todos los modelos pronostican capacidad muy sobrante. Esos países tendrán que adoptar medidas que amortigüen los efectos de la suspensión de actividades, así como reestructurar industrias. Por último en las subregiones Centro y Este, si la depauperación de los bosques prosigue como dan por supuesto los modelos con depauperación, cada vez habrá más capacidad sobrante.

Valores forestales no maderables

Dada la insuficiencia de datos indispensables para construir modelos que permitan hacer pronósticos, no hemos podido preparar ninguno que abarque para toda Europa beneficios no maderables como esparcimiento, caza, otros productos forestales, que hubiera permitido investigar cómo reaccionarían al variar la estructura de los bosques y su depauperación por causa de la contaminación atmosférica. No obstante, es evidente que la decadencia ha de afectar también negativamente a los beneficios no maderables. Es más, la poca literatura que existe al respecto (Stoklasa y Duinker, 1988) sugiere que las pérdidas económicas debidas al efecto de la contaminación sobre beneficios no maderables, eclipsarán a las relacionadas con la madera.

CONCLUSIONES

Los bosques son recursos estratégicos para el bienestar del hombre, cuya importancia no puede sino aumentar con el porvenir. Europa está bien dotada desde este punto de vista. Es probable que la superficie forestal permanezca inalterada o incluso que aumente, ya que muchos gobiernos dan muestras de inclinarse a extenderla. Es seguro que, con una mejor y más previsora ordenación, y con una política forestal uniforme, el recurso forestal puede proporcionar más madera y más beneficios de otra naturaleza, a condición de que se conjure la amenaza que es la contaminación atmosférica.

Hemos llegado a la conclusión de que en Europa urge reducir inmediatamente los contaminantes de la atmósfera. Sin embargo, no bastaría con eliminar por completo los contaminantes más perjudiciales cosa poco probable de manera inmediata - para detener la depauperación de los bosques. Somos de la opinión de que, por no estarse aplicando bien las debidas prácticas silvícolas, se complica el problema de la decadencia provocada por contaminantes atmosféricos, y de que, por consiguiente, es también indispensable mejorar la ordenación.

Con el fin de enfrentarse eficazmente con esta necesidad, será preciso que los propietarios de bosques - los industriales, el gobierno y los intereses ambientales colaboren estrechamente para formular y aplicar las normas pertinentes. Sencillamente, recabar la confianza, crear la conciencia y la comprensión, y asegurar la financiación requerida para abordar rápida y eficazmente la solución del problema de la depauperación de los bosques europeos ocasionada por la contaminación, exigirán cooperación económica y ambiental en escala semejante a la que se está movilizando para con los bosques tropicales del mundo.

Bibliografía

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Bellman, K. et al 1988. The PEMU forestinterpact-model. FORST K. A pine stand decline and wood supply modal. En Systems and simulations, vol. II. Series Math. Res., vol. 47. Berlín, Akad. Verlag.

Houllier, F. 1989. Data and models used for France in the context of the Forest Study, IIASA. Laxenburg, Austria, IIASA. (Manuscrito inédito).

Naciones Unidas. 1986. European timber trends and prospects to the year 2000 and beyond. Nueva York, CEPE/FAO Naciones Unidas.

Nilsson, S.; Salinas, O. y Duinker, P.N. 1990. Forest decline in Europe-forest potentials and policy implications. Laxenburg, Austria, IIASA.

NU-CEPE. 1988. Niveles críticos en la CEPE. Informe de un seminario. Bad Hartzberg, República Federal de Alemania.

Sallnäs, O. 1990. A matrix growth model of the Swedish forest. Uppsala, Suecia, Studia Forestalia Suedica.

Stoklasa, J. y Duinker, P.N. 1988. Social and economic consequences of forest decline in Czechoslovakia. Laxenburg, Austria, IIASA.


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