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Como prevenir pérdidas y mantener la calidad de las cargas de alimentos

Los alimentos perecederos que se transportan desde el punto de producción al de consumo han de soportar los avatares de un transporte laborioso hasta lugares considerablemente distantes. La pérdida de calidad de los productos durante el transporte puede poner en peligro su comercio.

Para evitar o retrasar el proceso de degradación biológica de los alimentos perecederos, pueden utilizarse estrategias como congelar, refrigerar, secar o almacenar los alimentos en atmósfera ambiente o controlada. Asimismo, el envasado deberá ser adecuado a un almacenamiento y transporte prolongados.

Hoy en día se pueden controlar mejor las condiciones de transporte de los productos perecederos gracias a los grandes contenedores.

Es posible reducir el desperdicio de alimentos y la pérdida de calidad utilizando sistemas dinámicos de control. Es necesario que la relación entre vendedor, transportista y comprador o consignatario se rija por los principios de la gestión de la calidad, y que se asegure la responsabilidad respecto al mantenimiento de la calidad durante todas las etapas del transporte mediante sistemas de control dinámicos, documentados y verificados.

La capacidad del transportista para ofrecer unas condiciones adecuadas ha de ir acompañada de la disponibilidad del productor a declarar que las remesas de productos son aptas para el transporte en condiciones especificadas. Esta declaración ha de ser verificada por inspectores independientes, Es necesario que profesionales debidamente capacitados inspeccionen los locales donde se fabrican alimentos y certifiquen los sistemas de gestión utilizados.

A nivel mundial, el comercio de alimentos se desarrolló en el marco de acuerdos amplios de carácter nacional e internacional como el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT). El Codex Alimentarius ha sido el organismo mundial que más ha contribuido a la armonización técnica de los acuerdos sobre comercio internacional con el fin de asegurar que se apliquen de modo equitativo y no discriminatorio, Queda todavía mucho por hacer para evitar o resolver controversias relativas a la calidad de los alimentos importados.

Podría ser conveniente aplicar en los puntos de producción sistemas de gestión de la calidad conformes con las normas de la serie 9000 de la ISO, los cuales deberían incluir el control de la identificación del producto, la trazabilidad de éste y el control de los productos no conformes. Uno de los instrumentos disponibles es el sistema de análisis de riesgos y de los puntos críticos de control (HACCP), ampliamente aceptado para la producción de alimentos.

Los principios en que se basa este sistema podrían hacerse extensivos a los riesgos previstos en el transporte de alimentos perecederos.


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