La cumbre G8 de Birmingham adopta un programa de acción forestal
Los jefes de Estado o de gobierno de las mayores naciones industrializadas del mundo se han reunido cada año desde 1975 para tratar de las principales cuestiones económicas y políticas que se plantean a sus naciones y al conjunto de la comunidad internacional. En 1998 la reunión del grupo, llamado ahora «G8» tras la inclusión de la Federación de Rusia como miembro de pleno derecho, fue acogida por el Reino Unido en la ciudad de Birmingham del 15 al 17 de mayo.
Reconociendo la presión constante a que están sometidos los bosques del mundo y la contribución positiva que la gestión forestal sostenible puede aportar al desarrollo sostenible, los participantes en la reunión de 1997 en Denver, Colorado, Estados Unidos, habían convenido en formular y apoyar un programa práctico de acción. Este programa de acción se aprobó en la reunión de 1998. Dicho programa se centra en acciones internas de los países miembros del G8 y en ámbitos en que pueden aportar contribuciones insustituibles mediante sus programas de asistencia bilateral y mediante su apoyo a procesos intergubernamentales. Consta de cinco secciones: seguimiento y evaluación; programas forestales nacionales; zonas protegidas; sector privado; y extracciones ilegales de madera.
Seguimiento y evaluación
Los miembros del G8 acuerdan tomar medidas para el seguimiento y la evaluación de la situación de sus propios bosques; facilitar información basada en esas evaluaciones para los procesos de evaluación de recursos forestales de la FAO; y colaborar con los otros países para promover la capacidad nacional de seguimiento y evaluación de la situación de los recursos forestales.
Programas forestales nacionales
Los participantes prestaron atención al llamamiento de la Asamblea General de las Naciones Unidas en su periodo extraordinario de sesiones, que invitó a todos los países a formular programas forestales nacionales antes del año 2002. El plan de acción insta a los miembros del G8 a compartir sus experiencias en el desarrollo y la ejecución de los programas forestales nacionales; a dar prioridad en la asistencia técnica y financiera a los países que favorecen la gestión forestal sostenible; y a apoyar a otros países en la elaboración y ejecución de programas forestales nacionales.
Zonas protegidas
Los miembros del G8 convienen en trabajar en foros adecuados para alcanzar un consenso sobre categorías de zonas protegidas y sus beneficios; en analizar y clasificar las actuales zonas forestales protegidas e identificar tipos básicos de bosques insuficientemente representados en las diversas categorías de protección; y en colaborar con otros países para mantener, o crear cuando sea necesario, zonas forestales protegidas y redes asociadas con miras a proteger la biodiversidad forestal y otros valores ecológicos.
Sector privado
El programa de acción reconoce que la gestión forestal sostenible no es posible sin la participación positiva y decidida del sector privado. Los países del G8 se comprometen a estimular al sector privado, y en particular a las industrias forestales, para que elaboren y apliquen voluntariamente códigos de conducta en apoyo de la gestión forestal sostenible; a estudiar las maneras de promover la inversión privada y los contratos de asociación para la gestión forestal sostenible; y a ayudar a otros países a elaborar marcos reglamentarios que alienten unas prácticas responsables y eficientes en el sector privado.
Corta Ilegal de madera
En esta cuestión, los países del G8 acuerdan promover el intercambio de información y de evaluaciones sobre la naturaleza y la extensión del comercio internacional de madera ilegalmente extraída, como base para tomar medidas prácticas y efectivas contra tal comercio.
Tercera Conferencia Ministerial para la Protección de Bosques en Europa
Del 2 al 4 de junio de 1998, los ministros responsables de la gestión forestal en los países europeos se reunieron en Lisboa, Portugal, en la Tercera Conferencia Ministerial para la Protección de los Bosques en
Europa. A partir de las deliberaciones y conclusiones de las conferencias anteriores (celebradas en Estrasburgo en 1990 y en Helsinki en 1993), los ministros aprobaron una declaración general, apoyada en dos resoluciones.
En la declaración general, los ministros describen una visión común del sector forestal europeo que realza su contribución al desarrollo sostenible, sin dejar de respetar las funciones sociales, económicas, ecológicas y culturales de los bosques. Se menciona una visión de armonía efectiva entre la sociedad en general y el sector forestal, en la que se reconoce el papel de los bosques como recurso renovable esencial y la responsabilidad de Europa para demostrar la posibilidad de integrar todas las funciones forestales y la generación y el uso de la madera y otros productos y servicios forestales.
Tercera Conferencia Ministerial para la Protección de Bosques en Europa
Sobre la base de esta visión, los ministros se comprometen a promover los elementos sociales y económicos de la ordenación forestal sostenible y reforzar los vínculos entre el sector forestal y el resto de la sociedad. A este respecto, los ministros aprobaron la Resolución L1: Población, bosques y silvicultura promoción de los aspectos socieconómicos de la ordenación forestal sostenible.
En la declaración general los países participantes se comprometen también a fomentar la ordenación forestal sostenible adoptando un conjunto de seis criterios paneuropeos para dicha gestión. Este compromiso se apoya en la Resolución L2: Criterios e indicadores paneuropeos y directrices operacionales para la ordenación forestal sostenible.
En un plano más general, los ministros convienen también en realizar acciones nacionales y cooperativas para facilitar la ejecución de las decisiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Periodo Extraordinario de Sesiones en lo que se refiere a las propuestas del Grupo Intergubernamental Ad Hoc sobre los Bosques (IPF) y de su sucesor el Foro intergubernamental especial y de composición abierta sobre los bosques (IFF). Acuerdan seguir compartiendo los resultados obtenidos hasta la fecha en el proceso paneuropeo con todas las partes interesadas y desarrollar programas de colaboración para aplicar las decisiones de la Conferencia de Lisboa.
La declaración concluye con una renovación del compromiso del grupo G8 de adoptar un instrumento global jurídicamente vinculante sobre la ordenación, la conservación y el desarrollo sostenible de todo tipo de bosques, y una promesa de trabajar para ese objetivo a través del proceso del IFF.
