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Exposiciones


Exposiciones

El sector forestal ecuatoriano

Alexandra Martínez

Ejecución del PAFE

Rocío Alarcón

Los programas del PAFE

Ineke van de Pol

Las estrategias del PAFE

Rocío Vaca Bucheli

Caracterización del sector forestal ecuatoriano y de la Política Forestal y de Areas Naturales y Vida Silvestre

Alexandra Martínez Flores

Quiero agradecer a los organizadores y organizadoras por darme la oportunidad de participar en este interesante taller; a la vez debo felicitarles por la iniciativa de generar una mesa de discusión en torno la pertinencia de introducir el enfoque de género en los proyectos de desarrollo sostenible dirigidos por las instituciones estatales. En esta intervención mi interés es revisar y discutir la modalidad adoptada en el documento del Plan de Acción Forestal del Ecuador - PAFE -, para integrar el enfoque de género centrándome, sobre todo, en los cuatro primeros puntos de ese documento.

Si consideramos que se trata de un Plan de Acción Forestal destinado a lograr estrategias que sean desarrolladas en todo el país, la participación de los actores sociales es indispensable. La pregunta que me he propuesto responder a lo largo de esta intervención es: ¿Cómo lograr que los actores sociales se involucren en este Plan? Y específicamente, ¿mediante cuáles mecanismos podríamos permitir, desde una perspectiva de género, la participación de las mujeres?

Primero me interesa analizar la genealogía del PAFE, con el fin de entender cómo se involucran todos los actores sociales y su forma de participación. Segundo, examinaré la manera en que se ha integrado a los actores en la primera parte del documento. Tercero, desde una perspectiva feminista revisaré las dificultades especificas de la relación de las mujeres con los estados modernos. Finalmente podré sugerir estrategias con el fin de apuntar a integrar activamente a todos los actores sociales especialmente a las mujeres.

El nacimiento del PAFE y la necesidad de integrar a otros actores sociales

El PAFE, como bien nos muestra el documento que hemos leído no nació del interés de los actores sociales que están inmersos en el sector forestal. Fue el Estado ecuatoriano, quien se sumó a una iniciativa de Organismos Internacionales como la FAO, el Banco Mundial, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, organismos que creyeron necesario integrar la perspectiva ambiental al desarrollo económico y social, de los países del trópico, a partir de un aprovechamiento sostenible de los recursos.

Mediante talleres en los cuales participaron diversas instituciones, el país elaboró su plan de trabajo el mismo que fue expuesto y aprobado en una reunión internacional. Al inicio, los planes de acción forestal, cimentaron su estrategia en el desarrollo de múltiples proyectos elaborados por los miembros del PAFE, con base en diagnósticos del sector forestal y en el marco de la economía del país. Los proyectos se presentaron a los donantes y la mitad de ellos fue financiada.

Una vez terminada la fase de ejecución, que poseía financiamiento externo, muy pocos proyectos se integraron de manera efectiva al quehacer institucional estatal o privado; es decir los actores sociales convocados no se apropiaron de los objetivos y finalidades propuestas por el Plan.

Las razones de este aparente desinterés por dar continuidad a los proyectos no deben verse como fracasos. Deben ser analizados como formas de respuesta a una propuesta externa. Para ello es necesario revisar la forma en que cada uno de los actores se involucró en estos proyectos, cuáles fueron sus intereses, cuáles sus conocimientos y capacidades para continuar solos con las acciones emprendidas. También es necesario revisar en qué medida los intereses y objetivos de los diversos actores se cumplieron.

Luego de evaluar esta experiencia y en vista de que los resultados no fueron satisfactorios, principalmente porque no se había logrado la participación activa de los actores sociales, los planes de acción fueron modificados. Se los concibió como una sumatoria de proyectos nacionales que debían estar incorporados a la vida del país. En estos planes, los actores sociales que estuvieran involucrados en el ámbito forestal debían tener una importante participación a partir de la ejecución de proyectos. Para lograr plasmar este objetivo se crearon los consejos interinstitucionales de coordinación, los cuales están integrados por instituciones estatales y privadas que representan a algunos sectores de la sociedad ecuatoriana.

Con esta nueva modalidad, el primer paso del PAFE en 1994, fue la intervención en la preparación de la Política Forestal y de ¡reas Naturales y Vida Silvestre y con ello el Plan se convirtió en el vehículo principal para la ejecución de dicha política. En esta acción se trató de articular a algunos sectores sociales, a través de las convocatoria a algunas instituciones. De las reuniones de trabajo y talleres surgieron dos acciones generales y nueve estrategias.

En 1996 se realizó un taller en el cual participaron los representantes de "organizaciones públicas y privadas y se definieron los programas prioritarios que conforman el Plan de Acción Forestal del Ecuador". Hoy, con la experiencia de la primera fase tanto el diseño como la ejecución del PAFE son concebidos como un "proceso flexible y participativo, cuyo éxito depende del nivel de compromiso e interés que demuestren todos los actores que integran el sector forestal ecuatoriano".

De todo este recuento nos hemos podido percatar de dos cosas Primero, la ejecución del PAFE depende directamente de la participación de los actores sociales; por ello desde su creación se trató de lograr convocatoria. Segundo, la principal debilidad del Plan en sus diferentes etapas ha sido no haber logrado que las instituciones y actores sociales que conforman el sector forestal se apropien del PAFE y lo hagan parte de su propia dinámica institucional.

Este análisis de la trayectoria de PAFE nos permite concordar con Ferguson1, quien sostiene que los pensamientos y acciones producidos por la burocracia del desarrollo son profundamente transformadas por las costumbres y las prácticas propias de cada lugar donde se desenvuelven los proyectos. Lo que los sujetos de desarrollo hacen o no hacen es el resultado no solo de los objetivos de los Estados, de los Agencias Internacionales; son el producto de las relaciones establecidas entre todos estos agentes y los intereses que cada uno de ellos pone en juego.2

1 James Ferguson. The anti-politics machine. "Development, depoliticization and bureacratic power in Lesotho". Gran Bretaña, Cambridge University Press, 1990.

2 Ibid.

La invisibilidad de los actores sociales

En la primera parte del documento se observa que los puntos que se tratan en la caracterización del sector forestal, en la descripción de la estructura institucional forestal y en la descripción de los problemas no poseen un eje articulador que permita una comprensión dinámica de la situación del desarrollo forestal en el Ecuador. Esta fragmentación en el discurso no permite entender cuales son las articulaciones entre las diversas actividades forestales, la participación de los actores sociales y el contexto social en el cual se desenvuelven.

Por ejemplo, en la caracterización del sector forestal los actores sociales están totalmente ausentes. Si hablamos de manejo forestal o explotación forestal debemos aceptar que existen hombres y mujeres que realizan determinadas actividades. La manera como viven, como trabajan, y los intereses que tienen son aspectos que deben conocerse si se quiere entrar a negociar con todas las partes.

En el segundo punto se describe la estructura institucional del sector forestal. El objetivo de examinar a los diversos actores sociales se diluye porque se asocia participación de los actores sociales en el sector forestal con participación de la instituciones en el PAFE. Por ejemplo, cuando se habla de sector privado su descripción no aporta datos que puedan se útiles para conocer cuáles son los integrantes de ese sector, qué diferencias de intereses hay entre los diversos integrantes y cuáles son las relaciones que mantienen con otros grupos. Unicamente el documento enuncia las asociaciones de grupos madereros y trabajadores de la madera.

La manera en que se describen y clasifican los problemas que limitan el desarrollo forestal no ayuda a determinar por qué surgen esos problemas, cuáles son los intereses que están en juego y de qué manera los actores sociales pueden interesarse en comprometer su participación, con el objeto de defender las acciones o de buscar salidas a los problemas.

Hablar de manejo sostenible necesariamente hace alusión a las mujeres y a los hombres que deberán estar involucrados en la tarea de usar adecuadamente los recursos forestales.

Definir cuales son los actores sociales y los contextos en los cuales cada uno de ellos toma parte no es tarea fácil, amerita una investigación sistemática y minuciosa que debe hacerse conforme se vaya ejecutando el Plan y cuyo objetivo final será el conocimiento y la incorporación del mayor número de agentes sociales que pueden contribuir al desarrollo forestal en el Ecuador.

Para intentar una manera de caracterizar al sector forestal creo que podría ayudarnos tomarlo como un campo de juego, donde cada uno de los que participan tiene intereses y objetivos concretos que van a ser negociados de acuerdo con la dinámica del juego. Es decir, el sector forestal puede ser visto como un conjunto de fuerzas o una zona donde los actores sociales ocupan posiciones y arman estrategias para definir y defender sus intereses. Desde esta perspectiva, para lograr desarrollar el PAFE y lograr que más actores sociales se involucren es importante conocer en detalle y en cada uno de los contextos o ámbitos, quiénes son los que participan en las actividades forestales. Por ejemplo, necesitamos saber de qué manera se explotan los bosques nativos, cuáles son los agentes que intervienen, cuáles son los intereses que cada uno de ellos persigue y los principales problemas que se dan alrededor de este punto. Si necesitamos entender a la industria forestal deberemos analizar cada uno de los actores sociales que participan en este espacio, incluidas las instituciones estatales como el INEFAN, y los intereses de cada cual. De la misma manera será necesario saber cuáles son los puntos de intersección entre los contextos y agentes. Finalmente, es importante recordar, siguiendo a Ferguson3, que los intereses de los agentes frecuentemente son polivalentes y contradictorios pues se Irán construyendo en función de las finalidades de los otros.

3 Ferguson, op. cit.

Hay actores sociales que son más fáciles de visualizar y hay otros que juegan importantes roles dentro de cada contexto, pero que son invisibles debido a las formas en que miramos el mundo; a este grupo de actores invisibles pertenecen las mujeres, los jóvenes y niños. De ellos generalmente no conocemos ni siquiera cuales son sus actividades dentro de cada contexto donde se desarrolla la silvicultura o la industria maderera, peor aún sabemos de sus intereses y posiciones.

La relación mujeres-Estado

Frente al reconocimiento discursivo de la mayor parte de estados modernos de que existe una igualdad de oportunidades para hombres y mujeres, algunas autoras feministas de los países del norte, han sostenido que el estado no es neutral, pues los intereses de las mujeres son invisibilizados bajo la idea de intereses de los ciudadanos. Además, es muy claro que en algunos países donde ellas han alcanzado la emancipación y una importante participación política, las instituciones del poder estatal aún están dominadas por los hombres4. Henrietta Moore sostiene que las mujeres y los hombres tienen diferentes relaciones con el Estado y que, por lo tanto, estos lazos construyen diversos tipos de sujetos políticos. Las diferencias observadas por Moore son evidentes en dos consecuencias típicas de las relaciones género-estado moderno. La primera es que la estructura y políticas estatales tienen diferente impacto en las mujeres y en los hombres. Segundo, que las mujeres y los hombres tienen una desigual influencia en las decisiones y acciones que toma el Estado.

4 Henrietta Moore. Feminism and Anthropolopy. Oxford, Polity Press, 1988, p.150.

En el campo del desarrollo las ideologías de género, presentes en la estructura estatal y en sus políticas, han jugado papeles relevantes, pues muchas veces determinan los caminos por los cuales se han elaborado las leyes, manejado las instituciones estatales, los planes económicos, las estrategias y los proyectos. Así, por ejemplo, las leyes y políticas de acceso a los recursos como la tierra o el agua, el acceso a tecnologías alternativas, a créditos son posibilidades que se han ofrecido o negado a las mujeres dependiendo de las percepciones particulares que la burocracia estatal o internacional tenga sobre lo que debe ser y hacer una mujer. Muchas investigaciones han mostrado que algunos proyectos de desarrollo fracasaron debido a que se consideró de manera errónea el rol productivo de las mujeres, y a la idea de que ellas debían estar excluidas del acceso a la capacitación, el crédito, etc.

Las experiencias de las mujeres que están en posiciones de poder dentro del Estado es similar. Ellas constituyen una minoría dentro de los cargos donde se toman decisiones políticas, y dentro de la burocracia. Según Moore, esta situación es una muestra de la diversa relación que tienen las mujeres con el Estado y de las maneras como los procesos de representación política de los ciudadanos favorecen a los hombres5. Por otro, lado en nuestros países de América Latina pocas veces las mujeres que acceden al poder poseen una perspectiva de género y, además, conocen y están dispuestas a luchar por los intereses de los diversos grupos de mujeres. Si esta es la situación de las relaciones entre las mujeres y Estado es interesante resaltar que el PAFE, con su interés por considerar la perspectiva de género dentro de sus planes, abre un importante camino para la reflexión y acción en torno a las relaciones género-Estado.

5 Ibid., p. 184

Las mujeres tienen también sus maneras de responder a las políticas y estructura estatal. Son formas de respuesta que muchas veces pueden impedir el desarrollo de programas o de proyectos estatales. Estas respuestas al Estado varían de acuerdo con los intereses que cada grupo de mujeres tiene dependiendo de su clase, raza, ámbito en el que viven o trabajan, nivel de educación, etc.

Ahora, volvamos al PAFE. Como ya mostramos, la ausencia de los actores sociales no permite visibilizar la diversidad de actores entre ellos a los diferentes tipos de mujeres que son parte del sector forestal. Cómo hacer visible al género en un Plan de esta naturaleza? Mostramos en el anterior punto que esto solo será posible mediante la investigación detallada de los contextos en los cuales se dan las actividades forestales, de los actores que participan en tales actividades, de los intereses que cada uno de ellos maneja y de su específica relación con el estado y los organismos internacionales. En este análisis exhaustivo es importante que se desentrañe quienes son los que reciben los beneficios económicos de la explotación maderera, cómo se distribuyen estos beneficios, de qué manera se beneficien las mujeres.

Para lograr influencia y participación activa en las decisiones y acciones que tome el PAFE, y para asegurar que las leyes, políticas y proyectos generados en este plan tengan impactos positivos en las mujeres es necesario que ellas participen en los diversos niveles de la estructura del PAFE.

¿Cómo consolidar el enfoque de género y la participación de las mujeres en el PAFE?

Esta es la pregunta que nos hemos planteado desde el inicio y que intentamos responder con el análisis expuesto.

Ya hemos visto que la buena marcha del PAFE, depende en mucho de la participación de todos los actores sociales y que ésta ha sido su principal debilidad. Hemos visto también que las estructuras y políticas estatales son en si mismas proclives a discriminar a las mujeres. Por esta razón el esfuerzo que debe hacer el Plan y el movimiento de mujeres es de mutuo interés. En este sentido uno de las primeras estrategias será la que representantes del movimiento mujeres integren la Comisión Interinstitucional y el Directorio del PAFE. Ello asegura que los intereses de las mujeres estén presentes cuando se decide a nivel de la política forestal ecuatoriana y del desarrollo sostenible.

Por otro lado, para lograr una incorporación de los diversos grupos de mujeres dentro del PAFE, es importante que al menos un miembro de la secretaria técnica sea mujer, tenga sólidos conocimientos de género y desarrollo sostenible y que promueva la participación de diversos grupos de mujeres en los ámbitos donde se desarrollan las actividades forestales.

Las comisiones técnicas deben jugar un papel muy importante, pues al ser las instancias de coordinación en ámbitos específicos pueden promover la discusión entre actores, dilucidar y negociar los intereses que poseen cada uno, incluyendo las instituciones estatales como el INEFAN. La ventaja de estas comisiones es que puede visibilizar más fácilmente a las mujeres y a los jóvenes, y es posible además promover los liderazgos femeninos.

Finalmente, es importante recalcar que el sustento en el que se debe basar la forma de participación de las mujeres y las maneras de desarrollar el PLAN, para que los actores sociales se apropien de él, depende de un continuo y gradual proceso investigativo, donde se pueda dilucidar los intereses de cada uno de los agentes y cómo los proyectos ejecutados por los integrantes del PAFE, afectan a sus vidas.

Ejecución del PAFE

Rocío Alarcón

EL capitulo dos se desglosa en los siguientes eventos: La ejecución del PAFE; discontinuidad en el proceso; las causas de la discontinuidad; la implementación a través de la mesa redonda internacional con ONGs y la SUFOREN; los donantes internacionales y su proceso de acción a través de 59 perfiles de proyectos que conllevaban la protección del medio ambiente; promoción de un desarrollo sustentable y mejoramiento de la calidad de vida del país,

Las herramientas utilizadas para realizar el análisis de género en la fase dos del PAFE son las siguientes:

Análisis de interesados

Dentro del marco de acción del PAFE, la lista de interesados desde el año 1991 a 1996 es la siguiente (tomando en cuenta que han ido variando en el tiempo y a través de los cambios políticos):

Con esta introducción, cabe hacerse las siguientes preguntas en relación a los grupos de interés identificados:

Estos diferentes actores han estado involucrados de una u otra manera en el proceso de ejecución, avance, actualización e implementación de las políticas del PAFE. Sin embargo, a lo largo de este proceso y de todos los impactos sufridos no se observa una acción puntual en donde el género sea considerado una variable transversal en las actividades. Hay un proceso de alianzas más que de participación, hay actividades generalizadas que no toman en cuenta a los actores específicos.

Realicé un análisis de los 59 perfiles de proyectos integrados en los seis programas que a continuación se enumeran:

Hice las siguientes preguntas:

¿Quién hace qué?

¿De qué forma las relaciones de género diferencian las relaciones con los recursos naturales?

¿Cómo se diferencian las actitudes en cuanto a la conservación de los recursos naturales?

Estas preguntas, que están dirigidas a cada uno de los seis programas que enmarcan a los 59 perfiles de proyectos, no encontraron respuestas. La variable género esta seccionada, desagregada. No hay un contexto en donde la variable cruce a todas las actividades de los seis componentes.

La fase dos se inicia con el proceso de actualización del PAFE para ejecutar la Política Forestal y de Areas Naturales y Vida Silvestre que brinde alternativas en lo económico y social. En esta fase se propone integrar un enfoque de género y metodologías participativas que den valor a los enfoques forestales y ambientales.

La participación de la mujer se encuentra entre bastidores y no hay espacios o áreas donde se manifieste un liderazgo. Se debería buscar estos espacios para lograr una mayor visibilidad en todos los procesos de la estrategia.

En la fase tres se elabora un documento base en el cual se enmarcan problemas y limitaciones que caracterizan a la situación general (nueve estrategias) y donde se identifica el problema a nivel nacional "inadecuada utilización y manejo de los recursos forestales y la biodiversidad silvestre"-, los cuellos de botella o nudos críticos y se presentan acciones u operaciones para cada situación critica. En esta presentación de problemas y nudos críticos no se identifica entre quiénes son los conflictos, cuáles son los escenarios de discusión ¿Es el problema de un grupo de actores o de todos los involucrados en el PAFE? El problema identificado es ambiental pero no da un enfoque social. No hay equilibrio entre lo técnico y lo social.

Por lo tanto, en el documento se encuentra subyacente la variable género en una sola instancia pero no como un eje transversal dentro de este capitulo.

Supuestos

Los actores no estaban sensibilizados para abordar el tema género. En todos los procesos anteriormente descritos que ha sufrido el PAFE desde la elaboración, implementación, activación, hasta las operaciones propuestas, no existen o no se reflejan herramientas para abordar esta temática Pero se menta la necesidad de implementarla en las políticas del PAFE.

Género debe estar incorporada en las nueve estrategias como un eje transversal. La manera de involucrarla seria a través de la utilización de diferentes herramientas y acciones puntuales:

En el marco político se debe reflejar la incorporación de esta temática. Para ello debo anotar la proposición 4 del marco conceptual para la conservación y gestión de los recursos naturales con enfoque de género (MERGE): "Las mujeres y los hombres establecen vínculos diferentes con los recursos naturales y los ecosistemas dependiendo del conocimiento, uso, acceso, control e impacto sobre éstos y con respecto a las actitudes relacionadas con los recursos y la conservación "

Para la ejecución del plan se requiere de una serie de instrumentos que deben definirse y transformarse en planes de trabajo que sean repartidos equitativamente entre hombres y mujeres. El proceso de sensibilización debe ser abordado a través de cursos y de talleres Se debe garantizar la participación activa de las mujeres en el desarrollo e implementación de los programas.

Las herramientas prácticas a través de actividades productivas realizadas por los hombres y mujeres. Ejemplo: Manejo de un bosque. La concepción misma del manejo y de la rentabilidad a la par, con el fin de lograr un equilibrio. Uso de nuevas tecnologías y comparar con las tradicionales o el compartir las dos. Estos métodos llevarlos a niveles comparativos de productividad. Brindar elementos teóricos que deben ser apropiados por los actores. Implementar y recoger todas las experiencias sobre el tema forestal y el conocimiento y experiencia de las mujeres en el campo, de tal manera que pueda documentarse el valor del trabajo de la mujer en el área forestal e involucrarla en todos los campos.

Análisis de los proyectos del PAFE

1. Zonificación forestal y delimitación del patrimonio forestal del estado, Tomar en cuenta la participación local de las poblaciones como un insumo para la delimitación del patrimonio forestal.

2. Monitoreo de los procesos de deforestación de los bosques de la región amazónica. Tomar en cuenta el rol que cumplen hambres y mujeres en el uso del recurso forestal y sobre esa base, elaborar el proceso de monitores.

3. Desarrollo forestal campesino en los Andes del Ecuador (DFC). 4. Desarrollo agrosilvo-pastoril participativo. 5. Reforestación y mejoramiento ambiental en la provincia del Oro. 6. Prácticas con sistemas agrosilvo-pastoriles, En el desarrollo forestal campesino a hambres y mujeres les interesa diferentes especies forestales. Se debería tomar en cuenta sus preocupaciones. Hay que contestar la pregunta: ¿Quién hace qué en el quehacer forestal? Esta pregunta es especialmente importante en cuanto a siembra, cuidado y protección de las especies, preparación de la tierra etc.

7. Proyecto agroforestal en áreas de colonización. Se debería considerar qué espacios manejan las mujeres y qué espacios los hombres en cuanto a chacras, fincas, jardín, bosque, zona de cacería etc. Con base en el impacto generado por la actividad de hombres y mujeres, implementar proyectos agroforestales.

8. Apoyo a la formulación de planes de manejo con participación de comunidades indígenas. Se sugiere trabajar con grupos mixtos dentro de las comunidades para saber cuál es el papel que cumplen hombres y mujeres dentro del paisaje natural.

9. Manejo participativo de bosques naturales. El uso del conocimiento tradicional local se encuentra mas centrado en las mujeres en relación con productos no maderables del bosque. Los hombres conocen más sobre aspectos maderables y cacería. Es prioritario juntar estos dos conocimientos si se pretende hacer un manejo participativo.

10. Silvicultura y manejo de manglares. 11. Manejo comunitario del ecosistema de manglar, Las mujeres son tradicionalmente las recolectoras de conchas y cangrejos, pero también conocen sobre el manejo de semillas de manglar y las interacciones entre especies, lo cual es muy importante para realizar un manejo adecuado de este ecosistema.

12. Rehabilitación de zonas áridas de la provincia de Pichincha. Manejo conjunto de la población para reforestación, de acuerdo con los intereses económicos, social y cultural de la población

13. Manejo y conservación de la cuenca del río Paute. 14. Manejo y recuperación de cuencas degradadas en el austro del Ecuador. 15. Recuperación y conservación de suelos y aguas de La Paz. 16. Manejo de cuencas que abastecen de apara a Quito, Ambato y Portoviejo. 17. Manejo y conservación de la cuenca del río Guayllabamba. 18. Manejo de la cuenca hidrográfica del río Cutuchi bajo. El manejo de cuencas debería ser participativo a dos niveles: uno a nivel estatal y el otro a nivel local involucrando a las comunidades para darles beneficios económicos y sociales para su protección y cuidado. El trabajo local tiene que ser de igual forma totalmente participativo, tomando en cuenta el contexto ecológico, histórico, su biodiversidad etc., para conocer las funciones que cada comunidad puede asumir.

19. Plan de manejo y aprovechamiento de los bosques naturales. La preguntas serían: Quiénes son los beneficiarios del manejo y aprovechamiento de estos bosques? Qué lugar ocupa el conocimiento tradicional en este manejo? Cómo se beneficien los hombres y mujeres en el aprovechamiento tecnológico de estos bosques naturales?

20. Fortalecimiento a la industria de aserradero, afines y centro de acopio. 21. Desarrollo de pequeñas empresas comunitarias para el aprovechamiento integral del bosque. 22. Control y certificación de calidad para la industria de la madera y el mueble. 23. Centro de información tecnológica y de comercialización de productos forestales. La capacitación a hombres y mujeres en este tema industrial es muy importante. Generalmente la capacitación dentro de este rubro es netamente masculina. El ingreso de la mujer al desarrollo industrial básico es importante para equilibrar los niveles de trabajo.

24 Reforestación comunitaria con fines energéticos o de uso múltiple. 25. Participación de la mujer en el desarrollo rural comunitario basado en dendroenergia. Sugiero que en este tema de recursos energéticos locales, sea la mujer la que tome el liderazgo. Tradicionalmente las mujeres han sido las recolectaras de leña para el hogar y son las que más sufren el impacto de esta deforestación dentro de sus actividades, puesto que requieren caminar en algunos casos grandes extensiones para localizar este producto. Es importante que en este tipo de proyectos se trabaje más con el punto de vista de las mujeres con el fin de recopilar información etnobotánica que pueda solucionar problemas de este tipo.

26. Producción de carbón vegetal a escala industrial mediante la utilización de residuos forestales de la explotación del bosque húmedo tropical. Actividad mixta.

27. Planta de termo energía para la isla San Cristóbal. Sin comentarios!!!

28. Optimización de la biomasa como fuente energética en áreas rurales. Trabajo mixto pero con preponderancia de la mujer.

29. Desarrollo de sistemas para co-generación termoeléctrica matriz para uso doméstico e industrial en comunidades rurales. Trabajo mixto.

30. Caracterización y lineamientos para la conservación y manejo de la amazonia ecuatoriana. El tema debe incluir la variable género para establecer políticas locales que busquen beneficiar tanto a hombres como mujeres amazónicos. La pregunta: ¿Conservar para quién? seria importante considerarla. El manejo es en base a qué? Se tiene que basar en los conocimientos tradicionales y tecnologías apropiadas para el medio.

31. Implementación de los planes de manejo de las areas naturales del Ecuador. 32. Participación de las comunidades colindantes en las actividades de las áreas naturales protegidas. 33. Conservación, manejo forestal y desarrollo de sistemas agroforestales de la región AWA. Existen comunidades al interior de las áreas protegidas. Dichas comunidades han sufrido los impactos positivos y negativos de esta implementación. Se requiere de un proceso de capacitación para involucrar a las comunidades en conservación de los recursos siempre y cuando se beneficien de dicho accionar. Es importante monitorear que pasa con los planes de manejo si ellos involucran a hombres y mujeres.

34. Manejo y recuperación de suelos en areas de colonización en la Amazonia. 35. Conservación y manejo sostenido de bosques tropicales húmedos y secos del Ecuador, Actividad mixta con preponderancia de la mujer.

36. Conservación y manejo de la vida silvestre ecuatoriana. 37. Manejo de especies silvestres en peligro de extinción. Por las actividades propias de la mujer en su hogar, es ella quien cuida de especies silvestres, las protege, las doméstica y las usa junto a sus chacras. El involucrar a la mujer en una estrategia de conservación y manejo de la vida silvestre es muy importante.

38. Fomento e investigación de la llama y alpaca. Capacitación mixta.

39. Promoción y desarrollo del turismo orientado a la naturaleza, Actividad mixta.

40. Conservación y manejo sostenido de la reserva Maquipucuna. Trabajo comunitario

41. Conservación y manejo de los bosques protectores de Quito, Loja y Portaviejo. Actividad mixta.

42. Fomento, investigación y manejo de primates no humanos. Actividad mixta.

43. Programa de estudios ecoturísticos. Actividad mixta.

44. Apoyo institucional a la SUFOREN para la implementación del PAFE. 45. Fortalecimiento institucional de la SUFOREN. Se requiere una sensibilización por parte de las instituciones involucradas para apoyar el tema género en todas sus actividades, desde la misión institucional, los manuales de procedimientos y la implementación de sus proyectos o programas.

46. Establecimiento de un sistema de información forestal. Capacitación mixta.

47. Fortalecimiento de la educación forestal en el Ecuador. Capacitación mixta.

48. Fortalecimiento de centros de educación técnica forestal. Capacitación mixta.

49. Plan maestro de capacitación y asistencia técnica al sector forestal y maderero. Capacitación mixta.

50. Programa nacional de capacitación y extensión forestal. Imprescindible el manejo de la variable género para poder llegar a las comunidades y trabajar con ellas.

51. Educación ambiental e interpretación para apoyo al patrimonio de áreas naturales del Estado y la conservación de la vida silvestre ecuatoriana. Variable género como eje transversal dentro de los programas de educación ambiental

52. Programa nacional de investigaciones forestales. Capacitación mixta.

53. Fortalecimiento de la investigación tecnológica e industrial de la madera. A discusión.

54. Educación ambiental marino costera. Variable género con poblaciones.

55. Creación de un centro de capacitación artesanal en la península de Santa Elena. Variable género dentro de los procesos de capacitación especialmente artesanal.

56. Reforestación para el desarrollo celulósico y estudio para una planta de pulpa. Sin comentarios.

57. Plan de reforestación industrial. Sin comentarios.

58. Construcción de viviendas de madera. Sin comentarios.

59. Puentes modulares prefabricados de madera. Sin comentarios. NOTA: En el área de capacitación y de proyectos industriales es importante tomar en cuenta cómo pueden participar las mujeres en el diseño y adaptación a las nuevas tecnologías. Es así mismo importante saber cuál es el impacto de dichas tecnologías en diferentes niveles, locales e industriales, entre hombres y mujeres.

En el desarrollo industrial tanto a nivel comunitario como profesional y ejecutivo es importante involucrar equipos técnicos que sean un reflejo de la composición de la población. Dicha composición reflejará una equidad en aspectos de capacitación, salarial, de toma de decisiones etc.

Los programas del PAFE

Ineke van de Pol

Primero quiero agradecer a las organizadoras de este evento por invitarme, y felicitar a las personas que han escrito el documento "Plan de Acción Forestal del Ecuador" porque tiene mucha información muy valiosa sobre la situación actual de los recursos forestales en el país. Agradezco la presencia del ingeniero Carlos González pero hace falta la presencia del Asesor Técnico Principal del Proyecto, el ingeniero José Leyton para escuchar y participar en el desarrollo de este taller.

Ahora nos hemos reunido para discutir sobre la incorporación del enfoque de género en el PAFE. A mi me corresponde comentar los diferentes programas desarrollados para el periodo 1998-2002.

El documento y en especial los programas tratan sobre el mejoramiento del uso y manejo de los recursos naturales. Allí se indica la tasa de deforestación (140.000 -200.000 ha por año), el número de arboles producidos y de hectáreas plantadas (8.000 ha por año). Lo que no se menciona con mucha frecuencia son las personas: quién tala, quién produce, quién planta y quién tiene un interés en el uso y manejo de los recursos naturales. Como primera observación quiero mencionar el desequilibrio entre lo técnico y lo social.

Quiero dividir mi charla en cuatro partes:

Los objetivos del PAFE

Los objetivos de PAFE se dirigen al INEFAN, a ONG, OG, empresa privada y a organizaciones campesinas. Además, apuntan a una gama de actividades desde desarrollar políticas forestales hasta capacitar a técnicos forestales en ciertos temas. Como segunda observación general quiero señalar que el grupo meta es muy amplio, sus necesidades son muy diferentes e igualmente las actividades que corresponde a cada grupo meta son muy distintas.

El enfoque de género en los programas del PAFE

A pesar de que existe cierta conciencia en las instituciones de desarrollo sobre la importancia de incluir el enfoque de género en sus programas, todavía falta reconocer que las mujeres también son productoras agropecuarias, ejecutoras de actividades forestales y agentes económicas de desarrollo. En varios programas ya se ha mencionado la necesidad de capacitar al personal en el tema de género, a través de cursos, seminarios o tener conocimientos sobre quién aprovecha los subproductos del bosque. Sin embargo, el reconocimiento de la contribución femenina a la economía del país, debe implicar también un reconocimiento en las políticas gubernamentales. Este es un papel importante del PAFE.

La incorporación de un enfoque de género depende del nivel de concientización, conocimiento, entendimiento y capacitación de las diferentes instituciones y personas involucradas en el desarrollo forestal, pero también de la apertura política.

¿Por qué es importante incorporar el enfoque de género?

¿Qué tenemos?

Observaciones por programa

Los seis programas son el corazón de PAFE porque dan contenido al Plan y visibilizan la propuesta.

El enfoque de género en actividades forestales, desde el nivel político hasta el nivel de la comunidad, implica incluir a la mujer en la toma de decisiones y facilitarle el acceso a, y el control de los recursos naturales.

Hay que partir de los conocimientos existentes de mujeres y hombres y no pensar que los proyectos y programas saben lo que piensa y necesita la población.

1. Fortalecimiento CIC-PAFE

Contar con la buena voluntad de las instituciones involucradas no es suficiente, porque esto no implica que toman decisiones al respecto. Por lo tanto, hay que formular condiciones para las instituciones que conforman el CIC-PAFE; una de las condiciones es la participación y otra es la incorporación del enfoque de género. Si no están de acuerdo es mejor no participar en el CIC-PAFE.

Es importante señalar la forma en que se incorporará el tema género en el PAFE desde el punto de vista técnico. Deben enfatizar lo socio-participativo y desarrollar herramientas que tiendan a cambiar la mentalidad y las prácticas. Hasta ahora hay un vacío y se necesita una unidad que brinde servicios.

Además tiene que establecer reuniones y coordinaciones con otras instituciones, para que las mujeres tomen decisiones sobre los recursos naturales

2. Capacitación y educación

¿En qué nos queremos capacitar? Primero hay que saber qué hace falta. ¿En qué sentido la capacitación actual es inadecuada? ¿Qué contenidos se debe dar a una capacitación en género?

Además se debe desarrollar material didáctico con enfoque de genero.

3. Sistema de información y monitores

Desagregar la información por sexos.

4. Investigación forestal de áreas naturales silvestres

Las investigaciones y sistematizaciones existentes carecen de un enfoque social participativo y de una perspectiva de género. Las investigaciones deben tomar en cuenta:

5. Desarrollo forestal sostenible

Una de las actividades del programa de desarrollo sostenible también es la investigación y validación planteados en el programa.

6. Fortalecimiento del INEFAN

Tienen que aplicar una discriminación positiva en cuanto a la contratación de mujeres profesionales, técnicas y peritas forestales. Hay muchas mujeres profesionales que no consiguen trabajo por ser mujeres y no porque no son buenas profesionales.

Recomendaciones

Un plan forestal con un enfoque de género debe:

Para que el enfoque de género sea efectivamente integrado al PAFE se deben cumplir las siguientes condiciones:

Un programa de género

El programa de género debe:

Algunas observaciones generales

Aunque las siguientes observaciones no están relacionadas directamente con el enfoque de género, si es necesario discutir.

Las estrategias del PAFE

Rocío Vaca Bucheli

Quisiera empezar por dos aclaraciones metodológicas previas: la primera se refiere a la posicionalidad desde la cual realizaré este comentario, es decir, a mi casi pertenencia al INEFAN o a la Dirección de Areas.

La segunda es más de fondo y tiene que ver con la planificación estratégica, metodología que se utilizó para este documento. No encuentro una coherencia interna entre las diversas secciones que conforman el documento y, sobre todo, me parece que las estrategias quedan a la vez desarticuladas como conjunto y, repetitivas en sus componentes respecto a los programas.

Si se consideran los cuatro momentos del método PES:

El documento no presenta una secuencia lógica o fácilmente comprensible que, además, se ajuste a varios requerimientos del PES como son el contar con una apreciación situacional, que tienda hacia la aplicabilidad o la operacionalización pero que suponga un análisis del contexto no sólo técnico o cuantitativo sino social y político; una interpretación del entorno suficientemente sólida como para derivar de allí los programas, las acciones y las mismas estrategias. Precisamente la consideración sociopolítica (cultural, étnica, de género) es una de las ventajas del PES frente a otras opciones, pero al no haber involucrado actores o grupos de interés en la identificación de los problemas y en la presentación de los procesos, de esta primera sección diagnóstica que presenta el PAFE, no es posible consecuenciar las otras secciones.

En lo que tiene que ver con las estrategias es más clara la incoherencia pues cabria preguntarse si no es más relevante estratégicamente plantearse situaciones tales como:

La debilidad en el planteamiento de las estrategias y en el documento tiene que ver con una cierta miopía institucional hacia el tratamiento de lo social, dado el excesivo privilegiamiento del nivel técnico.

El PAFE, en la realidad, identifica nueve estrategias, a saber:

Considero que estas nueve estrategias podrían ser reagrupadas de acuerdo con un criterio que parte de los grandes objetivos, se concentra en lo institucional-técnico y se abre hacia la organización, la participación y la práctica social.

En efecto, dos de los acápites: conservación de la biodiversidad y desarrollo forestal sostenible de los bosques nativos, no sólo que son estrategias sino objetivos primarios, razones de ser, de la acción del INEFAN a través de sus dos instancias principales que son la Dirección de Areas y la Dirección Forestal. Llamaré a estas "estrategias de principio". Por otra parte, tres de las estrategias pueden ser consideradas en función del desarrollo institucional de la entidad estatal encargada de llevar adelante la política y las acciones forestales, y son las tres últimas: desarrollo institucional, desarrollo de recursos humanos y desarrollo de sistemas de información y monitoreo. Estas serían las "estrategias institucionales". Las cuatro estrategias restantes están volcadas hacia la acción con diversos actores repartidos en múltiples espacios de la sociedad civil. Son las "estrategias hacia la sociedad civil". He realizado esta distinción porque me parece que de este modo es más fácil entender la visión de género subyacente y las propuestas que desarrollaré más adelante.

A lo largo del texto detectamos un marcado interés por integrar tanto a hombres como a mujeres en la planificación, la participación, la organización, la gestión y los beneficios del plan de acción forestal. Me parece entonces que se ha incluido claramente un enfoque de género a nivel textual en las estrategias descritas, pero que éstas, entendidas como "lo que es importante hacer para alcanzar un objetivo futuro trascendente" (Matas), requieren aún un análisis de viabilidad, es decir, contestarse claramente las preguntas: ¿Son viables - política, económica, cognitiva y organizativamente - los proyectos - políticos, económicos, cognitivos y organizativos - del Plan? ¿Tenemos la capacidad de decidir, operar y reproducir establemente los proyectos del Plan? La viabilidad significa hacer algo posible en un juego concreto donde deben producirse cambios reales, construir viabilidad a un plan de acción forestal implica entrar a trabajar con un sinnúmero de actores, con diversas posicionalidades según género, edad, condición económica, política, étnica, cultural, etc. Actores con quienes habrá que negociar, a quienes habrá que persuadir de colaborar o disuadir de tener posiciones contrarias a las que defendemos, a quienes eventualmente habrá que confrontar. Las operaciones contenidas en las estrategias son aún muy abstractas y debieran aterrizar en el terreno de juego para lograr una incorporación real de hombres y mujeres.

Para tratar de modo más particular las estrategias, quiero empezar por lo que tiene que ver con lo institucional. En este sentido, se trataría de igualar las oportunidades de participación de mujeres con respecto a hombres en cargos técnicos y directivos, al tiempo que se propondría contar con estructuras más planas y horizontales para el manejo de las áreas protegidas y forestales, estructura que permitiría una delegación de funciones y poder más efectiva para la oportuna toma de decisiones.

Para ejemplificar con lo que conozco más cercanamente, es necesario dar más oportunidad a las mujeres en la administración y gerencia de las áreas protegidas, abriendo al mismo tiempo el abanico profesional posible para estos cargos de acuerdo con requerimientos específicos en cuanto a manejo turístico, implementación de proyectos productivos, manejo de poblaciones humanas, etc. Asimismo, es importante no sólo propiciar la incorporación de mujeres en el servicio de guardaparques sino darles un nuevo perfil que incluya el extensionismo y la promoción social.

Tomar en cuenta la opinión o la participación de las mujeres directamente involucradas es limitado y demasiado fácil cuando hablamos de una ínfima cantidad de personal en todas las áreas protegidas; por lo tanto deben considerarse otros medios tales como consultas con otras instituciones o recomendaciones específicas de organismos internacionales que pueden aportan una nueva visión con respecto con respecto a una estructura de gestión más igualitaria.

Sobre el desarrollo de los sistemas de información y monitores, es necesario señalar que entre los datos básicos con los cuales trabaja el INEFAN, o sus Direcciones, deben constar, sin duda y sólo a modo de ejemplo, aquellos que se refieren al estado de las poblaciones, sociodemografía y economía, uso y manejo de recursos por género, evaluación de niveles organizativos y de respuesta de organizaciones comunitarias y pobladores en áreas internas y zonas de amortiguamiento, etc. Poco nos dice la estrategia sobre este tema y los procedimientos requeridos para obtener esta información, poco nos dice sobre la necesidad del INEFAN de contar con unidades sistemáticas de planificación - seguimiento y evaluación - que viabilicen el enfoque de género en actividades concretas sobre el terreno.

Entrando en lo que hemos llamado las "estrategias hacia la sociedad civil y la organización" encontramos nuevamente una clara vocación textual de integrar participativamente los aportes de hombres y mujeres tanto en lo que hace a los mecanismos de toma de decisiones como en la consecución de beneficios en capacitación y asistencia técnica.

Llegar a la población, en general, requiere de una clara definición de la situación objetivo final y de una unicidad de criterio y de "misión" entre quienes conforman la institución rectora. Uno de los escollos a superar puede ser la contradicción que se presenta entre las dos secciones principales del INEFAN y que es percibida por la gente local (conservan los bosques o dan los permisos para sacar madera?).

Un mensaje efectivo depende también de comprender el papel diferencial de hombres y mujeres en lo que tiene que ver con el manejo forestal. En el caso de los sectores rurales, una de las problemáticas fundamentales tiene que ver con el bosque y con los recursos a él asociados, con la agricultura y la ganadería, la pesca y la recolección. Así podemos ver los diferentes roles y actitudes de hombres y mujeres como:

Una evaluación objetiva del involucramiento de cada uno de los géneros en cada uno de estos items permitirá dirigir mejor las acciones del desarrollo, reforzando lo adecuado, enmendando lo que esté errado o sea insuficiente.

Al momento, no se ha documentado lo suficiente el papel relacional de hambres y mujeres en lo que hace al uso y conservación/degradación de recursos. Sin embargo, debido a los múltiples roles que las mujeres juegan en el procesamiento de los alimentos, la agricultura, la ganadería y la crianza de los niños y la salud de la familia; es imperativo incrementar su comprensión de la problemática ambiental (educación ambiental) y, asimismo, tomar en cuenta su conocimiento y sus habilidades dentro de una estrategia de conservación de los recursos naturales (acciones apropiadas para el desarrollo).

Otro punto importante en relación con las organizaciones tiene que ver con la necesidad de propiciar un reforzamiento de la democratización en la toma de decisiones para que lleguen a involucrar tanto a hombres como a mujeres.

La toma de decisiones es uno de los aspectos cruciales por cuanto mucho del éxito o fracaso de una iniciativa hacia las poblaciones depende de si se consultó y se decidió en el espacio y el tiempo apropiados. Tanto como los hombres, las mujeres deben tener un papel preponderante en la definición de limites y los procesos de legalización de tierras, en el manejo de los recursos forestales, en la recepción de capacitación técnica, etc., operaciones que se definen en el documento.

Volviendo al planteamiento de que se encontraron dos estrategias de principio, nos referiremos a éstas para decir que es necesario puntualizar y clarificar las diversas categorías de manejo forestal que se presentan, puesto que los usos y posibilidades de cada una son bastante diferentes. En áreas de conservación como los parques nacionales no podemos imaginar el desarrollo forestal sostenible de los bosques nativos, aunque esta estrategia si es pertinente para las zonas de amortiguamiento y quizás los bosques protectores o zonas de patrimonio forestal. En todo caso, en lo que se refiere al trabajo con comunidades para esta estrategia ha habido un destacable cuidado por tratar de usuarios y usuarias e intereses heterogéneos de los distintos actores sociales involucrados en el uso de los bosques, afirmando oportunamente que es necesario propiciar el agrupamiento de esos distintos actores sociales entre los cuales, obviamente, se encuentran mujeres.

En relación con la conservación de la diversidad, se habla de que deben aumentarse los beneficios para hombres y mujeres que conforman las poblaciones que viven dentro y alrededor de ellas; preferiríamos hablar de un aumento en los incentivos para la conservación que derivarían en beneficios a través de proyectos alternativos de uso de recursos o de la gestión de acciones de apoyo compatibles con la conservación, a través de organismos cercanos pero diferentes al INEFAN. También se trata en esta estrategia de lograr la participación de mujeres organizadas en la formulación, ejecución y compatibilización de políticas y leyes; seria necesario, en pro de la viabilización, sugerir posibles organizaciones, establecer requerimientos de respuesta organizacional, diseñar mecanismos efectivos de consulta y participación. Ir más allá del enunciado para destacar los recursos con que se puede contar y como funcionalizarlos al Plan.

En cuanto a la participación de las comunidades, una acción es institucionalizar y promover la participación de los diversos miembros de las comunidades en la toma de decisiones y, añadiríamos, el acceso al conocimiento sobre alternativas de uso de recursos. La perspectiva de género en el trabajo con comunidad debería ser ya una constante insoslayable pues es imposible hablar de participación, de igualdad, de promoción si no se toma en cuenta a los dos géneros y no se fomentan alternativas para grupos sociales con intereses diferenciados.

Una perspectiva de género subyacente a estas estrategias es la de que se debe propiciar el empoderamiento de las organizaciones locales y nacionales y, entre ellas, las de las mujeres. Unicamente a través de la organización será posible conseguir la meta de juntar la conservación con el desarrollo, siempre y cuando las acciones que se desarrollen tiendan a mostrar que es posible tener organizaciones fuertes con clara conciencia ambiental, y líderes de grandes condiciones que se abanderen de la conservación en sus propias instancias organizativas.

Por otra parte, valdría sugerir que a través del PAFE se pueda contar con un banco de datos referente a proyectos realizados o en curso que se encuentren en el área forestal y que involucren o hayan involucrado la participación de mujeres. Este inventario de experiencias permitiría mejorar la calidad de las intervenciones futuras, reforzando lo que ha estado bien hecho, corrigiendo y mejorando lo demás. Un inventario de este tipo descriptivo y analítico - también seria la base para dar continuidad a lo que ha resultado exitoso, optimizando la utilización de recursos técnicos y humanos. Los programas y las estrategias se verían más operacionalizables si se partiera de esta base ya que se contaría con un "capital de arranque" no sólo financiero sino también social, organizativo, participativo.

Para terminar, quisiera destacar los esfuerzos que ya estamos realizando para integrar en los hechos un enfoque de género con la planificación de áreas protegidas, instancia en la cual hemos recogido varios de los criterios vertidos en el documento del PAFE, tanto en la formación de comités de apoyo a los parques, comités consultivos comunitarios para el manejo de las áreas; levantamiento de información relevante sobre usuarios, productores y gestores de recursos, participación local que incluya hombres y mujeres, percepciones diferenciadas por género sobre los espacios de uso y el uso histórico de los recursos, alternativas de proyectos productivos que tengan en cuenta la condición y posicionalidad de las mujeres, también.

Un análisis de género requiere integrarse con una perspectiva de acción o intervención en género o, mejor, se debe contar con procesos de participación por género tanto en la definición de los procesos como en la entrega de datos y la consulta sobre posibles acciones directas a los actores locales. El diseño de proyectos, la evaluación y el monitores deberían ser fases llevadas adelante también participativamente para que logren comprometer a las bases de la población y para que finalmente se logre el objetivo de una autogestión conservativa que integre los dos géneros.

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