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Medios de subsistencia en los bosques pluviales: Generación de ingresos, patrimonio familiar y explotación forestal

B. Barham, O. Coomes y Y. Takasaki

Bradford L. Barham y Yoshito Takasaki están en el Departamento de Economía Agrícola y Aplicada, University of Wisconsin-Madison. Estados Unidos de América.

Oliver T. Coomes está en el Departamento de Geografía. McGill University. Montreal. Canadá.

Estudio de la relación entre capital patrimonial y generación de ingresos para los habitantes de bosques pluviales tropicales.

La preocupación por el destino de los bosques pluviales tropicales y de las personas que viven de los recursos forestales ha suscitado muchos debates sobre la promesa de explotación de dichos bosques por comunidades tradicionales para el desarrollo económico rural y la conservación del bien natural. Estudios recientes de la Amazonia y de otras partes destacan la importante contribución de los productos de los bosques pluviales para la economía familiar, local, regional e incluso nacional (Fearnside, 1989: Peters, Gentry y Mendelsohn, 1989; FAO, 1993). Estimuladas por estas conclusiones, numerosas organizaciones no gubernamentales y otros grupos están tratando de ayudar a los pobladores tradicionales de los bosques a defender sus derechos sobre el bosque y a desarrollar sistemas de gestión para la recolección sostenible y beneficiosa para todos de los recursos locales no madereros. Estos grupos esperan así proteger el bosque, conservar sus recursos y promover el bienestar rural elevando los ingresos de las poblaciones forestales. No obstante, los expertos reconocen la necesidad de una mejor comprensión de los factores que condicionan la generación de ingresos entre los pueblos forestales, aparte del valor mercantil de la madera y de los productos forestales no madereros (PFNM) (Godoy y Bawa. 1993; Coomes y Barham, 1997). Esta comprensión es esencial para diseñar programas y formular políticas debidamente.

Se sostiene aquí que un factor clave que condiciona la forma en que los pueblos forestales utilizan sus recursos locales - generando así sus ingresos - es el nivel y el tipo de patrimonio (esto es, tierras y otros bienes) que poseen las familias rurales de zonas forestales. A menudo se pasan por alto pequeñas diferencias patrimoniales entre familias y a lo largo del ciclo vital; sin embargo, éstas pueden ser significativas para las oportunidades ofrecidas a las familias y dar lugar a una diversidad y una especialización considerables en los medios económicos de sustento entre las poblaciones de que se trata. De hecho, el patrimonio puede ser el elemento clave de la diversidad en materia de extracción de productos forestales entre los campesinos. Este argumento se ilustra con las conclusiones de un estudio que se está realizando sobre el uso del bosque pluvial en la Reserva Nacional Pacaya-Samiria de la Amazonia peruana, una de las reservas forestales mayores y con más biodiversidad de América Latina. Los autores concluyen que las iniciativas encaminadas a promover el uso sostenible de recursos y el alivio de la pobreza entre los habitantes de bosques pluviales pueden conseguir una mayor eficacia prestando más atención al papel de los bienes patrimoniales en la generación de ingresos y buscando la manera de mejorar las perspectivas y los procedimientos para la acumulación de capital por parte de las familias de silvicultores.

MEDIOS DE SUBSISTENCIA DE LOS CAMPESINOS EN LOS BOSQUES PLUVIALES

El cálculo de los ingresos generados por la recolección de PFNM en bosques pluviales es, aun en las mejores condiciones, una difícil empresa. En la mayoría de las regiones estudiadas, los habitantes realizan numerosas actividades para obtener ingresos para la subsistencia y el lucro, algunos de los cuales son factibles sólo en ciertas estaciones o en condiciones particulares. Además, el rendimiento económico de las actividades extractivas puede ser muy variable, incluso en lugares vecinos, por las diferencias en el acceso a los recursos o a la riqueza de los fondos de recursos naturales. En consecuencia, la medida exacta del rendimiento y de los costos de la extracción de productos forestales puede ser una labor ardua, para la que han de confluir muchos datos. Para dificultar las cosas, cambios estacionales, interanuales e imprevisibles en el medio ambiente y en las condiciones del mercado pueden alterar radicalmente en cada momento los ingresos de las actividades extractivas. Por la falta de estadísticas y el elevado costo del trabajo de acopio de datos en estos sectores, los investigadores se enfrentan con un duro desafío cuando tratan de medir el nivel y la composición de los ingresos generados por las poblaciones de los bosques pluviales.

Señal de bienvenida en el límite de la Reserva Nacional Pacaya-Samiria, nordeste del Perú

O. COOMES

Pese a estas dificultades, se ha intentado en los últimos años calcular el valor de cada producto y el total de ingresos familiares mediante encuestas cuidadosas entre poblaciones forestales. Por medio de repetidas visitas a los encuestados, determinando laboriosamente los niveles de producción en cada actividad, los investigadores han podido establecer perfiles de ingresos del campesinado que vive de los bosques. Gracias a estos esfuerzos, en la Amazonia y en otros lugares, se ha observado que las formas para obtener ingresos de los campesinos forestales pueden ser muy heterogéneas tanto entre comunidades vecinas como entre familias de una misma aldea (Anderson y Ioris, 1992; Gunatilake, Senaratne y Abeygunawardena, 1993; Coomes, 1996). Además, aunque esas poblaciones puedan ser consideradas como «generalistas» que realizan muy diversas actividades económicas - agricultura, pesca, caza, recolección y extracción de otros productos forestales -, las familias de zonas forestales tienden en realidad a especializarse, a veces muy intensamente, en un solo sector (y a veces en un determinado producto). La especialidad puede variar entre las familias de la misma aldea, así como de una aldea a otra.

Heterogeneidad de los medios de subsistencia y especialización en la Amazonia peruana

La Reserva Nacional Pacaya-Samiria, entre los ríos Marañón y Ucayali en el nordeste del Perú, es una de las mayores extensiones protegidas de la Amazonia (Rodríguez Achung, Rodríguez Achung y Vásquez Ruesta, 1995) (Figura l).Sus residentes, llamados localmente ribereños, son básicamente de origen mestizo (de ascendencia mixta española-amerindia). Viven de la agricultura en llanuras inundables, la pesca, la caza y la recolección de productos forestales, con grandes variaciones estacionales determinadas por el ciclo anual de crecidas fluviales. En 1992 había 173 comunidades en la Reserva Nacional o en torno a dicha reserva, con un total de unos 80 000 habitantes.

Se emprendió un estudio para poner en claro la base económica del uso de los recursos por los ribereños y ayudar así a orientar las actividades de conservación y desarrollo en la región. Se recogieron datos socioeconómicos de 300 familias en ocho comunidades durante 16 meses (junio de 1996 a septiembre de 1997). Se seleccionaron tanto las aldeas como las familias para que representaran la diversidad de la actividad económica y del ambiente regional. En cada aldea, se clasificaron las familias por su riqueza a partir de una rápida evaluación rural inicial (Takasaki, Barham y Coomes, 1999b), y después se estratificaron para el muestreo. Como las familias ricas eran una pequeña parte del total, se hizo de modo que las más ricas estuvieran más representadas en la muestra para asegurar que el número de observaciones fuese suficiente para analizar las diferencias en el uso de los recursos y los medios de subsistencia en toda la escala de riqueza. En las encuestas, se detalló la evolución de la riqueza familiar y se calcularon los ingresos anuales de varios años anteriores a partir de datos de producción y precios medios de cada producto en la aldea.

FIGURA 1 Situación de la Reserva Nacional Pacaya-Samiria, Perú

En las ocho comunidades, las familias campesinas obtenían casi todos sus medios de sustento y sus ingresos monetarios de la agricultura, la pesca, la recolección acuática (peces, camarones, huevos de tortuga, tortugas), la caza y la recolección de productos forestales. De estas actividades, las más importantes eran la pesca y la agricultura, cada una de las cuales aportaba el 39 por ciento del total de ingresos familiares. Los PFNM aportaban el 19 por ciento, mientras que los productos de la madera y los salarios contribuían a los ingresos en menos del 1 y el 2 por ciento respectivamente. Dentro de las actividades relativas a PFNM, más de la mitad de los ingresos procedían de la recolección acuática, alrededor de la cuarta parte de la recolección forestal y una sexta parte de la caza. A primera vista, los PFNM desempeñan un papel complementario de la agricultura y la pesca.

La Figura 2 ilustra la heterogeneidad de los medios de subsistencia económica en tres aldeas del valle inundable del río Marañón. Las familias de la Aldea 1 estaban en general muy especializadas en la pesca, obteniendo de esta actividad el 88 por ciento de sus ingresos y apenas el 3 por ciento de la extracción de PFNM. En contraste, las familias de la Aldea 3 obtenían el 70 por ciento de sus ingresos de la agricultura y algo más del 10 por ciento de los PFNM. La actividad económica en la Aldea 2 era diversa, procediendo alrededor de la mitad de los ingresos de la agricultura y más del 30 por ciento de los PFNM. Estos contrastes entre aldeas eran patentes en las ocho comunidades estudiadas.

Los datos sobre cada aldea, sin embargo, ocultan notables diferencias entre las familias (Cuadro 1). Los datos sobre participación de las familias en la extracción de PFNM y dependencia de éstos indican que ciertas familias se dedican a actividades extractivas aun cuando la mayoría de las que componen la comunidad puedan orientarse principalmente a la agricultura o la pesca. En la Aldea 1, por ejemplo, sólo el 26 por ciento de las familias obtenían algún ingreso de esta actividad, pero dos de las 23 familias se consideraron dependientes de los PFNM, es decir que obtenían de su extracción por lo menos el 30 por ciento de sus ingresos. En la Aldea 2, el 84 por ciento de las familias extraían productos del bosque y casi la mitad dependía de los PFNM. En la Aldea 3, dedicada sobre todo a la agricultura, el 61 por ciento de las familias extraían PFNM y cinco de las 28 familias derivaban más del 30 por ciento de sus ingresos de los PFNM. Esta heterogeneidad plantea la cuestión de los factores que influyen en las familias y las aldeas para elegir los medios de subsistencia.

Distribución y tipos de bienes patrimoniales en las familias rurales forestales

No son muchos los investigadores que hayan prestado atención al papel de los bienes patrimoniales en la generación de ingresos de las familias de zonas forestales, como las de la Reserva Nacional Pacaya-Samiria. La ausencia de tales estudios es sorprendente, ya que al tener estas poblaciones un acceso limitado al capital, a los mercados de tierras y a los contratos formales de seguros, puede suponerse que sus opciones en cuanto a medios de subsistencia están muy condicionadas por los bienes patrimoniales familiares. En efecto, estudios recientes sobre familias de agricultores y pastores en países en desarrollo revelan que el patrimonio familiar es también determinante para dirigir las opciones de las familias respecto a su tipo de actividades y sus niveles de ingresos (Reardon y Vosti, 1995; Barham, Cárter y Sigelko, 1995; Zimmerman y Cárter, 1996; Dercon, 1998). Además, el estudio del patrimonio de los campesinos, y aun de su evolución, es probablemente una empresa más sencilla que calcular los ingresos familiares procedentes de fuentes múltiples.

Es curioso que el patrimonio de las poblaciones forestales, a diferencia de las familias de agricultores o pastores, no se centra necesariamente en la tierra o el ganado. El patrimonio de las familias forestales puede ser bastante diverso: tierras de varias clases, medios de pesca (embarcaciones, motores, varios tipos de redes), medios de extracción (escopetas, motosierras), ganado, bienes de consumo duraderos (que a veces pueden venderse y volver a movilizarse) y casas en distintos lugares. El ahorro en dinero y formas conexas son mínimos. En cambio, el conocimiento de productos y entornos específicos y el dominio de las prácticas de extracción de ciertos PFNM pueden ser un activo importante, como patrimonio intangible.

A veces no se tienen en cuenta las diferencias de nivel y composición del patrimonio de las familias forestales, porque hay pocos signos de estratificación social en esas comunidades. La gente viste de modo análogo, sus viviendas con techo de paja son similares, comparten una misma ética campesina y todos parecen dedicarse a la agricultura, la pesca o la recolección de PFNM. No obstante, un examen más detenido de los niveles y formas del patrimonio poseído por esta gente es revelador. En el Cuadro 2 se comparan las estadísticas de tres tipos básicos de bienes de capital - tierra, capital productivo (medios de pesca y extracción) y activo no productivo (bienes de consumo duraderos, ganado, tiendas y otras casas) - en las tres aldeas antes consideradas.

El patrimonio medio poseído en estas aldeas era de tipo y valor diferentes. Las familias de la Aldea 1 tenían por término medio mucha menos tierra (50 por ciento o menos) pero tres veces más activo productivo que las familias de las otras aldeas; gran parte de este capital estaba constituido por embarcaciones de pesca, motores y redes. En contraste, las familias de la Aldea 2 eran más ricas en activo no productivo que en activo productivo, y sus tierras duplicaban con creces las de la Aldea 1. En la Aldea 3,1a tierra ocupaba en el patrimonio familiar un lugar todavía mayor que en las otras aldeas, y el activo no productivo era menor.

FIGURA 2 Porcentaje medio de ingresos por actividad en tres aldeas ribereñas del río Marañón, Reserva Nacional Pacaya-Samiria, Perú

CUADRO 1. Participación de familias en la extracción de PFNM y familias dependientes de los PFNM

Aldea

Participación en extracción de PFNM
(porcentaje de familias)

Familias dependientes 1

Familias observadas

Aldea 1

26

2

23

Aldea 2

84

12

25

Aldea 3

61

5

28

1 Se consideran familias dependientes de los PFNM las que obtienen de su extracción por lo menos el 30 por ciento de sus ingresos.

CUADRO 2. Patrimonio familiar medio en las aldeas ribereñas, Reserva Nacional Pacaya-Samiria, Perú 1

Aldea

Tierra
(ha)

Capital productivo
(NS) 2

Activo no productivo
(NS)

1

1,4

1840

819

(2,1)

(3446)

(973)

[0-9,5]

[0-15600]

[0-3795]

2

3,5

632

939

(3,4)

(1245)

(2041)

[0,5-10,9]

[0-4620]

[0-6684]

3

5,6

699

576

(3,2)

(854)

(844)

[1,2-14,1]

[0-3340]

[0-3961]

1 (): desviación estándar; []: mínimo-máximo.;
2 1 dólar EE.UU. = 2,6 nuevos soles (NS).

Dentro de las aldeas había también diferencias notables de riqueza (Cuadro 2). En las tres aldeas, algunas familias no tenían capital ni activo ni productivo alguno, mientras que otras tenían posesiones por valor de cinco a ocho veces el promedio de la comunidad. En la Aldea 1, por ejemplo, las familias más ricas en activo no territorial poseían capital productivo y activo no productivo por valor 8,5 veces y 4,6 veces lo poseído por una familia media, respectivamente. Además, una familia de la Aldea 1 no tenía tierra alguna. En las Aldeas 2 y 3, todas las familias tenían por lo menos algún terreno, pero las familias ricas tenían de 10 a 20 veces más tierras que las pobres. Por consiguiente, el patrimonio dentro de estas comunidades era distinto y se repartía de manera desigual entre las familias. A la misma conclusión llegan otros estudios recientes sobre poblaciones forestales en el Alto Amazonas (Hammond, Dolman y Watkinson, 1995; Coomes, Barham y Craig, 1996; Coomes y Burt, 1997).

EL PATRIMONIO Y LOS MEDIOS DE SUBSISTENCIA EN EL BOSQUE PLUVIAL

¿Cómo influye el patrimonio familiar en las opciones económicas para asegurarse el sustento en el bosque pluvial? Igual que a todos los campesinos, sean agricultores, pastores, pescadores o silvicultores, las posesiones patrimoniales proporcionan a las familias:

· La base material para producir bienes de subsistencia e ingresos monetarios (por ejemplo la compra de una gran red de pesca para elevar el rendimiento y los ingresos de una familia de pescadores);

· Una reserva para tiempos adversos, sea como una especie de seguro para mantener el nivel de consumo o para facilitar la diversificación de ingresos (por ejemplo ganado o una máquina de coser que puedan venderse en casos de enfermedad, inundaciones, etc.);

· La base para un mayor consumo permanente (por ejemplo la compra de un generador para el alumbrado eléctrico).

El patrimonio familiar condiciona también las opciones económicas de manera menos directa. A falta de mercado de crédito, las familias más pudientes tienen más capacidad para financiar las inversiones en extracción forestal u otras actividades. Cuando hay posibilidades de crédito, el patrimonio puede servir de garantía para préstamos que permitan ampliar las actividades de la familia (por ejemplo pesca más intensiva) o diversificarlas (por ejemplo cultivando arroz). Por último, los bienes patrimoniales constituyen un seguro familiar en las llanuras expuestas a inundaciones, que permiten emprender actividades económicas potencialmente más rentables pero más arriesgadas (tales como cultivos de arroz o cría de venado). Por lo tanto, hay sobre determinados PFNM buenas razones para suponer que el nivel de riqueza influye sobre las opciones económicas de los habitantes de zonas forestales, en particular respecto a la especialización en ciertas actividades.

La relación entre nivel de riqueza y medios de subsistencia se patentiza en los datos obtenidos de las familias en el estudio sobre la Reserva Nacional Pacaya-Samiria. La muestra se dividió (por la mediana) en familias ricas y pobres por sus posesiones de tierras y otros activos, y se compararon los porcentajes de ingresos familiares de la agricultura, la pesca y los PFNM (Figura 3). Las familias ricas en tierras se orientaban sobre todo a la agricultura, obteniendo de los productos agrícolas, en promedio, más de la mitad de sus ingresos. Dentro de este grupo, las familias con menos activos tendían a dar a la agricultura más peso que las ricas en activos. En contraste con las familias terratenientes, las pobres en tierras se orientaban más a la pesca, sobre todo si tenían activos; en efecto, las familias más especializadas eran las de pescadores pobres en tierras pero ricas en activos. Las familias con una gama de actividades más equilibrada eran aquellas cuyo patrimonio tenía una composición más equilibrada, es decir las pobres tanto en tierras como en otros activos, y en medida algo menor las ricas por ambos conceptos.

FIGURA 3 Procedencia de tos ingresos según el nivel de riqueza de las familias en tres aldeas ribereñas, Reserva Nacional Pacaya-Samiria, Perú

Interesa notar que estos dos grupos son los que más se aplican a la extracción de PFNM: las familias pobres en tierras y en activos y las familias ricas en tierras y en activos obtenían de los PFNM respectivamente el 24 por ciento y el 19 por ciento de sus ingresos. Además, estos dos grupos ganaban más con los PFNM que las de las otras dos categorías patrimoniales. Por consiguiente en estas tres aldeas de llanuras inundables, en las que la recolección del fruto de la palmera es la principal actividad extractiva, eran las familias más pobres y las más ricas las que ejercían más presión sobre los PFNM y más los utilizaban. En otras comunidades en que dominaban actividades extractivas más especializadas, la mayor dedicación a la extracción se encontró entre los jóvenes y las familias pobres y más especializadas (Coomes, Barham y Takasaki, 1999).

ANÁLISIS Y CONCLUSIONES

Aunque desde diversos puntos de vista los pobladores tradicionales de los bosques son económicamente pobres, dentro de las comunidades forestales y entre ellas se aprecian notables diferencias en la posesión de tierras y otros activos, diferencias que tienen importancia para el uso de PFNM y otros recursos forestales. Las diferencias en el patrimonio familiar - aunque parezcan pequeñas - pueden ser condicionantes para diferenciar el uso de los recursos y en último término la generación de ingresos. La índole del patrimonio poseído por los habitantes de los bosques y su distribución merecen pues una más detenida atención de los investigadores y expertos que se ocupan de la conservación y el desarrollo de los bosques tropicales.

Particular interés para estudios ulteriores tiene el proceso por el que las familias de zonas forestales acumulan (o dispersan) la riqueza. Hay que aclarar por lo menos tres cuestiones básicas. Primera: ¿cómo llega esta gente a tener diferentes tipos y niveles de bienes patrimoniales? Es obvio que una amplia serie de factores pueden influir en la acumulación de riqueza, entre ellos la dotación inicial de tierra o capital, el acceso al trabajo, el conocimiento del bosque y la habilidad en las técnicas de extracción. El estudio de la Reserva Nacional Pacaya-Samiria sugiere que la dotación inicial de riqueza y los factores geográficos tienen particular influencia para trazar caminos determinados de acumulación de riqueza, lo que a su vez influye sobre las opciones familiares sobre medios de subsistencia (Takasaki, Barham y Coomes, 1999a, 1999c).

Vivienda ribereña típica

O. COOMES

Material de construcción recogido de los bosques y listo para la venta

O. COOMES

Segunda: ¿qué papel desempeñan los PFNM en el proceso de acumulación de riqueza? En el centro de esta cuestión está el problema de la forma en que los pueblos silvicultores invierten los beneficios de la extracción de productos forestales. Algunas familias, por ejemplo, destinan esos productos básicamente al consumo propio, mientras que otras pueden invertir una parte o la totalidad de sus ganancias. También es importante la forma de la inversión: unas familias pueden aplicar las ganancias a la compra de bienes productivos (poniéndose así en posición de intensificar su actividad extractora); otras pueden invertir en tierras (y tal vez reorientarse más hacia la agricultura) o en bienes de consumo duraderos; otras en fin pueden invertir en capital humano enviando a sus hijos a recibir educación en la ciudad. Cada tipo de inversión suscita nuevas oportunidades y apunta a papeles distintos de los productos forestales en la formación y la acumulación de riqueza. De hecho, reservas forestales como Pacaya-Samiria pueden no ser simples sumideros de la pobreza rural, sino que pueden servir como trampolín para saltar a una vida mejor en otro lugar. Tercera: ¿Qué influencia tiene la merma de las existencias de PFNM y otros recursos forestales sobre las perspectivas de acumulación de riqueza por los habitantes? Mientras que algunos PFNM son objeto de una recolección sostenible, otros se van agotando, lo que hace que cambien paulatinamente las oportunidades económicas y las posibilidades de acumular riqueza de que disponen los diversos sectores de la población. En el estudio de la Reserva Nacional Pacaya-Samiria se ha observado que los PFNM que se consideran básicos en los esfuerzos de conservación (caza y especies selectas de peces) son explotados en gran medida por familias en las que el padre es un joven especialmente hábil para la caza y ciertos tipos de pesca (Coomes, Barham y Takasaki, 1999). Cuando no se requiere mucha habilidad ni mucho capital - como para la recolección del fruto de la palmera - participan tanto familias muy pobres como acomodadas. Sería importante identificar a las familias que viven básicamente de los PFNM ecológicamente vulnerables y comprender mejor cómo las familias llegan a especializarse en tales productos a medida que escasean otros productos, y discernir la posibilidad de promover otros medios de subsistencia para esas familias.

Retirada del fruto de la palmera (Mauritia flexuosa) de sus tallos después de la recolección

O. COOMES

En la práctica de conservación y promoción de los PFNM, puede ser ventajoso para las ONG y otros grupos prestar una mayor atención a la influencia de las diferencias de riqueza en las opciones de las familias campesinas. La comprensión del nexo entre riqueza, uso de los recursos e ingresos es esencial para planificar el trabajo con las comunidades forestales con miras a desarrollar planes más efectivos y amplios para la ordenación local de los recursos forestales. La apreciación de las diferencias de riqueza dentro de una comunidad se facilita con las técnicas de evaluación rural rápida concebidas para calcularlas extensiones de tierra y otros activos poseídos por comunidades rurales (Mukherjee, 1993; Chambers, 1994; Takasaki, Barham y Coomes, 1999b).En los bosques pluviales con una gama muy amplia de productos comercializables la evaluación de la riqueza es a menudo más factible que el cálculo de los ingresos familiares. Además, puede resultar en la práctica que el esfuerzo por ele varios niveles de riqueza de las familias de silvicultores sea más efectivo que el de promover los ingresos, y a que la riqueza determina en gran medida el uso de los recursos y los ingresos y juega otros varios papeles importantes en la economía y el bienestar de la familia (por ejemplo seguros, base para el crédito). Centrándose en la riqueza, los grupos al servicio de la conservación y el desarrollo pueden tener más efectividad en la promoción del uso sostenible de los recursos forestales.

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