Análisis de los picos de producción
Mediante el suavizado de las series históricas de capturas utilizando promedios móviles de 5 años, se pudo investigar el desarrollo de la pesca y el momento en que alcanzan los picos máximos de captura cada una de las especies y grupos principales (Grainger y Garcia, 1996). El procedimiento de suavizar las series de datos originales reduce, aunque no elimina completamente, el impacto potencial que tienen los cambios naturales en las poblaciones debidos a cambios interanuales en las condiciones ambientales.
Los resultados obtenidos mediante este análisis se muestran en el Cuadro 1, el cual también incluye los nombres comunes y científicos de las especies y grupos investigados. La secuencia de los picos máximos de captura es la que cabría esperar a partir del conocimiento disponible sobre el desarrollo pesquero cubano. Con la excepción del bonito y la albacora, cuyo pico máximo de captura se logra en 1959, la mayoría de los picos ocurren en las décadas de los setenta y los ochenta y solamente un grupo, las mojarras y pataos, alcanza un pico en la década de los noventa.
La columna final del Cuadro 1 señala la proporción entre las capturas más recientes y los picos máximos de captura. Se aprecia claramente que sólo las almejas, cuya pesquería es relativamente joven, y las mojarras y pataos muestran capturas recientes por encima de los picos históricos máximos, indicando que aún se encuentran en desarrollo. Algunas otras especies o grupos como langosta, roncos, machuelo y bajonaos, exhiben caídas inferiores al 25 por ciento, pero los camarones, cangrejo de tierra, lisas, cubera y caballerote y cherna criolla, han caído alrededor de un 75 por ciento o incluso más, en las últimas dos décadas. Por otro lado, todas las otras especies y grupos como el bonito y la albacora, rabirrubia, biajaiba, pargo criollo, sierras y serruchos, sardinas, tiburones y jureles, también han experimentado caídas que oscilan entre un 40 y un 70 por ciento. La caída general de las capturas combinadas de todas las especies y grupos es de un 40 por ciento, considerablemente más alta que la caída de un 22 por ciento observada por Grainger y García (FAO, 1996) al hacer un estudio de las pesquerías mundiales de especies demersales.
CUADRO 1
Desarrollo de las pesquerías por especies o grupos de especies(1) | |||||
Especie/ grupo de especies |
Nombre científico |
Capturas en 1995 (toneladas) |
Capturas máximas (promedio de 5 años) (toneladas) |
Período de capturas máximas |
Capturas máximas en 1995 |
Atunes |
Thunnidae |
1 091 |
2 267 |
1959-1963 |
0,48 |
Cherna |
Epinephelus striatus |
81 |
1 509 |
1962-1966 |
0,05 |
Rabirrubia |
Lutjanus chrysurus |
578 |
1 064 |
1962-1966 |
0,54 |
Sierras |
Scomberomorus spp. |
538 |
844 |
1963-1967 |
0,64 |
Biajaiba |
Lutjanus synagris |
1 943 |
3 776 |
1971-1975 |
0,51 |
Ostión |
Crassostrea rhizophorae |
1 885 |
3 194 |
1971-1975 |
0,59 |
Lisas |
Mugil spp. |
1 045 |
916 |
1972-1976 |
0,12 |
Sardinas |
Harengula spp. |
2 128 |
1 599 |
1975-1979 |
0,65 |
Roncos |
Haemulon spp. |
1 651 |
2 264 |
1976-1980 |
0,94 |
Camarones |
Penaeus spp. |
1 045 |
6 281 |
1976-1980 |
0,26 |
Cangrejo |
Cardisoma guanhumi |
284 |
1 203 |
1977-1981 |
0,24 |
Caballerotes |
Lutjanus spp. |
155 |
1 150 |
1979-1983 |
0,13 |
Tiburón |
Elasmobranchia |
1 365 |
2 628 |
1983-1987 |
0,52 |
Langosta |
Panulirus argus |
9 406 |
12 349 |
1985-1989 |
0,76 |
Bajonaos |
Calamus spp |
372 |
459 |
1986-1990 |
0,81 |
Jaiba |
Callinectes sapidus |
744 |
1 238 |
1987-1991 |
0,60 |
Almeja |
Arka zebra |
1 906 |
1 813 |
1987-1991 |
1,05 |
Pargo |
Lutjanus analis |
609 |
1 507 |
1987-1991 |
0,40 |
Jureles |
Caranx spp. |
344 |
501 |
1988-1992 |
0,89 |
Machuelo |
Opisthonema oglinum |
2 005 |
2 256 |
1989-1993 |
0,89 |
Mojarra |
Gerridae |
2 221 |
2 012 |
1993-1997 |
1,10 |
Total |
30 459 |
50 830 |
0,60 |
(1) Secuencia de picos máximos de captura y comparación de las capturas en 1995 con los picos máximos de captura basándose en series suavizadas mediante promedios móviles de 5 años.
Aunque las diferencias entre los picos máximos y las capturas actuales debe ser analizada con cautela, según Grainger y Garcia (FAO, 1996), los picos en series cronológicas suavizadas probablemente dan una indicación de la captura promedio a largo plazo que pudiera obtenerse de manera sostenible con un manejo apropiado y si no existieran otras causas ajenas a las pesquerías. La suma de las diferencias entre los picos máximos históricos observados en las series históricas de captura de las especies y grupos considerados representan unas 20 000 toneladas. Esta observación implica que si todas las especies o grupos pudieran recuperar sus niveles históricos de captura se podrían obtener unas 20 000 toneladas. Sin embargo, algunas de estas caídas pueden reflejar situaciones potencialmente irreversibles creadas por impactos ambientales adversos en la zona costera.