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Los Tres Programas de la FAO

Por NORRIS E. DODD

Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)

A MEDIDA que el tiempo transcurre, se arraiga más en mí la convicción de que los problemas que confronta la humanidad no pueden considerarse aisladamente. Este es en particular el caso de la FAO, ya que tanto la tierra como el mar y el aire contribuyen a proporcionar alimento, vestuario y albergue a la creciente población humana. El sol, la lluvia, la fertilidad espontánea y artificial del suelo y los recursos de los mares son factores que limitan el radio de nuestras actividades.

Los bosques, que son hoy apenas una mera fracción de su inmensidad de antaño, e indudablemente una fracción de lo que pueden llegar nuevamente a ser, constituyen un elemento esencial para la solución del problema general de satisfacer las necesidades humanas. No fue accidental la inclusión de la silvicultura dentro del amplio campo de actividades de la FAO. La silvicultura es una parte esencial de nuestra labor y un factor vital en nuestros planes tendientes a elevar los niveles actuales de vida y proporcionar, en el futuro, los abastecimientos alimenticios que una creciente y necesitada humanidad requerirá.

Al determinar la política por seguir, la FAO tiene que considerar siempre tres programas: el correspondiente al futuro inmediato, el de los próximos cinco años y el de los cien años venideros. Debemos prestar nuestra ayuda para la solución de los problemas inmediatos que presenta la escasez actual de alimentos, vestuario y vivienda. Debemos auxiliar a las naciones a elaborar los planes que han de determinar sus actividades durante el curso de los próximos cinco años, a fin de que se puedan elevar los niveles de vida y se logre la más estrecha cooperación entre las naciones que deben hacer frente a problemas comunes. Debemos escudriñar el futuro distante y proporcionar la ayuda y los consejos más acertados posibles, con el objeto de que las generaciones futuras reciban un beneficio duradero de nuestros planes y programas de largo alcance.

Bajo la acertada dirección del señor Leloup, nuestra política forestal abarca los tres campos. Uno de los problemas inmediatos es la escasez de madera que experimenta Europa. Nuestra Dirección de Silvicultura y Productos Forestales, por intermedio del Comité de la Madera de la FAO y la CEE, elabora planes con la idea de lograr ahora mismo y en el próximo año, un aumento en el abastecimiento de productos de madera con el propósito de hacer factible el suministro de casas y otros bienes a miles de europeos sin hogar. Para este fin se toman en cuenta los factores relativos a las economías en el consumo inmediato y a la distribución equitativa de los abastecimientos disponibles.

Pero a pesar de la gravedad de los problemas del momento que existen en Europa, no hemos limitado nuestras actividades y planes al futuro cercano. Por intermedio de la Comisión Regional de Silvicultura y Productos Forestales, proyectamos nuestra mirada hacia el futuro con la finalidad de lograr la coordinación de los programas y prácticas forestales en Europa, a fin de asegurar que la silvicultura desempeñe plenamente el papel que le corresponde como conservadora de nuestros recursos naturales productores de alimentos así como de abastecedora de madera.

Esta actividad no se concreta a Europa; la Conferencia de Teresópolis ha preparado el terreno para el desarrollo de actividades similares en América Latina.

También se preparan planes para el Medio Oriente, Asia y el Lejano Oriente.

GRADUALMENTE abarcaremos el globo terrestre al formular un programa forestal de largo alcance, que busque el desarrollo efectivo de los abastecimientos de madera para satisfacer las necesidades de la humanidad. Es posible que, como dice William Vogt en Road to Survival, por lo pronto tengamos que limitar nuestras necesidades para que no se perjudiquen las posibilidades de satisfacer, a la larga, las necesidades de una población mundial en desarrollo. Ciertamente, la silvicultura, aplicada con sabiduría, puede ofrecer al mundo una valiosa contribución como garantía contra futuras catástrofes. Puede desempeñar un gran papel para contrarrestar los efectos de algunas prácticas impropias que durante el transcurso de los últimos decenios y siglos han reducido nuestros recursos naturales y puesto en peligro el abastecimiento futuro de alimentos. La política de la FAO es asesorar y prestar su asistencia en todo lo relativo a las medidas de conservación de largo alcance, y al mismo tiempo asegurar que los abastecimientos de madera que puedan obtenerse sin riesgo de nuestros proyectos de largo alcance sean aprovechados en la mejor forma posible.

Mapa tomado de la edición de UNASYLVA, publicado en inglés.


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