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Adelantos en Genética Forestal

por C. SYRACH-LARSEN

Director de la Estación para la Propagación de Arboles Apropiados para la Repoblación de Bosques, Arboretum Horsholm, Dinamarca

Podría parecer extraño el hecho de que el silvicultor se encuentre tan a la zaga del agricultor o del horticultor en cuanto al empleo de plantas que han sido mejoradas. Sin embargo, existen para ello razones perfectamente lógicas.

El mejoramiento genético se basa en el hecho de que, dentro de una misma especie, ninguna planta es idéntica a otra, y que, por consiguiente, utilizando los mejores ejemplares se pueden llegar a crear los tipos deseados. De igual manera, es factible hacer cruzas entre especies y tipos, en forma tal que se obtenga una combinación de las cualidades buscadas.

Mediante la reproducción sexual, empleando semilla se pueden obtener clases («sorts») como sucede con los cereales, tubérculos y pastos que cultiva el agricultor, o con muchas de las flores y verduras del horticultor. Aquí se trata, en su mayoría, de plantas que producen una generación sexual, anualmente o en años alternados. Empleando generaciones que se siguen muy de cerca, ha sido posible, mediante una constante selección y la polinización artificial, propagar estirpes de características fijas.

Los «clones» o caracteres, que se usan en la propagación de árboles frutales, rosales y otras plantas afines, son una forma de clases («sorts») enteramente distinta. Se encuentran muy ampliamente distribuidos mediante la reproducción vegetativa. Los «clones» pueden aplicarse por medio del injerto de púas y yemas, plantando estacas o por el método de estolones. De aquellas plantas que producen los mejores frutos o flores - desarrolladas tal vez espontáneamente, al azar - se toman retoños o yemas y se injertan en patrones de plantas silvestres. Cada uno de estos «sorts», es pues, un individuo en sí mismo, el cual, de ser injertado, crecerá en infinidad de raíces extrañas, o bien, producirá plantas independientes si se plantan estacas o se recurre a la propagación por estolones.

El método que escoja el agricultor o el horticultor en casos individuales de mejoramiento, dependerá de las características que exhiban las plantas, así como de las posibilidades de orden práctico. Es de todo punto importante prestar atención al ritmo con que las generaciones se suceden unas a las otras ; a las condiciones de floración, tales como época en que aparecen las flores hembra y macho; a la polinización con la ayuda de insectos o del viento ; a la cantidad de semilla que rinde la planta individual y por consiguiente a la necesidad de observar la capacidad de reproducción vegetativa de la planta ; y a muchos otros detalles.

Abeto Douglas: el marcado con V. 661 es un injerto de un ejemplar danés seleccionado. La injertación se hizo en un campo seriamente atacado de Phaeocryptopus Gaumannii, lo que hace suponer que el nuevo árbol es resistente a esa enfermedad.

En silvicultura, todo intento de obtener «estirpes fijas» de árboles de tipo forestal por medio de la polinización artificial, tropieza con el obstáculo que presenta la altura de los árboles. No es fácil llevar a cabo la polinización a mano en las altas copas de los árboles. Además, éstos se encuentran a menudo diseminados sobre vastas extensiones de terreno y no pueden ser trasladados a zonas experimentales convenientemente situadas. El hecho de que se requieran diez, veinte y a voces hasta cuarenta años para que un árbol dé semilla, constituye otro gran inconveniente.

No es de extrañar, por lo tanto, que la idea de la polinización artificial fuese abandonada, y de que no se tuviese la menor confianza en la regeneración de los bosques por el procedimiento de injertos o de plantación de estacas. En términos generales, la silvicultura intensiva se confía principalmente, por lo tanto, al mejoramiento del material forestal en crecimiento mediante la introducción de especies arbóreas exóticas y la selección de los mejores ejemplares de árboles nativos, bajo condiciones de polinización enteramente espontánea, no sujeta a control. Sin embargo, se realizaron progresos muy importantes cuando se reconoció que existen formas de árboles forestales que pueden determinarse por herencia, y cuando se dieron los primeros pasos para provocar intencionalmente el mejoramiento, ano cuando ello no pasó de una selección bajo la base de polinización espontánea, sin control alguno.

La obtención de buena semilla

El primer paso, y sin dada el mas importante, fué localizar la mejor semilla obtenible para reforestación. En consecuencia, la demanda de información autorizada respecto a la procedencia de semilla fué cada día mayor, habiéndose establecido en varios países diversos sistemas de control. En este asunto, la cooperación internacional es de la mayor importancia, para facilitar el intercambio de informes y lograr que se vaya adelantando en el establecimiento de procedimientos uniformes, o por lo menos para que se tenga un intercambio de ideas respecto a las solicitudes de informes que se sometan y los métodos para atenderlas.

A este respecto, parecería acertado conceder atención, no tan sólo a las razas y tipos climáticos que ocurren espontáneamente y que exhiben una forma excelente, desde el punto de vista silvícola, sino también a aquellos tipos que pudiera suponerse hubiesen sido desarrollados con la intervención del hombre. Deberá hacerse mención especial de los robles que embellecen las avenidas en Holanda, del alerce europeo (Larix decidua) y del abeto Douglas (Pseudo-tsuga-taxifolia) de la zona Oeste de la América del Norte, que existe en Escocia, para no mencionar muchos otros ejemplos que pudieran citarse tanto por lo que hace al Viejo como al Nuevo Mundo. También habrá de hacerse referencia a la extendida propagación de la Hevea brasiliensis, especie que proporciona la mayor parte del cancho crudo que se obtiene en el mundo, y el cual proviene, casi en su totalidad, de plantaciones establecidas fuera del ambiente natural de esta especie: las extensas plantaciones de este árbol han surgido de cantidades de semilla original sumamente reducidas.

Semejante segregación de las especies podrá tener ventajas importantes, pero puede a la vez implicar el riesgo de excluir valiosas oportunidades de lograr una variación. Sin embargo, lo anterior no puede compararse con los grandes adelantos alcanzados por las ciencias de la agricultura y de la horticultura, especialmente durante los últimos cincuenta a cien años. Las asombrosas cosechas que se levantan en la actualidad en los campos y en los huertos, superan varias veces las obtenidas por el hombre hace algunas generaciones. El asombroso mejoramiento alcanzado con el maíz híbrido mediante los modernos sistemas de cultivo, cayos ensayes teóricos datan apenas de 1917, se estima que produjo en 1947 utilidades que fluctúan entre 750 y 1,000 millones de dólares.

Hemos visto con envidia cómo otros que también explotan la tierra, han logrado realizar progresos empleando técnicas para el mejoramiento de las plantas. Desgraciadamente, en Silvicultura, se ha puesto mayor énfasis en las dificultades implicadas, que en las ventajas de investigar dichas técnicas. Las dificultades son enormes, si se trata de emplear en Silvicultura los mismos procedimientos que se siguen en la agricultura o la horticultura. Es preciso que la Silvicultura siga su propio camino, así, tal vez, las cosas puedan llegar a cambiar.

Pinus strobus: a. - Arbol viejo, Uggeløse Skov, Dinamarca. b. - Plantas jóvenes provenientes de una polinización dirigida hecha en la copa del árbol viejo en 1944. c. - Injertos del árbol viejo, hechos en 1948. Estos injertos florecieron en 1950. (Las fotografías b y c fueron tomadas el 30 de junio de 1950).

Los métodos de procedimiento más importantes en los trabajos de mejoramiento de especies forestales, son:

(a) Investigaciones tendientes a determinar diferencias hereditarias dentro de una misma especie: la determinación de razas de acuerdo con los factores climáticos y tipos de forma especial, desarrolladas tanto en estado natural como bajo cultivo -he allí, en su sentido más amplio, el problema de la procedencia- debiendo realizarse experimentos planeados sobre la base de una polinización espontánea, no sujeta a control.

(b) Polinización artificial, sobre la base de estudios previos relacionados con la floración de árboles de tipo forestal.

(c) Hibridación, especialmente por lo que hace al aprovechamiento de la heterosis, o vigor de los híbridos.

(d) Estudios citológicos tendientes a identificar los árboles cuya estructura celular difiera de lo normal en el número de cromosomas, y la propagación de tales árboles.

(e) Propagación vegetativa, que es de la mayor importancia como método técnico para el mejoramiento de los bosques, mediante el establecimiento de plantaciones para surtir de semilla y la creación de exhibiciones de árboles; que pudieran tener igualmente importancia especial para el aprovechamiento de un árbol de determinado carácter («clone»).

Preservación de los mejores tipos

En primer lugar, es de la mayor importancia preservar para el futuro los mejores tipos de árboles de importancia económica que se puedan obtener. Cada país debiera registrar sus conjuntos forestales más valiosos, de preferencia en bosques vírgenes, o cualquier espécimen destacado - árboles campeones, por decirlo así. Esta tarea está estrechamente relacionada con la conservación de parques nacionales y de sitios en su estado primitivo. Los árboles así seleccionados deberán usarse para realizar plantaciones, bien sea usando la semilla o preferiblemente, mediante la propagación vegetativa (injertos, o plantación de estacas) a fin de lograr la preservación de tan valiosos genotipos, y a la vez para disponer con el tiempo de mayores elementos de propagación. En todo caso, esta medida serviría en cierto modo como protección contra la extinción de la especie.

En Dinamarca, estos trabajos están a cargo del Arborétum Nacional. Dada la naturaleza botánico-forestal de la tarea, queda lógicamente dentro de la esfera de acción de esta clase de instituciones existentes en varios países, ya sea que figuren adscritas a las escuelas forestales, estaciones de investigación u otras entidades similares. Ya es tiempo de apartarse de las antiguas colecciones con su conjunto de monstruosidades. Anteriormente se acostumbraba coleccionar especímenes de fresno llorón, abeto serpiente, o de árboles enanos o deformes, en lugar de concentrar la atención en los mejores ejemplares de los bosques.

La distancia es problema importante. Con frecuencia, los árboles que deben ser coleccionados se encuentran diseminados sobre una zona extensa, de tal manera que parece desde un principio poco práctico el poder valerse de ellos. Mucho se lograría con tener en el Arborétum ejemplares seleccionados de árboles campeones. La mejor forma de realizar esto sería obteniendo semilla en los conjuntos de árboles mejores o mediante la propagación vegetativa de excelentes ejemplares. Un automóvil tipos «jeep», equipado con una escalera de acero, puede internarse en los bosques grandes distancias y servir para recolectar material de árboles muy altos. Si ano así fuese difícil alcanzar las copas de los más altos, se pueden tronchar pequeñas ramitas disparando una arma de fuego.

Material para injertos remitido por la vía aérea

Para salvar el inconveniente del transporte a largas distancias, se dispone ahora del correo y del express aéreos. En menos de tres días logramos introducir en Dinamarca, desde California, una cantidad considerable de material para injertos. Las púas salieron de San Francisco un miércoles, y el sábado siguiente se procedía en Hørsholm a injertarlas. Nosotros hemos venido remitiendo a Placerville, California, polen de Pinus, de Dinamarca, y desde la primavera de 1946 hemos recibido anualmente del Canadá polen de híbridos de Populus, para experimentación y para producción en escala comercial. De Australia hemos recibido polen de Pinus y hemos llevado a cabo una serie de intercambios semejantes. En el curso de algunos años, el intercambio de esta clase de material, tan esencial para nuestro trabajo, vendrá a ser cosa común y corriente en embarques aéreos.

Quizá más que la distancia, el factor tiempo presenta un serio escollo. Sin embargo, existe una gran variedad de árboles de tipo forestal que producen una cantidad apreciable de semilla a una edad comparativamente joven, aun cuando se trate de plantas de vivero. Podemos mencionar como ejemplos, dentro de las especies importantes para la Silvicultura europea, Betula, Larix y Pinus. Algunos árboles de sólo 10 a 15 años de edad, pueden llegar a producir cantidades importantes de semilla, a condición de que se encuentren espaciados entre sí lo suficiente para que sus copas puedan desarrollarse plenamente.

Los injertos ofrecen ciertas ventajas. Parece ser un hecho que los injertos son capaces de llegar a producir semilla en fecha ano más temprana, aun cuando se trate de arbolillos plantados en un bosque en la misma forma que los demás árboles. El método de podar raíces, el del estrangulamiento y el de causar heridas a los árboles, pueden también servir para acelerar la fecha en que éstos produzcan semilla. Ha quedado demostrado, sin lugar a duda, que los injertos, tratados por métodos especiales, cultivados en macetones o sometidos a algún otro tratamiento especial, pueden servir para fines experimentales como plantas de temprana fructificación. En un vivero, resulta muy ventajoso disponer de plantas cultivadas en macetones que produzcan semilla. Si se logra determinar que los injertos poseen exactamente los mismos caracteres genéticos que los árboles escogidos de donde se tomaron, este material puede ofrecer grandes oportunidades para futuras investigaciones.

La identificación del genotipo en los árboles forestales plantea un problema difícil. Se pueden realizar progresos importantes empleando adecuados tratamientos silvícolas, pero, de todas maneras, resulta muy ventajoso trabajar con árboles que posean una tendencia hereditaria a proporcionar un crecimiento más vigoroso, un tronco más derecho, una mayor resistencia a los ataques de enfermedades e insectos, y exhiban además otras valiosas cualidades silvícolas. Los árboles forestales son miembros de comunidades y, al igual que otros organismos vivientes, se ven obligados a adaptarse a las condiciones existentes. Estas condiciones podrán variar considerablemente en el curso del tiempo sobre todo si se toma en cuenta lo prolongado de la vida de los árboles y que éstos pueden verse sometidos a muy diversas influencias extrañas.

Abeto Douglas 1: a. - Arbol original, Wind River, Estado de Wáshington, E. U. A. (fotografiado el 17 de abril de 1946). b y c. - El injerto (V. 1061) fue hecho en Dinamarca el 29 de abril de 1946, utilizando como huésped una estirpe vieja. (La fotografía b fué tomada el 25 de septiembre de 1946, y la c, el 26 de junio de 1950). Si se compara el abeto Douglas 1 con el abeto Douglas, 2, que aparece en la página 18, es evidente la diferencia de los genotipos de los dos árboles. Es notable que en las fotografías tomadas en 1946 pueda apreciarse ya la diferencia. (Véase la fotografía b). - En 1950 (Véase fot. c) la distinción ea ya clarísima.

Abeto Douglas 2: a. - Arbol original, Wind River, Estado de Wáshington, E.U.A. (fotografiado el 17 de abril de 1946). b y c. - El injerto (V. 1062) fué hecho en Dinamarca el 29 de abril de 1946, utilizando como huésped una estirpe vieja. (La fotografía b fué tomada el 25 de septiembre de 1946, y la c, el 26 de junio de 1950).

El valor de las «exposiciones de árboles»

Como una ayuda en la identificación del genotipo de los árboles, hemos iniciado en Dinamarca la creación de «exposiciones de árboles». Estas consisten en plantaciones de grupos de árboles de diversos tamaños, propagados vegetativamente, de manera que cada grupo, por lo general formado por 30 árboles, representa a su propia especie - o sea su «clone». Para este fin, los resultados más confiables se obtienen plantando estacas, ano cuando los injertos también permiten observaciones dignas de confianza. En el Arborétum de Hørsholm, hemos encontrado que estos métodos son muy útiles en la identificación del genotipo de los «clones» de Tagus, Fraxinus, Betula, Larix, Pitea y Pseudotsuga. 1

[ 1 C. Syrach-Larsen: Estimation of the Genotype in Forest Trees 1947 (Estimación del Genotipo en Arboles Forestales). ]

Estas «exposiciones de árboles» son un medio para demostrar la existencia de diversos genotipos. Sirven a la vez de campo propicio para llevar a cabo continuos ensayos y observaciones. Además, pueden disponerse en forma tal que permitan el ensayo de genotipos determinados bajo diferentes condiciones de ambiente, pudiéndose desarrollar el trabajo en otras direcciones.

Fraxinus excelsior : a. - Arbol viejo, Stenderup, Dinamarca. b. - Injertos del mismo árbol, con semillas producidas en el invernadero, el 22 de agosto de 1939. c. - Plantas jóvenes, producto de las semillas que aparecen en la Fig. b, y que germinaron en 1941 (fotografíadas en 1942).

Sólo hay lugar para una ligera indicación, pero las «exhibiciones de árboles» pueden ser también muy valiosas para realizar observaciones fenológicas y como laboratorios para estudios sobre fitofisiología y fitopatología. A través de esta clase de estudios, las grandes diferencias individuales que presentan las plantas son completamente discernibles, sirviendo estas diferencias de base al mejoramiento. Es sorprendente el acervo de conocimientos que se pueden derivar de esta clase de trabajos, y lo rápido que es el progreso. Otra cuestión de interés es el hecho de que, por medio de injertos, o ano mejor, plantando estacas, podemos intentar verificar la importancia de la procedencia. Pudiera llegar a ser factible establecer «estaciones meteorológicas vivientes», por decirlo así, o iniciar el uso de «árboles tipo». Se dice a menudo que el trabajo de mejoramiento de las plantas debiera seguir la vida de éstas «desde la cana hasta la tumba», a fin de estar seguro de encontrar la planta mas apropiada y valiosa, pero yo soy de opinión de que en materia de silvicultura, debemos seguir el árbol individual «desde la tumba a la cuna», como lo estamos haciendo con el empleo de nuestras «exposiciones de árboles».

El agricultor planta la simiente y observa el crecimiento de la planta hasta que se llega la época de la cosecha. El está en condiciones de hacer esto con facilidad, dado que el proceso total toma uno o dos años, a lo sumo. Pero el hacer cosa igual resultaría una empresa tediosa para el forestal. El tiene que valerse de un procedimiento más corto, por ejemplo, el de las «exhibiciones de árboles». En el bosque, el árbol que ha alcanzado su completo desarrollo y que posee buena forma, se encuentra en el ocaso, como si dijéramos, «al pie del sepulcro»; pero a nosotros nos ha demostrado que podría llegar a ser el árbol ideal. Si de él tomemos injertos y los aprovechamos en una «exposición de árboles», tendremos la oportunidad de estudiar los caracteres congenitales que lo han convertido en un ejemplar tan valioso. En el transcurso de algunos años, podremos encontrar la razón de su superioridad - ya sea que se trate de su vigor excepcional, su gran resistencia a las enfermedades o alguna otra cualidad semejante. Esto es lo que quiero significar cuando digo que «lo vamos siguiendo del sepulcro a la cuna». Lo anterior es un ejemplo elocuente de que nuestros trabajos habrán de seguir caminos distintos a los que generalmente se siguen.

Respecto a la producción de semilla, «recomiendo con el mayor énfasis que se recurra a la propagación vegetativa y que se establezcan, en conexión con experimentos sobre polinización artificial, plantaciones de árboles para semilla que proporcionen las que se requieran para usos prácticos.»2 Esta es una cita muy conocida, pero expresa un objetivo que debemos tratar de alcanzar.

[ 2 C. Syrach-Larsen : Forest Tree Breeding (Cultivo de Arboles Forestales), 1934, pág. 112. ]

Jardines Productores de Semilla

Pudiera resultar necesario introducir ciertas modificaciones, como por ejemplo, el que, en tratándose de algunas especies de árboles, la mayor parte de la plantación se haga con arbolillos obtenidos mediante una polinización controlada o utilizando injertos de árboles campeones. También pudiera haber algunas otras combinaciones útiles, pero ciertamente se deberá contar con plantaciones especiales que sirvan de fuente de aprovisionamiento de semilla que más apropiadamente pudiéramos llamar «jardines productores de semilla». No cabe la menor duda que para los fines de una silvicultura tan intensiva como la que se practica en Dinamarca, deberemos emplear estos jardines para obtener semilla. Al mismo tiempo, creo que pudieran también recomendarse para casos en que la silvicultura sea más bien extensiva. Por ejemplo, en los Estados Unidos de América y el Canadá, podrían servir de eslabón natural para el advenimiento de las «granjas forestales» que allá se cultivan.

En Dinamarca, el trabajo ha sido organizado de tal manera que la experimentación respecto al mejoramiento de los árboles de tipo forestal está concentrada en el Arborétum Nacional, en tanto que el establecimiento y control de los jardines donde se produce semilla es la tarea principal encomendada a las Estaciones para la Propagación de Arboles Forestales que mantiene el Estado.

Por sobre todas las cosas, los jardines productores de semilla, formados mediante la propagación vegetativa de árboles campeones, serán nuestra arma más efectiva. No hay razón para que veamos con envidia la situación favorecida de los fitotécnicos que trabajan con plantas herbáceas, sino, más bien, debiéramos considerar el asunto desde el punto de vista opuesto. Paradójicamente, puede alegarse respecto a plantas de corta vida, que aquí nos vemos obligados a limitar nuestros trabajos a tipos que producen semilla en forma constante o que conservan sus cualidades al reproducirse, a fin de poder preservarlas, en tanto que con los árboles de los bosques, podemos preservar valiosas tendencias hereditarias en los mismos individuos quizá durante siglos. Por lo tanto, no nos quejemos de la sucesión lenta de las generaciones, sino más bien regocijémonos de la larga vida que tienen los individuos.

En los jardines para producir semilla, disponemos además de oportunidades especiales para hacer uso de la heterosis, o sea el vigor de los híbridos. No tan sólo podemos producir con facilidad semilla para el híbrido que se desee, sino que podemos producirla de árboles seleccionados expresamente para tal fin.

A este respecto, cabe mencionar que F. I. Righter, del Instituto de Genética Forestal establecido en Placerville, California, recomienda la utilización de híbridos mediante el empleo de semilla de generaciones F1, de polinización espontánea. En el Instituto de Placerville se trabaja casi exclusivamente con Pinus. Allí se cuenta con un gran número de híbridos de Pinus de los cuales el más antiguo es el (sembrados en 1929) e indudablemente la experiencia allí adquirida se basa en estas especies. Yo he logrado obtener con asombrosos resultados de progenie en cruzas y controladas, o en retrocruzas, y también recuerdo haber visto en Escocia magníficas plantaciones obtenidas mediante la polinización espontánea tanto del tipo F1 como del F2 en una misma cruza.

Deseo llamar la atención hacia el método de «policruza» empleado con éxito en años recientes en el mejoramiento de plantas útiles a la agricultura 3. Este método se recomienda especialmente para aquellas plantas que sean polinizadoras de cruza, que puedan ser divididas en «clones» y preservarse así por muchos años, como es el caso de los árboles de tipo forestal.

[ 3) H. N. Frandsen : Imperial Agricultural Bureaux Joint Publication No. 3. 1940 ; H. K. Hayes: American Naturalist, Vol. LXXX, 1946 ; y H. M. Tysdal y Bliss H. Crandall: Journal of the American Society of Agronomy, Vol. 40, 1948. ]

Empleando el «método de policruza» se puede tratar de obtener plantas que exhiban un alto grado de «propensión a combinarse». Desde el punto de vista de la silvicultura, si pudieran encontrarse árboles con una propensión a combinarse altamente desarrollada, podría resultar ventajoso introducirlos en los conjuntos forestales, ano en aquellos donde se practica la regeneración natural.

Trabajando con el mayor grado de precisión y tratando siempre de alcanzar los mejores resultados, habremos de enfrentarnos con la médula del problema, para poder utilizar más tarde lo que hayamos descubierto en la práctica. Toca a cada uno de nosotros abordar los problemas según los vea, sin dejar por ello de cooperar con los demás en todo lo posible.

Trabajos Precursores en el Campo de la Genética

Esta clase de trabajos pueden llamarse precursores. Los estudios sobre estimulantes del crecimiento que pueden servir para facilitar el uso más general de la reproducción por estacas, y laboriosas investigaciones citológicas, tienen tanta importancia como las meditaciones teóricas o el empleo de métodos hortícolas ya probados.

Debemos enfocar nuestros esfuerzos hacia el crecimiento vigoroso - quizás sin tratar de alcanzar estaturas gigantescas - y debemos también buscar con ahinco la resistencia a las enfermedades, debiendo consistir nuestro objetivo especial en el aumento del volumen de la producción por unidad de superficie. De esta manera, la propagación de árboles forestales podrá contribuir al aumento de La deforestación.

Cuando los primeros colonizadores americanos llegaron a la zona de las praderas de Norteamérica, las encontraron cubiertas por una alfombra de pastos, lo que por aquel entonces les pareció una gran fortuna gratuita ; sin embargo, hace mucho que allí el agricultor ha encontrado que le resulta ventajoso barbechar estos terrenos y cultivar en ellos nuevas variedades de pastos de calidades más deseables, aun cuando ésto signifique inversión de dinero y trabajo. Cosa igual puede aplicarse al forestal, si desea poder satisfacer la demanda de las industrias químicas y de elaboración de papel, cuyo consumo de madera cada día es más grande, así como también la de muchas otras, que requieren estructuras y calidades técnicas precisas. Seguirá siendo mayor cada día la exigencia de lograr cualidades biológicas especiales, en árboles destinados a formar cortinas rompevientos para protección de las cosechas contra los efectos del viento y de las tolvaneras, así como en aquellas especies y tipos de árboles y matorrales que se utilizan en combatir la erosión y regular las corrientes fluviales. Bien pudiera llegar a encomendarse al silvicultor la tarea de encontrar material con que poder poblar vastas zonas donde las actividades del hombre han dejado su huella destructiva. Quizás lleguen a requerirse plantaciones especiales, por ejemplo, en aquellas zonas donde las industrias contaminan la atmósfera ; donde las enormes colinas de arena producidas en Sudáfrica por la explotación de las minas de diamante, invaden las moradas de los habitantes ; o bien en la lucha por evitar el constante asolve del Canal de Suez por la incesante embestida de las arenas arrastradas por el viento desde los desiertos contiguos.

Si hemos de lograr éxito en forma apreciable en lo relativo al mejoramiento de los árboles forestales, habremos de alcanzar muy pronto la etapaen que resulte obvio cuánto más ventajoso y lucrativo será crear plantaciones de especies puras, de rápido crecimiento, en zonas ventajosamente situadas, que ir en busca de un sinnúmero de especies diferentes en las selvas vírgenes, o tener que esperar la regeneración natural de los bosques del Lejano Norte. Las regiones del mundo favorecidas por la abundancia de luz, de calor y de humedad son las que nos ofrecen las mejores perspectivas.

Debemos de mantenernos alertas para aprovechar cuanta posibilidad pueda surgir, de donde quiera que ésta provenga. Y suceda lo que suceda, debemos emprender la tarea llenos de optimismo. Si enfocamos el problema desde el punto de vista de la larga vida de los individuos en lagar de la lenta sucesión de las generaciones, el futuro de nuestra labor se manifiesta inmediatamente más halagüeño - ofreciéndonos posibilidades de abordar el mejoramiento de los árboles en una forma enteramente nueva. Quizá no esté lejano el día en que el silvicultor pueda alcanzar y dejar atrás al agricultor y al horticultor.

Intercambio de Material de Investigación

Por arreglo celebrado con al Presidente de la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal, la FAO se ofrece a publicar en UNASYLVA avisos y solicitudes breves respecto a trabajos de investigación, o materiales de investigación, que le envíen los institutos de investigación forestal o los investigadores individualmente.

El aviso que publicamos a continuación nos lo ha remitido Carl Muhle Larsen, Union Allumettière S.A., Institut de Populiculture, 230 rue Buizemont, Grammont, Bélgica.

«Para continuar nuestros trabajos de propagación con especies del género Populus, tratamos de obtener especímenes de P. nigra. Tenemos interés tanto en especies puras como sus variedades; pero necesitamos que las ramas provengan de material sano, de preferencia árboles de buen desarrollo y forma. Para su utilización directa el primer año, las pequeñas ramas, de 30 a 50 cm. de largo, deberán traer flores en botón».

«Nos agradaría establecer contacto con Instituciones de Investigación respecto a las posibilidades de obtener este material. Nuestro Instituto esta dispuesto a reembolsar los gastos de embarque y de toda índole incurridos por este concepto».


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